Pensar rápido, pensar despacio

50 minutos

Introducción

En este capítulo, el autor comienza reflexionando sobre el propósito de su libro y cómo espera enriquecer el vocabulario de las personas al hablar sobre opiniones y decisiones. Explica que los chismes son interesantes porque es más fácil encontrar y etiquetar los errores de los demás que reconocer los propios. También menciona que para ser un experto en diagnóstico, un médico necesita conocer un amplio vocabulario de enfermedades y sus síntomas.

El autor continúa explicando que la mente trabaja de manera diferente a como normalmente pensamos. La mayoría de nuestras impresiones y pensamientos surgen en nuestra experiencia consciente sin que sepamos cómo llegaron allí. También menciona que muchas de las argumentaciones de su libro se centran en los sesgos de intuición y cómo los errores sistemáticos son fruto de inclinaciones predecibles en ciertas circunstancias.

El autor explica que su propósito al escribir este libro es mejorar la capacidad de identificar y comprender errores en juicios y decisiones, tanto en los demás como en uno mismo. También menciona que un diagnóstico acertado puede sugerir una intervención para limitar el daño causado por malos juicios y malas elecciones.

Luego, el autor habla sobre los orígenes de su investigación y colaboración con Amos Tversky. Recuerda cómo comenzaron a trabajar juntos en el campo de la teoría de la decisión y cómo su colaboración fue el eje de sus vidas durante catorce años. También menciona que su investigación sobre los sesgos de intuición tuvo un impacto significativo en muchas disciplinas, como la medicina, la filosofía, las finanzas y la estrategia militar.

El autor continúa explicando que su trabajo se basa en la distinción entre dos sistemas de pensamiento: el pensamiento rápido e intuitivo del Sistema 1 y el pensamiento lento y deliberado del Sistema 2. También menciona que la intuición experta no es mágica, sino el resultado de la práctica y el reconocimiento de patrones.

El autor también habla sobre las dificultades del pensamiento estadístico y cómo tendemos a sobrestimar lo que creemos saber y subestimar la incertidumbre del mundo. También menciona que nuestras decisiones y juicios están influenciados por sesgos cognitivos y que a menudo confiamos en heurísticas simplificadoras en lugar de realizar un razonamiento lógico.

En la última parte del capítulo, el autor describe cómo nuestras decisiones están influenciadas por el yo que experimenta y el yo que recuerda, y cómo esto puede llevar a decisiones irracionales. También menciona que la felicidad del yo que experimenta no siempre coincide con la satisfacción del yo que recuerda.

En resumen, este capítulo introduce los temas principales del libro, incluyendo los sesgos de intuición, la distinción entre los sistemas de pensamiento rápido y lento, y la influencia de los sesgos cognitivos en nuestras decisiones y juicios. También se mencionan los orígenes de la investigación del autor y su colaboración con Amos Tversky.

Primera parte DOS SISTEMAS

1 Los personajes de la historia

En este capítulo, el autor introduce los conceptos de los dos sistemas de la mente: el Sistema 1 y el Sistema 2. El Sistema 1 es automático y rápido, generando impresiones y sentimientos que son la base de las creencias y elecciones del Sistema 2. El autor utiliza ejemplos como la percepción de una imagen y la resolución de una multiplicación para ilustrar cómo funcionan estos dos sistemas. Mientras que el Sistema 1 opera de manera automática y sin esfuerzo, el Sistema 2 requiere atención y esfuerzo consciente. El autor también menciona que el Sistema 2 es responsable del autocontrol y puede anular los impulsos del Sistema 1. Además, se destaca que el Sistema 2 tiene una capacidad limitada de atención y puede ser perturbado por otras tareas. El autor también explora el concepto de ilusiones cognitivas, como la ilusión de Müller-Lyer, y cómo el Sistema 2 puede reconocer y corregir estas ilusiones. Se enfatiza que el Sistema 1 y el Sistema 2 son personajes ficticios utilizados para facilitar la comprensión de los procesos mentales y que el lenguaje utilizado para referirse a ellos es una forma más efectiva de comunicar ideas. En resumen, este capítulo establece los fundamentos de los dos sistemas de la mente y cómo interactúan entre sí.

2 Atención y esfuerzo

En este capítulo, el autor comienza hablando sobre el Sistema 2, que es un personaje secundario en la historia del libro. El Sistema 2 se caracteriza por requerir esfuerzo y por ser perezoso, ya que tiende a evitar invertir más esfuerzo del necesario. Aunque el Sistema 2 cree que toma decisiones por sí mismo, en realidad es el Sistema 1 el que guía sus pensamientos y acciones. Sin embargo, hay tareas que solo el Sistema 2 puede realizar, ya que requieren esfuerzo y autocontrol para dominar los impulsos del Sistema 1.

El autor propone un ejercicio para experimentar cómo trabaja el Sistema 2. Consiste en formar secuencias de 4 dígitos y realizar la tarea de Suma-1. Esta tarea consiste en leer en voz alta los dígitos y luego decir una secuencia en la que cada dígito se haya incrementado en 1. El autor menciona que pocas personas pueden realizar la tarea de Suma-1 con más de cuatro dígitos. También menciona la posibilidad de realizar la tarea de Suma-3, que es aún más difícil.

El autor habla sobre su experiencia personal con la tarea de Suma-1 y cómo estudió las pupilas de los sujetos mientras realizaban esta tarea. Descubrió que el tamaño de las pupilas varía según el esfuerzo mental requerido. También menciona que las pupilas son indicadores sensibles del esfuerzo mental y que su tamaño se relaciona con la dificultad de la tarea.

El autor menciona que trabajó en colaboración con otro investigador en el estudio de las pupilas y las tareas cognitivas. Descubrieron que algunas tareas son más exigentes que otras y que la capacidad de controlar la atención es una habilidad importante. También descubrieron que la presión del tiempo y la necesidad de cambiar rápidamente entre tareas aumentan el esfuerzo mental requerido.

El autor concluye que el Sistema 2 tiene la capacidad de seguir reglas, comparar objetos y tomar decisiones deliberadas, mientras que el Sistema 1 se enfoca en detectar relaciones simples y en integrar información sobre una cosa. Además, menciona que la capacidad de controlar la atención no solo es una medida de inteligencia, sino que también predice el rendimiento en diferentes tareas.

En resumen, este capítulo explora el papel del Sistema 2 en la toma de decisiones y el esfuerzo mental requerido en diferentes tareas. El autor utiliza el estudio de las pupilas como una forma de medir el esfuerzo mental y analiza cómo diferentes factores, como la presión del tiempo y la capacidad de controlar la atención, afectan el rendimiento cognitivo.

3 El controlador perezoso

En este capítulo, el autor comienza hablando de su experiencia al caminar diariamente por un camino en Berkeley. Menciona que ha aprendido muchas cosas sobre el esfuerzo que hace durante su caminata y que ha registrado una velocidad apropiada para un paseo. Asegura que puede pensar y trabajar mientras camina a este ritmo y que la ligera excitación física del paseo puede aumentar su alerta mental.

Luego, el autor habla sobre la velocidad natural del Sistema 2, que es la parte de nuestra mente que se encarga de tareas cognitivas y de controlar nuestros pensamientos y acciones. Menciona que cuando nuestra mente no está haciendo nada en particular, no hay mucha tensión y podemos observar lo que sucede a nuestro alrededor sin esfuerzo. Sin embargo, cuando estamos en una situación que requiere mayor concentración, como resolver un problema matemático, necesitamos hacer un esfuerzo mental y esto puede competir con el esfuerzo físico de caminar.

El autor también menciona que acelerar el paso durante la caminata cambia su experiencia, ya que su capacidad de pensar con coherencia se ve afectada. A mayor velocidad, su atención se desvía más frecuentemente hacia la experiencia de caminar y mantener un paso rápido. Además, el esfuerzo físico de moverse rápidamente necesita de un esfuerzo mental de autocontrol para resistir la necesidad de disminuir la velocidad.

El autor habla sobre la ley del mínimo esfuerzo, que indica que las personas tienden a evitar tareas que requieren mucho esfuerzo mental. Menciona que mantener una línea coherente de pensamiento y el esfuerzo ocasional del pensamiento requieren autocontrol y disciplina. También menciona que el trabajo cognitivo no siempre suscita aversión y que algunas personas pueden dedicarle esfuerzo durante largos períodos de tiempo sin necesidad de mucha fuerza de voluntad.

El autor menciona los experimentos del psicólogo Roy Baumeister, que demuestran que el autocontrol y el esfuerzo cognitivo utilizan un fondo compartido de energía mental. Estos experimentos también muestran que el esfuerzo de la voluntad es fatigoso y que el agotamiento del ego, que es la pérdida de motivación para ejercer el autocontrol, puede ser compensado ingiriendo glucosa.

El autor habla sobre la relación entre el pensamiento y el autocontrol, mencionando el famoso experimento de Walter Mischel con niños de cuatro años. Este experimento mostró que los niños que tenían más autocontrol a esa edad tenían mejores habilidades cognitivas y eran menos propensos a tomar drogas en la adolescencia. También menciona otros estudios que han demostrado la relación entre el control cognitivo y la inteligencia.

El autor menciona el concepto de racionalidad, que según el psicólogo Keith Stanovich, es una capacidad que va más allá de la inteligencia y se refiere a la capacidad de resistir las intuiciones y hacer un esfuerzo para pensar de manera más reflexiva. Stanovich argumenta que el pensamiento perezoso es una imperfección en la mente reflexiva y que la racionalidad debe distinguirse de la inteligencia.

En resumen, este capítulo explora la relación entre el esfuerzo mental, el autocontrol y la racionalidad. Se discute cómo el esfuerzo cognitivo utiliza energía mental y cómo el agotamiento del ego puede afectar nuestra capacidad de ejercer el autocontrol. También se menciona la importancia del control cognitivo en el desarrollo de habilidades cognitivas y se plantea la idea de que la racionalidad va más allá de la inteligencia.

4 La máquina asociativa

En este capítulo, el autor comienza explicando cómo nuestro Sistema 1 reacciona automáticamente a ciertas palabras o imágenes, generando respuestas emocionales y físicas. Por ejemplo, al leer las palabras "plátanos vómito", nuestro Sistema 1 establece una relación causal entre ellas y crea una representación en la que los plátanos producen náuseas. Esto provoca una aversión temporal a los plátanos y nos prepara para reconocer y responder a palabras asociadas a "vómito" y "plátano". Además, el autor menciona que la cognición se encarna, es decir, pensamos también con el cuerpo y no solo con el cerebro.

Luego, el autor introduce el concepto de priming, que es la influencia que tienen ciertas palabras o estímulos en nuestra mente. Por ejemplo, si recientemente hemos leído la palabra "comer", estaremos más dispuestos a completar la palabra "jamón" en lugar de "jabón". Este efecto de priming también puede influir en nuestras acciones y emociones de manera inconsciente. Por ejemplo, en un experimento, se demostró que las personas que habían construido frases con palabras relacionadas a la vejez caminaban más despacio que las demás.

El autor también menciona que el priming puede afectar nuestras actitudes y comportamientos. Por ejemplo, se ha demostrado que recordar el dinero nos hace más independientes y egoístas, mientras que recordar la vejez nos hace actuar de manera más lenta y conservadora. Además, el priming puede influir en nuestras preferencias y decisiones, como en el caso de las votaciones o la elección de productos.

El autor destaca que estos efectos de priming son reales y se aplican a todos, aunque no seamos conscientes de ellos. Nuestra experiencia subjetiva no siempre refleja la influencia del priming, ya que gran parte de nuestras acciones y decisiones son impulsadas por nuestro Sistema 1, al cual no tenemos acceso consciente.

En resumen, este capítulo explora el funcionamiento del Sistema 1 y cómo este sistema automático y no consciente puede ser influenciado por el priming, generando respuestas emocionales, físicas y cognitivas. El priming puede afectar nuestras actitudes, comportamientos y decisiones de manera inconsciente, lo que demuestra que no somos tan conscientes y autónomos como creemos.

5 Facilidad cognitiva

En este capítulo, el autor explora el concepto de facilidad cognitiva y su relación con el Sistema 1 y el Sistema 2. La facilidad cognitiva es un indicador que muestra si las cosas van bien o si hay algún problema que requiere más esfuerzo del Sistema 2. La figura 5 ilustra las causas y consecuencias de la facilidad cognitiva.

La figura muestra que una frase impresa con letras claras, repetida o primada, será procesada con facilidad cognitiva. Además, escuchar a alguien cuando estamos de buen humor o cuando nos ponemos un lápiz en la boca para "sonreír" también induce facilidad cognitiva.

El capítulo también aborda las ilusiones de memoria y las ilusiones de verdad. En cuanto a las ilusiones de memoria, se menciona un experimento en el que se muestra que la familiaridad de una palabra puede hacer que parezca familiar, aunque no se recuerde su origen. En cuanto a las ilusiones de verdad, se muestra que la facilidad cognitiva puede hacer que una afirmación parezca verdadera, incluso si no se recuerda su origen.

El autor también habla sobre cómo escribir un mensaje persuasivo y cómo maximizar la facilidad cognitiva en el receptor. Se sugiere maximizar la legibilidad, utilizar papel de buena calidad, utilizar un lenguaje sencillo y poner las ideas en verso. Además, se menciona que citar una fuente con un nombre fácil de pronunciar también puede aumentar la credibilidad del mensaje.

El capítulo continúa explorando la relación entre la facilidad cognitiva, el estado de ánimo y la intuición. Se muestra que el buen humor aumenta la intuición y la creatividad, pero también puede llevar a errores lógicos. Por otro lado, el estado de ánimo negativo puede dificultar la realización de tareas intuitivas.

El capítulo concluye destacando la importancia de la facilidad cognitiva en nuestras vidas y cómo puede influir en nuestras decisiones y juicios. Se menciona que la facilidad cognitiva puede ser tanto causa como consecuencia de una sensación placentera. Además, se menciona el test de asociación remota como una herramienta para medir la facilidad cognitiva y la intuición de la coherencia.

En resumen, este capítulo explora en detalle el concepto de facilidad cognitiva y su relación con el Sistema 1 y el Sistema 2. Se discuten las ilusiones de memoria y las ilusiones de verdad, así como la forma de escribir mensajes persuasivos y maximizar la facilidad cognitiva en el receptor. También se explora la relación entre la facilidad cognitiva, el estado de ánimo y la intuición.

6 Normas, sorpresas y causas

En este capítulo, el autor comienza explicando las características y funciones del Sistema 1 y del Sistema 2, centrándose en el Sistema 1. El Sistema 1 se describe como una poderosa computadora en nuestras mentes, capaz de representar la estructura de nuestro mundo a través de vínculos asociativos en una vasta red de ideas. Aunque la propagación de la activación en el Sistema 1 es automática, el Sistema 2 tiene cierta capacidad para controlar la búsqueda en la memoria y programarla para atraer nuestra atención hacia eventos en el entorno.

Luego, el autor se adentra en la función principal del Sistema 1, que es mantener y actualizar un modelo de nuestro mundo personal que representa lo que es normal. Este modelo se construye a través de asociaciones que vinculan ideas sobre circunstancias, acontecimientos, acciones y consecuencias que ocurren con regularidad. Estas asociaciones forman un patrón de ideas que representa la estructura de los acontecimientos de nuestras vidas y determina nuestra interpretación del presente y nuestras expectativas para el futuro.

El autor también explora la capacidad de sorpresa en nuestra vida mental, distinguiendo entre expectativas activas y pasivas. Las expectativas activas son conscientes y se refieren a eventos específicos que esperamos que sucedan. Por otro lado, las expectativas pasivas son eventos que no esperamos activamente, pero que no nos sorprenden cuando ocurren debido a que son normales en una situación determinada.

El capítulo continúa con ejemplos que ilustran cómo nuestras expectativas y percepciones de la normalidad pueden cambiar a medida que se producen eventos inesperados o recurrentes. Estos ejemplos incluyen encuentros casuales con personas conocidas en lugares inusuales y la formación de expectativas activas después de presenciar eventos anormales en una situación determinada.

El autor también aborda la detección de anomalías y la percepción de causalidad. Se menciona que el Sistema 1 es experto en detectar alteraciones de la normalidad y encontrar patrones causales coherentes en base a la información limitada disponible. Se presentan ejemplos de experimentos que demuestran cómo el cerebro responde rápidamente a la detección de incongruencias y cómo nuestra mente tiende a atribuir intenciones y causas a los eventos.

Finalmente, el autor discute la importancia de las normas y la causalidad en la comunicación y la toma de decisiones. Se destaca que nuestra disposición innata a separar la causalidad física de la intencionalidad puede explicar la universalidad de las creencias religiosas. Además, se menciona que el pensamiento estadístico es necesario para razonar adecuadamente en situaciones que requieren un enfoque probabilístico, pero que pocas personas están capacitadas para ello.

En resumen, este capítulo explora las características y funciones del Sistema 1, la importancia de las normas y la sorpresa en nuestra vida mental, la detección de anomalías y la percepción de causalidad. También se discute la relevancia de las normas y la causalidad en la comunicación y la toma de decisiones.

7 Una máquina para saltar a las conclusiones

En este capítulo, el autor comienza citando una frase del humorista Danny Kaye que describe el funcionamiento del Sistema 1, el cual tiende a saltar a las conclusiones de manera eficiente cuando las probabilidades de acertar son altas y los costos de un error ocasional son aceptables. Sin embargo, este salto a las conclusiones puede ser arriesgado en situaciones desconocidas o cuando hay mucho en juego y no hay tiempo para obtener más información.

Luego, se presenta el concepto de ambigüedad y cómo el contexto influye en nuestra interpretación de la información. Se muestra una figura con tres objetos ambiguos y se explica cómo nuestra mente elige una interpretación sin darse cuenta de la ambigüedad que ha resuelto.

A continuación, se habla de la inclinación a la creencia y a la confirmación. Se menciona un estudio del psicólogo Daniel Gilbert que muestra cómo el Sistema 1 tiende a creer inicialmente en una idea y luego el Sistema 2 decide si creerla o no. También se destaca la influencia del cansancio en nuestra susceptibilidad a mensajes persuasivos vacuos.

Se aborda el tema de la coherencia emocional exagerada, también conocido como efecto halo. Se explica cómo nuestra impresión inicial de una persona puede influir en nuestra percepción de sus características y cómo tendemos a buscar información que confirme nuestras creencias actuales.

Finalmente, se menciona el concepto de WYSIATI (what you see is all there is), que se refiere a la tendencia del Sistema 1 a basarse en la información disponible en el momento sin tener en cuenta la información que no posee. Se presenta un estudio en el que se muestra cómo la presentación de pruebas por una de las partes en un caso legal influye en los juicios de las personas.

En resumen, este capítulo explora diferentes aspectos del funcionamiento de los sistemas de pensamiento y cómo influyen en nuestras decisiones y percepciones. Se destaca la importancia de ser conscientes de estos sesgos y de buscar información adicional antes de llegar a conclusiones definitivas.

8 Cómo se forman los juicios

En este capítulo, el autor explora cómo se forman los juicios en nuestra mente. Comienza explicando que no hay límite para el número de preguntas que podemos responder y atributos que podemos evaluar. Nuestro cerebro tiene dos sistemas: el Sistema 1 y el Sistema 2. El Sistema 2 es responsable de responder preguntas y buscar respuestas en la memoria, mientras que el Sistema 1 opera de manera automática y genera evaluaciones básicas sin esfuerzo. Estas evaluaciones básicas son importantes en el juicio intuitivo y pueden ser sustituidas por preguntas más difíciles. El autor también menciona la capacidad del Sistema 1 para trasladar valores a otras dimensiones y la existencia de la "escopeta mental", que hace que realicemos más cálculos de los necesarios.

El capítulo continúa explicando que el Sistema 1 realiza evaluaciones básicas continuas para evaluar el nivel de riesgo y determinar si una situación es segura o peligrosa. Estas evaluaciones también influyen en nuestro estado de ánimo y facilidad cognitiva. El autor menciona un estudio en el que se demostró que podemos evaluar rápidamente si una persona es dominante o digna de confianza basándonos en su rostro. Esta capacidad tiene un papel importante en el juicio intuitivo y puede influir en nuestras decisiones, como en el caso de las elecciones políticas.

El capítulo también explora cómo el Sistema 1 entiende el lenguaje y realiza evaluaciones básicas para comprender mensajes. Sin embargo, no todas las posibles atribuciones son evaluadas automáticamente. El autor menciona ejemplos en los que el Sistema 1 realiza evaluaciones de medias, pero no de sumas. También se menciona la capacidad del Sistema 1 para establecer equivalencias de intensidades entre diferentes dimensiones.

El autor destaca que el Sistema 1 realiza cálculos innecesarios y a veces perturbadores, lo que llama "escopeta mental". Se mencionan experimentos en los que los participantes fueron influenciados por aspectos irrelevantes al realizar tareas de evaluación. Además, se menciona la correspondencia de intensidades, que explica cómo establecemos juicios intuitivos sobre cosas de las que sabemos poco.

En resumen, este capítulo explora cómo se forman los juicios en nuestra mente, destacando la diferencia entre el Sistema 1 y el Sistema 2, las evaluaciones básicas que realiza el Sistema 1 y la influencia de la "escopeta mental" en nuestros juicios. También se menciona la capacidad del Sistema 1 para establecer equivalencias de intensidades y su papel en el juicio intuitivo.

9 Respondiendo a una pregunta más fácil

En este capítulo, el autor comienza hablando sobre cómo raramente nos quedamos sin saber qué responder en nuestra vida mental. Aunque a veces nos enfrentamos a preguntas difíciles, la mayoría de las veces tenemos sensaciones y opiniones intuitivas sobre las cosas. Estas respuestas intuitivas a menudo se basan en supuestas evidencias que no podemos explicar ni defender.

El autor introduce el concepto de sustitución, que es cuando no encontramos una respuesta satisfactoria a una pregunta difícil y en su lugar respondemos a una pregunta más fácil. Esto se debe a que nuestro Sistema 1 busca simplificar tareas difíciles encontrando preguntas relacionadas más fáciles de responder.

La sustitución de preguntas puede ser una estrategia útil para resolver problemas difíciles, pero también puede llevar a errores. El autor menciona que las heurísticas de sustitución no son elegidas conscientemente, sino que son una consecuencia del control impreciso que tenemos sobre nuestras respuestas a preguntas.

El autor también habla sobre la heurística 3-D, que ilustra cómo nuestra percepción puede ser engañada por ilusiones visuales. Por ejemplo, muestra un dibujo en el que dos figuras idénticas parecen tener tamaños diferentes debido a una ilusión de perspectiva.

Luego, el autor discute la heurística del estado de ánimo y la felicidad, explicando cómo nuestras respuestas a preguntas sobre nuestra felicidad pueden estar influenciadas por preguntas previas sobre otros aspectos de nuestra vida. Por ejemplo, si se nos pregunta sobre el número de invitaciones que recibimos el mes pasado antes de preguntarnos sobre nuestra felicidad, es más probable que nuestras respuestas estén influenciadas por nuestras emociones relacionadas con las invitaciones.

El autor también menciona la heurística del afecto, que sugiere que nuestras preferencias y antipatías determinan nuestras creencias sobre el mundo. Por ejemplo, si nos gusta una política en particular, es más probable que creamos que sus beneficios son sustanciales y sus costos son razonables.

En resumen, este capítulo explora cómo sustituimos preguntas difíciles por preguntas más fáciles de responder y cómo nuestras respuestas pueden estar influenciadas por nuestras emociones y preferencias. También se discuten las ilusiones visuales y cómo pueden engañar nuestra percepción.

Segunda parte HEURÍSTICAS Y SESGOS

10 La ley de los pequeños números

En este capítulo, el autor comienza hablando sobre un estudio que revela una pauta sorprendente en la incidencia de cáncer renal en los condados de Estados Unidos. Se observa que los condados con menor incidencia de cáncer renal son en su mayoría rurales y pertenecen a estados tradicionalmente republicanos. Por otro lado, los condados con mayor incidencia también son en su mayoría rurales y pertenecen a estados republicanos. Los estadísticos comentan que es fácil inferir que las bajas tasas de cáncer se deben a la vida sana propia de la forma de vida rural, mientras que las altas tasas pueden deberse a la pobreza propia de la vida rural. Sin embargo, el autor señala que la clave no está en que los condados sean rurales o republicanos, sino en que los condados rurales tienen una escasa población. La principal lección que se debe aprender es sobre la difícil relación entre la mente y la estadística. El Sistema 1 de pensamiento, que busca relaciones causales entre acontecimientos, no es útil cuando se enfrenta a hechos puramente estadísticos. El autor explica que los resultados de muestras pequeñas son más propensos a producir resultados extremos, y que esto se debe a la aleatoriedad. Además, se menciona que las personas tienden a confiar en sus intuiciones y a sobreestimar la consistencia y coherencia de lo que ven. Esto se debe a la tendencia a buscar patrones y a creer en un mundo coherente. El autor también habla sobre la inclinación a la confianza frente a la duda y cómo esto puede llevar a errores en la interpretación de la aleatoriedad. Se mencionan ejemplos como el de los bombardeos en Londres durante la Segunda Guerra Mundial y el baloncesto profesional. El capítulo concluye con la idea de que la ley de los pequeños números es parte de dos grandes historias sobre el funcionamiento de la mente.

11 Anclas

En este capítulo, los autores relatan un experimento que realizaron con una rueda de la fortuna para estudiar el efecto ancla. La rueda estaba diseñada para detenerse solo en los números 10 y 65, y los participantes debían estimar el porcentaje de naciones africanas en la ONU después de ver en qué número se detenía la rueda. Los resultados mostraron que las estimaciones promedio de aquellos que vieron el número 10 y el número 65 fueron del 25% y del 45%, respectivamente.

El efecto ancla es un fenómeno común en la vida cotidiana en el que las personas consideran un valor particular antes de hacer una estimación. Este efecto se produce tanto en un proceso deliberado de ajuste, realizado por el Sistema 2, como en un efecto de priming, una manifestación automática del Sistema 1.

Amos y el autor no estaban de acuerdo en la interpretación psicológica del efecto ancla. Amos defendía la idea de un ajuste gradual a partir de un número de anclaje, mientras que el autor creía que el anclaje era un caso de sugestión. Décadas después, otros investigadores demostraron que ambos tenían razón, ya que existen dos mecanismos diferentes que producen efectos ancla.

El ajuste insuficiente es un fallo del Sistema 2, en el que las personas no ajustan lo suficiente su estimación desde el ancla. Por otro lado, la sugestión es un efecto de priming en el que el Sistema 1 activa selectivamente pensamientos compatibles con el ancla.

Los investigadores también encontraron que el ajuste es una operación esforzada y que las personas ajustan menos cuando sus recursos mentales están agotados. Además, el ajuste insuficiente puede ser un problema en situaciones como la conducción o la relación entre padres e hijos.

El anclaje también puede ser utilizado de manera manipulativa, como en estrategias de marketing o en negociaciones de precios. Sin embargo, existen formas de resistir el efecto ancla, como centrar la atención en argumentos en contra del ancla o pensar en contrario.

El efecto de anclaje puede medirse mediante el índice de anclaje, que es la ratio de las diferencias entre las estimaciones promedio de dos grupos con anclas diferentes. Este índice suele ser alrededor del 55%.

El anclaje puede tener un impacto significativo en las decisiones que tomamos en la vida cotidiana, desde contribuciones caritativas hasta negociaciones de precios. Es importante ser consciente de este efecto y tratar de resistirlo cuando sea necesario.

12 La ciencia de la disponibilidad

En este capítulo, los autores relatan su año más productivo en Eugene, Oregón, donde fueron invitados por el Instituto de Investigación de Oregón. Durante este tiempo, llevaron a cabo numerosos experimentos y escribieron artículos sobre las heurísticas del juicio. Uno de los proyectos en los que trabajaron fue el estudio de la heurística de la disponibilidad, que consiste en juzgar la frecuencia de una categoría basándose en la facilidad con la que se pueden recordar ejemplos de la misma. Aunque en ese momento aún no habían desarrollado el enfoque de los dos sistemas, ahora saben que esta heurística está implicada en ambos sistemas.

Los autores también discuten la cuestión de cuántos ejemplos se deben extraer para tener la impresión de que estos acuden fácilmente a la mente. Descubrieron que en realidad no se necesita extraer ningún ejemplo, ya que la facilidad con la que se pueden recordar los ejemplos no depende de su número. Además, explican que la heurística de la disponibilidad puede llevar a errores sistemáticos, ya que sustituye una pregunta por otra y puede verse influenciada por diferentes factores.

Los autores también mencionan que es posible resistirse a los sesgos de disponibilidad, pero requiere un esfuerzo consciente de reconsiderar nuestras impresiones e intuiciones. Sin embargo, señalan que la posibilidad de evitar errores justifica este esfuerzo.

Además, los autores mencionan un estudio que sugiere que ser conscientes de nuestros propios sesgos de disponibilidad puede contribuir a la armonía en las relaciones personales. En este estudio, se preguntó a los cónyuges sobre su contribución personal a diferentes tareas del hogar, y se encontró que cada cónyuge tendía a sobrestimar su propia contribución.

Los autores también discuten un experimento realizado por psicólogos alemanes que investigaron cómo la petición de listar un número especificado de ejemplos afecta las impresiones de las personas sobre la frecuencia de una categoría. Descubrieron que la facilidad con la que se pueden obtener los ejemplos influye en los juicios de las personas sobre esa categoría.

En general, los autores concluyen que la facilidad con la que los ejemplos acuden a la mente es una heurística del Sistema 1, que puede ser reemplazada por una focalización en el contenido cuando el Sistema 2 está más comprometido. También mencionan que las personas que se dejan guiar por el Sistema 1 son más propensas a los sesgos de disponibilidad que las que están en un estado de mayor atención.

En resumen, este capítulo explora la heurística de la disponibilidad y cómo afecta nuestros juicios y decisiones. Los autores presentan ejemplos y estudios que demuestran cómo esta heurística puede llevar a errores sistemáticos y cómo podemos resistirnos a ellos. También discuten la relación entre la disponibilidad y la confianza en la intuición.

13 Disponibilidad, emoción y riesgo

En este capítulo, se explora la idea de disponibilidad y su relevancia en el estudio del riesgo. Se menciona que la disponibilidad ayuda a explicar los patrones de contratación de seguros y de acción preventiva después de un desastre. Se observa que la preocupación y la diligencia de las personas disminuyen con el tiempo, lo que explica los ciclos recurrentes de desastre, preocupación y creciente confianza.

Se menciona que los estudios más influyentes sobre los sesgos de disponibilidad fueron realizados por Paul Slovic, Sarah Lichtenstein y Baruch Fischhoff. Se llevó a cabo un estudio en el que se pidió a los participantes que consideraran pares de causas de muerte y estimaran la proporción de las dos frecuencias. Se encontró que las estimaciones de causas de muerte están distorsionadas por la cobertura mediática, que se sesga hacia la novedad y el dramatismo. Los sucesos poco habituales atraen una atención desproporcionada y se perciben como más habituales de lo que realmente son.

Se menciona que la facilidad con que las ideas de diversos riesgos acuden a la mente y las reacciones emocionales a dichos riesgos están inextricablemente enlazadas. Se habla de la heurística del afecto, en la que las personas hacen juicios y toman decisiones consultando sus emociones. Se relaciona esta heurística con la obra del neurocientífico Antonio Damasio, quien propuso que las evaluaciones emocionales de hechos desempeñan un papel importante en las decisiones.

Se menciona un estudio en el que se pidió a los participantes que listaran los beneficios y los riesgos de diversas tecnologías. Se encontró una correlación negativa entre las estimaciones de beneficios y riesgos, dependiendo de la disposición favorable o desfavorable hacia la tecnología. Además, se encontró que los mensajes que resaltaban los beneficios de una tecnología modificaban las creencias sobre los riesgos, y viceversa.

Se habla de las diferencias entre los expertos y el público en la percepción del riesgo. Se menciona que los expertos suelen medir los riesgos por el número de vidas perdidas, mientras que el público hace distinciones más sutiles. Se argumenta que el público tiene un concepto más rico de los riesgos que los expertos y que sus opiniones deben ser respetadas en la toma de decisiones.

Se menciona la idea de las cascadas de disponibilidad, que son cadenas autosostenidas de acontecimientos que pueden comenzar con reportajes mediáticos y llegar hasta el pánico colectivo y la intervención del gobierno. Se mencionan dos ejemplos: el caso de Love Canal y la amenaza Alar. Se argumenta que las cascadas de disponibilidad distorsionan las prioridades en la asignación de recursos públicos y que deben ser tenidas en cuenta en la política de riesgos.

Se menciona el debate entre Cass Sunstein y Paul Slovic sobre el papel de los expertos y el público en la toma de decisiones sobre el riesgo. Sunstein defiende el papel de los expertos como baluarte contra los excesos populistas, mientras que Slovic confía más en el público y señala que aislar a los expertos de las emociones de la opinión pública produce políticas que la sociedad rechazará.

Se concluye que tanto Sunstein como Slovic tienen razón en sus argumentos y que la psicología debe informar el diseño de políticas de riesgo que combinen el conocimiento de los expertos y las emociones e intuiciones de la sociedad.

14 La especialidad de Tom W.

En este capítulo, se plantea un ejercicio en el que se pide ordenar nueve campos de especialización según la probabilidad de que Tom W., un estudiante de la universidad, esté matriculado en alguno de ellos. Se explica que la clave para resolver este ejercicio es la cantidad relativa de matriculaciones en los diferentes campos, es decir, las tasas base. A falta de información específica sobre Tom W., se supone que es más probable que se matricule en humanidades y educación que en informática o biblioteconomía, debido a que hay más estudiantes en el primer campo.

A continuación, se presenta un esbozo de la personalidad de Tom W. redactado por un psicólogo, en el que se describe como alguien con inteligencia superior pero sin auténtica creatividad, con necesidad de orden y claridad, y con poco interés y simpatía por los demás. Se le pide al lector que ordene los nueve campos de especialización según la similitud de la descripción de Tom W. con el estudiante tipo de cada campo.

Se menciona que en la mayoría de los casos, los participantes colocaron informática e ingeniería en los primeros puestos, mientras que humanidades y educación y ciencias sociales y asistencia social fueron colocados en los últimos puestos. Se destaca que los estereotipos profesionales parecen haber cambiado poco en los últimos años.

Luego, se realiza una tercera tarea en la que se pide a estudiantes de psicología ordenar los campos de especialización según la probabilidad de que Tom W. esté matriculado en alguno de ellos. A pesar de que estos estudiantes conocen las tasas base y saben que la descripción de Tom W. no es muy fidedigna, se espera que se centren en la representatividad y ignoren las tasas base y las dudas sobre la veracidad de la descripción.

Se menciona que el autor y su colega realizaron un experimento similar con estudiantes de psicología de tres grandes universidades, y los resultados fueron consistentes con la predicción. Las ordenaciones de los campos por probabilidad no diferían de las clasificaciones por similitud con el estereotipo.

Se discute el concepto de probabilidad y se menciona que las personas tienden a juzgar la probabilidad por la representatividad, lo cual puede llevar a errores. Se mencionan dos pecados de la representatividad: la disposición excesiva a predecir acontecimientos improbables y la insensibilidad a la cualidad de la evidencia.

Se destaca la importancia de disciplinar la intuición y se menciona la estadística bayesiana como un enfoque que combina las creencias previas con la evidencia. Se mencionan dos ideas clave del razonamiento bayesiano: la importancia de las tasas base y la tendencia a exagerar la diagnosticidad de la evidencia.

Finalmente, se presentan ejemplos de situaciones en las que es necesario tener en cuenta la representatividad y se hace hincapié en la importancia de considerar las tasas base y la calidad de la evidencia en los juicios de probabilidad.

15 Linda: menos es más

En este capítulo, los autores presentan el experimento más conocido y controvertido que realizaron, el cual involucra a una dama ficticia llamada Linda. El objetivo de este experimento era demostrar el papel de las heurísticas en el juicio y su incompatibilidad con la lógica. Linda es descrita como una mujer soltera de 31 años, franca y brillante, especializada en filosofía y preocupada por los asuntos de discriminación y justicia social. Los participantes del experimento debían ordenar una lista de ocho posibles escenarios para Linda, algunos basándose en representatividad y otros en probabilidad. El problema radica en que, al agregar detalles a la descripción de Linda, como ser una cajera feminista de un banco, la historia se vuelve más coherente y plausible, pero menos probable. Esto crea un conflicto entre la intuición de representatividad y la lógica de la probabilidad. En el experimento inicial, los participantes ordenaron los casos de manera similar, colocando a "cajera feminista de banco" por encima de "cajera de un banco". Incluso los participantes versados en estadística cometieron el mismo error. En un intento desesperado por eliminar el error, se presentó a los participantes una pregunta simple en la que debían elegir la opción más probable entre "Linda es cajera de un banco" y "Linda es cajera de un banco y activista del movimiento feminista". Sorprendentemente, la mayoría de los participantes eligieron la segunda opción, a pesar de ser incorrecta. Este fenómeno se conoce como la falacia de la conjunción. Los autores también mencionan otros experimentos en los que se observa el patrón de "menos es más", donde la adición de elementos deteriorados o menos valiosos a un conjunto hace que este sea más valorado. En resumen, el experimento de Linda demuestra que la intuición a menudo prevalece sobre la lógica, incluso en situaciones donde la respuesta correcta es evidente.

16 Las causas triunfan sobre la estadística

En este capítulo, se plantea un problema de inferencia bayesiana en el que se busca determinar la probabilidad de que un taxi implicado en un accidente sea de color azul y no verde. Se presentan dos compañías de taxis, la Verde y la Azul, y se proporcionan datos sobre la tasa base de taxis azules (15%) y la declaración de un testigo que afirma haber visto un taxi azul (80% de fiabilidad). Se explica que estas dos fuentes de información pueden combinarse utilizando la regla de Bayes, lo que da como resultado una probabilidad del 41% de que el taxi sea azul. Sin embargo, se señala que la mayoría de las personas tienden a ignorar la tasa base y se centran únicamente en el testimonio del testigo, lo que lleva a una respuesta más común del 80%.

A continuación, se introduce el concepto de estereotipos causales y se presenta una variación del problema del taxi en la que se altera la presentación de la tasa base. En esta versión, se menciona que los conductores de taxis verdes causan más accidentes que los de taxis azules. Se explica que esta información causa una reacción inmediata en las personas, quienes forman un estereotipo de los conductores verdes como imprudentes. Se destaca que esta versión del problema implica dos historias causales que deben combinarse: el accidente y la declaración del testigo. Se menciona que las inferencias basadas en estas dos historias son contradictorias y se anulan mutuamente, lo que resulta en probabilidades aproximadamente iguales para ambos colores de taxi.

A continuación, se discuten dos tipos de tasas base: las tasas base estadísticas y las tasas base causales. Se explica que las tasas base estadísticas son hechos relativos a la población y no son relevantes para casos individuales, mientras que las tasas base causales cambian nuestra idea sobre cómo se produjo un caso individual. Se menciona que los estereotipos son aserciones sobre un grupo que se aceptan como hechos que caracterizan a cada miembro, y se ejemplifican con afirmaciones sobre alumnos de un instituto y la afición al ciclismo en Francia. Se destaca que los estereotipos son una forma de pensar en categorías y que el Sistema 1 tiende a representar categorías como normas y ejemplos prototípicos.

Se plantea la ironía de que, en el contexto del problema del taxi, la falta de atención a la tasa base es considerada un error cognitivo, mientras que en otros contextos, como los arrendamientos o las descripciones personales, existe una norma social contra los estereotipos. Se menciona que esta norma social ha sido beneficiosa para la creación de una sociedad más civilizada e igualitaria, pero se destaca que negar los estereotipos válidos tiene costos y que la resistencia a los estereotipos no es científicamente defendible.

Luego, se presenta un experimento realizado por el psicólogo Icek Ajzen en el que se manipulan las tasas base causales para evaluar su impacto en los juicios de probabilidad. Se menciona que los participantes fueron sensibles a las tasas base causales y que juzgaron que los estudiantes tenían más probabilidades de aprobar el examen en la situación más propicia. Se destaca que el Sistema 1 es débil en el razonamiento estadístico y que las versiones del problema son equivalentes desde una perspectiva bayesiana.

A continuación, se discute la dificultad de enseñar esta psicología a los estudiantes. Se menciona un experimento realizado por Richard Nisbett y Eugene Borgida en el que se muestra que los estudiantes no hacen inferencias que entren en conflicto con sus creencias previas a partir de la información de la tasa base. Se destaca que enseñar psicología es casi siempre una pérdida de tiempo, ya que los estudiantes no cambian sus creencias sobre la naturaleza humana a pesar de conocer los resultados de los experimentos. Se menciona que los estudiantes resisten la situación y no aprenden algo nuevo, y que cambiar las creencias sobre uno mismo es aún más difícil. Se destaca que los casos concretos sorprendentes son más efectivos para enseñar psicología que la mera estadística, ya que generan una incongruencia que debe resolverse e insertarse en una historia causal.

Finalmente, se presenta un experimento en el que se muestra que las personas tienden a eximirse de la responsabilidad cuando saben que otros han oído una petición de ayuda. Se destaca que las personas no se apresuran a ayudar cuando esperan que otros se encarguen de la situación y que esto demuestra la influencia del entorno social en el comportamiento humano. Se menciona que cambiar nuestras ideas sobre la naturaleza humana es difícil y que las personas tienden a inferir lo general a partir de lo particular, pero no lo particular a partir de lo general. Se concluye que existe una brecha entre el pensamiento estadístico y el pensamiento sobre casos individuales, y que los casos concretos sorprendentes son más efectivos para cambiar las creencias que la mera estadística.

17 Regresión a la media

En este capítulo, el autor comienza contando una anécdota en la que enseñaba a instructores de vuelo de la Fuerza Aérea Israelí sobre la psicología de un entrenamiento eficaz. Uno de los instructores argumenta que las recompensas por los avances no son tan eficaces como los castigos por los errores, ya que cuando felicita a los cadetes por una buena ejecución, suelen hacerlo mal en el siguiente intento, y cuando los reprende por una mala ejecución, suelen mejorar en el siguiente intento. El autor explica que esto se debe a la regresión a la media, que es causada por fluctuaciones aleatorias en la calidad de la ejecución. El instructor había relacionado erróneamente una interpretación causal con estas fluctuaciones aleatorias.

Luego, el autor realiza un experimento con oficiales de la sala de clases, en el que les pide que arrojen dos monedas al blanco sin mirarlo. Después de medir las distancias al blanco, el autor muestra que aquellos que obtuvieron mejores resultados en el primer intento suelen empeorar en el segundo, y aquellos que obtuvieron peores resultados en el primer intento suelen mejorar en el segundo. Esto demuestra nuevamente la regresión a la media.

El autor explica que los instructores de vuelo estaban atrapados en una contingencia desafortunada, ya que al reprender a los cadetes por una mala ejecución, estos solían mejorar en el siguiente intento, aunque la reprimenda fuera ineficaz. Esto se debe a que los cadetes tenían una ejecución por debajo de la media y, por lo tanto, tenían más probabilidades de mejorar en el siguiente intento, independientemente de la reprimenda. Del mismo modo, al felicitar a los cadetes por una buena ejecución, estos solían hacerlo mal en el siguiente intento, ya que habían tenido suerte en el intento anterior.

El autor también menciona que el éxito en cualquier campo está determinado por una combinación de talento y suerte. Cuanto mayor sea el éxito, más influencia tendrá la suerte. Además, explica que la regresión a la media también se aplica al golf, donde los jugadores que obtienen una puntuación excepcionalmente buena en el primer día suelen empeorar en el segundo día, y viceversa.

El autor destaca que la regresión a la media es un fenómeno común pero a menudo malinterpretado. Muchas veces se le atribuye una explicación causal cuando en realidad es simplemente una consecuencia de la fluctuación aleatoria. También menciona que la regresión a la media fue descubierta por Francis Galton en el siglo XIX, pero fue difícil de entender y aceptar debido a nuestra tendencia a buscar explicaciones causales.

El capítulo concluye con ejemplos adicionales de cómo la regresión a la media puede llevar a interpretaciones erróneas, como en el caso de los niños deprimidos tratados con una bebida energética y en las predicciones de ventas en una cadena de almacenes. El autor enfatiza la importancia de comprender y tener en cuenta la regresión a la media al hacer predicciones y tomar decisiones.

18 Domesticando las predicciones intuitivas

En este capítulo, el autor comienza hablando sobre las diferentes ocasiones en las que hacemos predicciones en nuestra vida diaria, ya sea en el ámbito económico, financiero, militar, entre otros. Algunas de estas predicciones se basan en datos y análisis precisos, mientras que otras se basan en la intuición y en el Sistema 1 de pensamiento. El autor menciona que las intuiciones pueden ser adquiridas a través de la experiencia y la práctica, como en el caso de los ajedrecistas, los jefes de bomberos y los médicos. También menciona que algunas intuiciones surgen de la sustitución de una pregunta difícil por otra más fácil.

El autor luego habla sobre las intuiciones no regresivas, que son aquellas que no tienen en cuenta la regresión a la media. Para ilustrar esto, menciona el caso de Julie, una lectora precoz, y cómo las personas tienden a sobreestimar su rendimiento académico basándose en su habilidad para leer tempranamente. El autor también menciona un experimento en el que se pide a los participantes que juzguen descripciones de nuevos estudiantes universitarios y cómo sus predicciones no regresivas están sesgadas por la intensidad de la descripción.

El autor continúa hablando sobre la corrección de las predicciones intuitivas y cómo se puede utilizar un enfoque basado en la regresión a la media para hacer predicciones más precisas. Propone un método de cuatro pasos para corregir las predicciones intuitivas, teniendo en cuenta la línea base, la intuición, la correlación y la predicción final. También menciona que las predicciones intuitivas necesitan ser corregidas porque están sesgadas y no regresivas.

El autor discute la importancia de las predicciones extremas y cómo pueden ser útiles en ciertos contextos, como en el caso de los capitalistas aventurados o los banqueros conservadores. Sin embargo, también advierte sobre los peligros de confiar demasiado en predicciones extremas y cómo pueden llevar a errores de juicio.

Finalmente, el autor habla sobre la regresión considerada entre los dos sistemas de pensamiento, el Sistema 1 y el Sistema 2. Menciona que las predicciones extremas y la confianza excesiva en las intuiciones son características del Sistema 1, mientras que la regresión a la media es un problema del Sistema 2. El autor destaca la importancia de entrenar al Sistema 2 para corregir las predicciones intuitivas y evitar sesgos y errores de juicio.

En resumen, en este capítulo el autor explora las diferentes ocasiones en las que hacemos predicciones, las intuiciones no regresivas, la corrección de las predicciones intuitivas y la importancia de la regresión a la media. También discute la utilidad de las predicciones extremas y los peligros de confiar demasiado en ellas.

Tercera parte EXCESO DE CONFIANZA

19 La ilusión de entender

En este capítulo, el autor comienza hablando sobre Nassim Taleb, quien ha sido considerado un psicólogo además de financiero, filósofo y estadístico. Taleb introdujo la noción de falacia narrativa en su libro "El cisne negro", para explicar cómo las historias dudosas del pasado influyen en nuestras opiniones sobre el mundo y nuestras expectativas sobre el futuro. Las falacias narrativas surgen de nuestro intento de dar sentido al mundo y las historias explicativas que encontramos convincentes son simples, concretas y se centran en eventos llamativos en lugar de considerar todas las posibilidades.

El autor también menciona el efecto halo, que nos lleva a establecer correspondencias entre nuestras opiniones sobre las cualidades de una persona y nuestro juicio sobre un atributo particularmente significativo. Este efecto puede ser positivo o negativo y contribuye a simplificar nuestras narrativas explicativas.

Luego, el autor habla sobre cómo las historias persuasivas crean una ilusión de inevitabilidad. Utiliza el ejemplo de la historia de Google para ilustrar esto. Dos estudiantes de Stanford crearon una empresa exitosa, pero la suerte también jugó un papel importante en su éxito. Sin embargo, la historia detallada de Google nos hace sentir que entendemos por qué tuvieron éxito y nos hace creer que podemos aprender lecciones valiosas de su historia.

El autor continúa explicando que nuestra ilusión de entender el pasado nos lleva a creer que también podemos predecir y controlar el futuro. Sin embargo, la verdad es que entendemos el pasado menos de lo que creemos. Utiliza el ejemplo de la crisis financiera de 2008 para mostrar cómo muchas personas afirman haber sabido que iba a suceder, pero en realidad no podían probarlo de manera concluyente. Nuestra creencia en la previsibilidad del mundo es una ilusión peligrosa.

El autor también habla sobre el sesgo de la retrospección, que nos lleva a revisar nuestras creencias anteriores a la luz de los acontecimientos reales. Esto puede llevarnos a subestimar el grado en que los acontecimientos pasados nos sorprendieron y a culpar a quienes toman decisiones por malos resultados, sin reconocer las circunstancias impredecibles que pueden haber influido en esos resultados.

Finalmente, el autor critica los libros de gestión empresarial que intentan extraer lecciones operativas del éxito empresarial. Menciona que la comparación entre empresas exitosas y menos exitosas es en gran medida una comparación entre empresas que han tenido más o menos suerte. Las cualidades de liderazgo y gestión no pueden deducirse directamente del éxito observado, ya que el factor suerte desempeña un papel importante.

En resumen, este capítulo explora las ilusiones cognitivas que nos llevan a creer que entendemos el pasado, podemos predecir el futuro y podemos extraer lecciones operativas del éxito empresarial. El autor destaca la importancia de reconocer la influencia de la suerte y la inevitabilidad de la regresión a la media.

20 La ilusión de validez

En este capítulo, el autor comienza hablando sobre el Sistema 1, que tiende a saltar a conclusiones basadas en poca evidencia, y el WYSIATI, que hace que solo tengamos en cuenta la evidencia que tenemos. Debido a la coherencia que genera, nuestra confianza subjetiva en nuestras opiniones refleja la coherencia de la historia que hemos construido. La cantidad y calidad de la evidencia no importa mucho, ya que con poca evidencia se puede construir una buena historia. A veces, nuestras creencias más importantes no tienen evidencia más allá de lo que las personas en las que confiamos creen.

Luego, el autor cuenta una experiencia que tuvo en el ejército, donde observaba a soldados resolviendo un problema en un campo de obstáculos. A través de esta experiencia, el autor se dio cuenta de la ilusión de validez, que es la tendencia a confiar en nuestras evaluaciones y predicciones a pesar de la evidencia de que no podemos predecir con certeza el éxito de alguien. A pesar de que sus evaluaciones no eran muy precisas, el autor y su colega confiaban plenamente en ellas.

El autor también habla sobre la ilusión de aptitud inversora en el mundo de las finanzas. A pesar de que la teoría económica dice que el precio de las acciones ya incorpora toda la información disponible, muchos inversores creen que pueden hacerlo mejor que el mercado. Sin embargo, estudios demuestran que la mayoría de los inversores individuales obtienen peores resultados que si simplemente hubieran asignado probabilidades iguales a cada opción. Los inversores individuales tienden a vender acciones que han subido y a aferrarse a las que han bajado, lo que lleva a resultados pobres.

El autor también menciona un estudio realizado por Philip Tetlock sobre las predicciones de expertos en política y economía. El estudio encontró que los expertos se equivocaban más de lo que lo harían si simplemente hubieran adivinado al azar. Además, los expertos eran reacios a admitir que estaban equivocados y tendían a poner excusas cuando sus predicciones fallaban.

En resumen, este capítulo explora las ilusiones de validez y aptitud en diferentes contextos, como la evaluación de soldados en el ejército y las predicciones en el mundo de las finanzas y la política. A pesar de la evidencia de que no podemos predecir con certeza el éxito de alguien o el futuro, tendemos a confiar en nuestras evaluaciones y predicciones.

21 Intuiciones «versus» fórmulas

En este capítulo, el autor habla sobre Paul Meehl, un psicólogo versátil y genial del siglo XX. Meehl fue profesor en varios departamentos de la Universidad de Minnesota y escribió sobre diversos temas, desde psicología hasta religión y ciencia política. Uno de sus libros más famosos es "Clinical vs. Statistical Prediction: A Theoretical Analysis and a Review of the Evidence", en el cual examina la efectividad de las predicciones clínicas en comparación con las predicciones estadísticas.

En este libro, Meehl analiza los resultados de 20 estudios que comparan las predicciones clínicas basadas en la intuición de profesionales con las predicciones estadísticas basadas en algoritmos. En uno de los estudios, se compararon las predicciones de tutores experimentados sobre las notas de estudiantes novatos con las predicciones de un algoritmo estadístico. A pesar de que los tutores tenían acceso a más información, el algoritmo fue más preciso en 11 de los 14 casos.

Estos resultados provocaron controversia entre los psicólogos clínicos, pero han llevado a una corriente de investigación que continúa hasta hoy. Se han realizado numerosos estudios que comparan las predicciones clínicas con las predicciones estadísticas, y en la mayoría de los casos, los algoritmos han demostrado ser más precisos.

Además, se ha ampliado el rango de predicciones en las que los algoritmos superan a los expertos, incluyendo variables médicas, económicas y de interés para agencias gubernamentales. En todos estos casos, los algoritmos han igualado o superado la precisión de los expertos.

El autor también menciona el trabajo del economista Orley Ashenfelter, quien ha utilizado algoritmos para predecir el valor futuro de los vinos de Burdeos. Su fórmula ha demostrado ser extremadamente precisa, superando las predicciones de los expertos y desafiando la teoría económica convencional.

El capítulo también explora las razones por las cuales los algoritmos son superiores a los juicios humanos. Una de ellas es que los expertos tienden a considerar factores complejos y a sobrevalorar su intuición, lo cual reduce la validez de sus predicciones. Además, los humanos son inconsistentes en sus juicios y están influenciados por el contexto en el que se encuentran.

A pesar de la evidencia a favor de los algoritmos, los expertos siguen mostrando resistencia hacia ellos. Esto se debe en parte a una preferencia por lo natural y una aversión hacia lo artificial o sintético. También hay una dimensión moral en juego, ya que las decisiones tomadas por algoritmos pueden parecer menos éticas que las tomadas por humanos.

Sin embargo, el autor argumenta que cada vez más personas están aceptando la utilidad de los algoritmos en diversas áreas de la vida cotidiana, como la recomendación de libros o música, las decisiones de crédito y las predicciones deportivas. A medida que los algoritmos se vuelven más comunes, es probable que la hostilidad hacia ellos disminuya.

En resumen, este capítulo destaca la superioridad de los algoritmos en comparación con los juicios humanos en la predicción de resultados. A través de ejemplos y evidencia científica, el autor demuestra que los algoritmos son más precisos y confiables en una amplia gama de situaciones. Aunque los expertos pueden tener habilidades y conocimientos específicos, los algoritmos son más consistentes y objetivos en sus predicciones.

22 La intuición experta: ¿cuándo podemos confiar en ella?

En este capítulo, el autor habla sobre las controversias profesionales y cómo estas sacan lo peor del profesorado universitario. Menciona que los intercambios de críticas y réplicas en revistas científicas son una pérdida de tiempo, ya que rara vez se concede algo a una crítica mordaz y es poco común admitir que la crítica original estaba equivocada. Sin embargo, el autor ha buscado otra manera de tratar los desacuerdos a través de las "colaboraciones con adversarios", donde especialistas que no están de acuerdo en temas científicos escriben conjuntamente un artículo sobre sus diferencias.

El autor relata su experiencia más satisfactoria y productiva en una colaboración con Gary Klein, líder intelectual de una asociación de especialistas en Naturalistic Decision Making (decisión naturalista). Aunque tienen opiniones diferentes, deciden colaborar en un proyecto para trazar el límite que separa las maravillas de la intuición de sus fallos. Durante siete u ocho años, discuten, resuelven desacuerdos, se hacen amigos y finalmente publican un artículo conjunto titulado "Conditions for Intuitive Expertise: A Failure to Disagree". Aunque no encuentran asuntos en los que estén en desacuerdo, tampoco están realmente de acuerdo.

El autor menciona el libro de Malcolm Gladwell, "Inteligencia intuitiva", y cómo él y Klein están de acuerdo en que la intuición no siempre está equivocada. Klein ha estudiado la pericia de los bomberos y cómo los expertos desarrollan capacidades intuitivas. El autor invita a Klein a colaborar en un proyecto para explorar los límites de la intuición. Ambos se proponen responder a la pregunta de cuándo se puede confiar en un profesional experimentado que pretende tener intuición.

El autor explica que la intuición es un reconocimiento basado en la experiencia almacenada en la memoria. Menciona que el aprendizaje emocional puede ser rápido, pero convertirse en un experto en una tarea compleja lleva mucho tiempo y práctica. Destaca que la confianza subjetiva no es un indicador confiable de la validez de la intuición y que la evaluación de la intuición de un experto debe considerar la regularidad del entorno y el historial de aprendizaje.

El autor concluye que en entornos regulares y con oportunidades de aprendizaje adecuadas, se puede confiar en las intuiciones de los expertos. Sin embargo, en entornos menos regulares o de baja validez, las intuiciones pueden ser engañosas. Recomienda evaluar la validez de la intuición considerando la regularidad del entorno, la retroalimentación y la suficiencia de las oportunidades prácticas. El autor también menciona que, a pesar de las diferencias emocionales, encontrar acuerdo intelectual es más importante en una colaboración.

23 La visión desde fuera

En este capítulo, el autor narra su experiencia al liderar un proyecto de diseño de un plan de estudios y la escritura de un libro de texto sobre teoría del juicio y de la decisión en las universidades de Israel. Después de un año de trabajo, el equipo había elaborado un programa de estudios detallado, escrito algunos capítulos y dado algunas lecciones de muestra. Sin embargo, durante una discusión sobre estimaciones de tiempo, el autor se dio cuenta de que no habían considerado la posibilidad del fracaso y decidió preguntar a Seymour, un experto en planes de estudio, sobre la historia de otros equipos similares. Seymour reveló que un 40% de los equipos no habían logrado terminar su trabajo y que los que lo habían hecho habían tardado entre siete y diez años. Además, señaló que su equipo estaba por debajo de la media en comparación con otros. A pesar de esta información, el equipo decidió continuar con el proyecto y finalmente lo completó ocho años después. El autor reflexiona sobre las lecciones aprendidas de esta experiencia, incluyendo la importancia de adoptar una visión desde fuera al hacer predicciones y planificar proyectos, y la tendencia humana a ser optimistas y no considerar las estadísticas de referencia. También destaca la necesidad de reconocer la falacia de la planificación y la importancia de tomar decisiones basadas en una consideración racional de los costos y beneficios.

24 El motor del capitalismo

En este capítulo, el autor habla sobre la falacia de la planificación y el sesgo optimista que está presente en la mayoría de las personas. Explica que tendemos a ver el mundo de manera más benigna de lo que realmente es, a sobreestimar nuestras capacidades y a creer que los objetivos que perseguimos son más fáciles de lograr de lo que realmente son. También tendemos a exagerar nuestra capacidad para predecir el futuro, lo cual nos lleva a tener un exceso de confianza optimista.

El autor menciona que el optimismo es algo normal, pero algunas personas son más optimistas que otras. Aquellos que tienen un sesgo optimista genético se sienten afortunados y tienen una actitud optimista hacia la vida. Los optimistas suelen ser alegres, felices y populares. También se recuperan más fácilmente de los fracasos y tienen una mayor probabilidad de tener una buena salud y una mayor longevidad. Sin embargo, el autor advierte que el optimismo solo es beneficioso en cierta medida y que es importante mantener un sentido de la realidad.

El autor también menciona que los optimistas desempeñan un papel desproporcionado en nuestras vidas. Son los inventores, los empresarios y los líderes políticos y militares. Han llegado a donde están buscando desafíos y arriesgándose. Sin embargo, también tienden a subestimar los riesgos y a creer que son más prudentes de lo que realmente son. Su confianza en el éxito futuro alimenta una actitud positiva que les ayuda a obtener recursos de otros y a mejorar sus perspectivas de éxito.

El autor habla sobre las ilusiones empresariales y cómo los emprendedores optimistas a menudo subestiman las contingencias y asumen más riesgos de los que deberían. Menciona que en Estados Unidos, las posibilidades de que un pequeño negocio sobreviva a los cinco años son del 35%, pero los empresarios tienden a creer que sus negocios tienen más posibilidades de éxito de las que realmente tienen. También menciona que los directivos de grandes empresas a menudo hacen apuestas insensatas debido a su exceso de confianza y que esto puede llevar a fusiones y adquisiciones que no son rentables.

El autor habla sobre el exceso de confianza y cómo afecta a las decisiones financieras. Menciona un estudio en el que los agentes financieros de grandes corporaciones hicieron predicciones sobre el comportamiento del mercado bursátil y se demostró que sus predicciones carecían de valor. También menciona que los expertos en diferentes campos, como la medicina, a menudo tienen un exceso de confianza en sus diagnósticos y que esto puede llevar a errores.

El autor menciona que el optimismo exagerado puede ser mitigado mediante ejercicios como el "pre mortem", en el que se pide a un grupo de personas que imaginen un escenario en el que la decisión tomada resulta en un desastre. Este ejercicio ayuda a frenar el pensamiento grupal y a liberar la imaginación de los individuos para considerar posibles riesgos que no habían tenido en cuenta.

En resumen, este capítulo explora el sesgo optimista omnipresente en los seres humanos y cómo afecta a nuestras decisiones. El autor destaca la importancia de mantener un sentido de la realidad y de considerar los posibles riesgos antes de tomar decisiones importantes. También sugiere que el ejercicio del "pre mortem" puede ser útil para mitigar el exceso de confianza optimista.

Cuarta parte ELECCIONES

25 Los errores de Bernoulli

En este capítulo, el autor recuerda cómo Amos le pasó un ensayo de un economista suizo llamado Bruno Frey que discutía los supuestos psicológicos de la teoría económica. Esto hizo que el autor se diera cuenta de la profunda diferencia entre los mundos intelectuales de los economistas y los psicólogos. Mientras que los economistas asumen que las personas son racionales, egoístas y sus gustos no cambian, los psicólogos saben que las personas no son completamente racionales ni egoístas, y que sus gustos son cambiantes. Esto llevó al autor y a Amos a embarcarse en un estudio sobre la toma de decisiones, específicamente en las actitudes de las personas hacia las opciones arriesgadas.

El autor explica que los juegos simples, que son modelos sencillos de elección entre diferentes resultados inciertos, son importantes para comprender las decisiones más complejas que enfrentamos en la vida cotidiana. Los estudiosos de la decisión esperan que las lecciones aprendidas de los juegos simples sean aplicables a problemas más interesantes de la vida real. Sin embargo, la teoría de la utilidad esperada, que es el fundamento de la teoría económica, no tiene en cuenta la forma en que los humanos realmente toman decisiones arriesgadas.

El autor y Amos pasaron años estudiando cómo los humanos toman decisiones y descubrieron varias contradicciones con la teoría de la utilidad esperada. Desarrollaron una teoría alternativa llamada teoría de las perspectivas, que explicaba las violaciones sistemáticas de los axiomas de la racionalidad en las elecciones entre juegos. Presentaron su ensayo a una revista de economía y teoría de la decisión, y posteriormente publicaron un artículo sobre los efectos marco en la revista Science.

El autor también menciona el error de Bernoulli en su teoría de la utilidad esperada. Bernoulli suponía que la utilidad de la riqueza era logarítmica, pero esto no tiene en cuenta el hecho de que la felicidad y la utilidad de las personas dependen de su punto de referencia y de los cambios relativos en su fortuna. El autor señala que es común tener ceguera inducida por la teoría, lo que dificulta reconocer los errores en una teoría aceptada.

En resumen, en este capítulo el autor discute la diferencia entre los enfoques de los economistas y los psicólogos en la teoría económica y la toma de decisiones. También presenta la teoría de las perspectivas como una alternativa a la teoría de la utilidad esperada y critica el error de Bernoulli en su teoría.

26 Teoría de las perspectivas

En este capítulo, Amos y yo descubrimos el error capital de la teoría de Bernoulli gracias a la lectura de un capítulo del libro de Amos sobre experimentos que medían la utilidad del dinero. Nos dimos cuenta de que la teoría de la utilidad no tenía en cuenta las diferencias en la percepción de las ganancias y las pérdidas. Decidimos desarrollar nuestra propia teoría, que presentaría los resultados como ganancias o pérdidas en lugar de estados de patrimonios.

Descubrimos que las personas tienen diferentes actitudes hacia el riesgo dependiendo de si se trata de ganancias o pérdidas. Por ejemplo, en un experimento, la mayoría de las personas mostraron aversión al riesgo en un escenario de ganancia, pero preferencia por el riesgo en un escenario de pérdida. Esto contradecía la teoría de la utilidad, que suponía que las actitudes hacia el riesgo eran las mismas en ambos casos.

También descubrimos que las personas tienden a valorar más las pérdidas que las ganancias equivalentes. Por ejemplo, en un juego en el que se podía ganar o perder una cierta cantidad de dinero, las personas mostraron una aversión a la pérdida mucho mayor que su preferencia por la ganancia equivalente.

Estos hallazgos demostraron que la teoría de la utilidad era demasiado simple y no tenía en cuenta aspectos emocionales y cognitivos importantes en la toma de decisiones. La teoría de las perspectivas, por otro lado, tenía en cuenta estos aspectos y ofrecía una explicación más completa de las actitudes hacia el riesgo y las preferencias por las ganancias y las pérdidas.

Sin embargo, la teoría de las perspectivas también tenía sus propios fallos. Por ejemplo, no tenía en cuenta el arrepentimiento y la desilusión, que son emociones importantes en la toma de decisiones. Además, no permitía cambiar el valor de un resultado en función de su probabilidad o de la alternativa disponible.

A pesar de estos fallos, la teoría de las perspectivas ofrecía una explicación más completa y realista de las actitudes hacia el riesgo y las preferencias por las ganancias y las pérdidas que la teoría de la utilidad. Aunque no era perfecta, era una herramienta útil para entender y predecir el comportamiento humano en situaciones de incertidumbre y toma de decisiones.

27 El efecto de dotación

En este capítulo, el autor comienza hablando de la figura 11, que muestra el "mapa de indiferencia" de un individuo hacia dos bienes. Explica que cada punto del mapa representa una combinación específica de ingresos y días de vacaciones, y que las curvas de indiferencia conectan las combinaciones de los dos bienes que tienen la misma utilidad. Sin embargo, señala que la figura no muestra los ingresos y los días libres del individuo, lo cual es una deficiencia importante. El autor argumenta que el punto de referencia individual, es decir, la situación presente del individuo, es relevante para determinar su utilidad y sus preferencias.

Luego, el autor introduce el concepto de aversión a la pérdida y explica que las personas tienden a valorar más las pérdidas que las ganancias equivalentes. Utiliza el ejemplo de dos gemelos hedónicos que tienen la opción de recibir un aumento de sueldo o un día extra de vacaciones, y muestra cómo la aversión a la pérdida influye en su decisión de mantener su posición actual. También menciona que la aversión a la pérdida juega un papel importante en las negociaciones laborales y en la resistencia al cambio.

El autor continúa hablando del efecto de dotación, que se refiere a la tendencia de las personas a valorar más los bienes que poseen en comparación con los que no poseen. Explica que este efecto se observa especialmente en bienes que no son objeto de comercio regular, como el vino o las entradas para eventos populares. También menciona que el efecto de dotación puede ser eliminado en situaciones de intercambio rutinario, donde los bienes se consideran para ser intercambiados en lugar de ser utilizados.

El autor menciona varios estudios y experimentos que respaldan la existencia del efecto de dotación, incluyendo uno sobre el mercado inmobiliario de Boston y otro sobre la compra y venta de tarjetas de béisbol. También discute la influencia de la experiencia y la situación económica en el efecto de dotación, y menciona que las personas pobres tienden a pensar como comerciantes, pero con una dinámica diferente debido a su constante experiencia de pérdida.

En resumen, este capítulo explora el concepto de aversión a la pérdida y el efecto de dotación en las decisiones económicas. El autor muestra cómo estos conceptos influyen en las preferencias y las decisiones de las personas, y cómo pueden afectar el comportamiento en situaciones de negociación y comercio.

28 Malos eventos

En este capítulo, los autores hablan sobre el concepto de aversión a la pérdida, que es la idea de que las personas valoran más las pérdidas que las ganancias. Aunque esta idea no sorprende a nadie, los autores explican que ahora se puede entender mejor gracias al modelo de los dos sistemas de la mente y al enfoque biológico y psicológico que prioriza la negatividad y la huida sobre la positividad y la aproximación.

Los autores también mencionan las consecuencias de la aversión a la pérdida en diferentes situaciones. Por ejemplo, las personas solo son compensadas por las pérdidas de dinero cuando los bienes se pierden durante el transporte. Además, los intentos de reformas a gran escala suelen fracasar y los golfistas profesionales golpean la pelota con más precisión para evitar una pérdida (par) que para obtener una ganancia (birdie).

Luego, los autores hablan sobre la predominancia de la negatividad en el cerebro humano y en otros animales. Explican que el cerebro responde más rápidamente a las amenazas que a las oportunidades y que incluso las amenazas simbólicas, como palabras emocionalmente cargadas, atraen nuestra atención de manera inmediata. También mencionan que las caras con expresiones de enojo se procesan más rápidamente que las caras con expresiones de felicidad.

Los autores explican que la aversión a la pérdida se refiere a la fuerza relativa de dos motivos: evitar pérdidas y obtener ganancias. Mencionan que las personas suelen esforzarse por alcanzar metas a corto plazo, pero no necesariamente por superarlas. Por ejemplo, los taxistas de Nueva York se fijan una meta diaria de ingresos y reducen sus esfuerzos cuando la alcanzan, lo cual va en contra de la lógica económica.

Además, los autores mencionan un estudio sobre golfistas profesionales que demuestra que tienen más éxito cuando golpean la pelota para evitar una pérdida (par) que para obtener una ganancia (birdie). Esto se debe a la aversión al fracaso de no alcanzar la meta.

Los autores también hablan sobre la influencia de la aversión a la pérdida en las negociaciones y en las reformas institucionales. Explican que las personas tienden a ser más activas y decididas para evitar pérdidas que para buscar ganancias, lo cual dificulta llegar a acuerdos. Además, mencionan que las reformas suelen proteger a los previamente situados y que la aversión a la pérdida es una fuerza conservadora que mantiene las cosas cerca del punto de referencia.

Por último, los autores hablan sobre la aversión a la pérdida en el ámbito legal y en las decisiones judiciales. Explican que las personas consideran injusto imponer pérdidas a otros, pero no consideran injusto no compartir ganancias. También mencionan que la aversión a la pérdida puede influir en la legislación y en la administración de justicia.

En resumen, este capítulo explora el concepto de aversión a la pérdida y su influencia en diferentes aspectos de la vida, como la toma de decisiones, las negociaciones y el ámbito legal. Los autores destacan la predominancia de la negatividad en el cerebro humano y en otros animales, así como la importancia de los puntos de referencia y los derechos en la aversión a la pérdida.

29 El patrón de cuatro

En este capítulo, el autor comienza explicando cómo evaluamos objetos complejos y situaciones inciertas, sopesando las características que influyen en nuestra estimación. Esta evaluación la hacemos de forma consciente o inconsciente, a través del Sistema 1. También menciona que la metáfora del juego es popular en el estudio de la toma de decisiones, ya que nos permite dar más importancia a los resultados más probables. Sin embargo, el autor argumenta que el principio de la expectativa no describe correctamente nuestras percepciones de las probabilidades relacionadas con posibles riesgos.

Luego, el autor presenta la paradoja de Allais, un experimento en el que se presentan diferentes opciones de juego con probabilidades de ganar y cantidades de dinero. Se muestra que las preferencias de las personas no se ajustan al principio de la expectativa, ya que las probabilidades extremas y las posibilidades de cambio cualitativo tienen un mayor impacto en nuestras decisiones.

A continuación, el autor introduce el concepto de valores decisorios, que son diferentes de las probabilidades y reflejan nuestras preferencias y preocupaciones. Estos valores decisorios muestran que tendemos a sobrestimar los resultados improbables y subestimar los resultados casi seguros. Además, el autor señala que las preocupaciones y la aversión al riesgo influyen en nuestras decisiones, especialmente en el dominio de las pérdidas.

El autor también menciona el patrón de cuatro, que describe las preferencias en diferentes situaciones. En este patrón, las personas muestran aversión al riesgo en las ganancias y búsqueda del riesgo en las pérdidas. Además, se observa que las personas están dispuestas a aceptar una pérdida segura para evitar una pequeña posibilidad de una gran pérdida.

El capítulo concluye destacando que las desviaciones sistemáticas de los valores esperados pueden ser costosas a largo plazo. El autor enfatiza que las decisiones basadas en el patrón de cuatro pueden llevar a resultados no deseables y que es importante tener en cuenta las implicaciones de nuestras preferencias y preocupaciones en la toma de decisiones.

En resumen, este capítulo explora cómo evaluamos objetos complejos y situaciones inciertas, y cómo nuestras preferencias y preocupaciones influyen en nuestras decisiones. Se presenta la paradoja de Allais y se introduce el concepto de valores decisorios y el patrón de cuatro. El autor destaca la importancia de considerar las implicaciones de nuestras preferencias y preocupaciones en la toma de decisiones.

30 Eventos raros

En este capítulo, el autor comienza hablando de su experiencia viajando a Israel durante un período en el que los atentados suicidas en autobuses eran frecuentes. Aunque el riesgo de ser víctima de un atentado era insignificante, la gente evitaba los autobuses debido al miedo generado por la imagen vívida de muertes y destrucción que se veía constantemente en los medios de comunicación. El autor también confiesa que él mismo se vio afectado por este miedo, evitando parar cerca de autobuses y acelerando al pasar por ellos. Esto demuestra cómo el terrorismo puede ser efectivo al inducir una cascada de disponibilidad, donde la imagen vívida de un evento se vuelve demasiado accesible y emocionalmente impactante, lo que lleva a una respuesta exagerada y desproporcionada a la probabilidad real del evento.

El autor también menciona la relación entre la sobrestimación de eventos improbables y la magnificación de los resultados. La emoción y la imagen vívida influyen en la fluidez y la disponibilidad cognitiva, lo que lleva a una respuesta exagerada a eventos raros. Además, la forma en que se presenta la información, como el formato de frecuencia o la inclusión de detalles irrelevantes pero vívidos, también puede afectar la evaluación de la probabilidad y el valor decisorio.

El capítulo continúa discutiendo la elección a partir de la experiencia, donde se observa que los eventos raros tienden a ser subestimados. Esto puede deberse a que la mayoría de las personas nunca han experimentado personalmente estos eventos raros, lo que lleva a una falta de atención y consideración de su probabilidad real. Sin embargo, cuando se experimenta personalmente un evento raro, también puede haber una tendencia a subestimar su probabilidad debido a la atención focal y la respuesta emocional asociada con la experiencia.

El autor concluye que la forma en que evaluamos y asignamos valores decisorios está influenciada por la disponibilidad de la información, la imagen vívida de los resultados y la forma en que se presenta la información. Estos factores pueden llevar a una sobrestimación de eventos raros y una magnificación de los resultados, lo que puede tener implicaciones importantes en la toma de decisiones y la percepción del riesgo.

31 Políticas frente al riesgo

En este capítulo, el autor comienza hablando sobre la teoría de las perspectivas y cómo las preferencias de las personas están influenciadas por la reacción emocional automática del Sistema 1. En un experimento realizado por los autores, se encontró que la mayoría de las personas prefieren opciones seguras en el dominio de las ganancias y opciones arriesgadas en el dominio de las pérdidas.

Luego, el autor presenta un problema de elección en el que se deben elegir entre dos opciones: una opción con una alta probabilidad de ganar una cantidad moderada de dinero y una baja probabilidad de no ganar nada, y otra opción con una baja probabilidad de ganar una cantidad alta de dinero y una alta probabilidad de no ganar nada. La mayoría de las personas eligen la opción segura en el dominio de las ganancias y la opción arriesgada en el dominio de las pérdidas.

El autor también discute el concepto de marco estrecho y marco ancho. El marco estrecho se refiere a tomar decisiones basadas en cada problema individualmente, mientras que el marco ancho se refiere a tomar decisiones considerando el conjunto de problemas en su totalidad. El autor argumenta que el marco ancho es superior, ya que permite tomar decisiones más racionales y reduce la aversión a la pérdida.

El autor también menciona el problema de Samuelson, en el que un amigo de Paul Samuelson rechaza un juego favorable porque siente más pesar por la pérdida que alegría por la ganancia. El autor muestra cómo la aversión a la pérdida puede llevar a decisiones irracionales y cómo una política frente al riesgo basada en un marco ancho puede ayudar a mitigar este sesgo.

En conclusión, el autor argumenta que adoptar una política frente al riesgo basada en un marco ancho puede ayudar a tomar decisiones más racionales y reducir la aversión a la pérdida. Además, el autor destaca la importancia de la visión desde fuera y la necesidad de considerar el conjunto de problemas en lugar de tomar decisiones basadas en cada problema individualmente.

32 Haciendo cuentas

En este capítulo, el autor Richard Thaler explora el concepto de contabilidad mental y cómo afecta nuestras decisiones económicas. Thaler explica que las personas llevan cuentas mentales para organizar y controlar sus finanzas, y estas cuentas pueden ser físicas o solo mentales. También señala que las cuentas mentales se utilizan para controlar el gasto, establecer presupuestos y tomar decisiones financieras.

Thaler también discute el fenómeno del arrepentimiento y cómo influye en nuestras decisiones. El arrepentimiento es una emoción que sentimos cuando nos damos cuenta de que podríamos haber tomado una decisión diferente y obtenido un resultado mejor. El autor señala que el arrepentimiento puede ser un factor importante en nuestras decisiones, ya que tendemos a evitar acciones que nos harían arrepentirnos.

Además, Thaler explora el concepto de responsabilidad y cómo afecta nuestras decisiones. Señala que las personas son más propensas a evitar acciones que podrían hacerlas responsables de un resultado negativo, incluso si esas acciones podrían tener beneficios a largo plazo. Esto se debe a que las personas temen el arrepentimiento y la culpa asociados con tomar decisiones que podrían resultar en un resultado negativo.

Thaler también discute el sesgo de aversión a la pérdida, que es la tendencia de las personas a valorar más las pérdidas que las ganancias. Este sesgo puede influir en nuestras decisiones financieras, ya que tendemos a evitar acciones que podrían resultar en una pérdida, incluso si esas acciones podrían tener beneficios a largo plazo.

En resumen, este capítulo explora cómo la contabilidad mental, el arrepentimiento, la responsabilidad y el sesgo de aversión a la pérdida influyen en nuestras decisiones económicas. Thaler proporciona ejemplos y explicaciones detalladas para ilustrar estos conceptos y cómo afectan nuestras decisiones financieras.

33 Revocaciones

En este capítulo, se explora el fenómeno de las revocaciones en la toma de decisiones y la evaluación de situaciones. Se presentan varios experimentos que demuestran cómo nuestras preferencias y juicios pueden cambiar cuando se evalúan de forma separada o conjunta.

En el primer experimento, se pide a los participantes que evalúen dos situaciones diferentes: un hombre que sufre una herida de bala en un atraco en su tienda habitual y otro hombre que sufre la misma herida en una tienda que raramente visita. En la evaluación separada, los participantes tienden a asignar una indemnización mayor al hombre herido en su tienda habitual. Sin embargo, cuando se evalúan las dos situaciones juntas, la mayoría de las personas consideran que la indemnización debe ser la misma en ambos casos. Esto demuestra que nuestras intuiciones morales pueden cambiar dependiendo de cómo se presenten las situaciones.

En otro experimento, se presenta a los participantes dos apuestas diferentes: una con una alta probabilidad de ganar una cantidad modesta y otra con una baja probabilidad de ganar una cantidad sustancialmente mayor. En la evaluación separada, la mayoría de las personas elige la apuesta con una alta probabilidad de ganar. Sin embargo, cuando se evalúan las dos apuestas juntas, la preferencia cambia y la mayoría elige la apuesta con una baja probabilidad de ganar. Esto demuestra que nuestras preferencias pueden cambiar dependiendo del contexto en el que se presenten las opciones.

Se discute también el fenómeno de las revocaciones en el ámbito de la economía. Se menciona un experimento en el que se pide a los participantes que valoren dos diccionarios musicales usados. En la evaluación separada, la mayoría de las personas valora más el diccionario A. Sin embargo, cuando se evalúan los diccionarios juntos, la preferencia cambia y la mayoría valora más el diccionario B. Esto demuestra que nuestras preferencias pueden cambiar dependiendo de cómo se presenten las opciones.

Se concluye que las revocaciones son comunes en la toma de decisiones y la evaluación de situaciones. Nuestras preferencias y juicios pueden cambiar dependiendo de cómo se presenten las opciones y del contexto en el que se evalúen. Esto tiene implicaciones importantes en la administración de justicia, la legislación y la toma de decisiones en general.

34 Marcos y realidad

En este capítulo, el autor explora el concepto de marcos y cómo afectan nuestras decisiones y preferencias. Comienza discutiendo la diferencia entre el significado lógico y el significado asociativo de una declaración. Mientras que lógicamente, las declaraciones "Ganó Italia" y "Perdió Francia" son intercambiables, asociativamente evocan diferentes representaciones y emociones. Esto demuestra que los humanos no son tan racionales como los econos, ya que nuestras reacciones están influenciadas por los marcos en los que se presentan las situaciones.

El autor introduce el concepto de "efectos marco", que son las influencias injustificadas de una formulación en nuestras creencias y preferencias. Utiliza ejemplos como el juego de probabilidades y la elección entre cirugía y radiación para ilustrar cómo los marcos pueden afectar nuestras decisiones. También menciona un experimento en el que se combinó el estudio de efectos marco con imágenes de actividad cerebral, demostrando cómo las palabras con carga emocional pueden influir en nuestras decisiones.

El autor discute el concepto de "intuiciones vacías", que son las intuiciones morales que no están basadas en la realidad. Utiliza ejemplos como el problema de la enfermedad asiática y la deducción por hijo para mostrar cómo nuestras preferencias pueden cambiar dependiendo del marco en el que se presenten las opciones.

El autor también menciona ejemplos de marcos buenos, que son aquellos que nos ayudan a tomar decisiones más racionales. Utiliza ejemplos como la elección de comprar entradas para el teatro después de perderlas y la elección de automóviles basada en el consumo de gasolina para ilustrar cómo los marcos pueden influir en nuestras decisiones.

En general, el autor argumenta en contra de la teoría del agente racional y destaca la importancia de reconocer el papel de los marcos en nuestras decisiones y preferencias. Concluye que los escépticos sobre la racionalidad están más dispuestos a reconocer el poder de los marcos y a investigar cómo afectan nuestras decisiones.

Quinta parte DOS YO

35 Dos yo

En este capítulo, el autor comienza hablando sobre los diferentes significados del término "utilidad" a lo largo de la historia. Menciona que Jeremy Bentham utilizó el término "utilidad experimentada" para referirse a las experiencias de dolor y placer que guían nuestras acciones. Por otro lado, los economistas y teóricos de la decisión utilizan el término "utilidad" para referirse a la deseabilidad de una cosa, y lo definen como la utilidad de la decisión. Aunque estos dos conceptos de utilidad pueden coincidir si las personas desean lo que les agrada y disfrutan de lo que eligen, el autor se centra en las posibles discrepancias entre la utilidad experimentada y la utilidad de la decisión.

El autor menciona un experimento en el que se plantea el siguiente problema: si un individuo recibe todos los días una dolorosa inyección, ¿asignaremos el mismo valor a reducir el número de inyecciones de 20 a 18 que a reducirlo de 6 a 4? El autor argumenta que intuitivamente, cualquier persona pagaría más por reducir el número de inyecciones de 6 a 4 que de 20 a 18. Sin embargo, esto parece absurdo, ya que si el dolor es el mismo todos los días, no debería haber una diferencia en la asignación de utilidades. Este problema plantea la idea de que la utilidad experimentada puede medirse por el número de inyecciones, y sugiere que en ciertos casos, la utilidad experimentada es el criterio con el que se debe estimar una decisión.

El autor también habla sobre la medición de la utilidad experimentada y cómo se puede responder a preguntas como "¿Cuánto dolor tuvo que soportar Helen durante su tratamiento médico?" o "¿Cuánto disfrutó de los 20 minutos que estuvo en la playa?". Se menciona la idea de un "hedonímetro", un instrumento imaginario que mediría el nivel de placer o dolor experimentado en cualquier momento. Además, se presentan gráficas que muestran los perfiles de las experiencias de dos pacientes sometidos a una dolorosa colonoscopia, donde se puede observar cómo la utilidad experimentada varía a lo largo del tiempo.

El autor también habla sobre la discrepancia entre la utilidad experimentada y la utilidad de la decisión. Se menciona un experimento en el que se pide a los participantes que sumerjan su mano en agua fría durante diferentes períodos de tiempo. Se observa que los participantes eligen repetir la experiencia que recuerdan como menos desagradable, a pesar de que la experiencia más larga es objetivamente peor. Esto demuestra que nuestras preferencias y decisiones están influenciadas por la memoria, que tiende a dar más importancia al pico y al final de una experiencia.

El autor concluye que nuestras preferencias y decisiones no siempre reflejan nuestros intereses y que la memoria puede ser engañosa. Esto desafía la idea de que los humanos somos agentes racionales con preferencias consistentes y la capacidad de maximizarlas. Además, se menciona que la memoria, que es una función del Sistema 1, ha evolucionado para representar el momento más intenso de una experiencia y las sensaciones al final de la misma, lo que puede entrar en conflicto con nuestra preferencia por el placer duradero y el dolor breve.

36 La vida como una historia

En este capítulo, el autor reflexiona sobre cómo percibimos y valoramos la duración de los eventos en nuestras vidas. Comienza hablando de la ópera La Traviata de Verdi, donde destaca la importancia de los últimos 10 minutos de la vida de la protagonista, Violetta, en contraposición a la duración total de su vida. Esto nos lleva a cuestionarnos por qué nos importan más esos últimos minutos que el resto de su existencia. El autor plantea que nos preocupamos más por los momentos significativos y memorables de una historia que por el tiempo que transcurre. Además, señala que nos importa la calidad de las historias de vida de las personas, no solo sus sentimientos. El autor menciona un experimento en el que se demostró que la duración de la vida de una persona no afecta la evaluación de su felicidad total. También se analiza cómo los recuerdos influyen en nuestras elecciones, como en el caso de las vacaciones. Por último, se plantea la importancia de los recuerdos en la valoración de nuestras experiencias y cómo la amnesia puede afectar nuestra percepción de ellas.

37 Bienestar experimentado

En este capítulo, el autor comienza hablando de cómo se interesó por el estudio del bienestar y descubrió que la mayoría de la información provenía de respuestas a una pregunta sobre la satisfacción general con la vida. Sin embargo, debido a sus experimentos con el "yo que recuerda", decidió centrarse en el bienestar del "yo que experimenta". Propuso medir el bienestar objetivo a través del muestreo de experiencias, utilizando un teléfono celular que sonaba o vibraba a intervalos aleatorios y pedía a las personas que respondieran preguntas sobre lo que estaban haciendo y cómo se sentían. Sin embargo, debido a los costos y la incomodidad de este método, desarrollaron un método alternativo llamado "método de reconstrucción de los días" (MRD), en el cual las personas revivían con detalle el día anterior y respondían preguntas sobre cada episodio. Descubrieron que las mujeres estadounidenses pasaban cerca del 19% de su tiempo en un estado desagradable. También calcularon un índice U para diferentes actividades, como desplazamientos, trabajo, cuidado de los hijos, tareas domésticas, vida social, ver televisión y relaciones sexuales. Observaron que el tiempo pasado con los hijos era menos agradable para las mujeres estadounidenses que las tareas domésticas. Además, el estado de ánimo de una persona en un momento dado depende de la situación actual y de a qué presta atención. También analizaron la relación entre el dinero y la felicidad, concluyendo que ser pobre es deprimente y que ser rico puede mejorar la satisfacción con la vida, pero no el bienestar experimentado. Por último, mencionan que la satisfacción con la vida y el bienestar experimentado son medidas diferentes y que el objetivo de la política debe ser reducir el sufrimiento humano y encontrar más tiempo para hacer cosas que disfrutemos.

38 Pensamientos sobre la vida

En este capítulo, se presenta la figura 16, que muestra el nivel de satisfacción con la vida antes y después de casarse. Se destaca que muchas personas que deciden casarse tienen una predicción afectiva errónea, ya que esperan que el matrimonio las haga más felices. Sin embargo, los datos de la figura 16 muestran un brusco declive en la satisfacción con la vida después del matrimonio. Se plantea que esto puede ser resultado de un proceso de adaptación en el que las primeras alegrías del matrimonio se desvanecen rápidamente. Sin embargo, también se sugiere otro enfoque centrado en la heurística del juicio, en el que se cuestiona cómo las personas evalúan su vida cuando se les pide hacerlo. Se menciona que las respuestas a preguntas simples pueden ser sustituidas por una evaluación global de la vida, y se presentan ejemplos de estudios que demuestran cómo las respuestas pueden ser influenciadas por factores irrelevantes. Se plantea que las respuestas a preguntas sobre el bienestar global deben tomarse con precaución, ya que pueden estar influenciadas por la atención que se presta a ciertos aspectos de la vida. Se menciona que el matrimonio no afecta necesariamente el bienestar experimentado, ya que este depende de diversos factores. Además, se destaca que la genética del temperamento juega un papel importante en la felicidad experimentada y la satisfacción con la vida. Se menciona un estudio que muestra cómo las metas que las personas se proponen alcanzar pueden tener un impacto duradero en su satisfacción con la vida. Se plantea que las metas marcan una gran diferencia y que las personas que logran sus metas suelen estar más satisfechas. Se menciona que la ilusión de focalización es un sesgo cognitivo que nos hace dar mayor importancia a ciertos aspectos de la vida y olvidar otros. Se destaca que la ilusión de focalización puede llevarnos a cometer errores en nuestras elecciones y predicciones sobre el bienestar futuro. Se plantea que la mente no está bien diseñada para procesar el tiempo y que a menudo olvidamos la duración de los momentos y nos centramos en momentos singulares. En conclusión, se plantea que el concepto de felicidad es complejo y que debemos tener en cuenta diversos factores al evaluar nuestra satisfacción con la vida.

Conclusiones

En este capítulo final del libro, el autor hace una revisión de las aplicaciones de las tres distinciones presentadas anteriormente: los dos yo, los econos y los humanos, y los dos sistemas. Comienza hablando sobre los conflictos entre el yo que recuerda y el yo que experimenta, y cómo esto puede llevar a elecciones absurdas. Explica que el yo que recuerda es una construcción del Sistema 2, pero que sus rasgos distintivos son característicos de nuestra memoria, como el olvido de la duración y la regla del pico final. Estos sesgos pueden llevar a tomar decisiones erróneas y distorsionar nuestra experiencia real.

Luego, el autor discute la importancia de la duración en la evaluación del bienestar. Menciona que la concepción del bienestar que valora la duración trata todos los momentos de la vida por igual, y que algunos momentos pueden adquirir más importancia debido a su memorabilidad o a su influencia en momentos subsecuentes. Sin embargo, reconoce que una teoría del bienestar que ignore lo que los individuos quieren no es sostenible, y que también es importante tener en cuenta la perspectiva del yo que recuerda.

A continuación, el autor aborda el tema de los econos y los humanos. Explica que los econos son considerados racionales por definición, ya que se basan en la coherencia lógica, mientras que los humanos no pueden ser considerados racionales debido a su susceptibilidad a sesgos y heurísticas. Sin embargo, señala que los humanos a menudo necesitan ayuda para tomar mejores decisiones, y que las políticas y las instituciones pueden proporcionar esa ayuda. Discute el concepto de paternalismo libertario, que busca ayudar a las personas a tomar decisiones que sirvan a sus propios intereses a largo plazo sin coartar su libertad.

Finalmente, el autor reflexiona sobre los dos sistemas y cómo mejorar los juicios y las decisiones. Destaca la importancia de reconocer las señales de que estamos en un campo cognitivo minado y pedir ayuda al Sistema 2. También menciona la importancia de las organizaciones en la mejora de la toma de decisiones, y la necesidad de un lenguaje más rico para identificar y abordar los sesgos. Concluye que los que toman decisiones harán mejores elecciones si confían en sus críticos y esperan que su decisión se juzgue por el proceso, no solo por el resultado.

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