El rey recibe

11 minutos

PRIMERA PARTE

Capítulo 1

En este capítulo, el narrador, Rufo Batalla, relata cómo fue enviado a cubrir la suntuosa boda del príncipe Tadeusz Maria Clementij Tukuulo, heredero de la realeza de Livonia, con la bella señorita Isabella. A pesar de no estar interesado en la boda real, Rufo acepta la tarea y viaja a Mallorca para cubrir el evento.

Rufo recuerda su difícil situación económica y su experiencia en Londres, donde vivió con una beca de estudios y trabajó en empleos precarios. De regreso en Barcelona, consigue un trabajo en un periódico como meritorio y es asignado a cubrir la boda real en Mallorca.

El director del periódico le da instrucciones de cubrir el evento y obtener información sobre los invitados y el menú, pero le prohíbe acercarse al príncipe. Rufo se siente desanimado por la tarea, ya que no le interesa la boda real y es un opositor al régimen dictatorial.

En Mallorca, Rufo se encuentra con una chica llamada Mónica, a quien ayuda a arreglar su motocicleta averiada. Después de solucionar el problema, Mónica invita a Rufo a tomar una copa y pasan la noche juntos.

Al día siguiente, Rufo se despierta tarde y se da cuenta de que ha perdido la ceremonia de la boda. Intenta encontrar un lugar desde donde pueda ver a los invitados, pero es detenido por dos hombres que lo llevan a una habitación del hotel Formentor.

En la habitación, Rufo es interrogado por el príncipe Tukuulo, quien revela que la detención fue una farsa para evitar que Rufo envíe su crónica al periódico sin antes hablar con él. El príncipe ofrece una entrevista exclusiva a Rufo y se disculpa por el inconveniente.

Rufo llama al periódico y dicta la entrevista al redactor, mientras el príncipe supervisa la conversación. Después de la llamada, el príncipe y sus acompañantes se despiden de Rufo y él cena en el jardín del hotel.

El capítulo termina con el príncipe advirtiendo a Rufo sobre posibles amenazas a su seguridad y mencionando la persistencia de la KGB.

Siguiendo este capítulo, el príncipe continúa su relato sobre su historia y sus ambiciones políticas. Explica que su padre fue un capitán de la Guardia Blanca y que, tras la derrota del Ejército Rojo, se refugió en Polonia. Durante su exilio, el príncipe y su madre vivieron en la pobreza y se mudaron constantemente. El padre del príncipe simpatizó con el nazismo y creyó que Von Ribbentrop lo restauraría en el trono después de la guerra. Sin embargo, después de la guerra, su padre fue abandonado y murió en un hospital público en Londres. El príncipe también revela que su matrimonio con Queen Isabella es solo una farsa y que su esposa está de acuerdo en cooperar en sus planes a cambio de apoyo económico. El príncipe también expresa su aversión hacia el marxismo y su creencia de que la política y las ideologías son inútiles. Luego, el príncipe y el narrador se encuentran con el staretz, un monje que es el director espiritual del príncipe. Después de una breve conversación, el príncipe y el narrador se retiran a un lugar apartado en la playa. El príncipe revela que el staretz lo ha instado a consumar su matrimonio y luego desaparece repentinamente. El narrador regresa al hotel y se despide del príncipe. Al regresar a Barcelona, el narrador reflexiona sobre su trabajo como periodista y su creciente desilusión con el comunismo. Decide viajar a Europa del Este para ver la realidad por sí mismo. En el tren, conoce a un traductor checo que habla español y discuten sobre la poesía y la cultura en Checoslovaquia.

Siguiendo este capítulo, el narrador llega a Praga y se encuentra con que su compañero de viaje no podrá acompañarlo durante su estancia en la ciudad. Sin embargo, le entrega la tarjeta de una amiga suya, Katerina, profesora de Literatura Comparada, a quien puede contactar para obtener información más directa sobre la ciudad y el país. A pesar de sus reservas, el narrador decide llamar a Katerina y concertar una cita con ella.

Después de una llamada infructuosa desde el hotel, finalmente logra comunicarse con Katerina y acuerdan encontrarse en su casa. El narrador describe el barrio donde vive Katerina y cómo se siente al llegar a su pequeño apartamento. Durante la visita, Katerina le presenta a algunos de sus colegas, quienes comparten sus opiniones sobre la situación política y social en Checoslovaquia. Hablan sobre la necesidad de cambios en el sistema socialista y la demanda de libertad de expresión.

Después de la reunión, el narrador regresa a su hotel y reflexiona sobre la experiencia. A pesar de las dudas y la falta de apoyo de sus amigos, el narrador siente que ha presenciado un momento importante en la historia y decide escribir a Katerina para mantenerse informado sobre los acontecimientos.

Más tarde, el narrador recibe un paquete postal de Londres enviado por el príncipe Tukuulo, que contiene un disco de música pop que se ha vuelto muy popular. El narrador se sumerge en la música y la portada del álbum, lo que le hace cuestionar sus antiguas convicciones.

A medida que pasan los meses, el narrador sigue los acontecimientos internacionales, como la revuelta estudiantil en París y la represión en Checoslovaquia. También reflexiona sobre la falta de comprensión y comunicación en su relación con sus padres. Finalmente, el narrador deja su trabajo en el periódico y se convierte en editor de una revista, estableciéndose en su propio apartamento.

Siguiendo este capítulo, el narrador nos cuenta sobre su relación con Gustavo Alfaro, un hombre apuesto y simpático que vivía en París y contaba historias dudosas. Gustavo tenía un sueño recurrente en el que una mujer misteriosa aparecía en su habitación. Decidió buscar ayuda profesional y visitó a una psicóloga llamada Muriel. Después de varias sesiones, Muriel accedió a pasar tres noches en la mansarda de Gustavo para resolver el misterio, pero la aparición no volvió a aparecer hasta que Muriel dejó de venir. Gustavo fue expulsado de la mansarda por la policía debido a los celos entre Muriel y la aparición.

El narrador también reflexiona sobre la revolución sexual en España y cómo afecta a las relaciones entre hombres y mujeres. Describe cómo las mujeres adoptan una nueva conducta más abierta y cómo los hombres se sienten confundidos y desorientados. El narrador admira a las mujeres pero no las entiende y se siente inseguro en sus relaciones con ellas.

Después de un tiempo, el narrador comienza a salir con una chica llamada Claudia Centellas. Aunque disfruta de su compañía, siente que la relación no avanza y se pregunta si debería comprometerse más. También reflexiona sobre la revista Gong, de la cual es director, y cómo inventa entrevistas y reportajes para llenar sus páginas.

Un día, el narrador recibe una llamada de Mónica Coover, una mujer que conoció en Mallorca y que ahora vive en Madrid. Mónica le pide que la visite en Madrid y le propone abrir una cuenta bancaria conjunta para ayudar al príncipe Tukuulo en una operación financiera. El narrador acepta y viaja a Madrid para encontrarse con Mónica. Después de la reunión, el narrador reflexiona sobre su relación con Claudia y Mónica, y se siente confundido sobre qué hacer.

Más tarde, el narrador es convocado a una reunión en una oficina bancaria en Barcelona. Allí se encuentra con un hombre llamado Vilopriu y el staretz Porfirio, quien le pide su opinión sobre si debería dejar la revista y marcharse. El narrador se siente incómodo y discute con el staretz, pero al final decide que debería dejar la revista y marcharse. El capítulo termina con el narrador reflexionando sobre la muerte de Janis Joplin y la llegada de la Navidad.

Siguiendo este capítulo, el narrador se encuentra con Gudrun en una cafetería y discuten sobre teorías de conspiración y la supuesta falsedad del diario de Ana Frank. Luego, el narrador le cuenta a Gudrun sobre su relación con Claudia y cómo ella le confesó tener un amante. Gudrun le aconseja que hable con el padre de Claudia para poner fin a la relación. El narrador acepta y se cita con el padre de Claudia. Durante la conversación, el padre expresa sus opiniones políticas y su descontento con la situación actual. Después de la reunión, el narrador se encuentra con Claudia y ella le dice que fingirá ser ella quien no quiere casarse con él para evitar que sus padres piensen mal de él. Claudia confiesa que le duele la separación y que no quiere perderlo, a pesar de sus defectos.

SEGUNDA PARTE

Capítulo 2

En este capítulo, el narrador nos cuenta su experiencia en Nueva York después de dejar España. Comienza hablando de la posibilidad de una bomba atómica en Manhattan y cómo esto le hace reflexionar sobre la importancia de su vida en un lugar que no le concierne. Luego, describe la situación de la guerra fría y los simulacros de alarma que se realizan en la radio. A pesar de todo esto, el narrador decide mudarse a Nueva York en busca de un trabajo mejor.

Al llegar a la ciudad, el narrador se encuentra con una mala fama de Nueva York, pero decide instalarse en el West Village. Describe su experiencia en la ciudad, desde el frío y la suciedad hasta la sensación de estar perdido en un lugar desconocido. A pesar de todo, poco a poco se va adaptando y encuentra un apartamento en el que se siente como en casa.

El narrador también nos habla de sus compañeros de trabajo en la delegación de la Cámara de Comercio. Describe a cada uno de ellos, desde el señor Carvajal, el jefe, hasta Javier Piñol, Paco Andrade y Alicia Pujadas. Aunque son personas con ideas conservadoras y retrógradas, el narrador se siente cómodo con ellos y encuentra una especie de reflejo de su propia personalidad en ellos.

El narrador también nos cuenta sus experiencias en la ciudad, desde sus paseos por las calles hasta sus encuentros con otros españoles y sus visitas a parties. Describe cómo se siente un extranjero en la ciudad y cómo se va alejando cada vez más de su vida en España.

Finalmente, el narrador reflexiona sobre las cartas que recibe de su familia y amigos en España. Aunque al principio las espera con ilusión, pronto se da cuenta de que no tienen mucho que contar y que solo le recuerdan su vida pasada. También nos habla de sus encuentros con otros españoles en la ciudad y cómo se siente diferente a ellos.

En resumen, este capítulo nos muestra la adaptación del narrador a la vida en Nueva York, sus experiencias en la ciudad y su alejamiento de su vida en España. También nos presenta a sus compañeros de trabajo y sus encuentros con otros españoles en la ciudad.

Siguiendo este capítulo, se nos presenta la vida de China en Nueva York. Aunque vive como una reina, se siente muy sola debido a la ausencia constante de su marido Allan, un abogado especializado en derecho penal. China organiza fiestas para compensar su soledad y en ellas invita a muchos españoles. En una de estas fiestas, conoce a Valentina, una mujer atractiva pero poco interesada en agradar a los demás. Valentina y China son amigas íntimas, pero Valentina siente una rivalidad ridícula hacia China y se esfuerza por ser su opuesto. Valentina cuenta a ESATLAS que se ha mudado a Nueva York para liberarse del chantaje sentimental al que se sentía sometida en España. ESATLAS se siente atraído por Valentina y, en un intento de llamar su atención, decide utilizar una artimaña que funcionó en una novela que leyó. Valentina parece interesada y ambos abandonan la fiesta juntos. En el apartamento de Valentina, ESATLAS se da cuenta de que no hay intimidad y que Valentina parece distante. A pesar de esto, pasan la noche juntos. Al día siguiente, ESATLAS se despierta sobresaltado y se da cuenta de que se siente perdido en la ciudad. Valentina se ha ido sin despedirse y ESATLAS se siente engañado. A pesar de esto, decide no llamarla y mantener su promesa de no volver a contactarla. Sin embargo, Valentina lo llama para invitarlo a un party en casa de unos amigos. ESATLAS acepta y se encuentra con Valentina y Ernie, un amigo de Valentina que se ha quedado en su apartamento. Durante la fiesta, ESATLAS se encuentra con Allan y China Higgins, quienes le preguntan su opinión sobre el caso Watergate. ESATLAS no está interesado en el tema y prefiere no emitir juicio. Durante la fiesta, Ernie le advierte a ESATLAS sobre la relación de China con Allan y le cuenta una historia sobre un chico español que desapareció después de tener una relación con China. ESATLAS se siente incómodo con la situación y decide irse de la fiesta. Después de la fiesta, ESATLAS se siente deprimido y decide llamar a Valentina para preguntarle sobre sus planes para las fiestas navideñas. Valentina le responde de manera fría y le dice que ha quedado con Ernie. ESATLAS decide pasar la Navidad solo y reflexiona sobre su situación en Nueva York. Durante este tiempo, ESATLAS se encuentra con personas que le cuentan sus historias de vida y reflexiona sobre la adaptación y la soledad en la gran ciudad. Al final del capítulo, ESATLAS se encuentra con una mujer china en un bar y pasan la noche juntos. Al despertar, la mujer se ha ido y ESATLAS se da cuenta de que le ha robado dinero. A pesar de esto, ESATLAS recuerda el roce de su piel y la sensación de tristeza que le produjo su indiferencia.

Siguiendo este capítulo, Valentina se siente angustiada por la inmersión en su familia, ya que cada miembro reclama una conexión sentimental tan fuerte que la convivencia se convierte en roces constantes. Por otro lado, el narrador se siente responsable de lo que sucede en España y se preocupa por la deriva política del país. Sin embargo, el señor Carvajal le asegura que no pasará nada malo y que el país seguirá funcionando gracias al tejido funcionarial. Además, le informa que el príncipe Juan Carlos será el próximo rey y que los militares solo intervendrán cuando sea necesario.

La relación entre Valentina y el narrador se vuelve más insustancial y ambigua, con rupturas repentinas y sin reconciliación. El narrador se preocupa por la posible existencia de un novio en España para Valentina, lo que complica su relación.

El narrador se preocupa por la situación de Ernie, quien cae en una depresión y habla de suicidio. A pesar de sus intentos por ayudarlo, Ernie se niega a tomar las medicinas y rechaza cualquier intervención.

El narrador también menciona el cierre de la revista Gong y la desaparición de su hermano Agustín, quien se fue de casa sin dar explicaciones. El narrador le sugiere a su hermana Anamari que no se sienta obligada a quedarse en casa y que siga sus propios sueños.

El capítulo continúa con la visita de Valentina y el narrador a la casa de los Higgins en East Hampton. Durante su estancia, tienen discusiones sobre música y arte con un invitado francés llamado Yves. También disfrutan de la playa y de una cena en un restaurante de mariscos.

El capítulo termina con la asistencia de Valentina y el narrador a una misa, donde quedan impresionados por el predicador y su forma apasionada de hablar.

Siguiendo este capítulo, el narrador comienza hablando de los predicadores americanos y su actuación en directo. Aunque todos los sermones tienen un contenido similar, algunos son apocalípticos y otros optimistas. Todos ellos exhortan a la fe ciega y a la renuncia a la actitud individual y crítica. También exhortan al patriotismo y a la defensa de los valores americanos. El narrador reflexiona sobre su existencia y siente que no está edificando nada en su vida.

Después de un fin de semana en Long Island, el narrador reflexiona sobre su vida y se siente vacío. No vuelve a saber nada de China y Allan durante todo el verano. Ernie se recupera un poco de su depresión y el narrador pasa tiempo con él y Valentina en la playa. También va al cine con Valentina y disfrutan de películas clásicas.

Valentina invita al narrador a un concierto en el Carnegie Hall donde Yves tocará algunas piezas suyas. Durante el recital, Yves hace una actuación controvertida y se burla de Brahms. Después del recital, Valentina y el narrador hablan con Yves y deciden ir a cenar juntos.

Después de la cena, el narrador y Valentina tienen una conversación sobre su relación. Valentina se disculpa por su comportamiento y el narrador le dice que entiende que quiera terminar su relación. Deciden separarse y el narrador se siente aliviado.

En los días siguientes, el narrador explora el arte contemporáneo en Nueva York con un grupo de artistas catalanes. Sin embargo, se siente decepcionado con lo que ve y no encuentra satisfacción en el arte contemporáneo.

Luego, el narrador experimenta una tormenta de categoría 3 en Nueva York y se da cuenta de que Valentina tiene miedo de las tormentas debido a un trauma de su infancia. Después de una discusión, deciden separarse definitivamente.

El narrador reflexiona sobre su soledad y su relación con los demás. Se sumerge en la lectura de novelas de intriga y su relación con Ernie se resiente debido a la separación. Aunque lamenta perder la compañía de Ernie, la brecha entre él y Valentina es insalvable.

Siguiendo este capítulo, el narrador narra cómo, en una tarde, decide ir a los bares del Village en busca de Ernie. Sin embargo, en uno de los bares, un hombre se le acerca y le pregunta si le gustan los pierogi. El narrador no entiende y trata de alejarse, pero el hombre insiste y le dice que vaya a una tienda en Delancey Street donde hacen buenos pierogi. Aunque al principio el narrador piensa que puede ser una broma o un truco publicitario, decide ir a la tienda al día siguiente.

Durante el almuerzo, el narrador le cuenta a sus compañeros de trabajo sobre el encuentro y todos tratan de disuadirlo de ir. Sin embargo, el narrador decide ir con precaución y les dice que si no vuelve al trabajo al día siguiente, llamen a la policía y lo busquen en la dirección que le dieron.

Al día siguiente, el narrador toma un autobús y llega a Delancey Street. Describe la calle como decadente y llena de tiendas de muebles, ropa y restaurantes. Finalmente, encuentra la tienda de pierogi, pero parece abandonada. Sin embargo, una mujer sale de la trastienda y le ofrece un plato de pierogi. El narrador prueba uno y le gusta, pero se niega a comer el segundo.

Luego, el hombre que lo acompañó en el bar aparece y lo lleva en taxi al Waldorf Astoria. En el hotel, el narrador se encuentra con el príncipe, quien le explica que necesita que entregue una carta en Tokio. Aunque al principio el narrador se muestra escéptico, finalmente acepta llevar la carta.

Después de la conversación, el narrador y el príncipe disfrutan de unos cócteles y el príncipe le cuenta la historia de su país, Livonia. Describe las difíciles condiciones de vida de los habitantes de Livonia y la fallida expedición de san Bratislav para convertir a los paganos al cristianismo.

El narrador escucha atentamente la historia y decide ayudar al príncipe entregando la carta en Tokio. El capítulo termina con el narrador y el príncipe disfrutando de su tiempo juntos en el hotel.

Siguiendo este capítulo, se narra cómo la presencia del monasterio de Tallin, compuesto por doce monjes premostratenses, comenzó a tener un gran impacto en la vida de las tribus de la región. Los monjes enseñaron a los habitantes técnicas agrícolas, introdujeron avances tecnológicos y promovieron la educación y la religión cristiana. Sin embargo, el príncipe de Kiev se sintió amenazado por la influencia de los monjes y decidió tomar represalias. Organizó una expedición punitiva contra los paganos de Livonia, pero fue derrotado y tuvo que retirarse. Los nativos, agradecidos por la labor de los monjes, los rescataron y los enviaron de vuelta a la civilización. Años después, un barco de mercaderes hanseáticos llegó a la región y descubrió que los nativos habían vuelto a sus antiguas creencias y habían transformado el templo cristiano en un templo pagano. Los mercaderes informaron de esto a las autoridades eclesiásticas e imperiales, lo que llevó al rey de Dinamarca a organizar una nueva expedición para castigar a los paganos. Sin embargo, esta expedición también fue derrotada y los nativos agradecidos dejaron vivir a los monjes. Finalmente, el príncipe Erik, hijo del rey de Dinamarca, decidió organizar una nueva expedición para exterminar a los paganos de Livonia. Antes de partir, recibió la noticia de que su padre había sido asesinado y que se había producido una revuelta en el reino. A pesar de esto, decidió continuar con la expedición y desembarcó en la bahía de Tallin. Allí se encontró con Ulf, el caudillo livonio, quien propuso una tregua y una alianza contra los tártaros que amenazaban la región. El príncipe Erik aceptó la propuesta y decidió unir fuerzas con Ulf para enfrentarse a los tártaros.

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