La tristeza del Samurái

25 minutos

Prefacio

En este capítulo, María se encuentra en el hospital, en una habitación que siente como el final de su viaje. Prefiere quedarse mirando los ramos de lilas que le envía Greta, sus flores favoritas. Su padre está sentado a los pies de la cama, sin hacer ni decir nada, recordándole que no todo será tan fácil como morirse. Un policía uniformado custodia la habitación, recordándole que todo lo que ha sucedido en los últimos meses no se borrará. El inspector Marchán, encargado del caso de María, la visita y le pregunta si su amigo se ha puesto en contacto con ella. María responde que no, que no espera que lo haga. Marchán le pregunta cómo está su padre y María responde que apenas reconoce a nadie. Luego, María comienza a contarle al inspector su historia, pero le resulta difícil ordenar sus ideas. El inspector le dice que se tome su tiempo y se marcha. María continúa escribiendo en su libreta, tratando de ser concisa y ceñirse a los hechos. Reflexiona sobre su enfermedad y cómo la está llevando de vuelta a la infancia. También reflexiona sobre su vida y cómo no ha sido lo que se esperaba de ella. Luego, María se mira en el espejo y se sorprende de cómo ha cambiado su apariencia debido a la enfermedad. Siente miedo de la extraña que hay en ella. Más tarde, María ve las noticias en la televisión y se da cuenta de que todo sigue sucediendo sin importar su situación. Su padre también está viendo las noticias y María le dice que ya no vale la pena preocuparse. Cambia de canal y ve más noticias sobre atentados y protestas. Apaga la televisión y vuelve a la tranquilidad de la habitación. Luego, María recibe la visita de un sacerdote del hospital, quien intenta consolarla con palabras de fe. María le dice que no cree en Dios y el sacerdote la contempla con lástima. Después de varios días, la salud de María empeora y pasa la mayor parte del tiempo drogada para soportar el dolor. En un estado entre el sueño y la realidad, María recibe una extraña visita que resulta ser un sueño causado por la fiebre. Encuentra un sobre con una nota de alguien que le pide que recuerde el mandato del samurái. Luego, María rompe una fotografía de una mujer misteriosa que ha estado guardando y arroja los pedazos por la ventana.

Capítulo 1

En este capítulo, se narra la historia de Isabel y su hijo Andrés en la estación de tren de Mérida en diciembre de 1941. Isabel está esperando un tren para huir a Lisboa y luego a Inglaterra, dejando atrás a su marido y a su hijo mayor, Fernando. Mientras espera, se encuentra con un hombre corpulento que resulta ser un traidor y espía del régimen franquista. Este hombre la amenaza y le revela que sabe de sus actividades conspiradoras. Isabel se siente traicionada y dolida por el hombre con el que había estado teniendo una relación amorosa. A pesar de todo, ella se niega a revelar la ubicación de los demás conspiradores. Mientras tanto, Andrés está emocionado porque su padre le ha prometido una espada de samurái. Finalmente, el hombre le dice a Isabel que su hijo debe regresar a casa y que su padre tiene una sorpresa para él. Isabel se va en el coche con el hombre, abrazando a Andrés con fuerza mientras él se emociona por su nueva espada.

Capítulo 2

En este capítulo, María se encuentra en la clínica esperando a que el doctor la llame. Mientras espera, se refugia en la imagen de un cuadro en el vestíbulo que representa a un mendigo. Finalmente, el doctor la recibe y le entrega un sobre con el diagnóstico de su padre, quien tiene cáncer en estado avanzado. El doctor sugiere que lo ingresen en el hospital, pero María decide llevarlo a casa. María enciende un cigarrillo a pesar de la prohibición y se cruza con la mirada del mendigo del cuadro, quien parece sonreír irónicamente. Luego, María se encuentra en su despacho y su amiga Greta llega para consolarla. Greta le aconseja que vaya a ver a su padre y que aproveche para visitar a su madre. María decide hacerlo y toma un taxi hacia el pueblo donde vive su padre. Durante el viaje, el taxi se avería y María se queda bajo la lluvia. Finalmente, llega a la casa de su padre y se encuentra con él, quien está muy enfermo y deformado. Ambos se abrazan y María se da cuenta de la fragilidad de su padre. Sube a ducharse y llora en silencio. Luego, encuentra una foto suya en la casa y recuerda su pasado. Cenan juntos, pero la conversación es incómoda y no logran conectarse emocionalmente. María le propone a su padre que viva con ella y su esposo en la casa de la playa, pero él se niega. Terminan la conversación y María se da cuenta de que el pasado nunca se olvida.

Capítulo 3

En este capítulo, María se dirige al cementerio de San Lorenzo para visitar la tumba de su madre. Encuentra el lugar apartado y bien cuidado, a pesar de que apenas tiene recuerdos de su madre. María recuerda el entierro de su madre, oscuro y triste, y cómo una mujer le recriminó por tocar el vestido de su madre. Después de preguntarle a su padre sobre la muerte de su madre, Gabriel se esconde detrás del silencio y María decide cambiar las flores de la tumba.

Al regresar a casa, María le comenta a su padre que ha visitado a su madre en el cementerio. Gabriel, sin prestar mucha atención, le responde que está bien. María se sienta cerca de su padre y le pregunta por qué no guarda ninguna foto de su madre ni conserva sus cosas, pero sigue cuidando su tumba. Gabriel no responde y María se retira al taller.

En el taller, María le pregunta a su padre por qué nunca hablan de lo que pasó. Gabriel se muestra exasperado y le pide que no siga insistiendo. María asiente y se retira. Siente una sensación de ahogo y asfixia ante los silencios de su padre. Entra en el sótano de la casa en busca de leña y descubre una puerta oculta detrás de los troncos. Abre la puerta y encuentra un pequeño habitáculo lleno de recortes de periódicos antiguos y objetos militares. En el fondo de una maleta, encuentra una pistola Luger.

Cuando María sale del sótano, se encuentra a su padre afilando un cuchillo. Gabriel apenas le presta atención y María le comenta sobre la puerta y lo que encontró. Gabriel le dice que hay puertas que conviene dejar cerradas y le pide que vuelva a su casa al día siguiente.

Esa noche, María ve a su padre en el porche, fumando en pipa y murmurando cosas incomprensibles del pasado. María se retira a su habitación y al día siguiente se despierta temprano. Deja una nota a su padre y sale de casa. Al regresar al pueblo, María reflexiona sobre cómo llegó a esa vida y se pregunta si algo cambiará.

Al llegar a casa, encuentra a Lorenzo dormido en el sofá. Lo contempla y lo tapa con una manta. Luego sube al despacho y encuentra una nota de Lorenzo en la que le dice que su amiga Greta ha llamado y que supone que solo quiere meterse en sus bragas. María se siente dolida por el tono de la nota y se pregunta qué es lo importante que Greta quería decirle.

Capítulo 4

En este capítulo, María llega a su despacho y se da cuenta de que el bufete en el que ha trabajado durante años ya no le parece un lugar acogedor. Luego, entra en el despacho de Greta y se encuentra con una mujer llamada Pura, quien le cuenta que su marido trabaja como confidente para la policía y ha sido brutalmente golpeado. Pura también menciona que un policía ha ofrecido dinero para que no presente denuncia. María decide ayudar a Pura y acepta el caso. Durante meses, María y Greta recopilan pruebas contra el inspector jefe César Alcalá, quien resulta ser un policía corrupto y brutal. El caso se convierte en un gran escándalo mediático y finalmente Alcalá es condenado a cadena perpetua. Sin embargo, Greta comienza a sentir que han pagado un precio muy alto por su victoria y se cuestiona si han hecho lo correcto. A pesar de esto, María está emocionada por su éxito y su vida cambia drásticamente. Sin embargo, también enfrentan amenazas y agresiones debido al caso. Finalmente, Alcalá es trasladado a la cárcel y se da cuenta de que su vida ha perdido todo sentido. En la celda, reconstruye las fotografías de su hija y su padre, y se burla de su destino.

Capítulo 5

En este capítulo, se narra la historia del profesor Marcelo y su hijo César. Marcelo está contento con su nuevo trabajo como tutor del pequeño Andrés, pero su hijo se muestra taciturno y malhumorado. César extraña la vida nómada que llevaban antes, pero su padre le explica que la libertad no está en ir de un lugar a otro, sino en disfrutar de las pequeñas cosas. Sin embargo, la llegada de Isabel Mola cambia todo. Marcelo se vuelve un desconocido y empieza a comportarse de manera extraña. Isabel hace venir a la tía Josefa para cuidar de César, lo cual el niño rechaza. Marcelo se prepara para una reunión con Isabel y otros hombres en la que se planea asesinar a Guillermo Mola, el esposo de Isabel. Marcelo se siente confundido y no sabe qué hacer. Finalmente, decide no denunciar a Isabel y acepta ayudarla a escapar si algo sale mal. Marcelo confronta a Isabel y ella le confiesa que está enamorada de otro hombre. Pasan los meses y nada sucede, hasta que un día le informan a Marcelo que han disparado contra Guillermo Mola, pero solo ha resultado herido. Marcelo se preocupa por el futuro de Andrés y su madre, y ve a Publio, el hombre de confianza de Mola, mirándolo de manera amenazante.

Capítulo 6

En este capítulo, María y Greta pasean por el barrio de la Ribera en Barcelona en un día lluvioso y melancólico. María está de mal humor y Greta le pregunta qué le ocurre, pero María miente y dice que es por el clima. Mientras están sentadas en un banco, María observa a un mendigo que le resulta familiar. Greta enciende un cigarrillo y se lo pasa a María, quien se siente incómoda por la presencia del mendigo y decide irse. Esa noche, María recibe una llamada de Lorenzo, su ex pareja, quien le pide que vaya a su despacho en la Dirección Provincial de Policía. María acepta y se encuentra con Lorenzo, quien le cuenta que Ramoneda, el hombre que fue casi asesinado por César Alcalá, despertó del coma y se vengó de su esposa y el enfermero con quienes lo engañaban. Lorenzo le muestra a María un sobre con información sobre el caso y le pide que lo estudie. Luego, presenta a María al coronel Pedro Recasens, su superior, quien también le pide que lea la información y promete estar en contacto. Después de la partida de Recasens, Lorenzo advierte a María sobre posibles represalias de Alcalá. María y Lorenzo discuten sobre su pasado y se despiden. María sale a la calle bajo la lluvia y piensa en su relación con Lorenzo, sintiendo rencor y tristeza.

Capítulo 7

En este capítulo, Gabriel se encuentra luchando contra el cáncer y su cuerpo está cada vez más debilitado. A pesar de esto, sigue resistiendo por inercia, aunque sin fe. Gabriel nota que la nueva enfermera contratada por su hija parece sentir repulsión al tener que cuidarlo, especialmente cuando lo tiene que bañar. Gabriel se siente avergonzado de su situación, ya que no puede controlar sus funciones corporales y no puede llorar. A pesar de esto, su hija le propone que se vaya a una clínica para recibir mejores cuidados y para que ella pueda visitarlo más a menudo. Gabriel se plantea la idea, pero recuerda que no puede abandonar su casa debido a un secreto que guarda en el cuarto del leñero y a su promesa de cuidar la tumba de su esposa. Gabriel visita la tumba de su esposa una vez por semana con la ayuda de la enfermera y se siente conmovido por este gesto. Mientras está sentado junto a la tumba, Gabriel recuerda los momentos felices que pasó con su esposa y su hija en las ruinas de una fortaleza romana. Sin embargo, estos recuerdos se ven empañados por un pasado oscuro que su esposa descubrió y que llevó a su suicidio. Gabriel se pregunta por qué no ha quemado las cartas y recuerdos relacionados con ese pasado, pero siente que no tiene derecho a olvidar. En ese momento, Gabriel ve a un hombre que se acerca a él y le dice que lo recuerda de hace cuarenta años, cuando Gabriel tenía una forja de armas en Mérida. El hombre le muestra una pieza de bronce que faltaba en una de las espadas que Gabriel había fabricado y le dice que aún guarda recuerdos de aquel tiempo. Gabriel se pone nervioso y se aleja del hombre, sin saber quién es ni qué quiere de él. El hombre guarda la pieza de bronce y promete que hará que Gabriel pague por sus pecados a través de su hija.

Capítulo 8

En este capítulo, nos encontramos en Badajoz, en diciembre de 1941. La cantera está cerrada y un joven soldado se encuentra vigilando el lugar. El soldado se siente frustrado por su misión y recuerda cómo fue forzado a alistarse en el ejército republicano durante la guerra civil española. Mientras espera su relevo, ve llegar un coche con un civil y una mujer esposada. El civil muestra una credencial del Servicio de Inteligencia Militar y el soldado reconoce a este tipo de personas, ya que fueron ellos quienes lo detuvieron al final de la guerra. El oficial le ordena al soldado que se retire y lleva a la mujer por un sendero que conduce a un barranco. El hombre le pregunta a la mujer sobre el paradero de los que iban a atentar contra su marido, pero ella se niega a hablar. El hombre finalmente la ejecuta y regresa al coche. Mientras tanto, Guillermo Mola, el marido de la mujer ejecutada, se despierta sobresaltado en su cama. Amanece y Guillermo reflexiona sobre el atentado que sufrió y la carta que recibió del Generalísimo Franco preocupándose por su salud. Guillermo decide enviar a su hijo Fernando a unirse a la División Azul, una fuerza expedicionaria que apoya a los alemanes en el frente soviético. Publio, un hombre de confianza de Guillermo, le informa sobre la muerte de la mujer y sugiere culpar a Marcelo Alcalá, el tutor de Andrés, el hijo de Guillermo. Guillermo también discute con Publio sobre los nazis y la guerra. Luego, Guillermo llama a Fernando y le muestra unas cartas que ha escrito criticando a su padre. Guillermo se enfurece y golpea a Fernando, pero este se defiende y le dice a su padre que no lo odia, pero que cree que es injusto con su madre. Guillermo decide enviar a Fernando a la guerra y lo echa de la casa. Fernando jura vengarse de su padre antes de irse.

Capítulo 9

En este capítulo, César Alcalá cumple tres años de condena en la Prisión Modelo de Barcelona. A pesar de la distancia que los separa, César tiene una relación cordial con el guardia don Ernesto, quien se compadece de él debido a que tiene una hija de la misma edad que la fallecida hija de César. Mientras observan la algarabía en el patio de la prisión por la llegada de un árbol de Navidad, César y don Ernesto conversan sobre la ironía de celebrar la Navidad en un lugar como la cárcel.

César sufre constantes agresiones por parte de otros presos y se encuentra en aislamiento. A pesar de su situación, César mantiene la esperanza de salir de la celda y tener un compañero de celda con quien hablar. Finalmente, Justo Romero, un preso conocido por su crueldad, se convierte en su compañero. Romero es un traficante de sueños, alguien capaz de conseguir cualquier cosa dentro de la prisión.

César y Romero comienzan a establecer una relación cordial, aunque distante. Romero le consigue un magnetófono y una cinta de música clásica a César, quien disfruta de la música como un pequeño respiro en su rutina diaria. Además, César recibe notas de alguien desconocido que le dan esperanza y le recuerdan a su hija y a su padre.

Un día, un hombre misterioso visita a César en su celda y le entrega una nota. El hombre le pide a César que colabore con una persona que lo visitará próximamente, pero le advierte que no mencione a Publio ni su "negocio" juntos. César se muestra reticente y desconfiado, pero guarda la nota con esperanza.

Mientras reflexiona sobre su pasado y la muerte de su padre, César recibe la noticia de que podrá salir nuevamente al patio. A pesar de las dificultades y la incertidumbre, César encuentra consuelo en la amistad de Romero y en la música clásica.

Capítulo 10

En este capítulo, María se encuentra en una cafetería pensando en la colección de fotografías antiguas de su padre y en la desazón que le provoca la imagen de Gabriel. Recuerda la conversación con la enfermera de su padre, quien le informa que él ha decidido dejar de cuidarse y recomienda ingresarlo en una clínica. María experimenta un ataque de ansiedad en el baño de la cafetería, pero logra calmarse y regresa a su mesa. El coronel Recasens entra a la cafetería y se sienta con María. Hablan sobre el secuestro de la hija del inspector Alcalá y la posible implicación del diputado Publio. Recasens le muestra a María una fotografía de Isabel Mola, la mujer que asesinó al padre de Alcalá en 1941. María visita a César Alcalá en la cárcel y le pregunta sobre Isabel Mola. Alcalá le cuenta cómo perdió a su hija y cómo torturó a Ramoneda, un confidente que le dio una pista sobre el secuestro de su hija. Alcalá se entregará a la policía y su esposa se suicida.

Capítulo 11

En este capítulo, Andrés observa desde la ventana cómo se llevan los muebles de la casa mientras su madre y su hermano están ausentes. A Andrés no le gusta la idea de mudarse a Barcelona y dejar su casa. Publio, amigo de su padre, intenta convencerlo de que será emocionante vivir en Barcelona y le regala una espada japonesa. Andrés se siente solo y triste por la ausencia de su madre y su hermano. En la escuela, el profesor Marcelo le muestra a Andrés un globo terráqueo y un mapa antiguo. Andrés le pregunta si es cierto que está loco y si irá a un manicomio. Marcelo lo tranquiliza y le dice que es especial. Andrés se encuentra con Publio en el campo y este le regala la espada japonesa. Andrés se siente feliz y abraza a Publio. Marcelo está preocupado por Andrés y teme que la influencia de Publio no sea buena para él. Marcelo discute con su hermana sobre Isabel Mola y su relación con ella. Publio visita a Marcelo y lo invita a dar un paseo en su coche. Marcelo acepta a regañadientes y se despide de su hijo. César, el hijo de Marcelo, se preocupa por su padre y llora mientras lo ve partir con Publio.

Capítulo 12

En este capítulo, se nos presenta al diputado Publio, un anciano que asume con firmeza su vejez y que se muestra distante y despectivo hacia el suburbio en el que se encuentra. Publio se adentra en este lugar de miseria y degradación para encontrarse con Ramoneda, un hombre al que le ofrece un trabajo: encontrar a alguien que se encargue de César Alcalá. Ramoneda acepta el trabajo y también menciona a María Bengoechea, despertando la curiosidad de Publio. Por otro lado, María asiste a la Misa del Gallo junto a su padre Gabriel, donde se encuentra con Ramoneda, quien la amenaza y le advierte sobre la seguridad de sus seres queridos. María se siente perturbada por esta situación y decide alejarse de él.

Capítulo 13

En este capítulo, María entra en un restaurante donde las camareras están preparando las mesas. El camarero la acompaña a una mesa y ella se toma unas pastillas para el dolor de cabeza. María está preocupada por su encuentro con Ramoneda y decide no contarle a nadie, excepto a Lorenzo. Sin embargo, las cosas se están complicando entre María y Greta. Lorenzo llega al restaurante y le dice a María que Ramoneda la está siguiendo. Él explica que están vigilando a Ramoneda para poder atrapar a Publio y encontrar a la hija de César Alcalá. María se siente utilizada y decide alejarse de todo. Cuando regresa a casa, descubre que Greta se ha ido. María se siente vacía y sin fuerzas para reaccionar. Luego, recibe la visita de César Alcalá en la cárcel, quien le dice que Ramoneda está respaldado por alguien poderoso y que su hija está viva. María regresa a casa y encuentra una colilla en el suelo, lo que indica que Ramoneda estuvo allí.

Capítulo 14

En este capítulo, Marta se encuentra encerrada en una casa en la Sierra de Collserola, en Barcelona. Está atada con una cadena al cuello y su única forma de saber si es de día o de noche es a través de los pequeños agujeros en la ventana tapiada. Marta ha desistido de escapar y se concentra en no volverse loca. Su carcelero le proporciona comida y utensilios básicos, así como una vela, papel y un lápiz para escribir.

Escribir se convierte en la única actividad que mantiene a Marta lúcida. A medida que pasan los días, su voluntad va desapareciendo y pasa largas horas en silencio. Un día, dos hombres desconocidos entran en la habitación y registran sus pertenencias. Le quitan los papeles que había estado escribiendo y la sacan de la habitación. Marta es llevada a una habitación fría que se utiliza como secadero de embutidos. Allí se encuentra con un hombre quemado que la obliga a escribir los pecados de su familia. Marta es sometida a maltrato físico y verbal, pero se mantiene en silencio y no muestra miedo.

Después de esta experiencia, Marta es llevada a un baño sucio donde es sumergida repetidamente en el inodoro. Luego, uno de los hombres le rapa la cabeza. De vuelta en la oscuridad de la habitación, Marta se acurruca en el suelo, recordando momentos felices con su familia y aferrándose a la idea de que su padre nunca dejará de buscarla.

Capítulo 15

En este capítulo, el soldado es enviado a una barbería en Mérida donde es atendido por un barbero profesional. Aunque el soldado no tiene a nadie a quien visitar durante su permiso, se siente satisfecho con su nuevo corte de pelo y afeitado. Mientras camina por la ciudad, se encuentra con un músico ambulante y observa a los vagabundos que buscan comida en la basura. Luego, en una parada de autobús, es detenido por dos guardias civiles que lo acusan de desertar del ejército. A pesar de sus protestas, es llevado a un cuarto donde es interrogado y maltratado. Finalmente, es liberado por un hombre llamado Publio, quien le ofrece ayuda a cambio de su colaboración. Publio revela que el soldado será enviado al frente soviético a menos que haga algo por él. Más tarde, el soldado es testigo de la detención de un hombre llamado Marcelo, quien es acusado de asesinar a Isabel Mola. Marcelo es sometido a interrogatorios y torturas, pero se niega a confesar. El verdugo contratado para ejecutar a Marcelo también fracasa en su intento de obtener una confesión. Finalmente, Marcelo es ahorcado frente a su hijo y su hermana.

Capítulo 16

En este capítulo, Publio observa el amanecer desde su balcón y reflexiona sobre los cambios que ha experimentado a lo largo de los años. Recuerda la higuera junto a la cual le regaló un libro a Andrés hace cuarenta años y se da cuenta de que, a pesar de todo lo que ha cambiado, la higuera sigue en pie, al igual que él se niega a abandonar su tierra.

Publio se dirige a un bar donde se sienta en la parte de atrás y observa el mundo desde su perspectiva de hombre discreto y apocado. Se lamenta del mal tiempo y de cómo le vienen los recuerdos debido a él. Luego, se encuentra con un antiguo conocido, Recasens, quien trabaja para el CESID y le advierte sobre sus planes y su relación con la abogada María Bengoechea.

Más tarde, Publio asiste a una tertulia en el Casino donde se discute sobre la situación política y los rumores de un golpe de Estado. Publio expresa su descontento con los políticos y su deseo de cambiar las cosas por sí mismo. Recasens lo confronta y menciona los actos de violencia cometidos por diferentes grupos, lo que lleva a una tensa discusión.

Publio se encuentra con Recasens nuevamente en su casa y discuten sobre sus planes y la hija de César Alcalá. Recasens amenaza a Publio y le advierte que lo estará esperando. Publio se reúne con otros conspiradores en su casa, incluyendo a Tejero y Armada, para discutir los preparativos para el golpe de Estado. Se acuerda que el día para llevar a cabo el golpe será el 23 de febrero durante la votación de investidura de Leopoldo Calvo Sotelo.

Después de la reunión, Publio se encuentra con Ramoneda, quien le entrega una nota y discuten sobre sus tareas. Publio también confronta a Lorenzo sobre su lealtad y la visita de Recasens. Publio se da cuenta de que Recasens sospecha que tienen a Marta y se da cuenta de que debe actuar rápidamente.

Capítulo 17

En este capítulo, se narra la historia de un niño que juega en el puerto de Barcelona junto a su perro. De repente, el perro se muestra inquieto y lleva al niño a un pasillo oscuro donde encuentran el cadáver de un hombre mutilado. El inspector Marchán y su ayudante llegan al lugar y examinan el cuerpo. Descubren que el hombre era un espía del CESID y que tenía anotado el nombre de María Bengoechea, una abogada que había encarcelado a un compañero de Marchán. El inspector se encuentra con María en una cafetería y le muestra la fotografía del cadáver. María niega saber algo sobre el asunto y le dice que su exmarido, Lorenzo, podría tener más información. Marchán sospecha de María y le advierte que la considera sospechosa del asesinato. Finalmente, Marchán le dice a María que podría necesitar llamarla en el futuro y se va. La vieja Lola, que ha estado observando a María, parece tener un interés especial en ella.

Capítulo 18

En este capítulo, María se encuentra en el archivo del Colegio de abogados buscando información sobre el caso de Isabel Mola. Mientras revisa los expedientes, reflexiona sobre la naturaleza de la justicia y la imposibilidad de controlar las pasiones humanas. Encuentra la carpeta de la causa 2341/1942, relacionada con el asesinato de Isabel Mola, y descubre que Marcelo Alcalá confesó ser el autor material del crimen. También encuentra una fotografía de Pedro Recasens en el frente de Leningrado en 1943, lo cual le parece extraño. María se pregunta si Recasens y César Alcalá están relacionados de alguna manera. Mientras tanto, César se encuentra en la cárcel, donde ha desarrollado el hábito de leer y escribir. Romero, su compañero de celda, le muestra un relato que ha escrito sobre la prisión. César reflexiona sobre su situación y la de María, y le pide a ella que lo ayude a escapar de la cárcel. María se siente confundida y no sabe cómo responder. En el encuentro en la cárcel, César revela que Pedro Recasens le contó sobre la declaración que llevó a la horca a su padre, y acusa a María de estar involucrada en un plan para obtener información sobre Publio. César también revela que Lorenzo, el exmarido de María, está colaborando con Publio y la traicionará. María se siente abrumada por la situación y se siente sola y traicionada.

Capítulo 19

En este capítulo, nos encontramos en diciembre de 1943, cerca de Leningrado. Un fotógrafo militar reúne a una familia de campesinos para tomarles una foto frente a su cabaña. El teniente, junto a sus compañeros en un blindado, debe sonreír en la foto a pesar del frío extremo y las difíciles condiciones en el frente. Después de la foto, el teniente se encuentra con una joven rusa que le pregunta si es español en alemán.

Más tarde, el teniente recibe una carta de su hermano Andrés, quien está en un sanatorio mental en Barcelona. La carta revela que su madre fue asesinada por Marcelo Alcalá, su antiguo tutor, y que su padre no ha respondido a sus mensajes. El teniente se siente desesperado y sin nada que lo ate a su pasado.

En el frente, el teniente y sus hombres se encuentran en una trinchera, soportando el frío extremo y observando al enemigo. Utilizan perros entrenados para atacar a los tanques enemigos. Durante un bombardeo, el teniente se refugia en un montículo y reflexiona sobre su vida y la guerra.

Más tarde, el teniente recibe un sobre de España que ha sido censurado. Al abrirlo, descubre que su padre lo ha desheredado y que su hermano Andrés está en un sanatorio mental. Enfurecido, el teniente interroga a un prisionero ruso y descubre que es Marcelo Alcalá, el hombre que asesinó a su madre. Recasens, uno de los soldados, confirma la identidad de Alcalá y revela que fue obligado a testificar en su contra. El teniente intenta matar a Alcalá, pero es detenido por el general Infantes.

Finalmente, el general decide dejar al teniente y a Recasens en una posición para contener al enemigo mientras el resto del ejército se retira. El teniente y sus hombres se preparan para el ataque enemigo, sabiendo que probablemente no sobrevivirán.

Capítulo 20

En este capítulo, Gabriel se encuentra en una residencia para ancianos, resignado a su deterioro físico y emocional. Decide visitar a Fernando Mola, a pesar de que el recepcionista niega su existencia. Finalmente, Gabriel logra ver a Fernando en un taller de pintura y tienen una conversación cargada de resentimiento y odio. Fernando revela que sabe que Gabriel asesinó a su madre y le exige que confiese su crimen a su hija María. Gabriel se niega, pero Fernando le propone un trato: ayudará a María a encontrar a Marta Alcalá, a cambio de que Gabriel revele la verdad sobre su madre. Gabriel se enfrenta a una difícil decisión, ya que sabe que esto podría poner en peligro la vida de su hija.

Capítulo 21

En este capítulo, se narra la historia de un hombre que se siente mal por lo que está a punto de hacer. Para distraerse, pone música clásica y comienza a bailar. Sin embargo, su mirada se detiene en un retrato de una mujer en la pared, lo que lo lleva a recordar su relación con ella. Luego, se asoma por la ventana y espera la llegada de alguien, pero el sendero está desierto. Se pone un kimono y se abraza a sí mismo para combatir el frío. A continuación, se menciona su relación con Marta, a quien no espera que lo ame, sino que solo desea su obediencia y devoción. El hombre recuerda cómo conoció a Marta y cómo ella intentó escapar en una ocasión. A partir de ese momento, decide no permitirle más libertad y la somete a un trato cruel. Después de una conversación tensa, Marta se ve obligada a lavar el cuerpo del hombre y luego preparar la cena. Durante la cena, el hombre reflexiona sobre su pasado y su incapacidad para sentir placer. Finalmente, obliga a Marta a vestirse con un kimono y tienen relaciones sexuales. Durante el acto, el hombre siente la presencia de la mujer del retrato y lamenta que ella nunca lo haya entendido.

Capítulo 22

En este capítulo, Fernando se encuentra en un campo de prisioneros en Siberia, donde sobrevive en condiciones inhumanas. Pedro, otro prisionero, es optimista y cree que serán liberados, pero Fernando teme lo peor. Sin embargo, un día son liberados y regresan a España. Fernando se siente perdido y no sabe qué hacer con su libertad. Decide enfrentarse a su padre y solicitar una reunión con el ministro Mola, pero su solicitud es rechazada. Fernando se entera de que su hermano Andrés está en un sanatorio y decide rescatarlo. Recasens le informa de que ha encontrado al asesino de su madre, Gabriel Bengoechea, y deciden espiar su casa. Fernando se da cuenta de que él y Recasens no son mejores que los demás, solo tienen odio. Finalmente, Fernando se encuentra con Andrés en el sanatorio, pero no puede rescatarlo debido a un incendio provocado por un celador corrupto. Andrés muere en el incendio junto con otras personas. Fernando espera frente al sanatorio hasta que se publica la lista de fallecidos y descubre que su hermano ha muerto.

Capítulo 23

En este capítulo, Lorenzo se encuentra en Barcelona el 8 de febrero de 1981. Está preocupado por la situación política del país, ya que el presidente Suárez ha dimitido y se están llevando a cabo las sesiones del Congreso para elegir a su sucesor. Lorenzo tiene conocimiento de los planes de los militares golpistas y sabe que están esperando el momento adecuado para tomar el poder. Sin embargo, su principal preocupación en este momento es su esposa María, con quien ha discutido y ha llegado a golpearla. Se siente culpable por su comportamiento y decide comprarle golosinas y enviarle flores como disculpa.

Lorenzo se dirige a una reunión con un diputado llamado Publio, quien le informa sobre el inspector Marchán, encargado de investigar la muerte del coronel Recasens. Publio está preocupado por la posibilidad de que Marchán descubra su implicación en el asesinato y decide tomar medidas para protegerse.

Publio le pide a Lorenzo que se deshaga de María, ya que ella está investigando la muerte de Isabel Mola y podría descubrir información comprometedora. Lorenzo se siente incómodo con la idea de matar a su esposa, pero accede a hacerlo para mantener la confianza de Publio.

Después de la reunión, Lorenzo se encuentra con María en un restaurante. Intenta explicarle su participación en los planes de Publio, pero ella se muestra incrédula y furiosa. Lorenzo le muestra pruebas de la implicación de su padre en la muerte de Isabel Mola y le advierte que debe desaparecer antes del 23 de febrero, ya que Publio ha ordenado matarla.

María rechaza las amenazas de Lorenzo y promete enfrentarse a él y a sus cómplices. Abandona el restaurante decidida a buscar a su novia y luchar contra ellos. Lorenzo se siente cada vez más pequeño y ridículo, pero también teme por su propia vida, ya que sabe que Publio no dudará en matarlo si no cumple con sus órdenes.

Capítulo 24

En este capítulo, María camina por el Barrio Gótico de Barcelona y llega a la pensión Comtal, donde se encuentra con Greta. Ambas conversan sobre el pasado y María confiesa que su padre era un asesino de mujeres. Luego, María decide ir al leñero de su padre y descubre un baúl con objetos que pertenecieron a él. Encuentra una fotografía de un niño y un soldado alemán, así como un diario de Isabel, en el que expresa su amor por Gabriel. Gabriel aparece en el leñero y María lo confronta por sus crímenes. Gabriel le revela que Fernando Mola y Recasens lo obligaron a aceptar el caso de César Alcalá para destruirlo a él y a su familia. Gabriel le pide a María que ayude a César a encontrar a su hija a cambio de información para destruir a Publio. María duda, pero finalmente acepta. Gabriel se afeita y se viste con un traje antes de quitarse la vida con una pistola.

Capítulo 25

En este capítulo, César Alcalá se encuentra en la prisión Modelo de Barcelona junto a su compañero de celda, Romero. César está preocupado por la obsesión de Romero por el tiempo y su actitud amenazante. Romero revela que ha sido contratado para matar a César, pero César intenta convencerlo de que no lo haga, argumentando que son amigos. Romero cuenta una historia de su infancia en la que presenció una violación y asesinato, y cómo eso lo llevó a convertirse en un asesino. César intenta defenderse, pero se siente incapaz de hacerlo. Romero finalmente decide no matarlo, pero le advierte que debe escapar de la cárcel. César acepta y Romero le dice que confíe en su abogada, María. Mientras tanto, María se entera de que tiene un tumor cerebral y necesita una operación urgente. Decide hablar con el inspector Marchán y revelarle información sobre el caso de César y el diputado Publio. María le pide protección para ella y para Greta, y le revela que Fernando Mola, supuestamente muerto, sabe dónde está Marta Alcalá. Marchán le cuenta a María sobre los crímenes de Andrés Mola y su posible conexión con Marta. María le revela que su padre, Gabriel, fue el verdadero asesino de Isabel Mola. Marchán recibe una llamada informándole de que César ha sido apuñalado en la cárcel. María miente sobre su conocimiento del ataque y Marchán promete investigar a Fernando Mola y hablar con Gabriel. María sale a la calle y reflexiona sobre la vida y la muerte.

Capítulo 26

En este capítulo, el inspector Marchán llega a la casa de Gabriel en San Lorenzo. A pesar del frío, Marchán se siente optimista debido al revuelo que ha causado el caso Recasens en los medios de comunicación. Además, cuenta con la confesión de María, lo que le da tiempo y notoriedad en el caso. Sin embargo, Marchán se preocupa por la falta de pruebas contra Publio y la necesidad de encontrar a Fernando Mola para llegar a Andrés. En ese momento, una enfermera llega en un coche y le cuenta que Gabriel le debe dinero. Marchán le pide las llaves de la casa y al entrar, descubre el cuerpo de Gabriel herido de gravedad pero aún con vida. Marchán se da cuenta de que Gabriel se ha disparado pero ha sobrevivido. Gabriel apenas puede hablar y es llevado en ambulancia al hospital. En ese momento, Gabriel recuerda la muerte de su esposa y se cuestiona el porqué de las cosas que suceden en la vida.

Capítulo 27

En este capítulo, María se encuentra en el hospital junto a su padre, quien ha sobrevivido a un disparo en la cabeza. Observa a su padre y se pregunta cuánto ha sufrido y cuánto odio debe tener. Baja a la cafetería y se encuentra con el inspector Marchán, quien le advierte que no intente ayudar a César a escapar. María se encuentra con un desconocido en la cafetería, quien le habla sobre el sufrimiento y la necesidad de encontrar una causa que dé sentido a la vida. El desconocido le muestra un libro con fotografías y anotaciones personales de María. María se siente perturbada y se retira. Más tarde, María se encuentra con Fernando Mola, quien le revela que sabe dónde está su hija y le da una dirección para encontrarse. María va a ver a César Alcalá en el hospital y le propone escapar juntos. César acepta y se escapa por la ventana utilizando una llave que ha conseguido. Luego, María se encuentra con el padre Damiel en una iglesia y recibe una bolsa de lona que contiene documentos importantes. El padre Damiel le aconseja a César que deje la venganza y se cure de su herida. César se encuentra con María y se dirigen hacia su siguiente destino.

Capítulo 28

En este capítulo, Ramoneda se dirige a una urbanización en las afueras de Barcelona para encontrarse con el diputado Publio. Al llegar, es detenido por el portero de la finca, pero finalmente logra hablar con el diputado. Ramoneda le informa que César Alcalá se ha escapado del hospital y que la abogada ha ayudado en su fuga. Además, sospecha que Lorenzo, el socio de Publio, ha revelado los planes del diputado. Publio decide tomar medidas drásticas y le da a Ramoneda una dirección donde se encuentran la hija de Alcalá y Andrés Mola, a quienes debe matar y quemar los cuerpos. Ramoneda acepta el encargo y exige un mayor pago. Publio lo golpea, pero finalmente acepta sus condiciones. Luego, Publio le ordena a Ramoneda que mate a Lorenzo. Después de la reunión, Ramoneda reflexiona sobre su nueva posición de poder y decide que también quiere vivir en una zona alta como Publio. Luego, se dirige al apartamento de Lorenzo, donde se encuentra con su esposa. Ella le dispara a Lorenzo y luego Ramoneda la mata a ella.

Capítulo 29

En este capítulo, Fernando se encuentra sentado en la parte posterior de un coche, contemplando las estrellas y reflexionando sobre la existencia humana en comparación con la inmensidad del universo. Luego, recuerda la casa de los tejados azules y cómo él y su hermano podrían haber sido felices allí. Sin embargo, ahora la casa está en ruinas y representa la ruina de su familia. Fernando decide enfrentarse a su hermano Andrés, quien está en la casa, junto con una mujer llamada Marta. Él se arma con una catana y se dirige hacia la casa, decidido a detener a su hermano. Mientras tanto, María y César Alcalá llegan en un coche y se detienen cerca de la casa. María le pide perdón a César por sus acciones y él la comprende. Luego, deciden entrar a la casa, pero Fernando les prohíbe la entrada y les ordena esperar afuera. Dentro de la casa, Andrés se prepara para matar a Marta, pero en ese momento, Fernando y María entran y lo detienen. Andrés se muestra confuso y amenazante, pero finalmente, Fernando logra calmarlo y convencerlo de que lo siga. Mientras tanto, María saca a Marta de la habitación. Andrés se queda solo con Fernando y finalmente, se produce un enfrentamiento entre ellos. Andrés intenta atacar a Fernando, pero este último lo mata con la catana. Después de la muerte de Andrés, Fernando se suicida abriéndose el vientre, siguiendo un ritual japonés. En ese momento, Ramoneda, un desconocido, entra en la habitación y habla con Fernando antes de derramar gasolina y prender fuego a la habitación. Ramoneda se va y Fernando se queda en un rincón, sujetando sus tripas mientras la habitación se incendia. Finalmente, las llamas consumen a Fernando y a su hermano, y la casa queda reducida a cenizas.

Capítulo 30

En este capítulo, Greta y María están en el hospital, donde Marta está recuperándose. La enfermera comprueba el suero de Marta y charla con el policía que custodia la habitación. María está preocupada por la falta de noticias sobre el caso y Greta la tranquiliza diciendo que el juez dictará una orden de detención contra el diputado. María también pregunta por César y Greta le asegura que está a salvo y que confía en que las pruebas que ha aportado inculpen a Publio y le ofrezcan un trato. María se siente culpable por todo lo que ha sucedido y no puede evitar pensar en Fernando y en su mirada de locura. No puede tocar a Marta ni mirarla a los ojos.

Después, María y Greta van a cenar a un restaurante en la playa. Hablan sobre lo que ha pasado y María se siente sola y asustada. No le ha contado a Greta sobre su enfermedad y no quiere compartir ese sentimiento con nadie. Se siente desconectada del mundo y no tiene fe en su destino.

Al despedirse, María y Greta se besan, pero María se siente distante y triste. Siente que ya no le pertenece a Greta y que está sola. Mientras María camina por el paseo marítimo, Ramoneda la sigue y la ataca. La golpea y la arrastra hacia una obra en construcción, donde la ata y la amordaza. Ramoneda planea violarla y torturarla, pero antes de que pueda hacerlo, es asesinado por César, quien había estado siguiendo a María. César salva a María y se lleva el cuerpo de Ramoneda. Dos días después, el cadáver de Ramoneda es encontrado en un jardín, aparentemente víctima de un crimen común.

Capítulo 31

En este capítulo, María espera en el vestíbulo del Juzgado de lo Militar y recibe la noticia de que el juez ha denegado la apertura de diligencias contra Publio. El juez insiste en que César debe entregarse y no aceptará las pruebas sin su testimonio. Además, el juez no considera a María como una testigo fiable debido a su historial de malos tratos y su relación con Lorenzo. Marchán cree que alguien está intentando parar al juez y decide ayudar a María para que César se entregue de acuerdo con la ley. María se muestra incrédula y confundida. El 23 de febrero, se produce un golpe de Estado mientras María se prepara para una operación en el hospital. Después de varias operaciones, María muere el 6 de mayo de 1982. Greta cumple con los preparativos del funeral y el inspector Marchán asiste en señal de respeto. No se realiza un acto religioso y solo ellos tres están presentes en el entierro. Greta coloca una corona de lirios en el nicho y se marcha sin mirar atrás.

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