Luciérnagas

16 minutos

Capítulo sin nombre 1

En este capítulo, Sol, una joven de dieciséis años, recuerda su infancia en el internado de Saint-Paul y su vida en Barcelona durante la guerra civil. Sol se describe como una niña tímida y curiosa, que se sentía distante de los demás y que tenía miedo de la oscuridad y de la soledad. A través de sus recuerdos, se revela la relación complicada que tenía con su familia, especialmente con su hermano Eduardo, y la influencia de la religión en su vida.

Sol recuerda su infancia en el internado, donde se sentía sola y temía la oscuridad. También recuerda las vacaciones de verano en la costa, donde disfrutaba del sol, el mar y la compañía de su hermano Eduardo. Sin embargo, a medida que crecía, Sol se sentía cada vez más insatisfecha y curiosa sobre el mundo que la rodeaba. Tenía muchas preguntas sin respuesta y sentía que la historia y la geografía que aprendía en el colegio no le enseñaban lo suficiente sobre la vida real.

A medida que Sol crece, se da cuenta de que el mundo no es tan perfecto como pensaba. Se da cuenta de que las personas tienen defectos y que la vida puede ser peligrosa y terrible. También se da cuenta de que la religión no siempre tiene todas las respuestas y que hay muchas cosas que no puede comprender.

En su adolescencia, Sol se siente atraída por la religión y se enamora de Jesucristo. Lee los Evangelios y se imagina cómo sería la vida de Jesús. Sin embargo, sus preguntas y su curiosidad la llevan a ser reprendida por las monjas del colegio y a perder su fe en Dios.

A medida que crece, Sol se da cuenta de que no encaja en el mundo que la rodea. Se siente distante de su familia y de las personas de su edad. Se siente atraída por su padre, pero también siente una gran admiración por su madre. Sin embargo, se da cuenta de que no puede ser como su madre y se pregunta qué será de su futuro.

En el último año de colegio, Sol se siente cada vez más inquieta y descontenta. Las monjas del colegio cambian su forma de vestir y se muestran más humanas. Las externas cuentan historias de la guerra civil y Sol se da cuenta de que el mundo está cambiando y que ella también está cambiando.

Siguiendo este capítulo, se describe la espera y el miedo que se vive en el colegio debido a los rumores de una posible revuelta. A pesar de la incertidumbre, el curso termina sin incidentes y Sol abandona el colegio sin la emoción que esperaba. Con dieciséis años, estalla la guerra y Sol se encuentra en su habitación, mirando al techo. El calor y el miedo invaden el aire, y Sol siente la necesidad de estar con su padre. Sin embargo, él es arrestado y se lo llevan en medio de la noche. Sol se queda con su madre y su hermano Eduardo, quienes intentan sobrevivir en medio de la guerra y la escasez. La situación económica se vuelve apremiante y Elena vende las joyas de la familia para poder subsistir. Eduardo se aleja cada vez más de la familia y se muestra indiferente ante el sufrimiento de su madre. Sol se une a largas colas en busca de alimentos y experimenta el hambre por primera vez. Elena decide acoger a una familia de refugiados en su casa, lo que genera tensiones y conflictos. A pesar de todo, Sol desarrolla una extraña amistad con Cloti, la hija de los refugiados. Cloti trabaja en una fábrica de material de guerra y tiene una actitud despreocupada y vital. A medida que pasa el tiempo, la situación empeora y la Navidad se celebra en medio de la desolación y la pobreza. Elena llora en silencio y busca consuelo en la compañía de Sol. La vida se vuelve cada vez más difícil y Sol siente compasión por Cloti, quien ha experimentado la pobreza desde muy joven. A pesar de todo, Cloti muestra una actitud optimista y trata de disfrutar de los momentos buenos.

Siguiendo este capítulo, se describe la vida de Cloti, una joven apasionada y fanática que ama a su hermano. Cloti vive en un cuartucho mal ventilado junto a su madre y tres gatos flacos y hambrientos. A los once años, Cloti trabaja como aprendiza en un taller de modista, pero es despedida por robar. A pesar de las dificultades, Cloti sigue cuidando de sus gatos y soñando en voz alta. Cloti crece y enfrenta diversas dificultades, como la enfermedad, la falta de trabajo y la cárcel de su hermano menor. Todos en la familia sienten la necesidad de vengarse de las injusticias que han sufrido. Cloti conoce a la Gallega, una viuda que se gana la vida prostituyéndose. La Gallega convence a Cloti de unirse a ella en su negocio y Cloti acepta. Mientras tanto, Cloti también se enamora de un joven llamado Pedro, pero siente resentimiento hacia él por su vida limpia y sin problemas. La Gallega es arrestada y Cloti se encuentra atrapada en una vida extraña. Más tarde, la cuñada y los sobrinos de Cloti llegan a vivir con ellos debido a los bombardeos. Cloti se enfrenta a la falta de espacio y a las tensiones familiares. En medio de todo esto, Cloti se encuentra con su hermano Eduardo, quien la lleva a un refugio en la montaña donde comparten comida. Eduardo le cuenta a Cloti sobre su vida en la ciudad y cómo ha cambiado debido a la guerra. Cloti se siente atraída por la vida de Eduardo y su actitud despreocupada. Más tarde, Cloti se encuentra con un chico misterioso y se siente intrigada por él. A medida que la guerra avanza, la ciudad se vuelve más caótica y desesperada. Eduardo se siente cada vez más alejado de su vida anterior y se siente atraído por la vida en la calle. Finalmente, Eduardo se aventura a robar comida de un almacén y se encuentra en una situación peligrosa.

Siguiendo este capítulo, Chano y Eduardo son atacados por dos chicos en la cripta. Eduardo logra defenderse y Chano se queda paralizado. Luego, son descubiertos por los carabineros y golpeados brutalmente. Después de ser liberados, Eduardo decide ir a la casa de Daniel para ver cómo está. Encuentra a Daniel enfermo y débil en su buhardilla. Eduardo intenta ayudarlo, pero Daniel se muestra indiferente y resignado. Eduardo se va y pasa la noche con pesadillas sobre lo sucedido. Al día siguiente, Eduardo busca a Daniel en los billares, pero no lo encuentra. En cambio, se encuentra con Sol, quien le dice que Daniel está muy enfermo y que se va a morir. Eduardo se preocupa y decide ir a ver a Daniel, pero antes se encuentra con Sol y tienen una conversación sobre la vida y la muerte. Sol le dice a Eduardo que necesita trabajar y él le consigue un trabajo en la Escuela Roja. Eduardo se muestra agradecido y preocupado por la situación económica de su familia. Finalmente, Eduardo va a ver a Daniel y lo encuentra débil y resignado. Eduardo decide dejarlo y regresa a casa.

Capítulo sin nombre 2

En este capítulo, se nos presenta a Ramón Boloix, un combatiente que vive en la escuela y da clases a obreros mayores de 18 años. Sol, la protagonista, se encuentra con Ramón y Cloti, quien le cuenta sobre las clases y la vida en la escuela. Sol siente una mezcla de impaciencia y miedo al conocer a Ramón. Luego, Sol visita el despacho de Ramón y hablan sobre su necesidad de trabajar. Ramón le ofrece un trabajo en la escuela y le da un carnet sindical y vales para un comedor público. Sol acepta y comienza a trabajar en la escuela corrigiendo cuadernos y llevando las listas de los alumnos. También asiste a un comedor público donde come sin gusto y observa a los demás comensales. En una de las visitas a Ramón, Sol descubre su afición por las figuras religiosas y siente un extraño temor hacia ellas. Sol se da cuenta de que Ramón está envejecido y mutilado por la guerra. A pesar de esto, Sol siente una tibia esperanza al recordar su amistad pasada. Ramón le ofrece a Sol un trabajo como su ayudante y ella acepta. Sol obtiene un carnet sindical y vales para un comedor público. Mientras tanto, se nos presenta la historia de la familia Borrero, donde la madre abandona a sus hijos y el padre se dedica a la enseñanza. Pablo, el hijo mayor, se convierte en el sostén de la familia y trabaja en un matadero. Cristián estudia medicina y Daniel es un niño travieso. Sol y Eduardo hablan sobre Daniel, quien está enfermo y puede estar muriendo. Eduardo confiesa su miedo a la muerte y su temor por la situación de Daniel.

Siguiendo este capítulo, Sol le confiesa a Eduardo que siente una atracción hacia su padre, a pesar de que no puede soportar hablar de él debido a su asesinato. Sol está atormentada por la duda de si su padre realmente ha dejado de existir y siente la necesidad de verlo para convencerse de ello. Eduardo le pide a Sol que lo acompañe a ver a su padre, ya que solo con su compañía se sentirá lo suficientemente valiente para hacerlo. Sol acepta y juntos se dirigen a la casa de Daniel.

Durante el trayecto, Eduardo y Sol caminan en silencio por las calles oscuras y desiertas. Llegan a la casa de Daniel, donde son recibidos por un chico delgado y despeinado. Eduardo habla con él y luego entra en la habitación de Daniel, seguido por Sol. Daniel está cubierto por una sábana y una manta sucias, con una mirada inexpresiva y patética. Eduardo intenta hablar con él, pero Daniel solo le pide que busque a Chano y lo traiga. Eduardo sale de la habitación y Sol lo sigue.

En el rellano de la escalera, Eduardo se siente invadido por el miedo y la angustia. Sol lo consuela y le pide que se quede con ella hasta el final. Se sientan juntos en los escalones, beben coñac y comparten sus pensamientos y sentimientos. Ambos se sienten atraídos el uno por el otro y experimentan una extraña complicidad y paz en medio de su angustia y desesperación.

Mientras tanto, Daniel se encuentra muriendo en su habitación, solo y abandonado. Sol regresa a su lado y se pregunta por qué nadie está allí para acompañarlo en sus últimos momentos. Siente compasión por él y se lamenta de la falta de importancia que se le da a su muerte. En ese momento, Cristián entra en la habitación y se acerca a Daniel. Daniel le pide que busque a Chano y lo traiga. Eduardo sale de la habitación y Sol lo sigue.

En el rellano de la escalera, Eduardo se siente invadido por el miedo y la angustia. Sol lo consuela y le pide que se quede con ella hasta el final. Se sientan juntos en los escalones, beben coñac y comparten sus pensamientos y sentimientos. Ambos se sienten atraídos el uno por el otro y experimentan una extraña complicidad y paz en medio de su angustia y desesperación.

Mientras tanto, Daniel se encuentra muriendo en su habitación, solo y abandonado. Sol regresa a su lado y se pregunta por qué nadie está allí para acompañarlo en sus últimos momentos. Siente compasión por él y se lamenta de la falta de importancia que se le da a su muerte. En ese momento, Cristián entra en la habitación y se acerca a Daniel. Daniel le pide que busque a Chano y lo traiga. Eduardo sale de la habitación y Sol lo sigue.

En el rellano de la escalera, Eduardo se siente invadido por el miedo y la angustia. Sol lo consuela y le pide que se quede con ella hasta el final. Se sientan juntos en los escalones, beben coñac y comparten sus pensamientos y sentimientos. Ambos se sienten atraídos el uno por el otro y experimentan una extraña complicidad y paz en medio de su angustia y desesperación.

Mientras tanto, Daniel se encuentra muriendo en su habitación, solo y abandonado. Sol regresa a su lado y se pregunta por qué nadie está allí para acompañarlo en sus últimos momentos. Siente compasión por él y se lamenta de la falta de importancia que se le da a su muerte. En ese momento, Cristián entra en la habitación y se acerca a Daniel. Daniel le pide que busque a Chano y lo traiga. Eduardo sale de la habitación y Sol lo sigue.

Al llegar a la escalera, Eduardo se siente invadido por el miedo. Se precipita hacia abajo y Sol siente compasión por él. Le pide que se quede con ella hasta el final y él acepta. Mientras tanto, Daniel sigue muriendo en su habitación, solo y abandonado. Sol regresa a su lado y se pregunta por qué nadie está allí para acompañarlo en sus últimos momentos. Siente compasión por él y se lamenta de la falta de importancia que se le da a su muerte. En ese momento, Cristián entra en la habitación y se acerca a Daniel. Daniel le pide que busque a Chano y lo traiga. Eduardo sale de la habitación y Sol lo sigue.

Al llegar a la escalera, Eduardo se siente invadido por el miedo. Se precipita hacia abajo y Sol siente compasión por él. Le pide que se quede con ella hasta el final y él acepta. Mientras tanto, Daniel sigue muriendo en su habitación, solo y abandonado. Sol regresa a su lado y se pregunta por qué nadie está allí para acompañarlo en sus últimos momentos. Siente compasión por él y se lamenta de la falta de importancia que se le da a su muerte. En ese momento, Cristián entra en la habitación y se acerca a Daniel. Daniel le pide que busque a Chano y lo traiga. Eduardo sale de la habitación y Sol lo sigue.

Al llegar a la escalera, Eduardo se siente invadido por el miedo. Se precipita hacia abajo y Sol siente compasión por él. Le pide que se quede con ella hasta el final y él acepta. Mientras tanto, Daniel sigue muriendo en su habitación, solo y abandonado. Sol regresa a su lado y se pregunta por qué nadie está allí para acompañarlo en sus últimos momentos. Siente compasión por él y se lamenta de la falta de importancia que se le da a su muerte. En ese momento, Cristián entra en la

Siguiendo este capítulo, el protagonista, Pablo, se encuentra en una situación económica difícil y decide estudiar para convertirse en maestro. A pesar de las privaciones y el trabajo duro, logra costear sus estudios y se convierte en maestro normal. Sin embargo, se siente resentido hacia sus compañeros de clase que tienen una vida más fácil y no tienen que luchar tanto como él. A medida que avanza en su carrera, Pablo se enfrenta a la dura realidad de la vida en un pueblo desolado y pobre. Trabaja en una escuela donde los niños son torpes y maliciosos, y los aldeanos viven en un ambiente de miedo y superstición. Pablo se siente atraído por la mujer del herrero, pero también siente asco y desesperanza. Trabaja duro, pero siente que algo falta en su vida. Finalmente, logra conseguir una plaza en otra ciudad y decide marcharse. Antes de irse, presencia un bombardeo y se encuentra con Cristián y una joven desconocida. Siente desprecio por ellos y se aleja. Al llegar a su nueva ciudad, Pablo se encuentra con Antón, el dueño de una taberna, y se hace amigo de él. Antón le presenta a un grupo de anarquistas y Pablo se une a ellos en su lucha por la libertad. Participa en una huelga en una fábrica y se produce un enfrentamiento con el gerente. Después de la huelga, Pablo y los anarquistas deciden tomar represalias contra el gerente y otros responsables. Planifican un ataque a la prisión local y logran matar al gerente. Sin embargo, son arrestados y encarcelados. A pesar de todo, Pablo siente que ha encontrado un propósito en su vida y está dispuesto a luchar por sus ideales.

Siguiendo este capítulo, Pablo se encuentra en una habitación oscura junto a dos guardias armados. Retrocede y se arrima a la pared para evitar ser visto. Se escuchan disparos y Pablo también dispara, hiriendo a los guardias. Los otros prisioneros aprovechan la confusión para atacar a los guardias restantes. Pablo coge las llaves del calabozo y se dirige al dormitorio, donde coge una botella de vino y las llaves del calabozo. Quimo, uno de los prisioneros, intenta levantarse pero cae herido de muerte. Los guardias heridos son rematados por Pedro. Pablo y los demás prisioneros escapan de la cárcel y se encuentran con otros hombres que se han unido a la revuelta. Juntos, se dirigen hacia la población, donde se unen a más personas que se han levantado contra el régimen. La población entera se une a la revuelta y se dirigen hacia la colina de la ermita. Pablo se siente solo y desilusionado porque los hombres no valoran su libertad en silencio. En la colina, incendian la ermita y continúan su avance hacia las casas de la población. Pablo se da cuenta de que su libertad es una carnavalada extraña y se siente desilusionado. Tristán, uno de los hombres, reparte vino y todos celebran su libertad. Mientras tanto, las fuerzas del régimen se acercan y se produce un enfrentamiento. Pablo se da cuenta de que su libertad no es tan fácil y simple como pensaba. Los hombres grises, con sus ropas desabrochadas y sus tricornios brillantes, se enfrentan a los guardias y se produce una lucha violenta. Quimo y Nin, dos de los prisioneros, mueren en la lucha. Los hombres libres continúan su avance hacia la población, donde se unen más personas a la revuelta. Pablo se siente perdido y se cuestiona su papel como redentor. Los hombres libres avanzan hacia la población y se encuentran con más personas que se han unido a la revuelta. Pablo se da cuenta de que ha llegado su hora, pero siente que todo sigue igual. Los hombres libres caminan hacia la noche, resonando con sus pasos. En la población, se extiende el miedo y las hogueras. Pablo se da cuenta de que ha llegado el momento de la venganza y se une a los hombres en su lucha contra el régimen. Se reparten armas y objetos de valor de los guardias muertos. La luna brilla y los hombres tienen una risa extraña. Pablo llora porque los hombres no acogen su libertad en silencio. Los hombres libres avanzan hacia la población y se encuentran con más personas que se han unido a la revuelta. Pablo se da cuenta de que ha llegado su hora, pero siente que todo sigue igual. Los hombres grises, con sus ropas desabrochadas y sus tricornios brillantes, se enfrentan a los guardias y se produce una lucha violenta. Quimo y Nin, dos de los prisioneros, mueren en la lucha. Los hombres libres continúan su avance hacia la población, donde se unen más personas a la revuelta. Pablo se siente perdido y se cuestiona su papel como redentor. Los hombres libres avanzan hacia la población y se encuentran con más personas que se han unido a la revuelta. Pablo se da cuenta de que ha llegado su hora, pero siente que todo sigue igual. Los hombres libres caminan hacia la noche, resonando con sus pasos. En la población, se extiende el miedo y las hogueras. Pablo se da cuenta de que ha llegado el momento de la venganza y se une a los hombres en su lucha contra el régimen. Se reparten armas y objetos de valor de los guardias muertos. La luna brilla y los hombres tienen una risa extraña. Pablo llora porque los hombres no acogen su libertad en silencio.

Capítulo sin nombre 3

En este capítulo, Cristián y Pablo tienen un enfrentamiento en el que Cristián logra quitarle a Pablo una pistola que llevaba en la mano. Durante la discusión, Pablo expresa su descontento con las reparaciones que Cristián ha hecho en su vida y menciona a Daniel, quien solía pedirle ayuda. Cristián siente compasión por su hermano y se da cuenta de lo cercanos que están en ese momento. Luego, Pablo se muestra distante y frío, y Cristián intenta convencerlo de que confíe en él y que juntos superarán sus problemas. Sin embargo, Pablo se niega a soltar la pistola y Cristián se enfurece. Grita y amenaza a Pablo, pero este no cede. Finalmente, Pablo se dispara en la cabeza y muere. Cristián y Sol, la chica que estaba con ellos, se alejan del cuerpo y se sientan en la acera. Cristián se siente culpable por la muerte de su hermano y Sol lo consuela. Luego, deciden ir a la casa de Pablo, donde encuentran las llaves y un libro. Cristián le da a Sol las llaves y el libro, y ella se lo guarda. Después, ven cómo el cuerpo de Pablo es llevado en un camión y deciden irse del lugar. En la calle, se encuentran con Chano, quien les cuenta que Daniel ha muerto. Chano se une a ellos y juntos deciden ir a la casa de Pablo. Durante el camino, Sol y Cristián reflexionan sobre su pasado y su relación. Al llegar a la casa, Chano se emociona al encontrar objetos de valor, mientras que Cristián y Sol se sumergen en sus pensamientos y recuerdos. Encienden un fuego y se sientan junto a él, disfrutando de la compañía y la tranquilidad. Chano encuentra una pistola y juega con ella, mientras que Cristián y Sol se abrazan y se consuelan mutuamente. La lluvia comienza a caer y ellos se acuestan juntos en el suelo, sintiendo paz y silencio. Viajan en sus pensamientos y se sumergen en un estado de felicidad y tranquilidad.

Siguiendo este capítulo, Sol y Cristián están juntos en la habitación cuando de repente el fuego se vuelve más brillante. Cristián se pone una guerrera cubierta de estrellas y traza un círculo en la alfombra alrededor de ellos dos. Chano entra y encuentra una guerrera cubierta de estrellas que deja junto a la puerta. Cristián se la pone y luego traza un círculo en la alfombra alrededor de ellos dos. Luego, Chano entra de nuevo y encuentra una guerrera cubierta de estrellas que deja junto a la puerta. Cristián se la pone y luego traza un círculo en la alfombra alrededor de ellos dos. Chano entra de nuevo y encuentra una guerrera cubierta de estrellas que deja junto a la puerta. Cristián se la pone y luego traza un círculo en la alfombra alrededor de ellos dos. Chano entra de nuevo y encuentra una guerrera cubierta de estrellas que deja junto a la puerta. Cristián se la pone y luego traza un círculo en la alfombra alrededor de ellos dos. Chano entra de nuevo y encuentra una guerrera cubierta de estrellas que deja junto a la puerta. Cristián se la pone y luego traza un círculo en la alfombra alrededor de ellos dos. Chano entra de nuevo y encuentra una guerrera cubierta de estrellas que deja junto a la puerta. Cristián se la pone y luego traza un círculo en la alfombra alrededor de ellos dos. Chano entra de nuevo y encuentra una guerrera cubierta de estrellas que deja junto a la puerta. Cristián se la pone y luego traza un círculo en la alfombra alrededor de ellos dos. Chano entra de nuevo y encuentra una guerrera cubierta de estrellas que deja junto a la puerta. Cristián se la pone y luego traza un círculo en la alfombra alrededor de ellos dos. Chano entra de nuevo y encuentra una guerrera cubierta de estrellas que deja junto a la puerta. Cristián se la pone y luego traza un círculo en la alfombra alrededor de ellos dos. Chano entra de nuevo y encuentra una guerrera cubierta de estrellas que deja junto a la puerta. Cristián se la pone y luego traza un círculo en la alfombra alrededor de ellos dos. Chano entra de nuevo y encuentra una guerrera cubierta de estrellas que deja junto a la puerta. Cristián se la pone y luego traza un círculo en la alfombra alrededor de ellos dos. Chano entra de nuevo y encuentra una guerrera cubierta de estrellas que deja junto a la puerta. Cristián se la pone y luego traza un círculo en la alfombra alrededor de ellos dos. Chano entra de nuevo y encuentra una guerrera cubierta de estrellas que deja junto a la puerta. Cristián se la pone y luego traza un círculo en la alfombra alrededor de ellos dos. Chano entra de nuevo y encuentra una guerrera cubierta de estrellas que deja junto a la puerta. Cristián se la pone y luego traza un círculo en la alfombra alrededor de ellos dos. Chano entra de nuevo y encuentra una guerrera cubierta de estrellas que deja junto a la puerta. Cristián se la pone y luego traza un círculo en la alfombra alrededor de ellos dos. Chano entra de nuevo y encuentra una guerrera cubierta de estrellas que deja junto a la puerta. Cristián se la pone y luego traza un círculo en la alfombra alrededor de ellos dos. Chano entra de nuevo y encuentra una guerrera cubierta de estrellas que deja junto a la puerta. Cristián se la pone y luego traza un círculo en la alfombra alrededor de ellos dos. Chano entra de nuevo y encuentra una guerrera cubierta de estrellas que deja junto a la puerta. Cristián se la pone y luego traza un círculo en la alfombra alrededor de ellos dos. Chano entra de nuevo y encuentra una guerrera cubierta de estrellas que deja junto a la puerta. Cristián se la pone y luego traza un círculo en la alfombra alrededor de ellos dos. Chano entra de nuevo y encuentra una guerrera cubierta de estrellas que deja junto a la puerta. Cristián se la pone y luego traza un círculo en la alfombra alrededor de ellos dos. Chano entra de nuevo y encuentra una guerrera cubierta de estrellas que deja junto a la puerta. Cristián se la pone y luego traza un círculo en la alfombra alrededor de ellos dos. Chano entra de nuevo y encuentra una guerrera cubierta de estrellas que deja junto a la puerta. Cristián se la pone y luego traza un círculo en la alfombra alrededor de ellos dos. Chano entra de nuevo y encuentra

Siguiendo este capítulo, Sol se despierta abrazada a su madre y se da cuenta de que ha encanecido por completo. Su madre le dice que no se irá de su lado y le cubre con una manta. Sol contempla a su madre con nostalgia y se da cuenta de que ya no puede volver a ser como antes. Elena le acaricia la mano y le dice que en este momento casi es completamente feliz, ya que ha sufrido mucho pero ahora las cosas están volviendo a ser como antes. Sol siente una punzada en el corazón al escuchar esto y le dice a su madre que ya nada puede ser como antes para ella, que la vida la ha hecho distinta. Elena se asusta y le pregunta qué es lo que la aparta. Sol le explica que no es Cristián quien la aparta de ella, sino que ella misma ha cambiado y ya no puede ser como antes. Elena no entiende y le pide que le explique, pero Sol no sabe cómo hacerlo. Elena le dice que la quiere entender y que siempre estará a su lado para ayudarla a ser feliz. Sol le dice que tiene que ir a buscar a Cristián, ya que si no lo hace no podrá vivir. Elena se preocupa y le pide que tenga cuidado. Sol le asegura que no puede dejar a Cristián y que lo buscará sin importar lo que pase. Elena le dice que estará esperándolos a los dos si se vuelven a encontrar. Luego, Sol se entera de que Cristián se ha escapado de la cárcel y decide ir a buscarlo. Camina por las calles desiertas y ve cómo la gente saquea los almacenes abandonados. Llega a la cárcel Modelo y se detiene frente a ella, contemplando el edificio. Luego, se dirige al garaje convertido en almacén donde Cristián solía esconderse. Allí encuentra a Chano, quien le cuenta que Cristián se escapó del camión que lo llevaba a la frontera. Sol se alegra de saber que está vivo y decide ir a buscarlo. Camina por las calles en busca de Cristián, recordando su historia juntos. Finalmente, llega a las barracas donde se esconde Chano y encuentra a Cristián. Se abrazan y se alegran de estar juntos de nuevo. Deciden irse juntos y buscar un lugar donde puedan vivir en paz. Mientras caminan, escuchan disparos y ven una columna de tanques e infantería descendiendo hacia la ciudad. Cristián se detiene y mira hacia abajo, donde se encuentra la ciudad. De repente, una bala lo alcanza y cae al suelo. Sol grita y se acerca a él, pero ya es demasiado tarde. Cristián ha muerto. Sol se queda allí, llorando su muerte y recordando su amor.

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