La isla y los demonios

17 minutos

PRIMERA PARTE 1

En este capítulo, Marta Camino espera en el muelle la llegada del correo de la Península. Su hermano José la aparta del borde del agua y se une a su cuñada Pino. Marta observa la llegada del barco, que trae soldados y civiles. Entre los civiles se encuentran Honesta, Daniel Camino, Matilde y un amigo pintor llamado Pablo. Marta se siente tímida al ver a sus parientes después de tanto tiempo. Los recién llegados se sienten deprimidos al pasar por unos acantilados secos. En la cubierta del barco, Marta ve a sus parientes y a Pablo. Honesta es hermana de José y Daniel es su esposo. Matilde es la esposa de Daniel y Marta se siente emocionada de tener una escritora famosa en su casa. Marta y su familia se dirigen a su casa en Las Palmas, donde son recibidos por el médico de la familia, don Juan. Marta se queda afuera y observa el jardín. Vicenta, la cocinera, la ve en un momento de debilidad y Marta se siente avergonzada. Ambas mujeres se retiran y el jardín queda vacío.

II

En este capítulo, se describe la monotonía de la vida familiar de José, Pino y Marta. José se aísla detrás del periódico durante las comidas, Marta se pierde en sus propias imaginaciones y Pino y José discuten sobre la casa y el dinero. La llegada de unos parientes de José genera expectación en la familia, especialmente en Pino, ya que son personas acostumbradas a vivir en sociedad. José, sin embargo, los describe de manera despectiva y burlona. Pino se enfada y discute con José, mientras que Marta se aísla en sus propios pensamientos. Marta recuerda a su abuelo, quien le contó que su padre era un bohemio y un vagabundo. Marta se siente identificada con ellos y sueña con viajar a países lejanos. Después de una discusión acalorada, los tres se retiran a sus habitaciones. Marta, sin poder dormir, sube al desván para escribir en sus cuadernos de leyendas. Allí, se encuentra con Pino, quien está en un estado de agitación y paranoia. Pino acusa a José de tener relaciones con las criadas y Marta intenta calmarla. Finalmente, José regresa a casa y Marta se retira a su habitación. Marta siente la necesidad de hablar con su hermana Teresa, pero se da cuenta de que no puede hacerlo. Marta baja al comedor y bebe vino para consolarse. Mientras bebe, Marta siente una sensación de alegría y libertad.

III

En este capítulo, se narra cómo la llegada de los parientes peninsulares a la finca del campo ha alterado la vida tranquila de Marta. El primer día de su llegada, Daniel toca el piano y todos disfrutan de la música. Marta observa a sus parientes y se siente desconcertada por su comportamiento. Durante la cena, se escucha un ruido extraño que resulta ser Daniel imitando el sonido de una cigüeña. Después de la cena, se discute sobre la situación económica de la casa y se decide que todos deben contribuir al gasto. Marta se despierta al día siguiente y recibe una carta de Chano, el jardinero, cuyo hermano quiere convencerlo de alistarse en el ejército. Marta se encuentra con Honesta y Matilde en el jardín, y escucha su conversación sobre el pintor Pablo, quien está casado con una mujer horrible. Pino, por su parte, se despierta con una sensación de tristeza y angustia. Recuerda la llegada de los parientes y siente rencor hacia ellos. Pino se asoma a la ventana y ve a Honesta y Marta hablando en el jardín, lo que aumenta su resentimiento. Vicenta, la criada, entra en la habitación de Pino y ambas se miran en silencio. Pino, desafiante, entra en la habitación de Teresa, donde Vicenta la sigue para ponerle una inyección.

IV

En este capítulo, Marta recuerda el período de tiempo en el que sus tíos estuvieron en su casa como algo nebuloso y extraño. El ambiente de la casa se volvió tenso desde el día en que llegaron. Marta no se preocupaba por la vida de los demás en la casa, pero sí por los tres parientes que había creado en su fantasía. Pino se comportaba de manera grosera con los demás y siempre interrumpía las conversaciones de Marta con los demás. Marta contaba a sus amigas del Instituto cosas vacilantes sobre ellos y las chicas tenían curiosidad por conocerlos. Marta se sentía más unida a sus amigas que a su familia, pero con la llegada de los parientes, esa unión se vio afectada. Marta y sus amigas tenían un código moral curioso y eran muy tolerantes con las acciones de los demás. Marta prefería a su amiga Anita y un día esta le sugirió que buscara un novio y se casara. Marta se sintió triste porque eso no era lo que esperaba de sus parientes. Marta intentó mostrarle a Daniel su interés por la isla y los demonios en forma de machos cabríos, pero él no le prestó atención. Pino se quejaba constantemente de que se burlaban de ella y Daniel tenía miedo de Pino. Marta, presionada por sus amigas, dijo que Daniel estaba componiendo una sinfonía sobre la isla. Marta también intentó mostrarle a Matilde sus escritos, pero esta se negó a leerlos y le reprochó que solo pensaba en sí misma. Marta se sintió rechazada por sus amigas y por sus parientes. Hubo una discusión en la casa y Marta se sintió sola y abandonada. Después de la discusión, los tíos decidieron mudarse a Las Palmas y Marta se sintió distante de sus amigas. Pino se mostró infeliz por la partida de los parientes. Marta se hizo amiga de Hones y se sentía desconcertada entre todas las vidas indiferentes a su alrededor. Hubo otra discusión entre José y Pino y Marta se refugió en el jardín. Matilde también se sentía descontenta con todos y se produjo una discusión entre ella y Daniel. Matilde decidió consolar a Pino y sintió una simpatía y solidaridad hacia ella. Sin embargo, Pino se negó a abrirle la puerta.

V

En este capítulo, José le dice a Daniel que cree que se equivocó en su vocación y que debería haber sido un buen oficinista en lugar de un músico mediocre. José está de buen humor ese día porque le han ido bien las cosas económicamente y está pensando en tener un hijo. Daniel se siente afligido por las palabras de José y le pide que le trate con más respeto. José le recuerda que Daniel fue quien predijo que él sería un oficinista y ahora es su jefe. A pesar de todas las humillaciones que José sufrió en su infancia, al tener a Daniel frente a él, lo ve como una persona vieja y ridícula pero no carente de dignidad. José le comenta a Daniel que no le gusta que Hones, la criada, tenga tanta influencia sobre su esposa Pino y le pide que vigile a las mujeres de su casa. Daniel se siente sobresaltado y le explica que Hones es amiga de todos en la casa y que es una buena persona. José se desarma ante la humildad de Daniel y le dice que pueden hacer lo que quieran en la casa. Luego, José y Daniel se dirigen a la casa donde se encuentran con las mujeres y esperan a los invitados. Marta, la sobrina de José, se sienta en su cama y reflexiona sobre el día y sobre cómo se siente feliz por primera vez desde que llegaron los parientes. Marta encuentra un bloc de dibujo de Pablo, un amigo de la familia, y descubre que ha dibujado a José golpeando a una mujer desnuda que parece ser Pino. Marta se sorprende y guarda el bloc debajo del colchón. Luego, escucha una discusión entre José y Pino sobre Teresa, una mujer paralítica que vive en la casa. Marta se siente desconectada de lo que sucede a su alrededor y solo escucha el rumor de su propia sangre en la oscuridad.

VI

En este capítulo, Vicenta, la majorera, se viste de negro y se dirige a un pueblo llamado La Atalaya. En el camino, observa el cielo nublado y se alegra por la humedad. Llega al pueblo y se encuentra con una zahorina llamada Mariquita. Vicenta le pide que le lea las cartas para conocer el futuro de Teresa, la señorita de la finca. La zahorina le dice que ve la muerte de una mujer y Vicenta se angustia al pensar que podría ser Teresa. Luego, Vicenta regresa a la finca y ve a Marta, la hija de Teresa, en su habitación. Marta parece preocupada y esconde un bloc de papel blanco debajo de su colchón. Vicenta considera acercarse a hablar con ella, pero decide no hacerlo.

SEGUNDA PARTE VII

En este capítulo, Marta decide escaparse de sus amigas y dirigirse hacia el paseo de Triana. Sin embargo, en lugar de ir allí, toma un autobús hacia el puerto y se dirige a la casa del pintor Pablo. Marta ha estado obsesionada con él y siente un extraño respeto hacia él. Lleva consigo el bloc de notas que él olvidó y decide devolvérselo. Al llegar a la casa, Marta se encuentra con un jardín descuidado y una casa aparentemente desierta. Después de dar vueltas por el jardín, encuentra a una mujer que le indica cómo llegar a la casa de Pablo. Marta entra y se encuentra con una habitación sencilla pero llena de una atmósfera emocional. Marta se siente fascinada por la sencillez de la habitación y por la posibilidad de ayudar a Pablo a no estar solo. Después de dejar el bloc de notas en la mesita, Marta sale de la habitación y regresa a casa en el coche de José. Al llegar, se encuentra con una discusión entre Pino y José, y Marta se retira a su habitación. Marta reflexiona sobre su vida y su futuro, y escribe en su agenda que el día ha sido rojo y ardiente, como su alma.

VIII

En este capítulo, Pablo ve a Marta varias veces cuando sale de su casa. Marta siempre le dice que va al puerto a ver los barcos, pero siempre termina caminando con él hacia el casco de la ciudad. A Pablo le gusta hablar con Marta, ya que nunca ha encontrado a alguien tan atento como ella. En una ocasión, Pablo le dice a Marta que ella tiene algo de vagabunda y a ella le gusta escucharlo. Marta le cuenta a Pablo que estuvo en un convento durante casi dos años y que ahora disfruta de poder caminar sola por las calles. Pablo le dice que ella debería salir de la isla, ya que no está hecha para estar encerrada. Marta le dice que no quiere salir si él se queda en la isla. Pablo le muestra un dibujo que hizo de su cara y Marta se decepciona al ver que se parece más a Honesta. Pablo le explica que se parecen, pero que Marta tiene rasgos de inteligencia en su rostro. En otro momento, Pablo da consejos a Marta sobre cómo las mujeres deben comportarse para que los hombres estén cómodos. Marta se inquieta y no sabe si él está bromeando. Pablo le explica a Marta sus teorías sobre la vida y el arte, y cómo el arte puede salvar a las personas. Marta no entiende del todo, pero todo lo que Pablo le dice se queda grabado en su imaginación. Marta le cuenta a Pablo que le gustaría hablar con su esposa, María, y él le dice que ella también es un poco vagabunda. Marta se emociona y quiere preguntarle más sobre su esposa, pero no se atreve. Marta y Pablo pasan varios días juntos hablando de la vida y el arte. Marta se siente feliz y llena de vida, mientras que el resto del mundo está sumido en la guerra. Marta espera ver a Pablo, pero no lo encuentra. Se siente deprimida y se sienta en un banco en el parque. Marta reflexiona sobre su relación con Pablo y se da cuenta de que no puede perder su vida esperando a alguien que no viene. Decide renunciar a ver a Pablo y se dirige a casa de sus tíos. Al llegar, se entera de que Barcelona ha caído en manos de los nacionales y que la guerra está llegando a su fin.

IX

En este capítulo, Marta se encuentra con Pablo después de una noche de diversión en la playa. Aunque se lo ha pasado bien, Marta no puede evitar buscar a Pablo en cada lugar al que va. A Marta le gusta bailar y disfruta de la hermosa puesta de sol en la sala de baile. Sixto, un oficial, baila con ella y le cuenta historias de la guerra. Marta sabe que a Sixto le gusta, pero ella solo tiene ojos para Pablo.

Marta se escapa de la fiesta y camina sola por las calles llenas de gente que celebra el fin de la guerra. En su búsqueda de Pablo, entra en varios cafés y se encuentra con Matilde y Daniel, quienes le preguntan si se va al campo. Marta se siente incómoda con la presencia de una mujer que se parece a Hones, la amante de Pablo.

Finalmente, Marta encuentra a Pablo en un café, junto a Hones y un grupo de personas. Marta se siente angustiada al verlos juntos y se va sin despedirse. Marta sigue a Pablo por las calles abarrotadas y lo encuentra cerca del río Guiniguada. Pablo está borracho y Marta se preocupa por él. Marta llora y le confiesa a Pablo que es su amiga más cercana. Pablo se muestra triste y confundido, hablando de su relación con María y su deseo de volver a pintar.

Después de una conversación emotiva, Pablo se va y Marta se queda llorando en el umbral de su casa. Llora intensamente y siente un consuelo salvaje en su llanto. A pesar de todo, Marta siente que ha crecido mucho en ese día.

X

En este capítulo, Marta observa cómo la luna crece cada noche y se maravilla de su belleza. A medida que la luna se hace más grande, Marta se siente llena de confianza y alegría. A pesar de que una gran pena la acecha, Marta vive el presente y se siente orgullosa de ser amiga de un hombre extraordinario, Pablo. Marta escribe una larga carta a Pablo después de la toma de Barcelona y recibe una respuesta cariñosa en la que él promete hablar con ella cuando regrese de una excursión. Marta se entera de que Pablo se ha ido a Tamadaba, un bosque de pinos en el norte de la isla. Marta se informa sobre el lugar y espera que Pablo vea la isla de Tenerife y el Teide al atardecer. Marta se siente triste porque no puede acompañarlo. Marta también se da cuenta de que la isla tiene diferentes paisajes y climas, al igual que las almas de las personas. Marta se encuentra con Vicenta, la majorera, quien le advierte que tenga cuidado y que esté atenta a todo lo que le pertenece. Marta se enfada y le pide que se vaya. Marta se da cuenta de que está viviendo en el presente y siente una confianza en el futuro. Marta se entera de que Pablo está en Las Palmas y decide ir a verlo. Sin embargo, cuando se encuentran, Pablo la rechaza y le pide que lo deje en paz. Marta se siente herida y triste, pero decide no perseguir a alguien que la rechaza. Marta va a la playa y se encuentra con Sixto, un amigo suyo. Pasan tiempo juntos y Marta se siente reconfortada por su presencia. Marta continúa yendo a la playa todos los días y encuentra consuelo en la compañía de Sixto.

XI

En este capítulo, Marta disfruta de la primavera en la isla, nadando con Sixto en el mar y pasando tiempo juntos en un muelle abandonado. A medida que el clima se vuelve más cálido, la playa se llena de gente, pero Marta y Sixto se sienten alejados de los demás en el muelle. Marta pasa mucho tiempo mirando una casa fea cerca de la playa y a veces cree ver a una figura en una de las ventanas. A veces se encuentra con Pablo en casa de sus tíos, pero él evita hablar con ella. Marta se siente orgullosa de sí misma por poder mantener la compostura en su presencia. A medida que pasan los días, Marta se da cuenta de que ha crecido y se ha convertido en una mujer completa. Aunque ha experimentado muchas emociones en los últimos meses, se siente fuerte y capaz de enfrentar cualquier cosa. La guerra termina y Marta y Sixto celebran remando mar adentro. Al día siguiente, Marta tiene un compromiso con sus amigas en el campo para celebrar el fin de la guerra. Marta se siente feliz y llena de vida, y lleva consigo una sensación de dulzura y ligereza. En la casa de Anita, Marta escucha a sus amigas hablar sobre su supuesto noviazgo con Sixto y decide no decirles la verdad. Marta se siente agradecida y emocionada de que Pablo esté indignado por las habladurías y espera que él busque su amistad. Marta se da cuenta de que ha decidido escapar de la isla y buscar la ayuda de sus tíos o de Pablo. Marta se siente fuerte y decidida a luchar contra José y escapar de su control. Sin embargo, cuando intenta llamar a sus tíos desde la cocina, José la descubre y la encierra en su habitación. Marta se siente asustada pero determinada a escapar.

XII

En este capítulo, Marta pasa varios días encerrada en casa, pero puede salir al jardín y vagar por la finca. Sin embargo, no puede transponer la verja de hierro del portón de entrada. Marta espera que sus tíos pregunten por ella, pero se desengaña al ver que no lo hacen. Marta come en silencio y obedece a Pino cuando le encarga tareas de la casa. Sin embargo, su paciencia se agota y se enfrenta a Pino, diciéndole que no tiene novio y que no entiende por qué está encerrada. Marta se encierra en su cuarto y llora, sintiéndose nerviosa y desequilibrada por los quince días de encierro. Al día siguiente, Marta va a Las Palmas para vender algunas joyas y conseguir dinero. Después, se encuentra con dos amigas del Instituto, pero se deshace de ellas para seguir con sus planes. Marta va al puerto para averiguar sobre los pasajes de barco, pero le dicen que necesita un salvoconducto. Marta se da cuenta de que aún no tiene todo arreglado y se preocupa. El uno de mayo, Marta va al Instituto para obtener certificados de vacuna y fotos de carnet. Marta se da cuenta de que aún no tiene el salvoconducto y se angustia. Marta escribe una nota a Pino y se la da a Lolilla para que se la entregue después de que José se vaya a Las Palmas. Marta va a casa de sus tíos y encuentra a la criada, a quien le dice que está recogiendo la casa para marcharse. Marta tiene la certeza de que sus tíos han ido a ver a Pablo y decide ir a verlo por sus propios medios. Marta sale de casa de sus tíos y se dirige a los barrancos para encontrar a Pablo.

XIII

En este capítulo, Marta viaja en un coche de línea hacia el sur de la isla. Durante el viaje, se siente mareada y cansada debido a la falta de comida y al ruido del motor. Marta entabla una conversación con el conductor del coche, quien resulta ser conocido de su abuelo. A medida que avanzan, Marta observa el paisaje y se siente emocionada al acercarse al lugar donde Pablo trabaja. Finalmente, llegan a la tienda de Antoñito el barquero, donde Marta se encuentra con la esposa de Antoñito y espera a que Pablo regrese. Marta se siente cansada y hambrienta, pero se alegra de estar cerca de Pablo. Cuando Pablo regresa, discuten sobre los planes de Marta de escapar y él expresa su preocupación por las complicaciones que esto podría traer. A pesar de esto, Marta se siente feliz y agradecida de estar con él. Más tarde, Marta y Pablo se sientan en la playa y hablan sobre sus sentimientos y preocupaciones. Finalmente, Marta decide salir de la choza donde debe dormir y se sumerge en el mar, experimentando una sensación de felicidad y plenitud. Sin embargo, también siente miedo de que esta felicidad sea efímera y que el destino le reserve algo malo.

XIV

En este capítulo, Marta y Pablo deciden irse de madrugada para evitar ser vistos. Marta está asustada por las posibles consecuencias de su huida, pero Pablo la tranquiliza. Llegan a casa de los tíos en Las Palmas, donde se encuentran con una gran sorpresa, ya que los tíos también acaban de regresar de un viaje. La criada les cuenta que José ha llamado varias veces preguntando por Marta y parece estar enfadado. Matilde se enfada con la criada por haberle dicho a José que Marta se había ido con ellos. En la reunión familiar, Marta y Pablo explican lo sucedido y todos quedan en silencio. Matilde se enfada con Pablo y se va de la habitación. Marta se siente culpable y está dispuesta a aceptar las consecuencias de sus acciones. Daniel y Matilde se preocupan por las posibles represalias de José. Pablo sugiere que Marta se escape y se case antes de que José pueda hacerle daño. Matilde se enfada con Pablo y le pide que se vaya. Marta se siente animada por las palabras de Pablo. Después de que Pablo se vaya, Marta agradece su apoyo. Los días siguientes, Pablo piensa en Marta y en su plan de escape. Se siente frustrado y arrepentido de haber venido a la isla. Esa noche, Pablo es invitado a cenar a casa de los Camino. La cena es agradable y animada, pero se ve interrumpida por una llamada telefónica que anuncia la muerte de la madre de Marta. Todos deciden ir al campo esa noche. Pablo decide acompañar a los Camino en este momento difícil.

TERCERA PARTE XV

En este capítulo, Marta observa desde la escalera del comedor la sala convertida en una capilla ardiente para su madre. Puede ver a su madre muerta, rodeada de flores y velas. También observa a las mujeres presentes, incluyendo a su tía Hones y a la majorera. Marta nota que la madre de Pino está preocupada por ella y comenta que Pino se ha enfermado. Después de que las visitas se van, la madre de Pino entra a la casa y se dirige a la habitación de su hija. Marta se retira a su habitación y escucha los pasos de la madre de Pino acercándose. Finalmente, abre la puerta y la madre de Pino entra, sentándose pesadamente en una silla. Marta siente asco por su presencia y la mujer le comenta sobre su relación con su madre. Marta responde que no quiere mal a Pino y la mujer se va. Marta continúa pensando en su plan de escapar y se da cuenta de que Pablo está en la casa. Sin embargo, sabe que él no la ayudará a escapar. Marta recuerda momentos pasados con Sixto y cómo él le propuso casarse. Marta se da cuenta de que su vida ha cambiado drásticamente y que ahora se quedará en la casa. Marta se sienta en la escalera y recuerda momentos de su infancia con su madre. Luego, comienza a llorar y siente la presencia reconfortante de su madre fallecida. Sin embargo, esta sensación desaparece cuando Hones aparece con una taza de infusión, lo que le provoca náuseas.

XVI

En este capítulo, se narra la historia de Vicenta, una mujer de Fuerteventura. Vicenta es descrita como una mujer humilde y trabajadora, que ha pasado por muchas dificultades en su vida. Desde joven, Vicenta fue a servir a Puerto de Cabras, donde aprendió a cocinar y se hizo fuerte y hermosa. Después de casarse, Vicenta vivió siete años de sequía y hambre en su aldea, perdiendo a varios de sus hijos. Su marido finalmente se fue a América sin despedirse, dejándola sola para criar a sus hijas. A pesar de todo, Vicenta logró sobrevivir y prosperar, comprando tierras y criando cabras. Sin embargo, su felicidad se vio truncada cuando su hija mayor fue asesinada durante una fiesta. Desde entonces, Vicenta se volvió amarga y solitaria, y decidió vender todas sus posesiones y dejar Fuerteventura. Se fue a Puerto de Cabras y luego embarcó hacia Gran Canaria, donde encontró a Teresa. La historia de Vicenta es contada a Teresa, quien también ha perdido a su hija de manera trágica.

XVII

En este capítulo, Matilde pasea por el jardín vestida con su uniforme de Falange para asistir a un velatorio. Mientras camina, observa a través de las ventanas de la casa a Don Juan, Daniel, Pablo y Honesta. Matilde se sienta en un banco del jardín y recuerda la obsesión de Honesta por el pintor y su tendencia a enamorarse fácilmente. Matilde se acuesta en el banco y se queda dormida, pero es despertada por la voz de Honesta. A pesar de la incomodidad de la situación, Matilde decide dormir. Despierta con la sensación de que la isla es un lugar acogedor, pero no es lo que la hace feliz. Lo que la hace feliz es su participación en una organización política y su creencia en la acción organizada para levantar su patria. Matilde recuerda su pasado, su falta de pretendientes y su interés por el comunismo. Luego conoce a Daniel, un músico, y se casa con él a pesar de su extraña personalidad. Matilde se da cuenta de que ha cometido un error al casarse con él, pero decide ser fiel y obediente. La guerra civil estalla y Matilde se convierte en una luchadora activa. Después de la guerra, deciden ir a vivir a Madrid, pero Matilde se da cuenta de que la vida con Daniel será difícil. Matilde reflexiona sobre su relación con Daniel y decide que ya no puede ser desconcertada por él. La escena cambia y Matilde ve una luz encenderse en la habitación de Pino, lo que la hace desear que los días pasen rápido para poder salir de la isla.

XVIII

En este capítulo, Marta se encuentra con su hermano José en el corredor de la casa. José se sorprende al verla y le pregunta si ha estado hablando con Vicenta, la criada. Marta le responde que no y le dice que no le gustan los chismes de las criadas. José la empuja suavemente hacia su habitación y se queda pensativo.

José está irritado porque la presencia de la madre de Pino, la esposa de José, enturbia su relación con su mujer. José se había instalado en la habitación de Pino, cogiéndole la mano y charlando con ella. Pino le pide a José que no permita que la madre de Pino esté presente en el entierro de Teresa, la madre de Pino. José le dice que Vicenta, la criada, tiene derecho a estar allí y que no quiere dar otro escándalo delante del cuerpo de Teresa.

Pino se enfada y dice que se alegra de la muerte de Teresa. José trata de tranquilizarse y le propone pedir una autopsia del cuerpo de Teresa. Pino se desespera y amenaza con suicidarse si José dice algo más. José se va de la habitación y se encuentra con su hermana Marta en el pasillo. Marta se sorprende al verlo y José se da cuenta de que ha olvidado a su hermana durante todo el día.

José se siente abatido y recuerda cómo conoció a Teresa, su madrastra. Recuerda la pobreza en la que vivían con su padre y cómo Teresa transformó la casa y la finca en un lugar acogedor. José se da cuenta de que su amor por Teresa se ha convertido en una obsesión por la casa y la finca. También recuerda cómo conoció a Pino y cómo se enamoró de ella.

José decide que Marta se vaya con Daniel y Matilde, los tíos de José, en su viaje planeado. Marta se alegrará de la noticia y José piensa en cómo hacer que la finca sea suya y en tener hijos con Pino. José se despide de Daniel y se dirige a la habitación de Pino, sintiendo miedo y una extraña aprensión.

XIX

En este capítulo, Marta se despierta después de haber tenido un sueño en el que se mezclan recuerdos y pensamientos sobre Pablo. Se da cuenta de que está enamorada de él y se siente orgullosa de este sentimiento. A pesar de que Pablo es un hombre casado y no ha mostrado interés romántico en ella, Marta está dispuesta a renunciar a su viaje y quedarse en la isla por él. Marta reflexiona sobre cómo el amor por Pablo le ha hecho comprender el dolor y la fuerza de otras personas.

Más tarde, Marta escucha a Pablo y a Hones hablando debajo de su ventana. Descubre que están juntos y se besan. Marta siente asco y se siente enferma al presenciar esta escena. Se da cuenta de que su imagen idealizada de Pablo ha sido destrozada y se siente traicionada. Marta se siente avergonzada de su reacción y se pregunta si debería haber pisoteado a Pablo como lo hizo con Hones.

Después, Marta se une a las visitas en la casa de Pino, donde se está llevando a cabo el funeral de Teresa. Marta se siente desconectada de sus amigas y experimenta una profunda tristeza. Se da cuenta de que nunca volverá a ser feliz y se siente desesperada. Marta se retira a una habitación solitaria y observa el jardín vacío. Ve a la criada majorera marcharse sin mirar atrás y se da cuenta de que hay otras penas y sufrimientos en el mundo que ella no ha sido capaz de comprender.

XX

En este capítulo, los días pasan en la casa con calma y dulzura después de la muerte en la finca. Llega el mes de junio y Marta se prepara para su partida. En su último día en la isla, Marta disfruta de un hermoso atardecer y decide quemar sus papeles y cuadernos en un rincón de la finca. Después, se despide de sus amigas y se dirige al camino de eucaliptos. En el camino, Marta reflexiona sobre su vida y su decisión de irse. Encuentra un lugar para encender un fuego y quema sus papeles y cuadernos. Luego, escribe algunas frases ilegibles en el polvo y las borra. Al apoyarse en una piedra, Marta contempla el cielo estrellado y se da cuenta de que no necesita llevar las leyendas de Alcorah para recordar la belleza de la isla, ya que siempre estará en su corazón. Vacía su cartera y quema las leyendas que nadie quiso leer. Al regresar a la finca, es llamada para su última cena antes de partir.

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