Aranmanoth

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Capítulo I

En este capítulo, se narra la infancia de Orso y su conexión con las voces misteriosas que escuchaba cuando era niño. Estas voces eran mencionadas por las sirvientas junto al fuego y despertaban la curiosidad de Orso. Años después, tras la muerte de su madre, estas voces regresan a su memoria y despiertan en él la necesidad de saber más. Orso se convierte en un hábil caballero y regresa a su hogar tras la muerte de su padre. Sin embargo, se siente indeciso sobre su destino y decide adentrarse en el bosque. Allí, Orso experimenta un encuentro mágico con el hada del agua, quien le revela que está embarazada de él y que dará a luz a un niño especial. El hada desaparece y Orso se queda con una loriga mágica que lo protegerá de cualquier daño, excepto el que él mismo pueda causarse. Con el temor de que las palabras del hada sean una profecía, Orso continúa su camino hacia la casa de su padre.

Capítulo II

En este capítulo, Orso regresa a su tierra y siente una alegría dolorosa al recordar su infancia y sus sueños de niño. Al llegar a su hogar, se encuentra con su padre, el Señor de Lines, quien está en un estado frágil y débil. Antes del amanecer, su padre fallece y Orso se convierte en el nuevo Señor de Lines.

Después de la muerte de su padre, Orso se vuelve hosco y silencioso, perdiendo el brillo en sus ojos. Con el tiempo, su parecido con su padre se vuelve tan fuerte que la gente llega a confundirlos. Algunas ancianas recuerdan al niño amable y hermoso que solía ser Orso, pero se preguntan qué ha sido de él.

Pasados algunos años, Orso es requerido por el Conde para luchar en diversas batallas. Aunque no tiene grandes ambiciones ni es violento por naturaleza, Orso cumple con su deber de lealtad hacia el Conde. A medida que pasa el tiempo, el Conde lo distingue y le otorga honores y donaciones.

Una noche, Orso despierta sintiéndose observado y escucha un rumor de agua. Baja hasta la torre y se encuentra con un anciano que le presenta a su hijo, Aranmanoth. Orso se sorprende al descubrir que tiene un hijo y recuerda el encantamiento del hada del Manantial. A partir de ese momento, Orso se convierte en el padre de Aranmanoth.

Orso muestra a Aranmanoth a su gente y lo proclama como su hijo. Aunque nadie comprende el significado de esto, todos acatan las palabras de Orso. A partir de ese día, Orso es requerido con más frecuencia por el Conde y se le propone un matrimonio conveniente. Orso se niega a casarse y confiesa su falta de interés en las mujeres, pero acepta conocer a la prometida propuesta por el Conde.

Finalmente, la joven prometida llega a las tierras de Orso y él la espera en la linde de sus dominios. Al verla, Orso siente una profunda piedad por la pequeña y frágil niña. Tiene hermosos cabellos negros que le recuerdan los racimos de uvas negras del sur.

Capítulo III

En este capítulo, Aranmanoth, el hijo de Orso, es descrito como un niño silencioso y hermoso, con grandes ojos azules y cabello que se asemeja a las espigas de trigo. Aunque su apariencia atrae a las personas, también les causa temor. Aranmanoth se muestra como cualquier otro niño, jugando y riendo con los demás. Él se acerca a su padre y le pregunta por qué es necesario que se case. Orso le explica que es necesario para continuar su estirpe y cumplir con sus obligaciones. Aranmanoth se siente confundido y triste por su doble naturaleza y su falta de conocimiento sobre quién es realmente. En el bosque, Aranmanoth se encuentra con Windumanoth, la joven prometida de su padre, quien se ha escapado de las doncellas que la preparaban para la boda. Aranmanoth promete protegerla y estar a su lado siempre. Al día siguiente, Orso y Windumanoth se casan, pero no pasan la noche juntos. Orso le pide a Aranmanoth que cuide de Windumanoth mientras él está ausente. Aranmanoth acepta la responsabilidad y Orso se va de las tierras de Lines por un tiempo indefinido.

Capítulo IV

En este capítulo, la pequeña esposa, Windumanoth, se entera de la partida de Orso por la mañana. Durante el banquete nocturno, ella presidió junto a su esposo y observó los excesos de los invitados. A pesar de no participar en ellos, le recordaban a las personas de su tierra. Windumanoth tenía dos hermanas mayores que la llevaban a escondidas a observar a los hombres y aprender de ellos. Un día, Windumanoth le preguntó a su hermana mayor sobre los secretos de los hombres y cómo defenderse de ellos. Su hermana le explicó que no debía temerles, pero debía conocer sus costumbres para protegerse. Liliana, la hermana mayor, se casó con el conde de Nores y Windumanoth nunca volvió a saber de ella. Su otra hermana, Sira, fue internada en un convento. Después, su padre anunció que la casaría con un señor rico y mayor que ella. Windumanoth se sintió extraña en su nuevo hogar y se hizo amiga de Aranmanoth, quien le entregó un cachorro de lobo. Juntos, Windumanoth y Aranmanoth exploraron el huerto y el bosque. El capítulo termina con el viejo mayordomo observándolos con preocupación.

Capítulo V

En este capítulo, Aranmanoth y Windumanoth exploran el bosque juntos y llegan a un claro donde hay un círculo de piedras blancas. Aranmanoth explica que cada hoja de los árboles es una palabra y cada palabra corresponde a un color, formando así el arco iris. Deciden guardar este secreto y se abrazan mientras descubren palabras y colores juntos. Windumanoth expresa su deseo de buscar un arca para guardar sus secretos, ya que los adultos suelen olvidarlos. Aranmanoth menciona que la memoria puede romperse y perderse. A pesar de esto, deciden disfrutar del momento y continúan explorando el bosque juntos. En el invierno, Aranmanoth y Windumanoth se refugian en la casa y pasan tiempo junto al fuego con las mujeres que hilan y cuentan historias. Sin embargo, las historias ya no les interesan como antes y sienten que algo ha cambiado en ellos. Un día, un joven poeta llega a la casa buscando refugio y toca un instrumento musical desconocido. Windumanoth se siente incómoda y se retira, mientras que Aranmanoth reflexiona sobre su vida y recuerda imágenes aterradoras de su infancia.

Capítulo VI

En este capítulo, Aranmanoth juega a ser otro y se siente atraído por la curiosidad. Un día, escucha la voz de su madre y la ve en el interior de una cascada imaginaria. Su madre le revela que cometió una ofensa a su especie al amar a un hombre y que pronto desaparecerá. Le advierte a Aranmanoth que no ame como los humanos, ya que será difícil vivir entre dos mundos. Aranmanoth no comprende del todo el consejo de su madre y se llena de dudas y preguntas.

Recuerda su infancia como un niño inocente y cómo fue llevado por un hombre desconocido hasta la casa de su padre, Orso, el Señor de Lines. Conoce a su padre y se siente admirado y afectado por él. Orso le cuenta que él es el fruto de un encuentro misterioso y le habla de la felicidad perdida.

Aranmanoth recuerda y reflexiona sobre el amor, que para él es un misterio. Decide preguntarle al poeta sobre el corazón humano y este le responde que es como un lobo hambriento, capaz de destruir mitos y esperanzas. El poeta invita a Aranmanoth a ir al bosque para enseñarle lo que puede llegar a ser el corazón humano.

Aranmanoth acepta la invitación y se encuentra con el poeta en el bosque. Descubre un claro donde se encuentra el Árbol Rey, el Gran Señor del Bosque. El poeta le explica que en él se depositan los deseos, la ira, el amor y la desesperación de los humanos. Aranmanoth presencia una multitud que se reúne alrededor del árbol y decide detener un sacrificio que iban a realizar. Las personas reconocen a Aranmanoth como el heredero de Lines y lo aclaman.

Después de la experiencia en el bosque, Aranmanoth llora y se siente confuso. El poeta desaparece y Aranmanoth se queda solo en el bosque. Monta en su caballo y regresa a la mansión, pero siente que no pertenece a ese lugar ni al mundo en el que ha caído.

Windumanoth, la hermana de Aranmanoth, le habla del Sur, su tierra natal, y Aranmanoth siente un dolor y un deseo de volver allí. Sin embargo, no encuentran ninguna señal en el cielo que les guíe.

Finalmente, Aranmanoth recibe la noticia de que su padre ha regresado y lo espera en la puerta de la casa. Ve a un hombre con una cicatriz en el rostro, que resulta ser su padre. El capítulo termina con el Señor de Lines apoyando sus manos sobre los hombros de Aranmanoth y pronunciando su nombre.

Capítulo VII

En este capítulo, Aranmanoth descubre una cicatriz en el rostro de su padre que revela la tristeza y el miedo que lo consumen. Le pregunta a su padre por qué está tan triste, pero Orso lo aparta bruscamente y le ordena esperar a que lo llame. Aranmanoth espera en vano durante todo el día y se siente angustiado. Encuentra consuelo en su amigo lobo, Aranwin, y reflexiona sobre el origen de su propio dolor. Windumanoth, por su parte, está abatida y llorosa, y le pide a Aranmanoth que la saque de allí. Juntos, se refugian en el huerto y descubren que comparten una profunda tristeza. Deciden ir al Sur y buscan el camino desde la torre. A pesar de la tormenta que se avecina, prometen partir juntos. Sin embargo, deben esperar a que el sol vuelva a brillar y planean su partida en secreto. Mientras tanto, observan el regreso de las aves y una golondrina muere misteriosamente.

Capítulo VIII

En este capítulo, Orso regresa a las tierras de Lines en primavera. Aranmanoth presiente su regreso y siente miedo y afecto al pensar en su padre. El viejo mayordomo avisa a Aranmanoth de la llegada de su padre y el joven se alegra. Orso llega acompañado de un ejército de jóvenes caballeros y todos se alegran por su regreso. Aranmanoth se reencuentra con su padre y siente el calor y la luz de su niñez. Sin embargo, nota algo extraño en Orso, una sombra de desasosiego. Cuando Aranmanoth le dice que lo ama, la sonrisa de Orso desaparece y se retira a su cámara. Esa noche, Orso llama a Windumanoth a sus aposentos. Al amanecer, Orso y su ejército parten nuevamente. Aranmanoth se despierta con el galope de los caballos y siente ira, rabia y miedo. Va a buscar a Windumanoth y le pide que lo saque de allí. Juntos, deciden escapar esa noche. Aranmanoth espera impaciente con los caballos ensillados y Windumanoth llega con el perfume del Sur. Ambos sienten tristeza pero también un poderoso sentimiento de libertad y esperanza al dejar atrás su infancia.

Capítulo IX

En este capítulo, Aranmanoth y Windumanoth intentan encontrar el caballo de Windumanoth, que ha escapado. A medida que avanzan, se adentran en la noche y se encuentran con la inmensidad y el eco de palabras antiguas. Deciden buscar el caballo siguiendo sus huellas, pero Windumanoth no quiere que nadie huya de ella. Continúan su viaje a través de bosques y colinas, encontrando refugio en chozas habitadas y siendo acogidos por la generosidad de las personas. Siempre preguntan por el camino hacia el Sur y hablan de la belleza y la esperanza que esperan encontrar allí. En su búsqueda, llegan a las tierras de Nores y encuentran a un campesino que les indica el camino hacia el castillo de Liliana. Al llegar, Windumanoth se sorprende al ver a su hermana mayor, Liliana, convertida en una mujer distinta. Liliana les dice que el Sur quedó atrás y les insta a olvidar esa ilusión. Desilusionados, deciden seguir buscando y se dirigen al monasterio de las Damas Grises en busca de su hermana Sira. Sin embargo, descubren que Sira también ha cambiado y les dice que el Sur no existe. Con el corazón roto, deciden seguir adelante sin saber hacia dónde se dirigen.

Capítulo X

En este capítulo, Aranmanoth y Windumanoth continúan su viaje hacia el Sur en busca de lo que anhelan. Sin embargo, se sienten desolados al encontrarse en tierras desconocidas que no cumplen sus expectativas. En un momento de descanso junto a un arroyo, Aranmanoth consuela a Windumanoth, quien llora por la situación. De repente, ambos se percatan de la presencia de dos criaturas que les resultan familiares pero diferentes a lo que conocen. Al apartar la mirada del río, se dan cuenta de que todo a su alrededor ha cambiado. La luz que se filtra entre los árboles es diferente y los ilumina intensamente. Aranmanoth escucha el rumor de una cascada que lo atrae irresistiblemente. Convence a Windumanoth de seguirlo y corren hacia la cascada con entusiasmo, sintiendo que la felicidad está cerca. Se desnudan debido al calor y se adentran en la cascada, abrazándose bajo el agua y descubriendo la belleza y el placer de acariciar un cuerpo amado. Al salir del agua, se ven reflejados en el manantial y se dan cuenta de que están bañados por la luz del sol. Sin saberlo, han repetido el encuentro que tuvo el joven Orso con el hada del manantial. Contemplándose el uno al otro, sienten una gran alegría y se tumban en la hierba, rodando juntos y experimentando una conexión profunda. Descubren el significado de la palabra que habían escuchado en canciones y cuentos, la palabra que distingue a las criaturas humanas. Sin embargo, su felicidad se ve interrumpida por un trueno que no es como los de su infancia, sino un trueno humano cargado de dolor y sufrimiento proveniente de las personas que les han brindado hospitalidad hasta ahora.

Capítulo XI

En este capítulo, Aranmanoth y Windumanoth llegan a un valle que ha sido destruido por el Conde. Encuentran a un niño que les cuenta lo sucedido y se dan cuenta de que la muerte está presente en el lugar. Pasan la noche en silencio y al amanecer ven que el aire está lleno de partículas negras y escuchan un grito que representa la muerte. Un anciano se acerca y les dice que esto es algo que ocurre siempre. Deciden regresar a Lines, donde está Orso, y se unen a otras personas que también huyen de la destrucción. Durante el viaje, descubren la soledad y la tristeza de las personas y se sienten parte de esa riada de gente que busca un lugar seguro. A pesar de todo, encuentran momentos de alegría y amistad entre los demás refugiados. Las noches se vuelven más frías y el verano se aleja, pero Aranmanoth y Windumanoth encuentran consuelo y amor el uno en el otro.

Capítulo XII

En este capítulo, Orso regresa a Lines después de haber participado en actos de violencia y destrucción bajo las órdenes del Conde. A pesar de su participación en estas acciones, Orso siente un peso en su corazón y una sensación de traición hacia sí mismo. Al llegar a Lines, se aísla frente al fuego y recuerda a Aranmanoth, el niño que apareció en su vida y despertó emociones en él. A medida que pasa la noche, Orso siente la soledad y la oscuridad que lo rodean, pero también escucha el rumor de la hierba y siente un deseo incontrolable de llorar. Al día siguiente, el mayordomo le informa sobre la huida de Aranmanoth y Windumanoth, y Orso se da cuenta de que la verdadera traición es la que él ha cometido contra sí mismo. Mientras tanto, Aranmanoth y Windumanoth se dirigen hacia Lines, encontrando destrucción y desolación en su camino. A pesar de ello, mantienen la esperanza y continúan su viaje. Finalmente, se reencuentran con su lobo Aranwin y sienten alegría y esperanza al regresar a un lugar que recuerdan como hermoso y lleno de paz.

Capítulo XIII

En este capítulo, se narra cómo el Conde decide visitar la casa del Señor de Lines en un momento inapropiado para la caza. Orso, el Señor de Lines, comprende que su hijo y su esposa son los criminales a los que se refiere el Conde. El Conde, a pesar de su apariencia envejecida y su carácter, muestra predilección por Orso y le revela que su esposa debe morir sin escándalo para proteger sus intereses. También le informa que su hijo será decapitado para limpiar su honor. Orso, sorprendido por la calma que muestra, acepta la decisión. El Conde decide quedarse en la casa y espera que los fugitivos regresen. Sin embargo, pasan días y semanas sin noticias de ellos. Finalmente, el mayordomo sugiere que el joven lobo llamado Aranwin puede encontrarlos, sin que nadie sepa que ya los ha encontrado cerca de las tierras de Lines.

Capítulo XIV

En este capítulo, Aranmanoth y Windumanoth disfrutan de los últimos días del verano, refugiándose del frescor del otoño por las noches. Despiertan una mañana y se dan cuenta de que están cerca de su hogar, donde podrán contarle a Orso todo lo que les ha sucedido. Sin embargo, de repente, algo oscurece el cielo y Aranmanoth ve cómo una flecha atraviesa el corazón de Windumanoth, quien cae al agua y muere. Aranmanoth es capturado por los hombres que los buscaban y es decapitado al amanecer. Lo insólito ocurre cuando su cabeza separada del cuerpo cobra vida y rueda hasta llegar a un manantial, donde desaparece. Orso llora desconsolado por la muerte de su hijo y se retira a una ermita. Tiempo después, un joven poeta llega a la región y narra la historia de Aranmanoth, pero nadie cree en ella. Años más tarde, otro joven poeta llega y esta vez la gente se queda cautivada por la historia. La canción se hace popular y las romerías al manantial se multiplican, aunque pocos pueden ver la cabeza de Aranmanoth en el agua. Aranmanoth se convierte en una leyenda, pero solo unos pocos pueden distinguirlo entre las aguas, aquellos que aún viven en el efímero verano de la vida.

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