El laberinto de las aceitunas

17 minutos

Prólogo Fernando Marías

En este capítulo, el autor reflexiona sobre la genialidad de la idea detrás de la novela "El laberinto de las aceitunas". Aunque reconoce que la verdadera ocurrencia se encuentra en la novela anterior de la serie, "El misterio de la cripta embrujada", el autor destaca la originalidad de combinar la novela negra norteamericana con la Transición-Democracia española. Mendoza conocía bien las reglas de este género narrativo y su primera novela, "La verdad sobre el caso Savolta", fue un éxito. Sin embargo, para su siguiente obra, buscó una vuelta de tuerca y decidió incorporar elementos de la picaresca española. En la primera parte de "El laberinto de las aceitunas", se puede apreciar una novela negra clásica, pero hacia la mitad del libro, la historia se vuelve inclasificable. El autor destaca el talento de Mendoza para satirizar los planteamientos teóricamente inamovibles de este género y lograr hacernos reír. El protagonista de la novela, un investigador sin nombre ni pasado, es un personaje crítico, desvalido y perplejo, que corretea desnudo y/o impregnado de sustancias pringosas por la democracia española. El autor concluye el capítulo expresando su adicción a este invento literario y su deseo de más.

De cómo fui secuestrado y por quién Capítulo 1

En este capítulo, el narrador relata cómo se encuentra a bordo de un avión con destino a Madrid. Observa a los pasajeros abrocharse los cinturones y se pregunta por qué está en el Puente Aéreo y qué lo lleva a la capital. Luego, retrocede en el tiempo y cuenta que la noche anterior había estado persiguiendo escarabajos en los rosales del doctor Sugrañes, su tarea habitual. Durante la caza, su compañero Pepito Purulencias se lastima el dedo gordo del pie y hace comentarios inapropiados. Después, el narrador revela que lleva seis años en un manicomio y que su comportamiento ha mejorado, pero aún tiene impulsos violentos. De repente, es atacado por dos hombres y lo secuestran. Lo llevan a un coche donde se encuentra con el comisario Flores, quien le informa que ha planeado su escape por órdenes superiores. Luego, llegan a un lugar desconocido y el narrador es liberado. El comisario lo lleva a una cocina de un restaurante de lujo y luego a un pasadizo y un montacargas. Finalmente, emergen en un pasillo de un hotel, pero no se sabe en cuál.

Y por qué Capítulo 2

En este capítulo, el narrador es llevado por el comisario Flores a un hotel donde se encuentra con el señor ministro de Agricultura, don Ceregumio Lavaca. El narrador reconoce al ministro pero no recuerda dónde lo ha visto antes. El ministro le pregunta al narrador si sabe quién es y el comisario le informa en secreto que es el ministro de Agricultura. El narrador intenta saltar sobre la mesa para besar la mano del ministro, pero es detenido por el comisario. El ministro explica que se encuentra en el hotel porque necesita la discreción del lugar. Habla sobre la difícil situación del país y revela que se ha producido un secuestro y que el gobierno está dispuesto a pagar el rescate. El ministro busca un intermediario de confianza y el comisario sugiere al narrador. El narrador intenta hablar pero expulsa pequeñas bolas de tierra, estiércol y saliva debido a la mordaza que llevaba puesta durante su secuestro. El ministro le insta a continuar su discurso, pero el narrador está tan avergonzado que olvida lo que iba a decir.

Pasos malhabidos Capítulo 3

En este capítulo, el protagonista se encuentra en la trastienda de la máquina estatal, reflexionando sobre la inexactitud de una metáfora y otros problemas que no tienen relación con el asunto que les ocupa. El señor ministro le informa que debe hacerse cargo de un maletín lleno de dinero y llevarlo a Madrid. Le da instrucciones detalladas sobre cómo realizar la entrega del maletín y le advierte sobre las consecuencias de cualquier intento de robo. El protagonista le informa al ministro que ha estado recluido en un sanatorio mental durante seis años y que le gustaría salir. El ministro le entrega el maletín y un billete de avión de ida y vuelta a Madrid. El protagonista llega a Madrid y se hospeda en un hotel de mala calidad. Descubre que el maletín ha sido robado y decide reemplazar el dinero con hojas de papel higiénico. Luego, se dirige a la cafetería Roncesvalles, donde debe encontrarse con alguien.

Intricación Capítulo 4

En este capítulo, el protagonista se encuentra en un bar lleno de gente y decide acercarse a la barra. En el camino, es llamado por tres individuos en una mesa, pero al acercarse, se da cuenta de que lleva puesta la ropa de un camarero manco. Intentando aparentar normalidad, se dirige a la barra y repite el pedido que escuchó en la mesa. Sin embargo, al llevar la bandeja hacia una mesa, se le cae todo al suelo y decide volver a la barra. En ese momento, una chica le pregunta la hora y él se da cuenta de que es la contraseña que le enseñó el señor ministro. Pero, distraído, deja pasar la oportunidad de cumplir su misión y la chica se va. El protagonista intenta perseguirla, pero el tráfico se lo impide. Luego, se queda dormido en la calle y es despertado por una señora. Sin dinero ni trabajo, decide regresar a su ciudad natal. En el aeropuerto, se encuentra con un conductor que lo lleva hasta allí y le cuenta sus problemas. Luego, llega al aeropuerto y toma un avión hacia Barcelona. Durante el vuelo, lee una noticia sobre un asesinato en Madrid y se preocupa por su propia seguridad. Al llegar a Barcelona, se hospeda en un hotel y descubre que el señor ministro ya no está allí. Luego, llama al comisario Flores, pero este no le da importancia a sus preocupaciones. El protagonista decide volver al manicomio, pero sigue temiendo por su vida. Mientras deambula por la ciudad, recuerda la imagen del señor ministro y se da cuenta de algo importante.

De película Capítulo 5

En este capítulo, el narrador encuentra a su hermana, Cándida, en la calle esperando clientes. Después de asustarla, le explica que está siendo buscado y necesita su ayuda. Cándida le cuenta que le habían dicho que él estaba muerto y que había perdido un brazo. El narrador le pide a Cándida que recuerde una película española que vieron juntos cuando eran niños, y ella menciona "Piélago de almas". A partir de ahí, el narrador le explica que está buscando a un actor que cree que es la misma persona que está suplantando a un ministro. Cándida accede a ayudarlo y le da información sobre el actor. Luego, el narrador se refugia en el apartamento de Cándida y duerme. Al despertar, Cándida le da información adicional sobre el actor y le presta sus cosas de maquillaje para que cambie su apariencia. Después de despedirse, el narrador se dirige a la dirección del actor y lo encuentra en un estado moribundo. Intenta llamar a la policía, pero descubre que los cables del teléfono han sido arrancados. Luego, encuentra un número de teléfono en la pared y llama a una agencia teatral. Después de revisar los archivos de la agencia sin encontrar información relevante, el narrador encuentra un álbum de fotos donde reconoce a la chica a la que le entregó el maletín en Madrid. Antes de que lo descubran, el narrador escapa por el balcón y se refugia en una academia de corte y confección. Finalmente, se va de allí y se pierde entre la multitud.

Demasiada higiene Capítulo 6

En este capítulo, el protagonista se despierta en un autobús al final del trayecto. Se baja en una plazoleta y se dirige hacia Dama de Elche. En el camino, se encuentra con un anciano que le muestra maquetas de pisos de lujo y le explica que tiene silicosis. El protagonista continúa su camino y llega a la casa de Suzanna Trash. Después de un malentendido en el que el protagonista es atacado, logra convencer a Suzanna de que está en peligro y le cuenta todo lo que ha sucedido. Suzanna decide ir a recoger el maletín que contiene el dinero y entregárselo a la policía. Sin embargo, el protagonista le advierte que esto solo empeorará su situación. Luego, reciben una llamada telefónica de un supuesto productor italiano que quiere reunirse con Suzanna. Deciden citarlo en un lugar neutral para investigarlo. Además, el protagonista le pide a Suzanna que contacte a un periodista para obtener información sobre posibles secuestros recientes.

Poca Capítulo 7

En este capítulo, el narrador y Emilia se encuentran en un bar en la rambla de Catalunya. Un mendigo se les acerca y les ofrece leerles la fortuna. Después de darle una moneda, el mendigo les dice que su piedra de la suerte es el topacio y que tengan cuidado con las inversiones en telefónicas. Luego, se les acerca María Pandora, una periodista que besa y zarandea a Emilia con vehemencia. María les cuenta que ha entrevistado al director de la Filarmónica de Dresde y les habla sobre el racismo en Estados Unidos. Emilia le pide información sobre secuestros recientes, pero María no sabe nada al respecto. María les invita a su casa más tarde para hablar más sobre el tema. Después de que María se va, Emilia y el narrador deciden ir a descansar a casa de Emilia. Sin embargo, cuando llegan, descubren que su casa ha sido allanada y que el maletín y el resguardo de la consigna han desaparecido. En ese momento, alguien toca el timbre y resulta ser Plutarquete Pajarell, un vecino que confiesa haber espiado a Emilia desde su terraza. Plutarquete les cuenta que vio a dos hombres revolviendo la casa y que quería ayudarlos. Sin embargo, no pudo darles más detalles sobre los hombres. Después de la visita de Plutarquete, el narrador decide ir a la agencia teatral La Prótasis para obtener más información.

Imposturas Capítulo 8

En este capítulo, el narrador cuenta cómo logró entrar en la agencia de corte y confección para robar el álbum de fotos. Al salir, se encuentra con el portero y dos individuos sospechosos, pero logra pasar desapercibido disfrazado de mujer. Luego se encuentra con Emilia, quien le informa que María Pandora no está en casa y que ha intentado comunicarse con ella sin éxito. Deciden ir a la redacción del periódico, pero antes el narrador quiere tomar una Pepsi-Cola para calmar sus nervios. Al llegar al piso de María Pandora, encuentran la puerta abierta y sospechan que se ha ido por las azoteas. Suben a la azotea y encuentran una foto de Muscle Power en la mesilla de noche de María Pandora, lo que les hace sospechar de su relación con él. Luego, Azucena Remojos, la fregona, llega a la casa y el narrador y Emilia deciden seguirla. Sin embargo, la fregona se sube a un coche negro y escapan. Intentan desbloquear el coche, pero pierden la oportunidad de seguir a la fregona. La Emilia memoriza la matrícula del coche y deciden ir a la cita con el presunto productor italiano en un restaurante chino.

Ñam ñam Capítulo 9

En este capítulo, el narrador y la Emilia entran a un restaurante donde son recibidos por un chino que insiste en que se quiten las prendas de abrigo. El chino los lleva a un reservado donde se encuentran con un productor italiano. La Emilia confiesa que robó un maletín y le entrega el resguardo al productor. Luego, el comisario Flores, que en realidad es un policía encubierto, se desmaya y es atendido por el chino. El comisario revela que el productor falso ha muerto y que el maletín contiene dinero ilegal. El narrador y la Emilia deciden no confiar en la policía y cambian el resguardo del maletín por el de la gabardina del narrador. El chino les presta ropa para disfrazarse y se despide de ellos.

Y otras argucias Capítulo 10

En este capítulo, el narrador y Emilia aparcan el coche en una plazoleta cerca del barrio donde vive Emilia. Encuentran un bar donde entran para hacer una llamada telefónica, pero el dueño del bar insiste en que prueben los callos a la madrileña. Después de que el dueño del bar les sirve un vermut blanco, les cuenta que está al borde de la ruina y que su esposa no quiere trabajar en el bar. Desde la trastienda, se escucha la voz de una mujer que le dice al dueño del bar que se vayan. El dueño del bar les indica dónde está el teléfono y el narrador llama a don Plutarquete Pajarell para hablar con él sobre las fotos que tienen. Don Plutarquete les dice que esperen cinco minutos y luego vayan a su casa. Mientras esperan, ven que el coche que los seguía se va y corren hacia el portal de don Plutarquete. Una vez en su casa, don Plutarquete examina las fotos y encuentra a uno de los hombres que vandalizaron la casa de Emilia. La Emilia reconoce al hombre como un actor de teatro infantil llamado Enrique Rodríguez. Don Plutarquete les cuenta una historia incoherente y luego encuentran otra foto de un hombre llamado Hans Fórceps. El narrador sospecha que estos dos hombres son los que lo sorprendieron a él en la agencia teatral. Deciden ir a la empresa Aceitunas Rellenas El Fandanguillo después de que el narrador haga algo. El narrador va al aeropuerto, se hace pasar por un chino y recoge un maletín en la consigna. Dos policías lo detienen y lo interrogan, pero finalmente lo dejan ir. Luego, el narrador y Emilia van a la casa de don Plutarquete, donde él les presta un traje y el narrador se viste con él. La Emilia llama a un amigo de Tráfico para obtener información sobre el coche negro, pero no obtienen ninguna pista. El narrador decide ir a la agencia teatral con el maletín.

Sueño y razón Capítulo 11

En este capítulo, el narrador le da las últimas instrucciones a Emilia antes de entrar en la agencia teatral. Luego, entra en el edificio y se encuentra con un hombre de pelo ensortijado y un mocetón que le dan explicaciones. Después de un breve diálogo, el narrador es llevado a una sala donde se encuentra el director de la agencia. El director le advierte sobre las dificultades de la profesión y le pregunta si estaría dispuesto a actuar en provincias. El narrador acepta y el director lo lleva a un teatro cercano para hacerle una prueba. Durante el camino, el narrador se da cuenta de que el coche de Emilia está estacionado frente al edificio. Sin embargo, el cojo y el mocetón lo llevan por un atajo oscuro y estrecho. Finalmente, llegan a un almacén donde el narrador es drogado y pierde el conocimiento. Cuando despierta, se encuentra en un lugar idílico y es golpeado por la Emilia, quien lo despierta. El narrador le explica lo que ha sucedido y le muestra una carta que encontró en el maletín. Luego, deciden regresar a la agencia teatral, pero descubren que está vacía. El narrador le explica a la Emilia lo que ha sucedido y le pide que entregue el maletín al comisario Flores. Finalmente, el narrador revela que debe esconderse de las autoridades y planea irse a América. Se despide de la Emilia y cada uno sigue su camino.

De la veleidad, o el destino Capítulo 12

En este capítulo, el narrador camina por la calle con el traje prestado por don Plutarquete Pajarell, pero decide devolverlo. Al llegar a la casa de Emilia, la encuentra en estado de pánico y ella le explica que algo terrible ha sucedido. Ambos entran a la casa y encuentran el cuerpo sin vida de María Pandora, la periodista. El narrador intenta verificar si aún está viva y decide hacerle un vomitivo para ayudarla. Sin embargo, descubre que el teléfono ha sido cortado y no puede llamar a los médicos de urgencia. Decide mentirle a Emilia diciendo que están en huelga y le pide que continúe con el tratamiento mientras él busca ayuda. Antes de irse, Emilia le suplica que no la abandone en esa situación, pero él decide marcharse. En la azotea, considera saltar a los edificios vecinos para escapar de sus perseguidores, pero finalmente regresa a la casa. Emilia le pide ayuda para desvestir a María Pandora y el narrador se siente incómodo al ver su cuerpo. Después de que María Pandora recupera la conciencia, deciden esperar a que se recupere por completo antes de tomar una decisión. El narrador sugiere llamar a un médico, pero Emilia prefiere esperar a que María les cuente lo que ha sucedido. El narrador toma el pulso de María y considera que el peligro inmediato ha pasado, pero su estado sigue siendo grave. Deciden llevarla de vuelta a la casa de don Plutarquete para evitar problemas con la policía. El narrador se muestra reacio a involucrar nuevamente al anciano en sus asuntos, pero Emilia insiste en que no hay otra opción. A pesar de sus dudas, el narrador accede y juntos llevan a María a la casa de don Plutarquete.

¿Quién no oculta un pasado? ¿Quién no un secreto? Capítulo 13

En este capítulo, el narrador y la Emilia llevan a la chica medio muerta, María Pandora, al hogar del anciano historiador, don Plutarquete. Después de tranquilizar al erudito sobre la situación, don Plutarquete los lleva al dormitorio para acomodar a María Pandora. Mientras tanto, el narrador relata la historia de cómo conoció a una mujer más joven que él, Clotildita, de la que se enamoró y se casó. Sin embargo, la vida matrimonial fue monótona y Clotildita decidió abandonarlo. Después de nueve años, el narrador recibió una carta de Clotildita en la que ella relataba su vida llena de desgracias y desprecio hacia él. El narrador le muestra la carta al profesor y luego rompe una foto en la que se ve a Clotildita y a un hombre, el actorzuelo. El narrador le pide al profesor que guarde silencio sobre lo que ha visto y le advierte que no cuente la historia que le ha contado. Antes de que el narrador pueda explicar más, son interrumpidos por un timbrazo.

Todo mal, todo en orden Capítulo 14

En este capítulo, un timbrazo interrumpe a los personajes y descubren que es el médico que llega a atender a María Pandora. El médico resulta ser un distinguido caballero que examina a la paciente y asegura que todo está en orden. Don Plutarquete se declara como el padre del bebé y el médico le da instrucciones sobre cómo cuidar a María Pandora. Después de que el médico se va, los personajes se sienten aliviados pero también sorprendidos por la noticia del embarazo. El narrador decide postergar las preguntas y centrarse en los aspectos prácticos. Propone recuperar el maletín olvidado en el piso de Emilia, llamar a la policía y salir antes de que lleguen. La Emilia y don Plutarquete expresan preocupación por la seguridad del narrador, pero él acepta la compañía de la Emilia.

Del amor Capítulo 15

En este capítulo, el narrador y la Emilia entran en el piso y encuentran el maletín en el salón. Deciden irse, pero la Emilia convence al narrador de que vaya con ella al dormitorio. Una vez allí, la Emilia cierra la puerta con el talón y empuja al narrador en la cama. Luego, ella tira de los calzoncillos del narrador y tienen relaciones sexuales. Después, fuman un cigarrillo juntos y el narrador empieza a hablar de su primer amor, Pustulina Mierdalojo. El narrador describe a Pustulina como una niña raquítica que se parecía a una cerda y cuenta cómo se enamoraron cuando eran niños. Luego, el narrador se despierta solo en la cama y la Emilia entra en el cuarto envuelta en una toalla. La Emilia le dice al narrador que deben regresar porque don Plutarquete debe estar preocupado. El narrador se ducha y se viste con una sábana y una toalla en la cabeza. Antes de salir, la Emilia echa una última mirada al piso y tienen la sensación de que puede ser la última vez que lo ven.

De la violencia Capítulo 16

En este capítulo, el narrador relata cómo, al salir a la calle, siente el calor del sol y el hambre que no puede soportar. La Emilia propone ir a comprar algo para desayunar y se separan. El narrador sube al piso de don Plutarquete y, al no obtener respuesta, decide entrar usando un aplique como ganzúa. Al entrar, descubre que la sala está destrozada y los libros han sido quemados. El narrador se siente culpable por haber dejado solo a don Plutarquete y se sienta en el suelo a lamentarse. Sin embargo, escucha gemidos provenientes del dormitorio y encuentra a don Plutarquete malherido en el suelo. El profesor le cuenta que tres hombres lo atacaron y le preguntaron por el paradero del narrador y la Emilia. A pesar de su estado, don Plutarquete se preocupa por la desaparición de María Pandora. El narrador promete encontrarla y vengarse de los responsables. La Emilia llega del colmado y les cuenta que vio a la fregona que los sorprendió en casa de María Pandora. El narrador le pide que busque la dirección de la empresa de aceitunas rellenas que estaba en el coche de la fregona. El narrador tiene un plan y deciden ir todos juntos, con la Emilia esperando en el coche.

Del dinero Capítulo 17

En este capítulo, el narrador y don Plutarquete llegan a la sede de la empresa olivera, un rascacielos de cuatro pisos en el barrio de Tres Torres. A pesar de esperar encontrar una bodega o un chamizo, se sorprenden al ver un edificio moderno y lujoso. La recepcionista, con un contoneo firme, les indica la salida y llama a un conserje armado. El narrador intenta impresionar a la recepcionista diciendo que tienen una cita con el Consejo de Administración. Después de mostrarle el maletín lleno de dinero, la recepcionista los lleva a una sala de espera lujosa. Luego, son recibidos por don Santiago Pebrotines, secretario del Consejo. En una sala de juntas, los miembros del Consejo los observan en silencio hasta que don Santiago sugiere mostrarles el dinero. Al abrir el maletín, los miembros del Consejo se emocionan y comienzan a hablar y hacer gestos exagerados. La escena se vuelve caótica hasta que suena un pito y se restablece el orden.

Del poder Capítulo 18

En este capítulo, el narrador relata cómo se produce un repentino silencio en la sala de reuniones cuando un aparato en forma de tostadora comienza a emitir un mensaje. El guía del narrador le explica que el consejero delegado va a dirigirles la palabra y todos los presentes prestan atención. Sin embargo, el mensaje se interrumpe debido a una interferencia de una emisora de radio local. A pesar de esto, los presentes aplauden y muestran su aprobación. Luego, el aparato anuncia que la sesión ha concluido y ofrece a los presentes pastas secas y tisana. Nadie se levanta y algunos expresan su gratitud, aunque muestran su repugnancia. A continuación, el aparato llama a Pebrotines, el acompañante del narrador, y le pide que lleve a los dos visitantes a su despacho. El narrador y el viejo historiador se miran vacilantes, pero Pebrotines los apura y los lleva rápidamente al despacho. Una vez allí, Pebrotines les informa que están atrapados y los cachea en busca de armas. Después de esto, se abre una compuerta y entran en un gabinete decorado con un escritorio y dos butacones. La voz del aparato les da la bienvenida y les muestra una serie de diapositivas que revelan la estructura y las actividades de la empresa. También muestra fotos personales del narrador y explica que están atrapados y que no saldrán vivos de allí. El capítulo termina con el narrador y el viejo historiador sintiendo que han caído en una trampa.

Sobre ascuas Capítulo 19

En este capítulo, la voz misteriosa anuncia la llegada de grandes sucesos mientras el protagonista y los demás personajes están atrapados en una habitación. El protagonista intenta encontrar algo que pueda usar como arma, pero no encuentra nada útil. Sin embargo, descubre una caja de cerillas en el bolsillo de su gabardina y decide quemar los billetes de uno en uno para presionar a la voz a negociar. Después de un breve intercambio, acuerdan liberar a María Pandora y salir de la habitación. Los matones intentan detenerlos, pero el protagonista utiliza el humo de las cerillas para escapar. Finalmente, logran salir del edificio y suben al coche de la Emilia. El protagonista explica a la Emilia lo sucedido y todos se alegran de haber salido ilesos. Sin embargo, el protagonista siente tristeza por haber perdido el maletín con el dinero. Deciden llevar a María Pandora a un lugar seguro y el protagonista ya tiene un plan en mente.

No hay reposo Capítulo 20

En este capítulo, Cándida está durmiendo en la calle cuando el narrador se acerca a ella. Después de un pequeño accidente, el narrador le pide ayuda a Cándida para cuidar de una chica enferma que ha sufrido un accidente. Cándida acepta y todos se dirigen a su casa. Una vez allí, la chica recupera la conciencia pero no reconoce a nadie. Intentan obtener información de ella, pero no tienen éxito. Deciden buscar pistas en una biblioteca y encuentran un mapa y una guía turística que los lleva a un monasterio en Sant Pere de les Cireres. Deciden ir allí y la Emilia se une a ellos. Cándida se queda en casa cuidando de la chica enferma.

Todo sube Capítulo 21

En este capítulo, los personajes continúan su viaje en coche hacia el monasterio. La Emilia demuestra ser una buena conductora, a pesar de estar cansada por la noche anterior. Durante el trayecto, disfrutan de los hermosos paisajes y don Plutarquete comenta cómo ha cambiado el paisaje a lo largo de los años. Sin embargo, don Plutarquete se queda dormido antes de llegar al primer peaje y la Emilia le pide al narrador que le cuente qué pasó con su primer amor. El narrador le dice que la vida los separó, pero la Emilia considera que es una tergiversación. Luego, deciden parar en una estación de servicio para repostar y aprovechan para comprar chicles. Llegan a Sant Pere de les Cireres de noche, un pueblo solitario y neblinoso. En la taberna, el tabernero les cuenta que están preparando una cena con espectáculo para ver un partido de fútbol. A pesar de la advertencia del tabernero, deciden continuar hacia el monasterio. En el camino, se encuentran con dificultades debido a la niebla y el terreno accidentado. El historiador decide quedarse atrás, pero la Emilia grita al ver algo entre la niebla. Resulta ser una banda de contrabandistas, según el historiador. Continúan ascendiendo hacia el monasterio formando una cadena con la ropa.

La pía compañía Capítulo 22

En este capítulo, el narrador y Emilia se encuentran en un talud empinado y una densa niebla. Emilia muestra al narrador que han perdido a don Plutarquete, quien está tendido en el suelo con los pantalones bajados. A pesar de las protestas de don Plutarquete, Emilia lo carga sobre su hombro y continúan su camino. Escuchan el tañido de campanas y deciden dirigirse hacia el monasterio. Después de varias peripecias, llegan a un monasterio en ruinas y son recibidos por el portero. El padre prior les da la bienvenida y les cuenta que son los únicos monjes que quedan en el monasterio. El narrador y Emilia deciden explorar el monasterio, mientras que don Plutarquete se sumerge en la biblioteca. El narrador visita varias celdas y se encuentra con monjes excéntricos, como el portero, un astrónomo y un penitente. Finalmente, el narrador decide abandonar la búsqueda de las catacumbas y regresar a la capilla, donde se reunirá con Emilia en una hora.

El súcubo canoro Capítulo 23

En este capítulo, el narrador se encuentra con el monje endemoniado, quien le cuenta que ha intentado varios exorcismos sin éxito. El monje se lamenta de que, a pesar de haber dedicado toda su vida a servir al Señor, el príncipe de las tinieblas ha arruinado todo. El narrador le pregunta cuándo comenzaron los síntomas y el monje le cuenta que fue hace un año, cuando escuchó una voz mientras dormía. El narrador le propone hacer una prueba y se acuesta en el catre del monje, pero no escucha nada. Luego, el narrador encuentra un boquete en la pared y descubre que la voz proviene de un túnel en la ladera del monte. El monje va a buscar a los demás monjes mientras el narrador y la Emilia exploran el túnel. Encuentran esqueletos y un esqueleto vestido con una camiseta de la Universidad de Princeton. Luego, descubren una puerta secreta que los lleva a un corredor y finalmente a un vestuario de gimnasio. En el vestuario, encuentran ropa y equipo de protección radiactiva. Antes de que puedan reaccionar, cinco hombres entran y exclaman en inglés: "¿Qué demonios es esto?".

Danger! Capítulo 24

En este capítulo, el narrador recuerda que en sus tiempos de libertad solía frecuentar las Ramblas y escuchó a unos hombres hablando en inglés. Intenta recordar algunas palabras en inglés y las dice en un intento de parecer amigable. Luego, arroja una barra de hierro a uno de los hombres y huye con Emilia hacia la catacumba. Sin embargo, los hombres los alcanzan en el cuarto de herramientas, pero son salvados por la llegada de una comunidad religiosa liderada por el padre prior. Agradecidos por la ayuda, el narrador y Emilia evitan el enfrentamiento y regresan al vestuario que habían abandonado. Desde allí, suben por una escalera de caracol y llegan a un descansillo donde encuentran un observatorio o centro meteorológico. Observan una sala circular con un telescopio monumental y numerosos aparatos electrónicos. El narrador deduce que están en una estación de rastreo y seguimiento de satélites. Luego, la Emilia plantea la posibilidad de que la estación haya caído en manos de manipuladores sin escrúpulos y que podrían hacer caer un satélite sobre la península ibérica, causando radiactividad. El narrador decide que deben impedirlo, aunque no sabe cómo.

¿Nuclear? No, gracias Capítulo 25

En este capítulo, el narrador abre una escotilla y entra en la sala de máquinas sin saber qué hacer. Mientras examina las pantallas de televisión, ve a un hombre vestido con un guardapolvo blanco y una escafandra. El narrador lo agarra por los tobillos y lo tira al suelo, rompiendo su escafandra. Luego, la Emilia toca botones y cables, causando un peligroso cortocircuito que el narrador logra detener arrojando su gabardina sobre los cables. Después, el narrador mira por el telescopio y ve una esfera dorada acercándose rápidamente. A pesar de no recibir respuesta al gritar, el narrador intenta hacer algo en el panel de control. Finalmente, el narrador reflexiona sobre su vida y sus preguntas sin respuesta, y la Emilia informa que la imagen ha desaparecido, lo que lleva al narrador a concluir que es el fin.

El algoritmo de las aceitunas Capítulo 26

En este capítulo, el protagonista relata cómo, después de haber causado un gran revuelo en la estación espacial, es detenido por la Guardia Civil y acusado de sabotaje. Aparecen en la sala de máquinas los cinco ingenieros espaciales y los monjes con los que habían tenido un enfrentamiento en el trastero. Luego, llegan varios miembros de la Guardia Civil y un destacamento de soldados. El protagonista es esposado y apuntado por metralletas. El técnico que había sido golpeado por el protagonista lo acusa de haberlo agredido y manipulado los controles, pero el cabo de la Guardia Civil no le cree. El comisario Flores llega a la sala y se hace cargo del protagonista, llevándolo a su despacho. Allí, el comisario recibe una llamada y se compromete a cumplir una orden. Luego, el comisario y el protagonista salen del edificio en un coche patrulla. En el camino, se encuentran con la hermana del protagonista, Cándida, que también ha sido detenida. El comisario la deja en manos de otros policías y continúa con el protagonista. Finalmente, llegan a un manicomio, donde el comisario hace que dos policías lancen al protagonista por los aires y caiga en una rosaleda, asustando a Pepito Purulencias. El capítulo termina con el protagonista enterándose de que su imagen y sus palabras han sido transmitidas por televisión, causando un gran revuelo.

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