La reina roja

1 hora y 5 minutos

2 Un flashback

En este capítulo, el inspector Jon Gutiérrez se encuentra en la comisaría de Bilbao, enfrentando cargos por falsedad documental, alteración de pruebas, obstrucción a la justicia y deslealtad profesional. El comisario le advierte que podría enfrentar una pena de cuatro a diez años de cárcel. Jon niega ser corrupto y explica que su error fue involucrarse sentimentalmente con Desiree Gómez, una joven adicta a las drogas. Jon planeó arrestar al chulo de Desiree con una gran cantidad de heroína, pero ella le contó el plan y el chulo grabó un video que se hizo viral. Jon se siente avergonzado y el comisario lo reprende por arruinar la reputación de la comisaría. Después de cinco horas de espera, un hombre llamado Mentor se presenta y le ofrece un trato para sacarlo del problema legal. Jon acepta y Mentor le pide que conozca a una vieja amiga y la saque a bailar, aunque Jon duda de sus habilidades para el baile.

3 Un baile

En este capítulo, Jon Gutiérrez se dirige al ático del edificio donde vive Antonia Scott, a quien Mentor le ha pedido que convenza de subir al coche. Jon está suspendido de empleo y sueldo, pero los cargos en su contra se han paralizado y el video en el que se le ve plantando un caballo en el coche ha desaparecido de los medios. Aunque la gente sigue hablando del tema en las redes sociales, a Jon no le importa. Al llegar al ático, encuentra la puerta abierta y se adentra en el piso. El recibidor está vacío, al igual que el pasillo donde todas las puertas están abiertas. En el baño solo hay algunos objetos de uso personal y en el dormitorio vacío solo hay unas cuantas perchas ocupadas. En la cocina, hay platos en la pila y en el salón, Antonia Scott está sentada en el suelo en posición de loto, frente a un iPad conectado a la corriente. Jon se sorprende al descubrir que Antonia es hermosa cuando sonríe, pero ella le pide que se vaya. Jon intenta convencerla de subir al coche, pero Antonia se niega y le revela que duerme en el hospital porque su marido está enfermo. Jon se da cuenta de que ha sido una pérdida de tiempo y decide regresar a Bilbao.

4 Una videollamada

En este capítulo, Antonia Scott habla por videollamada con su abuela, Georgina Scott, quien vive en un pequeño pueblo de la campiña inglesa. Antonia le explica que ha llamado porque el inspector Gutiérrez ha llegado a su casa y quería que su abuela estuviera presente por si algo salía mal. Ambas hablan en inglés y Antonia le cuenta a su abuela que el inspector es gay, a lo que la abuela responde que eso no importa cuando se trata de trabajar. Antonia le menciona que Mentor quiere que vuelva al trabajo, pero ella no quiere debido a la culpa que siente por lo que le sucedió a Marcos. La abuela le dice que no es su culpa y que no debería quedarse encerrada en su ático. Antonia se sorprende por el egoísmo de su abuela, ya que ella fue enfermera durante la Segunda Guerra Mundial. La abuela le explica que la extraña y que quiere que Antonia ocupe su mente. Antonia accede a hacerlo solo por una noche. La abuela sonríe y dice que qué podría salir mal.

5 Dos preguntas

En este capítulo, Jon recibe una llamada telefónica de Mentor, quien le reprocha que Antonia haya rechazado su oferta de ayuda. Jon le explica que Antonia vive en un piso vacío y que los vecinos la alimentan, además de mencionar que su marido está en coma en el hospital. Mentor le pide a Jon que lleve a Antonia a una dirección que le ha enviado y Jon acepta. Después de colgar, Jon se pregunta por qué Antonia es tan importante y Mentor le explica que Antonia ha salvado muchas vidas sin ser policía ni criminalista. Jon se encuentra con Antonia en las escaleras y ella le hace dos preguntas para decidir si lo acompañará. Jon confiesa haber plantado drogas en el coche de un proxeneta y Antonia le dice que tiene problemas. Luego, Antonia le pregunta si es un buen policía y Jon responde afirmativamente. Antonia decide acompañarlo y le explica que hay un ascensor detrás de una puerta que Jon no había abierto. Juntos, se dirigen hacia la puerta de la calle y Jon espera que valga la pena el tiempo que invertirá en el caso.

6 Un trayecto

En este capítulo, Jon y Antonia llegan a su destino en un lujoso Audi A8 que les ha prestado Mentor. Durante el trayecto, Antonia se muestra distante y apenas hablan. Al llegar a una barrera de seguridad en La Finca, una urbanización de superlujo, son detenidos por dos guardias. Después de mostrar su placa, los guardias les permiten pasar. Jon conduce lentamente por las calles de La Finca, observando las casas y la privacidad que ofrece el lugar. Finalmente, llegan a su destino y encuentran a Mentor esperándolos junto a otro Audi A8 negro. Mentor explica que Jon debe quedarse con Antonia durante la noche y revelarle más detalles sobre la situación. A pesar de su desconfianza, Jon acepta ya que Mentor tiene el poder de arruinar su carrera.

7 Un ejercicio

En este capítulo, Antonia se encuentra sola en el interior del coche y está teniendo dificultades para respirar. A pesar de haber intentado varios trucos para calmarse, como calcular el número de vueltas que han dado las ruedas del coche o recitar la lista de los reyes godos al revés, nada ha funcionado. Antonia siente pánico ahora que Jon no está a su lado, pero se da cuenta de que solo permite que el pánico entre cuando no hay nadie para juzgarla. A pesar de haberse jurado no volver al viejo juego y de haber causado daño al hombre que ama, Antonia siente el deseo de bajarse del coche y volver. Aunque sabe que no es una buena idea y que decepcionará a la abuela Scott. Sin embargo, al mirar por la ventana, Antonia contempla sorprendida la superficie del lago artificial y se encuentra con la palabra sueca "Mångata", que significa el reflejo de la luna como un camino en el agua. Esta palabra es una señal del universo para Antonia, que decide interpretarla como quiera. Esto alivia su peso en el pecho y ralentiza su respiración. Antonia exhala y abre la puerta del coche.

8 Un escenario

En este capítulo, Jon y Mentor se acercan a la mansión de La Finca, impresionados por su tamaño y lujo. Deciden entrar por detrás y se encuentran con un comedor al aire libre donde una mujer vestida como policía científica espera. Mentor la saluda y le advierte sobre el peligro de fumar. Luego, se dirige a Antonia y le susurra algo al oído antes de que ella entre al salón iluminado. Jon intenta seguir, pero Mentor lo detiene y le advierte sobre la confidencialidad de la investigación. Jon acepta jugar el juego por el momento. Dentro del salón, Jon se sorprende por el lujo y el tamaño del lugar. Observa pinturas valiosas y una sala de estar con un adolescente muerto en un sofá. Jon se siente conmocionado y Antonia examina el cuerpo. No hay signos de violencia, pero Antonia determina que murió desangrado.

9 Un hijo

En este capítulo, Jon Gutiérrez conoce a la doctora Aguado, la forense encargada de la escena del crimen. La doctora Aguado es una mujer de unos cuarenta años, con el pelo rubio y largo recogido en una coleta. Jon siente repulsión por las manos de los forenses. La doctora explica que la víctima fue desangrada lentamente a través de una cánula en la carótida. Jon se compadece del joven al imaginar sus últimos momentos. Jon pregunta cómo el asesino pudo reducir a la víctima, a lo que la doctora responde que encontraron restos de benzodiazepinas en las muestras de mucosas. Sin embargo, no pueden realizar la autopsia sin el permiso de la familia. Jon se sorprende al descubrir que la víctima es Álvaro Trueba, uno de los hijos de la familia Trueba. Mentor le pregunta si tiene cuenta en el banco de su madre. Jon se da cuenta de que el aire acondicionado está a baja temperatura para mantener el cuerpo del joven intacto. Jon acusa a Mentor de encubrir la muerte del niño para proteger a los ricos. Mentor se disculpa y le pide que lo acompañe fuera para contarle la verdad.

10 Una copa

En este capítulo, Antonia Scott se encuentra absorta en su entrenamiento y examina cada detalle de la escena del crimen. Sin embargo, se siente abrumada por la cantidad de información y se rinde momentáneamente. La doctora Aguado le ofrece una cápsula que Antonia toma para calmarse. Luego, Antonia y la doctora hablan sobre el caso y Antonia descubre que la sangre en la copa y en la víctima pertenecen al mismo grupo sanguíneo. Antonia examina el cabello del chico y descubre que contiene aceite de oliva y otros compuestos desconocidos. La doctora Aguado le muestra un salmo que hace referencia a la copa rebosante y la cabeza ungida con aceite, lo cual Antonia encuentra sospechoso. Antonia finalmente lee el informe preparado por la doctora Aguado y se impresiona por su calidad. Sin embargo, al ver la foto del chico en la playa, Antonia rompe su barrera emocional y hace una promesa que no puede cumplir.

11 Una explicación

En este capítulo, Mentor y Jon están sentados en el comedor exterior. Jon se siente incómodo en la silla y nota que no está hecha para alguien de su tamaño. Mentor toma un cigarrillo de la mesa y se lo ofrece a Jon, quien lo rechaza. Mentor fuma y tose, luego apaga el cigarrillo en la mesa. Jon admira el trabajo de la doctora Aguado, quien ha estado trabajando durante veintiséis horas seguidas revisando la casa y recogiendo huellas. Mentor comenta que la doctora Aguado es la mejor de España y que es afortunado de trabajar con ella. Jon pregunta si han obtenido algún resultado, a lo que Mentor responde que lo sabrán cuando tengan las huellas de la familia y el servicio. Jon sabe que las series de televisión han distorsionado la imagen del trabajo de los científicos forenses. Mentor deja de fumar y comenta que dejó de fumar hace meses. Jon revela que se convirtió en policía para protegerse a sí mismo. Mentor se sorprende por la honestidad de Jon y le pregunta a qué le tiene miedo. Jon responde que tiene miedo a todo y que trabajar como policía le da una especie de escudo mágico. Mentor y Jon se sumergen en un silencio incómodo. Mentor luego habla sobre el proyecto Reina Roja, que surgió de un estudio que examinaba la falta de colaboración entre los distintos cuerpos policiales en Europa. El proyecto consiste en una división central y unidades especiales en cada país de la Unión Europea, con el objetivo de atrapar a criminales escurridizos. Mentor explica que cada unidad tiene un agente de enlace llamado Mentor, un Escudero y una Reina Roja. Jon bromea sobre su papel como chófer prescindible, pero Mentor le dice que su papel es proteger y aconsejar al activo principal. Mentor revela que la Reina Roja aparece en la escena del crimen, observa y se va, sin encargarse del caso en exclusiva. Sin embargo, esta vez han surgido circunstancias especiales. Jon se ríe y Mentor explica que en cada país se llevó a cabo un proceso de selección para encontrar a personas con características especiales, y fue él quien encontró a la Reina Roja en España.

Madrid, 14 de junio de 2013

En este capítulo, el hombre alto y delgado está cansado antes de comenzar la jornada. Han estado utilizando pruebas de personalidad y de inteligencia para identificar candidatos válidos, pero ninguna ha sido efectiva. Esta semana están probando un nuevo test diseñado por una multinacional petrolera para evaluar la capacidad de improvisación en situaciones de crisis. A pesar de varias decenas de intentos, el test resulta ineficaz. El hombre alto y la asistente comentan sobre las pruebas anteriores y la importancia de la localización exacta de la plataforma petrolífera en el test. Luego, el hombre alto recibe al candidato número 794, Antonia Scott. Ella responde de manera inesperada y obtiene la máxima puntuación. El hombre alto se sorprende y se ríe al descubrir que Antonia ha sacado un seis en todas las asignaturas de su carrera, lo cual es más difícil que sacar matrícula de honor. El hombre alto se da cuenta de que Antonia ha estado escondiéndose a plena vista y siente una conexión con ella.

12 Un poco de envidia

En este capítulo, Jon pregunta a Mentor cómo supo que Antonia era la Reina Roja. Mentor apaga su cigarro y le dice que Antonia es el ser humano más inteligente del planeta. Jon se sorprende y se pregunta qué dice eso de él. Mentor explica que Antonia trabajó para él y resolvió diez de los once casos en los que participó. Sin embargo, hace tres años todo se fue a la mierda debido al amor verdadero. Jon pregunta si se refiere al marido de Antonia, pero Mentor se niega a revelar más detalles. Jon se siente decepcionado y Mentor explica que han recibido muchas presiones y amenazas desde que Antonia se fue. Intentaron buscar un sustituto, pero fracasaron. Mentor confiesa que necesita a alguien a quien chantajear y por eso buscó a Jon. Jon recuerda una experiencia similar y siente compasión, asombro y repulsión hacia Mentor. Antonia los llama desde la casa y Mentor invita a Jon a unirse a su equipo. Jon acepta, deseando levantarse de su silla.

Cuatro horas antes

En este capítulo, Carla Ortiz viaja en un Porsche Cayenne junto a su chófer Carmelo hacia La Finca. Carla está concentrada en su portátil, trabajando en un informe, pero al pasar el túnel de Guadarrama levanta la cabeza y se preocupa por su yegua Maggie. A pesar de que la van en la que viaja Maggie es de lujo, Carla recuerda un incidente traumático de su infancia con un potro en un remolque y se preocupa por su seguridad. Carla decide parar en una área de servicio para estirar las piernas y comprobar cómo está Maggie. Luego, continúan el viaje y Carla se concentra en su trabajo, frustrada por las exigencias de su padre, el hombre más rico del mundo. Carla se comunica con la institutriz de su hijo a través de WhatsApp y se siente culpable por no estar en casa para bañarlo y acostarlo. De repente, el coche se detiene debido a un desvío por obras en el camino hacia el Centro Hípico. Carla y Carmelo se encuentran con un guardia de seguridad que les indica un camino alternativo. Mientras Carmelo se baja del coche para hablar con el guardia, un hombre desconocido lo apuñala en el cuello y lo mata. Carla presencia el asesinato en shock y se da cuenta de que ella es la siguiente. Logra abrir la puerta del coche y se arroja al exterior para escapar del asesino.

13 Una foto

En este capítulo, Antonia afirma que el chico no murió en el lugar donde encontraron su cadáver, sino que fue llevado allí por el asesino para organizar un espectáculo. Mentor le resume a Antonia lo que saben hasta ahora: el chico desapareció del colegio y los padres ya estaban al tanto de su secuestro. Antonia se muestra preocupada por el destino del chico y Mentor le explica que dirán que murió de meningitis para evitar que su nombre sea expuesto en los medios. Antonia se indigna y Mentor le muestra una foto del chico y su hermana, argumentando que no es justo que su vida sea destrozada por la exposición mediática. Jon se da cuenta de que Mentor está manipulando a Antonia y le pregunta si tiene un hijo. Antonia no responde y Mentor le pide que le asegure que el asesino no volverá a matar. Antonia admite que el asesino es extremadamente inteligente y que esto es solo el principio, pero no cree que sea un asesino en serie, sino algo diferente y nunca antes visto.

Tres horas antes

En este capítulo, Carla logra escapar del hombre que la persigue. A pesar de que el hombre logra aferrarse a su fular, Carla gira rápidamente y se libera, dejando el fular en manos del hombre. Carla corre hacia el Centro Hípico, recordando las palabras de su madre en su cabeza. Durante su huida, Carla se lastima la nariz y se quita los zapatos para hacer menos ruido. A pesar del dolor y las heridas en sus pies, Carla continúa corriendo hacia el Centro Hípico. Finalmente, llega al muro del Centro Hípico y se esconde detrás de unos sacos de arena. El hombre del cuchillo la encuentra y amenaza con hacerle daño a su caballo si no se entrega. Carla, decidida a proteger a su caballo, se pone de pie y el hombre la atrapa, poniendo un cuchillo en su cuello.

14 Una furgoneta

En este capítulo, Jon y Antonia están en el MobLab revisando sus notas mientras la doctora Aguado trabaja en su MacBook. Jon observa a Mentor y a un equipo de hombres que están sacando cajas y bolsas de una furgoneta y colocándolas en el garaje de la mansión. Antonia y Jon discuten sobre el caso del chico desaparecido y asesinado. Antonia propone investigar a los padres, revisar los registros financieros y entrevistar a posibles testigos, pero Jon cree que eso no servirá de nada. Antonia menciona que el asesino dejó un mensaje en el pelo del chico y muestra una foto de un caso antiguo de un asesino en serie. Antonia señala que en la escena del crimen del caso antiguo hay culpa y remordimiento, pero en el caso del chico asesinado no. Antonia se queda pensativa y luego afirma que todo es artificial y que el asesino busca poder. Antonia se disculpa y abandona la furgoneta.

15 Un avión

En este capítulo, Ramón Ortiz, un hombre adinerado de ochenta y tres años, se encuentra en su avión privado mientras se dirige a Madrid. A pesar de ser de noche, el avión está programado para iniciar el descenso al amanecer. Ramón está ocupado revisando algunos informes cuando el piloto le avisa que faltan dos minutos para el amanecer. Ramón se enorgullece de su capacidad para controlar todos los detalles de su negocio y disfruta de sorprender a sus empleados con visitas inesperadas. A lo largo de su vida, ha pasado de tener zapatos viejos a disfrutar de lujos como los asientos de su avión. Aunque inicialmente dudó en gastar dinero en personalizar los asientos, su hija Carla lo convenció. Mientras espera el amanecer, Ramón recibe una llamada en su teléfono móvil, que tiene conexión wifi gracias al avión. Aunque normalmente no contestaría una llamada durante este momento especial, decide hacerlo porque sabe que es importante. Sin embargo, se sorprende al descubrir que la persona al otro lado de la llamada no es Carla. La voz misteriosa le explica que tiene su número de teléfono y le advierte que le hará daño. Ramón se queda sin palabras y sin saber qué hacer. Después de unos minutos de reflexión, decide llamar a un número de teléfono que nunca pensó que tendría que usar.

16 Una cama de hospital

En este capítulo, la abuela Scott está decepcionada con Antonia, pero a ella no le importa. Antonia está en la habitación 134 del Hospital de la Moncloa, arreglándose las uñas. Aunque las condiciones de iluminación en la habitación son malas, Antonia ha traído su propio flexo. También ha traído muchas otras cosas, como ropa, una cómoda, una plancha, una cafetera y productos de belleza e higiene. La abuela Scott le dice a Antonia que necesita salir de la habitación y dejar de encerrarse en sí misma. Antonia responde que está bien, pero la abuela se da cuenta de que no es así. Antonia habla con la abuela a través de una videollamada y oculta sus ojos. La abuela le dice que antes podía superar las dificultades, pero Antonia responde que las cosas han cambiado. La abuela le sugiere que busque otro trabajo, pero Antonia no se ve haciendo algo diferente. Antonia piensa en su relación con Marcos y con Mentor, y en el amor y el sufrimiento que han experimentado. La abuela le dice a Antonia que deje de esconderse y corta la comunicación. Antonia apaga la tablet y contempla a Marcos, que está en la cama en un estado deteriorado. Aunque su apariencia ha cambiado, Antonia encuentra consuelo al sostener su mano. Antonia se permite pensar en el suicidio durante tres minutos al día, pero justo cuando está a punto de hacerlo, alguien llama a la puerta.

17 Un sándwich mixto

En este capítulo, el inspector Gutiérrez encuentra a Antonia en el hospital y le pide hablar con ella. Antonia se niega a dejarlo entrar, pero finalmente accede a ir a la cafetería con él. Mientras están allí, Antonia le cuenta a Gutiérrez que no puede oler debido a una condición llamada anosmia. Después de un incidente en el que Jon toca accidentalmente a Antonia y ella reacciona de manera exagerada, Gutiérrez le muestra una foto de Carla Ortiz, la heredera del hombre más rico del mundo, que ha desaparecido junto con su chófer y su yegua favorita. Gutiérrez le informa a Antonia que el secuestrador ha llamado al padre de Carla y sugiere que podría ser el mismo hombre que están buscando. Antonia se da cuenta de que no puede escapar de la situación y acepta ayudar en la búsqueda de Carla.

1 Un inconveniente

En este capítulo, Mentor convoca a Jon y Antonia en la plaza de París para discutir cómo abordar la situación. Mentor explica que la Unidad de Secuestros y Extorsiones de la Policía Nacional está involucrada en el caso y que deben trabajar juntos. Jon y Antonia se quejan de no saber nada sobre el otro caso, el asesinato del chico en La Finca. Mentor les dice que solo hay un caso y les pide que sigan las normas si se confirma que la misma persona está detrás de la desaparición de Carla Ortiz y el asesinato del chico. Mentor se va y le da a Jon una caja de cápsulas para Carla. Luego, Jon y Antonia suben al ático de Carla Ortiz, donde se encuentran con los agentes de la USE y el abogado de Ortiz. Discuten sobre la lista de sospechosos y descartan al ex marido de Carla. Antonia interviene y pide que escuchen la conversación completa de Ortiz con el secuestrador. Ortiz relata que recibió una llamada de un hombre llamado Ezequiel que le dijo que tenía a Carla en su poder y que le haría daño.

Carla

En este capítulo, Carla experimenta un intenso dolor después de ser atacada. Grita desesperadamente mientras intenta aliviar el dolor. A medida que se incorpora, siente el roce de sus huesos rotos en la cara. La oscuridad la rodea y el dolor punzante se convierte en un constante martilleo en su rostro. Carla llora mientras intenta entender y controlar el dolor. Intenta sentarse, pero el flujo repentino de sangre empeora su agonía. Finalmente, se acuesta boca arriba y el dolor disminuye un poco. Carla siente su boca seca y amarga debido a la sangre seca que ha pegado sus labios y dientes. Despega los labios y siente un pequeño dolor. Sin embargo, el sabor amargo en su boca no proviene de la sangre, sino de algo desconocido. Carla se da cuenta de que algo está dentro de ella y sus extremidades parecen no responderle correctamente. Su estómago se retuerce y vomita saliva y bilis varias veces. Luego, los recuerdos de su encuentro con el hombre del cuchillo la alcanzan y el miedo se apodera de ella.

2 Una evidencia

En este capítulo, Ortiz revela que la llamada telefónica que recibió fue breve y sin exigencias. Sanjuán sugiere que el secuestrador probablemente llamará de nuevo en el futuro. Parra pregunta sobre un comentario de Ortiz sobre el exmarido de su hija, a lo que Ortiz responde que el secuestrador tenía una voz dura y parecía implacable. Luego, discuten si el secuestrador podría ser alguien conocido como Ezequiel, pero concluyen que probablemente sea un seudónimo. Antonia se disculpa y se retira momentáneamente. Parra continúa con la descripción de los eventos, mencionando que la última vez que se vio a Carla fue cuando su chófer, Carmelo, paró en una gasolinera en Villanueva de los Caballeros. Parra pregunta a Ortiz sobre su relación con Carmelo, y Ortiz responde que es de confianza y que incluso es el padrino de su nieto mayor. Parra revela que Carmelo tiene deudas de más de cien mil euros y que es un asiduo del Casino Atlántico. Ortiz se muestra incómodo al hablar de esto, pero admite que Carmelo tuvo una crisis después de la muerte de su esposa y que él le ofreció apoyo en lugar de darle dinero. Parra sugiere que el rechazo de Ortiz a darle dinero podría haber causado resentimiento en Carmelo y que podría haber secuestrado a Carla con la ayuda de un cómplice. Ortiz se indigna y acusa a Parra de culparlo por la desaparición de su hija. Finalmente, Ortiz se siente mal y el abogado lo lleva al médico. La reunión concluye y Torres se ofrece a ayudar con la información del ordenador de Carla. Antonia pregunta sobre el paradero de su nieto y Ortiz revela que ha sido trasladado a un lugar seguro fuera de España. Parra y Jon expresan su descontento con la situación.

Carla

En este capítulo, Carla se encuentra atrapada en un lugar oscuro y desconocido. Desesperada por salir, comienza a gritar pidiendo ayuda. De repente, escucha una voz masculina que le pide que deje de gritar. Carla suplica ser liberada y menciona su miedo a la oscuridad. El hombre le pide la contraseña de su correo electrónico como condición para dejarla salir. Carla, agotada y mareada, intenta encontrar una salida y finalmente encuentra una puerta metálica. Golpea la puerta con todas sus fuerzas, pero no obtiene respuesta. El hombre le advierte que no le gusta que grite ni que llore. Carla, sintiéndose amenazada, decide esperar en silencio. El hombre le exige nuevamente la contraseña y la amenaza con hacerle daño si no se la da. Carla se debate entre ceder o resistir. Intenta humanizar al hombre llamándolo por su nombre, pero él se niega a revelarlo. Carla intenta negociar ofreciéndole dinero y agua a cambio de la contraseña, pero el hombre solo quiere la contraseña. Finalmente, el hombre le da una botella de agua a través de un pequeño rectángulo de luz en la puerta. Carla bebe el agua pero vomita debido a su estómago vacío. El hombre vuelve a exigir la contraseña y Carla intenta hablar con él, pero el rectángulo de luz desaparece y la puerta se cierra. Carla golpea la puerta desesperadamente mientras llora. Finalmente, accede a dar la contraseña entre lágrimas y miedo.

3 Un masaje

En este capítulo, Antonia y Jon intentan salir discretamente en el ascensor, pero se encuentran con uno de los hombres de la Unidad de Secuestros bloqueando la puerta. El policía les niega el paso y Parra baja las escaleras rápidamente. Parra se enfrenta a Jon y Antonia se encoge ante su agresividad. Jon saca su placa y se la muestra a Parra, pero este no le presta atención. Parra pregunta quién es Antonia y Jon le responde de manera desafiante. Antonia interviene y se presenta como Antonia Scott, trabajadora de la Interpol en análisis de crímenes de perfil alto. Antonia intenta calmar a Parra y le muestra su identificación de la Interpol. Parra se muestra incrédulo pero acepta la identificación. Antonia explica que forma parte de un proyecto mundial y que quiere trabajar con Parra y los especialistas de la USE. Parra se muestra interesado y Antonia le masajea el ego. Jon se mantiene callado y Antonia explica que Jon es su enlace y está en una etapa de transición profesional. Parra hace comentarios despectivos hacia Jon y Antonia intenta calmar la situación. Parra acepta su presencia pero les advierte que no estorben y que no hablen con testigos sin su conocimiento. Antonia y Jon aceptan y Parra les indica que al día siguiente vayan a la Jefatura para que alguien les ponga al día.

Ezequiel

En este capítulo, el hombre reflexiona sobre su naturaleza y admite que ha cometido errores en su vida. Reconoce que a veces se deja llevar por sus impulsos y comete actos impuros, lo cual le hace sentir sucio y avergonzado. Para liberarse de esta carga, el hombre escribe sus pecados en una hoja y la quema, creyendo que así se purifica. Recuerda cómo su padre también practicaba este ritual y encontraba paz en ello. Sin embargo, el hombre no logra concentrarse al escribir y su letra sale desordenada. Mientras intenta recordar un momento en particular de su infancia, es interrumpido por los gritos de Carla Ortiz, lo cual le hace reflexionar sobre el egoísmo y la ingratitud. Aunque aborrece la violencia, el hombre ha tenido que recurrir a ella en ocasiones y se siente culpable por ello. Después de golpear a Carla Ortiz, vuelve a su mesa y se siente satisfecho de no haber cometido errores en su último acto. El hombre revela que está llevando a cabo un secuestro y destaca la importancia de mantener la comunicación con los familiares sin ser rastreado. Sin embargo, se da cuenta de un grave error que ha cometido y se da cuenta de que debe solucionarlo de inmediato.

4 Un argumento

En este capítulo, Jon y Antonia se dirigen hacia el coche que habían dejado aparcado en la calle Génova. Jon le da a Antonia unos metros de ventaja, ya que él tiene las llaves. Se suben al coche y Jon se queda mirando el tráfico mientras Antonia está muy callada y cabreada. Jon le pregunta qué le pasa y Antonia le dice que la pelea de machos sobraba. Jon intenta defenderse diciendo que tenía que protegerla, pero Antonia le dice que si se dejan intimidar, serán tratados como recaderos. Jon no entiende en qué se ha equivocado y Antonia le dice que no pueden permitir que los dejen a un lado. Jon propone contarle todo al Capitán Parra, pero Antonia le dice que Mentor se lo ha pedido que no lo hagan. Jon se queja de que Mentor lo ha arrastrado a este lío de mentiras. Antonia le dice que tienen que seguirle el juego por sus motivos. Jon argumenta que ahora hay vidas en juego y Antonia le responde que no pueden decir nada aún y que deben averiguar algo por su cuenta antes de contarles sobre el asesinato de La Finca. Jon le dice que ella no quiere contarles y Antonia le responde que cuando la llaman es porque la situación es difícil y los demás tienen muchas posibilidades de cagarla. Jon piensa que si ayudan a Carla Ortiz, Capitán Parra se pondrá cachondo y Antonia le dice que deben comprobar si el chófer está vivo antes de decidir qué hacer. Deciden ir a comer algo y Jon pone el coche en marcha.

Carla

En este capítulo, se narra cómo Carla Ortiz, una mujer exitosa y poderosa, se enfrenta a la realidad de que le han quitado el tiempo. Carla, acostumbrada a tener el control y a ser una persona importante, se niega a aceptar esta situación y se refugia en la negación. Sin embargo, la voz en su cabeza le recuerda que no es especial y que nadie lo es. A pesar de su posición privilegiada, Carla se siente impotente y llora de rabia y asco hacia sí misma. En un momento de desesperación, imagina que cambiaría a cualquier persona por ella misma, pero nadie la escucha ni la ayuda. A pesar de su fama y poder, Carla se siente sola y vulnerable. Aunque espera ser rescatada y que su desaparición sea noticia en todo el mundo, la realidad es que está atrapada en la oscuridad y nadie parece darse cuenta de su ausencia. Carla se aferra a la esperanza de ser encontrada, pero no sabe cuánto tiempo pasará hasta que eso suceda.

5 Una contraseña

En este capítulo, Antonia lleva a Jon a un bar cerca de la glorieta de Embajadores. A pesar de que el lugar es poco higiénico, la comida resulta ser sorprendentemente buena. Después de comer, Jon le pregunta a Antonia sobre una placa que sacó antes, y ella le explica que es una placa falsa que le consiguió Mentor. Antonia menciona que Mentor es un hijo de la gran puta, pero reconoce que lo que han hecho ha servido de algo. Luego, Jon le pregunta sobre su vida personal y Antonia revela que no tiene novio en este momento. Jon menciona que su marido está desaparecido desde hace tres años, lo que hace que Antonia se ruborice. Después de una breve discusión, Antonia revela que ha visto miedo en los ojos de Ramón Ortiz durante su conversación. Jon sugiere que Ortiz está ocultando algo importante y Antonia propone usar el servicio de localización del móvil de Carla para investigar. Jon duda de que puedan obtener esa información, pero Antonia sorprende a todos al revelar que ha logrado acceder a la cuenta de Carla. Antonia explica que utilizó técnicas de psicología básica para adivinar la contraseña y encontró un post-it con la contraseña en el escritorio de Carla. Ahora, deciden intentar localizar el móvil de Carla.

Carla

En este capítulo, Carla se encuentra atrapada en la oscuridad y el tiempo parece haber desaparecido. A medida que pasa el tiempo, Carla se siente cada vez más desesperada y triste. Recuerda los errores que ha cometido en su vida y siente una profunda pena por sí misma. A pesar de su miedo a la oscuridad desde que era niña, Carla intenta levantarse y explorar su entorno. Sin embargo, sus músculos están agarrotados y no puede moverse. Finalmente, logra ponerse de rodillas y tocar el techo, pero se siente atrapada y tiene un ataque de pánico. Carla se da cuenta de que se ha orinado encima y se enfrenta a su mayor miedo: la oscuridad. A medida que explora su entorno, encuentra una puerta de metal y un sumidero en una esquina, lo que cree que puede ser un baño. En medio de su desesperación, Carla suelta una carcajada histérica y luego escucha a alguien llamándola desde el otro lado de la pared.

6 Una localización

En este capítulo, el inspector Gutiérrez reflexiona sobre su profesión y cómo se convirtió en policía. A pesar de no haber elegido esta carrera, se siente comprometido con su trabajo y el fuego interior que lo impulsa sigue ardiendo. Junto con Antonia, se dirige hacia la ubicación proporcionada por la aplicación Buscar Mi iPhone de Carla Ortiz. Descubren que su teléfono está apagado y que su ordenador portátil, un iMac Pro, no está en la nube de Apple. Esto lleva a la conclusión de que alguien ha borrado el portátil de la nube y que Carla podría estar viva. Llegan al destino indicado por el GPS, pero se encuentran en una carretera solitaria y no saben exactamente dónde buscar. Antonia explica que la precisión del GPS puede ser menor en áreas despobladas. Sin embargo, encuentran un conjunto de edificios con un portón de entrada y una garita de seguridad. Jon golpea la ventanilla de la garita y se alegra de que la puerta esté abierta.

Hace siete u ocho años, una tarde

En este capítulo, Jon persigue a un ladrón llamado Luis Miguel Heredia, quien ha escapado varias veces. Durante la persecución, Luis Miguel se burla de Jon y se choca contra una señal de tráfico, resultando herido. Jon lo alcanza y lo ayuda a recuperarse. Después de un intercambio de palabras, Jon le ofrece un pañuelo para detener la hemorragia y le advierte que no vuelva a correr. Jon cuestiona por qué Luis Miguel roba en un barrio pobre y le sugiere que vaya a un lugar más rico. Luis Miguel menciona que no puede pagar el transporte público y que las puertas son más difíciles de abrir en otros lugares. Jon le dice que vaya a la comisaría, pero Luis Miguel se niega porque tiene un examen al día siguiente. Sorprendido, Jon descubre que Luis Miguel está estudiando para obtener un título de FP. Después de un tiempo, Luis Miguel regresa a la comisaría con su título y le ofrece a Jon enseñarle a abrir cerraduras. Jon no espera que Luis Miguel cumpla su promesa, pero dos meses después, Luis Miguel aparece con su título y un neceser de herramientas. Jon lo lleva a un edificio abandonado en Artxanda, donde Luis Miguel le enseña a Jon a abrir cerraduras. Jon bromea diciendo que algún día Luis Miguel hará feliz a una mujer como cerrajero.

7 Un centro hípico

En este capítulo, Jon y Antonia logran entrar a la propiedad y descubren que están en un centro hípico llamado Moraleja Sport Club and Spa. El guardia de seguridad del lugar les cuenta que sus compañeros estuvieron buscando una yegua robada, pero no encontraron nada. Antonia se da cuenta de que ese es el lugar donde Carla traía a su yegua para una competición al día siguiente. Jon encuentra un cartel que anuncia la gran inauguración del centro hípico y ve el nombre de Carla en la lista de participantes. Antonia necesita una escalera para subirse al muro y Jon se niega a ayudarla, pero finalmente el guardia de seguridad les ayuda. Antonia logra subirse al muro y Jon se queda en el contenedor.

8 Un muro

En este capítulo, Antonia se encuentra de pie en un muro, observando el amanecer. Aunque hace frío, las copas de los pinos ya se recortan contra el cielo gris. Antonia no saca su iPad para ubicarse, en su lugar, evoca en su memoria el mapa de la zona que ha estado estudiando. Superpone mentalmente el mapa sobre el paisaje y se da cuenta de que el Centro Hípico está en lo alto de una colina rodeada por dos pinares. Antonia traza un círculo alrededor de la posición del último punto de conexión del teléfono de Carla y se da cuenta de que se encuentra casi en la intersección contraria. Antonia visualiza el coche de Carla y traza mentalmente el trayecto desde la carretera principal hasta el Centro Hípico. La línea se interrumpe en el punto de la intersección mental. Antonia sabe que hacia su izquierda el terreno se vuelve más pronunciado y hacia su derecha la inclinación es más suave. Aunque no lo vea, Antonia intuye que hay un camino entre los árboles y concluye que Carla debe estar por allí.

Carla

En este capítulo, Carla escucha una voz al otro lado del muro y cree que es su madre, pero se da cuenta de que es otra persona. La mujer se llama Sandra y también ha sido secuestrada. Carla intenta obtener información sobre su captor, pero Sandra está demasiado asustada para hablar de ello. Carla cambia de tema y descubre que Sandra es taxista y que compra ropa de la marca en la que trabaja Carla. Sandra revela que se siente constantemente somnolienta y sospecha que su captor le está dando algo en el agua. Carla se preocupa por la ausencia de su captor y teme que no puedan sobrevivir sin él. Sandra menciona un agujero y luego se queda en silencio.

9 Un camino

En este capítulo, Antonia y Jon continúan su búsqueda en el bosque. Antonia guía a Jon en el coche mientras camina delante de él. Encuentran un camino oculto entre los árboles y descubren una señal de desvío falsa. Antonia explica que se pueden comprar señales oficiales en internet sin necesidad de documentación. Continúan por el camino y encuentran una mancha de sangre en el suelo. Siguen el rastro y encuentran una mano en el suelo, perteneciente al chófer Carmelo Novoa Iglesias, quien ha sido asesinado. Antonia y Jon se dan cuenta de que las sospechas sobre el chófer eran infundadas y que deberían haber informado antes a Parra sobre el crimen en La Finca. De repente, escuchan un coche arrancando y ven un Porsche negro acelerando hacia ellos. Antonia queda paralizada, pero Jon la empuja y la salva justo antes de que el coche la atropelle. Jon dispara contra el Porsche, pero Antonia se interpone en su línea de visión. Ambos corren tras el coche mientras Antonia amenaza con matarlo.

10 Una autovía

En este capítulo, Jon Gutiérrez se encuentra en una persecución a alta velocidad junto a Antonia. A Jon no le gusta ser el copiloto en estas situaciones y se preocupa por su seguridad. Antonia conduce a gran velocidad por un terreno estrecho y accidentado, mostrando una expresión de tensión en su rostro. Mientras conducen, Antonia le pide a Jon una caja metálica que le dio Mentor. Jon encuentra la caja y Antonia toma una cápsula de su interior. Luego, Antonia le pide a Jon que sujete el volante mientras ella cierra los ojos y continúa conduciendo a alta velocidad. Después de unos segundos, Antonia vuelve a tomar el control del volante y Jon se abrocha el cinturón de seguridad. Antonia le pide a Jon que busque en internet la velocidad máxima de un Porsche Cayenne Turbo, mientras continúan persiguiendo al sospechoso. Jon le informa que puede alcanzar los 286 km/h. Antonia acelera aún más y logra acercarse al Porsche. Sin embargo, el sospechoso dispara contra ellos y Antonia tiene que frenar bruscamente para evitar un camión. A pesar de todo, Antonia sigue persiguiendo al sospechoso hasta que finalmente chocan contra un quitamiedos y vuelcan. Jon se asegura de que Antonia esté bien y descubre que solo está aturdida. Aunque han perdido al sospechoso, ambos están ilesos.

Ezequiel

En este capítulo, el protagonista regresa al refugio con fuego en los pulmones y ácido de batería en el estómago. Se culpa a sí mismo por cometer un segundo error en poco tiempo, ya que todo podría haberse arruinado debido a un descuido. El protagonista recuerda que no pudo manejar el cuchillo con los guantes y se los quitó, lo que provocó que perdiera el equilibrio y se apoyara en la ventanilla. A pesar de que se había dicho a sí mismo que debía borrar las huellas, se olvidó debido a los nervios y la excitación de la persecución. Cazar a la mujer por el bosque fue más difícil de lo esperado, pero le proporcionó una satisfacción animal y pecaminosa. El protagonista arriesgó mucho para capturarla porque era muy valiosa viva. Sin embargo, se da cuenta de que estuvo demasiado cerca y hubiera preferido hacerlo más adelante. El primer capítulo de su obra fue capturar al primero, a quien redujo sin hacerle daño y trató con humanidad. A pesar de que tuvo que amordazarlo, solo lo hizo porque estaba más asustado. El protagonista considera que es esencialmente una buena persona. Después de meses de arduo trabajo, puso su obra a disposición de los padres, lo cual fue muy duro. Aunque preferiría descansar antes de abordar el siguiente capítulo, no puede dejar escapar la oportunidad de capturar a la mujer, quien está muy arriba en su lista. Sin embargo, su estúpido error estuvo a punto de arruinarlo todo. Intenta tranquilizarse escribiendo, pero no puede concentrarse y termina rompiendo todo en la mesa. Necesita desahogarse y decide ir a donde tiene a la mujer guardada. A pesar de escuchar su respiración agitada al otro lado de la puerta, decide no hacerle daño. En cambio, continúa caminando hasta el final del pasillo para tomar lo que necesita.

Carla

En este capítulo, Carla se encuentra al otro lado de un muro, escuchando sonidos espantosos que su imaginación convierte en actos concretos. Aunque sabe que debería hacer algo para ayudar a Sandra, se siente impotente y no sabe cómo actuar. El ruido continúa y Carla decide taparse los oídos y recitar en voz baja para intentar bloquearlo. A pesar de sus esfuerzos, el sonido sigue filtrándose y Carla recita cada vez más rápido.

11 Un hueso

En este capítulo, Mentor llega al lugar del accidente y se muestra molesto por el estado del coche volcado. Antonia y Jon están esposados y la Guardia Civil ha realizado pruebas de alcoholemia y drogas, que resultaron negativas. Antonia muestra su nariz hinchada y los guardias comentan que es un milagro que no hayan resultado heridos. Mentor se queja de los problemas que les causará cubrir este incidente y Antonia menciona que ha encontrado el cadáver del chófer. Jon defiende a Antonia y ambos se alejan para hablar a solas. Mentor le reprocha a Jon que no haya protegido a Scott y Jon reconoce que podría haber manejado mejor la situación. Mentor menciona que el caso de Carla Ortiz ha terminado y que Parra amenazó con denunciarlos a Asuntos Internos. Jon se sorprende por esta amenaza y Mentor explica que Parra es adicto al poder y que ahora Ortiz está en manos de Parra y la USE. Mentor decide mantener a Antonia alejada del caso de Carla Ortiz y sugiere que ambos sigan con el caso de Álvaro Trueba.

Bruno

En este capítulo, se presenta a Bruno Lejarreta, un periodista de sesenta y tres años que se considera una leyenda viva de la redacción de El Correo de Bilbao. Bruno lamenta cómo ha cambiado el periodismo en la actualidad, donde los youtubers y las redes sociales tienen más relevancia que los periódicos. A pesar de esto, Bruno sigue trabajando en el periódico, ya que si se jubila, solo recibiría una pensión mínima. El periódico desea que Bruno se vaya, pero él se niega a hacerlo sin recibir una indemnización. Mientras tanto, Bruno se aburre en la redacción y suspira por encontrar algo emocionante que hacer. Sin embargo, su suerte cambia cuando ve en las noticias que el inspector Gutiérrez, a quien Bruno no soporta, está involucrado en un accidente de coche en Madrid. Esto despierta la curiosidad de Bruno, quien decide ir a investigar por su cuenta. Antes de partir, hace una parada en Santutxu y sonríe maliciosamente, sin despedirse de nadie ya que duda que alguien note su ausencia.

12 Un subterfugio

En este capítulo, Jon y Antonia se encuentran en una cafetería discutiendo sobre el caso de Carla Ortiz. Antonia se preocupa por la situación de la mujer secuestrada y critica la incompetencia de la policía. Jon intenta defender al capitán Parra, pero Antonia cree que él es parte del problema. A pesar de sus diferencias, deciden trabajar juntos para encontrar a Carla. Antonia revela que toma unas cápsulas para filtrar los estímulos y Jon le pregunta sobre su adicción. Antonia no responde y cambia de tema. Luego, discuten sobre cómo el secuestro de Carla es diferente a otros casos y cómo el secuestrador pudo cobrar el rescate sin ser atrapado. Antonia muestra a Jon una foto que tomó del secuestrador y notan un tatuaje en su brazo. Deciden investigar más sobre el motivo del secuestro y descubrir por qué el padre de Carla ocultó información.

Parra

En este capítulo, el capitán Parra demuestra ser un hombre de acción al movilizar todos los recursos disponibles al recibir una llamada. Con total discreción, llegan a las afueras del Centro Hípico la Policía Científica, el forense y el juez de instrucción para el levantamiento del cadáver. Se monta un gran despliegue con coches patrulla, coches de paisano, unidades de caballería y el Laboratorio de Actuaciones Especiales. A las doce llegan los participantes de la competición de inauguración del centro, personas de perfil alto que toman fotos desde sus coches. El capitán Parra es un gran profesional que ha tenido éxito en más de doscientos secuestros, con un 88,3% de casos resueltos favorablemente. Parra quiere ascender a comisario para mejorar su situación económica y está convencido de que rescatar a Carla Ortiz le dará la gloria. Sin embargo, su teoría sobre Carmelo Novoa como principal sospechoso se desmorona cuando encuentra a Novoa asesinado. A pesar de ello, Parra sabe que el secuestro de Carla tiene una motivación económica y se asegura de estar cerca del padre para estar presente en la próxima llamada de los secuestradores y en la entrega del rescate. Parra también se preocupa por cubrirse las espaldas, ya que sabe que cada uno de sus movimientos será examinado. A pesar de la situación, Parra sonríe desde el pinar mientras da órdenes y actúa como un hombre de acción.

13 Un aceite

En este capítulo, Jon y Antonia reciben las llaves de otro Audi A8 de parte de Mentor. El nuevo auto es azul marino en lugar de negro. Jon lee una nota manuscrita dejada por Mentor en el salpicadero, pidiéndoles que no siniestren el auto. Antonia arroja la nota al asiento trasero y le reprocha a Jon por no dejarla conducir. Jon explica que está preocupado por su salud y le pregunta a dónde van. Antonia responde que regresan a La Finca, ya que sospecha que ahí está el primer hilo del caso. Discuten sobre por qué Ezequiel dejó el cadáver de Álvaro Trueba en una de las casas de la familia Trueba, en la urbanización más segura de España. Jon menciona que la escena del crimen fue elaborada y que Ezequiel quería enviarles un mensaje. Antonia se pregunta para quién era ese mensaje y menciona las connotaciones religiosas de la escena del crimen. Jon se sorprende al darse cuenta de que la escena evocaba al salmo veintitrés. Antonia le muestra un correo electrónico de la doctora Aguado, en el que se menciona que el aceite en la cabeza de Álvaro Trueba es aceite de oliva aromatizado con mirra, conocido como "Aceite de la unción santa". Discuten sobre el significado religioso de este aceite y Antonia menciona que se puede conseguir fácilmente en Internet y en tiendas esotéricas. Jon reflexiona sobre la naturaleza humana y se sorprende de la existencia de personas que utilizan aceite de muertos en prácticas esotéricas. Antonia espera que no estén tratando con un fanático religioso, ya que le resultaría difícil de comprender. Jon le asegura que no está sola en esto y Antonia sonríe. Luego, discuten sobre el motivo del asesinato y Antonia explica que están regresando a la escena del crimen para descubrir cómo Ezequiel logró entrar. Antonia revela el segundo hilo de la investigación, que Jon considera una locura.

14 Una bolsa de papel

En este capítulo, Jon Gutiérrez y Antonia Scott llegan a La Finca, pero no son recibidos de manera amigable por los guardias de seguridad. Jon intenta convencerlos de que les permitan acceder a las grabaciones de seguridad de hace tres noches, pero los guardias se niegan a colaborar a menos que se siga el procedimiento legal. Jon intenta sobornarlos con cincuenta euros, pero los guardias exigen cinco mil. Jon decide retirarse y Antonia lo lleva a un lugar desconocido. Después de un tiempo, Antonia regresa con una bolsa de papel que contiene diez mil euros del Casino Gran Madrid. Jon y Antonia logran convencer a los guardias de seguridad de entregarles las grabaciones de seguridad. Jon y Antonia se sorprenden de la astucia de Antonia para conseguir el dinero y deciden regresar a La Finca.

15 Una garita

En este capítulo, Tomás y Gabriel, los guardias de seguridad, resultan ser amables y conducen a Jon y Antonia a la garita de seguridad. La garita resulta ser más grande de lo habitual y es solo la antesala del lugar al que Jon y Antonia necesitan acceder. Tomás les ofrece café y té, y les cuenta que antes trabajaba en un hipermercado. Jon le pregunta sobre lo que sucedió en el chalet de Los Lagos y Tomás confiesa que sabe lo que pasó. Jon y Antonia le explican que necesitan su ayuda y Tomás accede a colaborar. Tomás les cuenta que solo él, Gabriel, el supervisor y la gobernanta de los Trueba saben lo que sucedió. Jon le pregunta si es normal que la empleada llamara a Tomás en lugar de a la policía, y Tomás se siente avergonzado. Jon y Antonia le explican que ellos no son policías ordinarios y que lo que les cuente no se usará en un juicio. Tomás les cuenta que en la urbanización las cosas se hacen de otra forma y que siempre ha sido la consigna callar y no preguntar. Jon le pregunta si hubo alguien en el chalet esa noche y Tomás responde que no. Jon le pide ver las grabaciones de la puerta de acceso y Tomás muestra el sistema de vigilancia, que está apagado debido a los sensores de movimiento que saltarían constantemente por los conejos. Jon y Antonia le piden que ponga la grabación de la puerta de acceso y comienzan a revisarla en diferentes horas. No encuentran ninguna anomalía hasta que Antonia señala un taxi que llega a las 03:52. Jon y Antonia descubren que ese mismo taxi había llegado antes a las 22:30 y se dan cuenta de que puede ser la forma en que Ezequiel entró. Sin embargo, no recuerdan quién conducía el taxi. El tiempo sigue corriendo para Carla Ortiz.

16 Una mala noche

En este capítulo, Jon deja a Antonia en el hospital y el resto de la noche transcurre lentamente. Antonia no puede desconectar del caso de Ezequiel y repasa todos los ángulos e información relacionada. Aunque no puede hacer nada en ese momento, ha enviado la matrícula del taxi a Mentor para obtener más información. Antonia se sienta junto a la cama de Marcos y se concentra en el sonido del electrocardiograma. A las tres de la mañana, recibe un correo electrónico de la doctora Aguado. La doctora le informa sobre las características físicas de Ezequiel y le envía una fotografía del tatuaje que ha logrado realzar. Antonia llama a la doctora de inmediato y esta le explica que ha enviado la foto a establecimientos de tatuajes para intentar identificarlo. También le comenta que, basándose en la evidencia, cree que Ezequiel tiene alrededor de cincuenta años, lo cual sería inusual para un asesino en serie. Antonia reflexiona sobre la intuición de la doctora y sobre la complejidad de comprender la mente humana. Luego, Antonia y la doctora discuten sobre las posibles características psicopáticas de Ezequiel y la falta de publicidad que ha dado a sus actos. Antonia se desconcierta por esta falta de reconocimiento público y siente que hay una pieza clave que se les escapa. Mentor llama a Antonia para informarle que la matrícula del taxi no existe y pertenece a otro vehículo. Esto indica que el conductor del taxi sabía lo que estaba ocurriendo, lo cual es extraño para un asesino psicópata. Antonia repasa en su mente otros casos de asesinos en serie en busca de un paralelismo, pero no encuentra ninguna respuesta. La mente de Antonia está llena de pensamientos y reflexiones.

Bruno

En este capítulo, Bruno Lejarreta se acerca al inspector Jon Gutiérrez en la cafetería del Hotel de las Letras. A Gutiérrez no le gustan los periodistas y muestra su desagrado hacia Bruno. A pesar de esto, Bruno se sienta frente a él y comienza a hacerle preguntas incómodas. Durante la conversación, Gutiérrez menciona a su madre, lo cual enfurece a Bruno.

Luego, se revela que Bruno ha localizado a la madre de Gutiérrez, Begoña Iriondo, y ha ganado su confianza para obtener información sobre su hijo. Bruno se presenta en el Hotel de las Letras y se encuentra con Gutiérrez, quien no está contento con su presencia. Bruno menciona haberlo visto en un accidente en la M-50, pero Gutiérrez niega estar allí. Bruno también menciona que Gutiérrez está suspendido de empleo y sueldo, lo cual es un delito grave si sigue ejerciendo como inspector de policía. A pesar de la tensión, Bruno se despide y menciona que podrían volver a encontrarse en el hotel.

17 Un bisonte

En este capítulo, Antonia ha pasado casi una hora al teléfono convenciendo a Mentor para que les consiga una cita en el banco. Después de una conversación llena de gritos y amenazas, Mentor finalmente acepta. Antonia y el inspector están esperando en el coche a que Mentor les llame para confirmar que pueden subir al edificio del banco. Antonia baja la ventanilla y observa el imponente edificio de acero, cemento y cristal en medio del paseo de la Castellana. Antonia reflexiona sobre cómo todo comenzó con un bisonte.

Luego, el capítulo cambia de escenario y nos cuenta la historia del tatara-tatarabuelo de Álvaro Trueba. Este hombre seguía una rutina escrupulosa en su vida diaria, desde levantarse tarde hasta recorrer sus fincas en faetón. Un día, Modesto Cubillas, aparcero de sus fincas, lo interrumpe y lo lleva a una cueva donde descubre pinturas prehistóricas. Aunque don Marcelino publica sus conclusiones, no recibe mucho apoyo de la comunidad científica. Sin embargo, la reina Isabel II muestra interés en la cueva y durante su visita, don Marcelino aprovecha la oportunidad para hablarle sobre el tema del banco. La reina accede y poco después se constituye el banco, que se convierte en el más grande de Europa.

Finalmente, Mentor llama a Antonia y les da permiso para subir al banco. Jon y Antonia se dirigen hacia la puerta acristalada sin darse cuenta de que alguien los está fotografiando desde la acera de enfrente.

Carla

En este capítulo, Sandra despierta a Carla y le pregunta si está bien. Carla le responde que tiene mucho sueño y Sandra le pregunta si le ha hecho daño. Esta vez, Sandra responde que no quiere hablar de ello y Carla le dice que la escuchó. Sandra niega haber dicho algo y Carla le explica que tenía miedo y no quería compartir su suerte. Sandra se encierra en silencio y Carla quiere preguntarle sobre el agujero por el que espía a Ezequiel, pero no se atreve a tomar la iniciativa. Después de un rato, Sandra menciona que había un chico donde está Carla ahora y Carla siente un vacío en el estómago y en el pecho. Carla pregunta qué pasó con él y Sandra responde que el chico chillaba mucho y luego dejó de hacerlo. Las palabras de Sandra destruyen la quimera de Carla y ella le pregunta qué pasó con el chico y si lo rescataron. Sandra le pide que se calle porque él ha vuelto y no quiere que hablen. Carla insiste en que necesita saberlo y Sandra repite que el chico chillaba mucho y luego hay silencio.

18 Un despacho

En este capítulo, Jon y Antonia se reúnen con Laura Trueba, la presidenta del banco, en su despacho. Trueba muestra una apariencia impecable y controlada, pero Jon sospecha que está ocultando algo. Trueba les confiesa que ha sido obligada a tener esta reunión y que ha llegado a acuerdos con los superiores de Jon y Antonia. Jon menciona la desaparición de Carla Ortiz y Trueba se sorprende. Jon le explica que necesitan su ayuda para encontrar al secuestrador y salvar la vida de Carla. Trueba se muestra reticente, pero finalmente revela que el secuestrador se hizo llamar Ezequiel y le hizo una exigencia imposible. Trueba menciona a Ramón Ortiz como alguien que podría saber más sobre las motivaciones del secuestrador. Jon y Antonia se dan cuenta de que el secuestrador no ha vuelto a contactar con Trueba desde entonces. Trueba describe el sufrimiento y la angustia que ha experimentado durante este tiempo. Finalmente, Trueba les pide que se vayan y, antes de que se vayan, les pregunta si Jon está armado y le ofrece una recompensa si mata al secuestrador. Trueba intenta contener las lágrimas, pero no lo consigue.

Parra

En este capítulo, el capitán Parra está agotado después del extenuante operativo en la escena del crimen del Centro Hípico. Además, ha recibido peticiones de entrevistas de varios medios de comunicación que reconocieron su heroísmo en las fotos publicadas en Instagram y Twitter. Parra decide no contestar para dar la apariencia de estar ocupado y centrado en el caso. Aunque está agotado y apenas ha dormido, se levanta temprano y se dirige a su despacho en la Jefatura Superior de Policía. Allí hace inventario de los indicios que tiene hasta el momento: las vallas de obra, una fotografía del sospechoso a la fuga y la autopsia del chófer. A pesar de esto, Parra se da cuenta de que no tiene suficiente información. Sin embargo, confía en que el secuestrador de Carla Ortiz volverá a llamar, ya que sabe que su rescate será millonario. Parra recuerda el caso de los hermanos Born, cuyo rescate fue el más alto de la historia moderna. Aunque el padre de Carla Ortiz puede pagar una gran suma, Parra sabe que necesitará tiempo para reunir todo el dinero en efectivo. Por lo tanto, está seguro de que los secuestradores volverán a llamar y él estará preparado para atraparlos, ya que los teléfonos de Ortiz están intervenidos. Parra cierra los ojos y espera a que llegue la llamada, convencido de que todos acaban llamando cuando hay tanto dinero en juego.

19 Una valla

En este capítulo, Antonia y Jon llegan en silencio a un colegio. Antonia baja del coche y golpea en la ventanilla para que Jon la siga. Una persona en recepción les indica que los niños están en el patio. Antonia lleva a Jon hasta el segundo piso, donde pueden ver a un niño llamado Jorge. Antonia explica que Jorge no vive con ella debido a un trastorno de ansiedad que sufrió después de la muerte de Marcos. Antonia solo puede ver a Jorge una vez al mes y bajo supervisión. Jon se pregunta qué ha cambiado para que Antonia le cuente todo esto y la pregunta queda sin respuesta. Antonia se niega a hablar del tema en ese lugar sagrado.

20 Una tortilla

En este capítulo, Jon y Antonia deciden cocinar juntos en casa de Antonia. Jon prepara una tortilla de patatas siguiendo su propia receta, utilizando patatas, cebolla, aceite de oliva y huevos camperos. Antonia prueba la tortilla y le encanta, aunque no puede saborearla debido a su anosmia. Después de comer, Jon y Antonia se sientan en el suelo del salón y hablan sobre la vida de Antonia y la pérdida de su pareja, Marcos. Antonia explica que después de la muerte de Marcos, decidió deshacerse de todo lo que no era imprescindible en su casa. Jon le pregunta por qué redecoró y Antonia revela que tiene una memoria casi perfecta y que los recuerdos pueden hacerle mucho daño, por lo que no quiere tener nada que le recuerde a Marcos. Sin embargo, Jon señala que ella tiene a Marcos en su habitación todas las noches. Antonia admite que sus recuerdos no siempre han sido así y Jon le pregunta qué le hicieron, pero Antonia no puede contarle.

Lo que hicieron primero

En este capítulo, Antonia se encuentra en una sala negra y aislada, donde Mentor controla la temperatura y el sonido. Mentor le plantea un acertijo sobre un secuestro de avión en 1997, y Antonia responde correctamente. Luego, Antonia mira una pantalla donde ve una imagen con personas desnudas, y descubre que hay dos personas sin ombligo. Mentor le muestra un cronómetro y le exige que responda rápidamente a sus preguntas. Antonia está cansada y duda en seguir con el experimento. Recuerda cómo aceptó participar en él y se cuestiona si realmente quiere ser diferente. De repente, tres personas entran a la habitación y la inmovilizan. Antonia tiene miedo a las agujas y se debate mientras una mujer le inyecta un compuesto. En la cabina de observación, Mentor conversa con el doctor Nuno, quien explica que el compuesto aumentará la histamina en el hipotálamo de Antonia, mejorando sus capacidades cognitivas. Mentor se muestra preocupado por los efectos secundarios y recibe una carpeta con información que lo deja perturbado. El capítulo termina con Mentor preguntándole al doctor Nuno si es necesario seguir adelante con el experimento.

21 Una respuesta clara

En este capítulo, Jon mira fijamente a Antonia y le pregunta si no puede o no quiere contarle algo. Antonia aparta la vista y decide no hablarle de los retazos de memoria y las imágenes que aún le vienen al anochecer. Le responde a Jon que no puede y no quiere contarle.

Lo que hicieron después

En este capítulo, la sala de pruebas ha cambiado y ahora es más grande. La silla está anclada al suelo con tornillos y del techo cuelgan cintas de nailon negro con electrodos incorporados. Antonia se sienta a la mesa y toma una cápsula roja al principio y una azul al final, la cual le quita los recuerdos. Después, dos hombres la cuelgan de las cintas cabeza abajo y la voz de Mentor le hace preguntas. Antonia intenta concentrarse en el koan para encontrar la respuesta correcta. Si responde correctamente, las cintas descienden, pero si falla, recibe una descarga y asciende hasta el techo. Antonia sonríe mientras se acerca al suelo, pero no es una sonrisa feliz.

22 Un profeta

En este capítulo, Jon y Antonia discuten sobre la situación de Carla Ortiz y la razón detrás del secuestro. Antonia menciona que Laura Trueba, la presidenta del banco, ha sido un factor importante en el cambio de actitud de Antonia hacia el secuestro. Jon comprende esto y menciona que el nombre del secuestrador, Ezequiel, es un seudónimo tomado de un profeta bíblico. Antonia pregunta quién era Ezequiel y Jon explica que era un sacerdote judío en tiempos difíciles que hablaba de la justicia y de que cada uno pague por sus propias culpas. Antonia sugiere que el secuestro está motivado por un chantaje y que Ezequiel ha pedido algo a Ramón Ortiz, pero este se ha negado a revelar qué es. Jon y Antonia se dan cuenta de que el pago del rescate debe ser algo que Ortiz haya hecho y que sea una declaración pública. Jon recuerda que Ortiz tenía miedo la noche en que estuvieron juntos y Antonia concluye que él les tenía miedo a ellos. Sabiendo que el tiempo se agota para Carla, deciden ir al único lugar del que les han prohibido ir en busca de información.

23 Un padre

En este capítulo, se revela que Ramón Ortiz, el multimillonario, ha cancelado sus planes de trabajo y se ha quedado en su piso en la calle Serrano. Antonia, utilizando fotos de blogs y revistas, logra localizar la dirección del piso. Mientras tanto, el inspector Gutiérrez se estaciona ilegalmente frente a la casa de Ortiz y Jon se dirige hacia un encuentro desagradable con los guardaespaldas. Antonia entra en una cafetería y atraviesa la cocina para llegar a un pasillo donde se encuentra una puerta con cerrojo. El encargado la persigue, pero Antonia logra cerrar la puerta a tiempo. Desde el portal, Antonia ve a Jon discutiendo con los guardaespaldas y estima que tiene poco tiempo antes de que lleguen refuerzos. Decide subir por las escaleras y se encuentra con el guardaespaldas número 3 en el ascensor. Antonia logra llegar al quinto piso y Ramón Ortiz le abre la puerta. Antonia le pide que revele la verdad a la policía sobre lo que le pidió Ezequiel. En ese momento, el guardaespaldas número 3 alcanza a Antonia y la somete. A pesar de esto, Antonia mantiene contacto visual con Ortiz, esperando que él tome una decisión. Finalmente, Ortiz aparta la mirada y cierra la puerta.

Bruno

En este capítulo, Bruno Lejarreta, un periodista vasco, se encuentra siguiendo a una misteriosa mujer en Madrid. Utilizando una motocicleta alquilada, Bruno se siente invisible mientras la sigue por la ciudad. Después de visitar una casa en Lavapiés y la sede de un banco, Bruno se da cuenta de que la mujer se dirige a un colegio. Aunque Bruno está confundido acerca de lo que está sucediendo, decide seguir adelante. Mientras espera a que la mujer salga del colegio, Bruno investiga en Internet y descubre que el propietario del ático del edificio es Ramón Ortiz, el hombre más rico del mundo. De repente, aparece un hombre que Bruno reconoce como José Luis Parra, el capitán de la Unidad de Secuestros y Extorsiones de la Policía Nacional. Bruno se da cuenta de que ha descubierto algo importante y comienza a grabar la escena con su teléfono móvil. Después de presenciar una confrontación entre Parra y otro inspector suspendido, Bruno decide acercarse a Parra para hablar con él.

24 Un email

En este capítulo, conocemos a Ladybug, una mujer madura que ha elegido llamarse así misma de esa manera. Ladybug es una talentosa tatuadora y lleva su nombre tatuado en su antebrazo. En su estudio, atiende a tres Turistas Idiotas Borrachos que quieren tatuajes en chino. A pesar de que el símbolo que eligen no significa "libertad", Ladybug se lo tatúa en sus hombros. Después de atender a los clientes, Ladybug se encuentra con Espectro, su amante, pero decide no continuar con el encuentro sexual debido a la presencia de su padre en la trastienda. Ladybug se da cuenta de que está aburrida de Espectro y teme convertirse en un cliché. Además, tiene que cuidar de su padre, quien ha sufrido una embolia y depende de ella para todo. A pesar de esto, Ladybug se siente feliz porque su padre está mejorando. Luego, Ladybug recibe un correo electrónico en el que le piden identificar un tatuaje de un violador. Aunque duda de la autenticidad del correo, decide abrirlo y encuentra una foto de un tatuaje que contiene una cola de rata. Ladybug recuerda haber visto esa cola de rata antes y siente una mezcla de alegría y malestar. Además, se da cuenta de que le ha bajado la regla.

Parra

En este capítulo, el capitán Parra se alegra de que Gutiérrez se haya metido en problemas por sí solo. Agradece la ayuda inesperada del periodista vasco y piensa que la información debe salir a la luz, aunque le haya cargado con un periodista a su lado. Parra se entera de un correo del CNI que menciona un taxi robado relacionado con el secuestro. Se enfada con Sanjuán por no considerar importante esta información y le ordena investigar con precaución. Al llegar a la Jefatura, Sanjuán le informa sobre un taxi quemado en un descampado y muestra una foto al padre de Gutiérrez, quien lo reconoce. Parra elogia a Sanjuán por su trabajo.

25 Un sapo

En este capítulo, Jon y Antonia se encuentran en una cafetería cerca de las Cortes. Antonia le cuenta a Jon lo sucedido en la puerta de Ortiz, explicándolo de manera neutral y sin emociones. Ramón Ortiz no colabora y han consumido cinco de las cuarenta horas que le quedaban a Carla Ortiz para arruinar la carrera de Jon. Antonia está furiosa con Jon por haberle pegado a Ramón Ortiz y dejarle ganar. Jon se da cuenta de que Antonia no se ha percatado de la presencia de Lejarreta, quien ha estado siguiéndolos todo el día. Jon quiere pedir perdón y contarle a Antonia lo del periodista, pero su orgullo se lo impide. La camarera se acerca y Jon se da cuenta de que es Carla Ortiz, lo que aumenta su desesperación. Jon agradece el gesto amable de la camarera dejando una propina generosa. Luego, Jon intenta contarle a Antonia sobre Lejarreta, pero ella recibe una llamada en su móvil que parece aliviar la oscuridad. Antonia explica a Jon que están a diez minutos andando de su destino y no necesitan el coche.

26 Una de vaqueros

En este capítulo, Ladybug decide dejar el negocio abierto mientras espera a sus compañeros de la policía. Un holandés cuarentón llega al estudio para hacerse un tatuaje en el cuello con la palabra "fortaleza". Cuando los policías llegan, Ladybug les indica que se sienten en la zona de espera mientras termina de tatuar al holandés. Después de que el holandés se vaya, la joven gótica le dice a Antonia que casi arruina el negocio. Ladybug les revela que habla mandarín y les muestra una carpeta con fotografías de tatuajes antiguos. Encuentran una foto de cuatro brazos con el mismo tatuaje, que podría ser el tatuaje de Ezequiel. Ladybug les lleva a una habitación trasera donde está su padre, un hombre discapacitado en una silla de ruedas. Intentan preguntarle sobre el tatuaje, pero no obtienen respuestas. Antonia sugiere que intenten hacerle preguntas a través de Ladybug. Finalmente, descubren que el tatuaje tiene las letras "NBQ", lo que indica que Ezequiel es un policía.

27 Tres letras

En este capítulo, Jon Gutiérrez habla por teléfono con su amigo Txema Barandiarán, quien trabaja en Recursos Humanos en la Jefatura de Policía. Txema le cuenta la historia de la Policía del Subsuelo, una unidad creada en Madrid en 1958 para evitar crímenes bajo tierra y proteger a los políticos de atentados. Jon pregunta por los cuatro hombres originales de la unidad NBQ, expertos en explosivos y amenazas nucleares, biológicas y químicas. Txema le informa que dos siguen en activo, uno se fue a vivir a México y el otro murió en una explosión en un túnel, supuestamente un suicidio. Jon se entera de que será detenido por Asuntos Internos al día siguiente y se da cuenta de que tendrá que elegir entre ir a la cárcel o traicionar a Antonia. Luego, Jon le cuenta a Antonia la parte positiva de la conversación y ella se enfoca en la posibilidad de que uno de los cuatro hombres sea Ezequiel. Antonia llama al capitán Parra para compartir información sobre Ezequiel y salvar a Carla Ortiz.

Parra

En este capítulo, Parra recibe una llamada del capitán, quien se burla de él y de su amiga de la Interpol. El capitán revela que Ezequiel es en realidad Nicolás Fajardo, un policía que se creía muerto. Además, menciona que encontraron huellas de Carla Ortiz y Ezequiel en un taxi robado. Parra cuelga frustrado y se da cuenta de que la mujer sabe sobre el CNI. Luego, Parra se une a su equipo de la Unidad de Secuestros y Extorsiones, compuesto por Cleo, Ocaña, Giráldez, Pozuelo, Cervera y el cabo Sanjuán. Parra los considera su familia y está dispuesto a dar la vida por ellos. Antes de iniciar el operativo, Parra espera a que Sixto, el octavo miembro del equipo, confirme que todo está bien. Parra intenta pensar en una frase inspiradora, pero no se le ocurre ninguna.

Carla

En este capítulo, Carla llama a Sandra repetidamente, al principio susurrando y luego gritando de angustia. Sandra le advierte que no deben hablar porque han enfadado al captor. Carla llora y se encoge en la esquina de la celda. Sandra le explica las reglas y Carla se muestra indiferente a su propia vida. Sandra menciona que Carla es importante para el captor y que él la ha comparado con ella. Carla se da cuenta de que es la heredera del hombre más rico del mundo, mientras que Sandra es una taxista. A pesar de que en Twitter podrían decir que sus vidas valen lo mismo, en la realidad de la madriguera de un asesino, hay víctimas y víctimas. Carla promete que saldrán de allí juntas, pero Sandra no confía en sus promesas. Sandra insinúa que el captor tiene otros planes para Carla y en ese momento regresa y Sandra cree que algo está sucediendo.

28 Un recuerdo

En este capítulo, Antonia cierra los ojos y encuentra la palabra "Ajunsuaqq" en inuit, que significa "morder el pez y encontrar dentro sólo cenizas", describiendo cómo se siente. A su lado, Jon está callado después de que Antonia le contara lo que Parra le dijo. Antonia busca en las hemerotecas online información sobre un caso menor de una explosión de gas en la calle Narváez, donde el oficial de policía Nicolás Fajardo murió, pero no se menciona el suicidio. Jon mencionó a una hija, y Antonia encuentra información sobre un accidente mortal en la M-30, donde una mujer de veinte años, S. F., murió en un posible suicidio. Antonia recibe una llamada de Tomás, el vigilante de seguridad de La Finca, quien le cuenta que vieron a una taxista mujer recoger a alguien, lo cual les recordó algo importante.

Carla

En este capítulo, el protagonista intenta dormir pero se siente cada vez más débil y agotado. Tiene un sueño en el que la oscuridad desaparece y es reemplazada por una enorme pared de luz blanca y hermosa. De repente, escucha ruidos y voces afuera. Son voces de hombres adultos que gritan "¡Policía!" y su nombre. El protagonista sabía que vendrían por él, sabía que era solo cuestión de tiempo. Finalmente, lo han encontrado. Su corazón late rápidamente en su pecho y trata de levantarse, olvidando la altura del techo y golpeándose la cabeza, lo que le provoca una herida que sangra profusamente, pero él la ignora. Ni siquiera siente el dolor. Logra gatear hasta la puerta de metal, golpeándola e intentando gritar a través del respiradero, diciendo "¡Aquí! ¡Aquí! ¡Estoy aquí!"

Parra

En este capítulo, los hombres de la Unidad de Secuestros y Extorsiones se preparan para el rescate de Carla Ortiz. Han ocupado el rellano y la escalera del semisótano donde se encuentra el apartamento donde está secuestrada. Todos están armados y protegidos con chalecos antibalas. Parra, el capitán, repasa mentalmente el plan y se preocupa por la posibilidad de que Fajardo, el secuestrador, haga daño a la rehén o dispare. Antes de dar la orden de entrada, Parra apaga su teléfono móvil y se asegura de llevar consigo una medalla del Custodio, el santo patrón de los policías.

Cuando dan la orden de entrada, utilizan un ariete para derribar la puerta. Cleo es la primera en entrar, seguida por los demás. Encuentran el apartamento en mal estado, con muebles apilados y restos de papeles y cables en el suelo. Encuentran un zapato de mujer que pertenece a la pareja de Carla Ortiz. Parra indica a Cleo que avance hacia el pasillo oscuro y el resto la sigue en fila de a dos.

En el pasillo, encuentran un bidón camuflado dentro de una cómoda. Contiene una mezcla de hipoclorito de sodio, ácido clorhídrico y acetona, que al explotar produce una explosión y un gas venenoso. La primera explosión causa graves heridas a Cleo y Sanjuán, y la metralla alcanza a los demás. Luego, una segunda bomba explota, causando más daños y muertes. Parra logra arrastrarse hacia la puerta y salir al rellano, pero está gravemente herido por el gas venenoso.

Parra busca a Ocaña, su compañero, y logra sacarlo del apartamento. A punto de desmayarse, escucha las sirenas acercándose y piensa en la frase que no dijo antes de bajar de la furgoneta: "A mi señal, ira y fuego".

Ezequiel

En este capítulo, Nicolás se aparta de la pantalla después de presenciar la explosión que ha cortado la comunicación entre su antiguo piso y el refugio. Aunque ha logrado acabar con los intrusos, se siente culpable por la muerte de los policías. Decide escribir en su cuaderno de confesiones, reconociendo que ha pecado contra el quinto mandamiento al matar, pero justifica sus acciones como parte de una misión importante para humillar a los poderosos. Sin embargo, al quemar la hoja, Nicolás no siente que sus pecados desaparezcan y solo puede pensar en las vidas perdidas. Se da cuenta de que los hombres que murieron no eran poderosos ni ricos, sino sus iguales. A pesar de esto, Nicolás cree que estaban sirviendo al demonio de las riquezas y la avaricia. A medida que continúa recordando la explosión y los gritos de dolor, Nicolás se da cuenta de que fue él quien causó toda esa destrucción. Al buscar aprobación en Sandra, solo encuentra una sonrisa de reptil en su rostro. Nicolás se siente culpable y sucio, pero Sandra lo mira con asco y se marcha. Nicolás se queda solo con las pantallas negras y un alma contaminada que el fuego no puede limpiar. A pesar de los gritos de Carla Ortiz, Nicolás decide no hacer nada para detenerla, ya que no quiere contrariar a Sandra. Luego, escribe en su cuaderno que es esencialmente una buena persona, pero las palabras se confunden y no tienen sentido. Finalmente, arranca la hoja y escribe que no es una buena persona.

30 Siete instantáneas

En este capítulo, Jon y Antonia experimentan una serie de momentos caóticos y confusos. Antonia grita a Mentor a través del teléfono del coche mientras Jon se salta un semáforo en rojo. Esquivan a un hombre con una botella de sidra en la mano, y las gotas de sidra en el parabrisas parecen sangre iridiscente bajo la luz del semáforo.

Luego, Jon muestra su placa a un agente de tráfico y Antonia se escapa por debajo de la cinta de seguridad. Su espalda toca el plástico en el punto exacto entre las palabras "NO" y "PASAR", creando un triángulo escaleno. Aunque normalmente Antonia se fijaría en este tipo de detalles, esta vez no lo hace.

Después, presencian a dos paramédicos del SAMUR atendiendo a un herido en una camilla. Las luces de la ambulancia que se aleja hacia el hospital iluminan los rostros de los paramédicos de manera sobrenatural.

Más adelante, un bombero arrastra un cadáver y lo coloca junto a otros tres cuerpos cubiertos por mantas isotérmicas en la acera. La cara aluminizada de las mantas parece absorber los reflejos de las luces, como si los cuerpos intentaran extraer un último aliento de vida del aire que los rodea.

Antonia se agacha para recoger una medalla que ha caído al suelo, la cual los paramédicos le arrancaron al capitán Parra sin darse cuenta durante la reanimación cardiopulmonar. Mientras tanto, un agente habla con Jon sobre la actuación del capitán, y Jon tiene el rostro desencajado. El agente tiene los labios extendidos hacia delante, formando la cuarta letra de la palabra "héroe".

Antonia llora apoyada en la ventanilla del coche, mientras Jon la intenta consolar sin mirarla. Jon sigue con la vista fija en el lugar donde la ambulancia se ha llevado al capitán Parra. Empieza a llover, una lluvia tenue que no logrará borrar las manchas de sangre en la acera, solo las mantendrá frescas por más tiempo.

Finalmente, Antonia se baja del coche frente al hospital de la Moncloa sin despedirse. Jon refleja tristeza, miedo, dudas y una enorme angustia en su mirada, junto con una súplica para que Antonia no lo deje solo esta noche. Antonia no se da cuenta de esto porque está de espaldas.

Carla

En este capítulo, Carla se encuentra en una situación desesperada. Está atrapada en una celda oscura y húmeda, con una herida en la cabeza que sigue sangrando. Carla decide dejarse morir, pero experimenta un breve momento en el que siente que su espíritu se eleva y se encuentra con su padre. Sin embargo, no logra morir y la oscuridad continúa.

Sandra llama a Carla, devolviéndola a la realidad. Carla se rinde y le pregunta qué ha sucedido. Sandra le informa que intentaron encontrarla, pero fracasaron y ahora todos están muertos. Carla afirma que su padre pagará por ello, pero Sandra le dice que aún le queda tiempo.

Carla se da cuenta de que Sandra está fuera de la celda y le pide que abra la puerta. Sandra responde que lo hará y Carla escucha cómo intenta abrir la puerta, pero fracasa. Sandra se ríe y revela que ella es Ezequiel. Esto llena de miedo a Carla.

Sandra le explica que no quiere nada de ella, solo que se quede quieta y tranquila. Carla le pregunta qué le ha pedido a su padre y Sandra menciona que quiere que hable sobre los talleres en diferentes países. Carla intenta explicarle que la prensa malinterpreta las cosas, pero Sandra la interrumpe y la insulta.

Sandra continúa hablando y riéndose, pero Carla solo espera a que deje de golpear la puerta. Sandra se disculpa y menciona que hay algo que no anda bien en su cabeza. Luego le dice a Carla que le queda menos de veintiséis horas y que su padre hará lo que le ha pedido.

Sandra se va, dejando su risa flotando en las paredes. Carla se encuentra en una situación desesperada, sin saber qué le depara el futuro.

31 Una foto

En este capítulo, Antonia despierta a su abuela Scott, quien no le importa ser despertada a pesar de ser aún muy temprano en la mañana. Antonia le cuenta a su abuela que si hubieran comprobado la matrícula del Megane la noche anterior, podrían haber evitado la tragedia que ocurrió. La abuela Scott le dice a Antonia que no puede cargar con el peso del mundo y que no es su culpa lo que ha sucedido. Antonia se lamenta por no haber llegado a la conclusión correcta a tiempo y por todas las personas que han resultado heridas o muertas. La abuela Scott le recuerda a Antonia que también ha ayudado a mucha gente y que no debe regodearse en sus fracasos. Luego, la abuela cuelga abruptamente la llamada, lo cual desconcierta a Antonia. Antonia se queda pensando en cómo solo importan las personas a las que no ha podido ayudar, especialmente Marcos, quien está en coma. Antonia se duerme y tiene un sueño en el que ve a Marcos trabajando en su estudio y luego presencia su asesinato. Antonia se despierta y pasa la noche en vela llena de remordimientos.

Carla

En este capítulo, Carla se siente engañada y enfurecida por Sandra, su compañera de cautiverio. Siente la necesidad de expulsar todo lo que creía que era Sandra y dar paso a la furia que la invade. Imagina apretar el cuello y el cráneo de Sandra con sus puños y pies. Carla se da cuenta de que la puerta está ligeramente desplazada y trata de abrirla, pero solo cede unos milímetros. En ese momento, una voz le habla y le dice que hay algo que podría hacer si la escucha. Carla reconoce la voz como la Otra Carla, una parte más fuerte y decidida de ella misma. Se dirige hacia una baldosa en la esquina del sumidero que se mueve ligeramente y comienza a rascar el cemento con el dedo, recordando cómo su padre comenzó su imperio vendiendo tres camisas.

32 Un rostro amable

En este capítulo, Megan, la mujer de recepción, está leyendo una novela romántica para pasar el tiempo en su aburrido trabajo. Una mujer bien vestida y sonriente llega a la puerta y Megan la deja entrar sin sospechar nada. Megan está molesta porque quiere seguir leyendo su novela y descubrir si la heroína se reconcilia con el amor de su vida. La mujer se acerca a Megan con una sonrisa, pero cuando Megan la ve de cerca, su rostro ya no parece tan amable.

1 Un titular

En este capítulo, Antonia se despierta agotada después de una pesadilla y vuelve a quedarse dormida. Es despertada por una llamada telefónica de Mentor, quien le ordena que encienda la televisión. Descubre que ha ocurrido algo importante y Mentor le informa que ha sido despedida. Antonia no puede creerlo y discute con Mentor sobre la situación. Luego ve a un periodista en la televisión que reconoce como el hombre que saludó a Jon el día anterior. Antonia se da cuenta de que el periodista los ha seguido y habló con Parra para obtener la exclusiva. Antonia culpa a Mentor por involucrar a Jon en todo esto y él le dice que ahora es un problema de la policía y que se mantenga al margen. Mentor cuelga y Antonia se da cuenta de que ha sacrificado a Jon por el juego. Luego, alguien golpea la puerta y Antonia se niega a abrir. Jon le dice que quería contarle algo, pero Antonia estalla de furia y culpa a Jon por la muerte de Carla Ortiz. Jon se va y Antonia encuentra una caja de pastillas deslizada debajo de la puerta. Intenta llorar pero no puede.

2 Un reencuentro

En este capítulo, Antonia se encuentra en el suelo intentando recuperarse cuando escucha que alguien toca la puerta. Al abrir, se sorprende al ver al embajador del Reino Unido en Madrid, Sir Peter Scott, quien es el padre de Antonia. No hay muestras de afecto entre ellos, más bien hay una tensión fría. El capítulo narra cómo Sir Peter llegó a Barcelona en 1982 y conoció a Paula, la madre de Antonia. Después de casarse y tener a Antonia, Paula falleció a causa de un cáncer de páncreas. Antonia vivió con su abuela durante tres años y al regresar, su padre la trató como una extraña. Antonia se fue a estudiar a Madrid y apenas se vieron en todos esos años. Antonia comprende que su padre la odia o siente una emoción similar al odio hacia ella. Sir Peter le pregunta por Jorge, el hijo de Antonia, y le informa que ha sido secuestrado en el colegio. Antonia se prepara para salir, pero su padre la detiene y la acusa de haber estado viendo a Jorge sin su permiso. Antonia ignora sus acusaciones y se dirige hacia la puerta, pero su padre la detiene y la somete a la fuerza, diciéndole que irán juntos a la comisaría.

Ezequiel

En este capítulo, Nicolás se encuentra en una situación difícil con Sandra, su hija. Ha cambiado de habitación y ahora duerme en un jergón en otro lugar de la casa porque Sandra ha atado al niño a una pared y quiere que tenga más espacio. Nicolás se pregunta cuándo Sandra dejó de ser amable con él y comenzó a insultarlo y menospreciarlo. A veces, Nicolás quiere alejarse de Sandra y dejarla atrás, pero recuerda cómo fue cuando ella estuvo lejos y se hundió en la depresión. A pesar de esto, Nicolás se da cuenta de que Sandra ha regresado diferente y su energía ahora es tóxica. Nicolás fantasea con enfrentarse a Sandra o huir, pero luego recuerda la soledad que lo aterra. No recuerda cómo era antes de que Sandra regresara, solo tiene fragmentos de recuerdos. Desde que Sandra regresó, Nicolás ha comenzado a ir a ella para obtener alivio, siguiendo el método que ella le enseñó. Ella lo golpea con un cinturón, como su padre solía hacerlo cuando era niño. Nicolás siente el sabor a ceniza en su boca y no le gusta la confusión que siente desde que Sandra regresó. En un momento de desesperación, Nicolás toma una pistola y la coloca en su boca, pero el arma no dispara. Sandra se acerca y Nicolás guarda rápidamente el arma. Nicolás ha cumplido con todo lo que Sandra le ha pedido y ella le sonríe.

3 Un rolls royce

En este capítulo, Antonia Scott es arrastrada por un hombre hasta un coche en la puerta. Aunque intenta resistirse, sus posibilidades de escapar son nulas. El hombre resulta ser un oficial del SAS británico, encargado de la seguridad en la embajada. Antonia es llevada por pasillos traseros y escaleras hasta el exterior del recinto, evitando encontrarse con otras personas. Un Rolls Royce Phantom espera afuera, siendo el coche oficial del embajador del Reino Unido. Antonia se da cuenta de que si la suben a ese coche, todo habrá acabado para Jorge, ella y Carla Ortiz. A pesar de su desesperación, no se le ocurre ninguna forma de evitarlo sin empeorar las cosas. Pronto se encuentra sentada en el coche, junto a su padre, mientras los dos SAS se colocan delante. Antonia le dice a su padre que está cometiendo un error, pero él no la cree y la juzga culpable. Sin embargo, Antonia ha cambiado y ya no quiere quitarse la vida. Mientras las puertas del coche se cierran, Antonia busca desesperadamente una salida que no existe. El conductor pone el coche en marcha y entonces ocurre un cataclismo.

Treinta segundos antes

En este capítulo, Jon Gutiérrez se siente herido por las palabras de Antonia y ha perdido toda esperanza. Decide ir a Bilbao para buscar consuelo en su familia, pero justo en ese momento ve a Antonia siendo secuestrada por un hombre armado. Sin pensarlo dos veces, Jon choca su coche contra el Rolls Royce para rescatarla.

4 Una negativa

En este capítulo, Antonia y su padre sufren un accidente de coche. El impacto rompe la ventana trasera izquierda y deforma el habitáculo del Rolls Royce. Antonia queda cubierta de cristales y su padre golpea su frente contra la ventana, dejando una telaraña de sangre en su pelo. A pesar de estar en una posición íntima sobre su padre, Antonia busca desesperadamente la manija de la puerta para escapar. Su padre intenta detenerla, pero ella logra liberarse y salir del coche. Los dos SAS y Jon Gutiérrez también están tratando de salir del coche. Antonia decide alejarse corriendo en dirección contraria a su padre y Jon.

5 Una línea despejada

En este capítulo, Antonia ha dejado de huir y se encuentra en un McDonald's de Gran Vía. Está preocupada de que su fotografía haya sido incluida en el sistema y de que pueda ser reconocida por un agente. Antonia piensa en cómo su padre la habrá denunciado a la policía y en que la Unidad de Secuestros y Extorsiones no puede ayudarla debido a Ezequiel. Antonia se da cuenta de que no puede usar su tarjeta de crédito ni apagar su teléfono, ya que está esperando una llamada importante. Antonia ha consumido una de sus cápsulas rojas para frenar su mente y filtrar los estímulos a su alrededor. Luego, Antonia recibe una llamada y habla con un hombre que le asegura que su hijo está bien, pero no le permite hablar con él. Antonia insiste en hablar con Ezequiel y finalmente una voz de mujer se pone al teléfono. La voz le dice a Antonia que tiene que esperar doce horas como penitencia por su pecado de orgullo, y si cumple con la espera, soltarán a su hijo en un lugar visible. La alternativa es intentar encontrarlos, pero eso sería su fracaso. Antonia pregunta qué pasará con Carla Ortiz, pero la voz le dice que eso no le incumbe y que lo hace porque puede y porque es divertido. La llamada termina y Antonia comprende que tiene que esperar.

6 Un té verde

En este capítulo, Antonia se refugia en un bar para intentar calmarse y pensar en sus opciones. Mientras espera su té verde, recibe una llamada de Mentor, quien le explica que han redireccionado la SIM de su teléfono para que parezca que está en Afganistán y así evitar que la encuentren. Mentor le advierte que la situación es grave, ya que el nieto del embajador británico ha desaparecido y Antonia es el único vínculo de unión entre los diferentes sucesos. Antonia se da cuenta de que no puede dejarse atrapar, ya que su hijo ha sido secuestrado y necesita mantenerse libre para poder ayudarlo. Mentor le pide que descubra dónde está su hijo y se lo comunique para que ellos puedan encargarse del resto. Antonia se siente abrumada por la situación y se toma una de sus pastillas para calmarse. Sin embargo, al intentar tomar la segunda pastilla, esta se le cae al suelo y la ingiere sin importarle la suciedad. Antonia se conecta a la wifi del bar para descargar la ficha de Fajardo, quien resulta ser un hombre que recibió una baja médica después del suicidio de su hija y luego murió en el derrumbe de un túnel. Antonia se da cuenta de que hay algo más detrás de esta historia y decide apagar su teléfono y atrapar a Fajardo.

Carla

En este capítulo, Carla logra finalmente soltar la baldosa que tanto ha estado intentando quitar. A pesar de que sus dedos están heridos y sangrando, ella sostiene la baldosa con cuidado y la envuelve en su falda. Carla ha estado visualizando este momento durante horas y sabe que debe golpear la baldosa con precisión para que no se rompa de forma irregular. Con la guía de la Otra Carla, quien parece tener cada vez más control sobre la situación, Carla golpea la baldosa y siente un crujido suave bajo el vestido. Desenvuelve el paquete con miedo, pero encuentra que la baldosa está en buen estado. Sin embargo, la Otra Carla comienza a atormentarla, diciéndole que su padre no la ayudará y que debe luchar por sí misma. Carla continúa quitando más baldosas, encontrando una mitad casi perfecta entre los pedazos. A medida que avanza, escucha el llanto de un niño al otro lado del muro, pero la Otra Carla le dice que es solo un truco de su imaginación. Carla deposita la segunda baldosa sobre el vestido y se da cuenta de que necesitará al menos diez baldosas más, pero sabe que el tiempo se agota. A pesar de que el plan parece condenado al fracaso, Carla está decidida a luchar y aprovechar cada momento de su vida.

7 Una penitencia

En este capítulo, se revela información sobre Nicolás Fajardo, un policía nacional con un historial mediocre y problemas de habilidades sociales. A pesar de esto, ha sido asignado a la unidad NBQ debido a su experiencia en el ejército. Antonia sospecha que Fajardo oculta trastornos mentales y que su esposa falleció en circunstancias sospechosas. Las evaluaciones psicológicas revelan que Fajardo creció en un entorno familiar violento y sufrió abusos. A pesar de las recomendaciones de los terapeutas, Fajardo continúa trabajando. Sandra Fajardo, la hija de Nicolás, finge su suicidio y Antonia se pregunta cómo sería su relación con su padre. Antonia también sospecha que Sandra es Ezequiel y que Parra y sus hombres están en peligro. Antonia decide dejar que Sandra gane para salvar la vida de su hijo, pero luego se da cuenta de que no puede abandonar a Carla Ortiz. Antonia recuerda a la chica de la tienda de tatuajes y cómo cuida de su padre sin renunciar a sí misma. De repente, Antonia tiene una revelación sobre cómo derrotar a Ezequiel y se da cuenta de que no tiene mucho tiempo para prepararse.

10 Un chantaje

En este capítulo, Antonia espera en el Parque del Retiro, frente a la Casa Árabe, la llegada de un coche negro. Finalmente, el coche aparece y Antonia se sube. En el interior del vehículo, hay dos personas en los asientos delanteros y una tercera figura encogida en una esquina. Antonia explica a la figura encogida lo que necesita y esta persona le revela que posee un secreto valioso. Antonia le explica cómo descubrió el secreto y la figura se revela como Laura Trueba, quien ha envejecido diez años en solo un par de días. Antonia también descubre que Laura mintió desde el principio sobre el secuestro de su hijo. Laura confiesa que el niño secuestrado era el hijo de su gobernanta, Jaime Vidal, y que lo confundieron con Álvaro. Antonia visualiza lo que ocurrió y Laura admite que tuvo miedo y no sacó a Ezequiel de su error. Laura revela que Ezequiel le pidió algo que ella no podía aceptar, especialmente por tratarse del hijo de la criada. Antonia le pregunta qué le contaron a la madre de Jaime y Laura admite que le dijeron la verdad, que alguien se había llevado a Jaime confundiéndolo con Álvaro. Finalmente, Laura entrega a Antonia una bolsa negra que contiene una pistola y le explican cómo usarla. Antonia se prepara para salir del coche y Laura le hace una oferta para que mate a Ezequiel. Antonia baja del coche antes de que Laura termine la frase.

Ramón

En este capítulo, se presenta a Ramón Ortiz, un anciano que no cree en la sabiduría y serenidad atribuidas a los ancianos por la creencia popular. Ramón considera que los ancianos son intransigentes y cargados de prejuicios, y que tienen las mismas necesidades que los jóvenes. Sin embargo, su cuerpo ya no le permite satisfacer esas necesidades y se enfrenta a los achaques propios de la vejez. Ramón conoce a otros ancianos que también se sienten asustados y desean recuperar su juventud. A pesar de esto, Ramón es excepcional, ya que ha construido su vida con trabajo y voluntad inquebrantable. En una conversación con su abogado, Jesús Torres, Ramón se enfrenta a una difícil decisión: salvar a su hija o proteger su trabajo y legado. Aunque duda, Ramón decide hacer lo correcto y asumir las consecuencias, mientras Jesús le brinda apoyo y consejo.

11 Un email

En este capítulo, Antonia se encuentra en una esquina de las calles Hermosilla y General Pardiñas, donde hay una tapa de registro. Antonia introduce una palanca de encofrador en la tapa y logra abrirla. Luego, se sienta en el brocal de la alcantarilla y graba un mensaje en vídeo para su abuela. Después de enviar el mensaje, hace su última llamada a Jon Gutiérrez, quien responde de manera predecible. Antonia apaga su móvil y observa la calle silenciosa antes de descender hacia la oscuridad.

12 Un dilema

En este capítulo, Antonia se encuentra en una galería de servicio bajo la plaza de Puerta Cerrada en Madrid. Lleva una linterna que compró por dos euros y se adentra en la galería en busca de algo. Tiene que vadear aguas fétidas y se pierde varias veces, pero sigue repitiendo la leyenda del mural de Alberto Corazón: "Fui sobre agua edificada, mis muros de fuego son". Antonia recuerda que el mural representa el primer emblema de la ciudad de Madrid, que data del siglo XII. La ciudad fue fundada por los árabes en el siglo IX y se llamaba Magerit, que significa "lugar abundante en aguas". Antonia finalmente llega al colector de aguas, donde convergen siete túneles. Se da cuenta de que está perdiendo demasiado tiempo y tiene que elegir un camino. Decide tomar una cápsula roja para encontrar el camino, a pesar de que sabe que su efecto durará solo cuarenta minutos. Antonia se sienta en el suelo y se mete la cápsula bajo la lengua, mientras cuenta desde diez hasta cero y desciende los escalones hacia la cordura.

Carla

En este capítulo, se narra la historia de Carla, quien nunca fue buena en ciencias, a pesar de su esfuerzo. Sin embargo, como parte de su formación, tuvo que trabajar en un taller de confección de la empresa de su padre. Durante su estancia en el taller, Carla aprendió una lección importante sobre la geometría: una pequeña desviación al principio de una recta puede llevar a un resultado completamente diferente. Años después, Carla se encuentra en una situación desesperada, tratando de encajar baldosas en una puerta. A pesar de su agotamiento, Carla sigue luchando, pero la voz de la "Otra Carla" comienza a tomar control de su mente. Carla se da cuenta de que si sigue respirando cuando salga el sol, podría perderse a sí misma por completo.

13 Un viaje

En este capítulo, Antonia ha estudiado las opciones y decide tomar uno de los caminos frente a ella, reduciendo las posibilidades a tres túneles. Descarta el camino del medio y el de la izquierda debido a la densidad del aire y la presencia de ratas. Antonia elige el pasaje de la derecha, que asciende lentamente y luego se bifurca en dos caminos diferentes. Encuentra un qanat, un antiguo viaje de agua construido por los árabes hace once siglos. Antonia descubre que este es el lugar donde murió Fajardo. El informe menciona que Fajardo murió en el final de un viaje de agua a trescientos metros del nudo colector número 78. Antonia se da cuenta de que Fajardo engañó a su compañero y fingió su propia muerte. Comienza a comprender cómo funciona la mente de Ezequiel y se da cuenta de que ha acertado con el lugar donde se oculta. Antonia encuentra una puerta al final del qanat, pero descubre una bomba trampa. A pesar del peligro, logra desactivarla y continúa su búsqueda.

Carla

En este capítulo, Carla se encuentra en una situación desesperada mientras intenta abrir la puerta secreta. Ha logrado encajar las seis primeras baldosas con cuidado, pero necesita una más para poder pasar. Sin embargo, la presión de las baldosas anteriores ha levantado la puerta solo unos centímetros, no lo suficiente para que Carla pueda introducir la mano. A pesar de sus esfuerzos, Carla no puede separar las baldosas lo necesario para colocar la séptima. Además, debe hacer todo esto con una sola mano, ya que necesita la otra para empujar la puerta hacia afuera. Después de horas de esfuerzo, Carla está agotada y al límite de sus fuerzas. La Otra Carla, que ahora se ha convertido en la Carla Auténtica, le dice que se rinda, que no vale la pena seguir luchando. Pero Carla se niega y, con un último esfuerzo, logra mover la puerta lo suficiente para colocar la séptima baldosa. Aunque está agotada y sufriendo, la Otra Carla le dice que lo más importante está por venir. Carla obedece y mete la mano por la abertura en la oscuridad, temiendo encontrarse con el hombre del cuchillo. A pesar de sus miedos, logra alcanzar la cuerda con la punta de los dedos, pero está demasiado lejos. La Otra Carla le dice que tendrá que cortar la cuerda para acercarla. Carla vuelve a introducir el brazo y, finalmente, logra sujetar la media baldosa entre los dedos.

14 Un túnel

En este capítulo, Jon Gutiérrez se adentra en un túnel abandonado cargado de explosivos. Antonia Scott le ha dado instrucciones precisas para llegar al lugar donde se encuentra su hijo. Jon salta a las vías del metro y se adentra en el túnel oscuro. Avanza lentamente, evitando pisar en lugares que no puede ver. Encuentra varias trampas, como hilos invisibles y sensores infrarrojos, que debe sortear con cuidado. Jon se arrastra por el suelo cubierto de barro y logra pasar las trampas. Llega a una recta final y apaga la linterna, caminando a ciegas. A medida que avanza, Jon se siente cada vez más consciente de su cuerpo y del peligro que enfrenta. A pesar del miedo y la incertidumbre, sigue adelante, pensando en su muerte inminente y en todo lo que ha dejado pendiente.

15 Un secreto

En este capítulo, Antonia explora una galería de servicio abandonada en el metro de Madrid. Observa anuncios antiguos en las paredes que datan de los años treinta y deduce que esta galería solía ser un túnel de paso para el público. Al final del túnel, descubre un lugar cerrado desde hace casi medio siglo, que ahora es la madriguera de Ezequiel.

El metro de Madrid guarda muchos secretos, uno de ellos es una estación fantasma que fue abandonada hace décadas. Esta estación formaba parte de un ramal único de la línea 2 y se utilizaba para contar y almacenar el dinero recaudado durante el día. Sesenta hombres corpulentos se encargaban de recoger las monedas y llevarlas en sacos hasta la estación fantasma, donde se contaban en grandes mesas. Solo dos empleados conocían la combinación de las cajas fuertes donde se guardaba el dinero sobrante. Sin embargo, a principios de los setenta, el lugar fue abandonado y los trenes del dinero cancelados.

Antonia se encuentra en el pasillo de la estación fantasma y observa dos escaleras que descienden hacia el andén. Apaga la linterna para no alertar a sus enemigos y continúa su camino a oscuras. El tiempo ya no importa, solo le preocupa el presente y el destino de Jorge, Carla Ortiz y el suyo propio. Ahora debe confiar en Jon para que cumpla con su parte en el plan. Antonia se enfrenta a la necesidad de confiar en otra persona, algo a lo que siempre se ha resistido.

Ezequiel

En este capítulo, Nicolás ha pasado una noche llena de espectros que lo han atormentado. A pesar de sus esfuerzos por dormir, la muerte que consideraba como una salida ahora parece imposible. Los espectros, como el niño al que desangró y los policías de su antigua casa, han hecho cola para visitarlo y torturarlo durante su duermevela. Nicolás también recuerda a su hija Sandra, quien lo miró con tristeza y le recordó la realidad de la que ha estado escapando.

Ezequiel, por su parte, tiene fiebre y se despierta con la piel ardiendo. Busca los comprimidos de ibuprofeno en su bolsillo, pero se da cuenta de que están vacíos. A pesar de esto, logra encender la lámpara de gas y ve a Sandra levantarse y dirigirse hacia la habitación donde duermen.

Sandra revela a Nicolás que ha llegado el momento de unirse a los espectros y le explica el plan cruel que ha ideado. Nicolás no quiere seguir adelante, pero Sandra insiste y le entrega las correas de cuero para atar a la mujer. Nicolás desea posponerlo y encontrar un relato que dé sentido a lo que está haciendo. Sin embargo, antes de que puedan continuar, son interrumpidos por la voz de Antonia Scott. Sandra le ordena a Nicolás que mate al niño, mientras ella se encarga de la situación. A Nicolás le aterroriza no tanto la orden, sino la sonrisa de Sandra, como si fuera lo que más deseaba en el mundo.

Carla Tres minutos antes

En este capítulo, Carla está luchando por su vida mientras intenta escapar de su celda. A pesar del dolor y el sufrimiento, logra cortar la cuerda que sostiene la puerta metálica y se arrastra hacia la abertura que ha creado. Sin embargo, justo cuando está a punto de liberarse, la Otra Carla aparece y la puerta cae sobre su brazo, dejándola atrapada una vez más. A pesar de todo, Carla no se rinde y finalmente logra liberarse. Ahora libre, siente miedo y se enfrenta a una decisión: huir o descubrir qué hay detrás de una puerta cercana. Decide entrar y encuentra a un niño pequeño atado a una tubería. Mientras intenta liberarlo, el hombre del cuchillo la ataca y la estrangula. En sus últimos momentos, Carla reflexiona sobre la injusticia de su situación y escucha disparos que la salvan.

16 Un señuelo

En este capítulo, Antonia avanza lentamente mientras su voz resuena por los pasillos. Ella sabe que su única oportunidad depende de Jon y que debe servir como señuelo para alejar a uno de los dos de la puerta y darle al inspector Gutiérrez una oportunidad. Antonia confía en que el eco en los azulejos despiste lo suficiente a cualquiera que la esté buscando. Está convencida de que será Sandra quien querrá acabar con ella personalmente. A medida que se mueve despacio, el mundo conspira para delatar su ubicación, cada movimiento es una denuncia. Antonia lucha por mantenerse cuerda bajo la tensión, ya que el efecto de las cápsulas ha desaparecido por completo. Antonia comenta sobre el sonido y su procedencia, mientras Sandra sube las escaleras. Antonia ve el reflejo de la linterna de Sandra y sigue adelante. Sandra dispara dos veces, pero las balas no encuentran nada más que aire. La linterna ilumina el teléfono en el que Antonia ha grabado una nota de voz como señuelo. Sandra comprende el engaño tarde y aplasta el teléfono antes de correr escaleras abajo.

17 Una oficina

En este capítulo, Jon sigue el plan establecido y sale del túnel ileso. Se encuentra en una estación abandonada y escucha ruidos de pelea en un pasillo cercano. A pesar de escuchar disparos detrás de él, Jon decide seguir adelante para encontrar a su hijo. Llega a una oficina donde presencia a un hombre estrangulando a una mujer semidesnuda. Jon interviene y le ordena al hombre, llamado Fajardo, que se detenga. Fajardo se sorprende por la interrupción y se voltea, revelando al hijo de Antonia detrás de él. Jon se da cuenta de que el niño está vivo y se prepara para arrestar a Fajardo, pero antes de poder hacerlo, es disparado y cae al suelo.

Carla

En este capítulo, Carla se libera del hombre del cuchillo y se arrastra hacia el niño. Su mente está vacía y ha perdido sus recuerdos, el miedo y el dolor. Su única preocupación es liberar al niño de la cinta americana que lo sujeta. Carla intenta cortar la cinta con una baldosa, pero sus manos débiles y su cerebro confuso dificultan la tarea. Desesperada, utiliza sus dientes y logra romper la cinta, aunque uno de sus caninos se parte en el proceso. Luego, le dice al niño que corra y no mire atrás. El niño escapa mientras el hombre del cuchillo está ocupado estrangulando a un policía.

18 Un andén

En este capítulo, Antonia escucha a Sandra correr de vuelta por donde vino desde las escaleras en las que está agazapada. Su plan de emboscarla cuando descendiera por el otro lado ha fracasado. Antonia intenta seguir a Sandra, pero su mente se llena de imágenes macabras y tristes del andén. La sobrecarga de información es demasiada para su cerebro. A pesar de esto, Antonia sigue adelante, levanta su pistola y apunta hacia Sandra, quien está apuntando hacia el pasillo. Antonia dispara, pero su disparo falla y alerta a Sandra de su presencia. Sandra se agazapa detrás de una caja fuerte y Antonia se parapeta detrás de otra. Jorge sale corriendo de la oficina y se dirige hacia el andén, pero Sandra lo atrapa y lo amenaza con una pistola en la cabeza. Sandra le advierte a Antonia que no se acerque, ya que tiene a su hijo. Sandra salta al andén con Jorge como escudo y se interna en la oscuridad del túnel.

Carla

En este capítulo, Carla experimenta una sensación de paz después de haber sufrido la pérdida de sangre, asfixia y deshidratación. Se deja caer contra la pared y cierra los ojos, pensando que finalmente puede descansar. Sin embargo, siente que hay algo más que debe hacer, aunque no puede recordar qué es. A pesar de su debilidad, se levanta y gatea hacia el hombre con el cuchillo, recordando a Carmelo desangrándose en un descampado. Con la baldosa en la mano izquierda, la clava en el cuello del hombre, quien intenta apartarla mientras se desploma en el suelo. Carla observa detalladamente sus últimos momentos y siente una vaga tristeza por haber llegado tarde. Finalmente, se deja caer sobre el pecho del policía y sucumbe a la oscuridad.

19 Un andén

En este capítulo, Antonia se encuentra en una situación de peligro extremo. Una psicópata asesina ha tomado a su hijo como rehén y los ha llevado a un túnel potencialmente explosivo. Antonia, a pesar de sentirse mareada y desorientada, se pone de pie y avanza hacia su hijo. A medida que se adentra en la oscuridad del túnel, Antonia logra recuperar la calma y utiliza la oscuridad a su favor. Mientras tanto, Sandra, la psicópata, amenaza a Antonia y a su hijo. Antonia intenta tranquilizar a su hijo, quien está asustado y llorando. A medida que se acerca a Sandra, Antonia esquiva los disparos y se da cuenta de que ha sido manipulada desde el principio. A pesar del miedo y la incertidumbre, Antonia encuentra la fuerza para proteger a su hijo. Finalmente, ambos disparan casi al mismo tiempo, hiriendo a Sandra. Luego, una explosión sacude el túnel, pero Antonia y su hijo logran sobrevivir. En ese momento, Antonia besa a su hijo con ternura y se da cuenta de lo importante que es el amor en su vida.

Carla

En este capítulo, Carla despierta y se encuentra con una mujer y un policía a su lado. La mujer tiene una sonrisa llena de luz y Carla recuerda haberle salvado la vida al policía. Aunque hay llamadas telefónicas y conversaciones, Carla no está completamente consciente de lo que está sucediendo y se siente en estado de shock. La mujer y el policía la llevan por túneles antiguos y malolientes, junto con un niño. A pesar de estar en lugares terribles, Carla se siente segura y flotando, como si estuviera en un sueño. A mitad de camino, se encuentran con otros policías y un paramédico que la atienden y la llevan a una escalerilla que conduce a la calle y a la libertad. Sin embargo, Carla se niega a subir y quiere quedarse con los que la salvaron. Después de una breve discusión, el policía grande se acerca a Carla y ella le agradece por salvarle la vida. Carla piensa en cómo enfrentará a su padre cuando lo vea y considera avergonzarlo públicamente como venganza. A medida que suben por la escalerilla, Carla le pregunta al policía si está listo para ser famoso y él responde que ya ha sido famoso pero de manera negativa. Finalmente, Carla decide subir primero y le pide al policía que la ayude a salir y la acompañe hasta su padre. Aún no sabe qué le dirá a su padre, pero tiene unos metros para decidirlo.

Otra interrupción

En este capítulo, se nos presenta a Antonia Scott, quien solo se permite pensar en el suicidio durante tres minutos al día. Estos tres minutos son sagrados para ella, ya que antes eran lo que la mantenía cuerda y ahora son su forma de escape. Antonia ve estos minutos como una forma de ordenar su mente y recordarse a sí misma que siempre habrá una salida, sin importar lo mal que se ponga el juego. Vive estos minutos con optimismo y los utiliza como una fuente de fuerza para vivir. Sin embargo, no le gusta cuando unos pasos familiares interrumpen su ritual, ya que está segura de que esa persona viene a despedirse y eso le gusta aún menos.

Un ficus

En este capítulo, Jon Gutiérrez se encuentra despidiéndose de Antonia Scott. Aunque Jon no suele tener problemas con las despedidas, esta vez le resulta difícil separarse de Antonia. Jon ha subido las escaleras para retrasar el momento de la despedida. Antonia se sorprende cuando Jon le trae un ficus como regalo, ya que ella es mala cuidando plantas. Jon sonríe porque la planta es de plástico y Antonia no se ha dado cuenta. Luego, Jon le propone a Antonia mudarse a un nuevo apartamento en el tercer piso, ya que una familia se va a mudar y el lugar está disponible. Antonia acepta la propuesta y ambos se quedan en silencio mirando el ficus.

Después, Antonia recibe una llamada de Mentor, quien le informa que el análisis de ADN ha confirmado que la mujer enterrada en el cementerio es la hija de Nicolás Fajardo. Sin embargo, el cadáver de la mujer a la que Antonia disparó en el túnel aún no ha sido encontrado. Antonia se pregunta quién es esa mujer y por qué tenía tanta familiaridad con ella. Antonia también reflexiona sobre las últimas palabras de Sandra, quien mencionó a un profeta y dejó entrever que Antonia había hecho daño a alguien en el pasado.

Antonia decide involucrar a Jon en su caso personal y le muestra una foto de un asesino a sueldo llamado señor White. Antonia explica que este hombre es extremadamente peligroso y que su método favorito es obligar a alguien a cometer los asesinatos por él. Antonia le pide a Jon que la ayude a capturar a este asesino. El capítulo termina con Antonia revelando que el señor White es el responsable de haberle robado todo hace tres años.

Nota del autor

En este capítulo, el autor comienza explicando que le gusta incluir detalles sobre sucesos reales que han inspirado sus novelas. En particular, menciona que la inteligencia de Antonia, la protagonista, está basada en las capacidades de dos mujeres reales: Marilyn Vos Savant y Edith Stern. Ambas mujeres tenían un alto coeficiente intelectual y lograron destacarse en sus respectivos campos. El autor también menciona el método utilizado por el padre de Edith para desarrollar su inteligencia desde temprana edad, aunque señala que este método no es recomendable. Además, menciona a Hipatia, una mujer reconocida como un genio universal en el siglo IV, quien también fue sometida a un método similar por su padre. El autor sugiere al lector buscar más información sobre la vida de Hipatia.

Luego, el autor menciona que ha tomado algunas libertades con la geografía de Las Rozas y el barranco de Majalacabra, lugares donde sitúa la historia.

El autor también menciona el poema "Tigre, Tigre" como el inicio del amor entre sir Peter Scott y Paula Garrido, lo cual es la causa última de la existencia de Antonia Scott. El poema, escrito por Blake, dialoga con el Mal y plantea preguntas sobre la creación y la existencia de un Dios capaz de crear cosas tan opuestas como un cordero y un tigre. El autor destaca un verso del poema que la madre de Antonia recita a su futuro marido, considerándolo el más significativo.

Además, el autor menciona el concepto de "koan" y la paradoja de la fuerza irresistible, que le apasionan. Explica que la palabra china "máodùn" significa "lanza-escudo" y se refiere a una paradoja planteada en un tratado filosófico del siglo III. El autor narra el cuento que explica el origen etimológico de la palabra y cómo un hombre no supo responder a la pregunta sobre qué ocurriría si su escudo intentara parar su lanza.

Finalmente, el autor aclara que Antonia y Jon, otro personaje mencionado anteriormente, regresarán en la historia.

Otros resúmenes de libros de Juan Gómez-Jurado