El Príncipe de Parnaso

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Capítulo sin nombre 1

En este capítulo, el caballero Antoni de Sempere, conocido como el facedor de libros, se encuentra en la muralla de la ciudad de Barcelona observando un cortejo fúnebre que se acerca. El año es 1616 y la ciudad está envuelta en una bruma de pólvora. Sempere recuerda las palabras de su amigo, quien había dicho que algún día las murallas caerían y Barcelona se extendería bajo el cielo. El cortejo está compuesto por una carroza fúnebre negra, escoltada por dos jinetes y tirada por cuatro corceles adornados. En el pescante de la carroza se encuentra un cochero con el rostro cubierto y en la parte superior hay un ángel de plata. Sempere siente la presencia de otro caballero a su lado, quien le recuerda que un buen amigo es aquel que sabe recordar y olvidar al mismo tiempo. El caballero se acerca a Sempere y le pregunta si ha impreso algo bueno recientemente. Sempere responde que su imprenta es modesta y que el caballero parece tener su propia lectura. El caballero le asegura a Sempere que no tiene nada que temer de él y menciona a Avellaneda y a los envidiosos que intentan imprimir su alma a la posteridad. Sempere recuerda que el caballero le dijo algo similar a don Miguel hace cuarenta y siete años. El caballero invita a Sempere a dar la bienvenida a don Miguel a Barcelona y Sempere se sumerge en el recuerdo de aquel día en el que conoció a Miguel de Cervantes Saavedra.

Barcelona, 1569

En este capítulo, se describe la llegada de Miguel de Cervantes y su amada Francesca a Barcelona. La ciudad se presenta como un lugar lleno de historia y misterio, donde los comerciantes, sabios y cortesanos se mezclan en un laberinto de intrigas y alquimias. Cervantes y Francesca llegan exhaustos a la ciudad, y son guiados por Sancho Fermín de la Torre hasta la casa de Antoni de Sempere, un famoso facedor de libros. Cervantes busca la ayuda de Sempere para imprimir su obra teatral, que es una tragedia llamada "Un Poeta en los Infiernos". Sancho, intrigado por la belleza de Francesca, sospecha que hay peligro acechando a la pareja. En el encuentro con Sempere, Cervantes revela que su obra está relacionada con una maldición y una historia de amor. A pesar de las dudas de Sancho, Sempere se muestra interesado en la obra y promete ayudar a Cervantes. El capítulo termina con los tres personajes brindando por su encuentro y Cervantes dispuesto a contar la historia dentro de la historia.

Un Poeta en los Infiernos

En este capítulo, se narra la historia de Miguel de Cervantes, quien parte de Madrid en busca de aventuras y prodigios en las ciudades de Italia. Durante su viaje, se encuentra con Francesca di Parma, una joven de gran belleza que vive en Roma en condiciones miserables. Francesca es adoptada por una familia ruin que la explota por su belleza y la obliga a posar para artistas. Pronto, su fama se extiende y se convierte en la musa de muchos artistas en Roma. A medida que crece, Francesca se convierte en una mujer de gran belleza y presencia, pero su tristeza empaña su apariencia. Los padres de Francesca deciden ofrecerla en matrimonio al mejor postor, sin ofrecer una dote, y el ganador es el famoso artista Anselmo Giordano. Giordano, obsesionado con superar la fama de Leonardo da Vinci, ve en Francesca la oportunidad de crear una obra maestra que lo supere. Sin embargo, su matrimonio con Francesca se convierte en una prisión para ella. Mientras tanto, Cervantes se encuentra con Francesca en una procesión y se enamora de ella al instante. Sin embargo, no puede hacer nada para liberarla de su cautiverio. Desesperado por su falta de éxito como escritor, Cervantes se encuentra con el editor Andreas Corelli, quien le ofrece la oportunidad de escribir una obra maestra. Cervantes acepta y se encuentra con Francesca en el palacio de Giordano. Juntos, escapan del palacio y emprenden un viaje juntos. Sin embargo, Francesca está enferma y su salud empeora a medida que avanzan en su viaje. Cervantes escribe una obra basada en su historia y espera que su publicación pueda salvar a Francesca.

Barcelona, 1569

En este capítulo, Francesca di Parma es enterrada dos días después de su muerte. Cervantes, acompañado por el impresor Antoni de Sempere y Sancho, presencia su último momento en el que ella murmura "libérame" mientras sonríe. Sempere había terminado de imprimir una edición de la segunda versión de "Un Poeta en los Infiernos" y le muestra un ejemplar a Cervantes, quien no tiene ánimos para leerlo. Sempere ofrece enterrar a Francesca en un humilde camposanto cerca de la antigua puerta de Santa Madrona, y Cervantes acepta. Al día siguiente, Cervantes quema su obra "Poeta en los Infiernos" en la playa y parte de la ciudad con el recuerdo de Francesca en su alma.

Barcelona, 1610

En este capítulo, se narra cómo Miguel de Cervantes regresa a Barcelona después de cuarenta años. A lo largo de su vida, Cervantes ha enfrentado numerosas desventuras y fracasos, y solo en la madurez ha obtenido el reconocimiento que merece. En 1610, Cervantes es considerado un escritor célebre pero de modesta fortuna. Durante su estancia en Barcelona, se hospeda en la casa de su amigo Sancho, un próspero comerciante. Cervantes pasa sus días escribiendo en un pequeño estudio frente al puerto y visitando el taller de impresión de su amigo Sempere. Un día, Sempere le revela que un caballero preguntó por él y le entrega una copia única de su libro "Un Poeta en los Infiernos". Cervantes se encuentra con Andreas Corelli en la catedral durante una tormenta y tienen una conversación en la que Corelli le ofrece algo a cambio de que Cervantes retome la escritura del Quijote. Cervantes acepta la oferta y parte hacia su destino bajo la tormenta.

1616

En este capítulo, Sempere y Corelli acompañan el cortejo fúnebre hasta el cementerio familiar, donde años atrás habían enterrado a Francesca di Parma. El féretro, sin ninguna inscripción, es llevado hasta la tumba abierta bajo la luna. Sancho, amigo de Sempere, se arrodilla y besa la cubierta del ataúd. Luego, Sancho pronuncia unas palabras en honor al difunto y Corelli le permite hacerlo. Después, Corelli abre el féretro y revela el cadáver de Cervantes, vestido con un hábito franciscano y con los ojos abiertos. Corelli coloca un libro bajo la mano de Cervantes y sella el ataúd. Corelli pronuncia unas palabras en honor a Cervantes y Francesca di Parma, y sella el destino de ambos en el cementerio, donde descansarán en paz. Años más tarde, Sempere ve a Corelli derramar una lágrima que se convierte en piedra al golpear la tumba de Cervantes. Sempere comprende que sobre esa roca se construirá un santuario, el Cementerio de los Libros Olvidados, que albergará la mayor biblioteca donde todas las obras perseguidas o despreciadas encontrarán a su lector. Sempere le da la bienvenida a Cervantes al Cementerio de los Libros Olvidados.

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