Olvidado Rey Gudú

55 minutos

Capítulo sin nombre 1

En este capítulo, se nos presenta a Sikrosio, el primogénito del Conde Olar, quien heredó la fuerza física y los rasgos de su padre. Sikrosio era valiente, audaz y hábil con la espada, pero tenía piernas cortas y gruesas que le dificultaban montar a caballo. A pesar de su apariencia, Sikrosio era un guerrero temido y respetado en la región.

Un día, Sikrosio experimentó el terror cuando recordó un suceso traumático de su infancia y recibió una profecía que lo atormentó. Todo comenzó una mañana junto al río Oser, cuando Sikrosio se encontraba descansando en la hierba y presenció la muerte inexplicable de un ave. A partir de ese momento, Sikrosio comenzó a experimentar un miedo profundo y a tener recuerdos recurrentes de un dragón y de guerreros desconocidos.

A lo largo del capítulo, se nos presenta la historia del Conde Olar y su lucha por mantener el control de sus tierras fronterizas. A pesar de los constantes ataques de los jinetes esteparios y de la enemistad con el Margrave Tersgarino, el Conde Olar logra mantener su dominio sobre la región. Sin embargo, su vida no es fácil y está llena de peligros y amenazas constantes.

El capítulo también nos muestra la relación complicada entre Sikrosio y su padre. Sikrosio siente admiración y respeto por su padre, pero también experimenta un profundo deseo de superarlo y demostrar su valía. A medida que la historia avanza, Sikrosio se enfrenta a desafíos y peligros cada vez mayores, y su relación con su padre se vuelve más tensa.

En resumen, este capítulo nos presenta a Sikrosio y su vida en las tierras fronterizas gobernadas por su padre, el Conde Olar. A través de la historia de Sikrosio, se nos muestra la lucha constante por el poder y la supervivencia en una región peligrosa y hostil.

Capítulo sin nombre 2

En este capítulo, se describe la historia de Olar, un territorio fronterizo gobernado por el Margrave Olar. A pesar de recibir influencias de Occidente, Olar logra mantener su autonomía gracias a su primer Margrave, quien crea una milicia y fortificaciones para proteger el territorio de las invasiones de las Hordas ecuestres de la estepa.

El Margrave Olar muere y es sucedido por Sikrosio, quien lucha y mata a sus hermanos para mantener su poder. Sikrosio es un hombre violento y borracho, que se dedica a saquear y abusar de su propio pueblo. Durante su reinado, Olar sufre constantes ataques de los Diablos Negros, jinetes salvajes que saquean y destruyen todo a su paso.

En medio de este ambiente violento, la Margravina Volinka, esposa de Sikrosio, da a luz a dos hijos, Sirko y Volodioso. Sikrosio obliga a Volinka a entregarle a Sirko, mientras que Volodioso crece en el castillo bajo la protección de su madre. Volodioso siente curiosidad por el mundo exterior y escucha historias sobre el mar y los países vecinos, como el País de los Desfiladeros y el Reino de los Weringios.

Volodioso se da cuenta de que Olar vive aislado del mundo y de las oportunidades que existen más allá de sus fronteras. Mientras tanto, Sikrosio muestra signos de descontento y menciona el misterio de la selva, la destrucción de la estepa, el sueño imposible del sur y el olvido de las tundras.

En resumen, este capítulo presenta la historia de Olar y su aislamiento del mundo exterior, así como la curiosidad y el deseo de Volodioso de explorar más allá de las fronteras de su país.

Siguiendo este capítulo, el descontento general en Olar continúa creciendo y se producen pequeñas revueltas, pero la supremacía militar de Sikrosio las aplasta. Sikrosio impone castigos ejemplares y muchos son ejecutados en la horca acusados de traición o subversión. A pesar de esto, los nobles expoliados y vejados siguen deseando la independencia, pero están desunidos y temerosos, lo que debilita a Olar. Sin embargo, estas ansias de independencia y amenazas de dispersión llevan a la unidad e independencia de Olar, su sometimiento a un soberano y la creación de un Reino. Esto ocurre gracias a la astucia y valentía de un joven llamado Volodioso, quien hasta entonces había pasado desapercibido.

Volodioso creció en un ambiente hostil y cruel, viendo a su padre abusar de su poder y ser odiado por todos. El país estaba lleno de proscritos y bandoleros, y la fuerza se imponía por la violencia. Los impuestos eran cada vez mayores y las Asambleas corruptas apoyaban los desmanes de Sikrosio. La única fuerza que se oponía a él era el Abad de los Abundios, cuyo monasterio se había convertido en un refugio para los opositores al Margrave.

Volodioso tenía una intuición especial para entender a las personas y se dio cuenta de que su medio-hermano Almíbar tenía un don especial para comunicarse con los animales y la naturaleza. Almíbar le reveló que los pájaros le habían dicho que Volodioso sería el Rey de Olar. A partir de ese momento, los pájaros siempre estuvieron cerca de Volodioso y se convirtieron en sus mensajeros.

Volodioso decidió aprovechar su posición y comenzó a destacarse en los juegos guerreros y a llamar la atención de los nobles y caballeros vecinos. También se acercó a los nobles descontentos y se convirtió en su tesorero, escuchando sus quejas y amarguras. Prometió que la justicia y la paz se impondrían en Olar y renovó la esperanza de los oprimidos.

Después de ser investido caballero, Volodioso decidió tomar el lugar de su padre y convenció a su hermano Sirko de que él debía ser el nuevo Margrave. Sirko fue emborrachado y Volodioso lo envió al Monasterio con una carta para el Abad Abundio, ofreciéndole su apoyo en una revuelta contra Sikrosio. Volodioso también hizo que Almíbar confeccionara una corona y entrenara dos halcones para transportarla.

Volodioso se convirtió en un destacado guerrero y líder, ganando la lealtad de muchos nobles y caballeros. Participó en duelos mortales y perdonó la vida a su oponente en una ocasión, lo que sorprendió a todos. Su reputación creció y se convirtió en un símbolo de valentía y nobleza.

Volodioso lideró una revuelta contra Sikrosio y logró derrotarlo, colgando su cuerpo de las horcas de la Torre Vigía. Después de la victoria, Almíbar le entregó una corona y Volodioso fue proclamado Rey de Olar. Estableció un nuevo Castillo y una nueva ciudad, y expandió su Reino hacia el Este y el Sur.

Durante su reinado, Volodioso libró numerosas guerras y conquistó nuevas tierras. Sometió a los nobles y vasallos, construyó ciudades y monasterios, y estableció el comercio con el Sur. Sin embargo, también fue temido y odiado por muchos, y tuvo que enfrentarse a constantes revueltas.

Al final de su vida, Volodioso se enfrentó a las Hordas Feroces y a los jinetes de la estepa, pero no logró acabar con ellos. A pesar de sus victorias y conquistas, su reinado estuvo marcado por la violencia y la lucha constante. Al final, Volodioso murió y su legado quedó en manos de su medio-hermano Almíbar.

Capítulo sin nombre 3

En este capítulo, se presenta al Conde Tuso, un hombre alto y pálido que ejerce un gran poder en Olar. Aunque es temido y odiado, su astucia y habilidad lo han convertido en el hombre de confianza del rey Volodioso. Se revela que Tuso tiene un origen misterioso y que su influencia sobre el rey se debe a sus ojos de diferente color, que tienen un gran poder de sugestión.

Se cuenta la historia de cómo Tuso llegó a Olar, después de conspirar contra su rey en el País de los Weringios. Se destaca su ambición y su habilidad para manipular a las personas a través de su lengua afilada y sus argumentos persuasivos. A pesar de su poder, Tuso no desea ser rey y prefiere gobernar desde las sombras.

Se menciona a los hijos del rey Volodioso con la Condesa Soez, una antigua amante del rey. Estos hijos, conocidos como los Soeces, son descritos como sucios y brutales, dedicados al bandidaje y a cometer abusos y tropelías. Se destaca la belleza del hijo menor, Furcio, y su astucia solapada.

Se revela que Tuso ha elegido a Ancio, el hijo mayor de Volodioso y la Condesa Soez, como el sucesor del rey. Esto causa temor entre los cortesanos, pero nadie se atreve a oponerse a Tuso. Se menciona que Ancio es conocido como El Zorro debido a su taimería y su habilidad para manipular a las personas.

Se narra la historia de cómo Volodioso conoció a la Condesa Soez y cómo Tuso aprovechó esta relación para conspirar contra el rey Wersko. Se menciona que Volodioso se casó con la Condesa Soez y tuvo un hijo con ella, Caralinda, que heredó su belleza pero también su deformidad física.

Se relata la historia de cómo Volodioso visitó la Marca Lorenta y conoció a Lauria, la nieta del anciano Margrave Almino. Volodioso se enamoró de Lauria y tuvieron un romance apasionado. Sin embargo, Volodioso tuvo que partir y Lauria murió poco después de su partida.

Se menciona que Volodioso contrajo matrimonio y tuvo un hijo con su nueva esposa, pero no le prestó atención y lo encerró en la Torre Este. Este hijo, Predilecto, es descrito como un joven valiente y habilidoso en las armas.

Finalmente, se revela que Predilecto es el hijo de Volodioso y Lauria, y que Volodioso lo reconoce como su verdadero heredero. Volodioso teme que sus otros hijos, los Soeces, se enfrenten entre sí después de su muerte y destruyan todo lo que él ha construido.

Capítulo sin nombre 4

En este capítulo, se narra la historia de Ansélico, un barón belicoso e inquieto que posee un rico dominio en tierras costeras. Aunque es menos poderoso que Lorenta, Ansélico es ambicioso y soberbio, y siente una gran curiosidad por la ciencia y la brujería. Tiene tres hijos varones y una hija, a quien todos adoran. Cuando llega la noticia de la invasión de Volodioso, Ansélico y su familia se enfrentan a él, pero son derrotados. Volodioso ordena matar a Ansélico y a sus hijos, y clava sus cabezas en lanzas para escarmiento. Luego, incendia el dominio y mata a los señores y campesinos. Sin embargo, Volodioso salva a aquellos que saben leer y escribir, así como a los expertos en hierbas y ungüentos. Ansélico confía a su hija a la protección del Hechicero y le pide que la cuide. El Hechicero y la niña se refugian en una gruta en el mar y viven allí ocultos. Ansélico y sus hijos son decapitados y sus cabezas son expuestas en el Castillo. El Hechicero y la niña regresan al Castillo y se refugian en el Torreón. El Hechicero busca la ayuda del Trasgo del Sur para construir un pasadizo subterráneo hacia la viña, pero no tiene éxito. Ardid encuentra una piedra azul y horadada que le permite ver una isla en el mar. Encuentra al Trasgo del Sur en la viña y lo convence de ayudarlos. Juntos, regresan al Torreón donde el Hechicero los espera sorprendido.

Siguiendo este capítulo, el Hechicero y el Trasgo discuten sobre cómo una niña ha logrado conjurar al Trasgo a su presencia, mientras que el Hechicero no ha logrado hacerlo. El Trasgo explica cómo la niña lo encontró y le informó de lo que esperaban de él, y cómo llegaron a un acuerdo. El Hechicero le pregunta al Trasgo si la niña lo vio, y el Trasgo explica que dependen de una Gran Fuerza Mayor, la Dama del Lago, y que si se contaminan con los humanos, su poder disminuye. El Trasgo cuenta cómo se contaminó al probar el vino y cómo eso ha afectado su poder. El Hechicero le advierte sobre los peligros del vino y el amor hacia los humanos. La niña decide vengarse del Rey Volodioso y propone casarse con él como parte de su plan de venganza. El Hechicero y el Trasgo elaboran un plan para que la niña se haga pasar por una princesa sabia y se case con el rey.

Siguiendo este capítulo, Ardid y el Hechicero abandonan el Torreón de Ansélico y se dirigen hacia las tierras del Norte. Ardid decide acercarse a Olar, pero permanecerá escondida hasta que el Trasgo decida que es el momento adecuado para presentarla al Rey. Durante su viaje, Ardid ve un caballo negro y le pide al Trasgo que lo convierta en blanco y que sus ojos sean azules. El Trasgo cumple su deseo y Ardid monta en el caballo blanco mientras el Hechicero lo lleva de la brida. Llegan a Olar en primavera y se instalan en una cabaña abandonada cerca del Lago de las Desapariciones. Ardid utiliza sus conocimientos para resolver problemas matemáticos y ayudar a la gente en el mercado. Su fama se extiende por los alrededores y llega a oídos del Capitán Randal, quien se muestra interesado en ella. Mientras tanto, el Trasgo se infiltra en la ciudad y provoca alboroto y confusión con sus travesuras. Finalmente, Ardid es invitada por el Rey Volodioso a la corte y acepta su hospitalidad. Sin embargo, cuando el Rey descubre que Ardid es una niña, se enfurece, pero el Trasgo utiliza su risa para calmarlo. Ardid se revela como la Reina Ardid y es coronada. El Rey la instala en el castillo y le pide que le dé un hijo cuando sea mayor. Ardid pide unas espuelas de oro como regalo y el Rey se las concede. Así, Ardid se convierte en la Reina de Olar a los siete años de edad.

Capítulo sin nombre 5

En este capítulo, se nos presenta a Ardid, la joven reina que aún no está preparada para cumplir sus ambiciosos deseos de venganza y poder. A pesar de su precocidad y sabiduría, Ardid no comprende la vastedad y complejidad del mundo en el que vive.

Ardid es instalada en el Ala Sur del Torreón, junto al Lago de las Desapariciones, y el Hechicero se instala en una estancia cercana. Tuso, el Consejero, se muestra amable y complaciente con Ardid para ganarse su favor y manipularla a su antojo. Tuso ve en Ardid la posibilidad de asegurar el futuro del trono de Olar.

Antes de la llegada de Ardid, se había anunciado el nacimiento del séptimo hijo del rey, fruto de su relación con Lauria. Tuso considera la conveniencia de dejar vivir al niño o no, mientras planea diferentes estrategias para asegurar su propio poder.

Ardid recibe lecciones diarias del Hechicero y monta a caballo bajo la vigilancia de la Guardia. El Capitán Randal está fascinado por la niña y estaría dispuesto a morir por ella.

Tuso advierte al Hechicero sobre la prohibición de practicar brujería y magia en el reino de Olar, bajo pena de muerte en la hoguera. Ardid escucha esta advertencia y le advierte al Hechicero que no confíe en Tuso, ya que lo considera falso y antipático.

El Hechicero elige una mazmorra contigua al Pasadizo de las Liviandades para instalar su laboratorio y secretamente continuar sus estudios. El Trasgo del Sur trepa por los pasadizos del castillo y se divierte con Ardid, escuchando conversaciones y observando la vida en la corte.

Volodioso se obsesiona cada vez más con las incursiones de las Hordas Feroces de la estepa. A pesar de sus batallas contra ellos, los esteparios no constituyen un verdadero ejército y desaparecen rápidamente. Tuso intenta convencer a Volodioso de que no se preocupe por ellos, ya que son simples ladrones hambrientos.

Volodioso se embriaga de curiosidad y temor por la estepa y sus habitantes. Aunque no cree en las historias sobre el abismo más allá del Gran Río, siente una creciente atracción hacia los jinetes esteparios.

Volodioso resulta gravemente herido en una batalla y es llevado al castillo para recuperarse. Durante su convalecencia, Volodioso se encuentra con Ardid en el jardín que ella ha creado en la Torre del Sur. Ardid muestra su capacidad de administración y cálculo en la gestión del reino durante la ausencia de Volodioso.

Siguiendo este capítulo, Ardid se enfrenta al Rey y le reprocha su obsesión por la Princesa de las Hordas salvajes. El Rey, en lugar de enfadarse, le explica que la Princesa representa para él el misterio y la pasión por lo desconocido. Ardid intenta consolar al Rey diciéndole que pronto le dará un hijo, pero él la rechaza y la manda alejarse. Ardid insiste y el Rey, enfurecido, la encierra en la Torre Este de por vida. Le confía a su hermano Almíbar el cuidado de Ardid y le prohíbe mencionar su nombre. Además, le ordena que cuando el hijo de Ardid sea lo suficientemente mayor, lo lleve ante él para decidir su destino. Ardid vive en la oscuridad y el olvido durante seis años.

Capítulo sin nombre 6

En este capítulo, se nos presenta a los hermanos Soeces, quienes sienten una gran antipatía hacia la Reina y viceversa. Ancio, el mayor de los hermanos, se regocija con la desgracia de la Reina y se emborracha para celebrarlo. Bancio y Cancio, los gemelos, son cobardes y pelean constantemente entre ellos. En una ocasión, se arrancaron una oreja mutuamente. Furcio, el menor de los hermanos, es lujurioso y tiene inclinaciones obscenas a pesar de su corta edad. Los otros dos hermanos, Dancio y Encio, han muerto en accidentes trágicos. Volodioso, el Rey, no muestra mucho interés por sus hijos y los mantiene en el castillo sin prestarles mucha atención. Los hermanos Soeces son maltratados y viven en condiciones insalubres. Ancio, el más fuerte de los hermanos, prohíbe a Furcio salir de la torre donde viven, pero el niño desobedece y se pasea por los pasillos oscuros del castillo. La Reina Ardid, encerrada en la Torre Este, se hace amiga de dos doncellas, Dolinda y Artisia, a quienes promete liberar una vez que nazca su hijo. Ardid da a luz a un niño y llama al Trasgo y al Hechicero para que lo vean. Las doncellas deciden quedarse con la Reina y el niño en lugar de huir.

Siguiendo este capítulo, la Reina se siente cada vez más sola y busca compañía en las dos muchachas que ha conocido en la corte. Estas muchachas le enseñan sobre belleza, secretos de juventud y los juegos de seducción de los hombres. La Reina se divierte y aprende mucho de estas charlas.

Por otro lado, se cuenta la historia de Almíbar, el medio-hermano de Volodioso. Almíbar es un hombre pacífico y amante de las artes, pero también es fuerte y capaz de manejar la espada si es necesario. Salva la vida de Volodioso en una batalla y es recompensado con el título de Príncipe y el dominio de un castillo y tierras. Almíbar guarda un amor secreto por una criatura idealizada que aún no ha encontrado.

El capítulo también narra cómo Gudú, el hijo de la Reina, crece y se aventura por el castillo. Es un niño robusto y curioso, que se mete en problemas y roba objetos que esconde en la chimenea. El Trasgo encuentra estos objetos y siente ternura por el niño.

Predilecto, el hijo de Volodioso, se encuentra con un niño que está siendo maltratado por otros niños. Predilecto defiende al niño y descubre que es su hermano Gudú, a quien decide proteger y respetar.

En resumen, en este capítulo se exploran las relaciones y experiencias de los personajes principales, mostrando sus diferentes personalidades y cómo se desarrollan a lo largo del tiempo.

Capítulo sin nombre 7

En este capítulo, el Rey Volodioso se prepara para su última cacería de jabalí. A pesar de su edad y problemas de visión, Volodioso aún es un cazador habilidoso. Durante la cacería, el jabalí embiste al Rey y lo mata. Ancio, el hijo ilegítimo de Volodioso, y Predilecto, el hijo legítimo despreciado por el Rey, se arrodillan junto a su lecho. Sin embargo, antes de que la mano del Rey pueda posarse sobre la cabeza de Predilecto, un niño emerge de debajo del lecho y el Rey agarra su cabeza. La Reina de Olar y el Príncipe Almíbar entran en la habitación y proclaman al niño como el nuevo Rey. Los cortesanos se arrodillan ante el niño, pero el Conde Tuso es distraído por una visión de una cornamusa, lo que indica su incomprensión hacia el Príncipe Almíbar.

Capítulo sin nombre 8

En este capítulo, se nos presenta a la Reina Ardid, una mujer decidida y astuta que ha demostrado su valentía y astucia desde que se casó con el difunto Rey Volodioso. Después de su encierro en la Torre Este, Ardid cuenta con el apoyo incondicional de Almíbar y su ejército, lo que le permite ganarse el favor de los nobles y establecer una regencia beneficiosa para el Reino.

Ardid decide aliarse con el Consejero Almíbar, a pesar de su repulsión hacia él, para asegurar la paz y el bienestar del país. Además, restituye ciertos derechos a los nobles y establece una relación amistosa con el Reino de Leonia. La Reina también rinde homenaje a su difunto esposo construyendo un Cementerio Real en su honor.

Después de resolver estos asuntos, Ardid convoca a una reunión privada con el Hechicero y el Trasgo del Sur para discutir una importante decisión sobre Gudú. La Reina expone su deseo de incapacitar a Gudú para cualquier forma de amor al prójimo, lo cual requiere la extirpación de su capacidad de amar y llorar. Aunque el Hechicero y el Trasgo tienen dudas y preocupaciones sobre las consecuencias de esta decisión, acceden a estudiar el caso.

Más tarde, el Hechicero y el Trasgo informan a Ardid que existe la posibilidad de extirpar la capacidad de amar de Gudú, pero advierten sobre una cláusula en los tratados que indica que si Gudú llegara a derramar una lágrima, él y todo lo que le rodea desaparecerían para siempre. A pesar de esto, Ardid está decidida a seguir adelante con el plan.

En otro lugar, el Trasgo del Sur recuerda a Ondina del Fondo del Lago, una ondina caprichosa que desea recibir caricias y besos de hombres vivos. El Trasgo le ofrece la oportunidad de tomar forma humana por un breve tiempo, siempre y cuando no se encapriche amorosamente con ningún hombre. Ondina acepta la oferta emocionada.

Finalmente, Ardid nombra a Predilecto como el Protector y Guardián de Gudú, y le regala una piedra azul como símbolo de su afecto. Gudú crece bajo la vigilancia de su madre y las enseñanzas del Hechicero, mostrando una inteligencia aguda y una personalidad fuerte.

Siguiendo este capítulo, se describe la personalidad y las habilidades de Gudú, el hijo del Hechicero y la Reina Ardid. A diferencia de su madre, Gudú es práctico y lógico, interesado en la historia antigua y las matemáticas, pero indiferente hacia la poesía y las artes. Sin embargo, hereda la curiosidad por lo desconocido de su padre y muestra habilidad en el manejo de las armas desde temprana edad.

A los ocho años, durante unas justas en el castillo, Gudú sorprende a todos con sus observaciones acertadas sobre las razones de la victoria y la derrota de los caballeros. Aunque su inteligencia y lógica impresionan al Hechicero, también muestra desinterés por otras materias que le gustaría enseñarle, como el estudio de los astros y los misterios ocultos.

Gudú también hereda la alegría de vivir de su padre y una forma especial de observar el mundo. Aunque no se lleva bien con sus hermanos Soeces, se siente a gusto en compañía de Predilecto, su hermano mayor. Juntos, aprenden a montar a caballo y Predilecto se convierte en su único amigo y confidente.

Cuando Gudú cumple diez años, decide explorar el castillo abandonado de Almíbar. Aunque Predilecto le advierte sobre los peligros de la zona, Gudú se siente atraído por el lugar y promete regresar allí en el futuro. También muestra interés por las tierras de los Desdichados, habitadas por personas pobres y trabajadores de las minas, y promete no olvidarlos si llega a ser rey.

Mientras tanto, el Príncipe Almíbar pide a la Reina Ardid mudarse al castillo de Olar, lo cual provoca murmuraciones en la corte. Sin embargo, la vida bajo el reinado de Ardid es más placentera para todos, y nadie se opone a su decisión.

A medida que Gudú crece, se convierte en un joven alto y robusto, con una mirada penetrante y una gran atracción hacia las mujeres. Aunque no siente amor por ninguna en particular, su presencia y palabras cautivan a las damas de la corte. Sin embargo, muestra ironía y malos modales hacia aquellas que no le agradan.

Mientras tanto, el Conde Tuso se siente cada vez más frustrado por la dulzura y el poder de Ardid, y Ancio y sus hermanos se vuelven más rabiosos. Predilecto, por su parte, se enamora de una joven dama casada llamada Sugredie, pero teme la furia y los celos de su esposo.

La Reina Ardid, preocupada por las intenciones del Rey, le pide a Predilecto que finja una enfermedad para evitar las correrías planeadas. Sin embargo, el Rey descubre la mentira y decide llevar a cabo las aventuras por su cuenta. Aunque Predilecto se siente incómodo con la situación, acepta acompañar al Rey en sus escapadas disfrazados.

A medida que el tiempo pasa, el Rey se divierte cada vez más con estas correrías, mientras que Predilecto se siente cada vez más atrapado en una mentira. A pesar de sus dudas y preocupaciones, no puede evitar admirar la seguridad y la determinación de su hermano.

Siguiendo este capítulo, Gudú le confiesa a Predilecto su deseo de contraer matrimonio y de visitar las tierras del Sur. Predilecto se muestra sorprendido por la idea de Gudú de casarse, pero él le explica que, como rey, debe aceptar ciertas responsabilidades. Gudú decide viajar al Sur y Predilecto le advierte sobre la dificultad de la travesía y la ausencia que dejarían en el castillo. Gudú asegura que informará a la Reina y que tomarán las precauciones necesarias para el viaje. Gudú se reúne con la Reina y le comunica su decisión de visitar el Sur. La Reina muestra su preocupación por posibles intrigas y golpes de Estado en su ausencia. Gudú propone encarcelar a los consejeros y hermanos que podrían conspirar en su contra. La Reina acepta la propuesta y Gudú se prepara para el viaje. Sin embargo, antes de partir, Gudú visita nuevamente a la Reina y le revela su plan de casarse antes de la coronación. La Reina le advierte sobre las consecuencias de no respetar las leyes establecidas, pero Gudú insiste en su deseo y propone que la Asamblea de Nobles apruebe su matrimonio antes de la coronación. La Reina acepta y Gudú se retira para preparar el viaje al Sur. Mientras tanto, la Reina consulta al Trasgo y al Hechicero sobre la situación y el Trasgo revela que ha desarrollado un racimo de uvas en lugar de un corazón. La Reina decide asistir a la Asamblea de Nobles y aceptar la propuesta de Tuso. La Asamblea aprueba el matrimonio de Gudú antes de la coronación y la Reina firma el pergamino. Después de la reunión, el Trasgo informa a la Reina sobre las decisiones tomadas y ella le pide que espíe a Tuso. Gudú parte hacia el Castillo Negro con Predilecto y anuncia que estarán ausentes durante varios días.

Capítulo sin nombre 9

En este capítulo, la Reina Ardid escucha golpes en la chimenea y llama al Trasgo para que le cuente las noticias importantes que trae. El Trasgo le cuenta que ha espiado a Tuso y ha descubierto que ha enviado un emisario al Desfiladero de la Muerte con una encomienda importante. También le cuenta que Ancio y Furcio han llegado a un acuerdo para matar a los gemelos y que Ancio planea eliminar a Furcio una vez que sea rey. El Trasgo también le cuenta a la Reina que ha visitado el Reino de Argante el Loco y ha descubierto que Ancio ha enviado un mensaje a un hombre misterioso. Además, el Trasgo le informa a la Reina sobre las riquezas y la apariencia del Reino de Argante. La Reina queda conmocionada por esta información y convoca a su camarilla íntima para discutir los planes de Ancio y Tuso. También le muestra a la Reina los mensajes que han traído las palomas mensajeras, que confirman la alianza entre Gudú y la Princesa Tontina. La Reina decide enviar a Randal a buscar a los mercenarios y Gudú anuncia que defenderá el reino hasta la última gota de su sangre. Finalmente, Gudú es coronado rey y reparte vino entre todos para celebrar la ocasión.

Capítulo sin nombre 10

En este capítulo, Gudú repasa a los mercenarios en el Castillo Negro y revisa a sus propios soldados. Observa que los mercenarios están armados y cubiertos de cicatrices, lo que le satisface. Los soldados de Almíbar son los mejor armados y vestidos. Gudú envía un mensajero a dos nobles que no han respondido a su llamada, amenazándolos con atacarlos si no se unen a él. Los capitanes de Gudú opinan que no hay tiempo que perder en conversaciones y que el enemigo es más numeroso y mejor preparado. Gudú pide al Hechicero que le muestre los dibujos geográficos del Reino de Olar y sus alrededores. Observa las tierras lindantes al Reino de Usurpino y el Desfiladero de los Gigantes de Piedra. Gudú decide engañar al enemigo y trazar una estrategia de ataque. El Hechicero forma una nube para vigilar la posición del enemigo y dibuja un mapa detallado. Gudú ordena preparar trampas y defensas en la explanada frente a la colina que obstruye el Desfiladero. Predilecto cuestiona la nobleza de la guerra, pero Gudú le responde que la guerra no es noble y que deben tomarla como es. Gudú da la señal de ataque y engaña al enemigo, haciéndoles creer que están siendo derrotados. Los soldados de Usurpino los persiguen y caen en la trampa preparada por Gudú.

Siguiendo este capítulo, Gudú lidera a sus tropas en una batalla contra las fuerzas de Usurpino. Con la espada de su padre en mano, Gudú se muestra implacable y derrota a las fuerzas enemigas. Sin embargo, Usurpino y sus hombres contraatacan y la lucha se vuelve aún más feroz. Gudú se enfrenta a su hermano Ancio y luchan con saña, mientras Predilecto se enfrenta al hermano menor de los Soeces, Furcio. Predilecto está a punto de matar a Furcio, pero se detiene al ver la desesperación en sus ojos. Sin embargo, Gudú llega y mata a Furcio. Después de la batalla, Gudú decide adentrarse en las estepas, a pesar de las advertencias de Predilecto y el Hechicero. Mientras tanto, Predilecto regresa a Olar para casarse con la Princesa Tontina en nombre de Gudú. En el Lago, la Reina envía al Trasgo a buscar a Ondina y le ordena distraer a Gudú durante su ausencia. El Trasgo cumple su misión y Ondina parte hacia el campamento de Gudú. El Trasgo regresa a Olar y le informa a la Reina que Ondina ha partido.

Capítulo sin nombre 11

En este capítulo, la Princesa Tontina llega al Reino de Olar poco antes de la primavera. Sin embargo, su llegada no es tan sencilla, ya que la nave en la que viaja se encuentra anclada en la orilla del país y ella y su séquito se niegan a desembarcar. La Reina Ardid, preocupada por esta situación, decide ir personalmente a recibir a la Princesa. Antes de partir, consulta al Trasgo sobre el comportamiento de Tontina, quien le informa que no hay ninguna animosidad en su actitud, sino que simplemente no tienen ganas de bajar a tierra. Finalmente, la Princesa y su séquito deciden descender de la nave y se dirigen hacia el Castillo de Olar, donde son recibidos con gran asombro por la Corte. La Princesa muestra una actitud curiosa y despreocupada, lo que desconcierta a todos. Durante la recepción, la Princesa se muestra interesada en las joyas de la Reina y hace comentarios inesperados. A pesar de esto, la Reina decide recibir a Tontina con amabilidad y la invita a entrar al Castillo. Mientras tanto, se revela que el séquito de la Princesa incluye soldados, pajes y animales, y que hay otro joven misterioso que la acompaña. El capítulo termina con la entrada de todos al Castillo y la expectativa de una comida real enigmática.

Siguiendo este capítulo, el banquete organizado por Ardid y su mayordomo se desarrolla de manera diferente a los anteriores. Después de que la Princesa Tontina cruza la puerta, desaparece y no regresa a pesar de que la Reina envía a buscarla. Un joven desconocido, el Príncipe Once, se presenta como el primo vigesimotercero de la Princesa y su guardián. La Reina lee un pliego que confirma la veracidad de sus palabras. Durante la conversación, Almíbar reconoce al Príncipe Once y se establece una conexión entre ellos. Después de esto, la Princesa Tontina reaparece y se sienta a la mesa. Durante el banquete, los acompañantes de Tontina juegan y se divierten, mientras que los soldados de su guardia permanecen impasibles. Ardid reflexiona sobre el nombre de Tontina y su significado en otras tierras. Más tarde, Ardid explora la habitación de Tontina y encuentra objetos extraños en los cofres. Intenta abrir un cofrecillo que contiene el tesoro íntimo de Tontina, pero no lo consigue. La Reina llama al Trasgo para pedirle ayuda, pero él le reprocha su olvido y desaparece. Ardid se da cuenta de que el Trasgo ha estado siempre a su lado sin que ella lo haya notado. La Reina decide dejar de buscar respuestas en los objetos de Tontina y se resigna a su ignorancia. Algunos días después, la Corte se encuentra inquieta y confundida debido a la presencia de Tontina y su séquito. Ardid espera la llegada de Gudú para que las cosas vuelvan a la normalidad. Antes de irse a dormir, la Reina habla con Tontina sobre la importancia de su boda con Gudú. Tontina muestra poco interés y se duerme. La Reina se sorprende de que el Trasgo pueda verla y le pregunta sobre ello. El Trasgo le explica que solo puede ser visto por Tontina antes de que ella se duerma. La Reina se preocupa por el futuro de Tontina y el Trasgo le asegura que no hay nada de qué preocuparse. La Reina intenta enseñarle a Tontina sobre la importancia de su boda, pero ella solo se interesa en jugar a la boda. La Corte espera el regreso de Gudú mientras Tontina y su séquito juegan a la boda en diferentes formas. El Príncipe Predilecto y el anciano Hechicero regresan a la ciudad.

Capítulo sin nombre 12

En este capítulo, el Rey Gudú se encuentra en el linde de las estepas, esperando impacientemente el regreso de su hermano Predilecto. Aunque muchos hablan del Gran Río, nadie quiere adentrarse en las estepas excepto Yahek y sus ex mercenarios. En la pequeña fortaleza en el confín del Reino, Gudú reorganiza su ejército y atrae a leñadores y pastores de Olar. El ejército se refuerza y Gudú les promete pagarles y vestirles, ganándose su admiración. A medida que pasa el tiempo, Gudú se siente atraído por la vastedad y el desconocido de las estepas.

Por otro lado, Ondina, en su forma humana, observa a Gudú y se siente atraída por él. Decide acercarse a él y se convierte en una hermosa muchacha para llamar su atención. Gudú se siente atraído por ella y tienen un encuentro íntimo. Ondina experimenta por primera vez la alegría y se divierte tomando diferentes formas y teniendo aventuras con otros hombres del campamento.

Mientras tanto, la Reina Ardid se entera de que la Princesa Tontina planea abandonar el castillo y romper su compromiso con Gudú. Ardid intenta convencer a Tontina de que cumpla su promesa, pero ella se muestra indiferente y decide irse a otro lugar con su primo Once. Ardid intenta detenerla, pero Tontina se va con su séquito.

Ardid decide perseguir a Tontina y logra alcanzarla justo cuando está a punto de partir. Sin embargo, Tontina se muestra despreocupada y no quiere cumplir su compromiso con Gudú. Ardid intenta convencerla, pero Tontina se burla de ella y se va corriendo hacia el lago. Predilecto aparece y se interpone entre Tontina y Ardid, pero Tontina tropieza y su cofre cae al lago. Ardid se lanza a recuperar los objetos del cofre, pero su motivación no es la codicia, sino la curiosidad y la emoción.

Siguiendo este capítulo, Tontina y Ardid se encuentran en el bosque y Tontina llora inconsolablemente. Ardid la consuela y le promete recuperar su tesoro secreto. Regresan al castillo y los niños guardan lo que queda del tesoro. Predilecto se retrasa y escucha la voz de Tontina, que suena extraña. Encuentra la mitad de la piedra azul que le regaló Ardid y la devuelve al cofre secreto. Esa noche, todos los niños se acuestan rápidamente y Ardid se reencuentra con su viejo maestro. El maestro le pide que no lo lleve a la guerra y el Trasgo propone una solución para que el maestro pueda seguir haciendo los dibujos para el rey sin tener que ir a la guerra. Ardid acepta y el maestro y el Trasgo se retiran a descansar. Al día siguiente, Ardid se da cuenta de lo viejo que está su maestro y le hace prometer que no lo llevará a la guerra. Luego, Ardid le pide al maestro que haga dibujos de los terrenos de las estepas para el rey y el maestro acepta. El Trasgo explica cómo enviar los dibujos al rey a través de los silfos. Ardid y el maestro se retiran a descansar. Por la mañana, Ardid se da cuenta de lo viejo que está su maestro y le hace prometer que no lo llevará a la guerra. Luego, Ardid le pide al maestro que haga dibujos de los terrenos de las estepas para el rey y el maestro acepta. El Trasgo explica cómo enviar los dibujos al rey a través de los silfos. Ardid y el maestro se retiran a descansar. Por la mañana, Ardid se da cuenta de lo viejo que está su maestro y le hace prometer que no lo llevará a la guerra. Luego, Ardid le pide al maestro que haga dibujos de los terrenos de las estepas para el rey y el maestro acepta. El Trasgo explica cómo enviar los dibujos al rey a través de los silfos. Ardid y el maestro se retiran a descansar. Por la mañana, Ardid se da cuenta de lo viejo que está su maestro y le hace prometer que no lo llevará a la guerra. 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Siguiendo este capítulo, Tontina y Predilecto tienen una conversación en la que ella le pide que no se vaya y él le explica que debe regresar junto al rey. Tontina muestra un cambio en su actitud y apariencia, creciendo y mostrando una madurez que sorprende a todos. Se lleva a cabo la ceremonia de boda entre Tontina y el representante del rey, pero durante la ceremonia no se intercambian miradas ni palabras entre ellos. Después de la boda, Predilecto se despide de la reina y del séquito de Tontina, pero es detenido por ellos y Tontina le pide que no se vaya. Finalmente, Predilecto se va con una furia salvaje y siente el dolor de la piedrecilla azul en su pecho.

Capítulo sin nombre 13

En este capítulo, Gudú se impacienta por la tardanza de Predilecto y envía soldados a buscarlo. Aunque Gudú está acostumbrado a la lealtad y eficacia de Predilecto, comienza a preocuparse por su ausencia. Finalmente, Predilecto regresa al campamento con una herida en el pecho causada por una piedra que no puede ser extraída. Gudú busca ayuda de Yahek, quien sugiere que una anciana de las estepas pueda curarlo. La anciana logra extraer la piedra y curar la herida de Predilecto. Sin embargo, Lontananza, una joven que acompaña al Rey, comienza a sentir un amor profundo y desesperado por Predilecto, pero él no corresponde a sus sentimientos. Lontananza se sumerge en el manantial y se encuentra con la Bruja de la Estepa, quien le advierte sobre los peligros de su amor no correspondido y la importancia de no permanecer más tiempo en forma humana. La Bruja revela que la piedra era un símbolo del amor y que el amor persiste incluso después de que la piedra haya sido extraída. La Bruja también comparte su propia historia de amor y contaminación.

Siguiendo este capítulo, Ondina consulta a la Bruja de la Estepa sobre cómo curar su brote de amor por el Príncipe. La Bruja le aconseja que consulte a su abuela, la Dama del Lago. Ondina se dirige rápidamente al Lago de Olar y llega a la Cueva del Manantial, donde vive su abuela. La Dama del Lago le explica que el brote de amor es como un hilillo rojo y le aconseja que intente contaminar al Príncipe para que se funda en su sustancia. Ondina se niega a hacerlo y regresa al campamento. Mientras tanto, Gudú planea una incursión en las estepas y se prepara para regresar a Olar. Ondina intenta olvidar a Predilecto y se acerca a otro guerrero, pero en su corazón solo piensa en él. Gudú finalmente decide regresar a Olar y establecer su Corte Negra en el Castillo Negro. En el camino de regreso, Gudú se detiene a rescatar a niños huérfanos y los lleva con él. Ondina sigue sufriendo por su amor no correspondido y Predilecto se muestra preocupado y distante. Gudú decide finalmente regresar a Olar y casarse con la Princesa. En Olar, la Princesa ha cambiado y se ha vuelto más seria y majestuosa. Su apariencia también ha cambiado y ahora es más hermosa.

Siguiendo este capítulo, Tontina le pide a Ardid que la instruya en sus deberes como Reina esposa. Ardid decide consultar con sus amigos, el Hechicero y el Trasgo, quienes también han experimentado cambios. El Hechicero se muda a una dependencia cercana a la de la Reina para estar más cómodo, mientras que el Trasgo recupera su alegría de vivir y su contaminación se vuelve más visible. Ardid convoca al Hechicero y juntos deciden que Tontina debe dedicarse al bordado para aparentar ser una verdadera Princesa. Mientras tanto, Tontina le cuenta a Ardid sobre los encantamientos que le fueron otorgados por sus hadas madrinas y su preocupación por el plazo que tiene para encontrar el amor verdadero. Ardid intenta tranquilizarla diciendo que todos están sujetos a plazos similares. Luego, Ardid organiza una lujosa presentación de Tontina al Rey Gudú, donde ella es coronada como Reina de Olar. Después del banquete, Tontina y Gudú se retiran a sus aposentos, mientras que Predilecto desaparece y es seguido por una misteriosa muchacha. En el jardín, Predilecto se enfrenta a una ira y un dolor profundos, mientras que la muchacha intenta consolarlo. Sin embargo, Predilecto la rechaza y le pide que lo deje solo. La muchacha revela que también está enamorada de él y que Tontina es la esposa de su hermano, el Rey. Predilecto se horroriza y le advierte que nunca vuelva a mencionar eso. La muchacha lo sigue en secreto, lamentando su situación.

Capítulo sin nombre 14

En este capítulo, Tontina se prepara para su boda con Gudú. La Reina madre y las doncellas la visten con ropas sutiles y ligeras, resaltando su belleza natural. Gudú la lleva a la puerta de la Cámara Real y la deja allí. Sin embargo, cuando Gudú intenta abrazarla y besarla, Tontina siente repulsión y horror. Ella confiesa que no lo ama y que hay otro a quien ama y desea estar con él. Gudú se enfurece y ordena que la lleven a la mazmorra. La Reina madre intenta convencer a Gudú de perdonarla, pero él se niega y decide quemarla viva. Ardid propone que se haga en secreto para evitar escándalos. Gudú acepta y se va al Castillo Negro. Ardid se dirige a las mazmorras y encuentra a Tontina. Intenta convencerla de rectificar sus palabras, pero ella se niega. Gudú ordena a su Guardia personal que cumpla con la ejecución y a Yahek que aniquile a la Guardia de Tontina. Ardid se retira y se sumerge en un sueño en el que ve a Tontina en una nave y siente una profunda tristeza. Gudú ordena a Predilecto que cumpla con la ejecución de Tontina. Predilecto se niega y decide rescatarla. Escapan juntos y se aman apasionadamente. Sin embargo, al amanecer, Tontina muere en los brazos de Predilecto. Él se siente solo y perdido en un mundo horrible y sin sentido.

Siguiendo este capítulo, Predilecto encuentra a Tontina sentada en una rama y le pregunta cómo puede sonreír si el mundo ha muerto. Once le explica que eso sucedió hace tiempo, desde el día en que Predilecto se alejó y dejó de escuchar. Once le dice que la Tontina que él conocía murió cuando él dejó de escuchar, y la que está en sus brazos es la que cumplió el Segundo Plazo. Predilecto se angustia y le pregunta dónde está la verdadera Tontina, y Once le dice que está jugando a No Volver Nunca. Predilecto le exige que le diga quién causó tanto dolor en ella, pero Once le explica que ni la espada ni el odio podrían hacerle daño, ya que ella está simplemente lejos y juega a No Volver. Predilecto decide llevarla de regreso a su hogar, pero Once le dice que ella no podrá volver porque dejó atrás su ciudad por voluntad propia. Predilecto insiste en encontrarla, pero Once le dice que ahora él es su guardián y que nada ni nadie podrá separarlos. Predilecto toma a Tontina en sus brazos y sigue a Once hasta la Gruta del Manantial, donde la deposita en el suelo y la cubren con yedra y escarcha. Luego, los soldados le entregan a Predilecto las cenizas del Árbol de los Juegos y él se las entrega a la Reina. En la cámara de Ardid, los íntimos están lamentándose por la muerte de Tontina. La Reina les pide que dejen de llorar y piensen en los problemas que tienen. Almíbar y el Hechicero cuestionan si era necesario matarla, pero la Reina les recuerda que fue orden del Rey. La Reina se entera de que los hombres de Yahek han destruido la Guardia de Tontina y manda llamar a Yahek para que le explique lo sucedido. Yahek le cuenta que atacaron a la Guardia, pero descubrieron que eran espantapájaros y que sus armas eran de juguete. La Reina despide a Yahek y decide enviar las cenizas a su hijo. Gudú recibe las cenizas y las coloca junto a su lecho. Luego, la Reina convoca a una reunión en la que Almíbar, el Hechicero y el Trasgo lloran la muerte de Tontina. La Reina les pide que dejen de llorar y piensen en los problemas que tienen. Ondina busca a la Bruja de las Estepas y le pregunta qué hacer, ya que Tontina ha muerto y Predilecto ha desaparecido. La Bruja le sugiere que vaya al Sur, donde Predilecto tiene sus raíces. Ondina sigue su consejo y encuentra a Predilecto en un viejo castillo. Predilecto la rechaza, pero ella insiste en amarlo. Predilecto le pide que se vaya, pero ella lo sigue hasta el mar. Ondina toma la forma de Tontina y besa a Predilecto, pero se da cuenta de que él no la siente. Predilecto la sigue al mar y se ahoga junto a ella. Ondina se deshace de su cuerpo y flota en el agua. La Dama del Lago intenta arrancarle la raíz de su amor, pero solo logra quitarle la memoria. Ondina flota por las costas y los humanos sienten su presencia como un sentimiento extraño de recuerdo, melancolía o deseo.

Capítulo sin nombre 15

En este capítulo, el Príncipe Predilecto ha desaparecido y Gudú siente una extraña sensación de que ha olvidado algo importante. Envía hombres en su búsqueda, pero no encuentran rastro de él. Mientras tanto, Gudú se preocupa por el adiestramiento de los cachorros en la Corte Negra y la elección de su futura esposa. Gudú le pide a su madre que el Príncipe Almíbar continúe la Historia de su pueblo y su estirpe. La Reina aplaza la elección de la esposa y Gudú argumenta que la Historia es la única forma de sobrevivir en la memoria de las personas. Gudú decide cambiar el nombre del Reino a Reino de Gudú para evitar confusiones. Mientras tanto, se reconstruye el Castillo Negro y se instala un taller de herrería y armas. Gudú también trae a Lontananza, una joven campesina, a vivir con él en el castillo. Gudú se siente cada vez más poderoso y seguro de sí mismo. Por otro lado, Lisio, un joven del Sur, se une a los cachorros y demuestra ser un gran luchador. Gudú lo nombra jefe de los cachorros y le entrega una espada. Sin embargo, Lisio decide abandonar el castillo y buscar a su familia en las minas del País de los Desfiladeros. A pesar de los esfuerzos de Yahek por encontrarlo, Lisio desaparece y es dado por muerto. Gudú lo castiga a Yahek por abandonar sus deberes. Finalmente, Lisio reaparece y parte hacia los Desfiladeros para ayudar a los Desdichados.

Capítulo sin nombre 16

En este capítulo, Lontananza finalmente revela a Gudú que está embarazada de él. Aunque teme su reacción, Gudú se muestra sorprendentemente indiferente y le permite quedarse en el departamento de las mujeres con su hijo. Sin embargo, le advierte que si el niño no es fuerte y sano, deberá deshacerse de él. Mientras tanto, en Olar, Ardid se encuentra en un estado de apatía y desinterés. Se preocupa más por el pequeño Príncipe Contrahecho y pasa tiempo con él. Ardid también se interesa por la hija de la Reina Leonia y considera que es una posible candidata para casarse con Gudú. Ardid y su comitiva viajan hacia la Isla de Leonia, donde son recibidas con gran pompa y ceremonia. Ardid queda impresionada por la belleza y el encanto de Leonia, y ambas comienzan a discutir los detalles de la posible boda entre Gudú y la hija de Leonia.

Siguiendo este capítulo, Ardid se encuentra con Leonia en su Jardín Privado. Leonia invita a Ardid a sentarse y hablar de mujer a mujer. Mientras beben vino, Leonia le propone a Ardid un matrimonio entre su hijo y la hija de Ardid. Ambas mujeres negocian las condiciones del matrimonio y llegan a un acuerdo. Leonia presenta a su hija, Gudulina, a Ardid y ambas mujeres se conocen. Ardid encuentra a Gudulina encantadora y acepta el matrimonio. Leonia revela a Ardid que la Isla de Leonia desaparecerá cuando ella muera. Ardid y Leonia continúan bebiendo y riendo juntas. Dolinda, la camarera de Ardid, le advierte sobre la reputación de Leonia y la piratería en la isla. Ardid decide ignorar las advertencias y continúa con los preparativos para el matrimonio. En el banquete de despedida, Ardid se sorprende por la extravagancia y la riqueza de la Corte de Leonia. Ardid se siente atraída por un Príncipe de Escorpio y disfruta de la compañía de los truhanes y piratas. Ardid y Gudú pasan la noche juntos en la Isla de Leonia. Ardid se despierta con curiosidad y explora la isla desierta. Descubre que la isla es solo un sueño y que está en ruinas. Ardid se apresura a regresar a su cámara y se dice a sí misma que todo fue solo un sueño. Finalmente, Ardid y su séquito abandonan la isla y Ardid se despide de su juventud.

Capítulo sin nombre 17

En este capítulo, se narra cómo la relación entre el Rey Gudú y la Princesa Gudulina es satisfactoria y agradable. Gudulina heredó el temperamento fogoso de su madre y se siente atraída hacia Gudú. Sin embargo, Gudú comienza a alejarse de ella sutilmente durante el viaje de regreso a Olar. Al llegar a Olar, Gudulina se siente decepcionada por el comentario despectivo de Gudú sobre la coincidencia de sus nombres. A pesar de esto, Gudulina se adapta a su nueva vida en la corte y se dedica a sus obligaciones como reina. Mientras tanto, Gudú se enfoca en su Corte Negra y en entrenar a sus soldados para futuras batallas. Almíbar, por su parte, sufre por el desprecio de Ardid y se siente cada vez más desplazado. Por otro lado, Bancio y Cancio, hermanos de Ancio y Furcio, sobreviven escondidos y planean vengarse de Gudú. Lisio, el joven que huyó de la Corte Negra, se encuentra en los Desfiladeros y alimenta su deseo de venganza contra Gudú.

Siguiendo este capítulo, Lisio se acerca al Desfiladero y escucha una conversación entre dos mendigas que resultan ser dos hombres. Después de una pelea, Lisio se une a ellos y descubre que también desean rebelarse contra el Rey Gudú. Sin embargo, Lisio decide ser cauteloso y reflexionar antes de unirse a ellos. Mientras tanto, en Olar, Almíbar se sumerge en la tristeza y se retira a su habitación. Ardid intenta consolarlo, pero sus palabras no logran aliviar su dolor. Almíbar se vuelve cada vez más débil y delgado, y finalmente decide jugar al juego de "No Volver Nunca" con la ayuda de Once. Mientras tanto, en el País de los Desfiladeros, una revuelta liderada por Bancio y Cancio se acerca a Olar. Gudulina, por su parte, descubre que está embarazada y se alegra, pero la noticia de la revuelta la perturba. Mientras tanto, Ardid y el Hechicero se dan cuenta de que Almíbar ha muerto y lo entierran junto a la tumba de Volodioso. Ardid guarda la mano de marfil y la daga con la inscripción "Un corazón leal merece seguir latiendo" en un lugar secreto.

Capítulo sin nombre 18

En este capítulo, Ardid regresa a Olar después de la triste ceremonia y recibe noticias de su hijo Gudú. Descubre que Gudú ha ordenado matar al pequeño Contrahecho como medida contra los desmanes de sus hermanos Bancio y Cancio. Ardid, llena de horror, decide desobedecer al rey y proteger al niño. Le pide a Dolinda que lleve al niño a su cámara y que se muestre llorosa y enlutada como si lo hubiera perdido. Mientras tanto, en los Desfiladeros, Lisio lidera la revuelta contra Gudú. Los soldados de Gudú son corrompidos por Bancio y Cancio, y muchos se unen a la revuelta. Lisio organiza a su gente y se prepara para enfrentarse a Gudú. Gudú envía exploradores para obtener información sobre los insurrectos. Mientras tanto, en Olar, la tristeza se apodera de la ciudad debido a la ausencia de los hombres que han seguido a Gudú. Ardid se preocupa por el estado de Gudulina, que está enferma de amor por Gudú. La tristeza también afecta a Dolinda, que se vuelve cada vez más obsesionada con el pequeño Contrahecho. Dolinda es castigada por la Asamblea de Nobles y Ardid se ve obligada a aprobar el castigo. Dolinda es confinada en sus habitaciones. Ardid busca al Hechicero para pedirle ayuda, pero el anciano le dice que ha olvidado cómo conjurar al Trasgo. Ardid se siente sola y teme la soledad que vendrá cuando el Maestro muera. Llama al Trasgo sin esperanza.

Siguiendo este capítulo, se relatan los acontecimientos que ocurren después de la muerte de Dolinda. Ardid decide guardar el cinturón de terciopelo y oro que Dolinda le regaló en un cofre junto a la media piedra azul. Mientras tanto, el Príncipe Contrahecho cumple seis años y Gudú diecisiete. A pesar de que ambos han nacido en días similares, sus destinos son diferentes. Ardid decide enterrar a Dolinda en su jardín en un lugar secreto, ya que no tiene derecho a ser enterrada en un lugar sagrado. Lisio se preocupa por la resistencia de Gudú y decide atacar, pero se da cuenta de que Gudú ha sufrido pocas pérdidas y decide esperar. Lisio ordena racionar los víveres y bloquear las minas. En la noche, Lisio contempla el cielo estrellado y se pregunta qué significan las estrellas. Mientras tanto, en la Corte de Olar, la Reina Ardid se preocupa por la resistencia en los Desfiladeros y decide liberar a la población de los tributos durante dos meses. También anuncia el nacimiento del Príncipe Gudulín y organiza su bautizo. Ardid se dedica a cuidar del jardín y ve cómo algunas flores comienzan a brotar. Mientras tanto, en los Desfiladeros, la resistencia se debilita y los soldados desertan. Lisio se enfrenta a ellos y los amenaza con la muerte. Sin embargo, la situación empeora y muchos mueren de hambre y enfermedad. Finalmente, Gudú envía a Yahek y sus hombres para acabar con la resistencia. Yahek descubre que Lisio ha matado a los desertores y se da cuenta de que uno de ellos es su hijo. Yahek se siente devastado y se arrepiente de sus acciones. Gudú ordena quemar los cuerpos de los muertos y regresa a su campamento. En el interior del Desfiladero, la llama de Lisio sigue ardiendo y es guardada por un trasgo. El capítulo termina con la idea de que algunas derrotas pueden convertirse en leyendas y eventualmente en victorias.

Capítulo sin nombre 19

En este capítulo, Gudú no muestra mucho interés por conocer a su hijo recién nacido, Gudulín. En cambio, decide celebrar la victoria en los Desfiladeros con sus soldados y llevarlos a las estepas para mostrarles el Mundo Desconocido. Mientras tanto, Yahek, el antiguo líder de los saqueadores, sufre por la muerte de Lisio y se aleja de la compañía de los soldados. Gudú decide quedarse en las estepas más tiempo del necesario y no regresa a Olar. Mientras tanto, Gudulina se prepara para recibir a Gudú y se preocupa por el cambio en el aspecto de Yahek. Finalmente, Gudú regresa a Olar y se encuentra con Gudulina, quien está emocionada de verlo. Ambos se abrazan y besan, y los soldados celebran su regreso. Sin embargo, Gudú comienza a sentir curiosidad por el amor y la gloria, y se pregunta si hay algo más grande y bello que la gloria. Mientras tanto, Gudulina se obsesiona con su apariencia y se pregunta por qué el amor y la vida son tan cortos. Gudú decide que es hora de regresar a la Corte Negra y deja a Gudulina en Olar. Gudulina se vuelve cada vez más inestable emocionalmente y comienza a tener escapadas solitarias a los bosques. Ardid se preocupa por ella y la sigue, descubriendo que Gudulina habla con niños cerca del Lago. Los niños le cuentan a Ardid que ven reflejados en el agua a Gudú y Gudulina, así como a un ejército y a una mujer llamada Tristeza. Ardid ordena que dejen en paz a los niños y guarda el secreto para sí misma. Sin embargo, se da cuenta de que no podrá encontrar las respuestas que busca en los libros y se siente desesperanzada. Finalmente, cierra la habitación del Hechicero y llora por lo que ha perdido.

Capítulo sin nombre 20

En este capítulo, Gudú despierta de su tiempo de ocio y se sumerge en viejos sueños y proyectos que ahora parecen factibles. Comprueba los progresos de los Cachorros y la admiración que sienten hacia él. Se dedica a perfeccionar la organización y el avituallamiento de su ejército, así como el cuidado de los caballos capturados. Reanuda el reclutamiento de jóvenes sanos y deja en aldeas y burgos a aquellos necesarios para el mantenimiento de las tierras de los nobles. Gudú se enfrenta a la oscuridad y a la incertidumbre de su papel como rey y se pregunta quién es realmente. Recuerda las enseñanzas del Hechicero sobre los Reyes del Bosque y se pregunta si él también es uno de ellos. En su camino hacia el este, Gudú decide explorar una isla en el Brazo Gigante del Gran Río, a pesar de las advertencias de Rakjel sobre la Reina Urdska que la gobierna. Gudú recluta a prisioneros de la estepa y los entrena para unirse a su ejército. Finalmente, llegan al Brazo Gigante y planean cruzarlo para llegar a la isla.

Capítulo sin nombre 21

En este capítulo, el verano avanza lento y poderoso, recordando a Gudú los leones feroces que describía el Hechicero. El verano era un león antiguo, acechante y devastador. Gudú siente que se acerca a algo que nadie ha alcanzado antes y que está a punto de descubrir un deseo antiguo. Siente que está a punto de convertirse en el primer hombre del mundo. Sin embargo, su memoria se detiene bruscamente y se siente confuso.

Gudú reflexiona sobre su vida y su papel como rey. Se ve a sí mismo como el portador de una antorcha que debe pasar a las generaciones futuras. Aunque no sabe quiénes serán sus sucesores ni qué mundo les espera, se siente obligado a dominar a los hombres y a encontrar algo que sea auténticamente suyo.

Mientras tanto, la estepa se prepara para la batalla contra la Isla de Urdska. Gudú lidera a sus hombres en una lucha sangrienta y feroz. A pesar de los obstáculos y las pérdidas, Gudú persiste en su objetivo de conquistar la ciudad. Finalmente, después de un largo asedio, la ciudad se rinde y Gudú entra victorioso.

Dentro de la ciudad en ruinas, Gudú encuentra a Urdska y a su hermana Ravja. Urdska se muestra altiva y desdeñosa, pero Gudú se siente atraído por ella. Comienza una relación apasionada entre ellos. Mientras tanto, Rakjel, uno de los hombres de Gudú, se enamora de Urdska y se une a ella en una traición contra Gudú.

Gudú descubre un tesoro escondido en la ciudad y encuentra pergaminos que narran la historia de Urdska y su linaje. Sin embargo, los tesoros no son tan importantes para él como el amor y la pasión que siente por Urdska. Gudú se obsesiona cada vez más con ella y está dispuesto a hacer cualquier cosa para mantenerla a su lado.

Finalmente, Urdska le pide a Gudú que la lleve a Olar como prisionera. Gudú acepta, pero le advierte que la llevará arrastrándola como una prisionera. A su regreso a Olar, Gudú deja a sus hombres en los parajes cercanos y entra en la ciudad con Urdska como su prisionera.

Capítulo sin nombre 22

En este capítulo, se describe cómo Olar vuelve a sufrir tiempos de austeridad y desesperación después de la partida de Gudú hacia las estepas. Los hombres son sacados de sus casas, los campesinos se abandonan a la desesperación y los nobles ven en Gudú el sueño de sus vidas. Gudú ordena deportar a los hombres útiles de las mazmorras hacia las estepas, lo que genera tanto admiración como condena. Además, aumentan los impuestos y las privaciones llegan incluso a los más acomodados. Mientras tanto, los hijos del rey crecen: Gudulín se vuelve más rebelde y maltrata a todos los que caen bajo su capricho, mientras que Gudulina se retira y se recluye en sus habitaciones. Los gemelos Raigo y Raiga son relegados y solo Ardid se preocupa por ellos. Gudulina se muestra celosa de la atención que Ardid les presta y se encara con ella. Ardid decide buscar un maestro para educar a Gudulín y encuentra a Astrágalo, un anciano acusado de brujería. A pesar de su pasado turbio, Ardid decide darle una oportunidad y lo nombra maestro de Gudulín. Sin embargo, la relación entre ellos se vuelve cada vez más desastrosa y Astrágalo es destituido y desterrado de Olar. Gudulín continúa con su educación, pero muestra más interés en el vino y los juegos de azar que en aprender. Un día, sufre un accidente y queda gravemente herido, pero es salvado por un joven físico que utiliza su propia sangre para curarlo. Gudulín se recupera, pero su comportamiento se vuelve aún más cruel y despiadado. Mientras tanto, Ardid se dedica a educar a los gemelos Raigo y Raiga, quienes muestran una gran inteligencia y curiosidad. Raiga, sin embargo, prefiere jugar bajo el Árbol de los Juegos con Contrahecho.

Siguiendo este capítulo, Raigo no acude a su lección con su abuela y Ardid decide ir a buscarlo a la Torre. Allí descubre a sus nietos y a Contrahecho jugando con los tesoros de la Princesa muerta. Ardid observa a los niños jugar y se da cuenta de que ella nunca ha tenido la oportunidad de ser verdaderamente niña. Después de que los niños bajan de la Torre, Ardid les pide que no revelen el lugar a nadie y les dice que solo ellos cuatro pueden jugar allí. Desde ese día, los cuatro acuden a la Torre para jugar y la Reina aprende a jugar por primera vez en su vida. Gudulín crece y pide un caballo, pero el Barón Silu le dice que primero debe tomar lecciones del Maestro de Armas. Gudulín se burla del Maestro de Armas y muestra sus conocimientos de lucha aprendidos del viejo Astrágalo. Gudulina consigue un caballo para Gudulín y él se enamora de él. Gudulín monta el caballo y se abraza a su cuello, pero el caballo se asusta y huye con él al bosque. Gudulina llora en silencio por la noche. Raiga, la primera Princesa de Olar, llora en silencio en el Castillo. Contrahecho llora junto a su cama. El otoño llega y Gudú anuncia la llegada de la victoriosa comitiva real. Gudulina se prepara para recibir a Gudú con la esperanza de recuperar su amor perdido. Gudú llega y se da cuenta de que Gudulina ya no le atrae. Gudulina cae en un estado de abandono y locura. Gudulín es llamado por Gudú y parte hacia la Corte Negra. Gudulina cae en un estado de abandono y locura. Gudulín es llamado por Gudú y parte hacia la Corte Negra. Gudulina cae en un estado de abandono y locura. Gudulín es llamado por Gudú y parte hacia la Corte Negra. Gudulina cae en un estado de abandono y locura. Gudulín es llamado por Gudú y parte hacia la Corte Negra. Gudulina cae en un estado de abandono y locura. Gudulín es llamado por Gudú y parte hacia la Corte Negra. Gudulina cae en un estado de abandono y locura. Gudulín es llamado por Gudú y parte hacia la Corte Negra. 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Siguiendo este capítulo, Gudulín-isla navega por los mares después de que el mar se lo lleva con él. Raigo se convierte en el Príncipe Heredero y la Asamblea de Nobles se reúne para discutir sobre su educación. Gudú decide que Raigo se unirá a los Cachorros a los siete años y mientras tanto, Ardid se encargará de su educación. Ardid decide nombrar al Clarividente como preceptor de Raigo, pero debido a las sospechas y protestas de los nobles, decide mantenerlo en secreto. Ardid visita a Urdska y le pide que cuide de Raigo y Raiga mientras ella se enfrenta a la Asamblea. Urdska da a luz a gemelos y Gudú se entera de la revuelta en el sur. Gudú decide repudiar a Gudulina y a sus hijos y tomar a Urdska como esposa. Ardid se preocupa por la seguridad de Raigo y Raiga y decide esconderlos en la Torre Azul con la ayuda de Once y Contrahecho. Ardid visita a Amor y le pide que se vaya del reino para protegerlo. Gudulina es devuelta a Leonia y Gudú parte a la guerra en el sur. Ardid se entera de la ejecución de Amor y guarda sus cenizas junto a las de Gudulina. Los niños juegan en la Torre Azul y Ardid visita a Amor para pedirle ayuda. Gudulina muere en un naufragio y Ardid guarda una flor de su cabello junto a las cenizas. Raigo y Raiga crecen sin saber que son príncipes y Gudú sigue en la guerra sin saber de su existencia.

Capítulo sin nombre 23

En este capítulo, se describe cómo Kiro y Arno, los hijos de Urdska, crecen y se educan en la Escuela de los Cachorros con más rigor que los demás niños. A pesar de tener solo cuatro años, ya han comenzado a entrenarse en el manejo de la espada y a mostrar habilidades guerreras. Su apariencia física es impresionante y encandila a todos en la Corte Negra. Aunque Urdska es vigilada de cerca, su comportamiento no levanta sospechas. Sin embargo, la sombra de Rakjel sigue presente en la mente de todos.

Se rumorea que el Rey planea convertir a Kiro y Arno en los herederos legítimos del trono y elevar a Urdska a Reina. Esto genera apuestas entre los soldados para adivinar quién de los gemelos será el próximo Rey. Mientras tanto, Gudú sigue luchando en la guerra contra los rebeldes sureños, pero la victoria se demora y la paz no llega.

En el undécimo cumpleaños de los gemelos, un emisario llega con órdenes del Rey para celebrar los esponsales entre Gudú y Urdska. Los gemelos serán reconocidos legalmente como hijos legítimos y se espera que demuestren quién de ellos es más apto para ser el próximo Rey de Olar.

La noticia de los esponsales causa descontento entre los nobles, quienes cuestionan la decisión del Rey y sugieren que el Príncipe Raigo, hijo de Gudú y su primer matrimonio, también debería ser considerado como heredero. Ardid se muestra abatida por las críticas y la incertidumbre sobre el destino de sus nietos.

Mientras tanto, Kiro y Arno continúan entrenándose y mostrando su valentía y astucia. Urdska los instruye en la venganza contra Gudú y les habla de recuperar la isla del Brazo Gigante. Raigo, por su parte, sigue vagando por los bosques y sintiendo una fascinación hacia su padre.

Ardid decide buscar a Raigo en los bosques y, finalmente, lo encuentra en una cueva. Raigo se muestra enfadado y desconfiado, pero Ardid lo reprende y le da instrucciones para que siga sus consejos y recupere lo que le pertenece.

Después de dos días, Gudú regresa victorioso y los nobles demandan una audiencia. A pesar de su apariencia envejecida, Gudú muestra su fuerza y ferocidad, lo que aplaca los ánimos de los nobles. La Asamblea se inclina ante él y se prepara para discutir sus preocupaciones y deseos.

Siguiendo este capítulo, el Duque Terko, hijo del Barón, se reúne con el Rey para presentarle sus problemas y quejas. El Rey les responde que entiende su descontento por no poder seguir a sus hijos y nietos en la carrera del poder y la codicia, pero que no puede remediarlo. Les recuerda que él les ha devuelto lo que el antiguo Rey Volodioso les arrebató y les ha proporcionado una vida enriquecida. El Rey decide establecer un tiempo de paz y abundancia como muestra de magnanimidad. Luego, el Barón Lelino le pregunta al Rey sobre los rumores de un nuevo matrimonio y si es cierto que se casará con una antigua enemiga del reino. El Rey confirma que es cierto y explica que esta alianza es el precio que deben pagar por la paz y la prosperidad. La Asamblea queda perpleja ante esta noticia. Después de la boda, el Rey cumple su promesa de establecer un tiempo de paz y prosperidad en Olar. Se reducen los impuestos, se anima el comercio y se realizan festividades. Sin embargo, la Reina Ardid sigue tramando su venganza y planea restituir los derechos al trono de su nieto Raigo. Mientras tanto, el Trasgo se emborracha y llora por la pérdida de su hijo Gudulín. Luego, los gnomos lo llevan a su reino subterráneo y el Trasgo descubre que hay muchos niños como Gudulín que murieron sin conocer el mundo. El Trasgo decide regresar a Olar y se encuentra con la Reina Ardid, quien le pide que espíe a Urdska en la Corte Negra. Raigo, por su parte, se entera de que su hermana Raiga se ha casado con Contrahecho, el criado de la Reina, y se llena de ira y odio hacia ellos.

Siguiendo este capítulo, la Reina Ardid ordena a Raiga que regrese junto a su esposo y se mantenga oculta hasta que ella lo indique. Raiga obedece y le cuenta a Contrahecho lo sucedido. Contrahecho sabe que Raigo nunca aceptará el matrimonio y llora por las dificultades que enfrentan. El Trasgo regresa después de tres días y tres noches y le cuenta a Ardid que Urdska es peligrosa y planea traicionar a Gudú. Ardid decide impedirlo y envía a Raigo a advertir a Gudú antes de que los traidores lo ataquen. Raigo parte de inmediato. Urdska decide regresar a Olar con sus hijos y su comportamiento cambia, mostrándose imperativa y dura. Ardid convoca a la Asamblea y revela la existencia de Raigo como el verdadero hijo de Gudú. Los nobles se dividen en dos bandos, pero la mayoría se inclina hacia Urdska y su plan de colocar a uno de sus hijos en el trono. Ardid se da cuenta de la traición de Urdska y se reúne con sus fieles para planear su defensa. Urdska y sus seguidores atacan el Castillo de Olar y Ardid es capturada y llevada a la Torre de la caperuza azul. Mientras tanto, la batalla continúa afuera y Ardid se siente indiferente a su destino, encontrando consuelo en los muñequitos de Tontina. El capítulo termina con el Árbol de los juegos ardiendo y consumiéndose por completo.

Capítulo sin nombre 24

En este capítulo, se nos presenta a Krhin, el hijo de Yahek, quien a diferencia de sus parientes, no tiene temperamento de soldado. Krhin es pelirrojo, de ojos verdes y cubierto de pecas, pero a pesar de su apariencia, es robusto y bien agraciado. Además, tiene un carácter dulce y apacible, y está muy apegado a su madre y al hogar. Krhin tiene una gran afición por investigar el curso de las estrellas y del sol.

La madre de Krhin, Indra, es considerada princesa en Yahekia y se ha convertido en una especie de gobernanta. A pesar de la tristeza y amargura que siente por la pérdida de su esposo Yahek, Indra no ha endurecido su carácter, sino que se ha dedicado a proporcionar felicidad a su hijo y a protegerlo de los Cachorros. Indra ha propagado la noticia de que ha perdido a su hijo en combate para mantenerlo a salvo.

En la historia también se menciona a Gudrilkja, la hija de Gudú y Lontananza. Gudrilkja es salvaje y despiadada como su padre, pero también hereda la astucia, la inteligencia y el tesón de su abuela. A pesar de no ser muy bella ni fuerte, Gudrilkja se considera a sí misma como el Rey y sueña con unirse al ejército de su padre.

Raigo, por su parte, parte de Olar con ansias de venganza y dolor por la traición de Raiga y el Contrahecho. Durante su viaje, Raigo se encuentra con los Hermanos de los Bosques, una tribu pastoril del Norte. Los Hermanos de los Bosques se unen a Raigo en su misión de salvar a su padre y juntos se enfrentan a los guerreros de Urdska.

En su camino hacia Yahekia, Raigo se encuentra con Gudrilkja, quien lo amenaza con una espada. Después de una breve confrontación, Gudrilkja decide ayudar a Raigo y lo lleva a la casa de Indra, donde esperan encontrar al Rey Gudú.

El capítulo termina con Gudú reflexionando sobre sus derrotas y la necesidad de eliminar el odio de su corazón para recuperar la gloria perdida.

Siguiendo este capítulo, Gudú despierta de un profundo sueño y se da cuenta de que algo inusual está sucediendo en su tienda. Llama a la Guardia y se entera de que un joven guerrero y un extraño lo están esperando. El joven guerrero resulta ser su hijo legítimo, Raigo, y le trae noticias importantes sobre la traición de la Reina Urdska. Raigo explica que la Reina Urdska ha soliviantado a ciertos nobles y que la vida de la Reina Ardid, madre de Gudú, está en peligro. Gudú decide regresar a Olar para enfrentar a la Reina Urdska y salvar a su madre. Antes de partir, nombra a los Hermanos Pastores como sus hijos y les promete gloria y honor. También nombra a Indra, la primera Lontananza, como Princesa de Yahekia y le confía el destino de la ciudad. Gudú se recupera de su herida gracias a un ritual de los Hermanos Pastores y decide regresar a Olar con un grupo de hombres. Raigo se une a una misión de reconocimiento y descubre que la Reina Urdska ha traicionado a la Corte Negra y ha capturado a la Reina Ardid. Gudú y sus hombres llegan a Olar y se unen a la lucha contra los traidores. Después de cinco días de batalla, Gudú lidera la victoria y entra en el Castillo. El capítulo termina con Gudú sintiendo que ha renacido y que ha regresado a la vida.

Capítulo sin nombre 25

En este capítulo, la Reina Ardid se encuentra encerrada en la Torre junto a sus jardineros Raiga y Contrahecho. A pesar de la lucha y el caos que se desarrolla fuera de la Torre, Ardid parece indiferente y se dedica a desenterrar viejos juguetes. Pasan mucho tiempo encerrados hasta que se dan cuenta de que han sido abandonados y deciden escapar. Ardid les aconseja huir y les dice que nunca regresen. Los jardineros salen de la Torre y se unen a un grupo de campesinos que huyen. Encuentran una barca y se dirigen hacia el sur en busca de las Islas jóvenes. Mientras tanto, en el Castillo, el Duque Zore y sus seguidores se enfrentan a los partidarios de Urdska en una cruenta batalla. Finalmente, Contrahecho sugiere a Ardid que escape con ellos, pero ella decide quedarse en la Torre. Mientras tanto, en otro lugar, Urdska también se entera de la lucha y decide unirse a la batalla. Urdska le ordena a Kiro y Arno que huyan y se refugien en las estepas hasta que llegue el momento de reclamar el trono. Kiro y Arno deciden enfrentarse el uno al otro y se matan mutuamente. Mientras tanto, Ardid descubre que puede escuchar y entender el lenguaje de los muros de la Torre. Recuerda historias de su infancia y ve visiones de su pasado. Sin embargo, se siente cada vez más sola y desesperada. Finalmente, la Torre comienza a arder y Ardid queda atrapada en el desván. Raigo llega a la Torre y encuentra a Ardid herida. Ella muere en sus brazos. Mientras tanto, Gudrilkja se acerca al Rey herido y siente una mezcla de deseo de venganza y alivio al verlo sufrir. Sin embargo, se sorprende al ver a Krhin junto al Rey y se da cuenta de que él también es un héroe.

Siguiendo este capítulo, Gudrilkja le pide al Rey Gudú que le permita quedarse a su lado y protegerlo. El Rey acepta y le advierte que si alguna vez le ordena desaparecer, debe obedecer sin cuestionar. Luego, los soldados informan al Rey de que el Príncipe Raigo ha encontrado a la Reina Ardid. Gudú intenta ir a su encuentro, pero su debilidad se lo impide. Gudrilkja ayuda al Rey y le pregunta sobre la Reina Ardid, a lo que él responde que era sabia y grande. Gudrilkja sugiere que si el Rey hubiera tenido una hija, sería como ella. El Rey responde que tal vez la tuvo, pero que murió cuando era muy joven. Luego, Raigo entra con el cuerpo de Ardid y el Rey contempla su rostro con asombro y tristeza. Ordena que la entierren en el Cementerio Real y dice que tal vez nunca haya otra Reina en Olar como ella. Después de la muerte de Ardid, los días pasan lentamente y el invierno llega. El Rey reconstruye la ciudad y reorganiza su ejército. Raigo pide ser recibido por el Rey y le informa sobre el ataque de Rakjel a Ciudad Yahekia. El Rey reflexiona sobre qué hacer y decide esperar antes de tomar una decisión. La Asamblea se sorprende por su respuesta. Los días pasan y la ciudad y el castillo de Olar comienzan a recuperarse. El Rey se preocupa cada vez más por su herida, que no sana. Lar, el Hermano Pastor, le dice que no conoce el remedio para esa herida. El Rey le dice que guarda un secreto sobre la herida y le pregunta qué significa que esté hecha de tiempo y urdida por un amor y una venganza. Lar no sabe la respuesta. El Rey monta a caballo y se dirige a los campos. Al llegar al Lago, se siente débil y frío. Regresa al castillo y se retira a las habitaciones de su madre. Encuentra el reloj de arena en la chimenea y se enfurece. Luego, se da cuenta de que no es tan fuerte como antes y se pregunta por qué una sola herida lo ha debilitado tanto. Encuentra el tablero de ajedrez de Almíbar y le pide a Gudrilkja que juegue con él. Pasan horas jugando y el Rey reflexiona sobre el amor y la realización de los deseos. El Rey se da cuenta de que su herida no cicatriza y se preocupa por el futuro de Olar. Recibe noticias de la traición de Raigo y decide regresar a la ciudad. Encuentra el Castillo Negro en ruinas y se da cuenta de que no puede retener nombres ni fechas. Encuentra a un grupo de niños y les habla sobre la historia de Olar. Uno de los niños lo insulta y se va corriendo. El Rey se siente cada vez más frío y se acerca al Lago. Ve al Trasgo del Sur y se da cuenta de que no puede verlo ni reconocerlo. El Trasgo le muestra un grano de uva y el Rey lo come. El Trasgo desaparece y el Rey llora por todo lo que ha perdido. El Rey regresa al castillo y encuentra a los niños que había encontrado antes. Les habla sobre la escuela de la Corte Negra y les invita a unirse a él. El Rey se sienta en una piedra y se da cuenta de que se está volviendo viejo y feo. El capítulo termina con el llanto del Rey cayendo al Lago y el Lago creciendo hasta inundar la ciudad y el Reino. Tanto el Rey como su Reino desaparecen en el olvido.

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