La piel del tambor

25 minutos

La piel del tambor Sobrecubierta

La piel del tambor Sobrecubierta

En este capítulo, el padre Ignacio Arregui, un jesuita, es despertado por el padre Cooey para informarle que han detectado un hacker en la sala de ordenadores del Vaticano. El padre Arregui se dirige a la sala y descubre que el hacker ha logrado infiltrarse en el sistema y está intentando acceder a la lista reservada de altos cargos de la Curia vaticana, llamada INMAVAT. El padre Cooey explica que el hacker es muy hábil y está utilizando diferentes métodos para eludir las defensas del sistema. A medida que el hacker avanza en su infiltración, el padre Arregui y el padre Cooey intentan rastrear su ubicación y detenerlo. Mientras tanto, en otro lugar, Lorenzo Quart recibe la orden de viajar a Sevilla para investigar un problema en una iglesia llamada Nuestra Señora de las Lágrimas. Quart se reúne con monseñor Spada, director del Instituto para las Obras Exteriores, y el cardenal Iwaszkiewicz, prefecto de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe. Le explican que han recibido un mensaje anónimo en el ordenador personal del Papa que menciona problemas en la iglesia de Sevilla y dos muertes relacionadas con ella. Quart es enviado a Sevilla para investigar y obtener pruebas sobre lo que está sucediendo. Monseñor Spada le advierte que evite la publicidad y los escándalos, y que informe solo a él sobre sus hallazgos. Quart acepta la misión y se prepara para viajar a Sevilla.

Siguiendo este capítulo, Quart se reúne con el arzobispo Spada en un bar de Roma. Spada explica que el poder en el Vaticano está siendo disputado y que el Santo Oficio está creciendo a expensas del IOE. Spada también menciona la importancia de la Congregación para la Doctrina de la Fe y cómo la Iglesia silencia a los disidentes. Quart recuerda su participación en la persecución de sacerdotes progresistas y Spada le asegura que no es responsable de las acciones de Iwaszkiewicz. Spada revela que Iwaszkiewicz está tratando de tomar el control del IOE y que Quart es su mejor hombre. Spada le da a Quart un encargo en Sevilla y le advierte sobre el poder de Iwaszkiewicz. Quart se encuentra con don Ibrahim, el Potro del Mantelete y la Niña Puñales en un bar en Triana. Peregil les explica que tiene un encargo para ellos y les ofrece una suma de dinero por cada uno de los tres curas que deben eliminar. Quart llega a la iglesia en Sevilla y se encuentra con Gris Marsala, quien le informa que hay expectación en torno a su llegada y que incluso el Papa está interesado en el asunto.

Siguiendo este capítulo, Quart se encuentra con Gris Marsala, la arquitecta responsable de la restauración de la iglesia. Gris le cuenta a Quart sobre los problemas que han surgido durante la restauración, incluyendo los accidentes que han ocurrido en el lugar. También menciona las tensiones entre el arzobispo de Sevilla y Quart. Quart visita la iglesia y se encuentra con el párroco, don Príamo Ferro, quien muestra una actitud hostil hacia él. Quart intenta dialogar con el párroco, pero este se niega a hablar y lo desprecia. Gris Marsala intenta disculpar al párroco, pero Quart no está convencido. Quart y Gris Marsala discuten sobre la situación en la iglesia y Quart expresa su deseo de ayudar. Sin embargo, el párroco se muestra inflexible y Quart se da cuenta de que será un trabajo difícil. En otra parte, Celestino Peregil y don Ibrahim se reúnen en un bar y discuten sobre el encargo que han recibido. Don Ibrahim muestra su preocupación por la actitud del párroco y Celestino confía en que podrán llevar a cabo el trabajo.

Siguiendo este capítulo, Don Octavio Machuca, presidente del Banco Cartujano, se encuentra en la confitería La Campana revisando papeles con su secretario, Cánovas. Machuca ha cambiado su rutina y ahora pasa las mañanas en la terraza de la confitería, atendiendo sus asuntos desde el desayuno hasta el aperitivo. Gavira, el vicepresidente y director general del banco, se acerca a la mesa de Machuca y nota que su mirada de triunfador se ensombrece al ver la portada de la revista Q+S, donde aparece su esposa Macarena saliendo del hotel Alfonso XIII con el torero Curro Maestral. Machuca le reprocha a Gavira por llegar tarde y le comenta que no le gusta que la gente llegue tarde. Gavira le informa que tienen al alcalde a su favor y Machuca responde que era hora. Gavira le cuenta que cenó con el alcalde y tuvieron una conversación cordial. Machuca menciona que el arzobispo también quiere su parte y Gavira asiente. Hablan sobre el problema con el párroco y Machuca le aconseja a Gavira que le dé al arzobispo lo que pide. Gavira le asegura que todo está bajo control y Machuca le recuerda que el dinero con el que trabaja es suyo. Gavira le dice que también es de los otros accionistas y Machuca le responde que como él vea. Hablan sobre el proyecto inmobiliario en Santa Cruz y la compra de Puerto Targa por parte de los saudíes. Gavira menciona que el arzobispo quiere una compensación y Machuca le dice que se la dé. Hablan sobre el párroco y Machuca le advierte a Gavira que desconfíe de un anciano que se aterra a una idea. Gavira le asegura que no lo olvida y Machuca le dice que eso es bueno, ya que está cerca de la meta. Luego, hablan sobre Macarena y Gavira le comenta que es su ex mujer. Machuca le dice que eso es lo que ella dice. Gavira le asegura que no cambiaría las cosas y Machuca le dice que habrá que hacer algo. Gavira bromea diciendo que no le pegará un tiro al torero y Machuca le responde que no quiere que lo haga. Gavira menciona que conoce a directores de sucursal y Machuca a empresarios de plazas de toros y sugiere que el torero lo tenga difícil la próxima temporada. Machuca sonríe y Gavira comenta que el torero es guapo y que siempre le quedará el recurso de dedicarse a las telenovelas. Luego, Gavira mira la portada de la revista Q+S y se siente enfadado. En otra parte del capítulo, Lorenzo Quart camina por la plaza Virgen de los Reyes y se detiene a observar el panorama. Luego, se dirige a la cervecería Giralda para tomar un café. Mientras está allí, ve a una mujer joven que lo mira y luego se va con un joven. Quart sale de la cervecería y casi tropieza con un hombre gordo que lo mira mientras se aleja. Quart llega al Arzobispado y es recibido por el secretario de monseñor Corvo. Luego, se encuentra con el padre Ferro y el joven albañil. Quart saluda a ambos, pero ninguno responde. Quart se reúne con monseñor Corvo y le entrega sus credenciales. Hablan sobre la misión de Quart y el arzobispo le ofrece su apoyo. Sin embargo, Quart sabe que el arzobispo hará todo lo posible por sabotear su misión.

Siguiendo este capítulo, el arzobispo y Quart se reúnen en el despacho del primero para discutir la situación de la iglesia de Nuestra Señora de las Lágrimas. El arzobispo explica que la iglesia está en ruinas y que están luchando para obtener la declaración oficial de ruina. Sin embargo, el padre Ferro se niega a abandonar la iglesia debido a un antiguo privilegio que establece que mientras se diga misa cada jueves en la iglesia por el alma de Gaspar Bruner de Lebrija, su benefactor, la iglesia conservará sus fueros. El arzobispo también menciona que el padre Ferro es obstinado y desobediente, pero que suspenderlo sería complicado y podría generar un escándalo. Además, el Banco Cartujano está interesado en utilizar el solar de la iglesia y ofrecen una generosa compensación a la diócesis. Quart también se entera de las muertes misteriosas que han ocurrido en la iglesia y que podrían estar relacionadas con la resistencia del padre Ferro a abandonarla. El capítulo termina con Quart interrogando al padre Ferro, quien se niega a responder sus preguntas y guarda silencio.

Capítulo sin nombre 2

En este capítulo, los tres socios se agrupan en la puerta del hotel para observar al cura alto que camina por la plaza junto a la mezquita. La Niña Puñales comenta que el cura no está mal y don Ibrahim propone dividir sus fuerzas para seguir a los dos curas y obtener información. Mientras tanto, Lorenzo Quart trabaja en su informe para monseñor Spada y luego examina una postal antigua de la Iglesia de Nuestra Señora de las Lágrimas. Quart recibe una llamada del director del IOE y se relaja un poco antes de bajar a comer. Mientras tanto, Macarena Bruner llega al hotel y se encuentra con Quart en el vestíbulo. Ella le propone hablar y Quart acepta. Macarena le explica que ella y Gris Marsala son amigas y que quiere ayudar a Quart en su investigación. Quart acepta su invitación a cenar en La Albahaca. Mientras tanto, don Ibrahim sigue al cura alto hasta la Casa del Postigo, un palacio del siglo XVI. Después de observar el lugar, don Ibrahim se retira y fuma un cigarro cubano. En otro lugar, Celestino Peregil se encuentra en un bar y es abordado por el gitano Mairena y el Pollo Muelas, quienes le entregan un mensaje de un prestamista llamado Rubén Molina. Peregil promete pagar en una semana. El subcomisario Simeón Navajo y Quart revisan los expedientes de las muertes en la iglesia y concluyen que fueron accidentes. Navajo lamenta no tener a un culpable para mostrarle a Quart.

Siguiendo este capítulo, el subcomisario Navajo le cuenta a Quart sobre la muerte de Peñuelas, el arquitecto municipal, quien cayó desde el tejado de la iglesia al apoyarse en una barandilla de madera podrida. Aunque no hubo testigos, la inspección posterior no encontró manipulaciones en la barandilla. Luego, Navajo le cuenta sobre la muerte del padre Urbizu, quien también cayó debido a un accidente con un andamio y un trozo de cornisa que se desprendió. Navajo explica que la cornisa ya estaba dañada y que la humedad filtrada por las junturas del tejado durante años debilitó la estructura. Quart le pregunta si descartan la intervención humana, a lo que Navajo responde que no se puede descartar al cien por cien, pero es improbable. Quart reflexiona sobre la posibilidad de que la iglesia mate para defenderse y se pregunta sobre la capacidad del edificio para liquidar gente molesta. Luego, Quart se encuentra con Gris Marsala en la iglesia y ella le cuenta sobre la historia de Carlota Bruner, una aristócrata que enloqueció por un marino llamado Manuel Xaloc. Quart visita la cripta de la iglesia donde están enterrados los duques del Nuevo Extremo y encuentra la tumba de Carlota Bruner. Quart luego entra en la vivienda del padre Ferro y encuentra una foto de él con Macarena Bruner y una foto antigua de Ferro con una pareja campesina.

Siguiendo este capítulo, Quart examina el dormitorio de Óscar Lobato y encuentra varios objetos personales, como una litografía de Jerusalén, un cartel de la película Easy Rider, libros sobre teología e historia de la iglesia, un juego de ajedrez electrónico y una guía turística del Vaticano. También encuentra veinte folios sobre San Juan de la Cruz y cinco cajas de disquetes. Quart se da cuenta de que revisar todo llevará tiempo y decide copiar los disquetes en su ordenador portátil para revisarlos más tarde en busca de indicios. Sin embargo, se da cuenta de que necesita tiempo y oportunidad para hacerlo sin ser interrumpido por los sacerdotes. Mientras tanto, el padre Óscar llega al dormitorio y se enfada al ver a Quart allí. Quart intenta calmarlo, pero Óscar lo ataca y Quart se defiende, dejándolo en el suelo. Después de disculparse, Quart intenta hablar con Óscar sobre su posible implicación en Vísperas, pero Óscar se niega a hablar y defiende su fe y su lealtad a don Príamo. Mientras tanto, Celestino Peregil, el asistente de Pencho Gavira, recibe un informe sobre los movimientos de los personajes involucrados en la historia. Peregil está preocupado por su situación financiera y decide tomar medidas drásticas para solucionar sus problemas. Por otro lado, Gavira se preocupa por la presencia de un intruso informático en su ordenador y decide tomar medidas para proteger su información confidencial. Finalmente, decide tomar represalias contra los sacerdotes y ordena a Peregil que haga algo para causar problemas en la iglesia.

Capítulo sin nombre 3

En este capítulo, se describe la corbata de Lorenzo Quart, que es de seda azul marino y la compra en una camisería de Via Condotti. Quart es un hombre disciplinado y ordenado, que sigue las reglas al pie de la letra. Se relata su trayectoria desde el seminario hasta su trabajo en el Instituto de Obras Exteriores. Quart tiene problemas para hacer el nudo de la corbata y decide cambiar su camisa blanca por una negra de clérigo. Luego, se narra su participación en la invasión de Panamá y su encuentro con el soldado Kowalski. Quart se encuentra con un desconocido en el vestíbulo de su edificio, pero se niega a hablar con él. Luego, se dirige a una cita con Macarena Bruner en el restaurante La Albahaca. Durante la cena, Quart y Macarena hablan sobre sus vidas y relaciones. Macarena revela que está separada de su marido, pero no ha pedido el divorcio debido a su fe católica. Quart se da cuenta de que está siendo observado por otras personas en el restaurante. El capítulo termina con Macarena diciendo que hay cosas que le gustaría explicarle a Quart, pero no puede hacerlo en ese momento.

Siguiendo este capítulo, Quart se encuentra con Macarena Bruner en un restaurante y tienen una conversación en la que ella le revela que Pencho sabrá sobre su relación al día siguiente. Quart le explica que él también menciona a Dios de vez en cuando y Macarena le pregunta cómo se las arregla con los tres votos. Quart responde que cada uno se las arregla como puede y menciona que la disciplina es necesaria en su trabajo. Macarena le cuenta la historia del padre Ferro, un antiguo párroco rural que enterraba a los muertos del pueblo y que lucha por mantener la iglesia abierta. Quart le dice que el padre Ferro está sujeto a la disciplina eclesiástica y que los curas no pueden proclamar repúblicas independientes. Macarena defiende al padre Ferro y Quart le dice que no puede juzgarlo sin conocer su vida. Macarena le cuenta que Carlota Bruner, su tía abuela, estaba enamorada del capitán Xaloc y que su padre impidió que se comunicaran durante años. Quart le muestra una postal del capitán Xaloc que encontró en su habitación y le pregunta por qué no tiene matasellos. Macarena le explica que su padre sobornó a los funcionarios de correos para que no llegaran las cartas. Quart le pregunta quién conoce la existencia de esas cartas y ella responde que no lo sabe. Quart le dice que es absurdo que alguien haya cogido la postal de su casa y Macarena se muestra preocupada. Quart le dice que le da miedo y ella le responde que no lo conoce lo suficiente. Quart le pregunta si nunca ha estado con una mujer y ella no espera una respuesta. Después de la cena, Quart se pregunta en qué embrollo se ha metido. Quart reflexiona sobre su vida como sacerdote y su relación con las mujeres. Luego, cambia de escena y se encuentra en el Vaticano, donde el padre Ignacio Arregui y su equipo de jesuitas están vigilando el sistema central en busca de Vísperas. Descubren que Vísperas ha entrado en el sistema y están tratando de localizarlo. Vísperas corta el contacto y desaparece de la pantalla. Quart se encuentra en la iglesia de Nuestra Señora de las Lágrimas y observa la misa del padre Ferro. Quart se queda solo en la iglesia y Gris Marsala se le acerca. Hablan sobre la misa y Quart le pregunta por qué le cuenta todo esto. Gris Marsala le dice que Macarena le ha despertado a la una de la madrugada para hablarle de Quart. Quart le pregunta si piensa regresar alguna vez y ella responde que no lo sabe, que depende de lo que ocurra en ese lugar.

Siguiendo este capítulo, Quart se encuentra con Gris Marsala en la iglesia y tienen una conversación en la que hablan sobre la posibilidad de encontrar respuestas en ese lugar. Quart necesita información y Gris Marsala le dice que hay lugares y personas por los que no se puede pasar impunemente. Luego, caminan juntos por la iglesia y Gris Marsala le advierte a Quart que tenga cuidado con lo que se está metiendo. Quart responde que quizá no tiene nada que perder.

En otra escena, Pencho Gavira y Octavio Machuca están sentados en una terraza de un café. Pencho le pide al camarero que ponga el toldo para que los cubra del sol. Mientras el limpiabotas le lustra los zapatos a Machuca, hablan sobre la iglesia y el proyecto de Gavira. Machuca le dice a Gavira que el cura es la clave para resolver el problema, pero Gavira le responde que está tratando de solucionarlo. Hablan también sobre la relación de Gavira con su esposa Macarena y su suegra Cruz. Machuca le advierte a Gavira que mientras no resuelva el problema con el cura, no podrá resolver los demás asuntos.

En otra escena, Quart se reúne con Simeón Navajo, un subcomisario de policía, para obtener información sobre el hacker que está investigando. Navajo le dice que no hay antecedentes sobre las personas que le interesan y que el hacker es muy hábil para borrar su rastro en Internet. Quart le agradece la ayuda y Navajo le explica que la policía no puede involucrarse demasiado en el caso debido a la relación con la iglesia y Roma.

Finalmente, Quart se encuentra con la duquesa del Nuevo Extremo, madre de Macarena Bruner. La duquesa es una mujer de sangre azul pero con un patrimonio en decadencia. Quart observa su casa y su historia familiar mientras conversa con la duquesa. La duquesa le cuenta sobre su esposo, el duque consorte, y cómo terminó arruinado. Quart también reflexiona sobre la relación entre Macarena y su esposo y cómo eso afecta su situación actual.

Siguiendo este capítulo, la vieja duquesa le cuenta a Quart que una vez fue recibida por el Papa y que también su hija, Macarena, fue recibida por él cuando se casó. La duquesa se refiere al Papa como si siempre fuera el mismo, a pesar de que han pasado muchos años y varios papas desde su visita a Roma. Quart piensa que esto es lógico, ya que algunas cosas cambian rápidamente o no cambian en absoluto cuando se llega a los setenta años.

Mientras tanto, el padre Ferro sigue mirando el fondo de su taza de chocolate y Macarena observa a Quart. Macarena viste de forma sencilla y se mueve con tranquilidad y seguridad. Parece divertida con la situación.

La duquesa le pregunta al padre Ferro qué le ha parecido la iglesia y él responde que es entrañable. Quart nota la presencia oscura y silenciosa del padre Ferro y se reserva para más tarde, ya que intuye que algo está por venir.

La duquesa insiste en que sería una lástima perder la iglesia y Macarena le dice a Quart que pensaban que él había venido a Sevilla por eso. Quart responde que está allí para tener una idea exacta de la situación y que nadie pretende desalojar al padre Ferro de su parroquia.

El padre Ferro se endereza en su silla y menciona a varias personas y entidades que podrían estar interesadas en desalojarlo. Quart le dice que a Roma le importa cualquier iglesia y cualquier cura, pero el padre Ferro no le cree.

La duquesa le dice al padre Quart que confía en él y que deberían cooperar con él para informarse. Quart nota la mirada de Macarena y sonríe a medias.

Luego, la duquesa le explica a Quart que la iglesia es importante para su familia y que no quiere que desaparezca. Quart se pregunta si Macarena esconde el encendedor de plástico en el tirante de su sujetador. La duquesa le dice a Quart que confía en su yerno para que le haga llegar a la iglesia en un plazo razonable.

El padre Ferro le asegura a la duquesa que ella irá a la iglesia y la duquesa le dice a Quart que el padre Ferro no pretende hacerla reír. Quart se da cuenta de que es la primera vez que ve sonreír de verdad al padre Ferro.

La duquesa menciona a su hija y a Quart y le dice al padre Ferro que deberían cooperar con él. El padre Ferro responde que ojalá compartiera su inocencia y que en la Iglesia, como en el resto del mundo, casi todas las verdades son mentira.

La duquesa se escandaliza y le dice al padre Ferro que no diga eso porque se va a condenar. El padre Ferro se ríe sin ganas y Cruz Bruner le toca afectuosamente el brazo con el abanico.

La duquesa le explica a Quart que su padre era un hombre muy de antes y que no le habría gustado ver en qué termina el mundo que conocía. Habla de la riqueza de su familia y de cómo el dinero ha cambiado de manos. Quart se da cuenta de que la duquesa se refiere a Pencho Gavira, el yerno de la duquesa, y menciona que él está enriqueciéndose rápidamente.

Macarena dice que Pencho nunca fue un caballero y la duquesa le dice que su padre sí lo era. Macarena menciona que Pencho no se hace pasar por un caballero y la duquesa le dice que no se puede exigir que comparta sus puntos de vista.

El padre Ferro interviene y dice que considera censurable la postura de Octavio Machuca en el problema de la iglesia. La duquesa defiende a Octavio y dice que él respeta sus vínculos sentimentales pero que también cree que Pencho tomó la decisión adecuada.

El padre Ferro menciona que Octavio Machuca es su subordinado y que podría haberle prohibido seguir adelante con el sacrilegio. La duquesa le dice que Octavio es un buen y viejo amigo y que confía en él.

El padre Ferro se enfada y dice que Octavio tiene un sentido de la vida práctico y que a él no le importa la iglesia. Cruz Bruner le dice que deberían cooperar con Quart y el padre Ferro se remueve incómodo en su silla.

La duquesa habla de su padre y de cómo era un gran señor. Dice que le gustaría que él viera en qué termina el mundo que conocía. Macarena menciona que su padre era un aventurero y Quart se acuerda de monseñor Spada.

La duquesa menciona que Octavio Machuca está enamorado de ella y Macarena dice que eso no es cierto. La duquesa dice que Octavio le pidió que se casara con él después de enviudar, pero ella decidió dejar las cosas como estaban. Macarena menciona que Octavio le recita poemas de Campoamor y la duquesa confirma que es verdad.

La duquesa habla de su padre y de cómo era un caballero andaluz. Macarena dice que Pencho nunca fue un caballero y la duquesa dice que Macarena se casó con alguien de su clase. Macarena dice que Pencho no se hace pasar por un caballero y la duquesa dice que Macarena se está comportando mal en lo de la iglesia.

Macarena dice que Pencho no se preocupa por la iglesia y la duquesa dice que confía en que el padre Quart pueda hacer algo al respecto. El padre Ferro dice que no le gusta Pencho y que considera censurable su postura en el problema de la iglesia.

La duquesa dice que Octavio Machuca es un buen y viejo amigo y que confía en él. El padre Ferro dice que Octavio tiene un sentido de la vida práctico y que no le importa la iglesia. La duquesa dice que Octavio respeta sus vínculos sentimentales pero también cree que Pencho tomó la decisión adecuada.

El padre Ferro se enfada y dice que Octavio podría haber prohibido a Pencho seguir adelante con el sacrilegio. La duquesa dice que Octavio respeta sus vínculos sentimentales pero también cree que Pencho tomó la decisión adecuada.

La duquesa dice que Octavio respeta sus vínculos sentimentales pero también cree que Pencho tomó la decisión adecuada. El padre Ferro se enfada y dice que Octavio podría haber prohibido a Pencho seguir adelante con el sacrilegio. La duquesa dice que Octavio respeta sus vínculos sentimentales pero también cree que Pencho tomó la decisión adecuada.

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La duquesa dice que Octavio respeta sus vínculos sentimentales pero también cree que Pencho tomó la decisión adecuada. El padre Ferro se enf

Capítulo sin nombre 4

En este capítulo, Lorenzo Quart y Macarena Bruner se encuentran en la plaza Virgen de los Reyes, frente a la catedral de Sevilla. Quart admira la belleza del lugar y la presencia de Macarena lo hace aún más fascinante. Después de dejar al padre Ferro en el observatorio, Quart y Macarena deciden dar un paseo por el barrio de Santa Cruz. Durante su caminata, Quart le confiesa a Macarena que sospecha de todos los personajes involucrados en el caso, incluyéndola a ella. Macarena le dice que no sabe mucho y que tal vez su objetivo no sea ayudarlo a él, sino ayudar a otros o hacerle comprender lo que está ocurriendo. Quart le explica que su misión es investigar y encontrar la verdad, pero nadie le está ayudando y todos parecen ocultar algo. Macarena le dice que todos son sospechosos y que bastaría con que alguien hablara con franqueza para resolver el caso. Quart le confiesa que se siente inquieto por la presencia de Macarena y que su atracción hacia ella no contribuye a su tranquilidad como sacerdote. Macarena le agradece a Quart por su ayuda y le menciona que quiere darle las gracias por don Príamo. Luego, continúan su paseo por el barrio de Santa Cruz y Quart le confiesa que sospecha de todos, incluyéndola a ella. Macarena se muestra sorprendida y le pregunta si piensa que ella está tratando de seducirlo. Quart le responde que no se hace ilusiones y que cada uno se las arregla como puede. Luego, Quart le menciona que todos son sospechosos y que la verdad está oculta entre ellos. Macarena le pregunta quiénes son los sospechosos y Quart le responde que todos lo son, incluyendo a don Príamo, el padre Óscar, Gris Marsala e incluso ella misma. Macarena le dice que su investigación puede ser grotesca y Quart le responde que él solo busca los hechos y las respuestas, mientras que las soluciones corresponden a otros. Finalmente, llegan al barrio de Santa Cruz y deciden entrar en el bar Las Teresas. Allí, Quart reflexiona sobre la situación y se da cuenta de que está perdiendo la perspectiva. Macarena le cuenta a Quart sobre la situación económica de la parroquia y la importancia de Nuestra Señora de las Lágrimas. Quart le sugiere vender los cuadros de la sacristía para obtener dinero, pero Macarena le explica que los cuadros no valen nada. Quart le menciona las perlas y Macarena le responde que el Vaticano también podría vender su pinacoteca para ayudar a los pobres. Luego, deciden continuar su paseo por el barrio de Santa Cruz y Quart le confiesa a Macarena que le inquieta su presencia. Macarena se burla de él y le dice que no sabe nada de él. Quart le responde que ha conocido a muchas personas como ella en su vida y que eso no ha cambiado nada. Finalmente, deciden ir a casa de Macarena y Quart le agradece por el paseo.

Siguiendo este capítulo, Quart visita la iglesia de Nuestra Señora de las Lágrimas y se encuentra con el padre Óscar Lobato. Quart le muestra el mensaje que recibió de Vísperas y le pregunta si sabe algo al respecto. El padre Óscar niega tener información y critica la actitud de Quart. Luego, Quart le cuenta sobre el expediente del padre Ferro y el vicario se muestra molesto. Quart también menciona que Vísperas se equivocó al enviar los mensajes y que Roma no los entendería. Después de la conversación, Quart observa el retablo del altar mayor y la vidriera que representa el Descendimiento de Cristo. Luego, Gris Marsala aparece y lo mira. Quart se va a la cripta y luego se encuentra con el alcalde de la ciudad en la inauguración de una exposición. El alcalde está triste y se siente traicionado por su partido. Gavira le ofrece una copa y reflexiona sobre la soledad de los muertos políticos.

Siguiendo este capítulo, el alcalde le pide a Pencho que destruya la iglesia y construya algo nuevo en su lugar. Gavira se acerca a monseñor Corvo y don Octavio Machuca, quienes están mirando un cuadro de Valdés Leal que representa a la Muerte. Hablan sobre el significado del cuadro y la situación de la iglesia. Monseñor Corvo explica que el padre Quart no ha logrado reunir suficientes pruebas contra el padre Ferro y que la gestión del padre Lorenzo no avanza con la diligencia deseada. Gavira se muestra molesto y le reprocha a monseñor Corvo que no haya tomado una decisión antes. Machuca le dice a Gavira que tiene curiosidad por ver cómo solucionará todo el problema. Luego, Gavira se encuentra con Honorato Bonafé, un periodista que quiere hacer un reportaje sobre la iglesia. Bonafé le propone una conversación y le dice que su opinión tiene mucho peso. Gavira acepta y le dice que hablarán en otro momento.

Capítulo sin nombre 5

En este capítulo, Cruz Bruner propone tomar café en el patio después de la cena. Mientras caminan por el corredor, Cruz muestra a Quart los retratos de sus antepasados. En el patio, Macarena sirve el café y hablan sobre la adicción de Cruz al café. Macarena explica que su madre duerme poco y toma café para mantenerse despierta. Quart pregunta si es cierto que en California los hacendados todavía visten traje charro y fray Junípero predica en las iglesias, a lo que Cruz responde que eso es lo que ella cree. Macarena comenta que su architatarabuelo fue gobernador de California. Luego, Quart observa a Cruz y nota su belleza y elegancia, pero también su tristeza y melancolía. Cruz habla sobre la decadencia de ciertos mundos y cómo algunos desaparecen en silencio. Quart menciona que Nuestra Señora de las Lágrimas hace ruido con su decadencia. Macarena y Cruz discuten sobre la importancia de dejar algo atrás y la responsabilidad de cuidar de los demás. Quart pregunta si Cruz tiene nietos, pero ella responde que no. Macarena se muestra hostil y Quart se da cuenta de que ha tocado un tema delicado. Cruz revela que no tiene nietos y que es una lástima. Macarena se muestra resentida y dice que a veces es mejor no dejar nada atrás y ser egoísta. Quart menciona que algunos sacerdotes también eligen su causa y Macarena se burla de él. Cruz comenta que ciertos mundos no terminan con estrépitos, sino que se extinguen en silencio. Quart observa a Macarena y nota su belleza y tristeza. Cruz habla sobre su estirpe y cómo se siente amenazada. Quart pregunta si el padre Ferro está en el observatorio y Cruz responde que es demasiado temprano. Quart menciona que tiene algunas cosas que discutir con el padre Ferro. Cruz le muestra una postal que recibieron y Quart pregunta quién la envió. Cruz sugiere devolver la postal al baúl de Carlota. Quart y Macarena van al palomar y ella le muestra el contenido del baúl de Carlota. Quart encuentra cartas y fotografías que revelan la historia de Carlota y el capitán Xaloc. Macarena revela que ella también tuvo un aborto y que su marido no quería tener hijos. Quart se sorprende y Macarena le cuenta que nadie más sabe sobre su aborto. Macarena menciona que un periodista llamado Bonafé la ha estado acosando y Quart se preocupa por las consecuencias que esto pueda tener. Macarena se muestra resentida y dice que quiere hacer pagar a su marido por lo que le hizo. Quart menciona que Gris cree que Macarena aún ama a su marido. Macarena dice que a veces Gris habla demasiado y que el problema puede ser que ella ama a su marido o que no lo ama. Quart pregunta por qué Macarena le está contando todo esto y ella responde que tal vez se siente menos sola a su lado. Macarena menciona que Quart también necesita la iglesia y que tal vez él también está perdido.

Siguiendo este capítulo, Quart se encuentra con el padre Ferro en el palomar de la Casa del Postigo. El padre Ferro comenta que la luna no es un buen momento para trabajar y Quart le informa que dejará Sevilla. El padre Ferro no hace ningún comentario y Quart apaga la luz. Luego, Quart le dice al padre Ferro que quiere hablar con él y el padre Ferro menciona la cabellera de Berenice. Quart se acerca al padre Ferro y observa el cielo a través del telescopio. El padre Ferro menciona las estrellas y comenta su desprecio por los cazadores. Quart le pregunta qué harán con él y el padre Ferro le responde que probablemente lo jubilarán anticipadamente. Quart le pregunta sobre el problema que tuvo en Aragón y el padre Ferro le cuenta que vendió un retablo valioso para ayudar a su parroquia. Quart le pregunta si cree en la iglesia y el padre Ferro le responde que lo que importa son las personas y no las obras de arte. Quart le menciona el retablo en su expediente y el padre Ferro le cuenta que lo vendió para ayudar a su parroquia. Quart le pregunta qué hará la iglesia y el padre Ferro le responde que no le importa. Luego, Quart se despide del padre Ferro y se encuentra con el arzobispo, quien le comenta que Roma se rinde. Quart le informa que se va a Roma y el arzobispo le reprocha su falta de éxito en el caso. Quart le dice que informará a Roma sobre la situación y el arzobispo le comenta que Vísperas se ha burlado de él. Quart se despide del arzobispo y se dirige a la iglesia de Nuestra Señora de las Lágrimas, donde encuentra a Gris Marsala. Quart le pregunta cómo está y ella le responde que está aturdida. Quart le informa que la policía está buscando al padre Ferro y Gris Marsala le dice que no sabe dónde está. Quart le pregunta quién cerró la iglesia y Gris Marsala le responde que ella cerró la puerta de la calle y el padre Ferro cerró la puerta de la sacristía. Quart le pregunta si vio a Bonafé y Gris Marsala le responde que no lo vio. Quart reflexiona sobre los posibles sospechosos y decide que debe llamar a Roma y acudir a la Casa del Postigo.

Siguiendo este capítulo, Quart se encuentra en la iglesia junto al juez instructor y los policías, quienes están a punto de levantar el cadáver de Bonafé. Quart le sugiere a Gris Marsala que busque un abogado para que la asesore en su declaración. Luego, Quart se encuentra con Macarena en la Casa del Postigo y le pregunta por el paradero de don Príamo. Macarena le dice que él no es capaz de matar a alguien y que está preocupada por su desaparición. Quart le pide que le dé otra explicación o que lo ayude a encontrarlo. Macarena le dice que no está segura de lo que ha pasado y que hay cosas que no concuerdan. Quart le pregunta dónde estuvo antes de la cena y ella le responde que estuvo con su madre. Quart le dice que la policía está buscando al cura y que es mejor que lo encuentren ellos antes que la policía. Macarena menciona que si no se celebra la misa al día siguiente, la iglesia podría perder su fuero. Quart se da cuenta de que el padre Ferro está en problemas y que es necesario encontrarlo antes que la policía.

En otro lugar, en el Canela Fina, don Ibrahim, Peregil y la Niña Puñales discuten sobre el secuestro del cura. Peregil está mareado y preocupado por la situación. Don Ibrahim le asegura que el cura está tranquilo y que se está comportando bien. Peregil le pregunta si el cura ha hecho preguntas y don Ibrahim le responde que no. Peregil le dice que se preocupe por el plan y que les pagará cuando suelten al cura. Don Ibrahim se preocupa por la falta de noticias de Peregil y la posibilidad de que esté relacionado con la muerte de Bonafé. Peregil le asegura que no tiene nada que ver y que solo se ha ocupado de que no haya misa al día siguiente. Don Ibrahim se da cuenta de que el cura es sospechoso de un asesinato y que la policía lo está buscando. Decide que es arriesgado retenerlo por más tiempo y que es mejor soltarlo y dejar que la policía lo investigue. Piensa en la posibilidad de hacer una llamada anónima para denunciar al cura.

Mientras tanto, Pencho Gavira está en una comida con los consejeros del Banco Cartujano. Está preocupado por la falta de noticias de Peregil y la situación del cura. Peregil finalmente llega y le cuenta a Gavira que ha secuestrado al cura y que no se preocupe. Gavira se sorprende y le pregunta si ha cometido un asesinato. Peregil se confunde y le dice que no sabe de qué está hablando. Gavira se da cuenta de que Peregil no sabe nada sobre la muerte de Bonafé y que ha secuestrado al cura sin motivo. Gavira se preocupa por la situación y piensa en cómo solucionar el problema.

o y media había terminado. El padre Ferro cerró la iglesia y se dirigió a la sacristía. Al entrar, encontró el cuerpo sin vida de Honorato Bonafé en el confesionario. El padre Ferro decidió no llamar a la policía y cerró la iglesia con el cadáver dentro. Macarena Bruner y Lorenzo Quart se enteraron de la situación y decidieron ayudar al padre Ferro. Quart llamó a Pencho Gavira, quien propuso un plan para liberar al párroco a cambio de dinero. Quart y Macarena se encontraron con Gavira en el muelle del Arenal, pero Celestino Peregil, el asistente de Gavira, no apareció. Quart y Macarena decidieron entrar al barco donde supuestamente estaba el padre Ferro. En el barco, se encontraron con el padre Ferro, quien confesó haber matado a Bonafé. Quart y Macarena intentaron convencer al padre Ferro de que busque una coartada, pero él se negó. Finalmente, el padre Ferro decidió entregarse a la policía. Mientras tanto, don Ibrahim y el Potro del Mantelete lograron escapar del barco y se encontraron en la orilla del río, donde reflexionaron sobre lo ocurrido.

Capítulo sin nombre 6

En este capítulo, Quart se encuentra en la Jefatura de Policía, donde el subcomisario Navajo le informa sobre la declaración del padre Ferro. El padre Ferro confiesa haber matado a Bonafé, pero no da detalles sobre las otras dos muertes. Macarena, por su parte, está en estado de shock y no dice nada. Quart espera en la Jefatura durante dos horas y luego se dirige a la casa de Macarena, donde la deja sin decir una palabra. Quart reflexiona sobre las circunstancias técnicas del caso y trata de mantener la serenidad necesaria para su trabajo. Luego, Quart se encuentra con Navajo, quien le informa sobre la declaración del padre Ferro y la falsedad de las perlas de la Virgen. Quart se da cuenta de que el móvil del asesinato de Bonafé podría estar relacionado con las perlas falsas. Navajo también le informa sobre la detención de un detective privado que trabaja para Pencho Gavira. Quart se niega a revelar información sobre su desaparición y Navajo se muestra decepcionado. Quart se despide de Navajo y se dirige a la iglesia de Nuestra Señora de las Lágrimas. Allí, se viste con las vestiduras litúrgicas y espera el amanecer. Cuando amanece, Quart toca la campana y se prepara para celebrar la misa. Después de la misa, Quart recibe la visita de monseñor Spada en su casa en Roma.

Siguiendo este capítulo, Quart se encuentra con el arzobispo Spada en su casa. El arzobispo le informa que el Santo Padre ha recibido su informe y también otro informe del arzobispo de Sevilla que menciona a Quart. El arzobispo le dice a Quart que informó puntualmente y tomó las decisiones adecuadas, pero que se extralimitó al tomar partido en el caso del padre Ferro. Quart le dice que lo hizo porque era importante para él. El arzobispo le informa que la Nunciatura de Madrid y el Arzobispado de Sevilla han recibido instrucciones para preservar Nuestra Señora de las Lágrimas y nombrar un nuevo párroco. Luego, el arzobispo le informa a Quart que Su Eminencia Jerzy Iwaszkiewicz quiere cobrarse el hecho de que Quart se haya extralimitado en sus atribuciones. El arzobispo le dice que Iwaszkiewicz ha dado crédito a las insinuaciones de monseñor Corvo sobre la conducta personal de Quart. El arzobispo le dice a Quart que Iwaszkiewicz quería enviarlo a una oscura secretaría como funcionario, pero él logró que lo mantuvieran como agente del I O E. El arzobispo le dice a Quart que su cabeza es la compensación que Iwaszkiewicz quiere. Quart pregunta qué van a hacer con él y el arzobispo le dice que su amigo Azopardi, el secretario de Estado, se ofrece a ayudarlo y conseguirle un destino como agregado en una nunciatura en Hispanoamérica. El arzobispo le dice que después de un tiempo, si las cosas mejoran, Quart podría volver. Quart se acerca al ventanal y piensa en abandonarlo todo. El arzobispo le informa que el abogado que Quart buscó para el padre Ferro está llevando bien el caso y es posible que obtengan su libertad alegando senilidad. Quart le pregunta por Vísperas y el arzobispo le dice que no han tenido noticias de él. El arzobispo le dice a Quart que le echará de menos y que hizo las cosas lo mejor que supo. Quart se despide del arzobispo y se encuentra con Macarena en el vestíbulo del hotel. Macarena le agradece y se despiden. Quart se va y piensa en ella mientras camina por las calles de Sevilla. Luego, Quart se encuentra con Vísperas en su casa. Vísperas le muestra su habilidad como pirata informático y le explica cómo se introdujo en el sistema del Vaticano. Quart se sorprende y Vísperas le dice que lo hizo para hacerse oír en Roma. Quart le pregunta cómo consiguió entrar en su habitación y Vísperas le explica que fue su doncella quien lo hizo. Vísperas le muestra un informe del Banco Cartujano y le dice que lo va a hacer público. Quart se despide de Vísperas y Macarena y se va a Bogotá. Quart recibe noticias de la duquesa del Nuevo Extremo y de Pencho Gavira. Quart también recibe noticias del padre Ferro y descubre que ha sido trasladado a una residencia de sacerdotes ancianos. Quart recibe una foto de una maestra en Chiapas que se parece a Vísperas.

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