En este capítulo, el autor reflexiona sobre la "noche triste" del 30 de junio al 1 de julio de 1520, en la que los soldados de Cortés lucharon en la oscuridad contra los aztecas. Se acerca a la historia desde la perspectiva de un soldado concreto, como el que se encuentra en el códice de Guatemala. El autor destaca la maestría de la escritura de Pérez-Reverte en su novela "Ojos azules", que permite comprender la vida del soldado protagonista y el significado del episodio épico en el que se inserta. El autor también menciona que el lenguaje utilizado en la novela evita el mimetismo arcaizante y se centra en resaltar la cercanía vivencial del relato. El soldado protagonista representa a cualquier soldado de guerra y su lenguaje coloquial realza la épica de la historia. El tema central de "Ojos azules" es el mestizaje, y el autor destaca que las últimas palabras del soldado revelan la importancia de este concepto. La "noche triste" se convierte en una encrucijada que marca un cambio irreparable tanto para los mexicanos como para los españoles. El autor elogia las habilidades narrativas y de síntesis de Pérez-Reverte en esta novela.
Ojos azules
En este capítulo, se narra la situación en Tenochtitlán durante la conquista de México por parte de los españoles. La lluvia cae intensamente mientras los tambores suenan y los capitanes se preparan para la batalla. El capitán Alvarado ordena una matanza de indios mexicanos durante una fiesta, lo que genera un clima de tensión y venganza en la ciudad. Cortés decide romper el cerco y escapar hacia Veracruz, llevando consigo parte del oro obtenido. Los soldados se dividen en grupos y comienzan a avanzar, enfrentándose a los guerreros mexicanos que los atacan. El protagonista, un soldado de ojos azules, carga con un saco de oro mientras lucha por su vida. A medida que avanza, recuerda a una india con la que tuvo una relación y siente un extraño vacío en su corazón. A pesar del miedo y la violencia, el soldado se aferra al oro como su única esperanza de una vida mejor. Finalmente, es capturado por los mexicanos y llevado a un templo donde es sacrificado. Antes de morir, ve a la india mirándolo y desea que su hijo tenga los ojos azules.
