Cuéntame esta noche; Relatos seleccionados (Ver. Edi)

18 minutos

Ficha Técnica

En este capítulo, se presentan cinco historias diferentes de la mano de las protagonistas de los libros "Un sueño real", "Llámame bombón", "Ella es tu destino", "Un café con sal" y "Diario de una Chirli".

En "Un sueño real", Clara descubre la mágica realidad que se esconde en la montaña del Olvido, un lugar lleno de patrañas y quimeras. A partir de ese momento, su vida cambia por completo.

En "Llámame bombón", Gema, una joven que se debate entre su madre y su sobrino, se encuentra con un hombre disfrazado de Papá Noel que le invita a pedir un deseo. Aunque al principio duda, finalmente se atreve a soñar y descubre que los deseos pueden cumplirse de la manera más inesperada.

En "Ella es tu destino", Lidia, una caza-recompensas, se embarca en una aventura para vengar la muerte de su familia. En su camino, se encuentra con Bruno, a quien debe capturar, pero descubre que no es quien parece ser. A medida que avanzan juntos, Lidia y Bruno se van conociendo y surgen sentimientos entre ellos.

En "Un café con sal", Lizzy, una camarera en un hotel, salva a William, el hijo del dueño del hotel, de ser atropellado. A partir de ese momento, el destino los une y comienzan a surgir sentimientos entre ellos. Lizzy se pregunta si está preparada para lo que el futuro les depara.

En "Diario de una Chirli", Eva se encuentra sustituyendo a su hermana gemela en su trabajo y descubre que le resulta fácil asumir su identidad. Sin embargo, también descubre que su hermana le ocultaba algunos secretos inesperados.

Estas historias nos sumergen en mundos llenos de magia, romance y fantasía, donde los deseos se cumplen de formas inesperadas y donde los protagonistas se enfrentan a desafíos y descubren nuevos caminos en sus vidas.

Un sueño real

Un sueño real.

En este capítulo, se narra el nacimiento de Clara, la hija de Cruz y Fernando, en el pueblo de Versualegón. A medida que Clara crece, demuestra ser una joven amable y servicial. Un día, mientras regresa de la panadería, Clara ayuda a una anciana a subir unas escaleras y se sienta a conversar con ella. La anciana resulta ser la bruja del olvido, quien vive en la montaña del Olvido y se rumorea que hace que las personas olviden sus recuerdos. Clara regresa a casa y le cuenta a su madre lo sucedido. Su madre le da una poción para evitar que el hechizo surta efecto. Más tarde, durante la cena, Clara escucha a su padre contar la historia de un hombre que desapareció en la montaña del Olvido y luego reapareció sin recuerdos. Clara se preocupa por Alberto, un chico que ha conocido y que planea subir a la montaña con su familia para visitar a una curandera llamada Olvido. Clara le advierte a Alberto sobre los peligros de la montaña, pero él no le cree. Ambos pasan una tarde juntos y se besan apasionadamente. Clara no puede dejar de pensar en Alberto y se preocupa por su seguridad. Más tarde, descubre que la curandera Olvido es la misma anciana a la que ayudó en las escaleras. Clara le cuenta a su padre sobre la visita de Alberto a la montaña y él revela que su familia ha estado ayudando a la anciana durante generaciones.

Siguiendo este capítulo, Clara se entera de que la anciana que conoció es en realidad Leiza, una princesa que ha vivido casi cuatrocientos años gracias a una poción mágica. Leiza le cuenta a Clara su historia y le explica que necesitan ayudarse mutuamente para poder estar con sus respectivos amores. Clara decide creer en Leiza y se compromete a ayudarla. Después de pasar un día en la montaña con Leiza, Clara regresa a casa y se encuentra con Alberto, quien le confiesa que se ha enamorado de ella. Clara también admite sus sentimientos por Alberto y se besan apasionadamente. A pesar de la tristeza de tener que separarse, prometen mantenerse en contacto. Durante el siguiente mes, Clara sube a la montaña para hablar con Leiza y Alberto la llama todos los días. Clara se despierta con una sonrisa el día de la boda de una amiga, pero su prima Elena se burla de ella.

Siguiendo este capítulo, Clara se encuentra feliz y enamorada de Alberto, pero su prima Elena está molesta y celosa de su felicidad. Clara recibe un ramo de rosas rojas de Alberto en el día de San Valentín y se emociona al leer la tarjeta de amor. Clara visita a Leiza en la montaña y le cuenta sobre su relación con Alberto. Leiza le regala un vestido de novia antiguo que había pertenecido a ella. Clara y Alberto planean casarse y Clara le muestra el vestido a su madre, quien lo arreglará para la boda. Elena intenta sembrar dudas en la mente de Cruz, la madre de Clara, pero Fernando, el padre de Clara, la convence de que el amor es impredecible. El día de la boda, Elena intenta arruinar el vestido de Clara, pero es detenida por Fernando. A pesar del incidente, Clara se casa con Alberto y son felices. Clara tiene un sueño en el que se encuentra con Leiza y su amado Caftul, quienes le agradecen por ayudar a Leiza a regresar a su mundo. Clara descubre que se ha roto una muela y se le ha hinchado la mejilla, pero se olvida de sus preocupaciones cuando se pone el vestido de novia de Leiza. Después de la boda, Clara visita a Leiza en la montaña y encuentra la casa vacía, excepto por un cuadro de Leiza y Caftul junto con una nota de agradecimiento. Clara guarda el cuadro en su hogar y vive una vida feliz junto a Alberto.

Llámame bombón.

Llámame bombón.

En este capítulo, Gema y Elena desayunan en una cafetería y hablan sobre los rumores de una relación entre una compañera de trabajo y un hombre de contabilidad. Después, se encuentran con un Papá Noel en el centro comercial que les pide que hagan un deseo de Navidad. Elena pide casarse con un hombre guapo y rico en Venecia, mientras que Gema pide salud para su madre y que su sobrino supere sus inseguridades. Más tarde, Gema se queja de la nieve y de que no podrá llegar a casa a tiempo para llevar a su sobrino a la papelería para entregar su carta a Papá Noel. En el trabajo, Gema recibe una llamada de su madre y discuten sobre su salud y las citas médicas. Elena le sugiere a Gema que salga con ellas a una fiesta, pero Gema se niega debido a sus responsabilidades familiares. Después del trabajo, Gema tiene un accidente de coche con un Porsche negro y el conductor resulta ser Nicolay Ratchenco, un famoso futbolista conocido como el Lobo Feroz. Gema se enfada con él y se desmaya. Despierta en una habitación desconocida y se encuentra con Nicolay, quien le explica que su madre llamó y que están en su casa. Gema se sorprende al ver una foto de ella y Nicolay vestidos de novios y se da cuenta de que están casados. Su sobrino entra en la habitación y se muestra emocionado de ver a Nicolay, llamándolo "tito". Gema se siente confundida y decide confrontar la situación.

Siguiendo este capítulo, Gema se despierta en la habitación de Nicolay y se da cuenta de que no recuerda nada de los últimos meses. Nicolay le explica que se conocieron hace un año y se casaron. Gema se siente confundida y preocupada por no recordar nada. Su madre y su sobrino también están en la casa y parecen llevar una vida diferente a la que ella recuerda. Gema habla con su amiga Elena, quien le confirma que está casada con Nicolay y que ha estado viviendo una vida feliz. Gema se siente aún más confundida y decide llamar a Elena para que la ayude a entender lo que está pasando. Elena le cuenta que está embarazada de seis meses y que ha decidido darle una oportunidad a su exnovio Luis. Gema se sorprende por todos los cambios que ha habido en su vida y se siente perdida. Elena le aconseja que se centre en el presente y disfrute de lo que tiene ahora. Gema se encuentra con Nicolay y se da cuenta de que todavía siente una fuerte atracción por él. Ambos deciden tener intimidad, pero son interrumpidos por el sobrino de Gema, quien se siente enfermo. Gema se preocupa por él y Nicolay llama a un médico. Después de cuidar al niño, Gema se da cuenta de que todo ha sido un sueño y se siente triste. Sin embargo, cuando Nicolay aparece en la vida real, Gema se da cuenta de que su deseo de Navidad se ha hecho realidad. Ambos se reconcilian y disfrutan de una cena de Nochebuena con su familia. Gema se da cuenta de que la magia de la Navidad ha hecho posible que esté con Nicolay y se siente agradecida.

Ella es tu destino.

Parte 1.

En este capítulo, Lidia y Gaúl continúan su misión de cazarrecompensas. Después de rescatar a la hija de un terrateniente, reciben un nuevo encargo: encontrar a un ladrón llamado Bruno Pezzia. Lidia y Gaúl se encuentran con Bruno y lo capturan. Durante el viaje, Lidia y Bruno tienen varios enfrentamientos, pero también hay momentos de tensión y atracción entre ellos. Mientras tanto, Lidia conoce a Penelope, una mujer desesperada que busca a su esposo, y decide ayudarla a cambio de una llave élfica que posee. En su camino, se encuentran con troles tufosos y Lidia y Bruno luchan juntos para derrotarlos. Finalmente, todos entran en una cueva oscura donde se encuentran con un enano azul y deciden seguir dos caminos que llevan al mismo lugar. Durante el capítulo, Lidia muestra su lado más duro y testarudo, pero también se revela su vulnerabilidad y atracción hacia Bruno.

Siguiendo este capítulo, Lidia y su grupo continúan su viaje después de ser curada por Penelope. Bruno les explica que una vez salgan del Templo Abandonado, tendrán que elegir entre dos caminos: la cueva de la Pena o la cueva de la Duda. Lidia le pide a Gaúl que decida por ellos, pero él no tiene preferencia. Finalmente, Lidia le pregunta a Bruno, quien ha cruzado ambas cuevas, cuál recomienda. Bruno responde que deben confiar en él porque es su única opción en ese momento. Lidia se enfada y lo llama "mercancía", pero Bruno se burla de ella. Lidia se acerca a Bruno y lo amenaza, pero él responde con comentarios provocativos. Lidia se aleja y habla con Gaúl sobre qué camino tomar. Deciden seguir a Bruno por la cueva de la Pena. Lidia insiste en atar a Bruno, pero él se niega y le dice que solo se dejará atar por ella en su cama. Lidia lo amenaza y se aleja. El grupo entra en la cueva de la Pena y sienten una profunda tristeza. Lidia recuerda a sus padres y a su hermana, mientras que los demás también recuerdan a sus seres queridos. Bruno los saca de sus recuerdos y continúan su camino. Llegan al castillo Merino, donde encuentran vigilantes. Lidia propone un plan para rescatar a los prisioneros y liberar a Penelope. Lidia y Penelope seducen a los vigilantes, mientras que Bruno y Gaúl se encargan de los ogros. Dracela quema a los vigilantes de las almenas y el grupo entra en el castillo. Liberan a los prisioneros y escapan en caballos. Llegan a Villa Silencio, donde descubren que Fenton no está entre los liberados. Penelope se desespera y Lidia consuela a su amiga. Deciden seguir buscando a Fenton en El Picual. En la posada, Lidia se enfrenta a Thyran Deceus, el hermano del asesino que buscan. Lidia lo amenaza y Penelope lo hiere. El grupo continúa su viaje hacia El Picual. Lidia y Bruno tienen un momento íntimo, pero Lidia se aleja. Llegan al monte Coulis y Lidia le ofrece a Penelope el colgante de Fenton. Lidia promete ayudar a Penelope a encontrar a su marido y liberarlo. El grupo continúa su viaje hacia El Picual.

Parte 2.

En este capítulo, Fenton Barmey sigue prisionero y herido, recordando a su amada Penelope y preocupándose por su bienestar. Mientras tanto, Lidia y Bruno tienen una discusión debido a la atención que él le presta a una nueva mujer llamada Aimil. Lidia se siente celosa y molesta, pero Bruno le asegura que solo es una amiga y que no necesita su aprobación. Lidia se retira enfadada, pero Bruno la sigue y finalmente se reconcilian y tienen un encuentro íntimo.

Siguiendo este capítulo, Bruno y Lidia tienen un encuentro apasionado, pero Bruno decide alejarse de ella. Mientras tanto, el grupo de Lidia acampa en el bosque y son observados por una docena de ojos en la oscuridad. Lidia y los demás se despliegan por el bosque para llevar a cabo su plan de ataque. Bruno se despide de Lidia de manera fría y se une a los guerreros de Dimas. Risco, un enano azul, se infiltra en el campamento de Dimas y es descubierto por un guerrero que lo maltrata. Sin embargo, un prisionero lo salva y reta al guerrero a pelear. Risco escapa y se reúne con Lidia y los demás. Juntos, atacan el campamento de Dimas y logran vencer a los guerreros. Bruno y Penelope recogen las armas de los enemigos y Lidia decide hablar con Penelope y Gaúl. Lidia revela que Bruno se marchará del grupo y Gaúl se ofrece a acompañar a Lidia y los demás hasta la Gran Cascada. Lidia se niega a suplicarle a Bruno que se quede y Gaúl parte con algunos hombres hacia Villa Silencio. Mientras tanto, Risco libera a los prisioneros y se encuentra con un hombre herido. Lidia y Penelope ayudan a los heridos y Lidia informa a sus compañeros sobre la partida de Bruno. Penelope se encuentra con un hombre que tose y le recuerda a su marido Fenton. Dimas se entera del ataque de Lidia y decide ir tras ellos. En Villa Silencio, Gaúl y sus hombres son emboscados y apresados por Dimas. Fenton se recupera de sus heridas y se siente agradecido por la ayuda de Risco. Los presos liberados buscan a Fenton antes de regresar a sus hogares y Lidia y el grupo se dirigen hacia el Gran Pantano.

Siguiendo este capítulo, Bruno y Lidia se mantienen alejados el uno del otro, lo cual es una tortura para ambos. Durante el día, Bruno evita a Lidia, pero por las noches se coloca cerca de su tienda para asegurarse de que está bien. Aimil, la amiga de la hermana fallecida de Bruno, le hace compañía y recuerdan cosas del pasado. Lidia los observa desde lejos y siente celos al verlos reír juntos. Lidia se despierta una noche con frío y sale de la tienda para calentarse junto a una fogata. Bruno la ve y se acerca a ella. Se sientan juntos en silencio y él le da su manta para que se abrigue. Lidia le agradece y él explica que su padre le enseñó a tratar bien a las mujeres. Lidia comienza a hablar de las estrellas y Bruno la escucha y bromea con ella. Ven una estrella fugaz y se besan sin planearlo. Después del beso, Lidia se sienta a horcajadas sobre Bruno y le confiesa que lo desea. Bruno la lleva a su tienda y hacen el amor. Lidia le pide que se quede con ellos, pero Bruno dice que tiene asuntos pendientes y que después regresará a su hogar. Lidia se siente herida por su respuesta y Bruno se va. Lidia llora por primera vez en muchos años. Al día siguiente, el grupo continúa su viaje y Lidia ve a Bruno coqueteando con otras mujeres. Lidia se enfurece y se aleja. Bruno se da cuenta de que Risco está observando a un hombre encapuchado que parece interesado en Penelope. Bruno descubre que el hombre es Fenton, el esposo de Penelope. Bruno decide no contarle la verdad a Penelope y se va a hablar con los presos liberados para obtener más información sobre Fenton. Lidia ordena detenerse debido a la lluvia y todos se refugian bajo unas rocas. Bruno cuenta historias para animar a la gente. Lidia sale a dar un paseo y se sienta bajo un árbol. Bruno la sigue y se encuentran. Lidia le dice que lo necesita y Bruno le dice que solo serán amigos. Lidia se enfurece y lo besa. Bruno la rechaza y Lidia se va llorando. Al día siguiente, el grupo entra en el Gran Pantano y Lidia cierra la entrada. Dentro de la cueva, Fenton descubre que Bruno sabe quién es en realidad. Fenton se niega a aceptarlo y se aleja. Bruno le dice que Penelope lo ama y que ella lo descubrirá tarde o temprano. Fenton se tapa el rostro y Bruno lo sujeta, diciéndole que no es un monstruo y que Penelope lo ama.

Siguiendo este capítulo, Fenton se acerca a Bruno y Lidia mientras Tharisa, la enana azul, le ofrece sopa a Bruno. Sin embargo, Tharisa se niega a que Bruno le dé la sopa a Fenton. Lidia se preocupa por la desaparición de Gaúl y decide buscarlo. Lidia se muestra angustiada y decide ir a buscar a Gaúl, pero Bruno la convence de que es mejor llevar a todos a un lugar seguro y luego buscar a Gaúl. Lidia acepta y se dirigen hacia el Gran Pantano. En el camino, Lidia se encuentra con Dimas Deceus, quien tiene a Gaúl prisionero. Gaúl se niega a revelar la ubicación de sus amigos y Dimas amenaza con matar a uno de sus hombres. Lidia y Bruno deciden llevar a todos a un lugar seguro mientras Gaúl abre una grieta para que puedan escapar. En el Gran Pantano, Lidia y Bruno se enfrentan a Dimas y lo matan. Penelope se reencuentra con Fenton, quien se había ocultado bajo una capucha debido a su apariencia desfigurada. Lidia y Bruno llevan a todos a un lugar seguro y deciden buscar a Gaúl. Gaúl y los demás hombres se encuentran a salvo y deciden esperar a Lidia y Bruno en la Gran Cascada. Lidia y Bruno se reencuentran con Gaúl y los demás y celebran su victoria.

Un café con sal.

1.

En este capítulo, se celebra el quincuagésimo aniversario del hotel Villa Aguamarina en Madrid. En la cocina del hotel, los cocineros preparan platos para el evento mientras los camareros los sirven a los invitados. Lizzy, una camarera relativamente nueva, prueba la comida y se encuentra con un hombre elegante que no muestra interés en ella. Después de servir más comida, Lizzy se acerca al hombre y su amigo, pero el hombre no muestra interés en ella. Lizzy se siente desmoralizada y se aleja. Más tarde, Lizzy salva a un hombre de ser atropellado por un coche y se desmaya. El hombre la lleva a su limusina y la cuida hasta que se despierta. Lizzy se da cuenta de que está en el coche de William, el hombre que la había llamado fea en la fiesta. Lizzy se disculpa y le revela su verdadero nombre, Elizabeth Aurora, pero prefiere que la llamen Lizzy. William la lleva de regreso a su coche y le ofrece llevarla a algún lugar, pero ella se va a casa. Antes de irse, Lizzy le pone nombre a su coche, Paco, y se despide de William. Él decide alojarse en el hotel.

2.

En este capítulo, Lizzy se despierta agotada después de apenas haber dormido cuatro horas. Se dirige a la ducha y mientras el agua corre por su cuerpo, piensa en el hombre con el que estuvo la noche anterior. Después de vestirse, se dirige a la cocina donde sus padres la esperan para desayunar. Su madre le sirve tostadas y comentan los planes para el día. Lizzy se entera de que sus padres irán a casa de su tía a jugar al mus y su madre critica el aspecto del amigo de Lizzy, el Garbanzo. Después del desayuno, Lizzy se dirige al hotel donde trabaja como camarera. Allí se encuentra con el hombre con el que estuvo la noche anterior, pero él la trata con familiaridad y ella se muestra distante. Durante el desayuno, Lizzy le sirve un café con sal en lugar de azúcar como venganza por su actitud. Sin embargo, cuando su jefe de sala se acerca, Lizzy se arrepiente y trata de advertir al hombre, pero es demasiado tarde. El jefe se resbala y se golpea la cabeza, por lo que Lizzy y el hombre lo ayudan y llaman a una ambulancia. Después del incidente, el hombre se acerca a Lizzy y le pregunta cómo se encuentra. Ella se siente atraída por él, pero trata de alejarse. Más tarde, Lizzy le cuenta a su amiga Triana lo sucedido y descubre que el hombre es el dueño del hotel. Lizzy teme ser despedida por su comportamiento y Triana le asegura que ahora tiene más posibilidades de ser despedida.

3.

En este capítulo, Lizzy se levanta al día siguiente y va a trabajar al hotel. A pesar de sentir cierta atracción por William, el propietario del hotel, Lizzy se pregunta por qué se siente así, ya que él no es su tipo. Lizzy descubre que William es el dueño del hotel y que está recién separado. A pesar de sentirse intimidada por su poder, Lizzy comienza a fantasear con él. Por su parte, William observa a Lizzy todos los días y se siente atraído por ella. Un día, William le pide a Lizzy que le traiga una botella de vino y aprovecha para preguntarle si va a ir al cine con sus amigos. Sin embargo, el jefe de sala interrumpe la conversación y le ordena a Lizzy que vuelva a trabajar. Por la tarde, Lizzy se encuentra con William en la puerta del hotel y él le pregunta si tiene novio. Lizzy se sorprende por su curiosidad y se despide de él. Al día siguiente, Lizzy se encuentra con William en el ascensor y siente una fuerte atracción hacia él. Sin embargo, William se baja en su planta y Lizzy se queda pensando en lo que está ocurriendo. Por la tarde, Lizzy sale con sus amigos y trata de olvidarse de William, pero no puede dejar de pensar en él. Al día siguiente, William invita a Lizzy a almorzar en su despacho y ella acepta. Sin embargo, cuando están a punto de besarse, el teléfono suena y la magia se rompe. Lizzy decide que es mejor parar y se marcha. Por la tarde, Lizzy va a tomar algo para reflexionar sobre lo ocurrido y William la sigue. Finalmente, William se acerca a Lizzy en el Starbucks y le pide permiso para sentarse con ella. Lizzy acepta y comienzan a hablar. Sin embargo, la llegada de un amigo de Lizzy interrumpe la conversación y William decide marcharse. Lizzy se siente confundida por su cambio de actitud y William le dice que es mejor que se separen. Lizzy acepta y se marcha, dejando a William solo en el Starbucks.

4.

En este capítulo, Lizzy llega al trabajo después de una noche sin dormir debido a lo ocurrido con William. Aunque lo saluda, no le sonríe y se muestra distante. William se disculpa por su comportamiento y Lizzy acepta su disculpa. Sin embargo, ella le pide que deje las cosas como están y se aleja de él. Más tarde, el jefe de sala de Lizzy le pide que lleve una bandeja con café al despacho de William. A regañadientes, Lizzy cumple con la orden y deja la bandeja en el despacho sin mirar a William. Él la detiene y le pide que lo mire, pero ella se niega. William le confiesa que se siente atraído por ella, pero también le asustan sus diferencias. Lizzy le dice que no se repetirá lo ocurrido y él le informa que ha retrasado su regreso a Londres dos semanas. Lizzy se queda sin palabras y acepta su invitación a cenar. Esa noche, William la recoge en su casa y van a un restaurante elegante. Lizzy se siente incómoda al principio, pero gracias a las atenciones de William, se relaja y disfruta de la cena. Después, deciden ir a un bar y Lizzy intenta seducir a William, pero él se niega a tener intimidad en público. Lizzy se enfada y decide irse al concierto de la Oreja de Van Gogh con sus amigos en lugar de pasar la noche con William. Al día siguiente, Lizzy evita a William en el hotel y se entera de que él ha estado con Adriana, la hija de uno de los consejeros del hotel. Lizzy se siente celosa y enfadada. William intenta hablar con ella, pero ella se muestra fría y distante. Lizzy decide no quedar con él y asistir al concierto en lugar de aclarar las cosas. William acepta su decisión y le desea que se divierta.

5.

En este capítulo, Lizzy llega al local con su amiga Lola después de una tarde llena de indecisiones debido a su conversación con William. Durante la noche, Lizzy conversa con sus amigos y se encuentra con su amigo Pedro el Chato, quien le cuenta que ha terminado con su novia. Lizzy le confiesa a Pedro que se ha liado con su jefe, lo cual sorprende a su amigo. A pesar de las dudas de Pedro, Lizzy está segura de que su relación con William es solo sexual. Mientras tanto, William observa a Lizzy desde la distancia y se da cuenta de que está enamorado de ella. Después del concierto, William se acerca a Lizzy y la invita a su ático. Lizzy acepta y van juntos al apartamento de William. Una vez allí, William le confiesa su deseo por ella y comienzan a tener relaciones sexuales. Durante el encuentro, Lizzy se da cuenta de que William es dominante en la cama. Después de pasar la noche juntos, Lizzy se despierta y decide irse sin despertar a William.

6.

En este capítulo, Lizzy se despierta el domingo y comprueba que no ha recibido ninguna llamada de William. Intenta llamarlo y enviarle mensajes, pero él no responde. Lizzy se preocupa de que su interés por ella haya desaparecido después de lo ocurrido la noche anterior. Por la tarde, Lizzy habla con su amigo Pedro el Chato sobre su experiencia con William y su preocupación por su falta de respuesta. Pedro le pregunta qué le ha hecho William y Lizzy responde que ha sido increíble en la cama. Lizzy le confiesa a Pedro que cree que el interés de William por ella ha terminado. Al día siguiente, Lizzy llega al trabajo y se da cuenta de que William no está esperándola como de costumbre, lo que confirma sus sospechas. Lizzy comenta esto a su amiga Triana y decide seguir adelante con su trabajo y olvidarse de todo. Sin embargo, cuando ve a William entrar en el restaurante del hotel, decide enfrentarlo y le dice que no será una molestia para él. William le responde que no ha enviado ese mensaje y que desea volver a verla. Lizzy se siente aliviada y feliz. Pasan una semana viéndose todas las noches y disfrutando del sexo. Lizzy se preocupa por el día en que William tenga que regresar a Londres y cómo será su vida sin él. Deciden pasar el jueves haciendo turismo en Toledo y Lizzy le muestra los lugares turísticos. A William le encanta todo y disfrutan de una canción romántica interpretada por músicos callejeros. Lizzy le regala un CD con esa canción. William decide cambiar su estilo de vestir y Lizzy lo ayuda a elegir ropa más casual. Lizzy también le sugiere que se corte el pelo y él acepta. Pasan la noche juntos y disfrutan de su compañía. Al día siguiente, Lizzy se sorprende al no ver a William en el trabajo, pero él aparece más tarde y se muestra serio. Durante el día, Lizzy nota que algo ha pasado y se preocupa. Al final del día, recibe un mensaje de William citándola en su casa. Lizzy llega a la casa de William y se sorprende al ver que Adriana, su exnovia, está allí. Lizzy se enfada y William le pide que se vaya. Lizzy se siente herida y se marcha de la casa de William.

7.

En este capítulo, Elizabeth se levanta para ir a trabajar y se siente destrozada al tener que enfrentarse a ver a William en el hotel. En la ducha, intenta relajarse pero no puede olvidar las palabras de William diciendo que no es nadie importante. Recibe un mensaje de William diciendo que se va a Londres y no puede despedirse. En el trabajo, Elizabeth pregunta a la secretaria por la marcha repentina de William y le cuenta que tuvo que regresar por un problema con su exmujer. Elizabeth se siente descorazonada y decide seguir con su trabajo. Pasan dos días y Elizabeth se convence de que su relación con William ha terminado y que tendrá que enfrentar las consecuencias de su locura. Intenta salir con sus amigos para olvidarlo, pero no puede. Una mañana, mientras recoge las bandejas de comida en una habitación, William aparece y la saluda. Ambos se miran y él le dice que ha hecho un viaje relámpago solo para verla y darle una explicación. Intentan besarse, pero se separan cuando escuchan una puerta cerrarse. Elizabeth se niega a escuchar las explicaciones de William y le pide que se vaya. William intenta acercarse, pero ella lo amenaza con alejarse. Elizabeth se va de la habitación y ve cómo William se va en una limusina. Pasan varios días y Elizabeth no puede olvidarlo. Continúa saliendo con sus amigos, pero no puede sentir atracción por otros chicos. Un día, mientras trabaja, escucha una canción que le recuerda a William y suspira. William aparece en el restaurante y le pide un café. Elizabeth se niega, pero él insiste en que la ha echado de menos. William le propone matrimonio, pero ella lo rechaza. La gente del restaurante los observa y Elizabeth se va hacia las cocinas. William la sigue y le declara su amor. Elizabeth se emociona y le confiesa que también lo ha echado de menos. William la besa y la saca del restaurante. Le dice que van a su casa, que ahora es su casa, y que van a hacer el amor y convencerla de casarse con él. William le cuenta que habló con sus padres y que le dieron su bendición. Elizabeth se sorprende pero acepta la locura de William y se va con él.

Diario de una chirli.

Diario de una chirli.

En este capítulo, Eva confiesa que ha pecado el último día de trabajo después de haberse contenido durante más de seis meses. Trabajaba en una editorial y la han despedido debido a la crisis. Eva cuenta que ha tenido que soportar el metro de Madrid sin su moto, admirando un escaparate con ropa que no puede permitirse. Todo esto se debe a que su tía Paqui dijo que Eva no tiene la clase de su hermana Merceditas. Eva recuerda las palabras de su abuela Rufina, quien decía que Merceditas tiene clase y Eva es pura tentación. Eva se siente mal por no tener novio y por no ser tan atractiva como su hermana. Sin embargo, hoy ha pecado y se ha comprado palmeras de chocolate. Después, Eva se despierta con el despertador y se enfada con su hermana Merche. Merche le pide un favor muy importante y Eva, a regañadientes, acepta. Eva se viste con la ropa de Merche y va a trabajar a su lugar. Allí, es confundida con Merche y su jefe, David Sanz, le pide unos papeles. Eva se siente atraída por David y él le reprocha que no le haya devuelto las llamadas. Eva miente y dice que tiene la ropa sucia de Merche. Después, Eva va de compras y se prueba ropa de diferentes diseñadores. Eva se siente guapa y es halagada por las dependientas. Eva se encuentra con David en el parque y se besan apasionadamente. Sin embargo, son interrumpidos por la madre y la tía de Eva. David se va y Eva se siente frustrada. Al día siguiente, Eva se levanta temprano, se viste como Merche y va a trabajar.

Siguiendo este capítulo, Chirli se entera de que el pibonazo se ha ido de viaje y se siente extraña. Va de compras con Pili y Susi y se compra ropa y zapatos. Chirli no puede dejar de pensar en el Cullen y se siente poseída por un extraño ser. Al día siguiente, Chirli vuelve a ir de compras con Pili y Susi y se siente como la protagonista de "Confesiones de una compradora compulsiva". Se entera de que la Nórdica ha tenido un encuentro en los baños con Pepe el Comercial y se siente atraída por él. También se entera de que el Cullen regresará de su viaje. Chirli se prepara para su cita con el Cullen y se viste con ropa de marca, pero al ver su reflejo en el espejo, decide cambiarse y vestirse de forma más normal. El Cullen llega a su casa y se besan, pero son interrumpidos por la Nórdica. Chirli se siente culpable por el engaño y no ha vuelto a saber del Cullen desde entonces. Han pasado dos meses y Chirli recibe una llamada de la editorial. La Nórdica la cita en el parque y Chirli se encuentra con el Cullen y un cachorro de pastor alemán. Chirli le pone de nombre Cullen al cachorro y le dice al Cullen que dejaron algo sin acabar en la encimera de la cocina. Chirli es feliz y no tiene tiempo para escribir en su diario.

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