Un reino lejano
PRIMERA PARTE
1
En este capítulo, Guillermo de Girgenti narra cómo se encontró con un grupo de sarracenos enemigos mientras estaba en una expedición en Palestina. Sin pensarlo dos veces, Guillermo se lanzó al ataque contra ellos, pero su padre lo reprendió por su imprudencia. Guillermo se sorprende por la actitud distante y fría de su padre, quien revela que estuvo cautivo durante mucho tiempo en Egipto. Después de ser capturados por los sarracenos, Guillermo y su padre son llevados ante el caudillo turcomano Chaka. Intentando salvar sus vidas, el padre de Guillermo ofrece sus habilidades como administrador y las habilidades de Guillermo con la escritura y los números. Chaka acepta y los libera temporalmente. Sin embargo, Guillermo y su padre tienen una discusión acalorada, y Guillermo desafía a su padre llamándolo cobarde. Su padre le revela que solo está vivo para protegerlo, ya que hizo una promesa a su madre antes de partir. Guillermo promete seguir las órdenes de su padre y esperar el momento adecuado para escapar y reunirse con su madre.
2
En este capítulo, el narrador relata cómo él y su padre están atrapados en Mosul y cómo han aceptado su situación de cautiverio. Avanzan lentamente por un terreno árido y agotador, soportando el calor del día y el frío de la noche. El narrador ya no tiene imágenes heroicas de combate, sino que está lleno de miedo y ansiedad. Sin embargo, encuentra consuelo en las miradas de su padre, que interpreta como una muestra de preocupación y protección.
En una conversación con su padre, el narrador le pregunta cómo logró sobrevivir a la cruzada en Damieta y a la derrota que sufrieron. Su padre le cuenta que sufrió mucho, pero que lo peor fue la ausencia de su familia. A pesar de todo, logró regresar manteniendo la fe en sí mismo y en Dios. El narrador le pide perdón a su padre y él le asegura que lo ha perdonado.
Después de mucho tiempo, llegan a Mosul, donde son tratados como esclavos pero tienen ciertas comodidades. El narrador se convierte en el encargado de las finanzas y las cuentas públicas de la ciudad, acumulando poder y riqueza. Su padre se gana la confianza del caudillo Chaka, compartiendo con él sus conocimientos de cetrería y narrando historias. A pesar de su posición, el narrador y su padre siguen anhelando regresar a Sicilia y esperan la ayuda de los comerciantes genoveses y venecianos.
Finalmente, el narrador descubre que un comerciante genovés llamado Enrico está dispuesto a ayudarlos a escapar. Se reúnen con él y planean partir al amanecer, disfrazados de siervos. El narrador soborna a los guardias y junto a su padre, escapan de la ciudad en una noche clara y silenciosa, en busca de la libertad.
Siguiendo este capítulo, el padre del narrador saluda al encapuchado que resulta ser el capitán de la guardia de Chaka. Sin embargo, son traicionados y llevados a un calabozo. El narrador sospecha que Enrico, un hombre al que habían pagado para que los ayudara, pudo haber sido el delator. Gunter, otro prisionero, niega haber sido el traidor y defiende su elección de vivir. El padre del narrador lo acusa de cobardía y falta de dignidad. Luego, son llevados ante Chaka, quien los condena a ser entregados como tributo a los mongoles. Pasan por un viaje agotador a través de montañas y estepas heladas. Finalmente, llegan al campamento de Tukai Kan, donde son recibidos con hostilidad pero luego se les permite quedarse como esclavos. El capítulo termina con el mongol diciendo que esta es su patria y que ahora también es la de los prisioneros.
3
En este capítulo, el narrador describe las condiciones insalubres en las que se encuentra en el campamento de la tribu mongola. Las personas de la tribu no utilizan letrinas y dejan sus excrementos por todas partes. El narrador y su padre son asignados a una tienda pequeña y compartida con tres hombres de baja estatura llamados xin. El narrador y su padre son tratados como siervos y se les obliga a comer un caldo grasiento que les provoca náuseas. El narrador observa a los mongoles y los describe como corpulentos, de espaldas anchas y piernas deformadas por la equitación. También describe su vestimenta y su apariencia feroz. Después de varios días sin hacer nada, son llamados por Tukai Kan, el líder de la tribu. Tukai Kan se jacta de las conquistas y masacres realizadas por su padre, Gengis, y muestra su crueldad y sed de poder. Tukai decide que el narrador y su padre trabajarán como esclavos y les asigna tareas en el campamento. El narrador y su padre son obligados a trabajar en la fabricación de fieltro y en otras tareas serviles. Mientras tanto, los mongoles se reúnen alrededor del chamán para escuchar historias de batallas y conquistas. El narrador promete vengarse de los mongoles y regresar a Sicilia.
Siguiendo este capítulo, el narrador relata cómo él y su padre se adaptan a la vida en la tribu mongol. Al principio, se resisten a obedecer las órdenes de sus amos y mantienen su identidad hablando en italiano en privado. Sin embargo, con el tiempo, se van sumergiendo en la barbarie de la vida en la estepa y adoptan las costumbres brutales de los mongoles.
El campamento se traslada al bosque cercano al lago Baikal, y el narrador se va volviendo cada vez más taciturno y hosco. Su padre, por otro lado, se mantiene fuerte y trata de animarlo. Sin embargo, en una ocasión, su padre se derrumba y llora desconsoladamente. Más tarde, le confiesa al narrador que el fuego le ha recordado a su esposa fallecida y ha despertado su pasión, pero también su frustración.
El narrador también describe la vida en el campamento durante el invierno, cuando todo se detiene y los mongoles hibernan. Durante este tiempo, el narrador roba licor y observa cómo un hombre muere a causa de la congelación de su orina. Además, el narrador describe al chamán de la tribu, Ugly, y cómo los mongoles abandonan a sus muertos en lugares elevados para que sean devorados por las aves de rapiña.
Finalmente, el narrador se encuentra en una situación comprometida con la primera esposa de Tukai, quien intenta seducirlo y luego amenaza con vengarse de él. Aterrorizado, el narrador decide huir del campamento esa misma noche, a pesar de las advertencias de su padre. El capítulo termina con el narrador partiendo en busca de una nueva vida.
4
En este capítulo, Guillermo narra cómo huyó de la aldea en la que vivía con su padre y se adentró en la estepa mongol. Admiraba la fiereza y el tesón de los mongoles y soñaba con convertirse en un guerrero como ellos. Sin embargo, pronto se da cuenta de que si lo atrapan, sufrirá las consecuencias de su venganza y falta de piedad. A pesar del miedo, su único deseo es alejarse de allí y sobrevivir. Durante su huida, monta en un poni y avanza toda la noche hasta que la fatiga lo obliga a detenerse. A pesar de no tener armas ni comida, decide seguir adelante. Después de varios días, es capturado por exploradores mongoles que lo llevan de regreso a la aldea. Allí, es atado a un poste y sometido al escarnio de los habitantes. Sin embargo, el kan decide perdonarle la vida gracias a la intervención de su padre. A partir de ese momento, Guillermo y su padre se adaptan a la vida de los mongoles, adoptando sus costumbres y forma de pensar. Guillermo se siente cada vez más alejado de su identidad anterior y se sumerge en la vida del clan. A pesar de ello, su padre le recuerda la importancia de conservar la esperanza y no perder su verdadero ser.
Siguiendo este capítulo, el narrador describe su fascinación por la caza y el cuchillo de Tukai. También relata cómo los mongoles cazan en grupo, formando un círculo alrededor de la presa y asustándola para que salga corriendo. El kan y sus notables lanzan a sus halcones para atrapar a las presas en el aire, mientras los guerreros clavan sus flechas en los animales que huyen. El narrador se sorprende al descubrir la abundante fauna de las praderas de Mongolia. Después de la caza, el clan se reúne alrededor de las presas y las mujeres las rematan a cuchillo. Los esclavos, como el narrador, se encargan de despellejar y trocear los animales. También se menciona la costumbre de comer corazones, ojos e hígados calientes de los animales muertos. El narrador destaca que su padre se niega a realizar esta tarea por considerarla vil, pero él no tiene problemas en hacerlo. Además, se menciona la relación entre su padre y Tukai, en la que comparten conocimientos de cetrería y establecen una especie de amistad. El narrador también narra la historia de Temujin, hijo de Yesugei, quien perdió a su padre cuando era niño y luego se convirtió en un líder poderoso. Finalmente, se describe la brutalidad de los mongoles al ejecutar a unos ladrones de caballos, cocinándolos vivos en agua hirviendo. El capítulo termina con la partida de los guerreros mongoles a la guerra liderados por Batu, hijo de Jochi. El narrador reflexiona sobre la forma de vida de los mongoles y su admiración por ellos.
5
En este capítulo, el narrador describe las duras condiciones climáticas a las que se enfrenta junto a los mongoles durante el otoño. A pesar de ello, se ha adaptado a la vida en la estepa y ha dejado atrás su antigua vida refinada. Sin embargo, su estado de ánimo oscila entre la ira y la apatía, y a menudo se siente triste y perdido.
El narrador reflexiona sobre su deseo de escapar de su situación y planear su propia muerte. Sin embargo, la presencia de su padre y el juramento que le hizo a su madre lo detienen. Siente que su padre se mantiene en pie solo por él y no quiere defraudarlo.
En medio de su desesperación, el narrador conoce a Máiuska, una cautiva rusa que ha sido llevada al campamento mongol. Queda cautivado por su belleza y se enamora de ella al instante. A partir de ese momento, encuentra una razón para vivir y decide ayudar a Máiuska y a su hermano, Iván.
Mientras tanto, los mongoles regresan victoriosos de una campaña militar y celebran con un gran banquete. El kan, líder de los mongoles, anuncia sus conquistas y la expansión del poder mongol. El narrador se siente horrorizado al escuchar sobre las ciudades cristianas que han sido saqueadas y destruidas.
A pesar de todo, el narrador encuentra consuelo en la presencia de Máiuska y se compromete a protegerla.
Siguiendo este capítulo, dos guerreros secuestran a Máiuska de los brazos de su hermano Iván. A pesar de los intentos de Iván por rescatarla, es detenido por otros mongoles. Mientras tanto, Máiuska es llevada a la tienda del kan para ser preparada para satisfacer sus deseos. El protagonista, ESATLAS, observa impotente cómo Máiuska es arrastrada hacia la deshonra. Iván finalmente logra liberarse y ataca al violador de su hermana, pero es detenido nuevamente. Tukai, el kan, decide que quiere disfrutar de Máiuska esa noche y amenaza con hacerle daño a Iván al día siguiente. Iván es llevado inconsciente a la tienda de los esclavos, donde ESATLAS lo encuentra gemiendo y llamando a su hermana. Al día siguiente, Máiuska regresa a la tienda, mostrando signos de tortura pero sin dejarse vencer. Máiuska y Iván tienen una conversación privada y se consuelan mutuamente. Mientras tanto, ESATLAS se enamora cada vez más de Máiuska y admira su fortaleza y belleza. Tukai se cansa de Máiuska y ella logra mejorar sus condiciones de esclavitud al evitar quedar embarazada. Máiuska y ESATLAS comienzan a comunicarse a través de gestos y dibujos en la tierra. Iván revela que el emperador Federico ha establecido una alianza con los mongoles y ha abandonado a su pueblo. Esta noticia impacta a ESATLAS y a su padre, y ESATLAS promete llevar a Máiuska a Sicilia. ESATLAS y su padre se dan cuenta de que deben actuar rápidamente antes de que Máiuska quede embarazada de Tukai y sus planes se vean frustrados.
6
En este capítulo, Guillermo es despertado por Iván en medio de la noche. Iván confiesa haber matado a dos guardias y necesita la ayuda de Guillermo para completar su plan. A pesar de la resistencia de Guillermo, Iván explica que ha planeado todo y que es el momento de actuar. Deciden neutralizar a los otros dos guardias del campamento y luego escapar. La mayoría de los hombres de la tribu están ausentes en una cacería, por lo que su plan parece factible. Guillermo se une a Iván y juntos asesinan a los guardias. Luego, deciden tomar como rehenes a las esposas e hijos del kan para asegurar su huida. Capturan a la esposa del kan y a los niños, mientras que Iván se lleva a los ancianos. Guillermo ata a los rehenes en una tienda cercana y se reúne con su padre y Máiuska. Iván les pide ayuda para matar al resto de la tribu, pero Guillermo y su padre se oponen. Sin embargo, Iván insiste en que no pueden dejar testigos y amenaza con delatarlos. Finalmente, deciden dejar a los adultos atados en la tienda y escapar.
Siguiendo este capítulo, Guillermo recuerda una conversación que tuvo su padre con su madre sobre la guerra y la matanza de mujeres y niños indefensos. Después de reflexionar sobre esto, Guillermo y su padre deciden escuchar lo que Máiuska tiene que decir. Máiuska propone que maten a los caballos y al ganado para dificultar la persecución de los mongoles y así tener una ventaja. Deciden llevarse algunas yeguas recién paridas y los caballos más fuertes. También roban armas y objetos de valor de los mongoles. Después de hacer los preparativos necesarios, se lavan y se untan con sebo de oveja para protegerse del frío. Guillermo siente una atracción hacia Máiuska, pero trata de reprimir sus sentimientos. Finalmente, parten en medio de la noche, llevando consigo provisiones y abrigos de piel. A medida que avanzan, Guillermo se da cuenta de que están adentrándose en el invierno y teme que sea un suicidio. Sin embargo, Máiuska ve la nieve como una bendición, ya que cubrirá sus huellas y los protegerá de la persecución de los mongoles.
7
En este capítulo, los personajes continúan su viaje hacia el noroeste, liderados por Iván. Durante el camino, experimentan una mezcla de euforia y vértigo por haber superado sus miedos y desafiar al destino. Mientras cabalgan, el narrador reflexiona sobre su identidad y su libertad recién adquirida. Deciden hacer una parada para descansar y comer, y es entonces cuando Máiuska revela que ha liberado a una de las niñas prisioneras antes de partir. Aunque sus hermanos se enfadan, su padre la defiende y la elogia por su acto de compasión. Continúan su viaje y se encuentran con un invierno siberiano extremadamente frío. A pesar de las dificultades, logran sobrevivir gracias a la caza, la pesca y la sangre de sus caballos. Sin embargo, el invierno se prolonga y la situación se vuelve cada vez más desesperada. Finalmente, encuentran refugio en un bosque y construyen un campamento. Durante este tiempo, el narrador y Máiuska se casan y se convierten en amantes. A medida que el invierno se desvanece, la vida comienza a despertar nuevamente en la taiga. Sin embargo, Máiuska comienza a mostrar signos de enfermedad y fiebre. A pesar de los esfuerzos por salvarla, su condición empeora y ella revela que ha estado orinando sangre durante semanas. A pesar de su promesa de luchar, Máiuska fallece, dejando al narrador devastado.
8
En este capítulo, Guillermo narra la muerte de Máiuska y su reacción desesperada ante su pérdida. No puede aceptar que ella lo haya abandonado y se aferra a su cuerpo sin vida, hasta que es derribado por Iván. La muerte de Máiuska marca el fin de Guillermo de Girgenti y lo sumerge en la locura y la desesperación. Cavando la tumba de Máiuska con sus propias manos, Guillermo se entrega a la violencia y la autodestrucción. Después de un tiempo, cae en un trance que lo priva de sus sentidos y se convierte en un ser insensible y agresivo. Sin embargo, un día algo en su interior reacciona y recupera el control de sí mismo, aunque no del todo. Guillermo se transforma en un hombre nuevo, lleno de odio y sed de venganza. Junto a su padre e Iván, continúa su viaje hacia Novgorod en busca de supervivientes cristianos. En su camino, se encuentran con una caravana de comerciantes germanos pertenecientes a la Liga Hanseática, quienes los acogen y les brindan ayuda. Guillermo y su padre se enteran de los acontecimientos en el Imperio, incluyendo la muerte del emperador Federico y las luchas por el poder. También descubren que Jerusalén ha caído en manos de los turcomanos y que los señores cristianos de Tierra Santa están divididos. Finalmente, los comerciantes germanos ofrecen a Guillermo y a su padre la oportunidad de regresar a casa con ellos en una embarcación que los llevará a Brujas.
Siguiendo este capítulo, los personajes continúan su viaje hacia Brujas. Guillermo y su padre conversan sobre la masacre de sus vecinos y la necesidad de haberlos matado a todos. Luego, encuentran a Iván y juntos visitan las ruinas donde descansan los restos de las personas que torturaban la memoria del herrero. El padre de Guillermo intenta consolarlo y le propone que se unan a ellos en Sicilia, pero Guillermo se muestra resentido porque su padre tendría a su mujer mientras él no tendría a Máiuska. A pesar de esto, el gigante tuerto decide unirse a ellos y continúan su camino hacia la mar.
Llegan a Brujas, una ciudad peculiar con canales en lugar de calles. Se hospedan en la posada de una viuda conocida de Gottfried, quien les ofrece alojamiento y algunas monedas de plata. Aunque desconfiados al principio, Guillermo reconoce que por cada persona mala hay otra noble y decente. Luego, se encuentran con un joyero llamado Aaron Weisman, a quien le ofrecen vender algunas joyas. Después de una negociación, Weisman les ofrece cinco mil marcos de plata por las joyas. En ese momento, entra un hombre llamado Ramón de Barbastro, quien reconoce a Weisman y se presenta a Guillermo y su padre. Mientras Weisman negocia con ellos, Ramón muestra interés en escuchar su historia y Guillermo la narra. Ramón revela que él y su hermana estuvieron en Jerusalén en el mismo año en que Guillermo y su padre fueron capturados. Terminan la conversación y Guillermo y su padre deciden continuar su búsqueda de un comprador para su salvoconducto a Italia.
SEGUNDA PARTE
1
En este capítulo, se nos presenta a Inés, una joven que trabaja en el taller de tejidos de seda de su familia en Barbastro. Inés se dedica a deshilar los capullos de gusanos de seda para obtener la materia prima para los tejidos. Aunque la tarea es ardua, Inés disfruta de su trabajo y encuentra paz en su habitación, donde no tiene que enfrentarse a las miradas hostiles de la gente debido a una marca de nacimiento en su rostro.
Inés recuerda su peregrinación a Jerusalén nueve años atrás, donde rezó por un milagro para curar su marca de nacimiento. Sin embargo, su plegaria no fue escuchada y, al regresar a Barbastro, descubrió que sus padres y hermanos habían muerto en una epidemia. Inés también recuerda a su amiga Braira de Fanjau, a quien conoció en Jerusalén y que también sufre por la captura de su esposo e hijo por parte de los sarracenos.
A pesar de su desgracia, Inés se consuela recordando que es dueña del taller y que su hermano Ramón es un comerciante exitoso. Sin embargo, también se siente atrapada por su marca de nacimiento y la soledad que la acompaña. Inés se prepara para ir a la iglesia, donde encuentra consuelo en su fe y en la compasión que siente por los demás.
En su camino a la iglesia, Inés se encuentra con uno de sus aprendices, Fortún, quien ha gastado el dinero que le dio para lavarse en miel. Inés le advierte sobre los peligros de la falta de higiene y le da otra moneda para que se lave adecuadamente.
Finalmente, Inés regresa a casa, evitando las miradas de la gente en la calle. A pesar de su tristeza y su marca de nacimiento, Inés encuentra fuerza en su trabajo y en su fe, y se prepara para enfrentar los desafíos que le depara el futuro.
2
En este capítulo, se describe la iglesia de San Pancracio, un pequeño templo construido por los cofrades de Barbastro. Además de las misas, también se celebran en ella los cabildos, reuniones a las que Inés asiste regularmente. Inés es una maestra sedera reconocida en la región, cuyos paños son famosos hasta en Flandes. Sin embargo, su singularidad y éxito generan envidias y tensiones entre los tejedores de la cofradía.
Francisco, un tejedor modesto y veedor de la cofradía, pone trabas a Inés y a su taller. Obliga a contratar a un supervisor para controlar su trabajo y cuestiona su participación en las decisiones de la cofradía debido a su condición de mujer. Inés reclama su derecho a formar parte de la cofradía y a tener las mismas obligaciones y responsabilidades que los demás.
En el taller, Inés comprueba el estado de un paño de seda que está a punto de ser rematado. La seda es un producto valioso y apreciado, y el trabajo en el taller se intensifica durante el verano. Inés se encuentra con Sancha, una de sus oficialas, coqueteando con Juanón, un hortelano. Inés reprende a Sancha y le advierte sobre los peligros de involucrarse con un hombre como Juanón.
Inés también reflexiona sobre su amiga Braira de Fanjau, que tiene acceso a nobles y reyes. Inés se pregunta dónde estará Braira y si recibirá la carta que le envió con su hermano Ramón. Barbastro no se compara con las grandes ciudades como Palermo o Barcelona, y la vida de Inés es monótona y limitada a su taller.
Después, Inés asiste a una reunión del cabildo donde se discute la nueva leva para la guerra. Inés cuestiona la necesidad de la guerra y se preocupa por el destino de sus trabajadores y de Tomás, el hijo de Petra, una de sus obreras. Inés promete ayudar a Petra y a Tomás a evitar el servicio militar.
En resumen, este capítulo muestra la vida de Inés en Barbastro, su éxito como maestra sedera y las tensiones en la cofradía de tejedores. También se menciona la guerra y la preocupación de Inés por sus trabajadores y por Tomás, quien podría ser reclutado.
3
En este capítulo, Tomás decide marchar a la conquista de Valencia a pesar de los intentos de su madre y la patrona de convencerlo de quedarse. Corre el rumor de que en la ciudad hay incontables tesoros, pero Tomás está decidido a tomarla él solo. Mientras tanto, las tropas aragonesas, lideradas por su señor, se instalan entre Grao y Valencia. En Barbastro, Petra, una tejedora, sufre de una enfermedad que le impide trabajar y teme perder su empleo. Inés se hace cargo de Petra y busca una ocupación remunerada para ella. Francisco, un tejedor ambicioso, busca casarse con Inés para obtener el control del negocio más próspero de la comarca. Inés acepta la propuesta de matrimonio de Francisco, pero luego se arrepiente y lo rechaza. La ciudad sufre una época de mal tiempo y escasez de alimentos. Los tejedores enfrentan dificultades en su trabajo debido al frío y las condiciones climáticas adversas. Los problemas económicos y la violencia aumentan en la ciudad, y los habitantes se ven obligados a tomar medidas drásticas para sobrevivir. Los ladrones son condenados a muerte y ejecutados en la plaza mayor. Las moreras y los huertos son atacados por jabalíes hambrientos. La ciudad sufre una plaga de hambre que afecta a todos sus habitantes.
4
En este capítulo, se describe la difícil situación económica que atraviesa Inés y sus trabajadoras durante el invierno. Debido a la escasez de alimentos, Inés y sus empleadas sufren hambre y algunas recurren a la prostitución para poder alimentar a sus hijos. A pesar de las dificultades, Sancha, una de las trabajadoras, se convierte en una mujer rica gracias a las reservas de harina de su marido panadero. Por otro lado, se relata un incidente en el que un infanzón abusa de una joven en una taberna, lo que lleva a un juicio en el que se le condena a pagar una compensación económica a la víctima. Además, se narra el regreso de algunos soldados que participaron en la conquista de Valencia, quienes cuentan sus experiencias en la guerra. Esto despierta en Francisco el deseo de vengarse de Inés, quien rechazó su propuesta de matrimonio. Por otro lado, Ramón regresa de su viaje con especias y dinero, y propone expandir el negocio de la seda construyendo un nuevo taller. Inés, aunque preocupada por los riesgos financieros, acepta la propuesta de su hermano.
5
En este capítulo, Inés y Ramón buscan un lugar para construir su nuevo hogar y deciden comprar una huerta dedicada al cultivo de hortalizas. Contratan a un maestro albañil llamado Aimeric para construir las dos edificaciones en el terreno adquirido. Aimeric explica detalladamente cómo serán las construcciones, incluyendo los materiales y las características de cada una. A pesar de los contratiempos y los gastos adicionales, los hermanos deciden seguir adelante con el proyecto.
La construcción avanza lentamente debido a las inclemencias del tiempo, pero los hermanos contratan a más trabajadores para acelerar el proceso. Sin embargo, los gastos comienzan a agotar los ahorros de los hermanos y la deuda con el prestamista aumenta. A pesar de las dificultades, Inés y Ramón siguen adelante con la construcción y la producción de tejidos.
Finalmente, el envío de paños a Brujas es un éxito y los hermanos logran pagar los salarios. Sin embargo, reciben la noticia de que el barco que transportaba el cargamento se ha hundido, lo que significa una gran pérdida para su negocio. El prestamista exige el pago de la deuda y amenaza con embargar sus propiedades.
Desesperados, los hermanos llegan a un acuerdo con el prestamista para pagar la deuda en cinco años, con un alto interés. Inés se enferma y Ramón decide viajar a Brujas para asegurarse de tener compradores para los paños. Mientras tanto, Inés lucha por mantener el taller en funcionamiento y cumplir con los plazos de entrega.
Finalmente, llega un extraño a Barbastro con una carta de Ramón. Inés descubre que el remitente de la carta es Braira de Fanjau, su antiguo amor. La carta contiene una gran cantidad de dinero que Braira envía para ayudar a los hermanos a pagar su deuda. Inés se siente aliviada y agradecida por la ayuda inesperada.
6
En este capítulo, Braira llega a Barcelona en el año 1251. A bordo de una galera, trae consigo solo algunas pertenencias y recuerdos de su pasado. Ha decidido dejar atrás el uso de las cartas del Tarot y huir de las intrigas palaciegas. Su objetivo es descansar y encontrar paz junto a Inés, una joven misteriosa que la acogió en el pasado. En Barcelona, Braira observa la actividad del puerto y la fuerza del rey Jaime, conocido por su reputación de guerrero. Después de buscar transporte, Braira se encuentra con Pere, un soldado retirado que será su escolta en el viaje hacia Barbastro. Durante el viaje, Braira le pregunta a Inés sobre la cruzada contra los cátaros y descubre que el castillo de Montsegur fue tomado y quemado. A pesar de su dolor, Braira encuentra consuelo en la amistad y la compañía de Inés. Juntas, comparten risas, confidencias y momentos de felicidad. Braira también encuentra consuelo en su fe y en la devoción a Dios. A medida que pasa el tiempo, Braira y Inés se vuelven más cercanas y se apoyan mutuamente. Braira le aconseja a Inés que no cierre su corazón al amor y que no tema al desengaño. A pesar de su dolor por la pérdida de su esposo y su hijo, Braira encuentra paz en el amor que siente por ellos. En un día desapacible, dos caballeros llegan a la puerta de Inés buscando a Braira.
TERCERA PARTE
1
En este capítulo, Guillermo y su padre llegan a la casa de Inés, donde son recibidos por una mujer que resulta ser la madre de Guillermo. Aunque al principio no la reconoce, Guillermo se da cuenta de que es su madre y la lleva a la cama. Después de recuperar el conocimiento, ella se emociona al ver a Guillermo y le dice que ha cumplido su promesa de traer de vuelta a Guillermo. Guillermo se siente excluido de la felicidad de sus padres, pero entiende que es justo que se reencuentren. Luego, Guillermo y Inés se unen a Iván, quien les cuenta sobre la disputa entre el rey Jaime y su primera esposa, doña Leonor de Castilla. Iván también habla sobre la industria en Barbastro y cómo muchas personas están buscando trabajo allí. Guillermo decide buscar su lugar en el mundo y se dirige a la fortaleza de la ciudad, pero descubre que no hay oportunidades de reclutamiento. Después de pasear por la ciudad, Guillermo regresa a la casa de Inés y se entera de que sus padres planean construir una casa para ellos y su hijo. Guillermo se muestra reacio a quedarse y decide buscar su propio camino. A medida que pasa el tiempo, Guillermo se siente perdido y sin rumbo, y se da cuenta de que no encaja en ningún lugar. A pesar de su riqueza, Guillermo anhela venganza y decide buscar guerras en las que pueda luchar. Mientras tanto, Iván se enamora de Inés y Guillermo se siente indiferente al respecto.
Siguiendo este capítulo, Guillermo se encuentra con Iván y le advierte que trate bien a Inés, ya que ha sido como una hermana para su madre. Iván le responde que le gusta Inés por su valentía y su lucha por defender su honor y su posición en la sociedad. Guillermo se entera de que Inés ha rechazado a muchos pretendientes por su poder y decide preguntarle a Iván si le gusta a él. Iván confirma que le gusta y le pide matrimonio a Inés, quien acepta. Todos celebran la noticia y Guillermo siente envidia, pero también se alegra por Iván. Esa noche, Guillermo habla con Máiuska en sus sueños y ella le dice que no pierda la esperanza. Después, Inés e Iván se casan y Guillermo se siente aún más triste y decide unirse a los almogávares, un grupo de soldados valientes. Guillermo demuestra su habilidad con el arco y es aceptado en el grupo. Todos se preparan para partir a la guerra.
2
En este capítulo, Guillermo irrumpe en la habitación de sus padres sin llamar y se encuentra con ellos desnudos en la cama. Después de una conversación con ellos, Guillermo les informa que se va a unirse a una compañía de almogávares para luchar en una guerra en el sur. Sus padres intentan disuadirlo, pero Guillermo está decidido. Se despide de ellos y se marcha.
Guillermo se une a la compañía de almogávares y se dirigen hacia la ciudad de Játiva para reprimir la sublevación de un caudillo moro. Durante el viaje, Guillermo entabla amistad con el adalid Jimeno y aprende sobre las costumbres y habilidades de los almogávares.
Finalmente, llegan a la ciudad de Alcoy, donde se instalan para preparar el asalto al castillo y la ciudad. Guillermo demuestra su habilidad como arquero durante la batalla y participa en la orgía de muerte y saqueo que sigue a la victoria. Sin embargo, después de violar a una mujer, Guillermo se siente culpable y se promete a sí mismo no volver a usar la violencia contra mujeres o niños.
Pasado el tiempo, Guillermo continúa luchando en la guerra y se convierte en almocadén, liderando a un grupo de almogávares. Sin embargo, se siente cada vez más cansado y arrepentido de su vida de violencia. Durante una visita a Alcoy, un soldado le informa que hay una carta para él en el castillo. Guillermo teme que sea una mala noticia sobre la muerte de sus padres y corre hacia el castillo para averiguarlo.
En resumen, en este capítulo, Guillermo decide unirse a una compañía de almogávares para luchar en una guerra en el sur. Participa en la batalla y se siente culpable por sus acciones violentas. A medida que pasa el tiempo, Guillermo se arrepiente de su vida de violencia y busca respuestas en una carta que le espera en el castillo.
3
En este capítulo, Guillermo regresa a Barbastro después de comprar un caballo y provisiones para el viaje. Al llegar, es recibido por su madre, quien le informa que Inés e Iván han tenido una hija. Guillermo se siente envidioso y molesto por esta noticia. Su madre le explica que debe contarle algo importante sobre su pasado y el papel que desempeñó en los asuntos del reino de Sicilia mientras él y su padre estaban cautivos. Antes de hablar de eso, le cuenta sobre el nacimiento de la hija de Inés y cómo Iván ha sido un buen esposo y padre. Guillermo se muestra indiferente y su madre le pide que encuentre paz en su corazón. Luego, Guillermo se encuentra con su padre, quien está feliz de verlo y llora de emoción. Guillermo le cuenta sobre su ascenso a almocadén y su padre se siente orgulloso de él. Después de una conversación sobre los negocios y la situación política, Guillermo visita a Inés y conoce a su hija, Máiuska, quien se parece mucho a su difunta esposa. Aunque siente envidia, Guillermo intenta ser amable. Luego, su madre le revela que el infante don Pedro se casará con una princesa siciliana y le explica la importancia política de este matrimonio. Le pide a Guillermo que vaya a la boda en Montpellier y averigüe más sobre los planes de Pedro y la situación en Sicilia. Guillermo acepta y su madre lo ayuda a prepararse para el viaje. En Montpellier, Guillermo se hospeda cerca de la delegación siciliana y entrega las cartas de su madre. Solicita una audiencia con la princesa Constanza y espera tener la oportunidad de hablar con el infante Pedro durante el convite.
Siguiendo este capítulo, Guillermo de Girgenti continúa en Sicilia esperando una audiencia con la infanta Constanza. A pesar de sus intentos, no logra obtener una entrevista personal y pasa los días paseando por las calles y evitando problemas. Finalmente, llega el día de la boda real y Guillermo asiste a la ceremonia en la iglesia. Después de la boda, la pareja real sale a saludar al pueblo y Guillermo observa a don Pedro y doña Constanza de cerca, notando la belleza y la similitud de don Pedro con su abuelo. Los jardines del palacio están llenos de nobles y ricoshombres discutiendo sobre los impuestos y las guerras en Valencia. Guillermo escucha una conversación entre dos hombres que hablan sobre la situación en Sicilia y la posible alianza con los mongoles. Luego, Guillermo se encuentra con un monje templario llamado Vasall y hablan sobre la alianza propuesta y los peligros de los mongoles. Vasall promete transmitir la información a don Jaime y desestimar el proyecto. Después de su encuentro, Guillermo finalmente recibe una respuesta a su solicitud de audiencia y se encuentra con la infanta Constanza. Durante la reunión, Guillermo le transmite los saludos de su madre y descubre que su madre era amiga de la abuela de Constanza y tenía el don de leer las cartas del Tarot. Guillermo regresa a Barbastro y comparte sus experiencias con sus padres, quienes le revelan que las cartas del Tarot están en el fondo del mar. Guillermo se despide de sus padres y regresa al campo de batalla con la promesa de servir a la infanta Constanza.
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En este capítulo, el narrador nos cuenta que siempre prefirió el combate a saquear. Aunque entiende que ambos están relacionados, él solo encuentra satisfacción en la lucha cuerpo a cuerpo y no en el botín que sigue a la victoria. A diferencia de sus compañeros, no le interesa saquear las alquerías de los infieles ni participar en las correrías que bajan a expoliar las huertas de Alicante. En su lugar, prefiere actividades solitarias como la caza o la fabricación de flechas. A pesar de su reputación de "raro", ha ganado los galones de almocadén y el respeto de su adalid. Sin embargo, tiene escrúpulos en cuanto al pillaje debido a su experiencia pasada durante su cautiverio en Mongolia. Durante los años siguientes, participa en la guerra contra las revueltas sarracenas en el reino. Durante este tiempo, su padre va apagándose lentamente y un día deja de reconocerlo. A pesar de la tristeza, el narrador acepta la situación y se propone vengarse del destino de su padre reconquistando Girgenti. La familia de Iván prospera y él le aconseja al narrador que se case y tenga hijos. Sin embargo, el narrador solo ha deseado a Máiuska y no ha conocido otro amor ni otro deseo. En la guerra, se unen a su compañía otros almogávares y acompañan al rey a Alcaraz para ayudar al rey Alfonso a someter a Muhammad ibn Hud Biha al-Dawla. Después de la victoria, el rey les advierte que no tolerará abusos contra los súbditos moriscos y que permitirá a los musulmanes que quieran marchar hacia Granada hacerlo sin violencia. Después de la caída de Murcia, el narrador y otros almogávares persiguen a los musulmanes que huyen y capturan a varios para venderlos como esclavos. El narrador captura a un joven llamado Mohamed y lo lleva a Valencia para venderlo. Sin embargo, el tratante de esclavos no está dispuesto a pagar lo que el narrador pide y se produce una pelea. Finalmente, el narrador y el tratante acuden al mostassaf para resolver el conflicto.
Siguiendo este capítulo, Guillermo se encuentra en una disputa con un mercader que intentó engañarlo. El justicia valenciano interviene y establece el valor del cautivo en ciento veinte sueldos, condenando a ambos a pagar una multa por el altercado. Guillermo gasta parte del dinero en la mancebía y en regalos para su ahijada y sus padres. Luego, visita a sus padres en Barbastro y se entera de que su madre falleció poco después de su padre. Inés le dice que tal vez Dios tenga una misión reservada para él. Guillermo se siente furioso y no quiere escuchar más sobre los designios del Señor. Pasan los días y Guillermo se esfuerza por recordar y almacenar los recuerdos de sus padres, pero también trata de ahogarlos en el vino. Recibe una misiva de la infanta Constanza de Sicilia, quien le pide que acuda a su presencia en Zaragoza para encomendarle una misión. Guillermo parte hacia Zaragoza y se viste con elegancia para el encuentro. Llega a la Aljafería y es recibido por la infanta, quien le explica que su padre se enfrenta a una ofensiva del papa Clemente y el conde Carlos de Anjou. La infanta teme por su vida y le pide a Guillermo que sea el capitán de su guardia. Guillermo acepta y establece un perímetro de seguridad en torno a la infanta. Poco después, llega la noticia de la derrota de Manfredo en la batalla de Benevento. Guillermo interroga a la servidumbre de la corte y no encuentra nada sospechoso. La infanta le cuenta los enredos de la política y Guillermo se sorprende por la maldad de las personas en posiciones de poder. La infanta le pide a Guillermo que cuide de ella y él se compromete a protegerla.
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En este capítulo, el infante don Pedro manda llamar a su esposa, la infanta doña Constanza, a su residencia en Barcelona después de enterarse de la trágica pérdida que ha sufrido. Barcelona es una ciudad próspera y bulliciosa, impulsada por las victorias militares del rey y el comercio que fomenta. El rey don Jaime, padre de don Pedro, se ha propuesto convertir su reino en un legado unificado y estable para sus herederos. Sin embargo, a pesar de los desafíos constantes, el rey sigue combatiendo y no encuentra sosiego. Doña Constanza explica a Guillermo que el tesoro real está agotado y que el rey no puede involucrarse en la guerra por Sicilia debido a su compromiso con el Papa. Guillermo sugiere que don Pedro debería actuar y luchar por Sicilia, pero doña Constanza explica que las arcas reales están vacías y que la guerra es costosa. Guillermo propone un plan para recuperar sus tierras en Sicilia y doña Constanza le pide que espere y observe los acontecimientos. Guillermo decide regresar a Barbastro para cerrar los asuntos pendientes y se despide de sus amigos. En Barbastro, Guillermo hace un testamento dejando todas sus posesiones a su ahijada Máiuska. Luego viaja a Zaragoza para formalizar el testamento y se despide de sus padres en la capilla de la Santa Fe. Después, se dirige a Barcelona para informar a doña Constanza sobre la situación en Sicilia. En la corte, Guillermo se ofrece a liderar una expedición de almogávares para luchar contra los franceses en Sicilia. Antes de que doña Constanza pueda responder, un anciano llamado Juan de Prócida solicita ser recibido por la reina.
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En este capítulo, el viajero que entra en el salón de audiencias es Roger de Lauria, acompañado por don Juan de Prócida. Roger y la reina Constanza se conocen desde la infancia y él viene a suplicar su ayuda para la causa de Sicilia. Roger cuenta la historia de cómo Manfredo fue designado regente del reino por el emperador Federico y cómo él y su familia han sufrido injusticias y abusos por parte de los franceses. Roger propone un plan para enviar a hombres a Sicilia para recabar información y ayudar en la causa. La reina promete dar una respuesta pronto. Después de un tiempo, la reina convoca a Guillermo y le informa que ha llegado el momento de actuar. Le pide que regrese a Sicilia en una galera de guerra con un cargamento de armas para apoyar a los alzados. Guillermo acepta y le pide a cambio que le devuelvan el señorío de Girgenti, que pertenecía a su padre. La reina acepta y le asegura que Sicilia será liberada y él tendrá su feudo. Guillermo se emociona y le cuenta a Máiuska, su amada, que pronto podrán regresar a su hogar. Luego, Bartolomeo le cuenta a Guillermo sobre la revuelta en Palermo, donde los sicilianos se levantaron contra los franceses y los mataron a todos. Bartolomeo le dice que el alzamiento se está extendiendo por toda la isla y que es el momento de actuar.
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En este capítulo, el narrador relata su partida de la bahía del Fangal junto a treinta mil hombres, entre ellos almogávares, golfines y caballeros, en una expedición hacia las costas de África para auxiliar al señor de Constantina. Aunque el narrador sospecha que su destino final es Sicilia, la expedición se dirige a África para ayudar al vasallo del reino. La armada de barcos llega a Alcoll, en la costa tunecina, donde se enteran de que el gobernador de Constantina ha sido asesinado. Deciden tomar la ciudad por las armas y fortificarla. Durante el viaje, el narrador conversa con su amigo Vasall sobre la misión y su vestimenta humilde. Llegan a Mahón para repostar víveres y luego continúan hacia Alcoll. El narrador describe la armada y la fuerza de los almogávares. Finalmente, llegan a Mesina, donde se enteran de la resistencia de los sicilianos contra los franceses. El rey de Aragón considera la propuesta de los sicilianos de ofrecerle la corona siciliana a su esposa y a sus hijos. El narrador es enviado como intérprete para reunirse con los embajadores sicilianos y transmitir la respuesta del rey. El rey decide aceptar la propuesta y se dirige a Trapani, donde se entera de que los franceses se han retirado de Mesina. El rey hace su entrada triunfal en Mesina y poco después llega la reina. El narrador decide partir hacia Girgenti con una escolta de almogávares. Llega a su antigua casa, que está en mal estado, pero se siente en paz y cumple su promesa de caballero a Máiuska.
Epílogo
En este capítulo, nos encontramos en Mesina, en mayo del año 1283. La reina Constanza se encuentra en la terraza del palacio, disfrutando de la brisa marina. A pesar del calor, lleva un pesado vestido de brocado de seda para realzar su posición real. La reina ha tenido que enfrentarse a muchos acontecimientos desde su llegada a la isla hace tres semanas. Primero, tuvo que acomodar a sus hijos en su nuevo hogar y luego fue proclamada regenta de Sicilia en representación de su esposo. También formó un Consejo de Gobierno, en el que se incluyeron personas como Juan de Prócida, Alaimo de Lentino y Roger de Lauria. Sin embargo, aún le queda una deuda por pagar con Guillermo de Girgenti, su leal almogávar.
La reina envía emisarios para buscar a Guillermo y pedirle que se presente ante ella, ya que tiene un anuncio importante que hacerle. Después de esperar durante días, le informan de que un almogávar llamado Bernat trae noticias de Guillermo. La reina recibe a Bernat en la terraza y le pregunta dónde está Guillermo. Bernat le explica que Guillermo se encuentra en Girgenti y que no ha sido capaz de cumplir las órdenes de la reina. Bernat relata que hace dos meses, Guillermo les ordenó acompañarlo a una casa en ruinas cerca del pueblo de Girgenti y les pidió que lo dejaran solo. Esa noche, en la aldea, se enteraron de que un grupo de franceses se había refugiado en las catacumbas y estaban causando problemas a la población. Guillermo decidió ir a las catacumbas para expulsar a los franceses y llevó a Bernat y a otros dos hombres con él. Bernat cuenta que Guillermo cayó en combate.
La reina, ocultando su dolor, le agradece a Bernat por su servicio y le entrega una bolsa de monedas de oro. Luego le permite retirarse y le pide que cuente al mundo cómo muere un almogávar de Aragón por su reina.
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