Una comedia ligera

20 minutos

CAPÍTULO I 1 2

En este capítulo, se describe el verano en Barcelona, donde las mujeres se dedican a hacer encaje de bolillos y los días son largos y calurosos. Se menciona que el invierno anterior fue gélido y oscuro, y se relata cómo las personas ocupan su tiempo en el trabajo, las labores del hogar y las actividades religiosas. Se destaca la importancia de la religión en la vida de las personas, así como la presencia de los curas y la práctica de los sacramentos. También se mencionan los problemas de abastecimiento de alimentos y viviendas, así como la presencia de mendigos en las calles. Se describe la vida tranquila y ordenada de la ciudad, donde se valoran los buenos modales y la elegancia. Se relata un encuentro entre Prullàs y el conserje del teatro, donde se habla de un apagón y se menciona la presencia de Luisito, el hermano de Prullàs, quien tiene problemas de habla. Luego, Prullàs se encuentra con la célebre actriz Mariquita Pons, quien le pide que la lleve al cine. Discuten sobre la obra de teatro que están ensayando y Prullàs se enfada con ella. Después, van al cine y luego a un bar, donde discuten sobre el cine y la obra de teatro. Finalmente, Prullàs lee la prensa y se entera del juicio de Nuremberg, donde se juzga a Alfried Krupp, miembro de la famosa familia Krupp de fabricantes de armas.

Siguiendo este capítulo, Prullàs visita una librería y conversa con la dueña sobre las novedades literarias. Luego, se encuentra con su amigo Gaudet en un restaurante y hablan sobre la salud de este último. Prullàs intenta animarlo y le aconseja que no se preocupe demasiado. Después, Prullàs acompaña a Gaudet a su casa y se entera de que ha estado esperándolo. Prullàs se disculpa y se retira a su despacho, donde se queda dormido. Al despertar, se dirige a Masnou, donde se encuentra con su familia. Allí, conoce a Marichuli Mercadal, una amiga de su esposa, y se siente atraído por ella. Más tarde, Prullàs y Marichuli tienen un encuentro íntimo en el jardín de su casa. Al día siguiente, Prullàs se une a su familia en la playa y discuten sobre ir al cine. Prullàs apoya a los niños y finalmente convence a Martita de que los deje ir.

Siguiendo este capítulo, Prullàs se reúne con Martita y Marichuli en la playa. Hablan sobre ir al cine esa noche y Prullàs bromea sobre el traje de baño de Martita. Martita se aplica crema protectora y decide quedarse en la playa para broncearse. Prullàs se despierta de la siesta y encuentra a sus hijos jugando al ajedrez. Pasea por el jardín y observa a Martita buscando huevos en el gallinero. Prullàs se abalanza sobre ella y forcejean. Marichuli aparece en el Casino con su marido y sorprende a Martita y Prullàs. Martita se escandaliza y Prullàs se va a Barcelona por asuntos de trabajo. Prullàs se despide de Martita y se va a Barcelona. Prullàs llama a Gaudet y le pide que le llame cuando termine el ensayo. Prullàs se baña y se prepara para recibir la llamada de Gaudet. Gaudet le cuenta a Prullàs que ha tenido problemas con el protector de Lilí Villalba, una actriz de la compañía. El protector quiere que Lilí interprete un papel en la obra de Prullàs. Gaudet se siente presionado y preocupado por la situación.

Siguiendo este capítulo, Gaudet y Prullàs están comiendo juntos. Prullàs le cuenta a Gaudet sobre su encuentro con Ignacio Vallsigorri y cómo este hombre está tratando de interferir en la obra de teatro. Prullàs le pide a Gaudet que hable con Vallsigorri para disuadirlo de seguir adelante con sus planes. Gaudet reflexiona sobre si la actriz Lilí Villalba está involucrada en todo esto, pero Prullàs no está seguro. Deciden que Prullàs hablará con Vallsigorri y tratará de resolver la situación. Prullàs se va a casa y reflexiona sobre el encuentro con Vallsigorri. Luego, se da una ducha y se relaja en el balcón. Mientras tanto, Prullàs reflexiona sobre la situación y se pregunta si la chica sabe algo. Prullàs decide que hablará con Vallsigorri y tratará de disuadirlo de seguir adelante con sus planes. Prullàs se encuentra con Vallsigorri en el Círculo Ecuestre y tienen una conversación incómoda. Prullàs le explica a Vallsigorri que la situación puede llevar a un escándalo y le pide que lo piense mejor. Vallsigorri no parece muy preocupado y Prullàs se da cuenta de que será difícil convencerlo. Prullàs regresa a casa y se encuentra con la Sebastiana, quien le informa que alguien llamó preguntando por él. Prullàs descubre que es Marichuli Mercadal, quien ha bajado de Barcelona para verlo. Prullàs y Marichuli van al cine y luego a cenar juntos. Prullàs se siente incómodo durante la cita y se da cuenta de que Marichuli está interesada en él. Después de la cita, Prullàs regresa a casa y se da cuenta de que está solo. Prullàs se siente inquieto y decide irse. Mientras camina por las calles desiertas, reflexiona sobre su encuentro con Marichuli y se da cuenta de las posibles consecuencias de su aventura.

CAPÍTULO II 1

En este capítulo, Prullàs se encuentra con Bonifaci, el conserje del teatro, quien le cuenta que le robaron su palmatoria. Prullàs decide regalarle una nueva. Después, Prullàs se encuentra con Julio y Cecilia, quienes están emocionados por su plan de cometer un crimen perfecto y volverse ricos. Julio le explica a Cecilia que ha preparado todo y que solo falta que Enrique, un policía, se encuentre con Todoliu, el cómplice de Julio, para que puedan llevar a cabo su plan. Mientras tanto, en el teatro, la doncella se despide de Mariquita Pons porque Todoliu le ha propuesto irse con él a la Costa Azul. Mariquita Pons se enfada y le da un bofetón a su hijo, Luisito, cuando este intenta defender a la doncella. La doncella revela que Todoliu está persiguiéndola y que tiene planeado huir a la Costa Azul esa misma tarde. Julio y Cecilia se enteran de esto y deciden adelantar su plan. En el teatro, Gaudet le cuenta a Prullàs que Ignacio Vallsigorri, un hombre peligroso, ha llamado a su casa y le ha recordado su conversación anterior. Gaudet le sugiere a Prullàs que hable con Lilí Villalba, una joven actriz, para convencerla de que siga las instrucciones de Vallsigorri. Prullàs se encuentra con Benito, un tramoyista, y luego entra al camerino de Lilí Villalba, donde la encuentra desnuda. Prullàs se disculpa y se retira. Después, Prullàs se encuentra con Gaudet y le cuenta lo sucedido en el camerino. Gaudet le pide a Prullàs que hable con Lilí Villalba y le dé consejos para mejorar su actuación. Prullàs se niega al principio, pero finalmente acepta. Prullàs se encuentra con Lilí Villalba en el pasillo y hablan brevemente. Prullàs le sugiere que mejore su actuación y le dice que tiene potencial para triunfar en el cine. Lilí Villalba se despide y Prullàs regresa al escenario. Más tarde, Prullàs se encuentra con Mariquita Pons y le cuenta lo sucedido con Lilí Villalba. Mariquita Pons se muestra preocupada y le advierte a Prullàs que tenga cuidado con Vallsigorri. Prullàs se despide de Mariquita Pons y regresa a su casa. Allí, recibe la visita de Lilí Villalba, quien le pide disculpas por su comportamiento en el camerino. Lilí Villalba le explica que quiere ser actriz y está dispuesta a hacer cualquier sacrificio para lograrlo. Prullàs le pregunta si ha venido a su casa solo para decirle eso, y Lilí Villalba le confiesa que también le gusta y que está dispuesta a aprovechar su atractivo físico si eso le ayuda a conseguir sus objetivos. Prullàs le pide que se siente y continúe hablando. Lilí Villalba le explica que ha tenido suerte de conseguir un trabajo en el teatro, pero que también depende de Ignacio Vallsigorri, quien la ha ayudado a entrar en la compañía. Prullàs le dice que entiende su situación y le pide que sea sincera con él. Lilí Villalba le confiesa que le gusta a los hombres y que está dispuesta a aprovecharlo si eso le ayuda a tener éxito en el teatro. Prullàs le dice que debe interpretar sus palabras y Lilí Villalba se disculpa por haberse dejado llevar por sus emociones. Finalmente, Lilí Villalba se despide y Prullàs se queda pensando en lo que acaba de suceder.

Siguiendo este capítulo, Prullàs acompaña a Lilí Villalba a la puerta y le sugiere continuar su conversación en otro momento y lugar. Lilí acepta y le menciona un lugar discreto en la calle de la Unión. Prullàs vuelve a su habitación y lee una noticia sobre un acto cruel en el zoológico. Luego, lee sobre los cargos contra Alfried Krupp y la financiación de los nazis. Prullàs reflexiona sobre la hipocresía y corrupción del sistema de partidos. Después, Lilí le confiesa que la gente del teatro la tiene tirria y que Mariquita Pons quiere hacerle daño. Prullàs le aconseja no hablar mal de nadie y se distrae con la noticia del tiempo y los truenos. Lilí le pide que le enseñe a comportarse y Prullàs reflexiona sobre su atracción por ella. Recuerda historias de Mariquita Pons y reflexiona sobre su propia conducta. Prullàs decide visitar a Marichuli Mercadal al día siguiente. Luego, Prullàs y Lilí hablan sobre sus inicios en el teatro y Prullàs se siente atraído por su juventud y coraje. Prullàs recuerda su relación con Marichuli y siente remordimientos por su comportamiento. Marichuli regresa a Masnou y se siente angustiada por su aventura con Prullàs. Decide confesarse en la iglesia y se desmaya. Al despertar, se siente inquieta por la tormenta y ve en ella una señal fatídica. Marichuli regresa a casa y organiza una reunión en el jardín con Prullàs y su familia. Prullàs se siente incómodo y reflexiona sobre el teatro auténtico. El doctor Mercadal cuenta una anécdota sobre una función de teatro que salió mal. Prullàs menciona otra anécdota sobre una función que salió bien a pesar de los contratiempos.

Siguiendo este capítulo, los personajes continúan su conversación sobre el cine y el teatro. El doctor Mercadal defiende que el cine es el futuro y que el teatro debe adaptarse a los cambios. Prullàs, por su parte, solo le gustan las películas del Oeste y considera que el teatro es más auténtico. También hablan sobre las actrices de teatro y su reputación de ser caprichosas y tiránicas. Prullàs afirma que para triunfar en el teatro se necesita disciplina y clase. Además, critican la tendencia de las estrellas de Hollywood de mostrar sus casas opulentas en revistas. Luego, el doctor Mercadal pregunta sobre la obra que Prullàs está a punto de estrenar, pero él se niega a revelar detalles y dice que deben comprar una entrada para saber más. La conversación continúa con comentarios sobre los actores y su reputación en la sociedad. Prullàs afirma que los actores son seres marginales y nocturnos, mientras que Marichuli y Martita mencionan cómo los artistas de cine son tratados en la India. La discusión se vuelve más personal cuando Prullàs cambia de opinión sobre los actores y los critica, lo que lleva a una discusión entre los personajes. Finalmente, deciden dejar de discutir y disfrutar del champán. En la siguiente escena, Prullàs y el doctor Mercadal se quedan solos y Prullàs comenta que solo ha estado en la casa de Marichuli de noche. El doctor Mercadal aprovecha la oportunidad para agradecer a Prullàs y Martita por su amistad y apoyo, ya que se sienten solos en el pueblo. También menciona su preocupación por la actitud de Marichuli, quien parece estar perdiendo interés en la vida. Prullàs intenta aliviar la tensión y la conversación se desvía hacia otros temas, como el cine y el teatro. Luego, se unen al resto de la familia para tomar el aperitivo y discuten sobre el incidente en el Casino la noche anterior. Prullàs recibe una visita inesperada del diabólico doctor Corbeau, quien se disculpa por el incidente y le entrega un sobre con el dinero que Prullàs le había dado en la colecta. El capítulo termina con Prullàs reflexionando sobre el juego peligroso en el que están involucrados.

CAPÍTULO III 1

En este capítulo, Brusquets recibe a sus invitados, entre ellos Prullàs, un hombre calvo y de facciones vulgares pero con unos ojos vivos y azules. Brusquets habla un castellano impecable pero algo lento y lleno de perífrasis. Prullàs le agradece la invitación y luego se encuentran con Mariquita Pons, quien comenta que parece que solo hay hombres en la reunión. Brusquets se disculpa y les muestra la casa, que está decorada con elegante sencillez. Prullàs se entera de que Brusquets es un hombre rico pero con poca educación y conocimiento del mundo. Se casó con una mujer despótica que lo maltrataba, pero ahora que ella ha muerto, Brusquets no se adapta a la soledad. Prullàs también descubre que Brusquets ha perdido mucho dinero en negocios fallidos. Luego, Prullàs se encuentra con varios invitados y escucha conversaciones sobre temas como la política, la guerra y la posibilidad de vida en otros planetas. Finalmente, Prullàs decide irse de la fiesta y es acompañado por un desconocido en su coche. El desconocido lo lleva a un café donde se encuentran con un estraperlista llamado Poveda. Prullàs invita a Poveda a comer y luego se da cuenta de que el desconocido sabe muchas cosas sobre la gente.

Siguiendo este capítulo, Prullàs se encuentra con un desconocido que le consuela por su encuentro desagradable con don Lorenzo Verdugones. El desconocido le cuenta la fama sobrecogedora de don Lorenzo y cómo ha sido trasladado a Barcelona. Prullàs se siente inquieto por este encuentro y el desconocido le dice que no se preocupe, que la obra ya ha sido aprobada y que don Lorenzo probablemente ni se acuerde de él. Prullàs no se siente convencido y el desconocido le da la razón, diciendo que la aprensión de Prullàs no es exagerada. El desconocido le cuenta la historia de don Lorenzo y cómo ha pasado de ser un héroe a ocupar un cargo administrativo en Barcelona. Hay opiniones contradictorias sobre su labor en la ciudad, pero muchos lo ensalzan por su rectitud y energía. Otros, sin embargo, lo critican por su afán de mando absoluto y su falta de criterio en la delegación de funciones. Prullàs se siente desconcertado por este personaje y se pregunta si estará al borde de la insania, reprimiendo sus tendencias heroicas. El desconocido intenta animarlo y le dice que la obra será un éxito. Prullàs le cuenta que conoce a la señorita Lilí Villalba y el desconocido le revela que él también la conoce y que ha leído la obra de Prullàs. Prullàs se sorprende y el desconocido le explica que es Ignacio Vallsigorri, conocido por su relación con la señorita Lilí Villalba. Prullàs se muestra sorprendido y el desconocido le explica que no le ha revelado su identidad antes porque pensaba que Miguel Fontcuberta, amigo común, ya se lo habría contado. Prullàs se ofrece a pagar la cuenta, pero Ignacio Vallsigorri se lo impide y le propone ir a otro lugar para seguir conversando. Bajan por las Ramblas y disfrutan de la brisa marina. Ignacio Vallsigorri elogia a Barcelona y Prullàs reflexiona sobre la fama negativa que tiene la ciudad en el extranjero. Llegan a una taberna y son atendidos por una mujer con rasgos de raposa. Ignacio Vallsigorri le cuenta a Prullàs la historia de don Lorenzo y cómo ha llegado a ocupar su cargo en Barcelona. Prullàs se siente inquieto por el encuentro con don Lorenzo y el desconocido le da la razón. Ignacio Vallsigorri le cuenta que conoce a la señorita Lilí Villalba y que ha leído la obra de Prullàs. Prullàs se sorprende y el desconocido le revela que es Ignacio Vallsigorri, conocido por su relación con la señorita Lilí Villalba. Prullàs se muestra sorprendido y el desconocido le explica que no le ha revelado su identidad antes porque pensaba que Miguel Fontcuberta, amigo común, ya se lo habría contado. Prullàs se ofrece a pagar la cuenta, pero Ignacio Vallsigorri se lo impide y le propone ir a otro lugar para seguir conversando. Bajan por las Ramblas y disfrutan de la brisa marina. Ignacio Vallsigorri elogia a Barcelona y Prullàs reflexiona sobre la fama negativa que tiene la ciudad en el extranjero.

CAPÍTULO IV 1

En este capítulo, Cecilia, Julio y Luisito descubren el cadáver de Todoliu en el armario de la ropa blanca. Julio y Cecilia se dan cuenta de que alguien los ha adelantado y ha asesinado a Todoliu. Julio se preocupa por la coartada que habían planeado para cometer el asesinato, ya que ahora todas las sospechas recaerán sobre ellos. Cecilia no entiende por qué tendrían sospechas si ellos no han matado a nadie. Julio explica que son los únicos herederos de Todoliu y tienen motivos y oportunidades para matarlo. Además, han organizado pistas falsas que podrían volverse en su contra. Julio y Cecilia se sienten perdidos y temen que les espera la horca.

Después de la escena del armario, Prullàs habla con Gaudet y Mariquita Pons sobre la actuación. Prullàs menciona que ha estado hablando con Ignacio Vallsigorri y que le ha contado cosas increíbles. Prullàs y Gaudet acuerdan reunirse para hablar más tarde. Mariquita Pons le dice a Prullàs que Miguel tiene una reunión de negocios y no volverá a casa hasta tarde, por lo que Prullàs la lleva al cine y luego a cenar.

Más tarde, Prullàs se encuentra con Gaudet y le cuenta que ha estado hablando con Ignacio Vallsigorri. Gaudet le dice que Ignacio ha sido encontrado muerto en su casa. Prullàs se sorprende y recuerda que estuvo con Ignacio la noche anterior. Don Lorenzo Verdugones, un jerarca, llega a la casa de Prullàs y le informa que ha decidido ocuparse personalmente del caso de la muerte de Ignacio. Don Lorenzo pide la ayuda de Prullàs en la investigación.

Siguiendo este capítulo, Prullàs le cuenta a Gaudet que Don Lorenzo Verdugones lo ha incluido en la lista de sospechosos del asesinato de Ignacio Vallsigorri. Prullàs está preocupado porque la policía y Verdugones están investigando su relación con la señorita Lilí Villalba. Prullàs decide buscar a Lilí para pedirle que no mencione su relación en caso de ser interrogada. Gaudet le da la dirección de Lilí y Prullàs se dirige a su casa. Al llegar, Prullàs se encuentra con el padre de Lilí, un hombre rudo y desnudo, y finalmente encuentra a Lilí. Prullàs le pide que guarde silencio sobre su relación y le asegura que todo se arreglará. Después de un beso, Prullàs se va y encuentra a Gaudet durmiendo en el coche. Gaudet le pide que lo lleve a casa y Prullàs accede.

CAPÍTULO V 1

En este capítulo, don Lorenzo Verdugones saluda a Prullàs y le comenta que les espera un día lleno de emociones y descubrimientos. A pesar de las peripecias de la noche anterior, Prullàs apenas puede mantenerse en pie debido al cansancio. Don Lorenzo Verdugones comenta que hoy será un día emocionante y que confía en que la descomposición del cuerpo no esté muy avanzada. Prullàs confiesa que nunca ha presenciado una autopsia y se siente desolado ante la perspectiva de tener que hacerlo.

Don Lorenzo Verdugones y Prullàs se dirigen al piso de Ignacio Vallsigorri, donde se ha producido el asesinato. En el portal hay un guardia uniformado y en los balcones de los edificios contiguos se agolpan los curiosos. El jerarca comenta que espera que Prullàs le ayude a descubrir alguna anomalía en la disposición de los objetos domésticos. Ante la puerta del piso hay otro policía vestido de paisano. Al entrar, Prullàs percibe un olor a sudor y tabaco frío. Don Lorenzo Verdugones comenta que muchas personas han pasado por allí desde que se descubrió el cuerpo de la víctima. El salón donde se produjo el asesinato está intacto y don Lorenzo Verdugones señala una puerta acristalada que lleva a ese lugar.

El salón está decorado con muebles de estilo Luis XV y en las paredes cuelgan cuadros con grandes marcos dorados. Prullàs siente una sensación extraña debido al contraste entre el refinamiento decadente del aposento y el sangriento suceso que allí ocurrió. Don Lorenzo Verdugones comenta que el ambiente está cargado de electricidad debido a la muerte violenta que tuvo lugar allí. Explica que en el momento de cometerse un homicidio, tanto la víctima como el asesino experimentan una tremenda descarga emocional y que esta energía liberada se mantiene en el lugar durante mucho tiempo. Don Lorenzo Verdugones menciona la existencia de los fantasmas y su posible explicación científica.

Prullàs pregunta dónde estaba el cuerpo de la víctima y don Lorenzo Verdugones señala un silloncito de brazos. Prullàs comenta que creía que Ignacio Vallsigorri había sido apuñalado, pero no ve manchas de sangre en la tapicería. Don Lorenzo Verdugones explica que el cuerpo de la víctima fue encontrado en otro silloncito idéntico al que está en el salón, ya que el original fue llevado al laboratorio para su análisis. El jerarca comenta que el ataque debió de producirse de forma súbita y que Ignacio Vallsigorri no tuvo tiempo de reaccionar. Don Lorenzo Verdugones ofrece a Prullàs un cigarro y ambos fuman en el salón.

Después de la inspección del piso, don Lorenzo Verdugones y Prullàs se dirigen al bar del Instituto Anatómico Forense. Allí se encuentran con Sigüenza, el joven enjuto y pálido que Prullàs había conocido anteriormente en el despacho de don Lorenzo Verdugones. Sigüenza muestra a don Lorenzo Verdugones y Prullàs las fotos y el inventario del caso. Don Lorenzo Verdugones comenta que las fotos han quedado muy bien y Prullàs las examina. En todas ellas aparece Ignacio Vallsigorri recostado en un silloncito idéntico al que está en el salón. Prullàs comenta que es una coincidencia desagradable que Ignacio Vallsigorri haya muerto de una puñalada en el corazón, al igual que el personaje de su obra. Don Lorenzo Verdugones menciona que el arma homicida no ha sido encontrada y que eso complicará la resolución del caso.

Después de la visita al Instituto Anatómico Forense, don Lorenzo Verdugones y Prullàs se dirigen al Palacio de Justicia. Allí son atendidos por el doctor Capdevila, quien les informa sobre los resultados de la autopsia. El doctor Capdevila menciona que la muerte de Ignacio Vallsigorri fue debida a una herida de arma blanca y que el ataque fue premeditado. Prullàs pregunta a qué hora se produjo el hecho y el doctor Capdevila responde que entre las nueve y las doce de la noche. Don Lorenzo Verdugones comenta que el crimen pudo haber sido cometido por cualquier persona, tanto hombre como mujer, joven como anciano. Prullàs comenta que es una pena no haber encontrado el arma homicida, ya que eso aclararía muchas cosas.

Después de la visita al Palacio de Justicia, Prullàs llama a Mariquita Pons para hablar con el señor Fontcuberta. La doncella le dice que el señor Fontcuberta está ocupado y Prullàs le pide que le transmita a Mariquita Pons que está bien. Prullàs también llama a Carlos, un amigo suyo, para hablar sobre el caso. Carlos le comenta que Ignacio Vallsigorri tenía una hermana y un hermano mayor, pero desconoce quién heredará su fortuna. Prullàs le pide a Carlos que no le cuente nada por teléfono y que se vean más tarde en un bar para hablar con tranquilidad.

Prullàs regresa a su casa y encuentra a la Sebastiana, su criada, quien le informa de que la señorita Lilí Villalba ha llamado preguntando por él. Prullàs le dice a la Sebastiana que no le diga a la señorita Lilí Villalba dónde ha ido. Prullàs llama a Mariquita Pons y le dice que quiere hablar con el señor Fontcuberta. Mariquita Pons le comenta que ha sido una indisposición pasajera y que a veces tiene la sensación de que toda su vida se derrumba. Prullàs le promete a Mariquita Pons que no volverá a escribirle ningún papel de dama joven.

Siguiendo este capítulo, Prullàs se encuentra con la célebre actriz Mariquita Pons en su camerino. Ella se pone colorete y rimmel para mejorar su apariencia. Prullàs le propone ir al cine, pero ella le dice que su marido no quiere salir de casa. Prullàs le explica que tiene una cita con el marido de Mariquita en El Oro del Rhin. Mariquita se sorprende y le pregunta por qué vino a verla. Prullàs no quiere revelar que iba a buscar a la señorita Lilí Villalba cuando los aullidos de Mariquita lo desviaron de su propósito. Mariquita se queja de su marido y Prullàs le dice que no entiende a los hombres. Luego, cambia la escena y se describe la terraza de El Oro del Rhin, donde no hay mesas libres. En el interior del café, los hombres hablan de temas banales y los interventores ofrecen sus servicios para agilizar trámites burocráticos. Prullàs y Fontcuberta se sientan en un rincón y hablan sobre la situación de Prullàs. Fontcuberta le aconseja buscar un buen abogado y menciona a don Marcelino Sanjuanete. Prullàs duda, pero finalmente deciden ir a verlo. En el bufete de Sanjuanete, son recibidos por un ordenanza y esperan en una sala llena de clientes. Finalmente, son llamados a la oficina de Sanjuanete, donde Prullàs le explica su situación. Sanjuanete le dice que lo consideran culpable y que necesita un buen abogado. Prullàs menciona un posible móvil relacionado con una mujer, pero Sanjuanete le advierte que eso no le ayudará. Sanjuanete le aconseja evitar el auto de procesamiento y buscar un aval de alguien influyente. Prullàs menciona a su suegro, pero duda en involucrar a su familia. Fontcuberta sugiere buscar a alguien en el mundo de los escritores y menciona a José Felipe Clasiciano. Prullàs se muestra escéptico, pero Fontcuberta insiste en intentarlo. Prullàs llama a Marichuli Mercadal y quedan en encontrarse en un hotel. Marichuli se queja de estar en un lugar así, pero Prullàs le explica que es discreto y seguro. Prullàs le cuenta su situación y Marichuli lo escucha atentamente. Al final, Prullàs le dice que hay detalles que no le ha contado por delicadeza, pero Marichuli le asegura que confía en él y que no cree que sea capaz de matar a alguien.

Siguiendo este capítulo, Prullàs se encuentra con Marichuli Mercadal, quien le advierte que alguien está dirigiendo la investigación hacia él y que hay alguien cercano a él que quiere perjudicarlo. Marichuli le entrega una estampa de la Virgen de Fátima para protegerlo. Prullàs la acompaña a la parada del autobús y luego se dirige al hotel donde se encuentra José Felipe Clasiciano, un poeta modernista. Ambos conversan sobre la situación política y social en España y la difícil relación entre los españoles de ultramar y los que se quedaron en el país. Clasiciano le propone a Prullàs que lo acompañe a almorzar con Montcusí, un intelectual influyente. Durante la comida, Prullàs expone su situación y solicita el apoyo de la profesión. Montcusí y Clasiciano le explican que, aunque están dispuestos a ayudarlo, ellos también están en una situación complicada y vigilados. Prullàs agradece su interés y se despide. Luego, se encuentra con Poveda, un estraperlista, en un hotel frecuentado por subalternos de la fiesta brava. Poveda le cuenta sus aventuras y Prullàs le pide que lo llame si tiene alguna información relevante. Prullàs regresa a Masnou y se encuentra con su familia. Aunque se siente un intruso en su propio hogar, decide disfrutar del tiempo con su esposa e hijos. Al día siguiente, recibe una llamada de Lorenzo Verdugones, quien le propone acompañarlo a una corrida de toros en Reus. Prullàs acepta y se va a Masnou. En el camino, reflexiona sobre su situación y planea llevar a su familia de viaje después de resolver el caso. Al llegar a Masnou, se encuentra con Martita y deciden dar un paseo. Durante el paseo, Martita le cuenta que Marichuli Mercadal está pasando por un momento difícil y Prullàs se preocupa por ella. Al regresar al Casino, Prullàs se encuentra con el doctor Mercadal, quien está borracho. Prullàs y Martita deciden llevarlo a su casa y Prullàs reflexiona sobre la fragilidad de la mente humana. Al día siguiente, Prullàs se despide de Marichuli Mercadal y ella le advierte sobre la presencia de la Guardia Civil y la búsqueda de yates. Prullàs se queda intrigado y decide investigar más sobre el tema.

CAPÍTULO VI 1

En este capítulo, se relatan diferentes sucesos que ocurren en la vida de los personajes. Comienza con la partida del Queen Mary desde Nueva York, llevando a bordo a la actriz Ingrid Bergman y al filósofo José Ortega y Gasset. Mientras tanto, el juicio contra Alfried Krupp está llegando a su fin, con la defensa argumentando que no se está juzgando una conducta criminal, sino la significación de un hecho histórico.

Después, Prullàs se encuentra con Gaudet y le cuenta las entrevistas que ha tenido recientemente. Gaudet se muestra reacio a involucrarse en el caso y critica a los abogados y a los curas. Prullàs intenta convencerlo de que sigan investigando juntos, pero Gaudet se niega y decide alejarse del caso.

Más tarde, Prullàs se encuentra con Gaudet en un restaurante y le cuenta los problemas que está enfrentando en relación al caso de Ignacio Vallsigorri. Gaudet le confiesa que no quiere involucrarse más en el asunto y que ha decidido irse a Argentina. Prullàs se muestra molesto por la actitud de su amigo y discuten sobre su pasado en el colegio y la influencia de los curas en su educación.

Después de la discusión, Prullàs se va a casa y se encuentra con el hombrón que había conocido anteriormente en el domicilio de Lilí Villalba. El hombrón le cuenta que la policía los ha interrogado a él y a su hija sobre su relación con Prullàs. Prullàs se muestra preocupado por la reputación de Lilí y le pide al hombrón que se aleje de él y de su familia.

Finalmente, Prullàs se encuentra con Mariquita Pons en su camerino y ella le cuenta que Gaudet ha sido interrogado por la policía. Prullàs le agradece la información y le pregunta por qué se maquilla tanto para un simple ensayo. Mariquita Pons le responde que lo hace para que Gaudet se haga una idea de cómo se verá en el estreno de la obra.

En resumen, este capítulo muestra los diferentes sucesos que ocurren en la vida de los personajes, incluyendo el juicio contra Alfried Krupp, la decisión de Gaudet de alejarse del caso, la discusión entre Prullàs y Gaudet, el encuentro con el hombrón y la conversación con Mariquita Pons.

Siguiendo este capítulo, Prullàs recibe una llamada telefónica interrumpiendo su conversación con el chantajista. Es la doctora Maribel, quien le ofrece los resultados de los análisis antes de entregárselos a la policía. Prullàs acepta y acuerdan encontrarse en el Instituto de Belleza. Mientras tanto, Prullàs le pide a la Sebastiana que planche su americana blanca y le ordene al chantajista que se quede quieto y callado en el recibidor. Prullàs va a su despacho, cierra la puerta y contesta el teléfono. Es la doctora Maribel, quien le ofrece los resultados de los análisis antes de entregárselos a la policía. Prullàs acepta y acuerdan encontrarse en el Instituto de Belleza. Prullàs regresa al recibidor y le da al chantajista trescientas pesetas al mes a cambio de su silencio y su disposición para hacerle favores cuando se lo pida. El chantajista acepta y Prullàs le advierte que cualquier indiscreción o intento de engañarlo resultará en la pérdida de su dinero y la carrera de la niña. Prullàs sale al balcón a fumar y luego regresa al recibidor, donde el chantajista le reclama por haber tardado mucho. Prullàs le explica que estaba despidiendo a una visita engorrosa. Prullàs le paga al chantajista y le dice que no se conocen y que no se volverán a ver. Luego, Prullàs va al Instituto de Belleza a recoger a la doctora Maribel. Van a un restaurante en el jardín de La Rosaleda, donde conversan sobre diversos temas, incluyendo la vida de la doctora Maribel y la situación de Prullàs con la policía. La doctora Maribel le revela que su marido está en prisión y que está luchando por su liberación. Prullàs le ofrece su ayuda y la doctora Maribel le advierte sobre las posibles consecuencias de su situación con la policía. Al final de la velada, Prullàs le pregunta a la doctora Maribel si realmente cree que él mató a Ignacio Vallsigorri. La doctora Maribel no responde y le pide a Prullàs que la lleve a casa. Prullàs regresa a su casa y busca el frasco de perfume Arpège que le vendió Poveda, pero no lo encuentra. Luego, recibe un paquete con un libro y una nota del padre Emilio Porras S.J. Prullàs se acuesta, pero tiene pesadillas y se levanta al día siguiente. Llama a Mariquita Pons para obtener información sobre Poveda, pero no tiene éxito. Luego, llama a Sigüenza para preguntar por Poveda y descubre que don Lorenzo Verdugones ha estado haciendo registros en la Costa Brava. Prullàs visita a Poveda y le pregunta sobre la conjura de la que ha oído rumores. Poveda no tiene información concreta, pero le dice a Prullàs que algo puede estar sucediendo.

Siguiendo este capítulo, Prullàs se encuentra con Poveda, quien le habla sobre una posible conjura en la que están involucrados elementos monárquicos y socialistas. Poveda menciona que hay militares de alto rango en concomitancia con el Estoril y que quieren meter al diablo de nuevo en casa. Prullàs le pide a Poveda que le dé nombres y apellidos, pero este se niega. Luego, Prullàs evita que Poveda se suicide con una pistola de juguete y le pide que no hable de lo sucedido. Prullàs va a casa de Mariquita Pons, quien le cuenta que Don Lorenzo Verdugones ha estado buscando a Miguel Fontcuberta y que ha movilizado a la policía para capturarlo. Prullàs le promete a Mariquita que averiguará las intenciones de Don Lorenzo. Después de la conversación, Prullàs va a un restaurante donde recibe una llamada de Poveda, quien le cuenta sobre la presencia de Fontcuberta en Sevilla. Prullàs regresa a casa y recibe una llamada del doctor Mercadal, quien le habla sobre la enfermedad de Marichuli y la posibilidad de una lobotomía. Prullàs va a cenar con el doctor Mercadal y discuten sobre la enfermedad de Marichuli y la lobotomía. El capítulo termina con Prullàs preguntándole a la Sebastiana si creería que estuvo cenando con Yvonne de Carlo y si alguien podría cometer un asesinato y luego olvidarlo.

CAPÍTULO VII 1

En este capítulo, Enrique le cuenta a Cecilia que algo horrible ha ocurrido relacionado con su pariente Todoliu. Cecilia se sorprende al enterarse de que Todoliu ha sido asesinado, fingiendo sorpresa. Enrique le revela que en realidad Todoliu murió hace un mes y que la persona que ha estado en su casa no era él, sino el asesino. Cecilia se desmaya ante la noticia.

En otra escena, Prullàs se encuentra en el camerino de Mariquita Pons, quien le cuenta que Miguel ha llamado desde Madrid y que tiene pensado resolver los malentendidos en la Dirección General de Seguridad. Prullàs le pregunta si Miguel tiene pensado volver, pero Mariquita Pons no lo sabe. Prullàs le comenta que está investigando asesinatos y otros delitos menores en sus ratos libres.

Después, Prullàs se encuentra con Cosa Bonita en La Taberna de Mañuel. Cosa Bonita le ofrece un documento comprometedor a cambio de dinero. Prullàs acepta, pero solo puede reunir cuatro mil pesetas. La Fresca, una cantante de la taberna, se acerca a Prullàs y le pide una oportunidad en el teatro. Prullàs le da su tarjeta de visita y le dice que vaya a ver a José Gaudet.

Prullàs y Cosa Bonita se dirigen a un lugar desconocido en un barrio peligroso. Prullàs se preocupa por su seguridad, pero Cosa Bonita le asegura que no tiene nada que perder. Finalmente, llegan a un callejón donde hay varios tugurios y una multitud de personas desfavorecidas. Prullàs se pregunta por qué no se van a pedir a la Diagonal, pero Cosa Bonita le dice que tal vez la gente aquí es más compasiva.

En este capítulo se revela la muerte de Todoliu y se plantea la posibilidad de sustituir a Gaudet como director de la obra de teatro. Además, Prullàs se involucra en un trato con Cosa Bonita y la Fresca tiene la oportunidad de conseguir un papel en el teatro.

Siguiendo este capítulo, Cosa Bonita lleva a Prullàs a una casa de camas donde se encuentran con un grupo de prostitutas y un viejo cadavérico vestido de negro. El viejo se divierte con las prostitutas mientras Cosa Bonita explica a Prullàs que él es don Eduvigis y viene todas las noches a divertirse con ellas. Después de un rato, don Eduvigis se retira y las prostitutas vuelven a la normalidad. Cosa Bonita pregunta por Antoñita la Espatarrá y le dicen que está en el cuarto del fondo con el Niño de la Doctrina. Prullàs se mantiene cerca de la puerta, incómodo por el ambiente y el olor. En los cuartos alrededor del pasillo, ve camas y algunas escenas tristes, como una mujer amamantando a un niño escuálido. Prullàs se detiene a mirar y la madre le pide una limosna para sus hijos. Cosa Bonita y el tullido discuten sobre la mendicidad y Prullàs les da dinero. Luego, se escuchan gritos y peleas en el cuarto del fondo. Prullàs pregunta por los documentos y descubre que Antoñita la Espatarrá los tiene. Cosa Bonita explica que el Niño de la Doctrina quiere su parte del negocio y que están cerrando el trato. Prullàs se preocupa por su seguridad y Cosa Bonita le dice que no se preocupe, que está en su casa. Luego, entran en el cuarto y encuentran a Antoñita la Espatarrá y al Niño de la Doctrina. Prullàs les ofrece dinero por los documentos, pero el Niño de la Doctrina quiere el dinero primero. Prullàs insiste en ver los documentos primero y Antoñita la Espatarrá dice que los tiene en casa. Prullàs se niega a ir y el Niño de la Doctrina se pone agresivo. Finalmente, deciden ir a buscar los documentos juntos. Mientras caminan por los callejones, Prullàs se da cuenta de que está en peligro y trata de convencer a Antoñita la Espatarrá de que lo ayude a escapar. Ella se niega y Prullàs se desespera. Llegan al cuarto donde están los documentos y el Niño de la Doctrina se prepara para matar a Prullàs. En ese momento, aparecen Villalba y el gitano y se produce una pelea. Prullàs es herido, pero logra escapar con la ayuda de los recién llegados. Luego, se encuentran con la Fresca, quien les cuenta cómo descubrió el plan de los rateros y fue a buscar ayuda. Prullàs se dirige al Hotel Gallardo para descansar y Lilí Villalba lo acompaña. Mientras tanto, en la calle, la guardia canta una canción mientras vigila.

CAPÍTULO VIII 1

En este capítulo, Prullàs regresa a su casa después de justificar su apariencia y el paquete que recibió de la Sebastiana. Abre el paquete y encuentra la cartera de Vallsigorri, con una carta comprometedora. Prullàs confronta a Gaudet, quien admite saber de la existencia de la carta pero no cómo llegó a manos de Prullàs. Gaudet revela que Quiqui, la esposa de Vallsigorri, le contó todo y que está desesperada. Gaudet explica que Quiqui se casó con Vallsigorri por capricho y que él la engañaba con otras mujeres. Prullàs se siente culpable por no haber ayudado a Gaudet cuando más lo necesitaba. Gaudet revela que Quiqui escribió la carta en un momento de obcecación y se la dio a Vallsigorri en una velada en casa de Brusquets. Prullàs se entera de que Mariquita Pons también estuvo en la casa de Vallsigorri el día de su muerte. Mariquita Pons confiesa que fue a ver a Vallsigorri para recuperar la carta, pero él dijo que ya no la tenía. Prullàs es detenido por la policía y llevado ante el juez. El juez presenta pruebas de que Prullàs estuvo en un hotel con Vallsigorri y Lilí Villalba, y que luego regresó a la casa de Vallsigorri y lo asesinó. Prullàs intenta refutar las pruebas, pero el juez lo declara culpable.

Siguiendo este capítulo, el juez presiona a Prullàs para que hable y ofrezca una versión convincente de los hechos que lo incriminen. Prullàs se niega a hablar y el juez decide procesarlo. Don Lorenzo Verdugones se ofrece como fiscal y Prullàs es llevado a un calabozo. En el calabozo, Prullàs es interrogado y se le hace firmar una declaración. Luego es encerrado en una celda y pasa la noche allí. Al día siguiente, Prullàs es liberado porque han capturado al verdadero asesino de Vallsigorri. Prullàs se entera de que Lilí Villalba ha dejado el teatro y Gaudet le ofrece trabajo como asistenta. Prullàs se entristece por la partida de Lilí y se dirige a su antigua casa, pero descubre que los Villalba se han ido sin dejar rastro. Prullàs regresa al hotel y se da cuenta de que su habitación ya no le trae felicidad. Abandona el hotel y se va corriendo, dejando aliviado al recepcionista.

CAPÍTULO IX 1

En este capítulo, el mes de agosto llega a su fin con tormentas y mal tiempo. Los baños en la playa se vuelven desagradables debido a las algas y las olas agitadas. Prullàs sigue yendo a la playa pero no participa en los baños, se sienta bajo el toldo y lee el periódico. Sin embargo, se siente triste y regresa a casa sin saber qué hacer. Dedica más tiempo a sus hijos y ayuda con sus deberes de verano. Prullàs no busca relaciones sociales pero tampoco las evita. En las reuniones, se muestra hablador e ingenioso, pero a veces se inhibe. No es el mismo de antes, su actitud es ambigua y no se sabe si la presencia de los demás le molesta o le agrada. A veces se le ve emocionado. Prullàs apenas tiene contacto con Marichuli Mercadal, solo se saludan y hablan de cosas triviales. Alicia, la hija de Marichuli, parece estar preocupada y triste. Durante el día participa en juegos, pero por la noche llora desconsoladamente y su madre no puede consolarla. Prullàs sale a dar largas caminatas por la playa y un día se encuentra con su suegro, que ha ido a pescar. Su suegro le propone que se haga cargo de su empresa cuando se retire. Prullàs acepta la propuesta. Más tarde, Prullàs se encuentra con don Lorenzo Verdugones, quien le cuenta que ha sido destituido de su cargo y le ofrece trabajar juntos. Prullàs rechaza la oferta. En el Casino, Prullàs se encuentra con el doctor Mercadal y Marichuli. Marichuli está preocupada por su hija y el doctor le sugiere que se someta a una intervención. Prullàs baila con Marichuli y luego se encuentra con el ilusionista Corbeau. Prullàs reflexiona sobre su vida y acepta que su carrera como actor ha terminado. Finalmente, Prullàs se sienta junto a Roquet el dels Fems y fuman juntos.

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