Un millón de gotas

40 minutos

En este capítulo, se narra cómo el joven y Zinóviev llegan a un lago donde planean llevar a cabo un acto violento. El joven deja a Zinóviev con el niño y se acerca al lago, pero Zinóviev lo sigue y le pide que se quede en el coche. Sin embargo, el joven desobedece y se acerca al lago, donde ve a Zinóviev y al niño. Después de un tiempo, el joven se da cuenta de que algo malo está sucediendo y se acerca al lago, pero es demasiado tarde, el niño está flotando boca abajo en el agua. Ocho meses después, Zinóviev es asesinado de manera brutal. Laura, la subinspectora de policía, se despierta junto a un desconocido y se entera de la muerte de Zinóviev. Alcázar, su jefe, le informa sobre el asesinato y le pregunta si ella ha sido la responsable. Laura niega su participación, pero Alcázar le dice que hay pruebas que la incriminan. Laura se siente culpable y decide no huir de la situación. Alcázar le dice que no la detendrá, pero que la policía ya está en camino hacia su apartamento. Laura se da cuenta de que tendrá que enfrentar las consecuencias de sus acciones.

Primera parte

1

En este capítulo, conocemos a Gonzalo Gil, un abogado que no está satisfecho con su vida. A pesar de tener un despacho y una placa que lo acredita como experto en derecho civil, matrimonialista y mercantil, Gonzalo nunca quiso ser abogado y siente que ha dejado que el destino decida por él. Su cliente actual está preocupado porque su esposa quiere quitarle todo y pretende que le pase una pensión vitalicia. Gonzalo le explica que la ley está de parte de su esposa y que debería buscar un acuerdo conciliatorio para ahorrar dinero y energías.

Gonzalo se da cuenta de que todos esperan que les mienta y solucione sus problemas legales como por arte de magia. Sin embargo, él no sabe mentir y se siente tentado de darles una tarjeta del bufete de su suegro, un reconocido abogado cínico y sin escrúpulos. Gonzalo recuerda cómo su suegro hipnotiza a sus clientes y los hace firmar lo que él quiere, incluso si no entienden nada de lo que están firmando.

Después de la reunión con su cliente, Gonzalo se encuentra con Luisa, su ayudante, quien siempre entra en su despacho sin llamar. Luisa es eficiente y colorida en su forma de vestir, y Gonzalo aprecia su presencia. Luisa le informa que su esposa ha llamado y le recuerda que debe asistir a la fiesta sorpresa de cumpleaños esa tarde.

Gonzalo se recuesta en su sillón y reflexiona sobre su vida. Recuerda cómo soñaba con vivir en una casa junto a un lago y pescar con su padre, pero su esposa se negó a mudarse y él cedió a sus deseos. Ahora se siente atrapado en una vida que no quería y en un matrimonio que no es lo que esperaba.

Mientras está en el balcón, Gonzalo ve a una mujer pelirroja leyendo un libro. Hablan brevemente sobre el poeta ruso Mayakovski y Gonzalo se siente intrigado por ella. Sin embargo, antes de que puedan hablar más, ella se va.

Gonzalo se prepara para la fiesta de cumpleaños y se encuentra con su suegro, quien le propone asociarse en el bufete. Aunque Gonzalo no está entusiasmado con la idea, sabe que no puede resistirse debido a las deudas y responsabilidades financieras que tiene.

Durante la fiesta, Gonzalo se encuentra con su hijo mayor, Javier, quien muestra resentimiento hacia él. Gonzalo se siente culpable por un accidente que dejó a Javier con una cicatriz en la pierna y una cojera permanente.

Más tarde, Gonzalo es abordado por un desconocido que resulta ser el compañero de su hermana, Laura. El hombre le informa que Laura ha matado a un hombre y se ha suicidado. Gonzalo se sorprende y se pregunta qué ha hecho su hermana.

El capítulo termina con Siaka, un joven africano que ha tenido un encuentro con una turista estadounidense y se prepara para ir a la casa de Gonzalo. Siaka tiene planes para el futuro y está dispuesto a hacer lo que sea necesario para lograrlos.

2

En este capítulo, Gonzalo visita el apartamento de su hermana Laura después de su muerte. Al entrar, encuentra un lugar descuidado y en mal estado, con muebles viejos y sucios. Explora las diferentes habitaciones y encuentra recuerdos de su infancia, como una fotografía de la boda de Laura y su ex cuñado Luis. Gonzalo también descubre la cocina, donde Laura se disparó en el estómago. Aunque la policía determinó que fue un suicidio, Gonzalo no cree que su hermana haya tenido una muerte sin dolor. Luego, Gonzalo encuentra un objeto especial en el armario de Laura: la chaqueta de aviador de su madre. Esto despierta recuerdos de su infancia y de jugar con Laura. Gonzalo también encuentra un sobre postal con una leontina de plata antigua y una foto desdibujada de una mujer joven. Gonzalo decide llevar estos objetos a su madre, Esperanza, quien vive en una residencia de ancianos. Al contarle a Esperanza sobre la muerte de Laura, ella reacciona de manera extraña y menciona que la muerte era inevitable. Gonzalo se desconcierta por su respuesta y nota un cambio en la habitación de Esperanza. Tres días después, Gonzalo recibe la autorización para el sepelio de Laura, pero la policía considera que Gonzalo es el responsable de la muerte de Zinóviev, el hombre que había secuestrado a su hijo. El caso se da por cerrado, a menos que aparezcan nuevas pruebas.

Siguiendo este capítulo, Gonzalo se encarga de los preparativos del entierro de su hermana Laura, ya que su madre no quiere hacerse cargo. Gonzalo contacta a Luis, su ex cuñado, para informarle sobre la muerte de Laura. Luis se sorprende con la noticia y acepta reunirse con Gonzalo en una cafetería. Gonzalo describe a Luis como un hombre elegante y exitoso, pero con una pátina de tristeza en sus ojos. Durante la reunión, Gonzalo le informa a Luis sobre los preparativos del entierro y le pregunta si Laura preferiría ser incinerada o enterrada. Luis revela que él y Laura se divorciaron poco después de la muerte de su hijo Roberto. Gonzalo recuerda cómo Laura y Luis se conocieron en Kabul, donde Luis viajaba en motocicleta y Laura trabajaba como periodista. Luis cuenta cómo Laura se dedicaba a luchar contra los abusos infantiles y cómo esto afectó su relación. Luis confiesa que nunca perdonó a Laura por la muerte de su hijo y que finalmente se separaron. Luis revela que alguien secuestró y asesinó a Roberto, y que Laura se obsesionó con encontrar al culpable. Gonzalo y Luis discuten sobre si Laura podría haber matado al hombre que secuestró a su hijo. Ambos coinciden en que no creen que Laura fuera capaz de hacerlo.

3

En este capítulo, Elías y sus tres amigos llegan a Moscú en enero de 1933. En el tren, son detenidos por un policía ferroviario que revisa sus pasaportes. Aunque todo está en regla, la presencia del policía les hace darse cuenta de que Moscú no será solo una experiencia divertida, sino que los bolcheviques se toman en serio su revolución proletaria. Al llegar a Moscú, Elías observa la ciudad en construcción, con calles estrechas y caos debido a las obras. A pesar de esto, Elías está emocionado por estar en la patria de Gorki y Dostoyevski. El grupo es recibido por un grupo de personas que resultan ser policías, lo que les hace sentir que están siendo vigilados. El guía asignado a Elías se llama Nikolái Ózhegov, quien resulta ser un informador de la policía. A pesar de esto, Elías no se preocupa ya que no tiene nada que ocultar y está decidido a empaparse de todo antes de regresar a casa. Elías y sus amigos son llevados a la Casa del Gobierno, donde se alojarán durante su estancia en Moscú. Elías se siente emocionado por empezar a trabajar en el inmenso canal que unirá los ríos Moscova y Volga. Sin embargo, pronto se da cuenta de los métodos inhumanos utilizados en la construcción, como el trabajo forzado de prisioneros. A pesar de las contradicciones y los contrastes que encuentra en la Unión Soviética, Elías sigue entusiasmado por estar allí y ansioso por aprender. En una reunión con sus amigos, Elías y los demás reflexionan sobre el momento histórico que están viviendo y la comparan con la situación en Europa. Claude, el marsellés, es el más taciturno y recuerda su encuentro con Lenin en Viena y su impresión de Stalin como un hombre ambicioso capaz de cualquier cosa.

Siguiendo este capítulo, Elías se encuentra en una conversación con Michael y Claude, donde discuten sobre las condiciones de trabajo en las brigadas de penados en el Gran Canal. Elías menciona que la mayoría de las personas que trabajan allí son delincuentes que pagan su deuda con la sociedad a través de su trabajo. Sin embargo, Claude argumenta que también hay personas que no han hecho nada y que son enviadas a Siberia sin juicio previo. La discusión se intensifica y Elías se siente incómodo al darse cuenta de que está siendo influenciado por el miedo a hablar libremente.

Después de la discusión, Elías se siente mareado y decide salir del bar. En el exterior, es abordado por dos policías que lo agreden y lo golpean brutalmente. Elías intenta escapar, pero es herido de bala en la mano y finalmente es capturado y golpeado nuevamente por los policías.

Después de ser capturado, Elías es llevado a una celda donde pasa varios días en condiciones inhumanas. Está sediento, hambriento y escucha los gritos y lamentos de otros prisioneros. Elías se siente cada vez más desesperado y confundido, sin entender por qué está siendo tratado de esta manera.

Finalmente, Elías es llevado a una habitación donde se encuentra con un funcionario que lo acusa de ser un agente trotskista y de intentar sabotear las obras del Gran Canal. El funcionario muestra las cartas que Elías había escrito a su padre, las cuales habían sido interceptadas y utilizadas en su contra. Elías se siente traicionado y confundido, sin entender cómo ha llegado a esta situación.

El funcionario le ofrece a Elías la oportunidad de confesar y beber agua, pero Elías se siente abrumado y sin fuerzas para resistir. Finalmente, toma el vaso de agua y sella su destino.

4

En este capítulo, Gonzalo tiene un sueño en el que ve a un hombre escribiendo en una máquina de escribir y a una niña con alas tatuadas recitando algo inaudible. El hombre se enfurece y lanza a la niña al suelo. Gonzalo se despierta y se da cuenta de que está teniendo un ataque de ansiedad. Baja a la cocina y encuentra cajas sin abrir de la mudanza. Encuentra una caja con cosas de su hermana Laura y recuerda su funeral y la actitud fría de su madre hacia el inspector Alcázar. Gonzalo y su esposa Lola discuten sobre las pesadillas de Gonzalo y la actitud de su hijo Javier. Gonzalo le cuenta a Lola que Laura solía coleccionar palabras y que le gustaba repetirlas una y otra vez. Gonzalo se va a una reunión con su suegro Agustín, quien le propone asociarse con él y trabajar en un proyecto millonario. Agustín le pide a Gonzalo que convenza a su madre de vender una propiedad que está obstaculizando el proyecto. Gonzalo se encuentra con Esperanza, su madre, y le revela que sabe la verdad sobre la desaparición de su padre. Alcázar le entrega a Esperanza un contrato de venta y le da la opción de seguir viviendo en su mundo de mentiras o enfrentar la verdad y que su hijo se entere.

5

En este capítulo, Patricia está sentada al borde de la piscina mientras Javier la observa desde la ventana de la cocina. Javier admira a su hermana, pero a veces se siente celoso de la relación cercana que ella tiene con su padre. Patricia es curiosa y a veces molesta con sus preguntas interminables. Javier intenta evitarla, pero a veces se divierte con ella, como cuando le enseñó a afeitarse. Javier siente que su padre no lo quiere y no entiende por qué. Patricia encuentra un hombre negro mirando el jardín y Javier sale a verlo, pero resulta ser un joven inofensivo. Luego, Patricia muestra un revólver que encontró en el garaje y Javier se lo quita. Le pide a Patricia que no le cuente a su padre y ella acepta a cambio de que Javier no la deje sola. Javier se da cuenta de que su hermana sabe más de lo que aparenta. Luego, Javier se encuentra con su madre en la agencia de viajes y se sorprende al verla con un hombre llamado Carlos. Javier sospecha que hay algo entre ellos y le advierte a su madre que tenga cuidado. Su madre se molesta y le da dinero. Javier recibe un mensaje de una persona desconocida y responde de manera ambigua. Luego, Gonzalo visita la casa abandonada de su infancia y recuerda momentos con su hermana Laura. Gonzalo se pregunta por qué su madre guarda rencor hacia Laura y se cuestiona si debería dejar que las máquinas destruyan la casa. Finalmente, Gonzalo se va con la sensación de que Laura está lejos y que los recuerdos no pueden ser reconstruidos.

6

En este capítulo, la historia se sitúa en Moscú a principios de febrero de 1933. Elías reconoce un avión antiguo y recuerda cómo solía sobrevolar su ciudad natal. Luego, Elías es detenido y subido a un camión junto con otros prisioneros. Durante el viaje, Elías se entera de que sus antiguos amigos, Michael y Martin, lo han traicionado. El camión se detiene en medio de la nada y los prisioneros son obligados a subir a un tren. Elías es golpeado y maltratado por los guardias, pero es rescatado por una mujer llamada Irina. Elías se encuentra con Claude, quien también ha sido deportado. Elías se siente débil y enfermo, pero encuentra consuelo en la belleza de la naturaleza que lo rodea. Sin embargo, presencia la muerte de un alce a manos de los guardias y se derrumba emocionalmente. Irina lo anima a seguir luchando y lo ayuda a subir al tren.

7

En este capítulo, Gonzalo visita a un lobo gris en cautiverio en un zoológico y reflexiona sobre su propia vida. Luego, regresa a su apartamento en la Barceloneta y se siente extraño, como si algo estuviera a punto de suceder. Recibe un paquete misterioso con un ordenador portátil que pertenecía a su hermana Laura, quien fue asesinada. Al abrirlo, descubre información sobre transferencias bancarias y nombres de personas y barcos. También encuentra fotografías perturbadoras de niños. Gonzalo se siente abrumado por la maldad que existe en el mundo y se pregunta cómo Laura pudo soportar todo eso. Decide no contarle a nadie sobre el paquete y espera tres días para encontrarse con la persona que se lo envió. Mientras tanto, decide tomar medidas de seguridad en su casa y hablar con la policía sobre las amenazas que ha estado recibiendo. También visita a Miranda, una mujer que fue maltratada por su exmarido, y le pregunta si ha visto a su hermano Javier. Gonzalo se da cuenta de que está enamorado de Carlos, pero también se da cuenta de que Carlos solo lo está utilizando. A pesar de esto, Javier sigue sintiendo una fuerte atracción hacia él. El capítulo termina con Javier reflexionando sobre su relación con Carlos y su deseo de volver a estar cerca de su padre.

8

En este capítulo, se describe el intenso calor que se siente en la habitación donde se encuentra Siaka. A través de la ventana, se puede ver una gasolinera con prostitutas y Siaka recuerda cómo Zinóviev le dio el apodo de "Copito de Nieve" cuando se conocieron. Siaka recuerda su pasado como niño soldado, vendido por su padre a un señor de la guerra angoleño. Siaka fue sometido a abusos y obligado a pelear en peleas ilegales. Después de escapar de esa vida, Siaka se encuentra con Gonzalo en la habitación del motel. Siaka le cuenta a Gonzalo sobre su pasado y su relación con Laura, la hermana de Gonzalo. Siaka le entrega a Gonzalo el ordenador de Laura, que contiene información sobre la organización criminal Matrioshka. Siaka le advierte a Gonzalo sobre los peligros de enfrentarse a la organización y le pide que continúe la investigación de Laura. Gonzalo duda y sugiere acudir a la policía, pero Siaka se niega debido a la corrupción dentro de la organización. Siaka revela que el inspector jefe Alcázar, con quien Laura trabajaba, estuvo involucrado en la desaparición de su padre en 1967. Gonzalo decide buscar la ayuda del inspector Alcázar para continuar la investigación.

Siguiendo este capítulo, Gonzalo se encuentra con Elías en el colmado y tienen una tensa conversación en la que Elías menciona a su padre, el inspector Alcázar. Después de veinte días, Elías desaparece sin dejar rastro. Gonzalo recuerda las palabras de su madre en el funeral de Laura, donde mencionó que Alcázar había enviado a Laura a prisión. Gonzalo decide confrontar a Alcázar y se reúne con él en su despacho. Alcázar le confirma que protegió a su padre en el pasado, pero niega haber matado a Elías. Gonzalo le pregunta si Laura mató a Zinóviev, pero Alcázar no lo confirma. Gonzalo le dice que puede demostrar que todo fue un montaje de la organización Matrioshka para incriminar a Laura. Alcázar se muestra preocupado y le pide a Gonzalo que le entregue las pruebas. Gonzalo se niega y decide reabrir el caso. Después de la reunión, Gonzalo llama a Siaka y le dice que ha tomado una decisión. Luego confronta a su suegro, Agustín González, y le dice que no venderá la finca del lago. Agustín amenaza a Gonzalo, pero él se mantiene firme. Gonzalo regresa a su despacho y habla con su asistente, Luisa, sobre los cambios que harán. Luego llama a Lola para contarle la noticia y acuerdan hablar más tarde. Gonzalo se dirige a la residencia para visitar a su madre y obtener respuestas sobre Alcázar y la mujer en el retrato. Antes de llegar a su coche, es atacado por alguien y apuñalado varias veces.

9

En este capítulo, Elías, Irina y Anna llegan exhaustos a Tomsk, el centro neurálgico donde se concentran todos los deportados antes de ser redistribuidos por los campos de Siberia. El lugar está abarrotado de deportados y los guardias los tratan con crueldad. Elías se encuentra con Ígor Stern, quien se ha convertido en un líder cruel y despiadado. Michael y Martin se han unido a Ígor y se dedican a robar y abusar de los demás presos. Elías siente una profunda rabia hacia ellos. En medio de la desesperación y el hambre, Elías y Claude se las arreglan para conseguir algo de comida durante el reparto. Ígor quiere hablar con Elías y amenaza con hacerle daño a Irina y Anna si no obedece. Elías se enfrenta a Ígor, pero este último lo amenaza y le arranca la venda del ojo. Irina consuela a Elías y le confiesa que fue obligada a tener relaciones con un guardia para conseguir comida para Anna. Elías y Irina se consuelan mutuamente y se entregan al amor en medio de la desesperación.

Segunda parte

10

En este capítulo, Tania visita el Flight, un bar donde su tío Velichko trabaja. Aunque su madre y su tío no se llevan bien, a Tania le gusta el lugar y las fotografías que decoran las paredes. Tania también recuerda su relación con Ruth, una profesora de bellas artes con la que tuvo una aventura en Holanda. Después de eso, ha tenido varias relaciones sin compromiso. Sin embargo, desde que conoció a Gonzalo, siente algo diferente.

Gonzalo se despierta en el hospital después del ataque de Atxaga. La enfermera le informa sobre sus heridas y le dice que ha sido un milagro que haya sobrevivido. Alcázar, el inspector que investiga el caso, visita a Gonzalo y le informa sobre el progreso de la investigación. Gonzalo le pide a Luisa, su secretaria, que consiga la grabación de seguridad del aparcamiento donde fue atacado. También le pide información sobre Alcázar.

Lola visita a Gonzalo en el hospital y discuten sobre la decisión de Gonzalo de no vender la finca del lago y fusionar su bufete con el despacho de su suegro. Lola quiere que Gonzalo cambie de opinión, pero él se mantiene firme en su decisión. Gonzalo también le pide a Luisa que consiga la grabación de seguridad y que investigue a Alcázar.

Por otro lado, Agustín González se prepara para una cena de gala y discute con Alcázar sobre el problema con la finca del lago y la posible existencia de pruebas que podrían reabrir el caso de la muerte de Cecilia. Agustín le dice a Alcázar que haga lo que sea necesario para evitar que Gonzalo tenga pruebas en su contra.

En resumen, en este capítulo se desarrolla la relación entre Tania y su tío Velichko, se revela más sobre el pasado de Tania y su relación con Ruth, Gonzalo se recupera en el hospital y discute con Lola sobre su decisión de no vender la finca del lago, y Agustín González y Alcázar hablan sobre el problema con la finca y las posibles pruebas en contra de Gonzalo.

11

En este capítulo, se narra la vida en la isla de Názino, en Siberia, durante el mes de mayo de 1933. Elías se aferra a Irina cada noche, amándose en silencio mientras los demás presos fingen dormir. Irina esconde un pequeño libro de poemas y a veces recita uno de ellos, pero se detiene al llegar al final y llora. Elías trata de consolarla, pero ella se niega a compartir su dolor. A medida que se acercan a la isla de Názino, Irina se vuelve más temerosa y rechaza cualquier muestra de cariño.

En la isla, los prisioneros son obligados a trabajar en la construcción de una cárcel con herramientas escasas. Elías es asignado a la brigada dirigida por Ígor Stern, un preso cruel y violento. Claude, Irina y su hija son asignados a otra brigada. Elías se preocupa por la seguridad de Irina y Anna, ya que Michael, otro preso, se ha vuelto cada vez más violento y ha cometido actos de canibalismo.

La situación en la isla empeora rápidamente, con enfermedades como el tifus y la disentería causando estragos entre los prisioneros. La falta de alimentos y las condiciones insalubres hacen que la gente muera de hambre y deshidratación. La locura y la desesperación se apoderan de la isla, y los presos se convierten en bestias salvajes, cometiendo actos de violencia y canibalismo.

Claude empeora y finalmente muere. Elías se da cuenta de que Irina y Anna están en peligro y decide sacarlas de la isla. Durante un reparto de comida caótico, se produce un tiroteo entre los soldados y los prisioneros, resultando en la muerte de más de doscientas personas. Después del tiroteo, Elías protege a Irina y Anna y decide llevarlas lejos de la isla.

El capítulo termina con Elías sentado solo cerca del río, reflexionando sobre la muerte y la fugacidad de la vida. Se siente abrumado por la pérdida de su amigo Claude y se da cuenta de que todos están solos en su camino hacia la muerte.

Siguiendo este capítulo, Elías encuentra una perca flotando en un remolino y decide atraparla para la cena. Aunque el pez está podrido, Elías lo guarda entre sus piernas por miedo a que alguien se lo arrebate. En ese momento, se da cuenta de que si logra sobrevivir, el sufrimiento le privará de cualquier goce o felicidad en el futuro.

Después, Irina se acerca a Elías con algo en la mano y él comprende que Claude ha muerto. Irina le entrega un papel que Claude había escrito para él, en el que dice que no le quitarán todo y que su muerte es suya.

Elías observa las marcas de las uñas de Claude en la piel de Irina y murmura que no quiere morir sin luchar. Mientras tanto, el olor de las ramas húmedas y los cuerpos inflados llega a la orilla. Elías contempla la espesura gris que se extiende hacia el norte y decide escapar hacia el noroeste con Irina y Anna.

Martin, Michael y Ígor también están planeando escapar. Ígor ha encontrado un viejo trazado de vías que pretende seguir para llegar a Siberia occidental. Michael cuenta con una pistola que planea usar para matar a Ígor en cuanto estén a salvo.

Elías no cree que puedan contar con él, ya que lo han traicionado en el pasado y él los detesta por servir a Ígor. Además, Elías nunca se separaría de Irina y Anna.

Ígor se da cuenta de la transformación de Elías y ya no le provoca como antes. Un día, Ígor se acerca a Elías mientras está cavando una fosa común y le pide que le venda a Irina. Elías se niega y Ígor amenaza con violar y matar a Anna. Elías intenta atacar a Ígor, pero es golpeado por sus hombres.

Después de este incidente, Elías decide escapar con Irina y Anna en una balsa. Encuentra a Evgueni, un deportado enloquecido, y lo mata para robarle su libro de poemas, que Irina había intercambiado por comida. Elías despierta a Irina y le dice que se vayan.

La balsa es precaria y Elías lucha por mantenerse a flote mientras Irina y Anna están en el agua. Ven a Michael en la orilla, quien les despide con un gesto antes de desaparecer.

Elías se da cuenta de que pueden lograrlo cuando pasan el primer tercio del recorrido. Sin embargo, la balsa se rompe y Elías se sumerge en el agua. Logra agarrar a Anna y llevarla a la orilla, pero Irina no regresa.

Elías espera durante una hora, pero Irina nunca vuelve. Solo ve algunas hojas amarillas de su libro de poemas flotando en el agua.

12

En este capítulo, Alcázar espera pacientemente en Barcelona, recordando cómo ha cambiado el barrio desde la última vez que estuvo allí. Se encuentra con un proxeneta que le dice que las prostitutas ahora trabajan a domicilio. Alcázar recuerda cómo conoció a Cecilia en un club de alterne y cómo ella lo rescató de su vida anterior. Sin embargo, Cecilia murió de cáncer y Alcázar decide cumplir su sueño de ir a los Cayos de Florida. Mientras tanto, Gonzalo se recupera en el hospital y recibe la visita de su hijo Javier. Tienen una conversación incómoda en la que Javier le pregunta por qué lo odia. Gonzalo le asegura que no lo odia, pero tampoco lo quiere. Luego, Gonzalo recuerda la conversación con Javier mientras espera en una sala de espera del hospital. Siaka, el joven que lo ayudó, le dice que ha perdido su ordenador y le da el nombre de un fiscal en el que su hermana confiaba. Siaka le dice a Gonzalo que debe buscar el ordenador y que él se esconderá hasta que lo llamen a declarar. Gonzalo decide irse del hospital contra el consejo del médico y se despide de Lola. Siente que necesita estar solo para centrarse en la investigación de la Matrioshka.

Siguiendo este capítulo, Gonzalo reflexiona sobre su decisión de alejarse de Lola por un tiempo. Además, se da cuenta de que está perdiendo a su familia debido a los dieciocho años de silencio y resentimiento que ha habido entre ellos. A pesar de no poder perdonar ni olvidar, Gonzalo no tiene el coraje de tomar una decisión definitiva, como divorciarse o pasar página. Por lo tanto, decide alejarse para pensar y experimentar la distancia con Lola.

Gonzalo hace una pequeña maleta de viaje y Lola lo observa sin detenerlo ni reprocharle nada. Cuando Gonzalo intenta besarla, ella lo rechaza fríamente. Gonzalo le explica que su intención es cuidar de ellos al alejarse.

Gonzalo le dice a Patricia y a Javier que estará fuera unos días de viaje. Javier sospecha que no es cierto y Gonzalo confirma que se va de viaje, pero no el que le ha dicho a su hermana.

En el despacho del fiscal, Gonzalo le cuenta lo que ha descubierto sobre la relación entre Alcázar y la familia de su suegro. El fiscal muestra interés y le pide pruebas concluyentes antes de tomar medidas legales.

Gonzalo regresa a su despacho y encuentra a Luisa esperándolo. Ella le entrega un sobre con información sobre Alcázar y otro sobre la cinta de seguridad del día en que fue agredido. Gonzalo y Luisa ven la cinta juntos y Gonzalo revive la brutal paliza que recibió. Descubre que Tania, la fotógrafa pelirroja del balcón de al lado, fue quien lo ayudó.

Tania y su madre, Anna Ajmátova, discuten sobre la relación de Tania con Gonzalo. Anna le reprocha a Tania por acercarse a él y le recuerda que tenían un acuerdo. Tania admite que si no hubiera estado allí, Gonzalo habría sido asesinado. Anna le advierte a Tania sobre las consecuencias de su acción y le dice que Gonzalo tiene derecho a olvidar y vivir su propia vida.

El capítulo termina con Anna recordando su encuentro con Alcázar y advirtiendo a Tania sobre las consecuencias de su relación con Gonzalo.

13

En este capítulo, se nos presenta a Vasili Arsénievich Velichko, un ingeniero y miembro del Partido en Moscú en 1934. Velichko está fascinado por el proyecto de construcción del gran canal que unirá los ríos Volga y Moscova. Sin embargo, se siente inquieto y preocupado por su nuevo puesto en Túshino y añora su antiguo apartamento cerca del Kremlin. A pesar de sus dudas, Velichko confía en Stalin y en el Partido.

Un día, Velichko recibe una llamada telefónica que lo perturba. Después de reflexionar, escribe dos palabras en un papel: "Óstrov Smerti" (Isla de la Muerte). Aunque duda en quemar el papel, decide guardarlo en su cajón. Luego se prepara para salir de su despacho, poniéndose su uniforme y asegurándose de que sus insignias estén en orden.

Mientras camina por el aeródromo, Velichko observa a los reclutas practicando diferentes ejercicios. Luego se encuentra con su subalterno, Srólov, quien le informa sobre un hombre que ha encontrado escondido en un túnel subterráneo. Velichko decide ocultar al hombre y buscar ayuda médica para él. Srólov duda de esta decisión y sugiere entregar al hombre a la OGPU, pero Velichko lo amenaza con represalias si no sigue sus órdenes.

Cuando Velichko se acerca al hombre, descubre que está en un estado lamentable, con heridas y una apariencia desgarradora. El hombre apenas puede hablar y repite constantemente las palabras "Óstrov Smerti". Velichko se da cuenta de que este hombre puede ser una prueba viviente de los horrores que se rumorea que están ocurriendo en la isla de Názino, donde miles de personas han sido deportadas y han muerto.

Velichko decide ocultar al hombre y le devuelve un medallón que lleva consigo. El hombre se presenta como Elías Gil Villa. Velichko se da cuenta de que si este hombre puede hablar y contar su historia, podría cambiar su futuro de manera irreversible. Sin embargo, también se enfrenta a la posibilidad de enfrentarse a las poderosas autoridades responsables de los campos de internamiento.

El capítulo termina con Velichko reflexionando sobre la fotografía en el medallón y la esperanza de que la mujer y la niña que aparecen en ella estén vivas. Elías, sentado en una silla, habla sobre su conocimiento de los campos de internamiento y su deseo de contar su historia. Velichko se sorprende por el cambio en la apariencia de Elías después de haber sido limpiado y cuidado por Srólov.

Siguiendo este capítulo, Elías es interrogado por Velichko, quien le pregunta sobre su presencia en Názino y cómo logró escapar con vida. Elías se muestra desconfiado y no responde. La atención luego se dirige hacia la muchacha que cuida de él, quien le traduce las palabras de Velichko. Elías comienza a hablar y describe la estepa como un lugar desolado y hostil. Camina durante horas con la pequeña Anna a cuestas, luchando contra el hambre y la desesperación. Elías recuerda la muerte de Irina y su decisión de dejarla ahogarse para salvarse a sí mismo. La niña se encuentra débil y Elías sabe que morirá antes que él. Encuentran a un lobo que intenta llevarse el cuerpo de Anna, pero son salvados por Michael y Martin, quienes se han unido a ellos. Los hombres continúan su camino, enfrentando la escasez de alimentos y la amenaza de Ígor Stern y su banda. Encuentran una serie de postes clavados en la tierra, que les da esperanza de que no están perdidos. Sin embargo, Ígor Stern se acerca cada vez más. Elías reflexiona sobre su pasado y su relación con Irina. Finalmente, se dirige a Velichko con el medallón de Irina en la mano y habla sobre la importancia de tener un pasado feliz para reconstruirse.

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En este capítulo, Gonzalo llega a la dirección que le dio Luisa y descubre que en lugar de un estudio de fotografía, se encuentra en una modesta librería llamada Librería Karamázov. A pesar de su apariencia discreta, el interior de la librería es amplio y luminoso, con estanterías llenas de libros y una zona dedicada a la literatura rusa. Gonzalo es recibido por una anciana en el último escalón de la escalera, quien resulta ser la madre de Tania Ajmátova, la fotógrafa que busca. La anciana le indica a Gonzalo que suba al estudio de Tania y le advierte que a ella no le gustan las visitas inesperadas. Gonzalo sube y se encuentra con Tania, quien lo reconoce como el lector de Mayakovski. Gonzalo le agradece a Tania por haberlo ayudado en el aparcamiento el día del ataque y le pregunta por qué se fue antes de que llegara la policía. Tania le explica que no le gustan las visitas inesperadas y que se fue porque no quería involucrarse más en el asunto. Gonzalo le muestra la grabación de seguridad y le pregunta si vio a alguien más en el aparcamiento. Tania le dice que solo vio a Atxaga y que no sabe qué pasó con el ordenador de Gonzalo. Después de la conversación, Gonzalo siente una atracción hacia Tania y decide volver a verla. Luego, se encuentra con el dueño del bar donde están y este le comenta sobre la historia de vida de Tania y cómo su olor está relacionado con su pasado en campos de prisioneros. Gonzalo le pregunta sobre la decoración del bar que exalta al Ejército Rojo y el dueño le explica que es porque necesita creer que todo lo que le ocurrió tenía sentido. Gonzalo le agradece a Tania y se va. En otra escena, Lola se encuentra con Carlos en la agencia de viajes y hablan sobre el viaje que están organizando. Lola le pregunta a Carlos sobre Javier y si tiene novia. Carlos se muestra distante y le dice que no sabe si Javier tiene novia. Lola menciona que Javier está ausente y le pide dinero constantemente. Carlos se retira y Lola se siente incómoda por la conversación. Por último, Lola se encuentra con Gonzalo para almorzar y hablan sobre la situación del bufete y la falta de trabajo. Gonzalo está ocupado con sus cosas y Luisa, su ayudante, está buscando otro trabajo.

Siguiendo este capítulo, Lola y Gonzalo se sientan a la mesa con un estado de ánimo distante después de haberse separado recientemente. Gonzalo está distraído por la presencia de uno de los hombres de Alcázar, el cual pagaba su suegro para proteger a su familia. Gonzalo sospecha que Alcázar está interesado en obtener información sobre el caso de la Matrioshka. Más tarde, en su apartamento, Gonzalo le revela a Lola que sabe que Javier no es su hijo biológico y que lo supo desde que lo vio en la incubadora. Lola reacciona sorprendida y fuma un cigarrillo junto a Gonzalo, aceptando que las mentiras han terminado. Gonzalo se siente confundido y no sabe qué hacer a partir de ese momento.

En otra escena, Gonzalo visita a su madre en la residencia y le cuenta sobre Tania, una chica rusa que ha conocido. Esperanza le aconseja a Gonzalo que si no ama a su esposa, la deje ahora. Gonzalo reflexiona sobre su vida y la relación con su padre, recordando la traición de Laura y la presencia constante de Elías en su vida. Esperanza le dice a Gonzalo que no se sacrifique por alguien que no lo ama.

Después, Gonzalo y Esperanza visitan la finca familiar, que está siendo destruida para dar paso a un proyecto urbanístico. Esperanza le dice a Gonzalo que no vale la pena luchar por algo que ya no existe y que está cansada de esperar. Gonzalo decide no vender su parte de la finca y su madre lo apoya en su decisión.

Más tarde, Gonzalo recibe un sobre con documentos que revelan la estructura legal de la Matrioshka y su relación con dos empresas, ALFADAC y ENPISTRENM. Gonzalo se da cuenta de que está involucrado en el caso de la Matrioshka y que su negativa a vender la finca está frenando a estas empresas. Además, descubre una fotografía de Laura y su hijo Roberto con un mensaje en el reverso que sugiere que alguien quiere que Gonzalo convenza al fiscal para que termine el trabajo de su hermana. Gonzalo se sorprende al descubrir que Siaka no ha enviado los documentos y se pregunta quién lo hizo.

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En este capítulo, Esperanza continúa escribiendo sus cartas, pero ahora sabe a quién se las dirige y es consciente de ser la dueña de sus palabras. Menciona que se alegra de ver que Elías está recuperando las ganas de comer, beber y reír, pero también menciona que se siente celosa de Irina, la mujer que le ha robado la alegría. Esperanza confiesa que no le cuenta a Velichko todo lo que Elías dice, para protegerlo, y también admite que siente envidia y pena por los sentimientos de Elías hacia Irina y su hija. Sin embargo, Esperanza promete borrar el recuerdo de Irina y traer a Elías de vuelta.

Por otro lado, Caterina lee las cartas de Esperanza todas las noches y se da cuenta de que está enamorada de Elías. Decide que él debe saberlo de manera rotunda y decide hablar con él al respecto.

Elías, por su parte, continúa su vida en el gulag. Gracias a los cuidados de Srólov y Caterina, su salud mejora rápidamente. Un día, Elías y Caterina dan un paseo por el antiguo muelle de carga al aire libre. Durante el paseo, Caterina le confiesa a Elías que está enamorada de él y que quiere casarse con él. Elías se sorprende, pero Caterina habla en serio.

Después de su paseo, Elías es llevado por la policía a un sanatorio. Allí se encuentra con Velichko, Nadezhda Krúpskaya (la viuda de Lenin) y José Díaz (secretario general del PCE). Nadezhda Krúpskaya decide que el informe de Velichko no debe hacerse público y le advierte a Elías que si se supiera la verdad, sería ejecutado. José Díaz le explica a Elías la situación en España y le pide que acepte todo lo que le ha ocurrido y continúe como si nada hubiera sucedido.

Elías se encuentra con Esperanza a la salida del sanatorio y ella le pregunta si su cazadora abriga de verdad. Elías reflexiona sobre la bondad y la maldad que existen en el mundo y decide aceptar su destino en la célula del Partido en Barcelona, con la condición de que Esperanza lo acompañe.

16

En este capítulo, Gonzalo visita la casa de su suegro, Agustín González, quien claramente no lo ha invitado por cortesía. Agustín le habla sobre el poder y cómo se anticipa a las jugadas para mantenerse en el poder. Luego, le menciona que ha descubierto que Gonzalo ha presentado una instancia en el juzgado para reabrir el caso de su hermana y el asesinato de Zinóviev. Agustín le advierte sobre las consecuencias de seguir adelante con la denuncia, ya que podría perder una gran inversión y su reputación. Gonzalo se da cuenta de que está atrapado en los negocios ilegales de la Matrioshka y que su suegro tiene miedo de lo que puedan hacerle a él y a su familia. A pesar de las amenazas de Agustín, Gonzalo se niega a retirar la denuncia. Luego, el capítulo cambia de escenario y se centra en Alcázar, quien vive solo con su perro Lukas. Alcázar reflexiona sobre su vida y su soledad, y ve las noticias sobre la investigación de la mafia rusa. Anna Ajmátova, una vieja conocida de Alcázar, lo visita y le entrega un libro como regalo. Hablan sobre el caso de Laura y Zinóviev, y Anna le pide a Alcázar que encuentre al confidente de Laura en la Matrioshka. Alcázar niega su participación en las muertes y le pide a Anna que se vaya. Finalmente, Gonzalo se dirige al frente marítimo para reflexionar, y Alcázar lo encuentra allí. Alcázar le explica que está preocupado por él y que su trabajo es protegerlo y encontrar a Atxaga. Gonzalo le pregunta por qué él y no otro, y Alcázar recuerda cómo conoció a Gonzalo cuando era niño y cómo era diferente a su hermana Laura.

Siguiendo este capítulo, Alcázar y Gonzalo tienen una conversación en la que Alcázar le cuenta a Gonzalo sobre la enfermedad y muerte de Cecilia, la esposa de Alcázar. Alcázar fingió ser religioso para hacer feliz a Cecilia, pero en realidad odiaba a Dios por no escuchar sus ruegos mientras Cecilia sufría. Después de la muerte de Cecilia, Alcázar conoce a Laura, una mujer que está investigando un caso de prostitución y explotación infantil. Alcázar decide ayudar a Laura en su investigación y juntos descubren una red de tráfico de menores liderada por Zinóviev. Sin embargo, Alcázar se corrompe y acepta sobornos de Agustín González, un abogado que representa a personas involucradas en la red de tráfico. Laura se vuelve adicta a las drogas y el alcohol, y su vida se desmorona. Zinóviev secuestra al hijo de Laura y luego lo mata. Laura se suicida y Alcázar se siente culpable por no haber podido protegerla. Ahora, Gonzalo quiere vengarse de los responsables de la muerte de su hermana y Alcázar intenta convencerlo de que se aparte de todo eso para proteger a su familia. Alcázar le muestra una foto de su hija Patricia como una advertencia de que su familia también podría estar en peligro.

17

En este capítulo, se narra el matrimonio de Elías Gil y Esperanza Orlovska en enero de 1936 en Barcelona. Elías había perdido a sus padres en la revuelta minera de 1934 y se había unido a la lucha contra el Gobierno de Gil-Robles. Durante este tiempo, se encontró con su amigo de la infancia, Ramón, y tuvieron una discusión sobre sus diferencias políticas, pero lograron reconciliarse. Elías y Esperanza alquilaron un pequeño apartamento en el barrio del Carmelo y comenzaron a construir su vida juntos. A pesar de que Elías llevaba consigo el recuerdo de lo ocurrido en Názino, no volvieron a hablar del tema. Elías trabajaba como agregado cultural en el consulado ruso y tenía contacto con Ernö Gerö, quien era la mano derecha del coronel Orlov, jefe de la NKVD en España. Gerö le advirtió a Elías que no hiciera tratos con el enemigo y que no confiara en nadie. Elías también se reunió con el coronel Orlov, quien le informó que su hija Anna estaba viva y bajo custodia oficial. Orlov le reveló que sabían que Elías había entregado a Anna a Ígor Stern, y que habían capturado a Ígor y a la niña. También le informó que Martin, el amigo de Elías, había sobrevivido y había declarado que la declaración firmada contra Elías en Názino era falsa. Orlov ascendió a Elías a teniente y le asignó la tarea de reunir pruebas de la traición del cónsul Antónov. El capítulo termina con Elías preguntándole a Orlov si volverá a ver a Anna, a lo que Orlov responde fríamente que no sabe de qué está hablando y le ordena que se ocupe de Antónov.

18

En este capítulo, Gonzalo regresa a casa apremiado por un mal presentimiento. Encuentra a Lola y a sus hijos despiertos y asustados por el ruido de la alarma. Gonzalo se disculpa por el susto y explica que tenía un mal presentimiento. Sin embargo, Javier, su hijo mayor, lo recrimina por haberlos asustado. Gonzalo se disculpa y se da cuenta de que su presencia en la casa es percibida con hostilidad. Alcázar llega y muestra preocupación por la situación. Después de disculparse y acariciar a Patricia, Alcázar se despide. Javier lleva a Patricia a la cama y Gonzalo se disculpa con Lola por su comportamiento. Gonzalo mide sus palabras y decide no contarle a Lola lo que está sucediendo. Gonzalo se acuesta en el sofá y se da cuenta de que el viejo revólver que guardaba en el garaje ha desaparecido. Al escuchar un ruido, Gonzalo sale al garaje y ve una sombra que desaparece. Al día siguiente, Gonzalo habla con Luisa sobre su situación y ella le sugiere aceptar una oferta de trabajo en otro bufete. Gonzalo reflexiona sobre su papel como padre y esposo y decide proteger a su familia. Más tarde, Gonzalo se encuentra con Tania en la cafetería Flight y hablan sobre el pasado y sus sentimientos. Tania le cuenta a Gonzalo sobre la historia de su abuela y su padre, y cómo descubrió una fotografía de Elías Gil en una exposición. Gonzalo le cuenta a Tania sobre el asesinato de un mafioso ruso y cómo está relacionado con su madre. Tania reflexiona sobre sus sentimientos hacia Gonzalo y se pregunta si está enamorada de él o si solo quiere apropiarse del fantasma de su padre.

19

En este capítulo, se describe la escena de un bombardeo en Barcelona en marzo de 1938. Elías Gil, un miembro del Servicio de Inteligencia Militar, observa los destrozos causados por una bomba en la ciudad. El bombardeo es parte de una serie de ataques indiscriminados ordenados por Mussolini y Franco, que tienen como objetivo a la población civil. A medida que la guerra se acerca a su fin, Barcelona se convierte en un lugar peligroso y nadie está a salvo de los ataques. Elías se entera de que han capturado a un colaborador del enemigo y decide interrogarlo personalmente. Sin embargo, al ver al detenido, reconoce a una persona y ordena que sea tratado con cuidado. A pesar de su trabajo en el SIM, Elías se siente asqueado por la violencia y la destrucción que presencia. Además, su relación con su esposa Esperanza se ve afectada por la pérdida de su hijo no nacido y su falta de amor hacia ella. Elías se refugia en el trabajo y en visitas a un burdel donde obtiene información valiosa. A medida que la guerra se intensifica, Elías se enfrenta a migrañas debilitantes y episodios de ira. A pesar de todo, sigue trabajando incansablemente en su despacho y enviando expedientes al Tribunal Popular contra los Actos de Traición. La guerra está llegando a su fin, pero Elías se pregunta cuánto más tiempo durará la agonía.

Siguiendo este capítulo, se muestra una conversación entre dos personas en la que una de ellas, Ramón, le pide a la otra, Elías, salvoconductos y documentación para él, su esposa y su hijo. Elías acepta ayudarlo y le entrega las fotografías y nombres necesarios. Luego, se describe el lugar donde Ramón es encarcelado, un chalé en la calle Muntaner que es utilizado como prisión. Las condiciones son terribles, con celdas estrechas, suciedad y mal olor. Ramón reflexiona sobre su situación y su decisión de unirse a la célula de Falange. A pesar de saber que la muerte es una posibilidad, nunca la había considerado una realidad. Ahora se pregunta si todo lo que ha hecho vale la pena. Luego, Ramón es llevado a una habitación donde se encuentra con Elías, un antiguo amigo. Elías le muestra fotografías de las víctimas de un bombardeo y le pregunta si se siente responsable de esas muertes. Ramón defiende sus acciones y critica los crímenes cometidos por los republicanos. La conversación se vuelve más intensa y Elías le ofrece la oportunidad de salvar su vida y la de su familia a cambio de renunciar a sus ideales. Ramón se niega y Elías ordena que lo lleven a una celda. Ramón se da cuenta de que será ejecutado sin juicio. La narración luego describe la noche llena de horrores y ejecuciones que ocurren en la ciudad. Ramón es llevado en un coche hacia su destino final, pero en el último momento, es liberado por Elías. Ramón se reúne con su esposa y su hijo y se marchan hacia la línea del frente. Elías les advierte que no vuelvan hasta que todo haya terminado. El capítulo termina con Elías recordando a Irina y Anna.

20

En este capítulo, Siaka se encuentra en Barcelona y decide salir del hotel para disfrutar de los turistas que visitan la ciudad. Observa a una turista inglesa y decide acercarse a ella. Sin embargo, durante su encuentro, Siaka intenta robarle la cartera pero la turista se da cuenta y se despide de él con un beso en los labios y un billete en el bolsillo. Siaka se siente humillado por no haber podido disfrutar del encuentro y se encuentra preocupado por la llamada de Gonzalo, quien le revela que Alcázar trabaja para la Matrioshka.

Siaka decide reunirse con Gonzalo en un bar, pero este no aparece. Siaka sospecha que está siendo seguido y decide llamar a Gonzalo, pero su teléfono está fuera de cobertura. Siaka comienza a sentir miedo y decide huir de Barcelona. Sin embargo, antes de poder escapar, es atacado en el metro y muere.

En otro lugar, Lola se encuentra en su habitación, sintiéndose arrepentida y odiándose a sí misma por haber tenido relaciones sexuales con Carlos, el amigo de su hijo. Lola se da cuenta de que no puede escapar de su infelicidad y decide terminar con la relación. Carlos, por su parte, decide vengarse de Lola y le muestra a Javier, el hijo de Lola, un video en el que se ve a Lola teniendo relaciones sexuales. Javier se siente traicionado y, en un acto desesperado, dispara a Carlos y luego se suicida.

Este capítulo muestra cómo Siaka es asesinado y cómo Lola y Javier se enfrentan a las consecuencias de sus acciones. La historia se vuelve más oscura y trágica, revelando la complejidad de los personajes y las consecuencias de sus decisiones.

Tercera parte

21

En este capítulo, se narra la llegada de Elías y Esperanza al campo de prisioneros en Argelès, Francia. El oficial francés da un discurso a los prisioneros recién llegados, enfatizando la importancia de la disciplina y el orden en el campo. Elías se siente frustrado al escuchar las palabras del oficial, ya que sabe que el campo será permanente para los miles de refugiados que llegan cada día. Elías y Esperanza son separados, ya que los hombres son trasladados a un campo provisional frente a la playa, mientras que las mujeres y los niños son distribuidos en diferentes centros de acogida. A pesar de las difíciles condiciones, se empieza a organizar una vida en el campo. Se establecen dispensarios médicos, se forman grupos por gremios y se organizan actividades educativas. Sin embargo, también surgen problemas como la presencia de delatores y aprovechados en el mercado negro. Elías se encarga de combatir a los delatores y mantener el orden en el campo. A pesar de su papel de líder, Elías se cuestiona sus intenciones y se compara con Ígor Stern. Elías y Esperanza encuentran consuelo el uno en el otro y luchan contra los recuerdos traumáticos del pasado. Elías también establece una red de contactos para ayudar a las personas a escapar del campo. A pesar de las dificultades, Elías logra sacar a más de cuarenta personas de Argelès antes de que llegue el invierno.

Siguiendo este capítulo, Elías recibe un papel rojo de Pierre, el panadero, que le entrega un Gauloise. El papel contiene el nombre de Tristán, un joven piloto que Elías había protegido cuando lo trajeron del campo de Saint Cyprien. Tristán cuenta a Elías cómo libró una misión suicida para proteger el convoy con las obras de arte que partieron de Figueres rumbo a Ginebra, perdiendo su mano derecha en el proceso. A pesar de su situación, Tristán se escapa por las noches y regresa al amanecer con cigarrillos y comida fresca que sus enamoradas le regalan. Elías se preocupa por él, pero tiene otras cosas en mente y no se da cuenta de lo que está sucediendo. Una noche, Elías encuentra a Tristán siendo golpeado por otros hombres y lo lleva a su tienda. Tristán muere en sus brazos y Elías quema el papel rojo. Al día siguiente, los senegaleses encuentran el cuerpo de Tristán y amenazan a Elías. Elías se enfrenta a ellos y amenaza con matar al guardia senegalés. Luego, se entera de que están trasladando a la gente a otros campos y que él está en la lista de deportación. Elías decide esconderse en el mar por unos días. Mientras tanto, estalla la Segunda Guerra Mundial y se desata una cacería de comunistas en los campos. Elías es detenido y llevado ante un comandante francés, pero Ramón Alcázar Suñer, un policía franquista, lo reconoce y lo deja en libertad. Elías es trasladado al castillo penal de Colliure y se despide de Argelès. Encuentra un papel azul en su chaqueta con un mensaje desconocido.

22

En este capítulo, Gonzalo se encuentra en el hospital junto a Javier, quien ha sobrevivido a un intento de suicidio. Lola también está presente, pero Gonzalo siente una gran distancia emocional hacia ella. Gonzalo recuerda la conversación que tuvo con Anna Ajmátova, en la que ella le pidió que no volviera a ver a su hija. Tania aparece en el hospital y Gonzalo descubre que ella es la hija de Laura y Ígor Stern. Tania le cuenta a Gonzalo sobre su obsesión por su padre y cómo lo siguió durante años. También le revela que Ígor Stern es el responsable de la muerte de Laura. Gonzalo se da cuenta de que su vida ha cambiado para siempre y que no puede volver atrás.

23

En este capítulo, Elías se encuentra en la frontera con Polonia en enero de 1941. Mientras observa su colección de libros, recuerda la inútil carga de los lanceros polacos contra los carros blindados alemanes en 1939. En una silla cercana, hay revistas de la Escuela Militar de Oficiales y un ejemplar de Pravda, donde se critican los movimientos de tropas alemanas en las fronteras orientales y la invasión de Yugoslavia y Grecia. A pesar del Tratado de Amistad con Alemania, el ambiente en la frontera polaca es de guerra inminente. Elías recuerda la caída de Francia y la firma del armisticio en 1940. A través de un periódico, se entera de que Francia está ocupada por los alemanes y que la Gestapo actúa con la colaboración de la gendarmería francesa. Elías está preocupado por su esposa, de la que no ha tenido noticias. Recibe la orden de presentarse en Moscú lo antes posible y solo. Después de meses de viaje, finalmente llega a las oficinas de la NKVD, donde es recibido por Lavrenti Beria, el comisario general del pueblo para Asuntos Internos. Beria le asegura que se ocupará de la seguridad de su esposa y le informa sobre la guerra inminente con Alemania. Beria le explica que necesitan personal instruido en la guerra moderna y en los servicios de inteligencia, y le ofrece unirse al nuevo servicio. Elías acepta y Beria le presenta a Ígor Stern, un antiguo enemigo de Elías que ahora colabora con la NKVD. Elías se da cuenta de que su lealtad será puesta a prueba y Beria le advierte sobre las consecuencias de desobedecer.

Siguiendo este capítulo, Elías observa a Elías Gil desde una cumbre y se da cuenta de que ha cambiado en los últimos seis años. Elías se ha convertido en un funcionario al servicio de quienes lo encerraron en Názino. Beria y Stern esperan que Elías renuncie a trabajar con Stern, pero Elías sorprende a ambos al afirmar que puede trabajar con él si eso beneficia a la causa del Partido y del pueblo soviético. Dos días después, Elías ve a Stern llegar con una niña llamada Anna, quien resulta ser la hija de Irina Ajmátova. Stern quiere que Elías admire lo que ha hecho con Anna y cómo la está moldeando a su imagen y semejanza. Elías se siente herido al escuchar a Anna llamar a Stern "papá". Después de la visita, Elías se da cuenta de que Anna tiene un espíritu rebelde heredado de su madre y se consuela pensando que no la ha "comido". Elías le pregunta a Stern si Beria sabe quién es Anna, y Stern le responde que Beria solo se preocupa por el dinero y el poder. Elías se da cuenta de que Stern se ha vuelto ambicioso y está dispuesto a negociar con cualquier persona si eso le beneficia. Luego, Elías le dice a Stern que no pueden ser amigos y que algún día se vengará de él. Después de esto, Elías es destinado a la Escuela Superior de Servicios de Información de Moscú, donde se encuentra con Vasili Velichko, un antiguo conocido. Velichko le cuenta a Elías sobre la importancia de Stern y cómo ha ascendido en el poder. Luego, Velichko es enviado al frente de batalla y Elías se entera de que los alemanes han cruzado las fronteras soviéticas, lo que marca el comienzo de la guerra. Elías presencia la brutalidad de la guerra y se encuentra con prisioneros españoles que luchan en el bando alemán. Elías mata a un falangista español y se cuestiona el odio y la violencia de la guerra. Finalmente, Elías escribe una carta a su esposa Esperanza, expresando su desesperación y su deseo de volver a estar juntos.

24

En este capítulo, se narra cómo un grupo de manifestantes se opone a las obras de construcción de un lago en la finca de Gonzalo Gil. Agustín González y Alcázar observan la situación desde lejos y discuten sobre las motivaciones de los manifestantes. Alcázar entiende que defienden algo que consideran justo y que han sido arrebatados por especuladores. Mientras tanto, Gonzalo y Agustín hablan sobre el proceso legal en el que están involucrados y la importancia de encontrar a Siaka, quien tiene información comprometedora. Agustín confía en que sin el testimonio de Siaka, no hay pruebas suficientes en su contra. Alcázar reflexiona sobre el pasado y recuerda la historia de Laura y Gonzalo cuando eran niños. También piensa en la relación entre Gonzalo y Tania, y cómo ella lo ha ayudado. Gonzalo encuentra una pista en la grabación del ataque de Atxaga y se da cuenta de que alguien más estuvo presente en el lugar. Decide ocultar esta información a Alcázar. Por otro lado, Alcázar sigue buscando a Siaka y descubre que se hospedó en un hotel de lujo. Gonzalo recibe mensajes amenazantes en su contestador automático y se preocupa por la seguridad de su hija. Siaka es golpeado nuevamente por Luis, quien lo culpa por la muerte de su hijo y lo humilla.

25

En este capítulo, Elías Gil es ascendido a comandante de la NKVD y condecorado con la orden de la Estrella Roja y la medalla a la toma de Berlín. Aunque sabe que estas distinciones son propaganda y falsedades, decide poner buena cara y posar para los periodistas del ejército. Sin embargo, no puede evitar recordar las decisiones cobardes e incomprensibles que ha tenido que tomar durante la guerra, como detener la ofensiva sobre Varsovia cuando los polacos se sublevaron contra los nazis.

Elías también se enfrenta a la crueldad de los soldados soviéticos y se siente frustrado por la falta de ideales y gestos heroicos en la política y la guerra. A pesar de esto, también presencia actos de bondad y humanidad entre los soldados soviéticos y los civiles alemanes.

Después de la conquista de Berlín, Elías se encuentra con Pierre, un antiguo conocido de Argelès. Pierre revela que ha estado trabajando para los nazis y que ha matado a un chico llamado Tristán, que era amante de su esposa. Elías se enfrenta a Pierre y lo mata.

Después de la guerra, Elías se reencuentra con Martin, un antiguo amigo que ha sufrido mucho debido a su homosexualidad. Martin revela que ha colaborado con la Gestapo y ha sobrevivido a pesar de las terribles torturas que ha sufrido. Elías le pide a Martin que le ayude a encontrar a Ígor Stern, un antiguo compañero de Názino que se ha convertido en un torturador profesional. Martin se niega a ayudarlo y se aleja.

Elías decide vengarse de Ígor Stern y le pide a Ramón Alcázar Suñer, un funcionario de la embajada española en París, que lo ayude. Le entrega una lista de nombres de comunistas españoles condenados por delitos de sangre que pueden ser detenidos por la gendarmería francesa. A cambio, le pide que le proporcione información sobre el paradero de Ígor Stern para poder matarlo.

Ramón Alcázar se muestra reacio a ayudar a Elías y le advierte sobre las consecuencias de su venganza. Sin embargo, finalmente accede a ayudarlo y le proporciona la información que necesita. Elías se despide de Ramón y se prepara para llevar a cabo su venganza contra Ígor Stern.

26

En este capítulo, Gonzalo asiste a la inauguración de un edificio diseñado por su excuñado, Luis. Durante la conversación, Gonzalo confronta a Luis sobre su participación en el ataque de Atxaga y el robo del ordenador de Laura. Luis admite su culpabilidad y revela que también secuestró a Siaka. Gonzalo le exige que se entregue a la policía, pero Luis se niega y amenaza con matar a Siaka si Gonzalo no accede a sus demandas. Mientras tanto, Siaka es torturado por Luis en un lugar desconocido. Alcázar se entera de la desaparición de Gonzalo y se encuentra con Luisa, quien le revela que Gonzalo ha estado investigando la cinta de la agresión. Alcázar sospecha que Gonzalo ha descubierto algo importante y decide buscarlo. Al no encontrarlo en su apartamento, Alcázar obtiene una copia de seguridad del ordenador de Gonzalo y descubre que la cinta ha sido robada. Alcázar se dirige a la librería de Anna Ajmátova y le revela sus sospechas sobre la participación de Ígor Stern en los eventos recientes. Anna se muestra reacia a creerlo, pero Alcázar insiste en que deben confrontar a Ígor y poner fin a la situación.

27

En este capítulo, se narra una tormenta de verano en Barcelona en 1967. Elías Gil y su hijo Gonzalo están pescando en el lago cuando comienza a llover intensamente. A pesar de la tormenta, Elías y Gonzalo regresan a casa calados hasta los huesos. Gonzalo admira a su padre y lo ve como un gigante de un solo ojo. Elías le advierte a Gonzalo que olvide lo que ha visto y oído, y que debe aprender a olvidar rápidamente para poder recordar otras cosas.

En otro lugar, Vasili Velichko y Anna Ajmátova llegan a Barcelona. Vasili está preocupado por el motivo del viaje, pero Anna está decidida a cumplir su parte del trato que hizo con Ígor Stern. Anna alquila una casa en la orilla del lago y llama la atención de la gente del pueblo.

El subinspector Alcázar visita a Anna para conocerla y le advierte sobre la rareza de una ciudadana de la URSS visitando el lugar. Vasili se muestra desconfiado y Alcázar se siente atraído por la belleza de Anna.

En otro momento, Laura, la hermana de Gonzalo, se muestra distante y preocupada. Gonzalo nota que algo no está bien, pero Laura no quiere hablar del tema. Laura se encierra en su habitación y Gonzalo la encuentra llorando. Laura le pide a Gonzalo que no la mire y le dice que tiene un bulto en la mejilla y arañazos en el cuello.

Más tarde, Elías se encuentra con Anna en la casa que ha alquilado. Anna le muestra fotografías de personas que Elías ha delatado a lo largo de los años. Elías se da cuenta de que Ígor Stern está vivo y quiere vengarse de él. Anna le dice a Elías que Ígor quiere verlo y que ha estado trabajando para él durante años.

Elías se encuentra con Ígor en un hotel y Ígor le propone trabajar para él. Ígor amenaza con revelar la verdad sobre Elías a su familia y a la historia si no cumple con sus demandas. Elías se enfurece y finalmente mata a Ígor de un disparo en la boca.

El capítulo termina con Elías gritando de victoria por haberse vengado de Ígor.

28

En este capítulo, Luis decide no tomar su vuelo a Londres para casarse con su prometida y en su lugar conduce por la carretera de la costa. Alcázar lo sigue y escucha en la radio sobre los altercados entre la policía y los ecologistas en la zona del lago. Agustín González también está preocupado por estos problemas y decide cerrar la vía de agua que representa Siaka y el ordenador de Laura. Anna le advierte que Luis estará allí, pero Agustín está decidido a hacerlo sin importarle.

Después de un encuentro con Anna, Luis se siente solo y vulnerable. En ese momento, se da cuenta de que no hay ningún Ígor Stern y que Anna lo ha estado engañando todo este tiempo.

En otro lugar, Vasili Velichko y Tania están en el Flight, un bar tranquilo fuera del horario de atención al público. Vasili le cuenta a Tania sobre su relación con Anna y cómo ella no lo ha visitado en un año. Tania le pide a Vasili que hable con Anna para que le devuelva a Gonzalo, pero Vasili se niega.

Mientras tanto, Alcázar sigue a Luis hasta una casa en construcción en lo alto de un risco. Alcázar entra a la casa y se enfrenta a Luis, quien intenta atacarlo. Alcázar logra esposar a Luis y le revela que Anna lo ha enviado para matar a todos.

En otro lugar, Siaka y Gonzalo están juntos y esperan la llegada de Luis. Siaka dispara accidentalmente, pero falla el tiro. Alcázar aparece y se enfrenta a ellos, pero Gonzalo logra quitarle el arma. Alcázar revela que Anna es la Matrioshka y que ha venido a matarlos. Siaka amenaza con revelar todo sobre la Matrioshka, pero Alcázar lo mata. Gonzalo intenta detenerlo, pero Alcázar también lo mata.

29

En este capítulo, Elías se acerca a la casa de Anna después de haber asesinado a Ígor Stern y a sus guardaespaldas. Anna lo confronta y él confiesa el crimen. Anna se muestra disgustada y le pregunta qué espera de ella. Mientras tanto, afuera, se celebra la noche de San Juan con fuegos artificiales. Anna le dice a Elías que no es mejor que Ígor y que él también ha traicionado a sus camaradas. Elías intenta tocar el rostro de Anna, pero ella lo rechaza. Anna le dice que ahora es libre y Elías se da cuenta de que ella no lo absolverá. Anna le propone dos cosas: que le devuelva el medallón de su madre y que se suicide en el lago. Elías se enfurece y la ataca, pero es interrumpido por la llegada de su hija, Laura. Laura se da cuenta de lo que está sucediendo y Elías la suelta. Anna se lleva a Laura a la casa y se encierra. Elías se queda en el suelo, sintiendo la punzada en su ojo vacío. Gonzalo, el hijo menor de Elías, está en la verbena de San Juan con su hermana, Laura. Gonzalo tiene miedo de los petardos y Laura decide llevarlo de regreso a casa. En el camino, ven el coche de la mujer misteriosa que ha alquilado una casa en el pueblo. Laura nota que su padre viene de esa casa y se preocupa. Gonzalo decide no ir al pozo como le había ordenado Laura y entra a la casa. Encuentra a su madre sentada junto a la chimenea y le muestra los zapatos limpios. Esperanza, la madre de Gonzalo, le pone la cazadora de aviador republicano y le dice un verso en ruso. Gonzalo decide dormir con la cazadora puesta. Mientras tanto, Elías está en el cobertizo con Laura y la ataca. Gonzalo va a buscar a su madre y le cuenta lo que ha pasado. Esperanza va al cobertizo y encuentra a Elías herido. Le ordena a Laura que la ayude a llevarlo al coche y se va con él. Gonzalo se queda en casa con Laura y deciden que esa noche no ha sucedido nada.

30

En este capítulo, Alcázar y Gonzalo están en la terraza de una casa en construcción. Alcázar le ofrece un cigarrillo a Gonzalo y admiten que pensaron en matar a Siaka, pero Alcázar decide no hacerlo. Alcázar le dice a Gonzalo que cuide de su familia y se encargue de llevar a Luis al hospital. Alcázar se lleva el ordenador portátil de Laura y le dice a Gonzalo que mienta a su suegro sobre su participación en la huida de Siaka. Gonzalo se pregunta qué pasará ahora y Alcázar le dice que cada paso que han dado ha sido dirigido por Anna. Alcázar le pide a Gonzalo que cuide de su familia y se va. Gonzalo lleva a Luis al hospital y luego va a la comisaría a declarar. Después de declarar, Gonzalo llora por Laura y se encuentra con Tania, quien le cuenta todo lo que sabe sobre la Matrioshka y trata de convencerlo de que su madre no tuvo nada que ver con la muerte de Roberto. Gonzalo se da cuenta de la verdad sobre su padre y llora por Laura. Tania promete protegerlo y se besan. Esperanza está en el paseo marítimo pensando en su vida y en su deseo de morir.

Siguiendo este capítulo, Esperanza continúa buscando respuestas y sentido en su vida. Se cuestiona si debe pedir perdón por haber amado a Elías más allá de lo concebible y si ese sentimiento justifica sus silencios cómplices. Esperanza habla con Dios, pero no encuentra respuestas a sus preguntas. Recuerda una oración de su infancia y pasa la noche mirando la visión de Elías a los pies de su cama. Elías le dice que no hay cielo ni infierno, solo está el océano, y Esperanza está convencida de que hoy será el día en que se funda con el océano.

Después de mucho tiempo, Anna Ajmátova se presenta ante Esperanza. Esperanza no está contenta de verla y rechaza su presencia. Anna le reprocha a Esperanza que no haya actuado cuando descubrió lo que Elías le hacía a Laura. Anna le dice que ella solo quería preservar la memoria de Elías, pero Esperanza solo se preocupaba por su propio prestigio. Anna decide ayudar a Esperanza, pero se da cuenta de que Esperanza solo quería preservar su propia invención de una vida perfecta.

Anna le propone a Esperanza dejar en paz a Gonzalo y su familia a cambio de entregar a Alcázar y Agustín González a los lobos. Esperanza acepta, pero Anna pone una condición: Esperanza debe cumplir con su parte del trato para que Gonzalo y su familia puedan seguir con sus vidas.

Después de la declaración de Alcázar contra la Matrioshka, Gonzalo se preocupa por él y se da cuenta de que Alcázar podría ser asesinado en la cárcel. Alcázar le asegura a Gonzalo que nunca le habría hecho daño a su hija. Poco después, Alcázar es encontrado apuñalado en su celda.

Javier es condenado a ocho años de prisión por homicidio. Gonzalo intenta convencer a Javier de que no revele la verdad en el juicio, pero Javier está decidido a hacerlo. Gonzalo se siente impotente y triste por la decisión de su hijo.

Después de la condena de Javier, Gonzalo se siente desanimado y no presta atención al llanto de Lola. Lola le informa a Gonzalo que las obras del lago se han paralizado y su padre está dispuesto a venderle la propiedad de la finca a cambio de que su declaración en el juicio sea poco agresiva. Gonzalo le dice a Lola que ya no tiene interés en la casa y que no necesitan excusas. Gonzalo está dispuesto a acabar con el asunto y regresar a casa con Tania.

Antes de encontrarse con Tania, Gonzalo es abordado por Atxaga, quien le dispara en la sien. Gonzalo cae al suelo y se da cuenta de que está nevando.

En este capítulo, el narrador relata su encuentro con una mujer misteriosa en Barcelona. A pesar de estar nervioso, se prepara para la cita y se siente ridículo bajo la lluvia. Sin embargo, cuando ve a la mujer, queda cautivado por sus ojos grises. Ella le pregunta si es el escritor y, al confirmarlo, parece decepcionada. Después de examinarlo, le cuenta que va a vender el local donde se encuentran, el antiguo Flight. Mientras habla, el narrador nota un tatuaje de alas de mariposa en su pelo. La mujer le cuenta que Vasili Velichko, autor de un informe sobre la isla de Názino en 1933, murió poco después de su publicación. El narrador había leído ese informe y estaba interesado en la historia, por lo que puso un anuncio en busca de información. Dos semanas después, la mujer lo llamó y le contó gran parte de la historia. Durante más de dos horas, ella habla en ruso y él la escucha sin entender, pero se siente aturdido y fascinado. Al final, ella le entrega una carta de Esperanza, escrita en 2002 antes de morir, dirigida a Elías Gil. En la carta, Esperanza habla de su vida junto a Elías, de su amor no correspondido y de cómo se sintió traicionada cuando descubrió que su hija, Laura, había sido abusada por él. Esperanza confiesa que tomó partido por Elías y repudió a Laura, pero se arrepiente de sus acciones. La carta termina con Esperanza reflexionando sobre el odio y el perdón. Dos años después, el narrador publica la historia, pero no recibe ninguna respuesta de los personajes involucrados. Visita las tumbas de Gonzalo, Laura y Roberto, y encuentra a la exmujer de Atxaga en una situación lamentable. No encuentra rastro de Anna Ajmátova ni de la librería Karamázov. Sin embargo, en 2014, recibe un paquete postal desde Rusia con una foto de un niño y un medallón con el nombre de Irina grabado. Dentro del medallón, hay una foto de Gonzalo y Laura de niños. El capítulo termina con los versos grabados en el medallón: "La primera gota es la que empieza a romper la piedra. La primera gota es la que empieza a ser océano".

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