El Laberinto de los Espíritus

1 hora y 40 minutos

EL LIBRO DE DANIEL

1

En este capítulo, el protagonista tiene un sueño en el que regresa al Cementerio de los Libros Olvidados. En el sueño, el protagonista es un niño de diez años y se despierta sintiendo que ha olvidado el rostro de su madre. Su padre lo consuela y lo acompaña hasta el portal, donde le indica que debe continuar solo. El protagonista camina por las calles de una Barcelona congelada en el tiempo hasta llegar al Cementerio de los Libros Olvidados. Intenta llamar a la puerta, pero nadie responde. Finalmente, descubre una llave en el bolsillo de su chaqueta y logra abrir la puerta. Dentro del cementerio, se encuentra con una galería que lo lleva a una gran bóveda donde su madre yace en un sarcófago. Cuando intenta acariciar su rostro, su madre abre los ojos y le dice que debe contar la verdad. El protagonista despierta en su dormitorio junto a su esposa Bea, quien le pregunta sobre su sueño. Luego, su hijo Julián interrumpe un momento íntimo entre ellos para decirles que hay alguien en su habitación. El protagonista va a la habitación de Julián y encuentra un libro escondido debajo del colchón.

2

En este capítulo, el narrador recuerda la noche en que nació su hijo Julián y cómo se sintió abrumado por la responsabilidad de ser padre. Fermín, su amigo, lo lleva a un pasillo del hospital para que respire aire fresco y se calme. Fermín le da una bebida especial para tranquilizarlo y le aconseja que demuestre su amor a su esposa Bea, aunque le dé vergüenza expresarlo con palabras. Después de beber la bebida, el narrador se siente más tranquilo y regresa a la habitación donde está Bea y el bebé. Muchos años después, el narrador está en la trastienda de una librería intentando escribir su historia familiar, pero se siente bloqueado. Fermín aparece y le dice que no es un buen escritor, pero que su madre estaría orgullosa de él. También menciona que su hijo Julián sabe sobre Carax, un tema que el narrador le prohíbe a Fermín mencionar. Finalmente, el narrador y Fermín deciden hacer una lista de lo que quieren contar en la historia y comienzan por la historia de cómo el narrador conoció a Alicia en la Barcelona de las Maravillas.

DIES IRAE

1

En este capítulo, el polizón despierta en la bodega del barco y se sorprende al ver una gran cantidad de objetos de valor y obras de arte. Explora el lugar y encuentra una réplica del David de Miguel Ángel y una jaula con un loro. También encuentra carteles antiguos y se detiene en uno que anuncia una corrida de toros en la plaza de las Arenas. El polizón se presenta como Fermín Romero de Torres y reflexiona sobre su nombre. Durante su estancia en el barco, hace amistad con un ratoncillo y comparten comida. Fermín también encuentra una caja llena de biblias y las lee en voz alta. Al amanecer, descubre que el ratoncillo se ha ido y se da cuenta de que el barco está cerca de llegar a Barcelona. Fermín se prepara para escapar y esconde todas las evidencias de su presencia. Mientras observa la ciudad desde el barco, recuerda a Lucía y se siente culpable por haberla traicionado. Fermín hace una promesa a la Virgen de la Merced y se esconde nuevamente en la caja de fusiles, listo para abandonar el barco.

2

En este capítulo, Fermín se da cuenta de que el barco en el que se encuentra se detiene antes de tiempo en el puerto. Aunque está acostumbrado a los sonidos y movimientos de un atraque normal, no reconoce ninguno de los signos habituales. Fermín, temiendo lo peor, se santigua y ruega a la Virgen por protección. Pronto, escucha cómo otra embarcación se acerca y choca contra el casco del barco. Luego, pasos fuertes y decididos se escuchan en la cubierta, lo que indica que han sido abordados.

3

En este capítulo, el capitán Arráez observa desde el puente a un grupo de hombres armados que han subido a bordo del barco. Siente miedo al verlos y decide avisar al puerto de que llegarán con retraso. Su primer oficial, Bermejo, se muestra asustado y pregunta quién los ha detenido. Arráez se da cuenta de que el hombre que ha subido a bordo es Fumero, un policía político. Le ordena a Bermejo que baje y le avise a la tripulación que no hagan nada imprudente. Luego, Arráez se queda solo en el puente y considera tomar su revólver, pero decide no hacerlo. Finalmente, baja al siguiente nivel del barco, donde se encuentra con Fumero, quien está fumando un cigarrillo.

4

En este capítulo, el Capitán Arráez llega a Barcelona y es recibido por el Teniente Fumero, quien lo felicita por su ascenso a Comandante. Fumero le ofrece un cigarrillo, pero Arráez lo rechaza. Fumero le pregunta sobre la carga que lleva a bordo y Arráez le informa que son suministros y propiedades confiscadas. Fumero muestra desinterés por los papeles y licencias, y le dice a Arráez que eso es asunto de las autoridades portuarias. Luego, Fumero invita a Arráez a dar un paseo por la cubierta y le pregunta si puede oler algo. Arráez no entiende a qué se refiere, pero Fumero le dice que huela profundamente y que notará el olor a rata. Fumero acusa a Arráez de tener una rata a bordo y le dice que él sabe cómo acabar con ella. Fumero se dirige a la bodega del barco con su revólver y sus hombres lo siguen. Arráez se esconde en el puente y ve cómo Fumero abre la compuerta de la bodega y se sumerge en ella.

5

En este capítulo, Fermín se encuentra escondido en la bodega de un barco, respirando el aire viciado y esperando no ser descubierto. De repente, escucha la voz de Fumero, un hombre peligroso que lo está buscando. Fermín se queda inmóvil, temiendo ser descubierto. Fumero se acerca a la caja en la que Fermín se encuentra escondido y acaricia la tapa. Fermín se prepara para enfrentarse a él, agarrando un fusil, pero se da cuenta de que probablemente no está cargado. Afortunadamente, Fumero y sus hombres se alejan, dándole a Fermín un respiro. Sin embargo, el ratoncillo que lo acompañaba es asesinado por una bala que casi lo alcanza. Fumero regresa y sella la caja, dejando a Fermín atrapado en su escondite. Luego, la caja es levantada por una grúa y Fermín se da cuenta de que está siendo transportado a algún lugar desconocido.

6

En este capítulo, Arráez y su tripulación observan cómo Fumero saca un arcón de la bodega y lo suspende sobre la cubierta. Fumero se burla de Arráez y le informa que van a exterminar a la rata que llevaba a bordo de una manera efectiva. Fumero baja el contenedor hasta su rostro y le pregunta si tiene alguna última voluntad. La tripulación escucha un gemido proveniente del interior del arcón. Fumero le dice a la rata que no llore y que sus amigos lo están esperando en el agua. Luego, el arcón es elevado nuevamente y Fumero se dirige a Arráez, quien lo insulta en voz baja. Fumero asiente y el contenedor, con fusiles y el cuerpo de Fermín Romero de Torres, cae al agua del puerto de Barcelona.

7

En este capítulo, Fermín cae al agua después de ser disparado por Fumero. Lucha por liberarse de los fusiles que lo entierran y tapa el agujero por donde entra el agua. Sin embargo, el agua sigue inundando el arcón y Fermín se hunde cada vez más. Desesperado, intenta golpear la tapa para escapar, pero no tiene éxito. Finalmente, encuentra un rifle flotando en una bolsa y dispara contra la tapa, creando un agujero lo suficientemente grande para escapar. Fermín emerge en el puerto y se da cuenta de que está rodeado de cadáveres esposados y encadenados. Nadando hacia la superficie, aprecia la maravilla de poder respirar de nuevo.

8

En este capítulo, Fermín se aferra al casco del barco para recuperar el aliento. Ve una baliza de señalización a unos veinte metros de distancia y decide nadar hacia ella para esconderse y esperar el momento adecuado para llegar a tierra firme sin ser visto. Mientras nada hacia la baliza, evita mirar hacia abajo y piensa que las siluetas que ve son solo redes de pesca atrapadas entre los escombros. Llega a la baliza y se oculta detrás de ella, observando la cubierta del barco y sintiéndose a salvo por el momento. Sin embargo, nota que alguien lo está observando desde el puente y se da cuenta de que es el capitán del barco. Se esconde en la cabina de la baliza y espera a que vengan a buscarlo. Pero en lugar de eso, escucha los motores del barco encenderse y ve que se aleja hacia los muelles. Se asoma por la ventana de la cabina y se siente aliviado al ver que el barco se va. Se recuesta exhausto bajo el sol y piensa que tal vez la suerte está de su lado.

9

En este capítulo, Fermín decide abandonar su escondite en el islote y enfrentarse a un bote que se acerca a él. El hombre en el bote resulta ser el capitán Arráez, quien le ofrece ayuda y le da ropa seca y dinero. Fermín se cambia de ropa y guarda la carta que ha estado protegiendo durante semanas, pero que ahora está completamente arruinada. Fermín llora y explica a Arráez y a su primer oficial, Bermejo, que la carta era para una mujer que espera, pero no para él. Fermín revela que ha vuelto a Barcelona para entregar la carta como una promesa a un amigo fallecido. Arráez y Bermejo le ofrecen su comprensión y Fermín se muestra optimista sobre su futuro, mencionando su deseo de disfrutar de buena comida y leer poesía. Fermín confiesa que ha pasado más de un año desde que vio a la mujer a la que la carta iba dirigida, y Arráez reflexiona sobre cómo la gente olvida rápidamente en estos tiempos difíciles.

10

En este capítulo, Fermín llega al muelle de Atarazanas al anochecer y se mezcla entre los estibadores y marineros que se dirigen al Barrio Chino. Escucha conversaciones sobre los bombardeos que ha sufrido la ciudad y los que se esperan esa noche. Encuentra a un vendedor ambulante de caramelos y compra una bolsa de Sugus de fresa con el dinero que le dio el capitán Arráez. Mientras camina por las Ramblas, nota que los serenos están apagando las luces de las farolas y le pregunta a uno de ellos por qué están dejando la ciudad a oscuras. El sereno señala al cielo y se va. Fermín continúa su camino y ve a un grupo de personas dirigiéndose al metro con velas y mantas. Observa a un niño que parece asustado y el niño le mira con terror en los ojos. Fermín sigue caminando y se encuentra con un guardia urbano que le advierte que los refugios están llenos. Fermín decide seguir adelante y se adentra en una Barcelona oscura y fantasmal. Finalmente, se dirige hacia el portal donde se encontrará con Lucía.

11

En este capítulo, Fermín sube lentamente por la estrecha escalera, sintiendo cómo su determinación y valentía se desvanecen con cada escalón. Llega al tercer piso y se detiene frente a la puerta, sin atreverse a llamar. Se sienta en los escalones y se lamenta de tener que enfrentarse a Lucía para decirle que el hombre al que ama, el padre de su hija, ha muerto en la cárcel de Sevilla. Fermín recuerda las palabras que Lucía le dijo hace trece meses, cuando le pidió que trajera al hombre de vuelta si realmente la amaba. Fermín saca un sobre roto de su bolsillo y lo contempla antes de lanzarlo hacia las sombras. Justo cuando se levanta para irse, escucha la puerta del piso abrirse detrás de él.

Una niña de siete u ocho años, llamada Alicia, lo observa desde el umbral. Fermín le sonríe y saluda. La niña duda, pero le muestra el libro que está leyendo, "Alicia en el País de las Maravillas". Fermín comenta que también es uno de sus favoritos y bromea diciendo que se identifica con caer por un agujero y encontrarse con problemas matemáticos. La niña se ríe y le dice que el libro fue escrito para ella. Fermín pregunta si la madre de Alicia está en casa, pero la niña no responde y solo abre un poco más la puerta. Fermín da un paso adelante y la niña se aleja sin decir palabra. Fermín se detiene en el umbral y ve que el interior de la casa está oscuro, con solo la luz de un candil al final de un estrecho pasillo.

Fermín llama a Lucía, pero no obtiene respuesta. Golpea la puerta y espera, pero sigue sin obtener respuesta. Decide entrar y avanza por el pasillo. Las puertas a ambos lados están cerradas. Al llegar al final, entra en una sala que parece ser el comedor. Ve a una mujer sentada de espaldas a la ventana, que resulta ser Doña Leonor. Fermín la reconoce y se sienta junto a ella, tomándole la mano. Fermín le dice que debería haberse casado con él porque al menos tiene cabeza. Luego le pregunta dónde está Lucía y Doña Leonor aparta la mirada. Fermín insiste en saber quiénes se llevaron a Lucía y Doña Leonor menciona a Fumero, pero dice que no preguntaron por Ernesto, sino que buscaban a Lucía. Fermín abraza a Doña Leonor, pero ella permanece inmóvil. Fermín promete encontrar a Lucía y traerla de vuelta a casa, pero Doña Leonor niega y le dice que está muerto. Enfurecida, le abofetea y le ordena que se vaya. Fermín se retira unos pasos y ve a Alicia observándolo desde el pasillo. Fermín le sonríe y la niña se acerca lentamente. Fermín toma su mano y la aprieta fuertemente. Justo en ese momento, escucha un ruido que viene del cielo y ve que la ventana comienza a vibrar.

12

En este capítulo, Fermín se acerca a la ventana y ve aviones volando en formación. Leonor y Alicia están asustadas, pero Leonor cree que los aviones pasarán de largo como la noche anterior. Sin embargo, Fermín ve que algunos aviones se separan de la formación y se acercan. Luego, escucha un silbido agudo y un obús golpea el edificio. Fermín es lanzado contra la ventana y el edificio se derrumba. Después de recuperarse, Fermín ve que el edificio está en ruinas y se enfurece. Luego, siente otra explosión cercana y ve el cielo de Barcelona iluminado por las llamas.

13

En este capítulo, Fermín encuentra a Alicia herida y atrapada en la sala después de una explosión. La niña está cubierta de polvo y ceniza, pero Fermín la agarra y la lleva consigo. Alicia pregunta por su abuela, pero Fermín le dice que se ha ido y que deben irse juntos. Fermín revisa a Alicia en busca de heridas y le ofrece su libro chamuscado. Luego, Fermín lleva a Alicia en brazos y atraviesa el pasillo dañado hasta llegar a la escalera. Desde allí, ve que el edificio está en llamas y decide subir a la azotea con la esperanza de saltar al terrado de la finca contigua y sobrevivir.

14

En este capítulo, Fermín y Alicia logran escapar a la azotea después de la explosión. Desde allí, presencian la devastación de Barcelona, que está envuelta en llamas y humo negro. Fermín toma la mano de Alicia y se alejan cuando otro estruendo sacude el cielo. Ven un resplandor cerca de la plaza de Cataluña y observan cómo los aviones bombardean la ciudad. Los edificios explotan y los ventanales se rompen, causando pánico en la calle. Fermín y Alicia se quedan paralizados mientras los aviones continúan atacando. Fermín también ve el puerto en llamas y los barcos hundiéndose. A pesar de todo, Fermín se mantiene firme y desafía a los aviones.

15

En este capítulo, Fermín y Alicia se encuentran en la azotea de un edificio en llamas. Mientras intentan escapar, Fermín se lastima la pierna y siente náuseas debido a la herida. A pesar de esto, continúa siguiendo a Alicia hasta llegar a un muro que separa la azotea de otro edificio. Fermín se asoma y ve un viejo palacio con una cúpula de cristal y un pararrayos en forma de dragón. A pesar del dolor, Fermín sonríe y le dice a Alicia que solo es un rasguño. Deciden cruzar a la azotea contigua para encontrar una forma de bajar a la calle y llegar al metro. Fermín le tiende la mano a Alicia, pero ella duda. Finalmente, Fermín la ayuda a subir a la cornisa y le ordena que salte al otro lado del muro. Alicia se niega, pero Fermín la empuja y ella logra aterrizar. Sin embargo, Fermín se queda atrás y se aferra a la cornisa. Le dice a Alicia que corra y luego se desploma. Antes de cerrar los ojos, ve cómo un racimo de bombas cae del cielo.

16

En este capítulo, Alicia corre desesperadamente por el terrado hacia una gran cúpula acristalada. Siente una explosión detrás de ella y es lanzada hacia adelante por una ráfaga de aire comprimido. Un objeto punzante la golpea en la cadera y la hace girar en el aire, chocando contra la cúpula de cristal. Atraviesa una cortina de vidrio astillado y cae en picado hasta aterrizar en una plataforma de madera cubierta de lona. Alicia se da cuenta de que no puede mover su pierna derecha y ve que el libro que creía perdido está al borde de la plataforma. Intenta alcanzarlo, pero una nueva explosión hace que el libro caiga al vacío. Alicia se asoma y ve que ha aterrizado en una enorme torre hecha de libros. Ve a un hombre sosteniendo un farol y sintiendo un intenso dolor en la cadera, pierde el conocimiento.

Cuando despierta, el hombre la lleva en brazos por un corredor lleno de galerías formadas por paredes de libros. La lleva a un rincón y la acomoda en un camastro. El hombre se presenta como Isaac y examina la herida de Alicia. Le da agua y la hace descansar. Apaga el farol y ambos quedan en penumbra. Alicia piensa que está soñando y que nunca salió del edificio en llamas. Isaac la observa con tristeza mientras se escuchan explosiones y sirenas en Barcelona. Enciende una vela y la deja en una mesita junto a Alicia. El resplandor de la llama revela la estructura prodigiosa del Cementerio de los Libros Olvidados. Isaac le da la bienvenida a Alicia al Cementerio de los Libros Olvidados.

17

En este capítulo, Fermín despierta en un hospital después de haber sido herido. Al despertar, se encuentra con una enfermera y un médico que lo están atendiendo. Fermín bromea diciendo que si está en el purgatorio, pero la enfermera le dice que están en el hospital Clínico, es decir, en el infierno. Fermín se preocupa por una niña que estaba con él antes de perder el conocimiento, pero el médico le dice que no trajeron a ninguna niña con él. Fermín intenta levantarse para buscar a la niña, pero el médico lo detiene y le administra una inyección para calmarlo. Antes de perder el conocimiento nuevamente, Fermín le pide al médico que pregunte por una niña llamada Alicia.

18

En este capítulo, Fermín es dado de alta del hospital y regresa al Raval en busca de Alicia. Recorre los cafés y comercios preguntando si alguien ha visto a la niña, pero nadie parece recordarla. A medida que avanza la tarde, Fermín recorre las Ramblas y se encuentra con escenas desoladoras de destrucción y muerte causadas por las bombas. A pesar de todo, Fermín no pierde la esperanza y continúa su búsqueda. Finalmente, exhausto, se sienta en los escalones de la iglesia de Belén y se encuentra con un guardia que ha perdido a su esposa e hijo en el bombardeo. Fermín le confiesa su desesperación y el guardia le dice que no pierda la esperanza, ya que el destino siempre puede dar una segunda oportunidad.

1

En este capítulo, se describe la habitación en la que se encuentra Elena, la esposa de Mauricio Valls. La habitación está en penumbra y los cortinajes están cerrados para evitar que entre la luz. La única fuente de luz proviene de un aplique de cobre en la pared. Elena está postrada en la cama, ya no puede sentarse en la silla de ruedas debido a su enfermedad. Su cuerpo está deformado y sufre constantemente. Valls se siente culpable por lo que le ha sucedido a su esposa. La enfermera le informa que Elena ha tenido un mal día, pero que la medicina pronto hará efecto y podrá descansar. Valls se sienta junto a la cama y habla con Elena, aunque ella apenas puede responder. Después de unos minutos, Valls se despide y abandona la habitación. Observa las ampollas de morfina y se despide de Elena con un beso en la frente. Luego, se arregla y sale de la habitación.

2

En este capítulo, se narra cómo Mauricio Valls, padre de Mercedes, le pregunta qué desea como regalo de cumpleaños. Mercedes le confiesa que su mayor deseo es asistir al baile de máscaras que se celebrará en su finca. Aunque Valls miente diciendo que lo consultará con su madre, Mercedes ya ha elegido el vestido que usará para el baile, un atuendo color vino que había sido confeccionado para su madre. Durante años, Mercedes ha tomado prestada la llave del vestidor de su madre para explorar y usar las prendas y joyas que allí se guardan. En la noche del baile, Mercedes se desliza por la pista de baile, sintiendo la admiración de los invitados. Sin embargo, su padre no aparece y Mercedes decide retirarse a su habitación a las nueve de la noche, como le había prometido a su padre. En el camino, escucha a dos colegas de su padre murmurando sobre cómo Valls ha comprado todo en la vida, incluyendo la noche en la que Mercedes es exhibida ante la sociedad. Antes de que Mercedes pueda responderles, la institutriz Irene la detiene y la acompaña. Irene le asegura que está hermosa y que el vestido ahora será siempre de Mercedes. Mercedes pregunta por su padre, pero Irene no lo ha visto en todo el día. Mientras caminan por el jardín, escuchan que el ministro de Gobernación, José María Altea, toma el podio y comienza a dirigirse a los invitados.

3

En este capítulo, Altea pronuncia un discurso en honor a Mauricio Valls y Echevarría, un hombre clave en el desarrollo de España. Altea elogia la trayectoria de Valls en el Movimiento y destaca su contribución en el campo de las Letras y las Artes. También menciona su labor al frente del Ministerio de Educación Nacional y su influencia en la cultura española. Al final del discurso, Altea lee una nota del Generalísimo Franco en la que se expresa gratitud y admiración hacia Valls. A pesar de la ausencia de Valls, el público aplaude y corea consignas en apoyo a Franco y España. La velada concluye con un vals y la partida de los asistentes.

4

En este capítulo, Valls escucha la ovación que cierra el discurso de Altea, su supuesto amigo y colega que ha estado intentando apuñalarlo por la espalda. Valls maldice a Altea y a su grupo de seguidores, a quienes llama "las flores envenenadas", ya que están ocupando puestos clave en la administración. Valls se da cuenta de que su cigarrillo está a punto de terminarse y su jefe de escolta, Vicente, le ofrece uno. Valls se sienta en la galería de los retratos, un pasillo en el tercer piso lleno de cuadros y esculturas, y recuerda los momentos en los que su hija Mercedes solía sentarse en sus rodillas y escuchar sus historias sobre arte. Sin embargo, ahora Mercedes es una mujer que él apenas reconoce y que está siendo codiciada y acechada por el mundo exterior. Valls termina su cigarrillo y se dirige hacia la escalinata sin mirar atrás, seguido por Vicente.

5

En este capítulo, Valls descubre que la puerta de su despacho está abierta y sospecha que alguien ha entrado. Vicente, su guardaespaldas, lo acompaña y encuentran el despacho vacío. Sin embargo, Valls encuentra un sobre en su escritorio que contiene un libro sin título y una nota que dice "Se te acaba el tiempo. Tienes una última oportunidad. En la entrada del laberinto". Valls se siente angustiado y toma un revólver, pero cuando su hija Mercedes entra al despacho, él lo guarda y finge estar bien. Mercedes nota que algo le preocupa a su padre, pero él no le revela la verdad. Valls le pide a Vicente que entre al despacho y Mercedes escucha su conversación, donde Valls menciona una lista y decide que es hora de enfrentar algo. Al final, Mercedes se siente angustiada y cree que su vida de cuento de hadas está llegando a su fin.

6

En este capítulo, Mercedes se despierta en una mañana fría y neblinosa en Villa Mercedes. Se da cuenta de que ha pasado la noche durmiendo vestida y abre la ventana para sentir el frío húmedo de la mañana. Observa cómo la niebla cubre el jardín y el cielo amenaza con una tormenta. Mercedes sale al pasillo y se da cuenta de que la casa está en silencio. Se dirige al dormitorio de su padre y descubre que la cama está sin deshacer y la taza de manzanilla sin tocar. Ve a dos figuras dirigiéndose hacia las cocheras y reconoce a su padre, quien la mira sin expresión. Mercedes siente pánico y corre hacia las cocheras, tropezando en su camino. Llega justo a tiempo para ver cómo su padre y Vicente se alejan en un coche. Corre tras ellos, ignorando el dolor en sus pies, pero el coche desaparece en la niebla. Una hora después, la doncella la encuentra sentada al borde de la piscina, con los pies en el agua y rodeada de máscaras flotantes. Mercedes es llevada de vuelta a la casa, donde comienza a nevar y un viento hostil agita los árboles. Mercedes comprende que la casa ha comenzado a morir.

KYRIE

1

En este capítulo, Alicia recibe la visita de dos emisarios de Leandro en el hotel Hispania. Joaquín Maura, el recepcionista del hotel, le avisa de su llegada y le da tiempo para escapar. Alicia espera pacientemente en su habitación mientras los hombres se acercan. El hotel Hispania es descrito como una ruina decadente, habitado por personas desfavorecidas. Alicia y Maura discuten sobre la atmósfera sombría del lugar y las historias de fantasmas que circulan entre los huéspedes. Maura menciona que el hotel es conocido como el "hotel de los suicidios" y que incluso se han encontrado cadáveres momificados en algunas habitaciones.

2

En este capítulo, Alicia se encuentra en su habitación cuando dos hombres de la Brigada entran y la inspeccionan. Uno de ellos se burla de los libros de Alicia y ella le responde con sarcasmo. Luego, el líder de los hombres le informa que la están esperando desde las diez y que debe levantarse. Alicia se niega a levantarse, ya que está de baja forzosa por órdenes de Leandro. El novato intenta intimidarla, pero su compañero lo detiene y deciden irse. Alicia se levanta de la silla y se dirige hacia un arnés en el baño. El novato intenta espiarla, pero Alicia lo descubre y lo ignora. Después de ajustarse el arnés, Alicia sale del baño y el líder le sugiere que se cambie de vestido. Alicia se niega y se dirige hacia el pasillo cojeando levemente. Minutos más tarde, están en un coche negro recorriendo las calles de Madrid bajo la lluvia. Alicia contempla el paisaje y reflexiona sobre la oscuridad que parece cubrir todo el país.

3

En este capítulo, Leandro y el narrador discuten sobre el nuevo operativo que se propone, Alicia Gris. El narrador muestra su sorpresa al enterarse de que Alicia es una mujer y menciona que algunos podrían cuestionar esa elección. Leandro explica que Alicia es huérfana de guerra y lleva doce años trabajando para él. A pesar de tener una herida de guerra, Alicia es una excelente operativa. El narrador expresa su preocupación por la falta de disciplina de Alicia, pero Leandro asegura que no habrá más errores. Luego, Leandro cuenta la historia del caso de las muñecas de Barcelona, en el que Alicia resolvió el misterio de los asesinatos de mujeres jóvenes. Alicia descubrió que un empleado de la funeraria municipal, llamado Quimet, asesinaba a las mujeres y las convertía en muñecas de cera. Finalmente, el narrador insiste en que uno de sus hombres supervise a Alicia en el operativo, y propone a Vargas como candidato.

4

En este capítulo, Alicia llega al Gran Hotel Palace en un Packard acompañada por dos agentes de la Social. A pesar de su dificultad para moverse debido a su cojera, Alicia trata de aparentar normalidad y se traga una píldora para el dolor antes de entrar al hotel. Una vez dentro, es escoltada por un grupo de conserjes y ayudas de cámara hacia el salón comedor, donde se encuentra Leandro Montalvo, su mentor. Alicia observa a dos hombres del ministerio armados en el fondo del salón. Leandro la invita a acercarse y le presenta a Manuel Gil de Partera, director del Cuerpo General de Policía. Alicia nota la mirada recelosa y codiciosa de Gil de Partera hacia ella. Durante la conversación, Gil de Partera habla sobre la caza y Alicia muestra interés, pero Leandro le da una patada por debajo de la mesa para advertirle. Gil de Partera le dice a Alicia que no le gusta y que desde ese momento ella responde ante él. Alicia baja la mirada y Leandro intenta calmar la situación. Gil de Partera le pide a Alicia que se coma una tostada y comienza a hablar sobre un asunto confidencial.

5

En este capítulo, Alicia y Leandro se reúnen con Gil de Partera, el director de la policía, para discutir el caso de la desaparición del ministro Mauricio Valls. Gil de Partera les informa que Valls ha estado recibiendo amenazas de muerte durante años y que recientemente ha desaparecido sin dejar rastro. También les revela que el principal sospechoso de enviar las amenazas, un hombre llamado Sebastián Salgado, fue liberado de prisión hace dos años con la ayuda de Valls. Salgado fue encontrado muerto en la estación de tren con signos de envenenamiento. Alicia y Leandro se ofrecen a ayudar en la investigación y se les asigna trabajar con Vargas, un veterano del Cuerpo. A pesar de su renuencia inicial, Alicia acepta ayudar a resolver el caso. Leandro le pide que se centre en los detalles que la policía podría pasar por alto y confíe en su instinto. Después de la reunión, Alicia y Leandro discuten sobre su futuro y Alicia revela su deseo de viajar y encontrar su lugar en el mundo. Leandro le entrega un sobre con información sobre el caso y le advierte que no tome pastillas para el dolor. Alicia se va, decidida a resolver el caso y enfrentar sus propios demonios.

6

En este capítulo, Alicia Gris sale del Palace y se encuentra con un hombre llamado Vargas, quien la espera en un Ford negro. Vargas es un policía y se dirigen juntos a la villa de Somosaguas. Durante el trayecto, Vargas observa a Alicia con curiosidad y le ofrece un cigarrillo, pero ella lo rechaza. Alicia examina un dosier que le dieron y descubre que contiene notas de los agentes, la declaración de la secretaria personal del ministro y extractos del expediente del guardaespaldas de Valls. Vargas le explica que irán a ver a Mariana Sedó, la secretaria personal de Valls, quien supuestamente llevaba el barco en el despacho del ministro. Alicia menciona el nombre de Hendaya y Vargas le advierte que es mejor no saber mucho sobre él. Continúan el viaje en silencio.

7

En este capítulo, Alicia y Vargas llegan a Villa Mercedes, la finca de Mauricio Valls. Son recibidos por un mozo y un guardia armado en la entrada. Mientras recorren la finca en coche, Alicia observa los jardines y una estación de tren en miniatura. Llegan a la casa principal, donde Vargas estaciona el coche en el garaje. Conocen a Luis, el encargado del garaje, y se dirigen hacia la casa. En el salón de lectura, son recibidos por Mariana Sedó, la secretaria personal de Valls. Mariana les cuenta que fue ella quien alertó de la desaparición de Valls y menciona las cartas anónimas que recibía. Alicia le pregunta por qué no mencionó en su declaración a la policía la reunión que Valls tenía programada con Pablo Cascos, el director comercial de Ariadna. Mariana dice que no le pareció relevante. Alicia también le pregunta si conocía a Sebastián Salgado, el principal sospechoso de enviar las cartas, y Mariana admite que sí. Alicia le pregunta si Valls le había pedido que guardara secretos, pero Mariana se niega a responder. Luego, Alicia le pregunta si sabía que Valls pensaba solicitar el indulto para Salgado, y Mariana confirma que sí. Alicia también le pregunta si Valls había solicitado otros indultos similares, pero Mariana niega saberlo. Finalmente, Alicia le pregunta sobre la reunión con Cascos y si era habitual que Valls se reuniera con empleados de sus negocios en la residencia. Mariana se muestra molesta y da por terminada la reunión. Vargas y Alicia exploran la finca y luego se dirigen al despacho de Valls en la torre. Mariana les entrega la llave y se va. Vargas y Alicia entran al despacho y comienzan a investigar.

8

En este capítulo, Alicia y Vargas entran en el despacho de Valls, que se asemeja a un camarote de un yate de lujo. Observan una biblioteca en espiral que rodea la sala y un mural con fotografías de una joven que muestra su vida en cien instantáneas. Alicia examina el escritorio y encuentra una caja vacía con la forma de un revólver. Luego, abre un cajón y descubre una colección de estuches que contienen una pluma estilográfica antigua y otros objetos de valor. Intentan abrir el último cajón, pero está cerrado. Vargas utiliza un abrecartas para forzarlo y encuentran que está vacío. Sin embargo, Alicia encuentra un libro adherido al fondo de la base del cajón. El libro, titulado "El Laberinto de los Espíritus VII: Ariadna y el Príncipe Escarlata", contiene ilustraciones que representan una Barcelona transformada en una pesadilla. Alicia se sumerge en las extrañas imágenes del libro y se da cuenta de que es un cuento para niños.

10

En este capítulo, Alicia sigue el sendero de piedra blanquecina que se adentra entre los sauces y llega a un pabellón de aire neoclásico. Entra y descubre una sala de baile abandonada, con un suelo de madera y lámparas de cuentas de cristal. Llama, pero no obtiene respuesta. Avanza y ve una vitrina con muñecas vestidas con finas galas. Una figura sentada en una silla se acerca y resulta ser Mercedes, la hija de Valls. Alicia le pregunta por su padre y Mercedes le cuenta que su padre no quiere ser encontrado. Alicia le propone ir a la ciudad juntas y Mercedes acepta. Alicia le hace preguntas sobre la noche del baile y Mercedes le cuenta que su padre estaba triste y hablaba con Vicente. Alicia le pregunta si escuchó algo y Mercedes menciona algo sobre una lista de números. Alicia le promete que encontrará a su padre y Mercedes le cuenta que una vez una mujer intentó raptarla en el colegio y fue asesinada por Vicente. Mercedes le promete a Alicia que estará bien y Alicia se despide, prometiéndole que volverá.

11

En este capítulo, Alicia y Vargas regresan a Madrid en silencio y bajo la lluvia. Vargas intenta entablar conversación con Alicia, pero ella se muestra distante. Vargas le pregunta sobre lo que sucedió en la casita del jardín, pero Alicia no responde. Durante el viaje, Alicia comienza a sentirse mal y pide a Vargas que pare en un restaurante de carretera. Vargas la ayuda a salir del coche y la acompaña al baño. Mientras está sola en el baño, Alicia se inyecta algo en el muslo. Después de unos minutos, sale del baño y se sienta con Vargas en la mesa. Vargas muestra preocupación por su estado, pero Alicia finge estar bien. Comen en silencio y Alicia le cuenta a Vargas sobre una cicatriz que tiene en la cadera debido a los bombardeos durante la guerra. Vargas también le muestra una cicatriz en el pecho. Después de comer, Vargas le propone un plan para la tarde, pero Alicia le dice que tiene otros planes y que visitará a un viejo amigo. Acuerdan encontrarse más tarde en el Café Gijón para compartir información. Vargas la deja en Recoletos y se despiden.

12

En este capítulo, Alicia Gris llega a Madrid y decide buscar un refugio en medio del absurdo del mundo. Encuentra un palacio que cree que es un museo y se refugia allí durante un aguacero. Conoce al director de la Biblioteca Nacional, Bermeo Pumares, quien la informa sobre la importancia de la biblioteca y le concede una membresía. Alicia se convierte en lectora de la biblioteca y pasa muchas tardes en el gran salón de lectura. Pumares la invita a una sección cerrada al público donde se encuentran las piezas más valiosas de la biblioteca. Pumares revela que ha sido cesado de su cargo y se despide de Alicia. Le entrega un carnet de investigadora y le revela la existencia de una puerta que lleva a los sótanos de la biblioteca, donde se encuentran millones de libros y posiblemente un vampiro. Pumares se despide de Alicia y ella decide explorar los secretos de los sótanos de la biblioteca.

13

En este capítulo, Alicia Gris se adentra en los sótanos de la Biblioteca Nacional en busca del supuesto vampiro y su leyenda. Sin embargo, solo encuentra una ciudad subterránea llena de libros. En su segunda visita, encuentra una nota de Virgilio, el bibliotecario, quien le agradece la linterna y le pregunta si nunca se cambia de chaqueta. Alicia vuelve al día siguiente con otra linterna y se sienta a leer junto a una colección de novelas de las hermanas Brontë. Después de comer, Alicia es despertada por pasos y se encuentra con Virgilio, quien le confirma que no es un vampiro. Alicia le menciona que Bermeo Pumares le habló de él y Virgilio acepta ayudarla si llega el momento. Alicia visita a Virgilio regularmente y se convierte en su única amiga en la ciudad. A veces, van juntos al cine y Alicia le cuenta la historia de cómo un desconocido la salvó durante la guerra. En otra visita, Alicia le muestra un libro que encontró en el escritorio de Valls y Virgilio se emociona al verlo, ya que es una pieza de coleccionista prohibida.

14

En este capítulo, Virgilio le cuenta a Alicia sobre los libros de la serie "El Laberinto de los Espíritus" escritos por Víctor Mataix. Virgilio menciona que Mataix era un ilustrador de libros infantiles y que se rumoreaba que era hijo ilegítimo de un industrial barcelonés. La serie de libros se desarrolla en una Barcelona infernal y siniestra, y la protagonista es Ariadna, inspirada en la hija de Mataix. Virgilio también menciona que se cree que Mataix estaba escribiendo el noveno y último libro de la serie antes de desaparecer. Alicia le pregunta a Virgilio si sería posible encontrar más libros de la serie, pero él dice que es muy difícil. Virgilio le cuenta a Alicia sobre su encuentro con Pablo Cascos Buendía, un antiguo prometido de Beatriz Aguilar, quien está relacionado con los Sempere y el misterioso David Martín. Vargas también le revela a Alicia que las cartas amenazantes a Valls fueron escritas por alguien zurdo, lo que descarta a Sebastián Salgado, quien perdió la mano izquierda en prisión. Alicia, de repente, se pone pálida y se va sin decir nada, dejando a Vargas desconcertado.

15

En este capítulo, Alicia sale a la calle y su dolor empeora. Trata de disimularlo mientras camina hacia el Hispania, pero tiene que detenerse debido a un espasmo intenso. Un taxista la lleva al hotel y el recepcionista, Maura, la ayuda a llegar a su habitación. Alicia le asegura que tiene la medicina que necesita y Maura se preocupa por su aspecto. Alicia recorre el oscuro pasillo hasta su habitación, sintiendo la presencia de alguien más. Al entrar, encuentra a Leandro, su mentor, sentado en la butaca. Alicia se deja caer exhausta en la cama y Leandro le pregunta si quiere que le prepare algo. Alicia se niega y Leandro le examina la cadera, descubriendo que necesita más medicina. Prepara una inyección y Alicia se ladea para recibirla. Después del doloroso proceso, Leandro la acomoda en la cama y Alicia se pregunta qué hora es antes de quedarse dormida.

16

En este capítulo, Alicia despierta en su habitación y encuentra a Leandro leyendo un libro de Víctor Mataix. Leandro le pregunta si se siente mejor y Alicia confirma que sí. Aunque todavía siente dolor, Leandro le ofrece un vaso de líquido para beber. Alicia pregunta qué es y Leandro le dice que se lo beba. Después de beberlo, Alicia le comenta a Leandro que encontró el libro oculto en el escritorio del despacho de Valls y que no descarta que pueda tener alguna relación con su asunto. Leandro aprueba su actitud y le pregunta sobre su nuevo compañero, Vargas. Alicia responde que parece eficiente pero no está segura si puede confiar en él. Leandro le pregunta si siguen en guerra y Alicia niega. Luego, Alicia resume los acontecimientos del día a Leandro y él se queda en silencio, meditando. Después de un rato, Leandro le comenta a Alicia que sería mejor que nadie más supiera que tiene el libro y le pide que convenza a Vargas de no decir nada a sus superiores. Alicia asegura que puede hacerlo al menos durante unos días. Leandro sugiere que Alicia vaya a ver al doctor Vallejo, pero ella se niega. Leandro toma el libro y lo hojea, diciendo que parece hecho a medida para Alicia. Finalmente, Leandro le advierte a Alicia que no haga tonterías y se va de la habitación.

17

En este capítulo, Alicia se encuentra en su apartamento después de que Leandro se haya ido. Se toma un largo baño y luego se acuesta en la cama con un dosier y una carpeta de cartas que le entregó Gil de Partera. Alicia comienza revisando el dosier y se da cuenta de que la versión oficial de la policía sobre el supuesto atentado contra el ministro Valls es inconsistente y extravagante. Luego, pasa a examinar las cartas, que son una docena en total. Las cartas están escritas en una caligrafía irregular y mencionan repetidamente "la verdad", "los hijos de la muerte" y "la entrada del laberinto". Alicia recuerda una conversación con Leandro en la que él le dijo que las respuestas a menudo se encuentran en el pasado. Después de leer las cartas, Alicia se da cuenta de que ha tomado prestada una imagen del libro encontrado en el despacho de Valls, que habla de sangre brotando de las alcantarillas e inundando las calles. Alicia deja caer las cartas y se siente fría por dentro. Luego, rompe los frascos de medicamentos que Leandro le dejó y murmura su odio hacia él. Poco después, recibe una llamada de Leandro informándole que el coche de Valls ha sido encontrado en Barcelona sin rastro del ministro ni de su guardaespaldas. Alicia decide ir a Barcelona y Leandro se preocupa por su seguridad. Alicia planea quedarse en el piso de Aviñón y promete llamar a Leandro todos los días. El capítulo termina con Alicia colgando el teléfono y preparándose para ir a Barcelona.

18

En este capítulo, Alicia decide regresar a Barcelona en su último servicio para Leandro. Aunque Leandro no está de acuerdo con su decisión, Alicia se dirige a la estación de Atocha para tomar el tren. Antes de partir, Alicia se refugia en la lectura de un libro que encontró en el despacho de Valls. Se sumerge en la historia de Ariadna y se deja llevar por las imágenes y la música de las palabras. Después de leer durante dos horas, Alicia cierra el libro y se prepara para abandonar el hotel. Se despide de Maura, el conserje, y le deja sus libros y ropa. Luego, Alicia se dirige a la estación y se encuentra con Leandro, quien le ha reservado un compartimento en primera clase. Antes de partir, Leandro le da instrucciones a Alicia para que lo llame todos los días. Alicia sube al tren y mientras se aleja de Madrid, ve a Vargas corriendo para alcanzar el tren, pero ella lo ignora. Alicia se deja llevar por el sueño mientras el tren se dirige hacia Barcelona.

LA CIUDAD DE LOS ESPEJOS

1

En este capítulo, el protagonista, Valls, despierta en una celda oscura y fría. Se da cuenta de que le faltan dos dedos de la mano derecha y siente un intenso dolor en ella. Recuerda cómo llegó a esta situación: había ido a una villa en Vallvidrera, acompañado de su guardaespaldas Vicente, con la intención de acabar con algo. Sin embargo, son emboscados y Vicente es asesinado. Valls es arrastrado fuera del coche y llevado a la celda en la que se encuentra ahora. En la celda, Valls sufre el dolor y la oscuridad, y se encuentra con el cuerpo sin vida de Vicente. Desesperado, Valls suplica agua a su carcelero, pero este solo le arroja orina. Finalmente, Valls se refugia en sus pensamientos sobre su hija Mercedes y se deja llevar por el frío y el dolor, esperando la muerte.

2

En este capítulo, Fermín Romero de Torres se despierta en medio de la noche con una sensación de ansiedad y descubre que apenas ha podido dormir. Su esposa, Bernarda, le revela que está embarazada, lo cual lo llena de alegría pero también de preocupación debido a la pérdida de su primer hijo. Fermín decide salir de casa en busca de caramelos para distraerse y se encuentra con Diego el Ciego, un vendedor ambulante en la estación de tren. Después de comprar los caramelos, Fermín decide quedarse en la estación y observar a los pasajeros que llegan en un tren. En ese momento, ve a una mujer que le recuerda a alguien del pasado y siente una conexión con ella. Sin embargo, la mujer se va y Fermín se queda con la incertidumbre de si era realmente alguien conocido. Regresa a casa con la esperanza de resolver el misterio y descubrir si la mujer era Alicia, la niña que no pudo salvar durante la guerra.

3

En este capítulo, Alicia regresa a Barcelona después de veinte años de ausencia. Mientras se dirige a su antigua casa, se encuentra con Jesusa, la portera, quien la recibe con alegría y emoción. Alicia recuerda cómo Fernandito, el sobrino de Jesusa, le había declarado su amor antes de que ella se fuera de la ciudad. Al llegar a su antigua morada, Alicia se sorprende al encontrarla limpia y ordenada. Desempaca su maleta y descubre un revólver que Leandro, su mentor, le había regalado. Alicia esconde el arma en una Biblia hueca y la guarda en la estantería. Luego, se acuesta en su cama y tiene un sueño en el que se encuentra en una ciudadela hecha de libros y arquitectura imposible. Al despertar, Alicia se da cuenta de que su cuerpo es solo una muñeca rota y es arrojada a una pila de otras muñecas similares.

4

En este capítulo, Alicia se despierta en Barcelona y se da cuenta de que este será su primer y último día de libertad. Decide visitar la librería de Gustavo Barceló y se viste adecuadamente para la ocasión. Después de ducharse, se pone una toalla y enciende la radio para escuchar música. Luego se viste con medias de costura, zapatos de tacón y un vestido negro. Se maquilla y se pone un abrigo rojo. Baja al Gran Café para desayunar y es recibida por Miquel, el camarero veterano. Alicia disfruta de su desayuno mientras lee el periódico. Después de terminar, se acerca a la barra y Miquel le pregunta si quiere ponerlo en su cuenta. Alicia le responde que volverá al día siguiente y le dice que está vestida elegante porque va a visitar una librería.

5

En este capítulo, Alicia visita la librería de Gustavo Barceló en Barcelona. Al entrar, es atendida por un dependiente llamado Benito. Alicia le pide hablar con Gustavo Barceló, pero Benito le informa que no se encuentra en ese momento. Alicia le explica que necesita hablar con él sobre la venta de un libro de Víctor Mataix, y Benito se muestra sorprendido por el nombre. Después de hacer una llamada telefónica, Benito confirma que Gustavo Barceló está dispuesto a reunirse con Alicia esa tarde en el Círculo Ecuestre. Antes de irse, Alicia pregunta a Benito si alguien más ha preguntado por libros de Mataix, y él menciona a un hombre de Madrid con una cicatriz en la mejilla. Alicia le agradece la información y se marcha, dejando a Benito con una sonrisa en el rostro.

6

En este capítulo, Alicia continúa su paseo por el Barrio Gótico de Barcelona, pensando en la extraña desaparición de Ricardo Lomana. Alicia no se sorprende al encontrar pistas sobre Lomana, ya que en el pasado solían seguir la misma pista. Sin embargo, esta vez es diferente, ya que Lomana había estado investigando los libros de Víctor Mataix, lo cual confirma el instinto de Alicia. Aunque sabe que tarde o temprano se encontrará con Lomana y que sus encuentros no suelen terminar bien.

Alicia recuerda su último encuentro con Lomana, donde él la amenazó y prometió vengarse de ella. Después de ese incidente, Alicia decide apartar a Lomana de sus pensamientos y disfrutar de su paseo por Barcelona. Mientras descansa en un café, Alicia observa el escaparate de la librería Sempere e hijos y ve a Daniel Sempere, el hijo de su amigo fallecido, entrar en la librería. Alicia reconoce a Beatriz, la esposa de Daniel, y siente cierta malicia al verlos juntos.

Alicia invita al camarero del café, Marcelino, a sentarse con ella y le pregunta si hay una salida trasera en el bar. Le explica que alguien la está siguiendo y prefiere utilizar una salida más discreta. Marcelino le ofrece su ayuda y Alicia hace una llamada telefónica a Vargas, su compañero en la policía. Alicia le pide a Vargas que averigüe qué estaba haciendo Ricardo Lomana antes de desaparecer. Vargas acepta y le informa que estará en Barcelona al día siguiente para desayunar juntos y compartir la información que encuentre sobre Lomana. Alicia promete comportarse y no meterse en problemas hasta que Vargas llegue.

7

En este capítulo, Marcelino observa a Alicia desde lejos mientras busca a su perseguidor. Alicia le hace una señal y le dice que hará una llamada más. Llama a la suite y Leandro responde de inmediato. Alicia le dice que iba a llamarlo y él le reprocha que lo evite. Alicia le pregunta si ha enviado a alguien para seguirla y Leandro le asegura que no. Alicia le cuenta que alguien la está siguiendo y Leandro le ofrece deshacerse de él, pero Alicia rechaza la oferta. Alicia le cuenta que tiene una cita con un librero llamado Gustavo Barceló para obtener información sobre Víctor Mataix. Leandro cuelga y Alicia se despide de Marcelino. Luego, Alicia y Marcelino salen por una puerta trasera y caminan por las calles de Barcelona. Alicia ve a un hombre sospechoso fumando cerca de un portal y se acerca a él. Le hace una señal y el hombre se asusta. Alicia le pregunta su nombre y él responde que se llama Rovira. Alicia le explica que trabajarán juntos y le pide que la siga sin que ella se dé cuenta. Rovira duda, pero Alicia lo convence diciéndole que es capaz. Alicia le da una cajetilla de cigarros y le dice que lo necesitará. Luego, Alicia le pregunta por qué lo eligieron a él para seguirla y Rovira responde que nadie más quería el trabajo porque dicen que ella trae mala suerte. Alicia le dice que a partir de ahora le dirá qué decir cuando le pregunten sobre ella. Rovira duda, pero Alicia lo amenaza con contarle a su suegro que lo encontró masturbándose en un colegio. Rovira acepta y Alicia le dice que al día siguiente le dirá su plan.

8

En este capítulo, Alicia llega al palacio modernista conocido como Casa Pérez Samanillo, que ahora es la sede del Círculo Ecuestre de Barcelona. Es recibida por el señor Gustavo Barceló, decano honorario del gremio de libreros de Barcelona. Alicia le entrega el libro "Ariadna y el Príncipe Escarlata" y Barceló muestra gran entusiasmo al verlo. Sin embargo, le hace una pregunta inesperada: ¿realmente quiere vender este libro? Alicia se sorprende y Barceló le explica que alguien más ha estado buscando libros de Víctor Mataix, el autor de la serie "El Laberinto de los Espíritus". Barceló le da las señas del abogado que representa al coleccionista que ha estado comprando todos los ejemplares de los libros de Mataix, excepto el suyo. Alicia le pregunta por más información sobre Mataix y Barceló le sugiere que hable con Sergio Vilajuana, un periodista y escritor que conoció a Mataix. Alicia agradece a Barceló y le pide que guarde en secreto su conversación. Luego, se despide y se va. Barceló la observa alejarse y se sumerge en sus pensamientos.

9

En este capítulo, Alicia regresa a casa después de dejar a Barceló. Mientras camina por la Rambla de Cataluña, recuerda su pasado como ladrona y los días en los que robaba en las tiendas. Luego, recuerda el día en que fue arrestada y encerrada en un sótano oscuro y húmedo. Allí, es visitada por un hombre llamado Leandro, quien le ofrece trabajar para él. Leandro le informa que Baltasar Ruano, su antiguo jefe, ha sido arrestado y que Alicia tiene la oportunidad de comenzar una nueva vida. Después de pensarlo, Alicia decide aceptar la oferta de Leandro y trabajar con él. Leandro la libera de las esposas y le ofrece un lugar para vivir y un sueldo. Alicia acepta y se va con Leandro. Mientras camina por la calle, Alicia siente que alguien la sigue, pero decide refugiarse en una confitería. Después de tomar una pastilla que Leandro le dio, Alicia se siente somnolienta y toma un taxi de regreso a su casa. Una vez en casa, toma más pastillas y se acuesta en la cama, cerrando los ojos.

10

En este capítulo, Alicia tiene un sueño en el que un extraño sin rostro se acerca a ella en su habitación. El extraño le toca el vientre y busca una cicatriz en su cadera. Después de despertar, Alicia encuentra su cuerpo desnudo en la cama y las sábanas en el suelo. Se envuelve en una sábana y busca su ropa, pero descubre que ha desaparecido. En el comedor, encuentra su ropa cuidadosamente colocada en la mesa. También descubre que su Biblia, que solía contener un arma, ha sido vaciada. Alicia pasa la noche en el sofá, sosteniendo el arma y escuchando los ruidos del edificio. Al amanecer, se da cuenta de que ha pasado poco tiempo desde que llegó a Barcelona.

11

En este capítulo, Alicia se encuentra con Vargas en el Gran Café. Vargas está esperando a Alicia en la misma mesa donde ella estuvo la mañana anterior. Alicia le pide a Miquel, el camarero, que le sirva su desayuno habitual. Vargas le pregunta cómo fue su viaje y ella responde que fue largo. Vargas se sorprende de que Alicia no lo reciba de manera hostil y le pregunta si ha pasado algo. Alicia le cuenta cómo pasó la noche anterior esperando a que la puerta de su apartamento se abriera, sosteniendo un revólver. Vargas se muestra confundido y preocupado por la historia de Alicia. Luego, Alicia le dice a Vargas que puede quedarse en una buhardilla que Miquel le ofreció, pero Vargas le dice que prefiere quedarse en su sofá. Alicia le informa a Vargas que tiene un arma y él le pregunta si sabe cómo usarla. Después, Vargas le cuenta a Alicia que en Gobernación no saben nada sobre Lomana y que en el Cuerpo le dijeron que Lomana dejó de reportar a Gil de Partera y desapareció. Alicia le dice a Vargas que no tiene ninguna relación con Lomana. Vargas sospecha que Lomana pudo haber entrado en su casa para robar el libro y le pregunta a Alicia si lo cree. Alicia le pregunta a Vargas su edad y él le responde que probablemente es el doble que ella. Alicia le dice a Vargas que no se haga ilusiones de ser su padre. Luego, Alicia le propone a Vargas reunirse con Rovira y luego visitar a un abogado llamado Fernando Brians. Vargas acepta a regañadientes y sugiere que deberían investigar el coche que Valls usó para salir de Madrid. Alicia considera que es una pérdida de tiempo, pero accede a ver el coche de Valls.

12

En este capítulo, Rovira espera en la calle, temblando y con un aspecto desesperado. Vargas lo reconoce y se acerca junto a Alicia. Rovira se muestra sorprendido de que Alicia no esté sola y Vargas le advierte que solo debe hablarle a ella cuando ella le pregunte. Alicia le informa a Rovira que hoy será su día de suerte y que irá al cine a ver películas de la mona Chita. Sin embargo, Rovira le pide a Alicia que lo deje seguirla de lejos, ya que si lo atrapan en la comisaría, lo castigarán. Vargas, con cierta simpatía, le propone a Rovira que lo siga a una distancia de 250 metros y le advierte que si se acerca más, tendrán una conversación cuerpo a cuerpo. Rovira acepta y se va rápidamente. Vargas y Alicia entran al café y Vargas llama a su amigo Linares para obtener permiso para ver el coche utilizado por Mauricio Valls. Después de una conversación amistosa, Vargas logra el permiso. Luego, Vargas y Alicia toman un taxi y se dirigen hacia Vía Layetana. Durante el trayecto, Vargas reflexiona sobre las fachadas monumentales de la ciudad y el taxista escucha una tertulia deportiva en la radio.

13

En este capítulo, se describe el Museo de las Lágrimas, un antiguo pabellón que ahora funciona como almacén y catacumba de la Jefatura Superior de Policía de Barcelona. El edificio es una reliquia de la Gran Exposición Universal de 1888 y alberga décadas de sumarios, pruebas, objetos confiscados y armas. También contiene una macabra colección de cadáveres disecados y una galería de frascos con animales flotando en formol. El Museo de las Lágrimas es conocido por su reputación y por la oscuridad que lo rodea. El protagonista, Juan Manuel Vargas, llega al museo acompañado de su sobrina Margarita y se encuentra con Florencio, el vigilante del lugar. Florencio los guía por las diferentes secciones del museo, donde encuentran una gran variedad de objetos curiosos. Finalmente, examinan un automóvil que ha sido encontrado en la carretera de las Aguas y descubren indicios de un incidente violento. Florencio les proporciona el informe pericial y les sugiere que el incidente pudo haber ocurrido en un recinto ajardinado o en el patio de una vivienda particular. Vargas solicita una copia del informe y Florencio les ayuda a llamar un taxi.

14

En este capítulo, Vargas y Alicia están en el coche camino a Casa Leopoldo. Vargas está de mal humor y Alicia intenta animarlo mostrándole el cuaderno de notas que encontró en el coche de Valls. Vargas se muestra escéptico, pero Alicia encuentra unas páginas arrancadas con secuencias de números consecutivos. Vargas se emociona y deciden ir al Museo de las Lágrimas para investigar más. Después, van a Casa Leopoldo a comer y Alicia pide mucha comida. Durante la comida, Alicia le pregunta a Vargas qué le ha contado Leandro sobre ella y él menciona que es huérfana y tiene problemas para establecer lazos afectivos. Alicia se muestra sorprendida y Vargas le dice que Leandro piensa que ella no se quiere a sí misma. Luego, Alicia le pregunta a Vargas si tiene esposa e hijos y él responde que no. La comida continúa en silencio y Alicia opina que Leandro es cruel.

15

En este capítulo, Valls despierta en la oscuridad y se da cuenta de que el cuerpo de Vicente ya no está allí. Martín se lo ha llevado mientras dormía. Valls se da cuenta de que está encerrado con un cadáver y se siente atrapado. Encuentra una pila de ropa vieja y un cubo de agua, que bebe para saciar su sed. Se cambia de ropa y nota que su mano derecha está adormecida y tiene una mancha negra que se extiende hacia su muñeca. Escucha una voz en la oscuridad que le dice que es gangrena y que podría perder la mano o incluso la vida. Valls le pide ayuda y está dispuesto a darle lo que quiera. El carcelero le dice que ha estado allí poco tiempo y que pronto recordará. El carcelero se va, dejando a Valls un paquete que contiene una sierra de ebanistería.

16

En este capítulo, Barcelona es descrita como una ciudad llena de laberintos y callejones oscuros, especialmente en el distrito del Raval. Después de una comida copiosa, Vargas tiene hipo y Alicia se burla de él. Una mujer atractiva les ofrece servicios en un portal, pero Vargas rechaza la oferta y continúan caminando. Vargas comenta que el barrio es una calamidad social y Alicia sugiere dejarlo solo para resolver su hipo. Vargas pide una lupa y Alicia le pregunta si tiene fe en los números. Vargas le dice que hay muchas cosas que ella no sabe y Alicia le responde que aprende algo nuevo cada día. Alicia le da un beso en la mejilla, pero Vargas le pide que no lo haga y continúa caminando. Alicia nota que la mujer del portal las observa y sonríe amargamente.

17

En este capítulo, Alicia y Vargas caminan por las calles de Barcelona en busca de una lupa. Llegan a un museo de taxidermia llamado "Museo Vda. de L. Soler Pujol" y quedan impresionados por la colección de animales disecados que contiene. Matías, uno de los técnicos del museo, los recibe y les ayuda a descifrar el texto en relieve de una página de cuaderno que Alicia lleva consigo. Descubren que son números de serie correlacionados. Matías comenta que incluso Salvador Dalí visitó el museo y les cuenta una anécdota sobre él. Después de terminar su tarea, Alicia y Vargas se despiden de Matías, quien muestra cierta tristeza al ver a Alicia. Al salir del museo, Serafina, la esposa de Matías, le advierte a Vargas que no vuelva a traer a Alicia. Vargas acompaña a Alicia a su casa, donde ella sufre un intenso dolor en la cadera. Vargas la ayuda a entrar y la cuida hasta que se queda dormida. Luego, él se retira al comedor y reflexiona sobre Alicia, sintiendo miedo pero también compasión por ella.

18

En este capítulo, Vargas despierta en medio de la noche y encuentra a Alicia sentada a su lado, observándolo. Tienen una breve conversación sobre el ronquido de Vargas y la comodidad del sofá. Alicia le sugiere que se vaya a descansar y que ella llamará a Leandro. Vargas se va a su casa a ducharse y cambiar de ropa. Alicia llama a Leandro y hablan sobre su estado de salud y la presencia de Vargas. Leandro menciona que Vargas perdió a su esposa e hija en un accidente de tráfico y que ha pasado por momentos difíciles. Alicia se preocupa por la historia de Vargas y Leandro le pide que tenga cuidado con él. Luego, Alicia resume los acontecimientos recientes y menciona la desaparición del libro de Víctor Mataix. Leandro le informa que no hay noticias relevantes de la investigación oficial y que algunos no están contentos con su participación en el caso. Leandro le recomienda que sea prudente con Vargas y que se mantenga leal. Terminan la conversación y Alicia se queda pensativa.

19

En este capítulo, Valls se encuentra en un estado de deterioro físico y mental extremo. Su mano está gangrenada y su cuerpo se está pudriendo lentamente. A pesar de su sufrimiento, Valls ha intentado usar una sierra para cortar sus dedos, pero ya no siente nada más que náuseas. A veces, su carcelero viene a visitarlo, pero nunca responde a sus súplicas de ayuda. Valls se da cuenta de que algo ha salido mal y cree que David Martín es el responsable de su situación. En un momento dado, Valls pierde el conocimiento y despierta creyendo que está en el castillo de Montjuic en 1942. Descubre que una mano muerta está unida a su brazo y entra en pánico. Intenta deshacerse de la mano golpeándola contra la pared y luego intenta cortarla con una sierra. A pesar del dolor, Valls continúa cortando hasta que finalmente se desmaya. Cuando despierta, su carcelero lo sumerge en un cubo de brea ardiente y le inyecta un líquido que lo hace entrar en un sueño profundo y sin conciencia.

20

En este capítulo, Alicia se despierta en medio de la noche debido al viento que silba y hace vibrar los cristales. Se da cuenta de que la casa está sumida en la oscuridad y escucha pasos y ruidos en el comedor. Asustada, toma un revólver y sale a investigar, pero no encuentra a nadie. Encuentra velas y cerillas en un cajón y se ilumina con una vela mientras recorre la casa. Después de asegurarse de que no hay nadie, coloca una silla en la puerta de entrada para mayor seguridad. Luego, decide leer un libro en el baño para pasar el tiempo y se sumerge en la bañera. Durante su baño, cree escuchar pasos y voces, pero no encuentra a nadie cuando sale del baño. Después de vestirse y arreglarse, Alicia se dirige al Gran Café donde se encuentra con Vargas. Hablan sobre el plan para el día y deciden visitar al abogado Brians. Alicia propone hacerse pasar por una joven heredera que quiere vender un libro raro. Mientras caminan hacia el abogado, Alicia nota que Rovira los sigue y le pide a Vargas que lo deje estar. Continúan su camino y Vargas expresa su desconfianza hacia Rovira.

21

En este capítulo, Alicia y Vargas llegan al despacho del abogado Brians, ubicado en un edificio antiguo y en mal estado. El mesonero del bar de abajo les informa que el despacho está en el ático, pero que están de mudanza. A pesar de la apariencia descuidada del lugar, deciden esperar en el despacho mientras Brians llega. La secretaria del abogado, Puri, los guía a través de un desordenado pasillo hasta una sala llena de cajas y muebles. Mientras esperan, Puri les ofrece magdalenas y café. Durante la conversación, descubren que el abogado representa a un coleccionista interesado en adquirir libros de Víctor Mataix, pero Brians no puede proporcionarles información sobre el cliente debido a la confidencialidad. Alicia y Vargas se dan cuenta de que Brians no conoce personalmente a su cliente y solo se comunican por correspondencia. Finalmente, Brians les sugiere que busquen a un librero para vender los libros. Después de la reunión, Alicia y Vargas deciden esperar a que Brians tome alguna acción. Alicia arranca una etiqueta de una caja en el portal del edificio y luego entra en el bar cercano, seguida por Vargas. Mientras esperan, Brians pasa rápidamente por el bar. Alicia y Vargas abandonan el lugar sin decir nada después de verlo.

22

En este capítulo, Vargas y Alicia siguen al abogado Brians por las calles de Barcelona. Alicia demuestra ser una experta en seguir a personas sin ser detectada, gracias a su conocimiento de la ciudad. Finalmente, Brians se dirige al metro y entra en la Avenida de la Luz, una calle subterránea llena de tiendas y cafés oscuros. Vargas y Alicia lo siguen hasta que Brians entra en un cine llamado Avenida de la Luz. Allí, un extraño se sienta detrás de Brians y este le entrega un papel. Después de la película, el extraño se va y Vargas y Alicia deciden seguir a Brians. Sin embargo, Alicia se lastima la pierna y Vargas la deja descansar mientras él sigue a Brians. Vargas pierde de vista a Brians en medio del tráfico, pero logra ver al extraño subirse a un Mercedes negro. Vargas regresa con Alicia y le cuenta lo sucedido.

23

En este capítulo, Alicia y Vargas se refugian en un bar y discuten sobre el individuo de la máscara. Vargas decide hacer algunas llamadas para investigar más sobre el coche sospechoso. Mientras tanto, Alicia pide otra copa y espera a que Vargas regrese con noticias. Vargas finalmente regresa con información sobre el coche, que pertenece a una empresa llamada Metrobarna. Deciden ir a la oficina central de Metrobarna en Paseo de Gracia. Antes de irse, Alicia se despide de Vargas y decide hacer algo por su cuenta. Llegan a las oficinas de Metrobarna, que están ubicadas en un edificio monumental llamado Casa Rocamora. Vargas observa un retrato del fundador de la compañía, don Miguel Ángel Ubach, y nota la presencia de Valls en una foto de caza. Vargas se encuentra con el director de Metrobarna, Ignacio Sanchís, y le pregunta sobre el coche y el chófer Valentín Morgado. Sanchís confirma que el coche y el chófer pertenecen a la compañía y que Valentín está casado con la hija de don Miguel Ángel Ubach. Vargas le pide a Sanchís que le avise a Valentín que se ponga en contacto con él. Antes de irse, Vargas admira la biblioteca de Sanchís y menciona su interés por los libros raros. Sanchís niega conocer al autor Víctor Mataix. Finalmente, Vargas se despide de Sanchís y se va.

24

En este capítulo, Vargas se encuentra con el pintor Dalmau, quien le muestra una acuarela y se la vende por diez duros y la voluntad. Vargas le paga con un billete de cien pesetas y le pregunta sobre Ignacio Sanchís, un banquero que también compra sus cuadros. Dalmau le cuenta que Sanchís es generoso y que ha sido cliente suyo durante varios años. Vargas le pregunta sobre otro policía que estuvo en su oficina hace unas semanas, pero Dalmau no sabe mucho sobre él. Después de una breve conversación, Dalmau se marcha y Vargas recoge el dinero que le había dado y se va en dirección contraria con el cuadro bajo el brazo.

Mientras tanto, Ignacio Sanchís observa a Vargas desde la ventana de la sala de juntas y luego se dirige a la recepción. Le dice a su secretaria que estará fuera unos minutos y baja a la calle. Se acerca a un café y pide un cortado. Mientras espera, utiliza un teléfono público para llamar a Brians y le informa sobre la visita de Vargas. Brians le cuenta que Vargas y una chica estuvieron en su despacho esa mañana y que han seguido a Morgado, el abogado de Sanchís. Sanchís le ordena a Brians que no se encuentre con Morgado y que no haga ninguna llamada hasta nuevo aviso. Le sugiere que desaparezca de la ciudad por un tiempo. Sanchís cuelga el teléfono y sale del café sin tomar su cortado.

25

En este capítulo, Mauricio Valls despierta en una celda desnudo y envuelto en una manta. Descubre que tiene un muñón cauterizado en lugar de una mano. Poco a poco, recuerda su pasado y se pregunta por qué no lo dejaron morir. Una mujer que él había confundido con un ángel le dice que David Martín lo espera en el infierno. Valls no cree en el infierno, pero la mujer le dice que pronto creerá. Antes de irse, la mujer le deja ropa limpia y un libro titulado "El Laberinto de los Espíritus III: Ariadna y el Teatro de las Sombras". Valls examina el libro y se detiene en una ilustración de una niña llamada Ariadna. Siente que tal vez el infierno sí existe.

26

En este capítulo, Alicia pasea por las calles de la ciudad mientras reflexiona sobre una escena que leyó en el libro "Ariadna y el Príncipe Escarlata". En la escena, Ariadna se encuentra con un vendedor ambulante de máscaras en la puerta de la ciudad de los muertos. El vendedor le explica que las máscaras están hechas con almas malditas y pueden ayudar a burlar al destino. Alicia recuerda estas palabras mientras entra en la librería Sempere e hijos. Allí, conoce a Beatriz, la dueña de la librería, y a su hijo Julián. Alicia se siente atraída por Julián y entabla una conversación con Beatriz. Alicia decide comprar varios libros y Bea le ofrece un descuento, pero Alicia prefiere pagar el precio completo. Después de despedirse, Alicia sale de la librería y se encuentra con Daniel, el esposo de Beatriz. Bea se siente molesta por la actitud de Daniel y piensa que todos los hombres son iguales.

27

En este capítulo, Alicia se dirige a la esquina con Puerta del Ángel y se detiene frente a un escaparate de Casa Jorba para secarse las lágrimas. Luego, decide recorrer su ruta favorita de hace años, pasando por la catedral y el barrio judío del Call. En el corazón de la Barcelona antigua, Alicia desea que el tiempo discurra en círculos y poder volver a un tiempo oculto. Recuerda su infancia y cómo solía ir a la librería con sus padres. Se imagina confrontando a Beatriz y sintiendo resentimiento hacia ella. En el cruce de Aviñón y la calle Fernando, se encuentra con Fernandito, un antiguo admirador. Hablan y deciden ir al Gran Café, donde Fernandito le cuenta sobre su vida y su trabajo. Él expresa su deseo de trabajar con Alicia y ella acepta darle una oportunidad. Acuerdan un salario y comienzan a planear su misión.

28

En este capítulo, Vargas regresa a la casa de Alicia y le cuenta lo que descubrió en Metrobarna. Alicia reflexiona sobre la cantidad de hilos que están siguiendo y cómo necesitan más ayuda para resolver el caso. Deciden utilizar a Fernandito, el chico de los recados, como espía para seguir a Ignacio Sanchís, el director general de Metrobarna. Vargas se muestra reticente, pero finalmente acepta. Fernandito llega con los libros de Alicia y ella le pide que le compre cigarrillos. Vargas le paga y Alicia le da más dinero para gasolina. Luego, Alicia y Vargas discuten sobre el cuadro que Vargas le llevó y si Sanchís podría ser el coleccionista que están buscando. Alicia le pide a Fernandito que siga a Sanchís y le cuente todo lo que descubra. Finalmente, Alicia invita a Vargas a cenar en la Barceloneta y él acepta.

29

En este capítulo, Vargas y Alicia caminan hacia el puerto bajo un cielo tormentoso. Alicia señala los hangares donde solía trabajar su padre y Vargas le pregunta sobre sus padres. Alicia responde evasivamente y apresura el paso. Llegan a la Barceloneta justo cuando empieza a llover. Alicia explica que el barrio solía ser mar y le cuenta a Vargas sobre la historia del lugar. Luego, entran a un bar llamado La Bombeta y Alicia muestra a Vargas una etiqueta que encontró en el guardamuebles del abogado Brians. Vargas se muestra reacio a romper la ley, pero Alicia insiste en investigar. Mientras esperan su orden, Alicia menciona a Pablo Cascos Buendía, el antiguo prometido de Beatriz Aguilar, y se pregunta qué relación tienen los Sempere con David Martín. Vargas le advierte sobre el peligro de acercarse a los Sempere sin avisar. Alicia menciona su amistad con Beatriz y Vargas se muestra preocupado. La conversación se interrumpe cuando llegan las cervezas y las bombas. Vargas observa a Alicia mientras come y nota algo diferente en ella. Alicia le dice que es una criatura nocturna y Vargas le responde con escepticismo.

30

En este capítulo, Alicia y Vargas llegan al guardamuebles en los terrenos del Vapor Barcino, una antigua fábrica abandonada. Encuentran la puerta cerrada con un candado y Vargas lo rompe con un disparo. Al entrar, descubren un lugar lleno de objetos antiguos y en desuso. Se adentran en la nave marcada con el número tres y encuentran una gran cantidad de cajas. Alicia y Vargas buscan entre las cajas y encuentran documentos relacionados con diferentes personas, incluyendo a Isabella Gispert, Valentín Morgado, los Sempere y David Martín. También encuentran una carpeta con el nombre de Víctor Mataix. Deciden llevarse todas las cajas y encuentran un sobre lacrado con el nombre de Isabella. Mientras están revisando las cajas, escuchan pasos y se encuentran con un vigilante. Vargas lo amenaza con su revólver y le ordena que cambie los candados y se olvide de haberlos visto. El vigilante se va y Alicia y Vargas continúan con su búsqueda.

31

En este capítulo, Miquel les lleva café y buñuelos a Alicia y Vargas mientras revisan las carpetas que han obtenido de los archivos de Brians. Alicia muestra su habilidad para establecer conexiones y construye un mapa con anotaciones y dibujos. Vargas se cansa y decide dormir un rato en el sofá. Despierta con las campanas de la catedral y encuentra a Alicia sentada en el suelo, fumando y vistiendo solo una bata. Abren la ventana para airear la habitación y descubren los restos de café y buñuelos. Alicia muestra a Vargas un mural con hojas de dibujo que ha recopilado y le cuenta las conexiones entre Mauricio Valls, Sebastián Salgado, Valentín Morgado, David Martín y Víctor Mataix. Vargas se sorprende por todas las coincidencias y se pregunta por qué la policía no ha descubierto nada. Alicia sugiere que tal vez no quieren encontrar a Valls o revelar los verdaderos motivos de su desaparición. Vargas se cuestiona cómo Valls pudo ascender en el régimen y teme que descubrir la verdad sea peligroso. Le pide a Alicia que no le cuente a nadie sobre lo que han descubierto. Vargas lleva a Alicia a dormir y ella le pregunta si están en una trampa. Él le dice que las trampas uno se las tiende a sí mismo y le asegura que estará fuera de la habitación.

32

En este capítulo, Valls ha perdido la noción del tiempo y no sabe cuánto lleva en la celda. Siente un intenso dolor en la mano y en los dedos que ya no existen. Además, tiene pinchazos en los nudillos y le duele el costado. El carcelero sin nombre ni rostro aparece una vez al día para llevarle comida y agua. La comida siempre es la misma y Valls tiene dificultades para masticarla debido a sus dientes sueltos. A veces, saborea su propia sangre al pasear la lengua por las encías. Valls le pide al carcelero que le traiga un médico y le pregunta cuánto tiempo lleva allí, pero el carcelero ignora sus preguntas. En una ocasión, Valls se despierta y descubre al carcelero sosteniendo algo brillante en la mano, posiblemente un cuchillo. Valls no hace nada para protegerse y siente un pinchazo en la nalga, seguido de frío. Es solo otra inyección. Valls le pregunta al carcelero cuánto tiempo lo mantendrán vivo, pero este se va sin responder. Valls intenta agarrar al carcelero, pero recibe una patada en el estómago y pasa horas en agonía. Esa noche, sueña con su hija Mercedes y la encuentra muerta en la casa de las muñecas.

33

En este capítulo, Vargas se despierta al mediodía y se sorprende de que Alicia no lo haya despertado antes. Alicia le dice que le gusta escucharlo roncar y lo compara con tener un osito. Vargas se levanta y Alicia se prepara para salir, vistiendo un abrigo negro, medias de costura y tacones altos. Vargas le pregunta a dónde va y Alicia le dice que tiene una cita con Sergio Vilajuana, el periodista de La Vanguardia. Vargas le pregunta cómo lo ha convencido y Alicia le explica que le dijo que tenía un libro de Víctor Mataix. Vargas le recuerda que el libro fue robado, pero Alicia no le da importancia. Antes de salir, Alicia le permite a Vargas usar su baño con la condición de que no deje pelos en la bañera. Luego, se revela que Alicia tuvo dificultades para cerrar la cita con Vilajuana y tuvo que lidiar con una secretaria de redacción antes de hablar con él por teléfono. Alicia le dice a Vilajuana que tiene un libro de Mataix y que Gustavo Barceló se lo envió. Vilajuana se muestra escéptico, pero acuerda encontrarse con Alicia en la biblioteca de la Real Academia de Buenas Letras de Barcelona a las doce.

34

En este capítulo, Alicia llega a la Real Academia de Buenas Letras de Barcelona, un lugar misterioso del que apenas sabe nada. Es recibida por un hombre llamado Polonio, quien la guía hasta la biblioteca donde se encuentra Sergio Vilajuana, un periodista que está investigando sobre Víctor Mataix y la generación perdida. Alicia le propone un intercambio de información: ella le dará detalles sobre los sumarios de Mataix y otros prisioneros desaparecidos en la prisión de Montjuic, y él le contará lo que sabe sobre Mataix y David Martín. Vilajuana acepta y revela que Lomana, otro periodista, también estaba interesado en el tema. Alicia le menciona que Lomana trabaja para el ministro Valls, lo que despierta el interés de Vilajuana. Finalmente, acuerdan el trato y Alicia revela que encontró un libro oculto en el escritorio de Valls en su residencia, lo que lleva a Vilajuana a ofrecerle su exclusiva sobre el tema.

35

En este capítulo, el narrador, Vilajuana, cuenta cómo conoció a Víctor Mataix hace treinta años, cuando trabajaba en la redacción de La Voz de la Industria. Mataix escribía novelas por entregas para una editorial propiedad de dos sinvergüenzas, Barrido y Escobillas. Cuando no le alcanzaba el dinero, Mataix escribía para varios diarios, incluido La Voz de la Industria. Vilajuana recuerda cómo tenía que recortar los textos de Mataix para que cupieran en el periódico. Un día, Mataix le agradeció que fuera él quien recortaba sus textos. Mataix era un hombre elegante y generoso, que hacía favores sin esperar nada a cambio. Mataix tenía una situación económica más holgada debido a una herencia de su tío Ernesto, un indiano que había hecho fortuna en Cuba. Vilajuana cuenta la historia del tío Ernesto, que volvió a Barcelona después de cuarenta años con una esposa escandinava y una fortuna ganada y perdida en el negocio del azúcar y las armas. El tío Ernesto se volvió loco y se suicidó en su mansión, que luego Mataix heredó. Vilajuana cuenta cómo Mataix recomendó a Vilajuana para un puesto en La Vanguardia y cómo Mataix dejó de escribir para los periódicos. Mataix escribía la serie de novelas La Ciudad de los Espejos para Barrido y Escobillas, y trabajaba sin cesar. Mataix tenía el don de la elegancia y era generoso. Vilajuana cuenta cómo Mataix conoció a su esposa Susana y cómo ella soñaba con tener una hija llamada Ariadna. Mataix empezó a escribir una nueva serie de novelas llamada El Laberinto de los Espíritus para su hija. Vilajuana cuenta cómo Mataix y Susana eran felices al principio, pero la situación empeoró con el estallido de la guerra civil. Mataix se encontró sin trabajo y sin poder escribir. Vilajuana cuenta cómo Mataix bajaba a la ciudad en busca de oportunidades y cómo sus conocidos le daban la espalda. Mataix tenía miedo y sabía que la guerra civil no era solo una, sino muchas luchas internas. Mataix empezaba a oler la sangre en el aire y a darse cuenta de que en España no se perdona a aquellos que no toman bando.

Siguiendo este capítulo, Mataix se encuentra con su editor, Revells, en el Bar Velódromo. Revells le ofrece dinero para mantener a su familia, pero Mataix se niega a aceptarlo. Revells le explica que él y Badens creen que Mataix se convertirá en uno de los autores más leídos de Europa en el futuro. Sin embargo, Revells le advierte que en España la guerra y la violencia continuarán durante mucho tiempo. A pesar de esto, Mataix se niega a aceptar el dinero y decide esperar a que su libro sea publicado. Después de la conversación, Mataix se encuentra con un abogado llamado Brians, quien le ofrece un trabajo para escribir la biografía de un hombre importante y poderoso. Brians le explica que su cliente está bajo la protección de Franco y que Mataix debe aceptar el trabajo para proteger su vida y la de su familia. Aunque al principio Mataix se muestra reacio, finalmente acepta el trabajo debido a las amenazas de Brians. Después de firmar el contrato, Mataix se entera de que su cliente es Miguel Ángel Ubach, un banquero que financia el ejército de Franco. Mataix se encuentra con su editor, Revells, y le cuenta sobre el trato que ha hecho. Revells le aconseja que acepte el dinero y se vaya del país para proteger a su familia. Sin embargo, Mataix decide quedarse en Barcelona. Después de un tiempo, Ubach y su esposa visitan a Mataix y a su familia. Durante la visita, doña Federica, la esposa de Ubach, critica el trabajo de Mataix y lo menosprecia. Después de la visita, Mataix decide quedarse en España a pesar de los peligros que enfrenta. Poco después, Fumero, un inspector de la Brigada Social, llega a la casa de Mataix y arresta a su esposa e hijas. Fumero intenta agredir a Susana, pero es detenido por el hombre que lo acompaña. Los hombres se llevan a las niñas y abandonan a Susana herida en el suelo.

LOS OLVIDADOS

1

En este capítulo, Vilajuana termina su relato sobre la desaparición de Susana y la situación de Víctor Mataix. Alicia muestra compasión por Susana y pregunta por Víctor. Vilajuana explica que el abogado Brians descubrió que Víctor estaba en el castillo de Montjuic, incomunicado en una celda aparte. Martín fue asesinado por orden del director de la prisión, don Mauricio Valls, y la muerte de Víctor sigue siendo un misterio. Vilajuana menciona que Brians se enamoró de Isabella y que ella también murió en circunstancias sospechosas. Alicia pregunta qué puede hacer y Vilajuana le pide que olvide todo lo que le ha contado y que se olvide de él. Alicia se va, dejando a Vilajuana confundido.

2

En este capítulo, Alicia sale de la Academia en el Palacio Recasens y se detiene a vomitar en un callejón. Rovira, el aprendiz de espía, la encuentra y la ayuda. Luego, Alicia regresa a casa y encuentra a Vargas y a Leandro Montalvo en su apartamento. Leandro le explica que ha llegado a Barcelona y que ha descubierto información comprometedora sobre Mauricio Valls y Ignacio Sanchís. Alicia se sorprende al ver a Leandro y se entera de que Vargas ha revelado información importante sin su conocimiento. Leandro le cuenta que Sanchís está siendo interrogado en comisaría y que han sido relevados del caso. La investigación ahora está en manos de un nuevo responsable designado por el Ministerio de Gobernación, llamado Hendaya. Alicia se queda perpleja y se pregunta quién es Hendaya.

3

En este capítulo, Sanchís se encuentra en una celda donde el olor a orina y electricidad es insoportable. Un hombre llamado Hendaya se presenta como la ley y le asegura que su esposa está a salvo en casa. Hendaya le dice a Sanchís que él y sus hombres son amigos y que no tienen secretos entre ellos. Luego, Hendaya revela que sabe que Sanchís tiene información sobre Mauricio Valls, un ministro corrupto. Hendaya le dice a Sanchís que si coopera y revela la ubicación de Valls, será liberado y podrá regresar a casa con su esposa. Sanchís niega tener información sobre acciones y Hendaya amenaza con hacerle daño a él y a su esposa si no coopera. Finalmente, Hendaya se acerca al generador y la celda se llena de fuego.

4

En este capítulo, Leandro ha estado al teléfono durante tres cuartos de hora mientras Vargas y Alicia lo observaban. Leandro finalmente cuelga el teléfono y les informa de que Sanchís ha confesado. Explica que la historia de Valls y Ubach viene de largo, ya que se conocieron después de la guerra. Ubach entregó a Valls un paquete de acciones del Banco Hipotecario como recompensa por su lealtad al régimen. Sin embargo, al morir Ubach, surgieron discrepancias con el testamento y Sanchís se convirtió en albacea testamentario y tutor legal de Victoria Ubach. Valls reclamaba lo que creía que se le debía, pero Sanchís se negó. Años después, Valls amenazó a Sanchís con acusarlo de haber estado implicado en la desaparición de Victoria. Sanchís cedió y entregó a Valls una suma importante en acciones y pagarés del Banco Hipotecario. Sin embargo, Valls quería más y seguía presionando a Sanchís. Sanchís decidió vengarse y contraté a investigadores para encontrar información sobre los abusos de Valls en la prisión de Montjuic. Ideó una trama para hacer creer a Valls que existía una conspiración en su contra. Valls decidió confrontar a quien creía que era su némesis, David Martín, pero en realidad era Sanchís y Morgado quienes lo esperaban. Lo torturaron y luego se deshicieron de su cuerpo en una fábrica cerrada. Leandro explica que el caso está cerrado y que se está decidiendo cómo se anunciará a la prensa. Alicia se muestra descontenta con el resultado y Leandro le explica que es mejor dejar las cosas como están. Vargas se retira y Leandro consuela a Alicia, diciéndole que es libre y que siempre estará ahí para ella. Leandro se despide de Alicia y le dice que la quiere como a una hija.

5

En este capítulo, Alicia observa a Leandro mientras se dirige hacia un automóvil negro e imponente que lo espera en la esquina. A pesar de sus sospechas, ella quiere creerle y se siente ansiosa por la verdad. Después de que Leandro se va, Alicia pasa el tiempo fumando y caminando por el apartamento, esperando ver a Vargas en el edificio de enfrente, pero no lo encuentra. Siente un dolor en la cadera y toma una pastilla para aliviarlo. Luego, encuentra una caja con documentos robados del abogado Brians y descubre una foto antigua de una joven llamada Isabella. Alicia comienza a leer un cuaderno escrito por Isabella, quien revela que está muriendo y quiere recordar y comprender su vida antes de que sea demasiado tarde. Alicia se sumerge en la historia de Isabella y al final del cuaderno, se encuentra llorando en el suelo cuando Fernandito la encuentra.

6

En este capítulo, Fernandito se encuentra con una Alicia Gris que está muy triste y quebrada. Después de consolarla, Fernandito le cuenta a Alicia lo que ha descubierto sobre Sanchís, el hombre al que le dijo que siguiera. Le explica que lo siguió hasta su casa en la calle Iradier y que luego fue arrestado por la policía. También le cuenta que vio a Morgado, el chófer de Sanchís, salir de la casa con una mujer joven llamada Victoria Ubach. Alicia le dice a Fernandito que siga vigilando la casa y que le cuente lo que suceda. Mientras tanto, Alicia se cambia de ropa y se pone un vestido negro elegante. Decide pasear sin rumbo y piensa que tal vez está a punto de cometer una tontería.

7

En este capítulo, Alicia decide bajar a la calle sin saber a dónde la llevarán sus pasos. Paseando por la ciudad, se encuentra con un grupo de monjas y luego con turistas que no entienden el idioma local. Llega a un puente donde un fotógrafo la invita a mirar por su cámara y le explica el arte de la fotografía. El fotógrafo le propone fotografiarla en el futuro cuando se haya quitado un peso que lleva encima. Alicia se aleja rápidamente y se dirige a la librería Sempere e hijos. Desde afuera, contempla a Bea, Daniel y Julián, y se pregunta si debe revelarles la verdad. Julián la ve y sale corriendo hacia ella, abrazándola. Bea y Daniel se sorprenden y Alicia se disculpa por asustarlos. El abuelo Sempere la invita a entrar y descubre que Alicia es hija de un antiguo amigo. Alicia se niega a quedarse a cenar, pero Julián la convence y finalmente acepta. El abuelo Sempere le da la bienvenida a la familia.

8

En este capítulo, Fernandito viaja en tranvía hasta la casa de El Pinar, donde se encuentra con Hendaya. Fernandito observa cómo Hendaya maltrata a la esposa del banquero Sanchís y al chófer, torturándolos y disparándoles. Luego, Hendaya se acerca a Fernandito en el tranvía y le ofrece un caramelo de eucalipto. Le pide la documentación y Fernandito se da cuenta de que la ha olvidado en casa. Hendaya le dice que lo acompañe a comisaría y Fernandito le entrega las llaves de su Vespa.

9

En este capítulo, la historia se desarrolla en el pequeño piso encima de la librería donde vive el abuelo Sempere. Alicia visita la casa y siente la presencia de Isabella Gispert, la madre de Daniel, quien murió envenenada en la cama de ese dormitorio. Luego, todos se reúnen en la casa para celebrar el cumpleaños del abuelo Sempere. Durante la cena, Alicia es presentada a los demás invitados, incluyendo a don Anacleto, un vecino de la finca y amigo de la familia, y a Sofía, la prima de Daniel. Durante la cena, Fermín, el amigo de la familia, se comporta de manera extraña y sospechosa, lo que preocupa a Daniel. Después de la cena, Alicia decide irse y agradece a todos por su hospitalidad. Mientras tanto, Fermín convence a Daniel de seguir a Alicia y descubrir qué está tramando. Juntos, se dirigen a la calle Santa Ana para encontrarla.

10

En este capítulo, Daniel y Fermín siguen a Alicia por las calles de Barcelona, notando que están siendo seguidos por alguien más. Deciden esconderse y descubren que también están siendo seguidos, posiblemente por el mismo individuo que sigue a Alicia. Luego, Alicia se encuentra con Vargas en su apartamento y discuten sobre la revelación de información a Leandro. Vargas le cuenta a Alicia que Sanchís ha muerto y ella reacciona con indignación. Mientras tanto, Daniel y Fermín siguen a Alicia y al hombre que la sigue hasta la Plaza Real. Fermín distrae a un guardia mientras Daniel se sube a un taxi para seguir a Alicia y al hombre. El capítulo termina con Daniel y Fermín siguiendo a Alicia en el taxi.

11

En este capítulo, Fernandito es llevado en coche a la comisaría por Hendaya y dos hombres más. Durante el trayecto, Fernandito se siente cada vez más nervioso y sudoroso. En un momento, siente la tentación de abrir la puerta y escapar, pero se da cuenta de que está cerrada. Al llegar a la comisaría, es recibido por agentes de uniforme y es llevado al interior. Fernandito nunca había estado en la comisaría y la encuentra oscura y cavernosa. Es llevado a través de pasillos y corredores hasta llegar a una sala donde hay un despacho con un escritorio y dos sillas. Uno de los agentes le indica que se siente y se quede quieto. Después de una hora de espera, Fernandito decide cambiar de silla, pero antes de que pueda hacer algo más, Hendaya aparece y le pregunta si quiere un café. Fernandito le pregunta por qué está allí y Hendaya le asegura que no ha hecho nada malo y que pronto podrá irse a casa. Hendaya le ofrece un teléfono para que llame a su padre y le pida que traiga su documentación para que pueda irse.

12

En este capítulo, Alicia y Vargas llegan en taxi a la antigua casa de los Mataix en Vallvidrera. El taxista duda de que alguien viva allí, pero Alicia y Vargas deciden entrar. Alicia encuentra restos de un candado roto en la puerta y sospecha que alguien ha entrado antes. Suben las escaleras y exploran las habitaciones vacías del primer piso, notando un olor desagradable. Siguen un rastro de pisadas hasta llegar a la habitación principal, donde Alicia siente náuseas al imaginar lo que ocurrió allí. Luego, descienden al sótano y descubren una piscina subterránea llena de agua putrefacta. Vargas encuentra un cuerpo en el fondo de la piscina, que resulta ser Lomana, el hombre que había enviado a Alicia a Barcelona. Deciden salir del sótano, pero escuchan pasos y se esconden. Vargas apunta con su arma a la entrada de la escalera, listo para disparar.

13

En este capítulo, Fermín se encuentra en una situación peligrosa cuando Vargas apunta un arma a su cabeza. Alicia y Daniel también están presentes y se sorprenden al ver a Fermín en esa situación. Después de un breve intercambio de palabras, deciden ir a un lugar más tranquilo para hablar. Vargas muestra su desconfianza, pero Alicia asegura que ellos pueden elegir el lugar. Todos se suben a un taxi y se dirigen al restaurante Can Lluís. Durante el viaje, Fermín observa a Vargas y nota que parece ser un policía. Fermín intenta tranquilizarlo diciendo que es un experto en combate. Llegan al restaurante y, a pesar de las tensiones, todos intentan mantener la paz.

14

En este capítulo, Fermín llega a Can Lluís acompañado de Daniel y Alicia. El dueño del lugar los recibe y los invita a pasar. Mientras esperan en la mesa, Alicia les pide que guarden en secreto lo que va a contarles. Les explica que el ministro Mauricio Valls ha desaparecido y que ella trabajaba en la investigación de su caso. Alicia revela que Valls había tenido tratos con la madre de Daniel y con David Martín, un antiguo preso. Daniel se enfurece al darse cuenta de que Alicia ha estado mintiendo y se marcha. Fermín y Vargas se quedan con Alicia, quien les pide que la ayuden a protegerlos. Vargas decide ir tras Daniel y Fermín se ofrece a acompañarlo. Antes de partir, Fermín le pregunta a Vargas si el asunto es peor de lo que parece, a lo que Vargas responde que sí.

15

En este capítulo, Alicia sigue a Daniel por las calles del Raval, pero comienza a sentir un intenso dolor en la cadera. A pesar de su sufrimiento, Daniel la ignora y continúa caminando rápidamente. Alicia finalmente se derrumba en el suelo, y Daniel se acerca a ella para ayudarla. La lleva a un café cercano y le da agua y pastillas para el dolor. Después de comer algo y beber vino, Alicia comienza a sentirse mejor y le promete a Daniel que encontrará a Mauricio Valls y mantendrá a su familia a salvo. Daniel también le pide a Alicia que le explique por qué Fermín dice que le debe una explicación. Alicia revela que Fermín la salvó durante la guerra y que ella también le debe mucho a él. Finalmente, Alicia acompaña a Daniel hasta su portal y se besan en la mejilla antes de separarse. Bea, observando desde la ventana, se siente angustiada al ver la cercanía entre Alicia y Daniel. Luego, Bea regresa a la habitación y espera a que Daniel regrese a la cama, pero él le da la espalda y le pregunta dónde estuvo.

16

En este capítulo, Hendaya le ofrece un cigarrillo a Fernandito, pero él lo rechaza. Hendaya le pregunta por qué no llama a su padre para que venga a buscarlo con la documentación y aclarar la situación. Fernandito le explica que su padre está enfermo del corazón y que sufrió un infarto hace unos meses. Además, le cuenta que su padre es un héroe de guerra y que su madre falleció hace cuatro años. Fernandito confiesa que no ha sido un buen hijo y que no quiere causarle más disgustos a su padre. Hendaya le pide que le prometa que no volverá a hacerlo y, después de pensarlo, decide dejarlo ir. Fernandito agradece la oportunidad y se marcha. Hendaya observa cómo se va y ordena a los agentes que averigüen quién es, dónde vive y quiénes son sus amigos.

17

En este capítulo, Vargas llega a Vallvidrera y se dirige a un bar que está cerrado. El camarero le permite entrar y usar el teléfono. Vargas llama a la comisaría central y habla con Linares, quien se sorprende de que Vargas todavía esté en Barcelona. Vargas le informa sobre el cadáver que encontró en una casa en la carretera de las Aguas. Linares le dice que le dará una hora y media para que el juez levante el cuerpo. Vargas llama a Alicia y hablan brevemente. Luego, Vargas se encuentra con Linares y el juez en el coche de policía y se dirigen a la casa de los Mataix. Vargas les muestra el sótano donde está el cadáver y el juez le pregunta si lo ha identificado, a lo que Vargas responde que no. Después de cargar el cuerpo en la furgoneta del depósito, Vargas le pide a Linares un poco más de tiempo y menciona "Hendaya". Linares le da doce horas y menciona a Manuela, la hija de Vargas. Vargas se despide de Linares y se dirige a la morgue.

18

En este capítulo, Fernandito se da cuenta de que está siendo perseguido por dos hombres desde que salió de la comisaría. Para evitar que lo sigan hasta su casa o hasta Alicia, decide llevarlos en un recorrido turístico por la Barcelona nocturna con la esperanza de perderlos. Camina por las calles, siempre vigilando a sus perseguidores, hasta llegar al mercado de la Boquería. Se esconde entre las cajas y, una vez que se siente a salvo, corre hacia la parte trasera del mercado. Después de sortear diferentes obstáculos, encuentra refugio en un portal donde se encuentra con una prostituta llamada Matilde. Ella le ofrece refugio en su habitación, pero Fernandito duda debido a las malas condiciones del lugar. A pesar de esto, decide quedarse y le entrega todo el dinero que tiene. Matilde intenta seducirlo, pero Fernandito le confiesa que solo quiere estar allí un rato y que está siendo perseguido. Matilde se interesa por su vida personal y le pregunta por su novia, Alicia. Fernandito se da cuenta de que no sabe mucho sobre Alicia y Matilde le ofrece enseñarle cómo acariciar a una chica. Aunque duda al principio, Fernandito accede y se desnuda lentamente junto a Matilde.

19

En este capítulo, Vargas y Linares llegan a un edificio sombrío donde se encuentra la morgue. Son recibidos por Braulio, un hombre de aspecto infausto que trabaja allí. Braulio los guía a través de los corredores hasta llegar al forense, el doctor Manero. Manero examina un cadáver cubierto por un sudario y Vargas y Linares se dan cuenta de que es alguien importante. Linares le pregunta a Vargas si es quien parece ser, pero Vargas no responde. Luego, Vargas le menciona a Linares que alguien los está siguiendo, un joven llamado Rovira. Linares niega tener a alguien siguiéndolos y se va. Braulio, desde las sombras, jura vengarse de Linares. Después, un extraño se acerca a Braulio y le entrega un paquete de cigarrillos. El extraño le pregunta a Braulio quién está dentro del edificio y Braulio menciona al forense y a Vargas. El extraño le pide las llaves del depósito y, sin previo aviso, apuñala a Braulio y le roba las llaves.

20

En este capítulo, el protagonista se dirige a la sala de autopsias y escucha la conversación entre Vargas y el forense. El forense describe en detalle cómo asesinó a Lomana, cortando sus arterias y tráquea, y apuñalándolo en el torso antes de empujarlo a la piscina. El protagonista admira la habilidad del forense y decide perdonarle la vida. Vargas hace preguntas perspicaces pero parece no obtener mucha información. El protagonista considera retirarse o buscar compañía, ya que las pesquisas de Vargas parecen estar estancadas. Sin embargo, se queda y escucha cuando Vargas examina un trozo de papel y habla sobre los números de la lista que tiene en la mano. El forense explica que los números de la columna izquierda son certificados de defunción y los de la columna derecha parecen estar correlacionados pero no son de su departamento. Vargas se da cuenta de que los números podrían ser importantes y decide buscar los expedientes correspondientes en el Registro Civil.

21

En este capítulo, Fernandito se despierta en la cama junto a Matilde y se prepara para salir por el ventanuco del baño para evitar ser visto. Matilde le advierte que tenga cuidado y que regrese a verla. Luego, Vargas se siente revitalizado después de recibir información sobre la lista de números de certificados de defunción. Decide ir al Registro Civil de Barcelona para obtener más pistas. Antes de ir, se detiene en un bar para desayunar y fumar un habano. Mientras tanto, un observador lo sigue de cerca. Vargas se siente superior a los viejos y está decidido a descubrir la verdad y obtener su recompensa: Alicia. Por otro lado, Alicia se despierta con resaca y encuentra a Fernandito en su casa. Él le cuenta lo que sucedió la noche anterior y ella decide que él debe esperar a Vargas y contarle todo. Alicia se prepara para salir, armada con un revólver.

22

En este capítulo, Mauricio Valls se encuentra en cautiverio y ha empezado a asociar la luz con el dolor. En la oscuridad de su celda, imagina que los barrotes no lo confinan y que los muros no están cubiertos de humedad. Su nuevo carcelero le trae comida y agua una vez al día, pero no le dirige la palabra ni responde a sus preguntas. Valls se siente cada vez más débil y no le importa su deterioro físico. Empieza a pensar que nadie vendrá a rescatarlo y que pasará el resto de su vida en la oscuridad. Sueña con la debilidad y el delirio que vendrán con el hambre. Un día, escucha pasos más pesados de lo habitual y ve una luz cegadora. Es Hendaya, un antiguo conocido, quien lo visita. Valls se siente aliviado, pero Hendaya no responde a sus preguntas sobre su hija. Hendaya enciende un cigarrillo y se lo lleva a los labios, ignorando las súplicas de Valls para que lo saque de allí. Finalmente, Hendaya arroja el cigarrillo a la celda y se va, dejando a Valls desesperado en la oscuridad.

23

En este capítulo, Vargas se dirige al Registro Civil de Barcelona para obtener información sobre unos números de certificados. Al llegar, se encuentra con un recepcionista poco amigable, pero logra que lo atiendan. Con la ayuda de Luisa Alcaine, la secretaria del director, Vargas busca los libros de registro correspondientes al período que le interesa. Sin embargo, descubre que todos los certificados son de niños, con un certificado de defunción y uno de nacimiento para cada uno. Además, todos los certificados fueron tramitados en un solo día y en diferentes departamentos. Vargas también nota que todas las defunciones fueron certificadas en el Hospital Militar y todos los nacimientos en el hospital del Sagrado Corazón. Luisa toma nota de los nombres, fechas y números de certificados, y Vargas se da cuenta de que uno de los nombres coincide con el de Mataix. Al examinar la firma del funcionario en los certificados, Vargas se da cuenta de que se trata de alguien que le resulta familiar y se queda impactado.

24

En este capítulo, Fernandito se encuentra solo en el piso de Alicia, esperando su regreso. El olor de Alicia impregna el lugar y él se siente angustiado. Intenta abrir las ventanas para que el aroma se vaya, pero sin éxito. Después de unos minutos, comienza a pasear por el piso, explorando los libros, los muebles y los objetos que Alicia ha tocado. Sin embargo, se da cuenta de que está actuando de manera inapropiada y decide sentarse. Siente que las sillas lo evitan y se aventura por un pasillo que conduce a dos puertas. Una es el baño y la otra el dormitorio. Siente vergüenza y regresa al comedor. Después de un tiempo, el teléfono comienza a sonar y Fernandito, asustado, contesta. Es Vargas, quien le pregunta por Alicia. Fernandito le informa que ella se ha ido con una pistola y no ha dicho a dónde. Vargas decide ir al piso y Fernandito lo espera. Mientras tanto, Alicia toma el tranvía azul y se dirige a El Pinar, una finca en la montaña. Observa a un grupo de escolares en el tranvía y uno de ellos parece fascinado por ella. Al llegar a su destino, Alicia se dirige a La Venta, un restaurante cercano, y luego llama a Fernandito desde un teléfono público. Le pide que le cuente a Vargas lo que ha sucedido y que lo espere en el bar junto a la estación del funicular. Fernandito ve a Vargas acercándose al piso y le avisa, pero Vargas desaparece rápidamente. Fernandito baja corriendo las escaleras y se dirige al bar para esperar a Vargas.

25

En este capítulo, Vargas regresa a su habitación y se da cuenta de que la cerradura ha sido forzada. Al entrar, encuentra a Rovira, el pequeño espía, esperándolo. Rovira le entrega un mensaje del comisario Linares, quien le advierte que está en peligro y que es mejor que se vaya de la ciudad junto con Alicia. Rovira le cuenta que ha estado siguiéndolos pero que también ha sido vigilado por alguien más. Vargas sospecha de la veracidad del mensaje y le pregunta por qué no lo llamaron por teléfono. Rovira le explica que los teléfonos de Jefatura no son seguros y que el comisario está ocupado con un oficial enviado por el ministerio. Vargas le da un vaso de agua a Rovira y este le pregunta por Alicia. En ese momento, Rovira lo apuñala varias veces y revela su verdadera intención de hacerle sufrir a Alicia. Vargas muere mientras Fernandito, escondido, escucha los golpes y descubre el cuerpo sin vida de Vargas.

26

En este capítulo, Alicia se refugia en un bar mientras una tormenta se acerca a Barcelona. Luego, decide regresar a la finca de El Pinar y trepa el muro para entrar. Una vez dentro, se dirige a las cocinas y observa la mesa manchada de sangre donde Fernandito vio morir a Valentín Morgado. Alicia rompe una ventana con la culata de su revólver y entra a la casa. Fernandito la sigue y juntos siguen al asesino por las calles de Barcelona durante la tormenta. El asesino parece esperar a Fernandito y luego continúa caminando hacia el Raval. Fernandito lo sigue y lo ve entrar en un local abandonado llamado "Fábrica de Maniquís Hermanos Cortés". Fernandito duda si entrar o buscar ayuda, pero decide entrar. Dentro del local, encuentra un túnel que desciende hacia una celda donde encuentra a Mauricio Valls, quien está herido y prisionero. Alicia promete volver con ayuda y Valls le pide que no diga a nadie que estuvo allí. Alicia le promete encontrar a su hija Mercedes y Valls le ruega que la proteja. Alicia escucha pasos y se va, dejando a Valls en la celda.

27

En este capítulo, Fernandito sigue a un individuo hasta su guarida con el propósito de ayudar a Alicia. En el taller, Fernandito se enfrenta a una silueta demoníaca que intenta atacarlo con un cuchillo. Dispara varias veces hasta que el revólver se le cae y logra escapar. Luego, se revela que el verdadero nombre de Bernal es Hendaya y que está a punto de jubilarse. No quiere que nadie se entere de su participación en los eventos recientes. Después, Bernal encuentra signos de una visita sorpresa en las cocinas y decide ocultar la evidencia. Alicia, escondida en el jardín, observa todo y decide cruzar el jardín y escapar. Luego, Alicia encuentra a Fernandito sentado en el portal y le pregunta por Vargas. Fernandito le dice que Vargas está muerto y Alicia se dirige a su apartamento para confirmarlo. Alicia encuentra el cuerpo de Vargas y se sienta a contemplarlo. Fernandito busca en los bolsillos de Vargas y encuentra una tarjeta de visita de María Luisa Alcaine. Alicia le pide a Fernandito que vaya a su casa y encuentre una caja con documentos y un sobre con el nombre "Isabella". Le da instrucciones detalladas sobre qué hacer con los documentos en caso de que algo le suceda. Fernandito acepta y Alicia se va. Fernandito cumple con las instrucciones de Alicia y le pide a su tía Jesusa que guarde la caja. Luego, Fernandito se dirige a cumplir la última tarea que Alicia le ha encomendado.

28

En este capítulo, Alicia se detiene en la entrada de la antigua fábrica de maniquís y observa el lugar. Se acerca a la portezuela por la que Fernandito había pasado y la encuentra entreabierta. El edificio está en mal estado y desprendiendo un aire de abandono. Alicia se acerca con precaución, arma en mano, y entra al lugar. Encuentra una zona de despacho comercial con un mostrador, vitrinas vacías y maniquís envueltos en un manto blanquecino. Luego, se dirige hacia la trastienda y encuentra el arma de Vargas en el suelo, la recoge y continúa su camino. Encuentra un corredor que se adentra en el edificio y lo recorre hasta que encuentra un interruptor de luz. Al encenderlo, descubre un pasillo angosto y manchas de sangre en la pared. Continúa avanzando y encuentra el cuchillo con el que Rovira había intentado atacar a Fernandito, manchado de sangre. Finalmente, llega al final del pasillo y se encuentra con una gran sala llena de maniquís suspendidos del techo. Avanza entre ellos y llega a una pieza de maquinaria industrial que vibra y desprende vapor. Llama a Rovira, pero no obtiene respuesta. Observa la sala en busca de movimiento, pero no ve nada. Se acerca a una puerta bajo la cual se deslizan cables conectados a un generador y la abre con un puntapié.

29

En este capítulo, Alicia entra en una habitación oscura y lúgubre en busca de Rovira, pero no lo encuentra. Observa detenidamente la habitación y encuentra un camastro, un armario ropero y una caja de cartón con la palabra "SALGADO". Al abrir el armario, descubre que está vacío, pero encuentra una caja con joyas, relojes, billetes y lingotes de oro. Alicia se da cuenta de que este tesoro es el que Sebastián Salgado, un antiguo prisionero, había escondido en las taquillas de la Estación del Norte. Sin embargo, alguien más se le adelantó y se llevó el botín. Alicia también descubre un mosaico en la pared formado por fotografías y recortes de ella misma. Este mosaico incluye imágenes de su infancia en el orfanato y de su vida adulta. Además, encuentra objetos relacionados con ella en una mesa dispuesta como un altar. En un extremo de la mesa, encuentra algunas de sus prendas íntimas desaparecidas y el libro de Víctor Mataix, "El Laberinto de los Espíritus". Aunque siente la necesidad de escapar de ese lugar, no se da cuenta de que una figura se está acercando lentamente hacia ella desde detrás de la puerta, levantándose de entre los cuerpos desmembrados.

30

En este capítulo, Alicia es sorprendida por Rovira, quien lleva una máscara blanca y la ataca con un punzón. Rovira la somete y la amarra a un camastro, revelando su intención de hacerle daño. Alicia intenta distraerlo para alcanzar un revólver, pero Rovira la golpea en la herida de una antigua cicatriz. Rovira se burla de Alicia, afirmando que él es su sustituto y que será mejor que ella. Sin embargo, Alicia logra dispararle dos veces, matándolo. A pesar de sus heridas, Alicia se libera y escapa del lugar. Luego, recibe una llamada telefónica de Leandro y se dirige hacia la salida, incendiando el taller de Rovira. Mientras escapa, siente frío y dolor, pero finalmente se encuentra con Fernandito, quien la abraza. Alicia se da cuenta de que está sangrando y le pide a Fernandito que no la deje morir.

31

En este capítulo, Fermín decide pasar el día en la librería debido a una tormenta que ha dejado las calles vacías. Mientras escucha música en la radio, recuerda sus años de juventud bailando en La Habana. Bea y Daniel se burlan de él y Fermín intenta enseñarle a Bea a bailar. De repente, un taxi se detiene frente a la librería y un joven empapado y aterrorizado golpea el cristal. Resulta ser Fernandito, quien le pide a Fermín que lo acompañe porque Alicia está muriendo. Fermín se va con él en el taxi y Bea y Daniel se quedan perplejos. En el camino, Fermín intenta tranquilizar a Fernandito y descubre que Alicia ha sido apuñalada. Fermín presiona la herida para detener la hemorragia y deciden llevarla al hospital. Durante el trayecto, Alicia delira y Fermín intenta mantenerla despierta. Finalmente, llegan al hospital y Alicia es llevada al quirófano. Fermín se queda preocupado y espera que sobreviva.

32

En este capítulo, Fermín y Fernandito están en el hospital esperando noticias de Alicia. Fermín cuenta una historia falsa al adjunto de la dirección del hospital para evitar que se informe a la policía sobre el intento de asesinato de Alicia. Fermín explica que Alicia resultó herida durante una fiesta con el gobernador y sus amigos. Después de convencer al adjunto de no informar a la policía, Fermín y Fernandito continúan esperando en la sala. Fermín reflexiona sobre la importancia de la mentira en la sociedad y critica la falta de sinceridad en las personas. Luego, Fermín y Fernandito tienen una conversación sobre Alicia y Fermín revela que él y Alicia se conocen desde hace mucho tiempo. Fermín le da consejos a Fernandito sobre cómo enfrentar la vida y evitar que los demás le dicten su camino. Fermín hace una llamada a Bea para pedirle ayuda y le explica la situación. Fermín también le pide a Bea que consiga suministros y contacte al doctor Soldevila. Fermín advierte a Bea sobre la posible vigilancia en la librería y le pide que tenga cuidado. Después de la llamada, Fermín regresa a la sala y le dice a Fernandito que Alicia estará orgullosa de él. Antes de que Fermín pueda darle consejos a Fernandito, el cirujano llega y se sienta, exhausto.

33

En este capítulo, el cirujano informa a Fermín sobre el estado de salud de la paciente, quien ha sido estabilizada y se ha controlado la hemorragia. Aunque la herida era profunda, no ha afectado la arteria femoral. Sin embargo, el cirujano advierte que la evolución de la paciente en las próximas 48 horas será determinante. Fermín le comenta al cirujano sobre la posibilidad de ayudar a la paciente con procedimientos de reconstrucción para aliviar su dolor. El cirujano muestra curiosidad por el nombre de la paciente, Violeta, y Fermín le explica que es la paciente a la que alguien ha golpeado brutalmente. Fermín pregunta cuándo podrán sacar a Violeta del hospital, pero el cirujano le informa que necesitará un mes de reposo absoluto. Fermín considera la posibilidad de trasladarla a otro lugar, pero el cirujano no lo recomienda. El cirujano les informa que en un par de horas la paciente será trasladada a planta y les sugiere que salgan a airearse. Fermín observa a dos policías en el pasillo y sospecha que el administrador ha alertado a la policía. Decide que Fernandito vaya a la librería Sempere e hijos a hablar con Bea y que envíe a Daniel a avisar a Isaac Monturiol. Fermín se prepara para enfrentar la situación, ya que considera que están en una guerra.

34

En este capítulo, Fermín abandona el hospital y se dirige hacia la playa del Somorrostro. En su camino, es recibido con miradas recelosas por los habitantes de las chabolas. Un grupo de jóvenes hostiles le impide el paso, pero Fermín logra convencerlos de que busca a Armando, un amigo suyo. Finalmente, llega a la playa y se encuentra con Armando, el príncipe de los gitanos. Observan un viejo carguero varado en la playa debido al temporal, mientras la tripulación intenta salvar lo que puede y los niños celebran la situación. Fermín le explica a Armando que necesita su ayuda para salvar una vida, una deuda pendiente. Por otro lado, en una comisaría, Hendaya interroga a Linares sobre el asesinato del capitán Vargas. Hendaya insinúa que Vargas estaba investigando un crimen y que alguien en la comisaría podría estar involucrado. Linares se niega a aceptar las acusaciones y decide tomar medidas para descubrir la verdad.

35

En este capítulo, Alicia despierta en una sala blanca sin dolor por primera vez en veinte años. Un ángel sin alas y un diablillo aparecen y le dicen que están llevándola a casa. Alicia siente una punzada de felicidad líquida en sus venas y es transportada en una camilla mágica por un sinfín de corredores hasta llegar a un carruaje extraño. Durante el viaje, el diablillo se enfrenta a una conjura de villanos y finalmente llegan a un portón donde son recibidos por un hombre de cabello ralo. El príncipe oscuro besa a Alicia y luego se despide. Luego, Alicia es llevada por un largo corredor hasta una gran bóveda donde ve un laberinto ascendente y una cúpula de cristal. Isaac Monfort, el guardián del lugar, le dice que está en el Cementerio de los Libros Olvidados.

36

En este capítulo, Valls comienza a dudar de la existencia de la mujer que había aparecido en su celda y le había preguntado si era el ministro Valls. A veces, piensa que tal vez la haya imaginado y que él es solo otro prisionero en el castillo de Montjuic. Sin embargo, Valls está convencido de que la mujer volverá algún día para liberarlo. Él sabe quién es y recuerda todo. Valls espera ansiosamente cada vez que escucha la puerta del sótano abrirse, esperando que sea el día en que sea liberado. Un día, en la madrugada, Valls escucha pasos y ve a Hendaya, quien le trae un delicioso desayuno. Valls devora la comida con ferocidad y Hendaya le dice que hoy es un gran día y que se lo merece. Después de terminar de comer, Hendaya le ofrece un periódico para leer. Valls agarra el periódico y descubre que el titular dice que el ministro Mauricio Valls ha muerto en un accidente de tráfico. Valls queda conmocionado por la noticia y se da cuenta de que ha sido engañado. El capítulo termina con Valls lamentando su destino y la pérdida de su vida.

AGNUS DEI

1

En este capítulo, Victoria Sanchís despierta en una habitación lujosa y elegante sin recordar cómo llegó allí. Intenta recordar lo último que recuerda y las imágenes de su captura y tortura por parte de Hendaya y sus hombres regresan a su mente. Victoria siente náuseas y se dirige al baño, donde se desploma y vomita. Después de recuperarse, se lava la cara y regresa a la habitación. A pesar de no saber cuánto tiempo ha estado allí, Victoria se pregunta si este lugar es el infierno y se queda dormida nuevamente, deseando no despertar nunca más.

2

En este capítulo, Victoria se despierta en una habitación desconocida y se encuentra con un hombre llamado Leandro. Leandro le ofrece desayuno y le explica que la ha llamado Ariadna, su verdadero nombre. Victoria se siente confundida y desconfiada, pero finalmente acepta el desayuno y se sienta a hablar con Leandro. Leandro le cuenta que están en el hotel Palace en Madrid y que Ignacio, el esposo de Victoria, ha fallecido. Victoria se llena de rabia y tristeza al enterarse de la noticia y Leandro la consuela. Luego, Leandro le muestra un periódico que confirma la muerte del Ministro Mauricio Valls en un accidente de tráfico. Victoria se derrumba emocionalmente y Leandro la abraza y la consuela.

3

En este capítulo, Leandro revela a Victoria que han estado investigando a Valls y el Consorcio Financiero de Reagrupamiento Nacional, presidido por su padre, Miguel Ángel Ubach. Sospechan que el consorcio fue utilizado para distribuir los bienes expropiados durante y después de la guerra entre unos pocos privilegiados. Leandro le explica a Victoria que buscan la verdad y la justicia para las víctimas de Valls y aquellos cuyas vidas fueron destruidas por él. Leandro le muestra a Victoria que son un grupo de ciudadanos comprometidos en cambiar el país desde dentro del régimen. Leandro le pide a Victoria que se una a ellos para luchar por la justicia y la verdad. Victoria duda, pero finalmente accede a darles una oportunidad.

4

En este capítulo, Leandro reconstruye los hechos que ha podido averiguar y le explica a Victoria lo que sabe. Leandro le cuenta que su padre aceptó escribir la supuesta autobiografía de Miguel Ángel Ubach, un poderoso financiero, a cambio de una suma considerable. Después de la guerra, los Ubach visitaron a la familia de Victoria y su hermana Sonia. Días después, hombres armados se llevaron a su hermana y a ella, dejando a su madre malherida. Leandro le explica que su madre fue internada en un manicomio y luego abandonada en las afueras de Barcelona. Victoria escucha atentamente mientras Leandro le cuenta cómo su madre sobrevivió en las calles de Barcelona y cómo encontró a su hermana, que había sido adoptada por Mauricio Valls, el director de la prisión de Montjuic. Leandro también le cuenta cómo Victoria creció en la mansión de los Ubach y cómo se casó con Ignacio Sanchís, su tutor legal. Leandro le revela que hay más casos como el suyo y que necesitan encontrar al cerebro detrás de toda la operación. Victoria accede a ayudar y Leandro le asegura que estará vigilada y protegida. Leandro se despide y Victoria se queda sola en la habitación, sintiendo una desazón y un vacío.

5

En este capítulo, Leandro estudia el rostro de Ariadna, notando su expresión de tristeza y desorientación. Le fascina la capacidad de leer el lenguaje de las miradas y del tiempo en un rostro, y puede ver el niño que Ariadna una vez fue y cómo el mundo la ha afectado. Leandro compara a las personas con títeres o juguetes de cuerda, con un resorte oculto que permite manipularlos. Hendaya, sentado a su lado, muestra desconfianza y sugiere interrogar a Ariadna. Leandro le dice que haga su trabajo y él hará el suyo. Luego, aparece el doctor, a quien Leandro ha elegido cuidadosamente. Aunque no es médico, tiene un aspecto afable y ayuda a Ariadna a acostarse en la cama. Leandro sonríe al ver cómo Ariadna se relaja después de recibir una inyección. Hendaya pregunta si eso la matará, y Leandro responde que no con la dosis adecuada. El doctor se retira y Leandro le pide a Hendaya que regrese a Barcelona y encuentre a Alicia Gris. Hendaya duda de que Alicia esté viva, pero Leandro afirma que lo sabe.

6

En este capítulo, Alicia despierta en una habitación con un hombre llamado el doctor Soldevila a su lado. Le pregunta si es del cielo, pero él le responde que es de Matadepera. El doctor le examina y le dice que tiene que esperar para beber agua debido a la anestesia. Luego, el doctor se va y aparecen Fermín, Daniel y Bea. Fermín habla con el doctor y luego se despide de Alicia. Bea se queda a cuidar de ella y le dice que nadie sabe quién es en realidad. Alicia menciona que ha soñado con besar a un hombre guapo y Bea le pregunta si tiene la costumbre de besar a extraños. Luego, Bea le pide perdón por su comentario y Alicia le pide perdón a su vez. Bea le dice que intente dormir y Alicia le pide permiso para tomarle la mano. Bea acepta y se quedan en silencio. Alicia le dice a Bea que Daniel es afortunado y Bea le pregunta si le está coqueteando. Alicia menciona que solo la quieren para fantasear y Bea le dice que algunos hombres no están tan mal. Hablan sobre Isabella, la madre de Daniel, y Alicia le pide a Bea que no haga daño a Daniel ni a su familia. Bea le pide que se lo jure y Alicia lo hace. Bea se reclina en la silla y Alicia le pregunta si hay algo más, pero Bea le dice que se calle y duerma.

7

En este capítulo, el señor Sempere se despierta con optimismo y decide que será un día memorable. Mientras retira el cartel de cerrado de la librería, nota que Fermín y Daniel están conspirando en un rincón. Un policía llamado Hendaya llega a la librería y muestra una foto de Alicia Gris, una fugitiva de la justicia. Los tres niegan conocerla y Hendaya se va, dejando su número de teléfono por si recuerdan algo. Después de que Hendaya se va, un hombre misterioso se acerca a la librería y entra en un café frente a ella. Fermín explica a Sofía que si alguien pregunta por Alicia Gris, debe negar conocerla. En la trastienda, Fermín y el señor Sempere discuten sobre la situación y deciden que Fermín se encargará de investigar. Daniel sale de la trastienda y Fermín le dice al señor Sempere que se comporte como si fuera él. El señor Sempere le pide a Fermín que finalmente le explique qué está sucediendo. Fermín le ofrece un Sugus.

8

En este capítulo, Daniel espera ansiosamente el regreso de Bea a la librería. Fermín se ha ido después de darle a su padre una excusa para mantenerlo ocupado y distraído. Bea finalmente regresa al mediodía y le cuenta a Daniel que Fermín le ha contado todo. Daniel está preocupado y sospecha que todos le están ocultando algo. Bea le asegura que no le ocultan nada y le pregunta por Julián y su padre. Daniel le cuenta que su padre está ocupado y que Fermín le ha contado uno de sus poemas épicos. Bea decide ir al mercado a comprar algo y le pregunta a Daniel si quiere algo, a lo que él responde que solo quiere una vida normal. Por la tarde, el padre de Daniel lo deja solo en la librería y él decide subir al piso para descansar. Allí, descubre un álbum lleno de recortes de prensa sobre Mauricio Valls, el hombre que le robó a su madre. Daniel guarda este secreto y se siente consumido por el odio. Sueña con vengarse de Valls, pero sabe que nunca se hará justicia. Bea lo encuentra y le pregunta si está bien, pero él finge estar bien y le asegura que solo está cansado. Bea se preocupa por él, pero él no le cuenta la verdad.

9

En este capítulo, Alicia pasa cuatro días en cama, suspendida entre la vigilia y el sueño. Isaac se encarga de alimentar el brasero y la habitación está iluminada por una vela o un farol de aceite. La medicación que le dejó el doctor Soldevila la mantiene en un estado de sopor gelatinoso. Cuando Alicia recobra la conciencia, intenta hablar pero la mayoría de sus preguntas son respondidas antes de que las formule. Fermín y Daniel la cuidan y le informan sobre su estado de salud y el de Fernandito. Alicia se alegra de que Fermín esté enamorado de Sofía. A veces, Alicia piensa en quedarse en un perpetuo letargo, pero siempre vuelve a despertar. Fermín visita a Alicia y le dice que es el momento de perdonarlo. Alicia le pide que la perdone por haberlo hecho creer que había muerto en la guerra. Fermín le dice que meditará sobre ello. Alicia le dice que no quiere que lo perdone por lástima, sino porque no quiere morir con ese peso encima. Fermín le dice que no le da ninguna pena y que prefiere tenerle miedo. Alicia le pide un beso de buenas noches y Fermín se lo da en la mejilla. Alicia le dice que lo quiere mucho y cuando lo oye llorar, le toma la mano y se quedan dormidos juntos.

10

En este capítulo, Alicia continúa su vida en el Cementerio de los Libros Olvidados. Isaac, el guardián del lugar, le lleva comida y periódicos atrasados. Alicia descubre que Isaac tiene una debilidad por ella y le cuenta historias sobre su hija fallecida, Nuria. A veces, Isaac se pierde en sus recuerdos y llora por su hija. Alicia siente alivio cuando Isaac se retira con su tristeza. Daniel, por su parte, lee libros a Alicia, especialmente los de Julián Carax. Sin embargo, Alicia decide no hablar de Carax con Isaac, ya que este tiene una aversión hacia él debido a que Nuria estaba enamorada de él. Alicia también descubre que Bea, la esposa de Daniel, es la única que la ve tal como es y la cuida. Bea baña, viste y peina a Alicia, y ambas tienen un cometido que cumplir juntas. Alicia también se da cuenta de que está recuperando fuerzas y que el doctor Soldevila la examina diariamente. Alicia y Soldevila tienen conversaciones sobre su salud y alma. Fermín se preocupa por Alicia y discute con ella sobre su deseo de obtener un arma y abandonar Barcelona. Sin embargo, Alicia insiste en que es lo que debe hacer para proteger a todos. Por las noches, Alicia explora el Cementerio de los Libros Olvidados y encuentra una maleta con ropa y objetos de Nuria, la hija de Isaac. Isaac le regala un ángel de yeso que solía esconder mensajes secretos. Alicia duerme con el ángel y le pide que la acompañe en su camino de regreso a las tinieblas.

11

En este capítulo, se narra cómo Leandro espera a Ariadna todas las mañanas con el desayuno y flores frescas. Ariadna se despierta una hora antes de la llegada de Leandro y es despertada por el médico, quien le administra una inyección para abrir los ojos y recordar quién es. Después, la enfermera la levanta, la viste y la peina mientras el médico la examina. Ariadna ha adelgazado y se siente perdida al ver su reflejo en el espejo. Durante las comidas, a veces vomita o se siente mareada, y Leandro llama al médico para que la atienda. Ariadna anhela los momentos en los que pierde la consciencia debido a las inyecciones. Leandro le pregunta cómo se siente y le propone hablar sobre los meses en los que estuvo desaparecida. Ariadna está cansada pero accede a hablar. Leandro le pregunta sobre el día en que decidió escapar de casa y cómo conoció a David Martín. Ariadna revela que David era amigo de su padre y que habían trabajado juntos escribiendo seriales para la radio. David fue encarcelado y declarado muerto, pero Ariadna afirma que lo vio en el parque del Retiro y que él la ayudó a escapar. Leandro cuestiona si David realmente existía y Ariadna confirma que sí, pero que estaba enfermo mentalmente. Ariadna revela que David quería vengarse de Mauricio Valls por haber asesinado a alguien que él amaba, y que la ayudó a escapar porque ella estaba embarazada de Ubach, el hombre que la había adoptado. Ariadna pide su medicina y Leandro se la da, agradeciéndole por su sinceridad.

12

En este capítulo, Ariadna continúa su conversación con Leandro. Leandro le pregunta sobre su fuga con David Martín, y Ariadna le cuenta que David tenía un coche robado escondido en un garaje en Carabanchel. Acordaron encontrarse en una entrada del parque a las doce del mediodía del sábado siguiente. Ariadna relata que se subieron al automóvil y se escondieron en el garaje hasta el anochecer.

Luego, Leandro menciona que la policía acusó a la tutora de Ariadna de ser cómplice en su secuestro y la interrogaron durante cuarenta y ocho horas. Ariadna revela que ella fue la única a quien le contó sobre los abusos de Ubach y que su tutora le dijo que se callara y que Ubach la quería mucho.

Leandro pregunta sobre la fuga y Ariadna cuenta que salieron del garaje y estuvieron toda la noche en la carretera. Viajaron por carreteras comarcales y caminos rurales, y David le pedía que se escondiera en el asiento trasero cubierta con mantas para que no la vieran en las gasolineras. Ariadna menciona que a veces se dormía y escuchaba a David hablar con alguien llamado Corelli en el asiento del acompañante.

Leandro pregunta a dónde la llevó David y Ariadna responde que a un lugar en el Pirineo llamado Bolvir, cerca de Puigcerdá. Allí se refugiaron en un caserón abandonado que había sido un hospital durante la guerra. Pasaron varias semanas allí con la ayuda de un amigo de David llamado Alfons Brosel.

Luego, Ariadna menciona que David conocía un enclave en la costa donde otro amigo suyo, Pedro Vidal, tenía una casa que pensaban que sería un buen escondite. Se dirigieron a S'Agaró, cerca de San Feliu de Guíxols, y pasaron el invierno en una casa abandonada en el Camino de Ronda.

Leandro pregunta qué pasó con David y Ariadna se niega a hablar de eso. Leandro intenta tranquilizarla y le ofrece una aspirina para el dolor de cabeza. Luego, menciona que han investigado sobre la casa de S'Agaró y descubrieron que pertenecía a Pedro Vidal, quien fue asesinado por David en 1930. Ariadna insiste en que Vidal se suicidó.

Leandro continúa preguntando sobre la relación de David con Isabella, y Ariadna revela que ella era su aprendiza y que David hablaba mucho de ella. Leandro señala que Isabella llevaba muerta diez años, pero Ariadna explica que David a veces olvidaba eso y por eso regresó a la casa de S'Agaró.

Finalmente, Leandro pregunta qué hicieron durante esos meses en la casa, y Ariadna responde que cuidó de David, quien estaba muy enfermo y confundido. Leandro le pregunta si ella mató a David, pero Ariadna se niega a responder.

13

En este capítulo, Ariadna narra cómo empeoró la salud de David después de un mes en la mansión. David ya no podía salir de la casa debido a los terribles dolores de cabeza, fiebre y náuseas que sufría. Ariadna revela que David creía que Corelli vendría por él y tenía conversaciones imaginarias con él en el muelle de madera cerca de la casa. Ariadna menciona que David dejó de reconocerla y pasó los últimos dos meses de su vida convencido de que vivía con Isabella. Ariadna confiesa que esos meses fueron los más felices y tristes de su vida. Ariadna revela que David le contó que Corelli era un alma negra con la que había hecho un trato para escribir un libro llamado Lux Aeterna, pero lo destruyó antes de que Corelli lo obtuviera. David creía que Corelli quería vengarse de él. Ariadna también menciona que David creía que el bebé que ella llevaba en el vientre era alguien a quien él había conocido y perdido, llamado Cristina. Ariadna niega las acusaciones de la policía sobre la muerte de Cristina y defiende la bondad de David, a pesar de su pérdida de juicio. Ariadna confiesa que nunca consideró abandonar a David y huir de la casa.

14

En este capítulo, Ariadna le cuenta a Daniel lo que sucedió después de la muerte de su hija. Ariadna relata que después de perder a su bebé, ella pasó varios días con fiebre y creyendo que todo había sido una pesadilla. Después de recuperarse, comenzó a ir a la playa todos los días, esperando que David regresara. Los payeses que la veían todos los días le ofrecían comida y se preocupaban por ella. Sin embargo, un día la Guardia Civil la encontró dormida en la playa y la llevaron al hospital, donde estuvo ingresada durante dos semanas debido a su estado de salud. Ariadna revela que los Ubach no fueron a visitarla al hospital y que cuando le dieron el alta, la llevaron de regreso al palacete en Madrid. Los Ubach la trataron mal y la señora la insultó. Luego, Ubach la llevó a un internado cerca de El Escorial, donde estuvo solo tres semanas. Ariadna cuenta que le contó todo lo sucedido a su compañera de dormitorio, Ana María, quien también había pasado por una experiencia similar. Sin embargo, Ana María fue encontrada ahorcada en el desván del internado. Ariadna regresó a la casa de los Ubach, donde fue golpeada por Ubach y encerrada en su habitación. Ariadna decide vengarse y prende fuego a la casa de los Ubach, queriendo verlos arder. Finalmente, Ariadna le pregunta a Daniel dónde está su hermana.

15

En este capítulo, Ariadna revela a Leandro la verdad sobre su esposo Ignacio Sanchís y su relación con Miguel Ángel Ubach. Resulta que Ignacio es hijo de Ubach y fue nombrado albacea testamentario debido a su parentesco. Ariadna explica que se casó con Ignacio para protegerse y que su matrimonio fue real pero nunca hubo violencia. Luego, Ariadna revela que la idea de usar el fantasma de David Martín para asustar a Valls fue suya y que ella era quien escribía las cartas. También menciona que Morgado fue el responsable del intento de asesinato en 1956. Ariadna explica que descubrieron la lista de niños robados a través de Morgado y que sospechaban que había muchos más casos. Sin embargo, nunca compartieron sus sospechas con nadie y no investigaron más allá de los casos que descubrieron. Ariadna confirma que no hay copias de la lista y que Hendaya la destruyó. Leandro le pregunta si está segura y Ariadna comienza a dudar de su sinceridad. Finalmente, Leandro se despide de Ariadna y ella sueña con el Príncipe Escarlata y recuerda el día en que su padre fue arrestado y ella y su hermana fueron secuestradas.

16

En este capítulo, Valls se encuentra en su celda cuando Hendaya desciende por las escaleras. A pesar de la presencia de Hendaya, Valls se muestra indiferente. Hendaya le ofrece un cigarrillo y comienzan a hablar sobre la lista que Valls encontró en su despacho. Valls revela que hizo una copia de la lista y que Vicente, su guardaespaldas, la tenía. Sin embargo, Valls no sabe qué ha pasado con Vicente y la copia. Hendaya amenaza a Valls con consecuencias si le miente. Luego, Hendaya revela que Alicia Gris estuvo en la celda y muestra una fotografía de ella a Valls. Valls confirma que es la persona que vio. Hendaya le permite quedarse con la fotografía y le promete una bala como recompensa si se porta bien. Después de que Hendaya se va, Valls recoge la fotografía del suelo.

17

En este capítulo, Ariadna despierta en su habitación de hotel y encuentra un paquete dejado por uno de los esbirros de Leandro. Dentro del paquete, encuentra ropa y un mensaje de Leandro diciéndole que hoy se reunirá con su hermana. Ariadna se viste con la ropa y se prepara para su encuentro final. Luego, el doctor llega a su habitación y le ofrece una inyección. Ariadna aprovecha la oportunidad para matarlo y robarle dinero. Después de limpiar la escena del crimen, Ariadna sale de la habitación y se encuentra con varias personas en el hotel. Finalmente, sale del hotel y un portero le ofrece un taxi.

18

En este capítulo, el doctor Soldevila, jubilado y curioso por el misterioso espíritu llamado Alicia Gris, se dirige a su encuentro con ella. Aunque siente curiosidad por ella, sabe que pronto tendrá que darle el alta y desaparecerá de sus vidas. Mientras tanto, Isaac, el guardián del Cementerio de los Libros Olvidados, le regala a Alicia un plumín dorado que perteneció a su hija Nuria. Sin embargo, cuando el doctor Soldevila llega al palacio, es sorprendido por Hendaya, quien lo amenaza con un revólver. Mientras tanto, Alicia, en el palacio, se da cuenta de que algo anda mal y siente un silencio inquietante en el aire.

19

En este capítulo, Hendaya decide no matar a los dos ancianos para no alertar a Alicia. El doctor Soldevila queda inconsciente después de recibir un golpe en la nuca. Hendaya golpea a Isaac y lo arrastra hacia el interior del edificio, preguntándole dónde está Alicia Gris. Isaac se niega a responder y Hendaya lo arrastra hasta una gigantesca bóveda donde se encuentra una ciudad prohibida de libros y palabras. Hendaya decide prender fuego a esta ciudad después de acabar con Alicia. Mientras tanto, Isaac intenta escapar pero Hendaya lo atrapa y lo esposas a una tubería. Hendaya encuentra una pista que lo lleva a una habitación donde encuentra un mensaje dirigido a Alicia. Después de recoger un farol de aceite, Hendaya se adentra en el laberinto de libros siguiendo los pasos de Alicia.

20

En este capítulo, Hendaya continúa adentrándose en el laberinto de libros en busca de Alicia. El túnel se estrecha a medida que avanza y llega a un rellano con una mesa llena de libros abiertos. Decide tomar uno de los pasillos descendentes, pero antes nota un libro colgando de un estante con el título "Alicia a través del espejo" de Lewis Carroll. Hendaya llama a Alicia, pero no obtiene respuesta y continúa su camino.

Después de un tiempo, Hendaya se encuentra con una figura de un ángel de cera que sostiene un libro llamado "El paraíso perdido" de John Milton. Hendaya llama a Alicia nuevamente y cruza la sala hacia los corredores que parten de allí. Encuentra otro libro asomando de un estante y decide tomar ese corredor, que asciende en una pendiente pronunciada.

Hendaya sigue escalando el laberinto durante casi veinte minutos, encontrando salones y pasarelas suspendidas entre arcos. La estructura del laberinto se vuelve cada vez más compleja y Hendaya encuentra figuras y artefactos que apenas puede identificar. Siente vértigo e inquietud y su arma resbala entre sus dedos sudorosos.

Finalmente, Hendaya escucha un ruido y ve una cabeza de muñeca rodando escalones abajo. Luego, escucha una melodía metálica y se lanza escaleras arriba. Llega a una sala circular en la cima del laberinto, donde encuentra una caja de música con un ángel girando lentamente. Hendaya nota el reflejo de una figura en uno de los espejos de la caja y dispara tres veces, rompiendo la figura de papel y yeso.

Sin embargo, Hendaya se da cuenta de que otra figura se ha movido y antes de que pueda reaccionar, es atacado por alguien en las sombras. Hendaya cae al suelo y Alicia se acerca a él, le quita el arma y lo empuja hacia la balaustrada. Hendaya cae al abismo y se estrella contra el suelo, aún vivo.

21

En este capítulo, Isaac observa a Alicia salir del laberinto cojeando y sosteniendo un arma en la mano. Ella se acerca al cuerpo de Hendaya y busca en sus bolsillos, tomando un fajo de billetes y dejando el resto. Luego, Alicia encuentra unas llaves en la chaqueta de Hendaya y se guarda. Después, arranca el plumín que Isaac le había regalado y se acerca lentamente a él. Alicia lo libera de las esposas y le ofrece el plumín limpio. Isaac, con lágrimas en los ojos, busca su mirada, pero Alicia lo observa sin expresión. Luego, Alicia va al baño y el doctor Soldevila aparece tambaleándose. Isaac le hace una señal y el doctor se acerca. Isaac señala el cuerpo de Hendaya y el médico se sorprende. Alicia sale del baño envuelta en una toalla y entra en la habitación de Isaac. El doctor le pregunta si está bien y Alicia responde que está perfectamente. Mientras Alicia se viste con las prendas de Nuria Monfort, el doctor la observa en silencio. Alicia se maquilla y construye un personaje que encaja mejor con sus actos. Luego, Alicia le indica al doctor que deben hacer desaparecer el cuerpo y le da instrucciones para contactar a Fermín. Alicia guarda el arma y el dinero en un bolso negro y se dirige hacia la puerta. El doctor le pregunta quién es y Alicia responde que es el demonio.

22

En este capítulo, Fermín ve entrar al doctor Soldevila a la librería con signos evidentes de haber sido golpeado. Daniel y Bea corren a ayudarlo y le preguntan qué ha pasado. El doctor responde que no está seguro, pero menciona que Alicia ha desaparecido. Fermín le pide a Daniel que saque una botella de coñac y ayuda al doctor a sentarse. El doctor cuenta que Alicia ha volado envuelta en una nube de azufre. Fermín pregunta por Isaac y el doctor responde que se ha quedado meditando. Fermín le pide al doctor que cuente lo sucedido sin editorializar y después de escuchar su relato, todos toman una copa. Daniel pregunta dónde habrá ido Alicia y Fermín sugiere que se vaya a casa y deje que ellos resuelvan el problema. El doctor acepta y Fermín le pide a Daniel que lo acompañe a su casa. Bea menciona lo que el doctor dijo sobre un taxidermista y hacer desaparecer un cuerpo, y Fermín comenta que tendrán que solucionar ese problema. Bea le pregunta si Alicia les ocultó algo y Fermín responde que sospecha que hay muchas cosas, pero que Alicia lo hizo por su bien. Bea le pide a Fermín que tenga cuidado y él se va a ver al taxidermista. Bea se queda contemplando el invierno que ha llegado de repente y tiene la sensación de que dejará huella.

23

En este capítulo, Fernandito está acostado en su habitación pensando en el amor. Recuerda su amor fallido por Alicia y cómo eso lo llevó a conocer a la familia Sempere y conseguir un trabajo en la librería. Un día, conoce a Sofía, la sobrina del librero, y se enamora perdidamente de ella. Fernandito pasa horas imaginando momentos románticos con Sofía y se siente feliz. Sin embargo, su padre interrumpe su fantasía y le dice que hay una llamada para él. Resulta ser Alicia, quien le pide un favor importante: entregarle a Daniel Sempere un cuaderno que pertenece a él. Fernandito acepta y Alicia se despide de él, diciéndole que Sofía es una mujer afortunada y que él merece ser feliz. Fernandito se siente triste pero decide cumplir el favor de Alicia.

24

En este capítulo, Alicia abandona la cabina telefónica y se dirige hacia el taxi que la espera. El conductor, fumando un cigarrillo, le pide que se apure. Alicia camina hacia el cementerio de Montjuic, donde se encuentra la tumba de Isabella Sempere. Allí, recuerda las fotos y el retrato de Isabella, y se siente muy cerca de ella. Alicia reflexiona sobre si debería ocultar la verdad a Daniel sobre Valls y la venganza que busca. Luego, saca del bolsillo del abrigo una figura tallada que le había dado el viejo guardián, y dentro de ella encuentra una nota con la dirección de Mauricio Valls. Alicia coloca la figura del ángel en la tumba de Isabella y decide dejar que el destino decida. De regreso al taxi, Alicia toma unas pastillas y bebe agua de una cantimplora que el conductor le ofrece. Finalmente, le muestra al conductor un fajo de billetes y le ofrece una recompensa si llegan a Madrid antes del amanecer.

25

En este capítulo, Fernandito se acerca a Daniel en la librería y le entrega un cuaderno escolar de parte de la señorita Alicia. Daniel se sorprende al leer la palabra en la cubierta del cuaderno y se queda solo en la librería para leerlo.

EL CUADERNO DE ISABELLA

*

En este capítulo, Isabella Gispert, una mujer de veintidós años de Barcelona, ​​escribe en sus últimas horas de vida. Expresa su amor y gratitud hacia su esposo Juan Sempere y su hijo Daniel. Isabella es consciente de que pronto morirá y quiere dejar un registro de su vida y sus acciones. Aunque le duele, escribe para aferrarse a la vida y comprender quién fue y por qué hizo lo que hizo. También menciona que hay secretos que no puede compartir con sus seres queridos por temor a ponerlos en peligro. Isabella escribe para prolongar su conexión con sus seres queridos y enfrentar el miedo a la muerte.

1

En este capítulo, la protagonista nos cuenta sobre su infancia y su familia. Recuerda que vivían en una finca detrás de la tienda de ultramarinos de su familia, cerca de la iglesia de Santa María del Mar. Ella era la tercera de tres hermanas y desde pequeña mostró ser rebelde y diferente a sus hermanas. A los ocho años, declaró que nunca se casaría y que quería ser escritora o submarinista. Su padre la culpaba de su rebeldía a las hermanas Brontë. Aunque no era una buena chica, ella no quería serlo. No le gustaba jugar con las otras niñas y prefería jugar con los niños. A medida que crecía, también empezó a interesarse por los chicos mayores. En la biblioteca de la universidad, descubrió su pasión por los libros y soñaba con que sus propias historias fueran publicadas. A pesar de los intentos de su madrastra y del párroco por encauzarla, ella seguía siendo rebelde y no se dejaba influenciar. Finalmente, se enamoró de un escritor llamado David Martín y planeó encontrarse con él para cambiar su vida.

2

En este capítulo, el narrador comienza contando cómo se convirtió en la aprendiza de David Martín. A pesar de la resistencia de David, logró colarse en su casa y en su vida. El narrador siente que David es su primer amigo de verdad después de doña Lorena. Aunque David es cínico y arisco, siempre mostró paciencia y generosidad hacia el narrador. David enseñó al narrador muchas cosas sobre la escritura y el lenguaje, y le hizo comprender que en la literatura lo más importante es cómo se narra, no el contenido en sí. A pesar de que David pensaba que el narrador tenía poco futuro como escritor, el narrador le llevó la contraria. Con David, el narrador aprendió a aceptarse a sí mismo y a pensar por su cuenta. A medida que pasaba el tiempo, el narrador se dio cuenta de que se había enamorado de David mucho antes de darse cuenta. David temía por el narrador y fue él quien convenció a Juan, el futuro esposo del narrador, de cortejarla. El narrador también comprendió que David estaba enfermo y perdiendo la razón. Ayudó a David a huir de Barcelona después de que fuera acusado de asesinato. Pasaron cuatro años intentando olvidar a David, trabajando en la librería Sempere e hijos y teniendo una relación con Juan. Finalmente, Juan le propuso matrimonio y el narrador aceptó convencido de que era el mejor hombre que conocería. Sin embargo, el narrador se da cuenta de que sigue siendo ingenuo.

3

En este capítulo, Isabella se encuentra ilusionada por su próxima boda en la capilla de Santa Ana. Sin embargo, un día en la librería, se encuentra con David Martín, quien no ha envejecido y cree que su diablo literario, Andreas Corelli, lo persigue. A pesar de sus locuras, Isabella se da cuenta de que todavía está enamorada de él. Decide abandonar la librería con David y llevarlo a esconderse en la casa de su antiguo mentor en S'Agaró. Durante el viaje, David confiesa que no ha dormido en años. Llegan a la casa y al despertar al amanecer, David le dice a Isabella que la quiere. Ella le reprocha y le dice que no tiene derecho a quererla. Sin embargo, terminan besándose y Isabella se da cuenta de que ha cometido un gran error.

4

En este capítulo, la narradora reflexiona sobre el paso del tiempo y cómo la vida se reduce a momentos fugaces de intensidad. Recuerda las semanas que pasó en un caserón junto al mar con David, quien llevaba consigo sombras internas. A pesar de esto, la narradora estaba dispuesta a acompañarlo a cualquier lugar. Describen las actividades que realizaban juntos, como ver el amanecer, bañarse en la cala, pasear por los acantilados y comprar víveres en un poblado gitano. También mencionan las noches en las que el viento soplaba fuerte y tenían que cerrar las ventanas y encender velas. La narradora recuerda con nostalgia las noches íntimas que compartieron y considera que esos momentos fueron lo más hermoso que se lleva consigo. Luego, la narradora revela que el verdadero propósito de su vida fue concebir a su hijo Daniel durante esas semanas con David. Aunque sabe que el mundo la juzgaría y condenaría por amar a David y concebir un hijo en pecado, considera que el castigo no se hizo esperar. Un día, mientras David se encontraba en el muelle, la narradora llama a Juan, quien había desaparecido hace dos semanas y media. Tienen una conversación en la que Juan le expresa su amor y le asegura que siempre la esperará, sin importar si ella regresa o no. Estas palabras afectan profundamente a la narradora y cuando regresa a casa llora. Dos días después, un gitano les advierte que la Guardia Civil busca a un hombre y una chica, y tienen un retrato de David por un asesinato. Esa noche es la última que pasan juntos, y al día siguiente la narradora descubre que David se ha ido y le ha dejado una nota en la que le pide que regrese a Barcelona, se case con Juan y sea feliz por los dos. La narradora decide que no tiene sentido esperarlo y deja la casa cerrada. Luego, se dirige a la estación de tren y se da cuenta de que lleva a su hijo en el vientre. Juan la recoge y la abraza sin hacer preguntas. La narradora confiesa que no merece su amor y se siente cobarde y asustada por el hijo que lleva dentro. Una semana después, se casa con Juan y al día siguiente escucha a Juan llorando en el baño. La narradora reflexiona sobre cómo sería la vida si fuéramos capaces de amar a quienes lo merecen. Finalmente, nace su hijo Daniel.

5

En este capítulo, la narradora reflexiona sobre la decisión de David de regresar a Barcelona durante los últimos días de la guerra. Aunque al principio pensó que nunca volvería a verlo cuando desapareció del caserón de S'Agaró, ha vivido estos años centrada en cuidar de su hijo Daniel y protegerlo de un mundo lleno de tinieblas y falsedad. Nunca quiso que David supiera de la existencia de Daniel, ya que consideraba a Juan Sempere, quien lo crió, como el verdadero padre de su hijo. Sin embargo, David fue detenido al cruzar el Pirineo y encarcelado en la Modelo, acusado de subversión y traición a la patria. La narradora reflexiona sobre la venganza y la revancha que se están llevando a cabo en Barcelona y cómo muchas personas cambian de bando por conveniencia e interés. Aparece un personaje llamado Mauricio Valls, quien encarna el espíritu de los tiempos y el lugar, pero es considerado un don nadie.

6

En este capítulo, el narrador revela su odio y rencor hacia Mauricio Valls, un hombre mediocre y vanidoso que ha logrado ascender en el nuevo régimen. Valls se casó con una mujer enferma y rica para obtener beneficios y reconocimiento. Sin embargo, al repartirse las recompensas del régimen, Valls fue nombrado director de la prisión del castillo de Montjuic, un cargo que considera indigno. Valls tiene un plan para utilizar a David Martín, un escritor encarcelado, para establecer su reputación literaria. El narrador, desesperado por ayudar a David, visita a Valls y se convierte en el objetivo de su odio. Valls utiliza a la narradora para herir a David y la envenena en un encuentro en el Café de la Ópera. La narradora está enferma y sufre intensos dolores, pero encuentra consuelo en el láudano. Escribe en un cuaderno para sobrevivir y confiesa sus pecados y faltas. Pide a su amigo Brians que destruya el cuaderno después de su muerte. La narradora lamenta haber abandonado a su hijo y ruega a Dios por un día más de vida para poder abrazarlo y decirle cuánto lo ama.

*

En este capítulo, Fermín sale a caminar por las calles desiertas de Barcelona en una madrugada fría. Se encuentra con Remigio, el sereno del barrio, quien le pregunta por su insomnio. Fermín reflexiona sobre el significado de la palabra "insomnio" y Remigio bromea sobre su falta de sueño debido a su esposa. Fermín decide dirigirse a la librería donde trabaja Daniel y lo sigue hasta el puerto. Daniel se acerca a un grupo de pescadores y quema un cuaderno en una hoguera. Fermín se acerca a Daniel y le sugiere regresar a casa, pero Daniel parece distante y frío. Finalmente, regresan a casa en silencio. Bea, la esposa de Daniel, está esperándolos y le pregunta a Daniel dónde estuvo. Daniel se dirige al dormitorio de su hijo Julián y Bea lo sigue. Bea le pregunta cuándo todo esto terminará y Daniel responde que pronto.

LIBERA ME

1

En este capítulo, Ariadna llega a la finca Villa Mercedes en la madrugada. El lugar está en ruinas y abandonado, con jardines secos y estatuas ennegrecidas. Ariadna entra a la casa principal y encuentra un tren en miniatura varado entre los arbustos. Avanza hasta la puerta principal, que también está abierta, y entra. La casa está en ruinas y huele a olvido. Ariadna escucha un lamento débil y se dirige hacia él. Llega a una habitación en el primer piso y encuentra a la señora de Valls, la esposa de Mauricio Valls, en un estado deplorable. Ariadna le pregunta por su hermana y la señora de Valls le suplica que la mate.

2

En este capítulo, Mercedes observa desde su casa de muñecas a la muerte vestida de blanco llegar a la villa. A lo largo de los días, Mercedes ha estado esperando su llegada, ya que ha soñado con ella en varias ocasiones. La muerte visita Villa Mercedes antes de que el infierno se la trague y deje un lugar desolado. Mercedes se encuentra escondida en el pabellón de las muñecas, donde se ha trasladado después de que el servicio abandonara la casa tras la muerte de su padre. Doña Mariana, la secretaria de su padre, intentó detenerlos, pero unos hombres de negro se la llevaron a rastras. Mercedes escucha disparos detrás de las cocheras, pero decide no ir a mirar. Durante varias noches, saquean la casa llevándose cuadros, estatuas, muebles, ropa y todo lo que pueden. También destrozan los muros en busca de tesoros secretos. Después de que no quede nada, se marchan y no vuelven. Un día, Mercedes ve entrar dos coches de policía acompañados de los guardaespaldas de su padre. Duda si salir a su encuentro y contarles lo sucedido, pero decide esconderse entre las muñecas. La señora, que estaba conectada a máquinas que la mantenían en tormento, es dejada a su suerte y finalmente muere. Mercedes sabe que todos le han mentido y cree que su padre está vivo y a salvo en algún lugar. Cree que Alicia, su amiga, lo encontrará. Al ver a la muerte entrar en la casa, Mercedes duda si es Alicia o la muerte que ha vuelto por ella para llevarla junto a su padre. Sale del pabellón de las muñecas y se dirige a la casa principal. Escucha pisadas en el piso de arriba y corre escaleras arriba para ver a la figura de blanco inclinada sobre la señora. La figura cubre el rostro de la señora con un cojín y Mercedes se da cuenta de que no es Alicia, sino la muerte. La muerte se acerca a Mercedes y le ofrece una rosa roja, a lo que Mercedes asiente. La muerte la abraza y le asegura que nadie las separará nunca más, estarán siempre juntas con sus padres.

3

En este capítulo, Alicia despierta en el asiento trasero de un taxi y se da cuenta de que está sola. El taxista, llamado Ernesto, le trae desayuno y le explica que han tomado un rodeo para evitar los controles policiales. Durante el desayuno, Alicia nota que Ernesto la observa y le pregunta si se fía de ella. Ernesto le menciona que vio una pistola en su bolso y le ofrece dejarla en un lugar seguro, pero Alicia decide que él la lleve a su destino. Mientras conducen por una ciudad cubierta de niebla, Alicia le indica a Ernesto que se dirijan al hotel Palace por la entrada de las cocinas. Una vez allí, Alicia le entrega el dinero a Ernesto y le pide que regrese a Barcelona y olvide haberla visto. Ernesto se siente incómodo, pero Alicia desciende del taxi y entra al hotel.

4

En este capítulo, Alicia se adentra en el gran hotel y se dirige a la suite de Leandro. Utiliza una llave maestra que él le había dado y entra en la habitación. Encuentra a Leandro afeitándose en el baño y lo apunta con una pistola. Leandro le explica que envió a Rovira para que la vigilara, pero no para matarla. Leandro le propone a Alicia que vuelva a su lado y le pide disculpas por su traición. Alicia duda sobre qué hacer y considera dispararle, pero finalmente deja caer el arma. Leandro llama por teléfono para informar al Ministerio de Gobernación sobre la situación, pero Alicia le dispara antes de que pueda hacerlo. Leandro se desangra en la bañera y le dice a Alicia que lo espere. Luego, su cuerpo se hunde en el agua ensangrentada.

5

En este capítulo, Alicia recoge el auricular del suelo y se da cuenta de que la línea no está conectada, lo que significa que Leandro no ha llamado a nadie. Luego, toma algunas pastillas y las lava con un sorbo de brandy caro. Antes de irse de la habitación, limpia el arma de Hendaya y la deja caer en la alfombra.

Alicia se dirige al pasillo de servicio y decide tomar las escaleras para bajar rápidamente. Mientras cruza los corredores, teme ser alcanzada por una bala y morir en los túneles del sótano del Palace. Finalmente, llega a la calle y ve al taxista esperándola. Ernesto la lleva rápidamente al automóvil y se ponen en marcha.

Mientras conducen, Ernesto nota la presencia de varios coches negros y hombres corriendo hacia el Palace. A medida que se alejan, el taxista se siente aliviado y finalmente se atreve a mirar a Alicia, quien está llorando y temblando. Alicia le agradece por esperarla y él le pregunta si está bien. Alicia no responde y cuando Ernesto le pregunta si van a casa, ella niega y dice que todavía tiene una última parada.

6

En este capítulo, Ernesto y Alicia llegan en coche a Villa Mercedes. Al ver la casa, deciden explorarla. Alicia baja del taxi y se acerca a la verja, mientras Ernesto la espera. Alicia atraviesa los jardines y ve el tren de vapor entre los árboles. Llega a la escalinata principal y encuentra la puerta abierta. Al entrar, se da cuenta de que la casa está vacía y abandonada. Llama a Mercedes, pero no obtiene respuesta. Sube al tercer piso y encuentra una habitación de juegos con dibujos en las paredes. En el lecho, encuentra a Ariadna y Mercedes, vestidas de blanco y sosteniendo una rosa roja. Alicia se queda en shock y luego decide prender fuego a la casa. Escapa mientras Villa Mercedes arde en llamas.

IN PARADISUM

1

En este capítulo, Juan Sempere, el librero viudo, se levanta temprano como todos los domingos para ir a la iglesia de Santa Ana. Aunque no es religioso, se siente más cerca de su difunta esposa, Isabella, en ese lugar. Durante la misa, su hijo Daniel se sienta a su lado, algo que no había hecho desde su boda. Juan nota que Daniel está ensimismado y preocupado. Recuerda cómo su hijo había perdido la memoria del rostro de su madre hace quince años y cómo lo había llevado al Cementerio de los Libros Olvidados en busca de consuelo. Juan se da cuenta de que el tiempo también ha pasado para él y que ya no puede ver a su hijo como el niño que siempre lo admiraba. Daniel abraza a su padre con fuerza, mostrando su rabia y tristeza. Juan reza por él por primera vez desde la muerte de Isabella.

2

En este capítulo, Bea, Daniel y Julián llegan al cementerio de Montjuic. Bea siempre ha detestado este lugar, considerándolo una escenificación mórbida de la muerte. Sin embargo, nunca se lo ha dicho a Daniel. Julián, por su parte, observa todo con temor y asombro. Bea intenta tranquilizarlo diciéndole que son solo estatuas y que no pueden hacerle daño. Mientras tanto, Daniel se muestra distante y apenas ha hablado desde que regresó a casa sin dar explicaciones. En la madrugada, Daniel tiene un encuentro sexual violento con Bea, quien finalmente logra liberarse y confrontarlo. Bea le exige que nunca vuelva a hacerle daño y Daniel asiente. Más tarde, Daniel propone visitar a su madre en el cementerio, pero Bea insiste en acompañarlo. Al llegar al lugar, Bea decide esperar mientras Daniel visita a su madre a solas.

3

En este capítulo, Daniel visita la tumba de su madre y descubre una estatuilla de un ángel que no estaba allí antes. Al examinarla, se da cuenta de que está rota y encuentra un papel enrollado dentro de ella con la caligrafía de Alicia Gris. Daniel guarda el papel y se va con su hijo Julián. Más tarde, Daniel se disculpa con Bea y hacen el amor. Bea le confiesa que le gustaría tener otro hijo, pero Daniel se levanta en silencio y se va de la casa sin besar a Julián, preguntándose si volverá a verlo.

4

En este capítulo, Daniel aborda un tranvía nocturno que lo lleva a la avenida del Tibidabo. Al llegar a su destino, se dirige a la antigua casa de los Aldaya, donde había vivido una experiencia traumática en el pasado. Daniel se adentra en la finca de El Pinar y descubre que la casa está abandonada y en ruinas. A pesar de no encontrar vigilancia, decide entrar y explorar. Encuentra una sala de cocinas cubierta de sangre y se topa con un anciano guardia que lo confunde con alguien más. Daniel lo golpea y lo interroga sobre la ubicación de Valls, pero el anciano no sabe nada. El anciano revela que un capitán de la policía le ordenó matar a Valls si no regresaba en tres días. Daniel le pide las llaves y le ordena que se vaya. El anciano se va y Daniel se prepara para enfrentarse a lo que le espera en la puerta metálica de las cocinas.

5

En este capítulo, Daniel encuentra una habitación subterránea llena de latas de conserva y un túnel que desciende en un ángulo pronunciado. Desciende por el túnel y llega a una celda donde encuentra a un hombre esquelético y mutilado. Daniel reconoce en él a Valls, el hombre que mató a su madre. Daniel apunta su arma a Valls, pero finalmente decide no matarlo y lo deja en la celda. Luego, arrastra a Valls fuera de la celda y lo lleva a través del jardín hasta el portón de metal, donde lo libera. Valls se va cojeando y Daniel se queda en la plaza hasta que desaparece de su vista. Luego, Daniel se sube a un tranvía y se dirige a casa. Al despertar, se da cuenta de que ya no siente rencor y recuerda a su madre con cariño.

6

En este capítulo, se relata la trágica historia del hombre invisible que llega a la boca del metro y desciende a los túneles en busca de refugio. La gente se aparta de él debido a su aspecto desaliñado y su mal olor. El hombre invisible aborda un tren y se refugia en un rincón, pero nadie se acerca a él. A lo largo del día, vaga por los túneles del metro, cambiando de tren y esperando en los andenes. Al final de la tarde, el tren en el que se encuentra queda varado en la estación término y llaman a la policía. Los agentes intentan comunicarse con el mendigo, pero él no responde. Finalmente, uno de los policías lo empuja con el cañón de su arma y el hombre invisible cae al suelo sin vida. Se descubre que llevaba una fotografía de una mujer joven desconocida. El cuerpo es llevado al depósito y luego enterrado en una fosa común. Al llegar al borde de la fosa, el cuerpo es dejado caer y un pájaro negro se posa sobre él mientras las campanas de Barcelona suenan en la distancia.

BARCELONA

1

En este capítulo, Fermín se despierta antes del amanecer en un estado de excitación debido a sus impulsos amorosos. Después de un encuentro apasionado, Fermín se prepara una abundante comida y se viste con una gabardina forrada de periódicos para enfrentar un día que se pronostica complicado. Se espera que Barcelona sea azotada por desastres bíblicos en el día de Sant Jordi. A pesar de las advertencias, Fermín decide salir a la calle para vender libros y rosas. Antes de salir, promete a su esposa que le traerá una rosa y también a la señora Bea. Fermín roba un periódico para confirmar los pronósticos y se encuentra con que todos los libreros y floristas están dispuestos a enfrentar cualquier adversidad. A las nueve en punto, las calles de Barcelona están listas para la celebración y, como era de esperar, ocurre un milagro.

2

En este capítulo, Daniel despierta junto a Bea en su dormitorio mientras el sol sahariano ilumina la habitación. Se besan y se abrazan antes de recordar que es Sant Jordi y que deben ir a la librería de Fermín. A pesar de que acuerdan llegar en quince minutos, terminan tardando cuarenta y cinco.

Mientras caminan por las calles de Barcelona, la ciudad está llena de vida y color. Miles de barceloneses salen a pasear bajo el sol y visitan los puestos de libros que se encuentran en las aceras y paseos. El señor Sempere decide colocar su puesto frente a la librería en la calle Santa Ana. Fermín, Daniel, Bea y el resto de la familia Sempere atienden a los lectores y controlan las cuentas y la caja.

El señor Sempere y don Anacleto recomiendan libros a los indecisos, mientras Sofía atrae a los jóvenes compradores. Fernandito siente celos y orgullo al ver a su hermana en acción. Incluso el relojero del barrio y su amante, la Merceditas, se unen para ayudar en el puesto.

El que más disfruta de la jornada es el pequeño Julián, quien ayuda a su madre a contar el dinero y se come los caramelos que encontró en los bolsillos de la gabardina de Fermín. Daniel sonríe al ver a su hijo tan feliz y espera que esta felicidad dure mucho tiempo.

En resumen, en este capítulo se narra cómo Daniel y Bea se despiertan juntos en el día de Sant Jordi y se dirigen a la librería de Fermín. La ciudad está llena de vida y los personajes disfrutan de la jornada vendiendo libros y recomendando títulos a los lectores. Julián se divierte ayudando a su madre y Daniel espera que esta felicidad sea duradera.

3

En este capítulo, Alicia observa a la familia Sempere desde lejos, sintiendo envidia de su felicidad. Mientras se dispone a marcharse, Julián, el hijo de Bea y Daniel, la saluda y desaparece. Fermín, al darse cuenta de la presencia de Alicia, se alegra de tenerla de vuelta y se va a comprar dulces y rosas para ella. Bea se pregunta a dónde va Fermín y Daniel no tiene respuesta.

4

En este capítulo, Fermín encuentra a Alicia en el muelle, sentada sobre una maleta, fumando y observando cómo cargan el crucero. Hablan sobre el viaje de Alicia y Fermín le pregunta quién se encargó de recoger a Fernandito. Alicia le explica que le dio las llaves de su piso para que viva allí. Deciden mantener esta información lejos del alcance del señor Sempere. Alicia le cuenta a Fermín que ha estado resolviendo cosas y haciendo su trabajo antes de retirarse. Fermín le pregunta dónde se había metido y Alicia le explica que ha estado atando cabos. Fermín le pregunta si está segura de que la familia Sempere está a salvo y Alicia confirma que sí. Fermín le pide que le cuente lo que realmente ha pasado y Alicia accede. Durante casi una hora, Alicia le cuenta a Fermín su historia desde su infancia en el orfanato hasta su trabajo para Leandro Montalvo. Le explica que el caso de Valls fue un engaño y que nadie quería salvarlo. Alicia y Vargas debían desaparecer. Alicia le dice a Fermín que ha gastado todas sus vidas y que es hora de que ella también se vaya. Fermín le dice que la echará de menos y Alicia le advierte que no se quede a despedirla desde el muelle. Fermín se encuentra con Daniel en el muelle y hablan sobre Alicia. Daniel le invita a tomar algo, pero Fermín rechaza la oferta. Fermín observa cómo el barco de Alicia se aleja y Daniel nota que Fermín está triste. Daniel se despide de Fermín y este se queda solo con sus recuerdos y su conciencia.

1964

*

En este capítulo, Sergio Vilajuana, periodista de La Vanguardia, recibe un paquete misterioso con documentos relacionados con una historia que debe contar. Decide tomarse una semana de descanso debido a un supuesto virus infeccioso y se sumerge en el análisis de los documentos. El director del periódico, Mariano Carolo, descubre su investigación y decide apoyarlo, a pesar de los riesgos que conlleva. Vilajuana visita el Registro Civil en busca de información y descubre que hay expedientes manipulados relacionados con el robo de bebés durante el régimen franquista. Finalmente, encuentra a María Luisa Alcaine, una antigua secretaria del Registro Civil, quien le revela que los expedientes anteriores a 1944 fueron destruidos en un incendio intencionado. María Luisa le pide a Vilajuana que cuente la verdad y él se compromete a hacerlo. Al final del capítulo, Vilajuana tiene una conversación con su hijo Nicolás, quien le pregunta por qué se hizo periodista, y él responde que fue para contar la verdad.

*

En este capítulo, el autor reflexiona sobre la naturaleza de las historias y su poder para conectarnos con nuestra propia verdad. Describe una historia como un laberinto infinito de palabras, imágenes y espíritus que revelan nuestra verdad invisible. Destaca que una historia es una conversación entre el narrador y el lector, y que ambos tienen un papel importante en la creación de la experiencia de lectura.

El autor también menciona la importancia de la imaginación del lector y cómo esta crea un teatro en la mente donde se graban los espejismos de las historias. Además, expresa la esperanza de que el lector se conecte emocionalmente con los personajes y los haga inmortales al entregarles parte de sí mismo.

Finalmente, el autor invita al lector a acompañarlo en el cierre de esta historia y a encontrar la puerta de salida del laberinto en el que se encuentra atrapado como narrador. Concluye con la necesidad de aterrizar en la página y cerrar la historia, pero reconociendo la dificultad de encontrar la salida del laberinto.

EL LIBRO DE JULIÁN

1

En este capítulo, el narrador, que es el hijo de Daniel Sempere, cuenta cómo su padre solía pasar las noches escribiendo en la trastienda de la librería. Su madre fingía no darse cuenta de esta obsesión, pero al narrador le preocupaba que su padre estuviera perdiendo la cordura. Un día, el narrador tiene un sueño en el que su padre desaparece y decide tomar la responsabilidad de continuar su trabajo. Su padre le da su pluma estilográfica, pero el narrador decide escribir en una máquina de escribir Underwood. El narrador revela que su interés por la escritura proviene de su fascinación por el misterioso escritor Julián Carax, cuyas novelas ha leído en secreto. Su tío Fermín también le ha proporcionado información sobre Carax. El narrador le dice a su padre que quiere ser escritor y que sabe sobre los secretos que su familia ha estado ocultando sobre Carax. Su padre acepta su decisión y le dice que le enseñará algo que cambiará su vida.

2

En este capítulo, el protagonista narra cómo su padre lo llevó por primera vez al Cementerio de los Libros Olvidados. Era otoño de 1966 y una llovizna había dejado charcos en las Ramblas. Al llegar al Cementerio, un gran palacio de piedra ennegrecida, fueron recibidos por Fermín Romero de Torres, quien trabajaba allí. Fermín los guió por una galería pintada con frescos de ángeles y criaturas de leyenda, hasta llegar a una bóveda que daba paso a una torre llena de libros. El padre del protagonista le explicó que cada libro tiene alma y que en ese lugar los libros olvidados viven para siempre, esperando ser leídos por nuevos lectores. También le reveló las reglas y responsabilidades de ser parte de la cofradía del Cementerio. El protagonista eligió un libro llamado "La Túnica Carmesí" y su padre se sorprendió al verlo. Luego, el protagonista descubrió un libro titulado "El Ángel de las Brumas" escrito por Boris Laurent, seudónimo de Julián Carax. Esto lo llevó a tener una epifanía y a formular un plan para cumplir su destino de convertirse en escritor.

3

En este capítulo, el narrador cuenta cómo vivió su infancia y adolescencia. Durante su infancia, tuvo dos vidas: una convencional y otra imaginaria. En el colegio, se aburría y pasaba el tiempo con la cabeza en las nubes. Aprendió más leyendo en la biblioteca que en la escuela. Durante su adolescencia, tenía ambiciones literarias y amoríos juveniles. Escribió muchas novelas y relatos, pero no tuvo éxito. Leía las novelas de Carax y de otros autores para aprender cómo estaban construidas. Tenía la ambición de escribir la historia de su familia y recopiló información sobre ellos. También tenía pasiones por la lectura y los amoríos juveniles. Decidió ir a París para encontrar a Julián Carax y convencerlo de que escribiera su historia. En París, conoció a diferentes personas relacionadas con Carax, pero nadie sabía dónde estaba. Finalmente, le dijeron que hablara con Rosiers, el antiguo editor de Carax.

Siguiendo este capítulo, Daniel se reúne con Émile de Rosiers, quien le cuenta que Julián Carax está retirado y que hay rumores contradictorios sobre su paradero. Rosiers le aconseja a Daniel que siga escribiendo y que si algún día logra escribir algo similar a la idea que le ha explicado, vuelva a verlo. Luego, Daniel visita a Jean-Raymond de Planaux en las catacumbas de París, quien le cuenta que Julián tenía un buen amigo llamado Jean-Raymond Planaux y que si alguien sabe algo de él, sería él. Planaux le dice que Julián se fue de París hace tiempo y que no sabe adónde fue, pero que él se fue a lo que quería. Después de esto, Daniel regresa a Barcelona y se encuentra con Fermín, quien le pregunta si encontró al Fantasma de la Ópera. Daniel le cuenta que encontró a Julián en el cementerio de Montjuic, donde va todos los días a hablar con Nuria Monfort. Julián le dice a Daniel que ya no lo necesita y que ha aprendido a volar solo. Luego, Daniel le muestra a Fermín el manuscrito que ha estado escribiendo durante todos estos años y le pide su permiso para publicarlo. Fermín le da su bendición y le dice que cuente la historia por él. Finalmente, Daniel visita a su padre y le cuenta sobre el libro y su intención de publicarlo. Su padre le da su bendición y le dice que está orgulloso de él.

Otros resúmenes de libros de Carlos Ruiz Zafón