La tabla de Flandes

15 minutos

I. Los secretos del maestro Van Huys

En este capítulo, Julia recibe un sobre cerrado que contiene copias fotográficas de una pintura antigua. Al examinar las radiografías, descubre una inscripción oculta en el cuadro que dice "¿Quién mató al caballero?". Julia se da cuenta de que esta pintura de ajedrez es algo más que una simple rutina profesional y decide investigar más a fondo. Ella examina el cuadro con una lupa binocular y una lámpara de luz negra, pero no encuentra más pistas. Julia decide consultar con Álvaro, un historiador de arte, para obtener más información sobre el cuadro y la inscripción oculta. Mientras tanto, Menchu, una galerista de arte, está interesada en subastar el cuadro y aumentar su valor debido a la inscripción. Julia y Menchu discuten sobre el plan y deciden hablar con el propietario del cuadro. Julia también reflexiona sobre su relación pasada con Álvaro y cómo ha afectado su vida amorosa. Al final del capítulo, Julia se despide de Menchu y se prepara para enfrentar el desafío de descubrir el misterio detrás de la inscripción oculta en el cuadro.

Siguiendo este capítulo, Julia reflexiona sobre los recuerdos que aún la persiguen a pesar de haber pasado un año desde su ruptura con Álvaro. Aunque ya no siente los mismos sentimientos por él, todavía conserva los recuerdos de su relación. Julia observa a Álvaro mientras estudia y toma notas, y se da cuenta de que físicamente apenas ha cambiado, aunque algunas canas empiezan a asomar en su cabello. A pesar de que ya no siente lo mismo por él, Julia reconoce que las manos de Álvaro todavía tienen una huella en su piel.

Julia intenta controlar sus sentimientos y mantener su atención en las palabras de Álvaro, ya que no ha ido allí para revivir el pasado. Álvaro muestra conocimiento sobre el pintor y los personajes del cuadro, pero desconoce la existencia de la inscripción oculta. Julia le muestra una fotografía del cuadro y Álvaro identifica a los personajes y proporciona información sobre ellos. Descubren que el jugador de la izquierda es Fernando Altenhoffen, duque de Ostenburgo, y que el jugador de la derecha es Roger de Arras. Álvaro también menciona que Roger de Arras murió en 1469, dos años antes de que el cuadro fuera pintado.

Julia se siente impresionada por el conocimiento de Álvaro sobre el cuadro y los personajes. Sin embargo, Álvaro revela que alguien más le ha hablado recientemente sobre el pintor, pero no puede revelar quién. Julia se siente intrigada y decide investigar más sobre el cuadro y su significado. Ella encuentra información sobre el pintor y los personajes en un libro de historia del arte y descubre que Roger de Arras fue asesinado en 1469. Julia se da cuenta de que hay un misterio oculto en el cuadro y está decidida a descubrir la verdad.

II. Lucinda, Octavio, Scaramouche

En este capítulo, Julia entra en la tienda de antigüedades de César, un anticuario con el que tiene una relación especial. Le cuenta a César sobre el cuadro que encontró en su casa y la inscripción oculta que descubrió. César se muestra interesado en resolver el misterio y decide ayudar a Julia. También se revela que César tiene sentimientos románticos hacia Julia, pero ella lo ve más como un padre o un amigo. Julia y César acuerdan examinar el cuadro juntos al día siguiente. Luego, Julia se encuentra con Menchu, una amiga suya que trabaja en una galería de arte. Le cuenta sobre el cuadro y la inscripción oculta, y Menchu sugiere que consulten a un experto en arte llamado Don Manuel. Julia y Menchu se reúnen con Don Manuel, quien es el dueño del cuadro, y le explican la situación. Don Manuel está de acuerdo en investigar la inscripción y aumentar el valor del cuadro. Después de la reunión, Julia y Menchu discuten sobre cómo dividir los beneficios si logran resolver el misterio. Menchu sugiere una distribución desigual, lo que causa cierta tensión entre ellas. Más tarde, Julia y Menchu se encuentran con Paco Montegrifo, el director de una casa de subastas, quien muestra interés en el cuadro. Montegrifo se va después de enterarse de la inscripción oculta y Julia y Menchu discuten sobre cómo manejar la situación. Deciden consultar a Menchu's Max, un experto en arte, y se encuentran con él en un hotel. Max sugiere que se reúnan con Don Manuel para discutir los detalles del acuerdo. Mientras tanto, Lola y Alfonso, los sobrinos de Don Manuel, llegan a la casa de Don Manuel y discuten sobre el cuadro. Lola está preocupada por el valor del cuadro y Alfonso muestra interés en el mismo. Don Manuel interviene y les dice que está de acuerdo con la investigación de la inscripción. Después de la reunión, Julia y Menchu hablan sobre su encuentro con los sobrinos de Don Manuel y Menchu revela que tuvo una relación pasada con Alfonso.

III. Un problema de ajedrez

En este capítulo, los personajes continúan analizando el cuadro de Van Huys y discuten la posibilidad de que se trate de un problema de ajedrez. Julia descubre una inscripción oculta en el cuadro que dice "Quis necavit equitem", que puede traducirse como "¿Quién mató al caballero?" o "¿Quién se comió el caballo?". A partir de esta revelación, comienzan a especular sobre la posibilidad de que el cuadro contenga la clave del asesinato de Roger de Arras. Julia sugiere que el móvil del crimen podría ser un supuesto romance entre Roger y la duquesa Beatriz de Borgoña. Además, descubre que el escudo del caballero en el cuadro está decorado con escaques, como los de un tablero de ajedrez. Deciden buscar a un experto en ajedrez para que les ayude a descifrar el enigma del cuadro. Julia comienza a restaurar el cuadro, eliminando la capa de barniz original. Más tarde, visitan un club de ajedrez donde conocen a un jugador llamado Muñoz, considerado el mejor ajedrecista del lugar, pero que nunca ha ganado una partida.

IV. El tercer jugador

En este capítulo, Julia se encuentra en su estudio junto a César y Muñoz, el ajedrecista. Muñoz se muestra reticente a ayudarles en su búsqueda del asesino relacionado con el cuadro de Van Huys. Sin embargo, Julia logra convencerlo de que su ayuda es importante y le muestra el cuadro para que pueda analizar la partida de ajedrez representada en él. Muñoz comienza a estudiar el cuadro y a hacer un croquis de la posición de las piezas. Descubren que el caballo blanco ha sido comido por una de las piezas negras y deciden reconstruir la partida hacia atrás para descubrir quién se comió al caballo. Muñoz explica que necesitará tiempo y concentración para resolverlo. Sin embargo, antes de que puedan continuar, reciben una llamada telefónica que interrumpe su análisis. Más tarde, Julia se encuentra con el inspector Feijoo en la comisaría, quien le informa de que la muerte de Álvaro Ortega, el profesor de historia del arte, podría no haber sido accidental. Feijoo le pide a Julia su colaboración para esclarecer el caso, ya que ella fue la última persona que vio a Álvaro con vida. Julia se sorprende al enterarse de que Álvaro murió hace tres días, ya que ella recibió unos documentos enviados por él al día siguiente de su muerte. Feijoo le dice que alguien tuvo que enviar los documentos por él y que eso podría estar relacionado con su muerte. Julia comienza a sentir miedo y sospecha que alguien la está siguiendo. Decide correr para escapar de esa persona y regresa a su estudio, donde se sumerge en sus pensamientos mientras escucha música y contempla el cuadro de Van Huys.

V. El misterio de la dama negra

En este capítulo, Julia y César están en la tienda de antigüedades observando el cuadro de La partida de ajedrez. Julia está asustada por la muerte de Álvaro y por las amenazas que ha recibido. César le sugiere que cierre su casa y haga un viaje para alejarse de todo. Julia se niega y decide seguir adelante para descubrir la verdad sobre el cuadro y los documentos ocultos. César le regala una pistola para protegerse. Julia recibe varias llamadas telefónicas y siente un escalofrío cuando una llamada queda en silencio. Luego, Muñoz llega a la casa de Julia y continúan analizando la partida de ajedrez en el cuadro. Descubren que la dama negra hizo el último movimiento y que la torre blanca en B5 pudo haber comido una pieza negra en B5. Muñoz sugiere que el jugador que ideó la partida era retorcido y disfrutaba de tender pistas falsas. César pregunta qué piensa Muñoz del jugador que ideó la partida en el siglo XV, y Muñoz responde que jugaba de manera diabólica.

VI. De los tableros y los espejos

En este capítulo, Julia regresa al coche donde Menchu la espera y le cuenta que dos policías estuvieron haciendo las mismas preguntas que ella. Según el encargado, el sobre del Van Huys fue entregado por una mujer rubia, bien vestida y de mediana edad. Menchu sugiere que Julia vaya a vivir con ella para estar más segura, pero Julia se niega. Luego, Menchu le propone que trabaje para Montegrifo y le cuente todo lo que descubra. Julia acepta y queda en reunirse con Montegrifo en un par de días. Después, Julia cena con Montegrifo, quien le ofrece un contrato para dirigir el departamento de restauración de Claymore en Madrid. Montegrifo le pide a Julia que convenza a Menchu para llegar a un acuerdo amistoso sobre el cuadro. Julia regresa a casa y reflexiona sobre el miedo que siente, pero también sobre su curiosidad y desafío. Decide escribir un plan de acción y recibe una llamada de Muñoz, quien le dice que ya es posible saber qué pieza se comió al caballo blanco.

VII. Quién mató al caballero

En este capítulo, Muñoz y Julia continúan analizando la partida de ajedrez que representa el cuadro de Van Huys. Muñoz explica que la última jugada de la dama negra, que pasó de B2 a C2, fue descubierta por una pieza blanca que estaba en B4 o B3. Después de descartar todas las posibilidades, Julia se da cuenta de que la pieza blanca que descubrió el jaque fue el caballo blanco, que se movió de B4 a C2. Esto significa que la dama negra se comió al caballo blanco en C2 para protegerse del jaque de la torre blanca. Muñoz confirma que es correcto y revela que la dama negra es Beatriz de Borgoña, la duquesa de Ostenburgo. Julia se da cuenta de que Beatriz fue quien hizo matar al caballero, Fernando Altenhoffen, y que él era inocente. Muñoz explica que no hay venganza posible y que solo queda plasmar la verdad en el cuadro. Julia comprende que todo estaba expuesto en la partida y en el cuadro, y se imagina a Van Huys pintando la escena con detalle. Finalmente, se revela que Beatriz de Borgoña fue quien ordenó el asesinato de Roger de Arras, el caballero representado en el cuadro.

VIII. El cuarto jugador

En este capítulo, Muñoz y Julia caminan juntos en silencio por las calles oscuras y frías. Julia le cuenta toda la historia y Muñoz reflexiona sobre el hecho de que ella tiene derecho a saberlo. Muñoz le explica que pensó que tal vez no quisiera complicarse la vida. Julia le pregunta si sospecha de alguien en la investigación policial y él responde que no, pero que al final siempre encuentran al asesino. Muñoz menciona que Sherlock Holmes jugaba al ajedrez y Julia le pregunta si lee novelas policíacas, a lo que él responde que no, pero que lo que suele leer se parece un poco a eso, como libros de ajedrez y juegos matemáticos. Julia observa a Muñoz y piensa que no parece un hombre de extraordinaria inteligencia, pero que tiene un talento lógico y matemático que le da aplomo y autoridad. Julia se despide de Muñoz y se dirige a su casa, pero al llegar encuentra una tarjeta en el interfono. Muñoz le explica que alguien está interesado en la partida de ajedrez del cuadro y propone continuar el juego a partir de la posición actual de las piezas. Muñoz interpreta las jugadas y deduce que el jugador misterioso sabe que han resuelto el secreto del cuadro. Julia se da cuenta de que el jugador misterioso puede haber matado a Álvaro y que ahora está amenazando a través de los documentos enviados. Muñoz le dice que deben esperar y ver qué movimiento hace el jugador misterioso. Más tarde, Julia le cuenta todo a Menchu, quien no parece preocupada por el asesino, pero está emocionada por el potencial beneficio económico del cuadro. Julia se da cuenta de que un coche la está siguiendo y se siente asustada. Decide confrontar al conductor, pero el coche se escapa.

IX. El foso de la Puerta Este

En este capítulo, César y Julia discuten sobre el incidente en el semáforo y las posibles razones detrás del intento de asesinato. César sugiere que podría ser un admirador de Menchu o alguien relacionado con el mundo de la prostitución. Julia se irrita por la actitud de César y le pide su opinión sincera. César finalmente admite que está preocupado por la presencia del coche y que le preocupa la seguridad de Julia. Muñoz interviene y menciona que el ajedrez es una combinación de impulsos hostiles. Luego, discuten sobre las características del asesino invisible y cómo su estilo de juego refleja su personalidad. Muñoz también menciona que el ajedrez es una forma de terapia para él y que se sumerge en el juego por el juego en sí mismo. Luego, hablan sobre el significado simbólico del ajedrez y cómo refleja las relaciones familiares y las filosofías de vida. Muñoz también menciona que el ajedrez puede ser una forma de arte y que puede revelar aspectos ocultos de la personalidad de los jugadores. Julia y César quedan impresionados por las palabras de Muñoz y se dan cuenta de que están involucrados en una partida de ajedrez con el asesino invisible. En otra escena, Julia y Menchu se reúnen con Montegrifo, quien les informa que Claymore ha decidido anular el acuerdo con Menchu y transferir los poderes sobre el cuadro a la compañía. Montegrifo explica que el aumento del precio del cuadro debido a la investigación de Julia beneficiará a Menchu, pero no aceptará las condiciones abusivas de Menchu. Menchu se enfurece y cuestiona cómo Montegrifo está al tanto de la investigación, pero Montegrifo revela que la sobrina del propietario del cuadro le proporcionó la información. Montegrifo también menciona que el propietario insistió en que solo Julia toque el cuadro durante la restauración.

Siguiendo este capítulo, Menchu confronta a Montegrifo sobre el cuadro y el acuerdo que tienen. Montegrifo le explica que su documento tiene más validez que el de Menchu, ya que está firmado ante notario y cuenta con garantías adicionales. Menchu amenaza con llevar el cuadro a otra casa de subastas, pero Montegrifo le advierte que eso sería ilegal y que ella sería la perjudicada en un largo litigio. Menchu se enfurece y se va de la casa de subastas, dejando a Julia indecisa sobre si seguirla o no.

Después, Julia y Montegrifo discuten sobre las acciones de Menchu y Montegrifo le explica que la ambición es legítima y que Menchu se metió en algo más grande de lo que podía manejar. Julia se siente avergonzada por la situación y Montegrifo le pide disculpas por la escena.

Luego, Julia y Muñoz visitan a Belmonte en su casa. Belmonte les muestra el lugar donde solía estar el cuadro y explica que aún se acostumbra a su ausencia. Hablan sobre la ambición y la demostrabilidad de las cosas, y Belmonte argumenta que no todos los mensajes ocultos son descifrables y que los sistemas son limitados y relativos.

Después, Julia se encuentra en su casa, disfrutando de la música y la tranquilidad. Observa el cuadro de La partida de ajedrez y piensa en la fama que alcanzará en la subasta. También reflexiona sobre la escena representada en el cuadro y siente una conexión con los personajes. Finalmente, enciende un cigarrillo y se sumerge en la paz de aquel momento.

X. El coche azul

En este capítulo, César y Julia visitan el Rastro, un mercado de antigüedades. César se muestra descontento con el lugar, pero Julia sabe que a veces encuentra tesoros escondidos entre la basura. Suben a la parte alta del mercado, donde se encuentran las tiendas más serias. César le pregunta a Julia a qué hora quedó con su proveedor y ella responde que en quince minutos. Mientras curiosean en los puestos, Julia se interesa por un plato de madera pintada, pero César se niega a comprarlo. Luego, se dirigen a un café cercano para encontrarse con su proveedor. Julia se queda esperando en la plaza y observa a la gente pasar. De repente, ve a Max y se sorprende. Hablan un poco y Max le propone tomar una copa juntos más tarde. Julia se niega y Max se va. Después, Julia se encuentra con César y le muestra una tarjeta que encontró en su coche. En la tarjeta, hay una jugada de ajedrez escrita a máquina. César y Julia deciden ir a la policía para informarles sobre la tarjeta y lo que ha estado sucediendo. El inspector jefe Feijoo les recibe y les dice que la policía ha estado investigando, pero sin resultados. Feijoo les propone que Julia tenga protección especial, pero ella se niega. Luego, César y Julia se encuentran con el jugador de ajedrez, Muñoz, y le muestran la tarjeta. Muñoz analiza la jugada y concluye que el jugador misterioso está tratando de engañarlos. Deciden hacer su próximo movimiento y esperar a ver qué hace el jugador misterioso.

XI. Aproximaciones analíticas

En este capítulo, Julia recibe una llamada telefónica de Menchu, quien está en Stephan's y parece estar bajo la influencia de drogas. Julia va a buscarla y la encuentra en un estado lamentable. Menchu le cuenta que ha tenido una pelea con Max y que su relación ha terminado. Julia la lleva a casa y la cuida durante la noche. Al día siguiente, Julia visita a Belmonte y le muestra un informe sobre el cuadro. Belmonte le revela que la sobrina de él, Lola, está interesada en el cuadro y que su marido, Alfonso, tiene planes para el dinero que obtendrán de su venta. Julia también le pregunta si ha recibido visitas relacionadas con el cuadro, pero Belmonte no recuerda ninguna. Después de la visita, Julia se encuentra con Muñoz en el club de ajedrez y le cuenta sobre su conversación con Belmonte. Muñoz le dice que necesita más información para poder entender el juego del jugador misterioso. Julia sugiere visitar a Lola Belmonte y Muñoz está de acuerdo. Antes de ir a ver a Lola, Julia invita a Muñoz a su casa para tomar un café. Sin embargo, cuando entran en el estudio, descubren que el cuadro ha desaparecido y encuentran el cuerpo de Menchu asesinada en el dormitorio.

XII. Reina, caballo, alfil

En este capítulo, el inspector jefe Feijoo se queda en casa de Julia para completar las declaraciones de ella, Muñoz y César sobre la muerte de Menchu. Feijoo muestra desconcierto ante las explicaciones técnicas de Muñoz sobre el ajedrez y se interesa por los detalles de la discusión entre Menchu y su novio Max. Se descubre que Max ha desaparecido y es el principal sospechoso del asesinato de Menchu. Feijoo considera que el crimen puede estar relacionado con un crimen pasional debido a la relación de Menchu con otras personas. Además, se establece que la muerte de Menchu está vinculada a la muerte del profesor Ortega debido a la desaparición del cuadro. Feijoo cita a todos para el día siguiente en la comisaría. Después de la partida de la policía, Julia se siente aliviada y recupera el sentido de la realidad. Muñoz y César discuten sobre la identidad del asesino y la posibilidad de que haya alguien más involucrado. Muñoz muestra un papel con una jugada de ajedrez y explica que el asesino ha dejado tres movimientos en la tarjeta encontrada junto al cadáver de Menchu. Julia y César deciden seguir jugando la partida y deciden el siguiente movimiento. Muñoz advierte que el asesino puede estar jugando con ellos y que la partida continúa. Después, Julia y Muñoz se encuentran con Lola Belmonte, la sobrina de Menchu, y su marido Alfonso. Lola muestra desprecio hacia ellos y menciona que Max ha sido detenido en el aeropuerto. Julia y Muñoz se reúnen con César y discuten sobre la identidad del asesino. César menciona que ha hablado con el portero de la finca vecina y que ha visto a una mujer rubia con gafas oscuras e impermeable cerca de la casa de Julia. Muñoz concluye que el asesino puede haber estado esperando a Julia en su casa. Después, Julia visita a Max en la comisaría y él le cuenta su versión de los hechos. Max asegura que Menchu ya estaba muerta cuando él llegó a la casa de Julia y que no sabe nada sobre la botella encontrada en el cuerpo de Menchu. Julia y Muñoz discuten sobre la identidad del asesino y Muñoz menciona que ya no quedan sospechosos. El capítulo termina con Muñoz reflexionando sobre la posibilidad de que él sea el asesino.

XIII. El séptimo sello

En este capítulo, Paco Montegrifo visita a Julia en su taller del Prado. Montegrifo está encantado de haberla sorprendido trabajando y se sienta a observarla mientras ella termina su labor. Hablan sobre el cuadro atribuido a Duccio de Buoninsegna que Julia está restaurando y Montegrifo elogia su trabajo. También mencionan el robo del cuadro de Van Huys y la posibilidad de que aparezca y se subaste a un precio muy alto. Montegrifo se va y Julia continúa trabajando en el cuadro. Después de un tiempo, Julia recibe una llamada telefónica en la que una voz desconocida menciona la Sala Doce y el cuadro de Brueghel. Julia se asusta y decide ir a la sala para investigar. Encuentra una tarjeta en el cuadro que dice "A X P" (alfil por peón). Luego, Julia llama a Muñoz para contarle lo sucedido y él le dice que vaya a Pénjamo. Julia se encuentra con Muñoz en el club de ajedrez y él le muestra un viejo periódico de ajedrez con una foto de un grupo de jóvenes jugadores de ajedrez, entre ellos el "jugador invisible".

XIV. Diálogos de salón

En este capítulo, Julia y Muñoz suben las escaleras a oscuras y llegan al apartamento de César. Al entrar, son recibidos por el anticuario con una sonrisa de sorpresa y cortesía. César los guía a través de su casa, mostrándoles su colección de antigüedades y obras de arte. Julia nota que César parece incómodo por su visita, pero no muestra ninguna hostilidad. Después de un breve intercambio de palabras, Muñoz le pregunta a César sobre un movimiento de ajedrez específico. César responde con indiferencia y dice que no sabe de qué está hablando. Muñoz continúa cuestionando a César sobre sus intenciones y cómo planeaba matarlo. César niega cualquier intención de hacerle daño y se burla de la idea. Luego, Muñoz revela que ha descubierto la identidad de César como el jugador misterioso y explica cómo llegó a esa conclusión. César acepta su derrota y admite que Muñoz ha sido un mejor jugador. Julia interviene y confronta a César por sus acciones y engaños. César intenta justificar sus acciones, pero Julia se niega a escucharlo. La tensión entre ellos aumenta y Julia le dice a César que ya no lo necesita. El capítulo termina con Muñoz explicando cómo descubrió la identidad de César y cómo planeaba matarlo en el juego de ajedrez.

XV. Final de dama

En este capítulo, César revela a Julia su pasado relacionado con el ajedrez y cómo esto lo llevó a cometer un asesinato. César confiesa que el ajedrez lo llevó a descuidar sus deberes y a caer en el pecado. Julia se sorprende al escuchar esto y César explica que nunca le había contado porque creía que no existía. César también revela que odiaba a Álvaro, el exnovio de Julia, y que decidió investigar el cuadro para descubrir su misterio. Álvaro, al enterarse de esto, insinuó que Julia estaba enamorada de César y que su relación era un incesto no consumado. Esto enfureció a César y finalmente decidió matar a Álvaro. Después de cometer el asesinato, César planeó todo para que Julia y Muñoz investigaran el cuadro y descubrieran la verdad. César eligió a Muñoz como su adversario en el juego de ajedrez y se alegra de haberlo elegido. Muñoz explica que deseaba que fuera César el asesino y que le caía bien. César también reflexiona sobre la naturaleza del ajedrez y cómo el bien y el mal no están claramente definidos. Julia se siente cansada de toda la situación y César le explica que todo esto fue una aventura para liberarla de sus miedos y cadenas. César confiesa que la amaba cuando asaltaron el coche y que estaba orgulloso de su valentía.

Siguiendo este capítulo, César revela a Julia y Muñoz cómo planeó el robo del cuadro y la muerte de Menchu. César explica que llamó a Julia por teléfono para ver cómo terminaba todo, pero Menchu contestó y dijo que Julia no estaba en casa. Menchu estaba esperando a Max para llevar a cabo el plan del robo del cuadro. César confiesa que mató a Menchu estrangulándola y luego se preparó para recibir a Max, quien llegó a la casa para llevarse el cuadro y provocar un incendio. Sin embargo, Max no se atrevió a entrar en las habitaciones y huyó. César revela que tenía un cómplice, un ordenador personal llamado Alfa PC-1212, que le ayudó a planear y ejecutar las jugadas de ajedrez. Muñoz sospecha que César tiene otro cómplice y lo confronta, pero César revela que él es el único responsable de todo. César explica que mató a Menchu porque ella era un vínculo con el pasado y quería liberar a Julia de esas influencias. César también revela su plan para vender el cuadro en el mercado clandestino de obras de arte y transferir el dinero a una cuenta bancaria suiza a nombre de una sociedad anónima controlada por Julia. César también revela que tiene cáncer terminal y planea suicidarse con cianuro. Julia y Muñoz deciden darle diez minutos antes de llamar a la policía. Julia se pregunta qué hacer a continuación y Muñoz revela que quiere comprar camisas limpias y jugar al ajedrez en las Bahamas. El capítulo termina con Julia acariciando las figurillas de porcelana y recordando las últimas palabras de César antes de quedarse solo.

Capítulo sin nombre 16

En este capítulo, una mujer enlutada se encuentra en un claustro vacío de un convento. Observa las sombras que se forman en las bóvedas debido a los últimos rayos de sol poniente. La mujer se detiene frente a una pintura mural desconchada por el tiempo y la humedad, donde apenas quedan restos de los colores originales. La pintura representa a un ángel con rasgos desvanecidos y un rayo de sol suspendido entre el cielo y la tierra. La mujer enlutada observa esta pintura todos los días desde hace dieciocho años, ya que es la única referencia exterior del paso del tiempo en sus facciones. A veces, en momentos de lucidez, cree recordar que tiene cincuenta y cuatro años. Mientras camina por el claustro, escucha un coro de voces que cantan alabanzas a Dios desde la capilla. La mujer enlutada tiene dispensa de asistir a algunos oficios y se le permite pasear sola por el claustro desierto. Lleva un largo rosario de madera ennegrecida y se apoya en el alféizar de una ventana para contemplar el sol agonizante y un lago gris en la distancia. Siente el frío de la piedra en sus manos y tose desgarradoramente. En ese momento, su memoria la transporta a otro paisaje, donde escucha el rumor de dos hombres sentados a una mesa y ve a sí misma sentada con un libro en el regazo. Siente un dolor punzante en su cuerpo y sabe que este será su último invierno. Se pregunta si en el lugar oscuro al que se dirige habrá suficiente misericordia para borrar los últimos jirones de su memoria.

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